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25 de abril de 2023

Nuevos datos sobre las tres factorías salazoneras de Carteia (Cádiz)

Investigadores de la UCA descubren amplios contextos anfóricos, bien preservados, formados tanto por evidencias de importaciones (ánforas de aceite o vino) como de las propias producciones pesqueras (con numerosas ánforas salazoneras, que envasarían tanto salazones de pescado como el famoso garum)”. El Enclave Arqueológico de Carteia aumentó un 50% sus visitas en los dos primeros meses del año.
Los investigadores fechan sus tempranos abandonos en torno a inicios del siglo II d.C

Estos últimos meses en los que Carteia ha sido protagonista, el enclave arqueológico ha aumentado en un 50% sus visitas respecto al año anterior. Además, gracias a la labor realizada por un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz, se ha conseguido ampliar el conocimiento de tres grandes factorías salazoneras romanas.

Según explica la UCA en una nota, los investigadores fechan sus tempranos abandonos en torno a inicios del siglo II d.C., concretamente en la zona llamada como el Jardín Romántico, integrada dentro de los límites del Enclave Arqueológico de Carteia (San Roque).

Los resultados aportados por los investigadores de la UCA han sido muy significativos para profundizar en el conocimiento de la actividad comercial de esta ciudad romana, que fue la primera colonia latina extra-itálica. En palabras del profesor José Ángel Expósito, “hemos hallado amplios contextos anfóricos, bien preservados, formados tanto por evidencias de importaciones (ánforas de aceite o vino) como de las propias producciones pesqueras (con numerosas ánforas salazoneras, que envasarían tanto salazones de pescado como el famoso garum)”. El proyecto continuará a lo largo de este año investigando en nuevos asentamientos que complementen los datos aquí recuperados.

El espacio, gestionado por la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales (AAIICC), es la primera colonia que los romanos establecieron fuera de la península itálica, tras la concesión del Senado del título de Colonia Libertinorum Carteia en el año 171 antes de nuestra Era.
Siete personas en plantilla y un aumento del 50% de visitas

Durante la visita, el consejero de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, acompañado por el subdelegado de la Junta de Andalucía en el Campo de Gibraltar, Javier Rodríguez; la delegada del Gobierno andaluz, Mercedes Colombo; y el delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Jorge Vázquez; ha destacado la relevancia de este espacio como “un enclave histórico y uno de los principales puntos de actividad pesquera en la zona antes y ahora, ligados a los salazones y conservas y la producción del garum”, ha recordado.

El consejero ha mostrado sus su satisfacción por la marcha de esos trabajos y el esfuerzo de los profesionales. “Las plantillas están perfectamente conformadas. Tenemos trabajando a siete personas en la actualidad, en este enclave”, en coordinación con los técnicos de la institución universitaria gaditana, ha subrayado.
(Fuente: Diario Área)

9 de marzo de 2023

El Museo del Mar de Torrevieja recibe seis ánforas donadas por familias

Tres de los recipientes cerámicos están datados entre los siglos I y el III d.c y se empleaban para almacenar aceite y garum

El Ayuntamiento de Torrevieja (Alicante) ha recepcionado una donación de material arqueológico compuesto por seis ánforas, cuyo destino final será su exposición permanente en el Museo del Mar y La Sal. Las piezas provienen de dos familias torrevejenses que las han hallado en almacenes familiares.

Según ha explicado el concejal de Cultura, Antonio Quesada, tras el hallazgo se pusieron "inmediatamente en contacto" con la Concejalía de Cultura.

Con lo que, señala el edil, cumplen con lo dispuesto en la Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano, que establece que las piezas arqueológicas, como objetos que integran el Patrimonio Histórico, son bienes de dominio público propiedad de la administración.

El concejal agradece "la responsabilidad" en el cumplimiento del artículo 65 de esta ley, que obliga a toda persona que encuentre un objeto arqueológico a comunicarlo a las autoridades tan pronto como se produzca el hallazgo.

Las piezas son las siguientes y se han analizado preliminarmente como:

1 ánfora Bética, datada del 50 al 125 d.c (siglo I)

1 ánfora Itálica, datada del 125 al 25 a.c.

1 ánfora Púnica, datada del 500 al 250 a.c.

3 ánforas de almacenamiento, datadas ampliamente del siglo XVI al XIX.
Aceite y garum

En su mayoría, las ánforas halladas en esta zona eran oleícolas, utilizadas para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la península y embarcadas en el Portus Ilicitanus para su traslado a Roma.

Otras también eran utilizadas para el transporte de vino y de salsas de pescado (garum) muy apreciadas por los romanos. Por la morfología que presentan estas tres piezas, podría tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de alguno de estos productos.

Según las mismas fuentes, antaño era habitual que en la zona marítima de Torrevieja los pescadores de la flota artesanal recogieran envueltas en sus redes de pescar gran número de ánforas y objetos cerámicos que pasan ahora a formar parte del patrimonio arqueológico.

Las piezas se suelen encontrar según carta arqueológica subacuática en enclaves como los de Cabo Cervera, Punta del Salaret, Playa de los Locos (Torrevieja), Bahía – Puerto de Torrevieja y Cala Ferrís.

El museo
El actual Museo del Mar y de la Sal apenas presenta condiciones para poder exhibir e incluso almacenar esas piezas con garantías de conservación. Está ubicado en un bajo comercial alquilado a un particular desde 1994 en la calle Patricio Pérez.

En su acceso principal sigue figurando el cartel original de "provisional". El Ayuntamiento está redactando el proyecto para levantar un nuevo museo de la historia de Torrevieja en las Eras de la Sal.

1 de marzo de 2023

Las excavaciones en Iulia Traducta descubren ánforas y bicheros romanos

Los trabajos se han centrado en la documentación de los accesos a la factoría de salazón, que no se habían descubierto hasta ahora, y en la excavación de una sala de trabajo de grandes dimensiones situada a la entrada. El equipo de trabajo compuesto por arqueólogos del Ayuntamiento de Algeciras y la Universidad de Cádiz ha documentado también otra fábrica completa de medianas dimensiones.
Imagen de la excavación en la calle San Nicolás. EUROPA SUR

Las excavaciones arqueológicas realizadas en el barrio conservero de Iulia Traducta, en Algeciras, durante el verano de 2022 han permitido encontrar, entre otros elementos, tapas de ánforas y un bichero tardorromano.

Los trabajos se han centrado en la documentación de los accesos a la factoría, que no se habían descubierto hasta ahora, y en la excavación de una sala de trabajo de grandes dimensiones situada a la entrada. El equipo de trabajo compuesto por arqueólogos del Ayuntamiento de Algeciras y la Universidad de Cádiz ha documentado también otra fábrica completa de medianas dimensiones.

En el enclave han localizado un centenar de tapaderas de ánforas apiladas en el suelo, en un espacio interpretado como el hueco de una escalera. El equipo ha identificado también restos de “garum”, la conocida salsa de pescado, en el fondo de una pileta. Éste ha sido rescatado para poder analizarlo en el laboratorio e identificar su composición. Otra de las novedades ha sido la documentación del primer bichero tardorromano hallado en su contexto original en el Mediterráneo. Una pieza con la que pescados como el atún serían arrastrados a la playa.

Los resultados fueron presentados en la sexta Jornada de Prehistoria y Arqueología del Campo de Gibraltar celebrada en el Palacio de Congresos de La Línea. En la sesión, el equipo de investigación dirigido por el arqueólogo municipal, Rafael Jiménez-Camino, y el catedrático de Arqueología de la Universidad de Cádiz, el Dr. Darío Bernal, expusieron cómo en esta campaña se ha podido documentar la planta completa de una gran fábrica dedicada a la producción de conservas cárnicas y de pescado.

El arqueólogo municipal también disertó, junto a Carlos Gómez de Avellanada, sobre una estela funeraria de época nazarí hallada en el valle del Guadiaro. Es la primera de estas piezas que se identifica en ámbito rural y procede de un taller alfarero algecireño donde se han encontrado varias con el mismo diseño.
(Fuente: Europa Sur)

11 de enero de 2023

Recuperadas tres ánforas romanas del s.I en el sótano de una casa de Alicante

El Seprona de la Guardia Civil de Elche (Alicante) y el Museo del Mar han desarrollado una operación conjunta que ha permitido recuperar tres ánforas romanas de cerámica del siglo I. La propietaria de un domicilio encontró estas piezas históricas en el sótano de su vivienda de la localidad alicantina de Santa Pola y comunicó el hallazgo a las autoridades.
Recuperan tres ánforas romanas de cerámica del siglo I en el sótano de una casa de Alicante.

El Seprona de la Guardia Civil de Elche (Alicante) y el Museo del Mar han desarrollado una operación conjunta que ha permitido recuperar tres ánforas romanas de cerámica del siglo I. La propietaria de un domicilio encontró estas piezas históricas en el sótano de su vivienda de la localidad alicantina de Santa Pola y comunicó el hallazgo a las autoridades.

La Universidad de Alicante ha realizado un primer un análisis preliminar y ha determinado que las tres ánforas romanas de cerámica son posiblemente béticas, de la Época Altoimperial, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Estas piezas históricas fueron encontradas probablemente en uno de los pecios del litoral y fue la propia ciudadana quien comunicó que había localizado las ánforas en su vivienda, "posiblemente adquiridas por un familiar ya fallecido".

Tras el aviso de la mujer, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Elche se personaron en su domicilio el pasado 5 de diciembre. La ciudadana había localizado en el sótano las tres piezas cerámicas de grandes dimensiones mientras limpiaba una casa que quería poner a la venta y pensó que podían tener valor histórico. Los agentes comprobaron que se trataba de tres ánforas que pertenecían probablemente a la época romana.

El Seprona se puso en contacto con los especialistas del Museo del Mar del Ayuntamiento de Santa Pola, organismo encargado de la recuperación, estudio y custodia del patrimonio de la ciudad. Las piezas fueron trasladadas al museo, donde los especialistas realizarán una autenticación.

Un análisis preliminar realizado por expertos de la UA ha determinado que se trataría de tres ánforas romanas de cerámica, posiblemente Béticas, de la Época Altoimperial, probablemente procedentes del siglo I. Tras ser estudiadas meticulosamente, limpiadas y restauradas en lo posible, se expondrán al público en el museo de Santa Pola.

Transporte de aceite y salsas
En su mayoría, las ánforas halladas en esta zona eran oleícolas, utilizadas para el transporte de aceite procedente de la zona bética de la península y embarcadas en el Portus Ilicitanus, para su traslado a Roma. Otras también eran utilizadas para el transporte de vino y de salsas de pescado (garum) muy apreciadas por los romanos. Por la morfología que presentan estas tres piezas, podría tratarse de ánforas dedicadas al almacenamiento y transporte de alguno de estos productos.

La Guardia Civil y el Ayuntamiento de Santa Pola han recordado que estas piezas pertenecen al patrimonio histórico de la arqueología subacuática y están protegidas. La Ley 4/98 del Patrimonio Cultural Valenciano establece que las piezas arqueológicas, como objetos que integran el Patrimonio Histórico, son bienes de dominio público, propiedad de la Administración.

Así, el artículo 65 de esta ley obliga a toda persona que encuentre un objeto arqueológico a comunicarlo a las autoridades tan pronto como se produzca el hallazgo. No hacerlo puede suponer una infracción considerada grave, y castigada con una multa que oscila entre los 60.001 y los 150.000 euros.

7 de noviembre de 2022

El vino que bebían los romanos se hace ahora en Cádiz con el mismo proceso y materiales

A través de textos como los del escritor romano Columela, han creado diferentes variedades de vino fermentadas en dolia y con aditivos usados hace 2.000 años

Los dolia, recipientes en los que se fermenta el vino.

Los dolia romanos han vuelto a lo que fue la Bética Romana para fermentar un vino con dos milenios de historia. El investigador de la Universidad de Cádiz Manuel León, junto al enólogo Alejandro Cobos, ha traído hasta Trebujena (Cádiz) los sistemas de producción de la época del Imperio Romano para reproducir el sabor y los aromas que llenaban las copas de los romanos en el siglo I después de Cristo.

A través del proyecto Arqueogastronomía, el arqueólogo Manuel León ha culminado años de estudio e investigación, así como de ensayos en bodega, con la elaboración en la cooperativa Tierras de Albariza de varios tipos de vino hechos con los mismos materiales y procesos que recoge el escritor de la antigua Roma Columela en sus textos.

Para ello, han recuperado los dolia romanos, unos recipientes de cerámica hechos a mano, ovoides y con un revestimiento de resina de pino, explica Manuel León. «Hemos aplicado distintos tipos de técnicas de fermentación de tradición púnico-cartaginesa, pero que se daban ya en época romana y que aparecen en los textos de Columela, hemos vinificado en el mismo lugar, que es en la zona de Trebujena, hasta las orillas del antiguo Lacus Ligustinus, con una serie de variedades antiguas de uva que han quedado en la zona», cuenta el arqueólogo y miembro del grupo de investigación de Ingeniería Química y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Cádiz.

Variedades antiguas de uva y el mismo suelo que documenta Columela
Lo que buscaba esta investigación de Arqueogastronomía, explica León, es «arrojar luz sobre el misterio que había sobre los sistemas de producción de vino en la Bética Romana, que eran totalmente diferentes a los de la zona mediterránea».

Para ello estudiaron los textos de Columela, además de otras fuentes clásicas y registros arqueológicos, y decidieron utilizar las variedades de uva más antiguas y similares a las de la época romana, así como llevar a cabo el proceso en la misma superficie que documenta el escritor en sus textos y en los mismos recipientes.

Por eso se eligieron las tierras de Albariza, en Trebujena, y se utilizan las variedades de uva perruno, mantúo, castellano, cañocazo y palomino.

Y además de cuidar la elección de la tierra y la uva, utilizando «las escasas viñas centenarias de perruno y vidueño que se conservan», León ha tenido en cuenta también los aditivos que Columela recoge en sus textos y que «juegan un papel importante en el aroma y envejecimiento de los vinos de la época romana e incluso en los actuales vinos generosos», según explican desde Arqueogastronomía.

Así, estos vinos cuentan con el defrutum como aditivo, una reducción de mosto con ingredientes que confieren aroma y sabor y modifican las características químicas y físicas de esta bebida. «Su adición, combinada con el control y el contraste de temperatura en los vinos, requiere una técnica durante la fermentación, y con posterioridad a ella en algunos casos, y produce una evolución organoléptica positiva en el vino, estabilizando las elaboraciones, y manteniendo el vino a salvo de determinadas bacterias», explican los creadores del proyecto.

La uva, junto a los aditivos, no se fermenta en roble americano o en depósitos de acero como se hace en las bodegas actuales, sino que en este proyecto se utiliza un dolium de cerámica de 400 litros de capacidad para la fermentación, crianza y estabilización del vino como se hacía en la época romana.

El proceso lo hacen León y Cobos en las tierras de la cooperativa de manera artesanal, «desde el estrujado y prensado de la uva, pasando por el uso de una antigua prensa de madera, hasta el control de los aditivos y la posterior estabilización del vino».

En los seis dolia que tiene Arqueogastronomía en las tierras de Albariza, de 400 litros cada uno, están reproduciendo distintos tipos de vino: Líxivo, un vino fermentado en dolium con técnica ancestral a base de vidueño en tierras de albariza en lentejuelas y lustrillo; Éntasis, una elaboración a base de soleras de defrutum que genera un perfil sensorial con aromas a madera y especias; Favonio, un nuevo vino fortificado de crianza biológica en dolium, y Paladio, un vino de crianza oxidativa de perfil aromático descrito en textos agronómicos desde el siglo I al IV d.C.

Venta de vino con la divulgación científica como fin
Estos vinos están a la venta, principalmente para restaurantes, pero su fin principal es la investigación, explica Manuel León, que afirma que los beneficios obtenidos de las ventas se reinvierten casi en su totalidad en el proyecto. «El año pasado hicimos dos contenedores y prácticamente la totalidad de la venta de las botellas sirvió para pagar cuatro contenedores más en los que estamos haciendo dos tipos diferentes», cuenta el investigador.

En principio, las botellas producidas se destinan a la venta a restauración, además de a alguna enoteca y vinoteca de Sevilla y Cádiz, y se pueden encontrar por un precio de alrededor de 20 euros. En un futuro cercano, una pequeña cantidad estará disponible también para la venta online.

Pero no es el principal esfuerzo de Arqueogastronomía, explica León. «Lo que hacemos siempre es socializar el producto», señala, algo que hacen con los vinos, pero también con los quesos hechos con técnicas romanas o el garum, una salsa recuperada también de los textos de la época.

«De nada nos sirve realizar artículos científicos si después queda en un grupo bastante reducido de investigadores. Por eso hacemos actividades de divulgación científica sobre lo que hacemos en museos, fundaciones, instituciones de carácter cultural, prácticamente por toda la península», argumenta.

Precisamente porque el objetivo es acercar la historia a través de la gastronomía, León afirma que no les preocupa no estar incluidos dentro de la denominación de origen de Jerez, puesto que usan otras variedades de uva, puesto que su fin es muy distinto.

4 de noviembre de 2022

Unos hornos romanos con más de 2.000 años corren peligro en Algeciras

El Ayuntamiento anuncia un proyecto global mientras trabaja en la obra de un muro de contención que proteja un yacimiento declarado Monumento Histórico-Artístico en 1969
Unos hornos romanos con más de 2.000 años corren peligro en Algeciras.

La Urbiapedia recoge que los hornos romanos de El Rinconcillo, en Algeciras, forman parte de el complejo de fabricación de ánforas de la ciudad de Portus Albus y complementario de la industria de elaboración de Garum de la ciudad de Iulia Traducta.

Tienen más 2.000 años de antigüedad y corren peligro. Para frenar el deterioro, la teniente de alcalde delegada de Cultura y Patrimonio Histórico en el Ayuntamiento algecireño, Pilar Pintor, ha anunciado que ya han dado inicio las obras de construcción de un muro de contención para la protección de este Bien de Interés Cultural, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1969.

Según ha explicado la edil, "este un proyecto que están llevando a cabo los técnicos de la Delegación de Urbanismo, que encabeza Yéssica Rodríguez y el Museo Municipal con la supervisión del arqueólogo municipal, Rafael Jiménez-Camino Álvarez, al tratarse de la puesta en valor de un yacimiento arqueológico que se ejecuta desde la Delegación de Cultura".

Estos trabajos, asegura, "son imprescindibles para asegurar la estabilidad de estas estructuras de más de 2.000 años de antigüedad y forma parte de los compromisos alcanzados para la restauración del patrimonio arqueológico y artístico de nuestra ciudad, que previamente han sido informados y tratados en la Comisión de Patrimonio Histórico", ha explicado.

En concreto, la actuación forma parte de un proyecto global con el que se pretende realizar una campaña de excavaciones arqueológicas que permita avanzar en el conocimiento de este centro de producción de envases que abasteció primero la actividad industrial de la ciudad de Carteia y, posteriormente, la de Iulia Traducta en Algeciras. La intervención arqueológica también evaluará la dispersión de las instalaciones y su estado de conservación de cara a la elaboración de un proyecto de conservación y puesta en valor, que será la última fase del proyecto.

Cabe recordar que este alfar es el más antiguo de la Bahía de Algeciras y se ha podido constatar que las ánforas producidas en él se exportaban a la misma capital del Imperio, Roma, a Tharros, en Cerdeña o a la isla de Delos, en el mar Egeo.

22 de septiembre de 2022

Hallan en la Isla del Fraile una de las mayores piletas romanas documentadas en España

La bañera para salazones, de 14.000 libros de capacidad, es el descubrimiento más destacado de la tercera campaña de excavaciones en la costa murciana de Águilas.
El equipo de excavación trabaja en el yacimiento arqueológico. FOTO: AYUNTAMIENTO DE ÁGUILAS

La tercera campaña de excavaciones en la Isla del Fraile (del 4 al 18 de septiembre) promovida por la concejalía de Patrimonio Cultural y Cultura del Ayuntamiento de Águilas y la Universidad Complutense de Madrid continúa revelando los secretos de la emblemática isla de la costa aguileña. En la intervención de este año se han descubierto nuevos sectores con potentes estructuras fechadas en el siglo V d.C., según explicaron los directores del proyecto, Alejandro Quevedo (UCM) y Juan de Dios Hernández García (Museo Arqueológico de Águilas).

El hallazgo más destacado es una pileta romana para la fabricación de salazones de 4 metros de longitud por 2,25 de ancho y más de un metro de profundidad, una de las más grandes documentadas en el litoral de la península ibérica. Los investigadores calculan que su capacidad superaba los 14.000 litros. Al mismo tiempo se documentaron nuevas ánforas de producción local, probablemente para la comercialización del garum y otros productos procedentes de la pesca. Estos envases de cerámica llevarán el nombre de Fraile como referencia al yacimiento. Su estudio e identificación futura en otros enclaves permitirá comprender mejor las relaciones comerciales que se establecieron entre Águilas y el resto del Mediterráneo en la Antigüedad.

Junto a la dirección del proyecto participan Ricardo Muñoz Yeseros, auxiliar de Arqueología, así como diversos investigadores internacionales como el japonés Tomoo Mukai, experto en cerámica romana del Centre Camille Jullian (Universidad de Aix-Marsella). Debido al interés que suscita el proyecto de la Isla del Fraile, el equipo continúa aumentando y en esta campaña se han incorporado los especialistas en técnicas de teledetección de la Universidad Politécnica de Cartagena. También se realizará un estudio mediante georradar y un levantamiento topográfico 3D a cargo de la Universidad Complutense de Madrid.

En la campaña de 2022 han participado 16 estudiantes, seleccionados tras un exhaustivo proceso de evaluación, procedentes de diversas universidades españolas entre las que se encuentran la universidad de Barcelona, Granada, Sevilla, Córdoba, Navarra, Murcia y la propia Complutense de Madrid.

Mecenazgo de entidades privadas
La investigación arqueológica de la Isla del Fraile es fruto de una estrecha colaboración entre la Universidad Complutense de Madrid y el Ayuntamiento de Águilas, financiada íntegramente por este último. Sin embargo, las necesidades derivadas del propio proyecto, con un notable incremento de especialistas y medios, han llevado a la dirección a abrir la financiación a empresas y fundaciones.

En la campaña de 2022 vuelven a repetir empresas que ya apoyaron la iniciativa en años anteriores como Culmárex, Muebles Montalbán y la Fundación Cajamurcia. También el Hostel Isla del Fraile (Taburete Group), que aloja al equipo en sus instalaciones, donde se ha creado un laboratorio de materiales arqueológicos.

Este año se han sumado el patrocinio de Viñas Familia Gil, que mantiene un fuerte vínculo emocional con Águilas, Salazones Garre, empresa interesada en la recreación del garum y panaderías Clendy, que cubre los almuerzos del equipo. A este conglomerado se añade la ayuda desinteresada de Protección Civil Águilas, que facilita el traslado diario de los miembros del equipo a la excavación. El compromiso de las empresas con el patrimonio arqueológico y el impacto de los resultados de la anterior campaña, que fueron recogidos por National Geographic, hacen que el proyecto continúe creciendo y consolidándose año tras año.

26 de enero de 2022

Aparecen dos nuevos edificios junto al balneario romano del Cabo de Trafalgar (Cádiz)

Una de las estructuras excavadas junto al conjunto termal cuenta con piletas vinculadas, una habitación para despiece de pescado y una gran mesa de 8 metros, única en toda la península. Junto a la domus romana en Cabo Trafalgar han localizado 13 piletas de salazones, convirtiéndola en una de las más importantes del litoral andaluz

Los excepcionales hallazgos arqueológicos desarrollados en Cabo Trafalgar y Caños de Meca y cuyos avances se presentaron este lunes no dejan de sorprender. La entidad de la villa romana ubicada justo en el cabo triplica la extensión a raíz de la campaña de excavación realizada en los últimos meses, y presenta, además, un excelente estado de conservación, mientras que las excavaciones en torno al balneario romano en la playa de los Caños han dejado al descubierto otros dos edificios romanos vinculados a la industria pesquera-conservera.

Así lo explica Darío Bernal, el catedrático de Arqueología de la Universidad de Cádiz que lidera este proyecto, y que confirma la "tremenda dimensión que han adquirido estos trabajos, que han multiplicado exponencialmente la riqueza arqueológica del Cabo de Trafalgar".

Junto a la villa romana han aparecido concretamente 13 piletas de salazones romanas descubiertas hasta la fecha, las cuales presentan sus alzados completos (entre 1,5 y 2 metros de profundidad de media), con remates de coronación íntegros, totalmente revestidos de hormigón hidráulico (opus signinum). Estos nuevos hallazgos convierten a la villa romana del Cabo Trafalgar en una de las más importantes de todo el litoral andaluz, y la única conocida en toda la antigua provincia romana de la Baetica en la cual conviven las actividades de acuicultura y de producción de garum y salazones de pescado.

Respecto a las labores en el balneum romano -que presenta una conservación excepcional y que se localizó en mayo- han permitido verificar que la extensión de los hallazgos es notable, ocupando una superficie de más de media hectárea (150 x 50 metros). En este entorno dunar junto al complejo termal se han descubierto, puntualiza Bernal, otros dos edificios romanos totalmente desconocidos previamente, "y todavía queda más por excavar pues estamos seguros de que quedan más estructuras, de modo que podría tratarse de una aglomeración secundaria".

El primero de ellos tiene una superficie de unos 150 metros cuadrados, se relaciona con la industria pesquero-conservera, y está dotado de tres ambientes: un pasillo en forma de L al aire libre; una zona con 3 piletas de salazones; y una habitación para la limpieza y despiece del pescado, dotado de una gran mesa longitudinal, de unos 8 m de longitud con forrado superior de sillería, que es muy similar a la conocida de las fábricas de Cotta en la Mauretania Tingitana (entorno del actual Tánger), y única en su género en toda la península ibérica.

Además, también se ha documentado la puerta y una escalera de acceso a un segundo edificio, que será excavado en el futuro, y cuyos paramentos presentan dos metros aproximadamente de alzado conservado. También han arrancado otros trabajos en torno a la necrópolis megalítica de la Edad del Bronce para tratar de verificar la existencia de otras sepulturas prehistóricas.

Los estudios de campo se han acompañado de perforaciones geoarqueológicas encaminadas a la reconstrucción del paleopaisaje y a determinar la paleotopografía del tómbolo del Cabo Trafalgar, así como a la reconstrucción de las lagunas costeras (lagoons) que en su momento rodearon al yacimiento, y cuyos recursos también fueron aprovechados en la Antigüedad. Asimismo, se han realizado prospecciones geofísicas encaminadas a la detección de potenciales restos arqueológicos bajo el manto dunar de génesis eólica que cubre toda la zona objeto de estudio.

Estos trabajos se han ejecutado en base a dos contratos menores financiados por la Delegación de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía, por un total de unos 27.000 euros. Una inversión que, tal y como explicó la Delegada Territorial en Cádiz, Mercedes Colombo, permitirá acometer la primera fase prevista en los trabajos de puesta en valor, consistentes en el estudio arqueológico y arqueométrico de los hallazgos de las primeras campañas de excavación y en un programa de sondeos arqueológicos mecánicos y manuales destinados a la definición en detalle del área de dispersión de hallazgos en las diversas zonas del yacimiento.

Uno de los puntos más interesantes de estos trabajos es la futura musealización de los abundantes hallazgos, que se dividirán por una parte en el área de las termas romanas y edificios de salazones de la playa y, por otra, en la villa romana ubicada en el Cabo de Trafalgar, que se completarán a su vez con la tumba megalítica localizada en el camino al cabo, "y que formarán parte de una ruta que permitirá contemplar estos tres hitos", explica Bernal. Además, "también tenemos previsto realizar una exposición de estos hallazgos".

El Catedrático de la UCA afirma que los investigadores del proyecto están "muy contentos" no sólo por la dimensión de estos trabajos, sino porque "las perspectivas de musealización son muy notables, pues los hallazgos se entienden". De hecho, es tan amplia el área con restos de edificios en buen estado de conservación localizados en los Caños, "que habrá que seleccionar qué musealizar, pues el cordón dunar cuenta con más estructuras".

En las próximas semanas se ultimarán los trabajos de campo, que se han desarrollado en el marco del proyecto Arqueostra, tras lo cual se darán a conocer de manera detallada los resultados científicos de estas investigaciones interdisciplinares, ejecutadas por la Universidad de Cádiz y por otras instituciones colaboradoras (Universidad de Estrasburgo y Centre National de la Recherche Scientifique; y la universidad alemana de Marburgo).

Asimismo, a lo largo de 2022 se emprenderán otras actuaciones de investigación, conservación, puesta en valor y transferencia, con el objetivo final de que a medio plazo este importante y multi-secuenciado yacimiento gaditano pueda ser disfrutado por la ciudadanía, y convertirse en seña de identidad patrimonial de estos paradisíacos paisajes costeros gaditanos, a los cuales se les une a partir de ahora la variable patrimonial.

Junto a Darío Bernal-Casasola, dirige el proyecto José Juan Díaz Rodríguez, profesor ayudante doctor, ambos del Departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la Universidad de Cádiz, con la colaboración de más de 10 investigadores del Grupo de Investigación HUM-440. Cuenta con la autorización del Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate, a través de la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Cádiz.


Se confirma la continuidad ocupacional

En relación al estudio de los hallazgos arqueológicos, se puede avanzar que el estudio en curso de desarrollo verifica la continuidad ocupacional en el yacimiento romano entre época de Augusto y finales del siglo IV o inicios del siglo V d.C. Estas novedades han permitido cubrir un vacío histórico de más de 300 años existente con antelación, ya que se planteaba que la villa romana se había abandonado en momentos avanzados del siglo I d.C., situación que es posible entender actualmente pues la ocupación humana se trasladó a la playa de los Caños de Meca, donde las posibles cetariae e instalaciones anexas, como el balneum documentado, estuvieron en funcionamiento hasta poco antes del paso de los vándalos con Genserico por el estrecho de Gibraltar (año 429 de la era). 

También se han realizado los primeros análisis arqueozoológicos de la fauna terrestre y marina, destacando la localización de un gran conchero de época julio-claudia, donde los muryleguli (mariscadores romanos) desecharon los restos de sus capturas, especialmente burgaillos (Phorcus lineatus). Además, se han recuperado restos de ostras (Ostrea edulis) y de mejillones (Mytilus galloprovincialis), posiblemente algunas de las especies que fueron objeto de cría y engorde en los viveros romanos de la villa. Y en lo que respecta a la necrópolis prehistórica, en estos últimos meses se ha comenzado el estudio de laboratorio tanto de los restos óseos de los ocho individuos documentados (análisis paleopatológicos, dataciones absolutas por radiocarbono, ADN antiguo, …) como del ajuar recuperado.

31 de mayo de 2021

Descubren una nueva factoría de salazones, una taberna y otro edificio en Baelo Claudia

La fábrica está dispuesta en dos áreas, tiene ocho piletas en muy buen estado de conservación y era la tercera más importante de todo el conjunto arqueológico. Se trata de las excavaciones en extensión más relevantes de los últimos 20 años y abarca unos 500 metros cuadrados

Baelo Claudia puede presumir de ser la ciudad romana mejor conocida del mundo y de los grandes emporios de la explotación de productos del mar. Tanto, que ha aparecido otra nueva factoría de salazones, la tercera más importante de las diez que exhibe el yacimiento, además de una taberna y un tercer edificio cuya funcionalidad está aún por determinar.

Así lo confirma el catedrático de Arqueología de la UCA, Darío Bernal, que dirige estos trabajos junto a los subdirectores de la excavación Juan José Díaz, José Ángel Expósito y Macarena Lara. Detalla, de este modo, que la factoría que estuvo en funcionamiento 700 años (del II.a.C al Vd.C.) contaba con dos áreas, "una de saladeros y otra con ocho piletas que presentan muy buen estado de conservación, además de una plataforma de trabajo construida delante del edificio pavimentada en opus signinum". Sería una "de las 37 que estimamos que deber haber", relata, "lo que explica la importancia de la explotación de los recursos del mar en la ciudad romana".

Precisamente Baelo "es la ciudad romana de la que más y mejor conocemos de todo el mundo en cuanto a cómo funcionaban las fábricas conserveras y la explotación de recursos marinos".

Junto a la factoría han aparecido dos nuevos edificios, uno de ellos es una taberna orientada hacia una de las calles "y que se abandona muy pronto, en el siglo I.d.C., que es cuando se dedica a zona de vertederos de los edificios de alrededor". También han localizado algunos depósitos relacionados con la explotación de recursos como son ericeros.

Por último, el tercer edificio se ha excavado hasta el coronamiento superior de la estructura, aunque los trabajos continuarán en las tres semanas próximas, en las que se procederá "a limitar la compartimentación interior y luego a determinar la funcionalidad del edificio, para saber si era una fábrica de salazón o una casa".

Esta actividad arqueológica puntual que lleva a cabo el grupo de Investigación HUM-440 del Departamento de Historia, Geografía y Filosofía de la Universidad de Cádiz comenzó el pasado verano pero aún no habían trascendido los resultados. Se lleva a cabo gracias a la financiación de los proyectos de investigación Garum III, del Gobierno, y otro de la Junta de Andalucía, Arqueofish.

En el proyecto participan actualmente 26 personas entre profesores, investigadores, doctorandos, etc., aparte de unos 10 o 12 especialistas de diversas universidades españolas. Asimismo, hay tres alumnas de la Delegación de la Universidad Europea EU, procedentes de Malta y Polonia.

La mayor excavación en extensión en 20 años

La excavación, que cuenta con la autorización de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía, se está llevando a cabo en la zona sureste del barrio meridional, la que los arqueólogos conocen como la cetárea 15. "Se trata de la excavación en extensión más grande realizada de los últimos 20 años, un área de unos 500 metros cuadrados cuya idea es preparar para un proyecto general de investigación a desarrollar en los próximos años, con el fin de investigar la funcionalidad urbanística y arquitectónica de la ciudad".
Exposición sobre los secretos del Garum

La trascendencia de la actividad pesquero conservera de la ciudad puede comprobarse en el propio circuito por la cuidad romana, pero antes de conocerla in situ viene bien la visita a la exposición Baelo Claudia y los secretos del Garum, que se exhibe en el edificio del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia. Una muestra impulsada por científicos de la Universidad de Cádiz con el apoyo de la Junta de Andalucía, donde se cuenta y recrea la vida milenaria de las almadrabas del Estrecho, de sus recursos marinos, de la industria pesquero-conservera y de la elaboración de la salsa Garum.

La exposición recoge los resultados de más de una década de investigaciones interdisciplinares entre arqueólogos y tecnólogos de los alimentos para la recuperación de la famosa salsa Garum. Sus comisarios son el catedrático de Arqueología de la UCA, Darío Bernal, el profesor titular de Tecnología de los Alimentos de la UCA, Víctor Palacios, el profesor ayudante doctor de Arqueología, José J. Díaz, y José Ángel Expósito Álvarez, del área de Difusión del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia.

7 de septiembre de 2020

Las excavaciones regresan a la Isla del Fraile (Murcia)

El proyecto, coordinado por la Universidad de Murcia, el Museo Arqueológico de Águilas y el Consistorio de la ciudad, pretende poner en valor el yacimiento después de la última intervención hace más de setenta años.
Arranca el Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile, un plan que nace de la mano del Área de Arqueología de la Universidad de Murcia (UMU), bajo la dirección del profesor, Alejandro Quevedo y del arqueólogo municipal de Águilas, Juan de Dios Hernández. Además, el proyecto cuenta con la participación del Ayuntamiento de Águilas a través de la Concejalía de Cultura y la el Museo Arqueológico Municipal de la ciudad.

Los trabajos comienzan hoy y está previsto que se lleven a cabo en un periodo de dos semanas. Además, en el plan también participan diez estudiantes de diferentes puntos de España y que en estos momentos llevan a cabo sus estudios en distintas materias en universidades de Murcia, Barcelona, Sevilla, Jaén y Granada. Hace ya casi setenta años que no se realizan excavaciones en la Isla del Fraile, por ello, el equipo de arqueólogos se encuentra «muy emocionado» de poder llevar a cabo este trabajo de campo casi siete décadas después. «Por fin vamos a comenzar, este entorno es un paraíso a nivel medioambiental y arqueológico» explica Juan de Dios Hernández, añadiendo que «la Isla del Fraile tiene mucho potencial». El arqueólogo municipal asegura que «toda la isla es un yacimiento en sí, por lo que esta primera intervención nos servirá para conocer a qué nos enfrentamos». Asimismo, el especialista explica que «las estructuras son imponentes, algunas se conservan emergentes, ya que tienen más de un metro y medio de potencia. También encontramos pavimentos y otros materiales a raudales». Además, «queremos acercarnos a esa factoría de salazón para ver qué nos encontramos de cara a las siguientes intervenciones», apunta.

UN BIC BAJO EL AGUA
La Isla del Fraile, la Punta del Cigarro y su entorno subacuático, fueron declarados como Bien de Interés Cultural en el año 2013. Este fue el primer yacimiento de la Región de Murcia que contó con la protección de una localización que se encontrase bajo el agua y que tuvo una declaración por la categoría de 'lugar histórico'. Esto se debió a «los valores arqueológicos, históricos, etnográficos, técnicos, industriales y ambientales de la zona, cuyas características hacen este lugar único», asevera Juan de Dios Hernández. Además, el arqueólogo apunta que «como yacimiento arqueológico tiene unas expectativas tremendas, aún sin excavar». Según revelan diferentes estudios, «la factoría de salazón que se encuentra ubicada en la Isla del Fraile es de las más representativas de la provincia de Tarraconensis», asegura el especialista. En estos antiguos salazones destacaban productos como el Garum, muy conocido en la antigua Cartago Nova -actualmente Cartagena- para la cual los romanos usaban la Caballa Scomber, a la que el valle de Escombreras debe su nombre.

INTERÉS A NIVEL NACIONAL
De este primer trabajo de campo que se llevará a cabo durante las próximas semanas en la zona están «muy atentos» varios investigadores de otras zonas de España, como Cádiz o Sevilla: «El tema de los salazones despierta la atención en otras Universidades» dice el arqueólogo. Además, se espera que el Proyecto de Investigación y Puesta en Valor de la Isla del Fraile sea solo el primer paso, y que pueda dar lugar a otros proyectos nacionales de mayor envergadura e incluso a proyectos que se desarrollen a nivel europeo.

31 de julio de 2019

Los arqueólogos actualizan con drones la planimetría de Baelo Claudia

El Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Cádiz, con el apoyo de CEI·Mar y Ministerio, realizan ortofotografías de gran precisión de las plantas de las fábricas y modelos digitales del terreno
Un dron capta imágenes a baja altura de las factorías de salazones de Baelo Claudia. FOTO: DIARIO DE CÁDIZ
Los profesores del área de Arqueología de la Universidad de Cádiz José Juan Díaz y Darío Bernal, con la ayuda de los investigadores José A. Expósito y José L. Portillo,han estado trabajando con drones en el yacimiento arqueológico de Baelo Claudia durante los últimos meses con el fin de actualizar la planimetría del barrio meridional, donde se sitúan las fábricas de salazón que dieron fama a esta ciudad hispanorromana.

Se han desarrollado vuelos a baja altitud de cada uno de estos inmuebles que han permitido, tras el uso de un software especializado en el Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Cádiz (LABAP), la generación de ortofotografías de precisión con una resolución de 0,3 cm / píxel. Con ellas, se están redibujando de forma digital las plantas de estas fábricas, obteniendo un nivel de precisión y exactitud mucho mayor que el obtenido con la metodología tradicional de dibujo arqueológico. Además, se han generado modelos digitales del terreno (MDT) que permiten determinar la volumetría de los edificios, favoreciendo el conocimiento exacto de las capacidades de producción de cada una de las balsas, donde se elaboraron los alimentos de origen piscícolas.

Estos trabajos se enmarcan dentro del proyecto SACEIMAR (CEIJ-C04.2 de la I Convocatoria de Ayudas a Proyectos de Jóvenes Investigadores del Campus de Excelencia Internacional del Mar CEI·Mar) y del proyecto GARUM II (HAR2016-78691-P del Plan Estatal de I+D+i del Gobierno de España / FEDER); y tienen su continuidad en la ampliación de estos trabajos en los próximos meses a otros yacimientos salazoneros en el litoral andaluz, el norte de Marruecos, el Algarve portugués y la isla de Sicilia.

(Fuente: Diario de Cádiz)

21 de junio de 2019

Sale a la luz la primera prensa de aceite romana de la costa andaluza en Mijas (Málaga)

El hallazgo se suma al de las termas y a los dos hornos de alfar que también aparecieron en el yacimiento arqueológico
La prensa de aceite salió a la luz en la finca de Acebedo.
El edil de Patrimonio Histórico en funciones de Mijas (Málaga), Andrés Ruiz, ha anunciado este jueves que las excavaciones arqueológicas del yacimiento de la villa romana de la Finca de Acebedo "han sacado a la luz el descubrimiento de la primera prensa de aceite romana de la costa andaluza".

"Vamos a poner en valor todo nuestro patrimonio que cada vez crece más", ha asegurado, apuntando que los trabajos impulsados desde el Ayuntamiento en este entorno "van dando sus frutos y este nuevo hallazgo se suma a las termas y a los dos hornos de alfar encontrados hace unos meses".

Así, ha indicado que en las excavaciones que viene realizando el Consistorio en dicho entorno "han provocado el descubrimiento del contrapeso de la viga de prensado del torculario de la villa, la zona donde se producía el aceite o el vino, confirmando la reutilización entre los siglos III y IV d.C. de las termas de la villa para la producción de esos productos.

"Se trata de un monolito de piedra que presenta diversas ranuras y zonas talladas, que fue objeto de una reparación y al que se le colocó una grapa de plomo y que puede alcanzar un peso de entre tres y cuatro toneladas, radicando su importancia en que se trata del primer contrapeso romano localizado en el ámbito costero de Andalucía", ha afirmado el edil.

Así, ha recordado que "en las fechas en que funcionó la villa, esta se encontraba ubicada junto a la costa, en lo que fue un gran estuario actualmente colmatado", al tiempo que ha señalado que con estos trabajos "los mijeños vamos conociendo mejor nuestra historia más lejana".

Según han apuntado desde el Ayuntamiento en un comunicado, hasta hace pocos años se pensaba que las villas romanas costeras basaban su actividad en el tratamiento de productos de origen marino, especialmente la producción de la salsa conocida como 'garum', pero algunas excavaciones arqueológicas han puesto de manifiesto que esa actividad también incluía la producción de, al menos, el aceite.

No obstante, han manifestado que "hasta ahora no se había localizado en las mismas ningún contrapeso, pieza fundamental en el proceso de producción del mismo".

La prensa de aceite romana se suma a otros hallazgos como, por ejemplo, el de las termas romanas que se conservan en muy buen estado y el de los dos hornos de alfar de dicho yacimiento, uno de planta circular de grandes dimensiones y otro, posiblemente más antiguo, de planta cuadrada y en magníficas condiciones de conservación al mantener gran parte de la parrilla y todo la estructura interna del mismo.

Desde el Ayuntamiento de Mijas han asegurado que van a continuar los trabajos arqueológicos en la zona donde "no se descarta que puedan aparecer nuevos descubrimientos". "Una vez que finalice todo este proceso pondremos en valor y abriremos al público esta villa romana como atractivo turístico e histórico que puede llegar a convertirse, sin duda, en uno de los puntos de visita obligados de la Costa del Sol", ha concluido el edil.

19 de diciembre de 2017

Barcos de pesca de arrastre expolian 42 piezas de yacimientos submarinos de Baleares

Hay seis detenidos en la mayor operación contra el expolio de patrimonio sumergido en Baleares Se cree que cerca del 90% del patrimonio bajo el mar balear ya ha sido expoliado
Ha sido la operación más importante contra el expolio de yacimientos submarinos en Baleares.
La Guardia Civil acaba de incautar 42 piezas arqueológicas fruto de lo que el Instituto Armado no ha dudado en calificar como la actuación más importante contra el expolio de yacimientos submarinos en la historia reciente de Baleares. Las piezas recuperadas son en su mayoría ánforas romanas de unos 2.000 años de antigüedad media, aunque también hay ánforas más antiguas, de posible origen fenicio, y jarras medievales.

La bautizada como operación Garum se ha saldado con seis detenidos, tres por la extracción y venta de las piezas y otros tres por un delito de receptación. Las extracciones fueron obra de pescadores profesionales, quienes se valían de las redes de sus arrastreros para hacerse con el material. Los investigadores sospechan incluso que algunos expolios pudieron hacerse manualmente por buceadores.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil estuvo varios días desarrollando una investigación en la que se llegaron a realizar siete registros domiciliarios. Los tres detenidos por comprar las piezas residen en los municipios de Inca, Artà y Santa Eularia des Riu. No se han facilitado datos en este sentido sobre los pescadores que extrajeron el material. La Benemérita informó, no obstante, de que estos tres últimos investigados vienen dedicándose «desde hace décadas» a la pesca de arrastre y ha sido gracias a estas embarcaciones que han conseguido hacerse con «una gran cantidad de piezas a lo largo de los años». Algunas de ellas eran vendidas y otras se las quedaban los propios pescadores.

Según explican los investigadores, la gran movilidad de las embarcaciones de pesca de arrastre permitió a los expoliadores operar en varios pecios distribuidos a lo largo y ancho del mar balear. Ahí donde las redes no podían llegar -pese a que el arte de pesca del arrastre permite alcanzar grandes profundidades- los buceadores lo conseguían manualmente.

La operación se enmarca en el plan global de actuación del Seprona contra el expolio de los yacimientos submarinos y no han dudado en catalogar ésta como la más relevante en la historia de Baleares y una de las más relevantes a nivel nacional. La situación geográfica que a lo largo de la historia ha hecho del archipiélago un punto estratégico del Mediterráneo, hace al mar balear por eso mismo depositario de una ingente cantidad de restos arqueológicos procedentes de las más variadas culturas de la antigüedad. Por ese motivo, remarcan desde el Seprona, la vigilancia de posibles expolios de estos tesoros submarinos es uno de los principales cometidos de esta división delInstituto Armado como parte de la defensa del patrimonio histórico nacional.

El Consell de Mallorca anunció el pasado mes el inicio de la carta arqueológica de Cabrera como punta de lanza de un proyecto global para cartografiar los yacimientos arqueológicos submarinos de Mallorca. La carta subacuática, que permitirá ubicar y documentar todo el patrimonio sumergido, será una herramienta crucial para proteger estos yacimientos tanto de los expoliadores como de los fondeos.

El conseller insular de Cultura y Patrimonio, Francesc Miralles, detalló que se elaborarán planes concretos para cada uno de los 14 yacimientos del archipiélago de Cabrera, isla que representa «el punto de partida de la futura carta arqueológica subacuática de Mallorca».

Cabrera estaba justo en medio de las rutas comerciales marítimas de la antigüedad, por lo que su elección no ha sido casual. Además, la navegación de sus aguas era muy peligrosa en condiciones meteorológicas adversas, de modo que la concentración de naufragios en aguas de esta isla es una de las más elevadas del Mediterráneo occidental.

Para Miralles, resulta de vital importancia la protección de estos tesoros ante la codicia de «furtivos que, a cambio de unas ganancias mínimas, destrozan la historia de todos».

ALGO DEMASIADO HABITUAL. 

Sebastià Munar, uno de los arqueólogos subacuáticos implicados en el proyecto -realizado en colaboración con la Armada- lamenta que como en Cataluña, la mayor parte del patrimonio histórico balear bajo el mar ya habrá sido expoliado. Las cartas arqueológicas subacuáticas realizadas en aguas catalanas determinaron que más del 90% de los restos ya han sido expoliados y se cree que Baleares presentará porcentajes similares en ese sentido.

30 de enero de 2017

Documentan un pecio del imperio romano en aguas de Cabrera (Baleares)

Según los técnicos se encuentra en muy estado de conservación y naufragó con una carga de más de 2.000 ánforas de garum entre los siglos III y IV d.C.
Las ánforas contenían la célebre salsa romana del garum. FOTO: IBEAM / JORDI CHIAS
El Instituto Balear de Estudios de Arqueología Marítima (IBEAM) ha dado a conocer uno de los hallazgos más importantes de los últimos tiempos al encontrar un barco de la antigua Roma que naufragó en aguas de la isla de Cabrera hace más de 1800 años. El barco de forma ovalada medía 15 metros de largo por 10 de ancho. Se desconocen las causas del naufragio y el destino de la nave, que pudo zarpar del Norte de África.
El hallazgo en un principio se debió a que los pescadores locales de la isla de Mallorca, en busca de nuevos caladeros, navegaron en los límites exteriores de la delimitación del Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Archipiélago de Cabrera encontrando en sus redes restos de ánforas, avisando al IBEAM.

"MASA" ENORME DE ÁNFORAS
En ese momento se puso en marcha un proyecto para averiguar si existían indicios más claros de la existencia de algún naufragío en la zona. Utilizando robots submarinos para rastrear los fondos marinos del parque nacional al final dieron con una masa enorme de ánforas que posteriormente díó lugar, tras varias inmersiones, al hallazgo de una nave mercante que aseguran pertenecería a la época de la antigua Roma.

Si el hallazgo en si para la arqueología marítima a nivel nacional e internacional es ya un éxito, más lo ha sido al detectar el buen estado de conservación del pecio, que conserva entre un millar y dos millares de ánforas de diversos tamaños, que hace pensar que el barco transportaba garum, una salsa elaborada de tripas y otras partes del pescado que era un producto muy demandado por la sociedad de la antigua Roma.

En las inmersiones participaron el buceador, apneista y fotoperiodista Jordi Chias, uno de los más grandes referentes en la fotografía submarina de España y Joseba Alberdi, un excepcional buceador técnico que ayudó a Chias en las inmersiones en las que captaron casi dos mil fotos para documentar este naufrágio romano inexplorado al que denominaron Cabrera XIV.


PARQUE NACIONAL MARÍTIMO-TERRESTRE
El Parque nacional marítimo-terrestre del Archipiélago de Cabrera está situada al sur de la isla de Mallorca y consta de una serie de islotes de gran valor natural.

Debido a su aislamiento es zona de refugio de aves marinas y especies endémicas. En sus fondos encontramos enormes extensiones de posidonia oceánica que soportan gran parte del peso de la gran vida que existe en este espacio protegido.

Así mismo, desde la antiguedad, esta isla era utilizada como refugio en los temporales y es por ello que ahora encontremos tantos indicios de arqueología marítima en la zona.

15 de noviembre de 2016

Localizan un pecio romano del S. I en aguas de Girona

Arqueólogos del Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), con el submarino Ictineu3, han localizado cerca de las Islas Formigues un pecio romano imperial, seguramente de la primera mitad del siglo I dc, que transportaba caldo de pescado y es el mejor conservado en Cataluña de esta época.
El esqueleto del barco está formado por la quilla y las cuadernas. FOTO: CASC
Los arqueólogos, gracias al apoyo del submarino, han podido trabajar en inmersiones largas a una profundidad superior a los 40 metros, lo que les ha permitido valorar el estado de conservación del barco, su interés científico y recoger los datos necesarios para planificar una campaña de excavación arqueológica en un futuro.

El director del CASC, Gustau Vivar, ha explicado que tenían noticias de este pecio gracias a un buzo de Vic y a un pescador de Palamós, pero que nunca se había excavado por su profundidad y, en este sentido, ha avanzado que empezarán a trabajar en este pecio la campaña que viene y que estarán en ella durante varios años.

GARUM DE LA BÉTICA
Según Vivar, este tipo de barcos acostumbraban a proceder de la Bética, actual Andalucía, y transportaban la mercancía, que podía ser variada, hacia Marsella o llegaban a Narbona y desde allí la repartían por el Mediterráneo.

En estos momentos se desconoce si barco iba o volvía y cuál era exactamente su cargamento, aunque lo que sí que se ha hallado son unas 37 ánforas, que los expertos creen que siguen estibadas correctamente dentro de la bodega del barco, siguiendo la estructura de madera.


Según ha explicado Vivar, los barcos de este tipo acostumbraban a ser muy grandes para llevar grandes cargas de entre 1.000 y 2.000 ánforas, pero sólo se podrá saber al excavarlo.

Los arqueólogos han constatado al destapar el tapón de corcho y cerámica de una de las ánforas -envueltas algunas de ellas en redes de pescadores y colonizadas por algas- que al menos una conserva en su interior el caldo de pescado convertido en una pasta.

  • A falta de confirmar con la excavación, creen que se trata del cuarto pecio imperial localizado en el Mediterráneo que transportaba caldo de pescado de la Bética.
La campaña se ha desarrollado entre Sant Feliu de Guíxols y Palamós, y el Ictineu3 ha permitido navegar 12 km bajo el agua y más de 8 horas y media, visualizando el fondo marino y estar horas sobre el pecio ya que, debido a su profundidad, los buzos por sí solos no podrían haber estado más de media hora seguida.

CARTA ARQUEOLÓGICA
El objetivo de los trabajos de esta campaña ha sido localizar yacimientos nuevos, no inventariados en la Carta arqueológica subacuática catalana, y relocalizar y revisar yacimientos ya conocidos, tanto para valorar su estado de conservación como la posibilidad de realizar campañas de excavación arqueológica subacuática en un futuro.

840 PECIOS LOCALIZADOS
Así, en el trayecto con el submarino tripulado, han podido localizar en total 9 pecios, 5 a poca profundidad y 4 a mayor fondo, 5 de ellos en esta campaña, que se suman al inventario de yacimientos conocidos en el litoral catalán, que ya asciende a 840.

Hasta el momento se cuenta con un equipo de una decena de expertos catalanes y otros tantos internacionales formados para este tipo de inmersiones arqueológicas a grandes profundidades.

(Fuente: EFE)

7 de octubre de 2016

Las excavaciones del castro de Montealegre sacan a la luz una escultura antropomorfa del siglo I a.C.

Mide unos 60 centímetros de altura, es de granito y no conserva la cabeza. Representa un humano sedente con los brazos pegados al cuerpo y su gran valor reside en que fue encontrada en el propio contexto arqueológico. Desde primavera ya se han recuperado más de 20.000 piezas, la mayoría de cerámica y metal
Un equipo de quince personas trabaja en el castro hasta noviembre. FOTO: G. NÚÑEZ
El castro de Montealegre de Domaio (Pontevedra), cuenta ya con una pieza que protagonizará sin duda los escritos y estudios que se hagan en el futuro sobre este asentamiento. Se trata de una escultura antropomorfa de unos 60 centímetros de altura que el equipo de 15 personas dirigido por el arqueólogo Miguel Vidal encontró hace unas dos semanas. La figura es de granito y no conserva la cabeza. Representa un humano sedente con los brazos pegados al cuerpo. El gran valor de la pieza reside, entre otros aspectos, en que fue encontrada en el propio contexto arqueológico, pues muchas esculturas de este tipo aparecen muy desplazadas y extraer información sobre su origen es muy complicado. 

En este caso, los estratos inferiores del castro sobre los que trabajan los expertos, están datados en el llamado "cambio de era", con una supuesta ocupación continuada entre el siglo I a.C. y el siglo I d.C. La pieza se encuentra ya en fase de estudio y el arqueólogo reconoce que el trabajo por delante es intenso, y es que todavía se desconoce si es un hombre o una mujer o si tenía un significado simbólico o meramente práctico. Lo que parece claro es que no se trata de la representación de un guerrero, cuya función simbólica en los accesos a distintos castros se descubrió en diferentes yacimientos de Galicia y el norte de Portugal.

INTERVENCIÓN HASTA NOVIEMBRE
Las excavaciones se están realizando sobre una superficie de 700 metros cuadrados en la cara oeste del monte y sobre unos 400 metros cuadrados en el este. Esta segunda zona todavía se encuentra en una fase inicial de los trabajos y su excavación se intensificar hasta noviembre, cuando está previsto que concluya la intervención sobre el terreno.


Hasta ahora se han extraído y clasificado más de 20.000 piezas. Con la colaboración de expertos de la Universidad de La Coruña comenzó ya el trabajo para reconstruir el modo de vida del castro de Montealegre a partir de los elementos con valor histórico recuperados. Una vez que acaben las excavaciones el arqueólogo tiene 6 meses más de trabajo, entre el que destaca la reconstrucción digital en 3D de las piezas.

Además de la escultura antropomorfa, han aparecido elementos muy interesantes desde el punto de vista histórico.

OTROS HALLAZGOS
El más llamativo es el vial de entrada al castro con enlosado. Se conservan en perfecto estado más de 10 metros de esa vía. Miguel Vidal explica que no se conservan muchos en Galicia, pues las excavaciones parciales de castros suelen centrase en las cimas de los montes, en donde se dan los asentamientos más antiguos, mientras que la entrada está en la parte baja.

En este caso no está previsto que se excave la cima, pues quedará sobre el túnel y no estará afectada por las obras. Se identifican claramente en la vista los restos de hogares castrexos y el arqueólogo habla de que en su máximo apogeo el castro de Montealegre alcanzó las 3 hectáreas de superficie y se calcula que residieron en él unas 300 personas.

CERÁMICA
Las piezas de cerámica son las que más encuentran. Sobre todo restos de ánforas y de recipientes y utensilios de cocina. Las ánforas denotan un posible comercio con productos que llegaban de la zona de Gibraltar. "Era común que trajeran al noroeste peninsular vino, aceite y productos de salazón como pescado o la salsa Garum (muy común en la antigua Roma)", explica el experto. Es posible que se intercambiaran por otros productos como estaño, que era muy abundante en todo el área de población castrexa.

Las más de 20.000 piezas encontradas hasta la fecha no son solo elementos cerámicos o piedra, sino que también han aparecido distintos objetos fabricados en metal como dos anzuelos de bronce, fíbulas de distintas formas para sujetar las capas y agujas para los recogidos del pelo confeccionadas en bronce y con una detallada ornamentación.

HOGARES 
En la zona oeste del yacimiento excavado, el personal trabaja en una ladera con estructuras de habitación que se levantan en unos 30 metros de pendiente, con una inclinación del 55%, dificultando mucho las tareas. Hasta cinco estructuras construidas se encontraron, con buena parte de los muros perfectamente conservados bajo tierra y que ahora se reproducirán digitalmente mediante fotografías y técnicas en tres dimensiones para su posterior estudio, pues esta área periférica del castro desaparecerá con la construcción de la futura autovía.

Cerca de la vía de acceso los expertos entienden que las primeras estructuras acogían dentro de sus muros zonas de taller y de almacenamiento. En la parte más alta es claramente identificable un hogar con un pequeño vestíbulo en el que se conservan restos de una zona de combustión con varias piedras, que se pudo haber utilizado para cocinar o para otras tareas.

La intervención en la zona este ya desveló los restos de al menos una estructura de piedra, así como un enorme conchero colectivo, en donde los restos de moluscos denotaban la tremenda importancia de éstos en la dieta de la época.

Las conchas de moluscos permitieron conservar también restos orgánicos de las especies de animales que comían, entre las que destaca un asta de ciervo con 2.000 años de antigüedad. Apareció también una moneda con la efigie del emperador romano Tiberio (14-37 A.C.).

22 de diciembre de 2015

Arqueólogos identifican seis puertos romanos en el Mar Menor (Murcia)

Las naves tanto cartaginesas como romanas atracaban en los diferentes asentamientos constatados desde El Vivero hasta El Carmolí, de Los Urrutias. Su tráfico habitual era, según el profesor de la Universidad de Murcia García del Toro, el famoso garum y la plata y el plomo extraídos de las montañas de la cercana Sierra de Cartagena.
Vista aérea del Mar Menor.FOTO: LA CRÓNICA DEL PAJARITO.
El profesor y arqueólogo de la Universidad de Murcia Javier García del Toro sostiene que en el Mar Menor existieron numerosas instalaciones portuarias romanas. “Tras más de treinta años estudiando las costas del Mar Menor Sur y de sus instalaciones arqueológicas -afirma el profesor- he llegado a la conclusión de que habían varios puertos romanos hasta con espigones”.

Según sus investigaciones esto fue debido a que lo que hoy se conoce como La Manga hace dos mil años no existía. “Entre Las Amoladeras y Calnegre (desde Cabo de Palos hasta la plaza Bohemia) había una enorme apertura natural de cinco kilómetros por donde pasaban las naves cargadas de mercaderías, tanto cartaginesas como romanas, que atracaban en numerosos asentamientos constatados desde El Vivero hasta El Carmolí, de Los Urrutias”, explica Del Toro.

El tráfico habitual y mayoritario de estas naves eran, según García del Toro, el famoso garum y la plata y el plomo extraído de las montañas de la cercana Sierra de Cartagena.

VARIOS PUERTOS LOCALIZADOS
El profesor afirma tener localizados varios puertos:

-Puerto de Las Amoladeras, donde se descubrieron restos de naves a menos de dos metros de profundidad que, por su cercanía a la orilla, descarta que fueran naufragios “sino atraques”.

-Puerto de El Vivero, un perímetro antaño semicircular y hoy completamente colmatado donde está convencido de conservarse naves completas sin pudrirse dado el fondo fangoso sin oxígeno que tenía. García del Toro advierte que tanto él como la Dirección General de Cultura estarán “atentos” a todo posible dragado que se realice al considerarse lugar de “especial impacto arqueológico”.

-Playa de El Castillico (cercano al camping Caravanning) donde aún se pueden observar restos de sus instalaciones industriales y comerciales romanas “hasta el mismísimo mar” junto a la villa o domus del patricio de turno al haber podido constatarse la presencia de muros de puerto bajo el mar, lo que incrementa el valor del lugar al añadirse, al varadero, una casa. En la zona se han encontrado fragmentos de mosaicos romanos opus tessellatum polícromos y muñecas de terracota de la época del emperador Antonino Pío por su tipología y peinado.


-Loma de El Escorial en la desembocadura de la rambla de La Carraqueta en Los Nietos existen aún restos muy mal conservados de unas instalaciones portuarias “de primer orden con un poblado comercial cartaginés y otro romano documentado desde el siglo IV adC.

-Finca de Lo Poyo. Cuenta, según el profesor, con unos enormes almacenes portuarios con muros de piedra y gran cantidad de restos minerales aún perfectamente visibles.

-El Carmolí, dado que su origen volcánico servía de cantera para la extracción de piedras para los espigones que se construyeron.

Por todo ello García del Toro considera que cualquier actividad que implique movimiento de suelo o alteración de éste, en toda esta gran área del Mar Menor Sur, debe ser vigilada por la propia Dirección General de Patrimonio Histórico por su alto valor arqueológico

Por último el profesor denuncia que la última excavación que Cultura ordenó en la zona fue a la empresa que iba a construir en Lo Poyo y Novo Cartago donde aparecieron “almacenes e instalaciones portuarias romanas con unos muros de aúpa. Estas excavaciones pagadas por la empresa -afirma García del Toro- fueron publicadas hasta con planos y fotos pero, más tarde, o se taparon o se destruyeron porque estar ya no están, a pesar de haberse publicado la memoria arqueológica de la excavación en unas jornadas de Arqueología regional del Instituto de Patrimonio Histórico de la Dirección General de Cultura de la Consejería de Cultura y Educación”.

(Fuente: La Crónica del Pajarito)

15 de octubre de 2015

Documentan dos nuevas factorías de salazón y restos de pescado de época romana en Baelo Claudia (Cádiz)

Con éstas ya son ocho las factorías documentadas en el yacimiento gaditano que además han servido para documentar las primeras evidencias en España de carne de atún en salazón en época romana. Por su parte, la delegada territorial de la Junta de Andalucía en Cádiz afirma que a medio plazo se intentarán recuperar el garum y las salsas de pescado realizadas en Baelo para su comercialización.
Imagen de una de las nuevas fábricas de salazón descubiertas en Baelo Claudia. FOTO: ERASMO FENOY.
 La aventura de soñar a veces puede soltar sus alas para convertirse en realidad. Cuántas veces los más y menos jóvenes han intentado descifrar en sus cabezas el sabor y los componentes exactos de ese famoso garum que hacían los romanos. En la provincia de Cádiz y especialmente en el Campo de Gibraltar, con Baelo Claudia y Carteia como referentes, el interés por conocer esa salsa ha sido una constante, especialmente impulsado de forma didáctica a través de esas visitas a los enclaves arqueológicos, tan cercanos a la ciudadanía.

PRIMERAS PILETAS DE SALAZÓN DOCUMENTADAS
Hoy se puede decir que es la primera vez que se documentan en piletas de salazón restos de las conservas que se realizaban en época romana en Baelo Claudia (Bolonia). Esto responde a una ardua investigación por entender esos ingredientes y posibilitar, en un futuro cercano, la reintroducción de estas salsas romanas en la dieta cotidiana y comercializar un producto perdido de la gastronomía tradicional. Recordar que el garum es el resultado del filtrado del macerado de restos de pescados tras tres semanas con una serie de ingredientes.


La delegada territorial de Cultura, Remedios Palma definió a Baelo como "un referente como laboratorio de investigación a nivel internacional en lo que arqueología romana se refiere", calificando de "excepcional" el hallazgo. "El objetivo final del proyecto es determinar esos ingredientes, esas antiguas conservas para poder a medio plazo reproducirlas y para ello están en contacto con los químicos del área Tecnológica Alimentaria de la UCA. Se trata de comercializar un producto que al final nos va a aportar también riqueza", expuso la delegada.

OCHO FÁBRICAS EN EL CONJUNTO DE BOLONIA
El director del proyecto y 
profesor de la Universidad de Cádiz (UCA), Darío Bernal, explicó que los depósitos hallados, aunque se haya oído hablar mucho del garum y el atún en salazón, si se mira la bibliografía "son totalmente excepcionales porque en ámbito Atlántico y Mediterráneo no hay prácticamente ningún hallazgo arqueológico similar a esto porque hasta hace muy poco tiempo no se le ha prestado la suficiente atención al registro orgánico". Hay que sumar a estas novedades la localización de dos nuevas fábricas de salazón -cercanas a la playa-, que suman ya ocho en el conjunto de Bolonia.

Sobre los restos de conservados registrados en las piletas, Bernal avanzó que se ha permitido documentar que en las mismas fábricas al mismo tiempo se hacían productos diferentes. En la defensa del hallazgo expuso también que en ámbito del Mediterráneo hay aproximadamente diez yacimientos que tienen información parecida a la de Baelo. Y, por relevancia, hay que resaltar los restos del pudridero localizado, ya que en el mundo antiguo se conocen hoy en día cuatro, tres de ellos están en el ámbito del Estrecho de Gibraltar.

Desde el punto de vista cronológico todos los datos obtenidos prácticamente se corresponden con el momento de abandono de estas fábricas de salazón -siglo V d. C.-. El equipo de investigación está formado por 25 personas, que trabajan desde hace cuatro años a nivel interinstitucional, tanto por profesionales de la UCA como de Baelo Claudia.

La primera de las fábricas de salazón halladas está muy cerca de la Puerta de Carteia. Hay siete piletas de salazón documentadas, pero sólo dos excavadas. Al fondo hay restos piscícolas sepultados por vertido y arena. Destacó Bernal lo difícil de encontrar esta estructura "inalterada de la época".

CERTIFICAR EL ADN ANTIGUO DEL ATÚN
Los residuos hallados en las piletas se rasgaron y químicos han trabajado en la investigación de los productos utilizados. Destacó Bernal las muestras tomadas de huellas de atún para certificar el ADN antiguo, siendo para él "una de las singularidades".

Los depósitos piscícolas son de dos tipos, por un lado los llamados restos de limpieza, quedando adheridos a las paredes de las piletas; y por otro lado hay depósitos que se abandonaron llenos y como ejemplo en uno se ha descubierto que se realizó una salazón de sardinas y boquerones, a la que añadieron erizos de mar y crustáceos. "Cuando se compara con los datos que daban los autores antiguos te das cuenta que no es exactamente lo mismo".

Aprovechó el director del proyecto para explicar el método en el que han estudiado estas piletas, que aunque se han excavado muchas en la Península y Marruecos, muy pocas de manera interdisciplinar y utilizando los métodos y técnicas más punteros que existen hoy en día en arqueología. En concreto se ha excavado de forma microespacial, han trabajado arqueozoólogos para investigar las especies, biólogos especializados en la clasificación y se han hecho estudios de carácter arqueométrico.

10 CENTÍMETROS DE PRODUCTO COMPACTADO
Por otro lado, en la segunda fábrica hallada una de las piletas poseía en la parte de abajo una capa de 10 centímetros con el producto compactado en miles de huesos, tras desaparecer el material orgánico. Este hallazgo permite determinar las especies, tallas y para qué se estaba realizando. Bernal destacó lo interesante de esta pileta en concreto porque se ha podido determinar que estaban haciendo garum con aligotes, una conserva nueva, totalmente desconocida, en la cual tienen el residuo sólido. En otra pileta se ha localizado manchas negras, resultado de la degradación de la carne del atún, así como restos de la piel de los atunes.


Bernal no dudó en defender que estos "hallazgos son totalmente excepcionales, no hay prácticamente en el mundo antiguo datos sobre la carne de atún en salazón. Esto es lo que los romanos llamaban Salsamenta. Era uno de los productos fundamentales del Imperio Romano. Se conoce por las ánforas pero lo que no se conserva bien es la materia orgánica". En este sentido se ha logrado documentar las primeras evidencias en España de carne de atún en salazón en época romana.

RESTOS DE UN PUDRIDERO DE ATUNES
Pero ahí tampoco acaban los hallazgos en Baelo. El director del proyecto destacó que se ha encontrado restos de un pudridero de atunes. Estos elementos han sido estudiados de manera individualizada. "Este hallazgo también es de sumo interés porque es un depósito excepcional para saber cómo se hacía el ronqueo en la antigüedad, el tamaño y los resultados de ADN antiguo que es la primera vez que se hacen en la provincia". Además, a ello se añade los restos de instrumental de pesca, anzuelos de bronce o lanzaderas para la reparación de las redes.

Sobre el futuro, especificó Bernal, que planea en 2016 continuar la campaña de investigación para profundizar y realizar análisis de caracterización arqueométrica con los analistas de otras disciplinas, seguir estudiando los orígenes del ronqueo y con los ingenieros químicos reproducir todos esos ingredientes. En un par de años se intentará recuperar el garum y las salsas de pescado realizadas en Baelo que tan importante fueron en época romana y que nuestra sociedad por la presencia islámica en época medieval perdió.