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8 de noviembre de 2016

Fuerte apuesta para la musealización del castro de Elviña

Con una inversión de 824.000 euros el Ayuntamiento de La Coruña realizará nuevas excavaciones, consolidará las estructuras descubiertas desde 1947 y contextualizará el yacimiento para convertirlo en un espacio museístico que atraiga visitantes a la zona. Los trabajos comenzarán en 2017 y se extenderán durante ocho meses.  
Zona de viviendas del Castro de Elviña próxima a una de las entradas, FOTO: J. ROLLER
Acercar el castro de Elviña al público es el gran reto de la última fase de excavaciones en el yacimiento arqueológico que licita el Concello para desarrollar a lo largo de ocho meses el próximo año. Con los trabajos previstos -nuevas excavaciones, consolidación de estructuras descubiertas, contextualización y documentación de bienes- el Ayuntamiento da un paso adelante en la conversión de la zona histórica y monumento nacional en un museo del que extraer rendimiento social con la atracción de visitantes. La inversión superará los 824.000 euros. Desde 1947 ha habido campañas con excavaciones y trabajos en el castro, donde han salido a la superficie restos de viviendas, templos, edificios de uso público, caminos y zonas de cultivo

El Ayuntamiento está a punto de poner en marcha la última etapa de excavaciones en el yacimiento, una fase en la que se trabajará el acabado arqueológico de las áreas ya excavadas, se consolidarán las estructuras y se dotará al conjunto de monumentalidad patrimonial para convertirlo en un espacio museístico que atraiga a visitantes. El Gobierno local va a sacar a licitación el proyecto de estas excavaciones en el castro coruñés con un presupuesto base de 824.777 euros. El plazo estimado de duración de los trabajos, que comenzarán el próximo año, es de ocho meses.

MAYOR RENDIMIENTO SOCIAL
El proyecto se orienta más a la conservación que a la investigación, como ocurrió en las campañas de intervención anteriores desde el año 2002, y abarca la limpieza del área de actuación, la estabilización de zonas exploradas, excavaciones y registro arqueológico y consolidación y restauración de bienes. Su objeto, según señala el pliego de prescripciones técnicas del contrato, es facilitar el mantenimiento del yacimiento y definir las "bases materiales" que permitan obtener "mayores rendimientos sociales", es decir, generar flujos de visitantes tras más de una década de trabajos.

El acceso limitado al castro de Elviña tanto a pie como en vehículo y la falta de un conjunto estructural coherente dificultan en la actualidad la consolidación del yacimiento como un punto de interés y atracción para el público, por lo que el Ayuntamiento se ha propuesto preparar el lugar en 2017 para que refuerce a largo plazo la conservación de sus estructuras descubiertas y proporcione a los ciudadanos una lectura comprensible de su importancia histórica como observatorio para el tránsito de la Edad del Hierro a la Alta Edad Media.

CONTEXTUALIZAR EL YACIMIENTO
Para ello, esta nueva fase de las excavaciones concluirá trabajos iniciados en las áreas abiertas en 2013, abrirá nuevas áreas lo más reducidas posible, terminará sectores no acabados en campañas antiguas, re-excavará para contextualizar arqueológicamente las nuevas áreas y documentará el conjunto de estructuras visibles, de acuerdo con el pliego técnico del proyecto.

El Gobierno local anterior había licitado esta campaña de excavaciones en 2015, aunque el concurso se anuló por un error formal. La nueva licitación asume la misma misión de hacer más comprensibles las dependencias del castro y establece un periodo de ejecución de cinco meses para los trabajos de campo necesarios y de otros tres posteriores para la memoria técnica. Se prevé la participación de 44 trabajadores en pleno Castro de Elviña y otros 13 de gabinete.

7 de noviembre de 2016

Nuevos fondos permitirán el estudio hidrogeológico de La Motilla de Azuer

La intervención comenzará “en breves fechas” y dará continuidad a los trabajos de conservación que cada año se realizan en el yacimiento de la Edad de Bronce de Daimiel (Ciudad Real)
La intervención en La Motilla se iniciará en breve. FOTO: LANZA
La Junta de Comunidades de Castilla La Mancha ha aprobado la concesión de “una pequeña partida” que, con cargo a la convocatoria de Proyectos de Investigación al Patrimonio Arqueológico, financiará “una serie de estudios hidrogeológicos y topográficos necesarios” para la Motilla del Azuer, según ha confirmado su arqueólogo, Miguel Torres.

Una intervención que comenzará “en breves fechas” y que da continuidad a los trabajos de conservación que cada año se realizan en el yacimiento. Los últimos de este verano ha incidido “en la rehabilitación de algunos tramos deteriorados por el uso público y la meteorología”. Además, también se han excavado dos zonas más que “convenía estudiar desde el punto vista arqueológico”.

Torres ha destacado que los visitantes valoran “el estado óptimo” del yacimiento y comentaba que el buen tiempo que ha marcado el inicio del otoño ha animado “exponencialmente” el número de reservas. A esas buenas cifras ha colaborado la presencia que han tenido estas dos últimas semanas los colegios y los centros de educativos daimieleños, y de otros puntos de la provincia.

(Fuente: Lanza Digital)

4 de noviembre de 2016

Los arqueólogos preparan una nueva investigación en el Tolmo de Minateda (Albacete)

Los trabajos sobre el SIG se realizarán sobre espacios concretos de la plataforma superior del cerro en los que todavía no se han hecho trabajos de excavación arqueológica. Los arqueólogos probarán la nueva plataforma digital del SIA (Sistema de Información Arqueológica), diseñada por el Área de Arqueología de la Universidad de Alicante en el marco del proyecto ideaARQ+SIA 
La campaña implementará los datos obtenidos adaptándolos al proyecto ideaARQ+SIA,  
Dentro de unos días se retomarán los trabajos de investigación arqueológica en el Tolmo de Minateda, en Hellín (Albacete) gracias a una subvención para la realización de proyectos de Investigación del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de Castilla-La Mancha para el año 2016, promovida por la Junta de Comunidades y para la que solicitó un proyecto de trabajo el equipo de investigación habitual, integrado, entre otros, por miembros de la Universidad de Alicante (UA) y el Museo de Albacete.

Este año se pretende continuar la labor iniciada en 2015 por parte del equipo, colaborando tanto con el Museo de Albacete como con el Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Castilla La Mancha.

PUBLICACIÓN DE MONOGRAFÍAS
Por una parte, se continuará con la revisión de aquellos contextos materiales de especial interés, con el objetivo de finalizar el estudio previo a la publicación de las monografías generales que recogerán los 30 años de trabajos arqueológicos llevados a cabo en el Tolmo de Minateda, una edición prevista para el 2018. Por otro, se probará la nueva plataforma digital del SIA (Sistema de Información Arqueológica), diseñada por el Área de Arqueología de la UA en el marco del proyecto ideaARQ+SIA para la gestión online de la documentación arqueológica del Tolmo de Minateda.

Los objetivos que se persiguen en la presente campaña, que se extenderá a lo largo del mes de noviembre, son la realización de trabajos de prospección arqueológica georreferenciada (teledetección y reconocimiento del terreno con GPS) en algunos sectores de la plataforma superior del cerro todavía sin excavar, la revisión y adaptación del sistema de documentación de campo y laboratorio al nuevo modelo de datos planteado dentro del proyecto ideaARQ+SIA, que incluye la conversión para su uso de la documentación fotográfica, topográfica y planimétrica antigua, así como realización de nuevos trabajos de campo en los casos en que se considere necesario, la implementación del Sistema de Información Geográfica, iniciado en 2014, que recoge todos los datos espaciales del yacimiento y su entorno inmediato, y el análisis y estudio de materiales arqueológicos conservados en el Museo de Albacete y procedentes de campañas anteriores.

ALMAZARAS RUPESTRES
Los trabajos sobre el SIG se realizarán sobre espacios concretos de la plataforma superior del cerro en los que, a día de hoy, no han sido llevados a cabo trabajos de excavación arqueológica y en los que es factible diseñar una estrategia efectiva de reconocimiento y prospección. El área potencialmente elegida será la parte septentrional de la meseta, dónde parece intuirse anomalías estructurales relacionadas con la producción de aceite (almazaras rupestres), así como ambientes domésticos, que serán comprobadas en el campo en futuras actuaciones.

NUEVAS TECNOLOGÍAS
El uso de nuevas técnicas de prospección como la teledetección (LiDAR-Light Detection And Ranging, aéreo-fotointerpretación), permite hoy en día realizar un tipo de arqueología no invasiva que puede ser muy útil a la hora de establecer futuras estrategias de excavación. A este tipo de análisis se suma el reconocimiento superficial del terreno, sobre el que se comprobarán las anomalías estructurales detectadas a través del LiDAR y la fotografía aérea. Todas aquellas estructuras confirmadas, así como los materiales arqueológicos adscritos a las mismas y vistos en superficie, serán georreferenciados e incorporados como una capa shape a la plataforma SIG del yacimiento, así como a las nuevas bases de datos que se están diseñando junto al IDR-UCLM.

De forma paralela se prevé completar el estudio de los materiales conservados en el Museo de Albacete con vistas a su publicación, así como catalogar algunos fondos antiguos (previos al inicio del proyecto de intervenciones arqueológicas iniciado en 1988) para su incorporación en las bases de datos del proyecto.

La Dirección científica correrá a cargo de Sonia Gutiérrez Lloret, Catedrática de Arqueología de la Universidad de Alicante, Lorenzo Abad Casal, Catedrático de Arqueología de la Universidad de Alicante, Blanca Gamo Parras, Técnica de Museos de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha del Museo de Albacete, y Víctor Cañavate Castejón y Pablo Cánovas Guillén, arqueólogos profesionales.

El presupuesto de todas las intervenciones asciende a 22.800 euros, de los que la Junta aporta el 90% y la Universidad de Alicante el 10% restante.

3 de noviembre de 2016

Encuentran una tumba de entre los siglos IV y VII en Ujué (Navarra)

El esqueleto mide entre 1,50 y 1,60 metros y se desconoce si el enterramiento se realizó junto a un templo o extramuros. El sarcófago se compone de piedras reutilizadas de construcciones anteriores.
La datación dependerá de una hebilla de cinturón que se ha encontrado en el sepulcro.
Fruto de los trabajos de renovación de redes y pavimentación que se están llevando a cabo en Ujué desde el pasado mes de julio, afloró hace unos días una tumba de entre los siglos IV y VII después de Cristo en la plaza Mayor de la localidad, ubicada en pleno casco histórico.

Tras detectar su presencia, la empresa adjudicataria de las obras dio la voz de alarma, tal y como prevén los protocolos de actuación en estos casos, avisando del hallazgo a la Institución Príncipe de Viana (dependiente del departamento de Cultura del Gobierno de Navarra) y al gabinete de arqueología y difusión del patrimonio histórico Trama SL, que se desplazó hasta el lugar de los hechos para estudiar el enterramiento.

En total, la intervención llevada a cabo por el arqueólogo Carlos Zuza se prolongó durante dos días, periodo de tiempo en el que “se protegió la zona, se limpió el área para dimensionar la tumba y se encontró el esqueleto de una persona que mediría entre 1,50 y 1,60 metros”, detalla Zuza. En este sentido comenta que el esqueleto correspondería a la Antigüedad tardía, periodo de transición entre la Edad Antigua y la Edad Media, o directamente al Medievo. La datación dependerá de una hebilla de cinturón que se ha encontrado en el sepulcro, cuya decoración ayudará a establecer una fecha más concreta de la muerte del individuo, y en última instancia de la prueba del carbono 14, utilizada para determinar la edad de materiales orgánicos de hasta 50.000 años de antigüedad.

El sarcófago, por su parte, se compone de “piedras reutilizadas de construcciones anteriores”, indica Zuza, las cuales permanecen custodiadas en el almacén municipal a la espera de ser exhibidas. Esa es, al menos, la intención del Ayuntamiento de Ujué. No así el esqueleto, que está siendo objeto de estudio por parte de expertos en la materia.

INTERROGANTES

 Las dudas que se plantean a raíz de este descubrimiento son numerosas dado que al parecer la tumba está “en un terreno que no se considera sagrado, es decir en un terreno en que no hay una iglesia o una ermita ya que en el Medievo lo normal era que se enterrase junto a los templos e incluso dentro de ellos. Otra cosa era en tiempo de Roma, en que estaba estipulado que los cementerios estuvieran fuera de las poblaciones”, subraya el historiador local Mikel Burgui.

De ser así, cabría la posibilidad de que el cuerpo estuviera enterrado en las inmediaciones de la ermita de Jaun Done Maria (San Martín), de la que se tiene constancia gracias a la tesis doctoral de Patxi Salaberri Zaratiegi, quien la localizó junto a la plaza Pilarraña, situada a varios metros de la plaza Mayor, aunque en el pasado puede que ambas estuvieran conectadas (si se elimina el bloque de viviendas que las separa) por la ermita en cuestión. “Patxi Salaberri encontró que en 1780 se daba escuela en esta ermita y que en 1810 el ayuntamiento decidió venderla”, recoge Burgui en su blog Uxue, Ujué atalaya de Navarra, quien apuesta por que se lleve a cabo una investigación arqueológica “más completa” para valorar estos supuestos.

El alcalde de este municipio de apenas 200 habitantes, Rubén Sánchez, subraya la importancia de datar la tumba con exactitud “porque ese dato nos daría pistas de lo que fue Ujué. Si el cadáver es medieval tendría que estar al lado de un templo, pero si es anterior lo enterrarían extramuros, lo que revelaría que por allí pasaba una muralla”. Esta es la razón por la que se muestra expectante ante la próxima apertura de la plaza municipal (situada a escasos metros de la plaza Mayor) por si pudieran aparecer nuevos restos que contribuyesen a recuperar la historia local.

2 de noviembre de 2016

El hallazgo de un sestercio cambia la edad del acueducto de Segovia

Nuevos estudios arqueológicos sitúan la fecha de construcción del Acueducto de Segovia en el siglo II de nuestra era, a partir de los años 112 y 116. La datación tradicional de este Patrimonio Mundial se remontaba al siglo I, hacia el año 98. El área de Turismo del Ayuntamiento de Segovia ya ha encargado una nueva tirada de folletos turísticos con la nueva fecha.
Acueducto de Segovia. FOTO: MICHAEL ZEGERS / LOOK-foto / GETTY
Los investigadores concluyen que la edificación de las monumentales arcadas se produjo o bien al final del gobierno de Trajano, o bien, con una probabilidad más elevada, en el gobierno de Adriano. Se trata de una época de gran esplendor de la Segovia romana, generalizada en la parte occidental del Imperio. Tras las grandes conquistas de Trajano en la Dacia y Mesopotamia, el dinamismo del sistema económico y las reformas militares de Adriano, que estabilizaron las fronteras imperiales, llevaron a una gran efervescencia en todos los órdenes en las provincias. Durante su mandato y el de Antonino Pío, en el siglo II, se desarrollaron grandes obras públicas.

Los nuevos datos sobre uno de los acueductos más famosos y mejor conservados se han hecho públicos en el reciente encuentro Ciudades Romanas del valle del Duero, celebrado en Segovia en el mes de octubre. El trabajo de investigación fue presentado por el director del Museo de Segovia, Santiago Martínez Caballero; el profesor de la UNED Víctor Manuel Cabañero Martín, junto con el arqueólogo del Servicio de Cultura de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, Luciano Municio, y los arqueólogos segovianos Clara Martín García y José Miguel Labrador Vielva.

ANÁLISIS DE LOS MATERIALES
El estudio se fundamenta en el análisis de los materiales arqueológicos procedentes de la excavación efectuada en 1998 por el arqueólogo Germán Prieto Vázquez. Exactamente, en los tres pilares de la obra romana en la Plaza del Azoguejo de Segovia, donde se erige el monumento en su máximo esplendor, con su doble piso de arcadas o arcuaciones y sus 29 metros de altura.

La evaluación de los materiales ha permitido detectar que el relleno de las fosas de fundación de estas pilas incluye materiales cerámicos (terra sigilata hispánica) fabricados en talleres riojanos de Trittium (Tricio) sobre el primer tercio del siglo II. Además, entre estos rellenos, se halló un sestercio de Trajano emitido entre 112 y 116, durante el sexto consulado del emperador.

Estos materiales fueron recuperados por Prieto Vázquez en los estratos de cierre de esas fosas en el momento de construcción de la obra, donde se detectó un ingente volumen de restos de la talla del granito, del tallado de los sillares a pie de obra, según se iban elevando pilares y arcadas. Por tanto, pertenecen al momento de su construcción. Esas fosas solo pudieron cerrarse tras el periodo entre los años 112 y 116, asevera el director del Museo de Segovia.

Martínez Caballero analizó los restos arqueológicos y revisó la documentación junto con Cabañero Martín y Prieto Vázquez, quienes concretaron la nueva fecha. Gráficamente, Luciano Municio explica que no hay más remedio que reinterpretar la edad y la historia del acueducto aunque los años varían poco: “Nos colocamos en los primeros decenios del siglo II, pero cambiamos de emperador, ya no toca Trajano”. Por su parte, la concejala de Patrimonio y Turismo del Ayuntamiento de Segovia, Claudia de Santos, subraya que “hay que ajustar la información a la realidad científica en el ámbito turístico”.


INSCRIPCIÓN EN EL SOTABANCO
El director del Museo de Segovia e investigador sostiene que, con anterioridad, se había asentado en los estudios académicos la propuesta de que el acueducto había sido inaugurado al menos veinte años antes, en el año 98, a partir de la hipótesis de lectura que realizó el historiador y epigrafista de la Universidad de Heidelberg, Geza Alföldy, en los años noventa del siglo pasado. Se basó sobre todo en la inscripción que se colocó en el sotabanco, situado entre los dos pisos de arcadas, en su parte más monumental.

De ella solo quedan los agujeros realizados en los sillares de granito donde iban encajados los pernos que se fijaban en el reverso de las grandes letras de bronce dorado (letterae inauratae) que componían la inscripción, letras perdidas por completo, aunque quedaban algunas todavía en el siglo XVI.

Para Martínez Caballero, este epigrafista, de gran prestigio, planteó su hipótesis de un texto que proponía una dedicatoria a Trajano en el año 98, durante su segundo consulado, realizada por los magistrados locales por la reconstrucción (restituerunt) del acueducto. Dato que llevaba a especular sobre una construcción original de la obra en época precedente, manifestando algunos investigadores una preferencia por los emperadores de la dinastía de los Flavios, en especial Vespasiano o Domiciano, entre 69 y 98, aunque sin datos contrastados.

1 de noviembre de 2016

Nuevos trabajos de consolidación y excavación en el Santuario Ibérico del Tossal de la Malladeta, en Villajoyosa

Los trabajos de restauración han consistido fundamentalmente en la consolidación y acondicionamiento de cinco estancias del Santuario fechadas en el siglo I a.C. Los trabajos también han permitido localizar nuevas estructuras del santuario a unos 30 metros de distancia de los restos excavados
Los trabajos permiten observar las estructuras excavadas entre 2004 y 2009 que hasta ahora estaban tapadas.
El Ayuntamiento de Villajoyosa, a través de su departamento de Arqueología, está llevando a cabo durante estas tres últimas semanas a cabo nuevos trabajos en el Santuario Ibérico del Tossal de la Malladeta, financiados gracias a una campaña de micromecenazgo promovida por el arqueólogo Antonio Selles, codirector de los trabajos, junto con Diego Ruiz (Vilamuseu) y Miguel Sánchez.

Los trabajos de restauración coordinados por la restauradora MªJosé Velazquez (Vilamuseu) han consistido fundamentalmente en la consolidación y acondicionamiento de 5 estancias del Santuario fechadas en el siglo I a.C. Estos trabajos permitirán dejar a la vista para la visita pública estas estructuras excavadas entre el 2004 y 2009 que hasta ahora permanecían tapadas para evitar su deterioro.

NUEVAS ESTRUCTURAS
En cuanto a los trabajos de excavación realizados han permitido localizar nuevas estructuras del santuario a unos 30 metros de distancia de los restos excavados hasta ahora. Ello amplía considerablemente la extensión que conocíamos del santuario, y nos habla de unas dimensiones enormes, lo que confirma su importancia dentro del contexto de la arqueología ibérica peninsular.

Finalmente, a los pies de la torre de finales del siglo XIX existente en el cerro del Tossal se ha localizado una estructura perteneciente a este periodo cronológico. La torre fue construida por el psiquiatra Don Jose María Esquerdo para su uso como oficina realizando en el mismo momento esta estructura identificada como letrina aprovechando los recortes de la roca en la parte alta del cerro. La limpieza de esta estructura era necesaria para conocer su antigüedad y su función, además de para acondicionar un punto del sendero de acceso al yacimiento.

En los trabajos han participado un nutrido grupo de estudiantes de arqueología y restauración de todo el ámbito nacional junto con personal de Vilamuseu y los servicios Técnicos del Ayuntamiento de Villajoyosa, el cual también ha aportado sus instalaciones e infraestructura.

(Fuente: Villajoyosa TV)

31 de octubre de 2016

Digitalizan el patrimonio arqueológico de Ciudad Real en tres dimensiones

Durante la primera fase que se desarrolló el pasado mes de junio, se digitalizaron lugares tan significativos y emblemáticos como la Motilla del Azuer, Calatrava La Vieja, Calatrava La Nueva, los tres molinos históricos de Campo de Criptana, la Plaza de Toros de Ciudad Real y el santuario de la Virgen de las Nieves de Almagro.
Los investigadores trabajan con el escáner 3-D de última generación. FOTO: J.JURADO
Un grupo de arqueólogos estadounidenses pertenecientes a la Universidad de Florida del Sur (USF) en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha y de la mano del arqueólogo Victor Manuel Lopez-Menchero, trabajan en la segunda fase del ‘Proyecto La Mancha’, que consiste en digitalizar en tres dimensiones (3D), algunos de los enclaves del patrimonio histórico y cultural de la provincia de Ciudad Real y que después quieren extenderlo al resto del territorio castillano-manchego.

En esta segunda fase del proyecto que ha comenzado este mes de octubre, el equipo de seis personas de la Universidad de Florida del Sur está realizando labores de digitalización del castillo y la presa romana de Consuegra, el yacimiento arqueológico de Alarcos, la Puerta de Toledo en Ciudad Real y el Cerro de las Cabezas de Valdepeñas. Todo pertenciente a la provincia de Ciudad Real salvo Consuegra, que pertenece a Toledo. Según Herbert Maschner, director del ‘Proyecto La Mancha’ y del Centro para la Virtualización y las Tecnologías Espaciales Aplicadas (CVAST), la idea es seguir aumentando las fases y trasladar este proyecto a todo el patrimonio cultural y arqueológico de Castilla-La Mancha.

La idea de realizar este proyecto de digitalización del patrimonio surgió cuando Herbert visitó Castilla-La Mancha y el arqueólogo Victor López-Menchero, de la Universidad de Castilla-La Mancha, le mostró el “magnífico” legado arqueológico que posee la región. Al conocerlo, Herbert mostró interés por enseñar los entresijos de La Mancha por todo el mundo a través de la digitalización 3D, “la idea es que la gente de cualquier lugar del planeta conozca el desconocido patrimonio castellanomanchego y darlo a conocer, entonces nos decidimos por emprender este proyecto”.

MÉTODO EMPLEADO
Los investigadores de la Universidad de Florida del Sur, usan dos métodos para la digitalización en 3D de yacimientos o edificios.

Por un lado está el escáner láser terrestre; y por otro los drones. Con el escáner terrestre los arqueólogos consiguen hacer un registro 360 grados de un punto concreto ya sea una una habitación o una zona exterior.

A raiz de ahí van moviendo el escáner para que una vez producido se pueda hacer una visita virtual del espacio, como si estuviéramos dentro de un castillo por ejemplo, pero a través del ordenador. Por su parte, el dron, permite medir el terreno a través de la fotogrametría, una técnica para obtener planos de grandes extensiones de terreno por medio de la fotografía aérea. El dron hace un análisis exahustivo de la orografía y del terreno donde se encuentra el edificio o yacimiento a digitalizar sobrevolándolo.

La combinacion de ambas técnicas, el uso del dron y el escáner láser, permite tener una gran precision y una buena cobertura de los sitios que pretenden digitalizar. El arqueólogo de la UCLM, Victor Manuel López-Menchero, nos pone el ejemplo de el uso combinado en los castillos. “En el caso de los castillos, al ser tan extensos, debemos de utilizar ambos métodos: con los escáneres de tierra hacemos una información precisa del edificio desde el terreno, pero no puedes alcanzar lugares que están muy altos, esa información nos la proporciona el dron”, indica el arqueólogo.

Los escáneres crean unos puntos digitales tras haber analizado el yacimiento y a través de la concentración de millones de estos puntos, se crea una imagen. “Desde lejos parece una imagen sólida, pero si ampliáramos la imagen, veríamos los puntitos”, apunta López-Menchero.

VISITAS E INVESTIGACIÓN ON LINE
Según Herbert Maschner, la diferencia principal entre la digitalización en tres dimensiones y la manera tradicional, es que cualquier persona en todo el mundo puede tener “la experiencia” de visitar un yacimiento arqueológico de Castilla-La Mancha sin importar el lugar donde esté.

Además, el director del proyecto afirma que también supone una mayor rapidez de cara a estudios arqueológicos, ya que desde el ordenador, los investigadores pueden estudiar el yacimiento sin tener que desplazarse in situ al objeto de estudio, pudiéndolo realizar desde sus propias casas. Otra finalidad del ‘Proyecto La Mancha’ es fomentar el turismo en estos espacios en los que han trabajado.

En Castilla-La Mancha es la primera vez que se hace un trabajo a tan gran escala. La UCLM había iniciado algunos proyectos de fotogrametría en algunos lugares, “pero nunca se había hecho nada a esta escala”, según López Menchero. “La UCLM tenía un nivel de precisión medio en sus trabajos y ellos tienen un nivel de precisión extremo, lo analizan todo milímetro por milímetro”.

Pueden visitar su página web  donde van colgando todo el patrimonio de la provincia digitalizado, pudiendo realizar un paseo virtual por los lugares más emblemáticos.

28 de octubre de 2016

Descubren un enterramiento visigodo en Bétera (Valencia)

La sepultura descubierta en L'Horta Vella tiene forma ovalada y recuerda a una cista -monumento funerario griego en forma de caja- de más de tres metros de largo por 1,5 metros de ancho. 
El hallazgo refuerza la importancia del yacimiento para conocer la evolución de Valentia desde la época imperial romana. 
La intervención ha recuperado otros objetos de gran valor como varias monedas visigodas de finales del siglo VII, así como muros destruidos de pequeños hornos y cerámicas en buenas condiciones para su restauración, según ha informado la Generalitat de Valencia en un comunicado. 

Los restos encontrados refuerzan la importancia de este yacimiento de Bétera para conocer la evolución del territorio llamado Valentia desde la época imperial romana hasta el final de la 'tardoantigüedad', así como para profundizar en las condiciones de vida del entorno rural romanos en tierras valencianas.

L'Horta Vella se encuentra en el extremo sur de la partida del mismo nombre en el municipio de Bétera y se extiende sobre una gran área, en el margen derecho del barranco de Carraixet, con un yacimiento de restos constructivos visibles y abiertos al público que ocupan más de 1.000 metros cuadrados. 

Los trabajos realizados allí en 11 campañas diferentes han permitido documentar una secuencia cultural que se puede dividir en cuatro grandes fases. La primera es la Imperial, desde finales del siglo I o principios del II hasta mediados del V, y es de donde proceden la gran mayoría de las estructuras conservadas como el circuito termal.

FUE UNA GRANJA
Más tarde, durante la antigüedad tardía (siglos V-VIII) se produjo una transformación importante de la villa, al convertirse en una granja que perdurará hasta la llegada de los musulmanes. La tercera fase o el 'paleoandalusí' no aportó grandes aportaciones a nivel constructivo, mientras el último periodo ya corresponde a las épocas medieval, moderna y contemporánea, entre los siglos XIV y XIX. 

Todas las excavaciones las realizan arqueólogos de la dirección general de Cultura y Patrimonio de la Generalitat y expertos de la Universitat de Valencia fruto de un programa de colaboración de intervenciones arqueológicas con las universidades valencianas.