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6 de abril de 2020

Arqueología en tiempos de pandemia

La Universidad de Alicante (UA) inició la cuarta campaña de excavación arqueológica con el proyecto Domus-La Alcudia "Vivir en Ilici". Las excavaciones comenzaron el 2 de marzo en el sector 4F del Yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche “con grandes expectativas”, según Sonia Gutiérrez, investigadora principal del proyecto. La intervención, que ha visto detenida su actividad de arqueología de campo estos días por el COVID-19 continúa, sin embargo, como arqueología en casa

La Universidad de Alicante (UA) inicia la cuarta campaña de excavación arqueológica con el proyecto Domus-La Alcudia. Vivir en Ilici, que se lleva a cabo en el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH). Las excavaciones comenzaron 2 de marzo en el sector 4F del Yacimiento arqueológico de La Alcudia de Elche “con grandes expectativas”, según ha manifestado Sonia Gutiérrez, investigadora principal del proyecto. La intervención, que ha visto detenida su actividad de arqueología de campo estos días por el COVID-19 continúa, sin embargo, como arqueología en casa en lo que, tomando prestada la metáfora de Gabriel García Márquez, ha dado en llamar su directora principal “arqueología en tiempos de pandemia”. Domus-La Alcudia. Vivir en Ilici se desarrolla en el marco financiado por el Programa propio de ayudas del vicerrectorado de Investigación y Transferencia de Conocimiento, con el apoyo del Ayuntamiento de Elche, y con la participación de estudiantes del Grado de Historia y del Máster de Arqueología Profesional y Gestión Integral del Patrimonio de la UA.

El objetivo general del proyecto es documentar la historia de la ciudad a través de la secuencia arqueológica completa en un sector nunca excavado, indica el equipo, que cuenta esta vez con cuatro directores de la excavación: a la catedrática de Arqueología Sonia Gutiérrez se suman los investigadores Jesús Moratalla y Julia Sarabia, y el técnico Víctor Cañavate, aunque el equipo de investigación implicado es mucho más amplio e incluye profesores de las áreas de arqueología, prehistoria y construcciones arquitectónicas de la UA, de la Universidad de Murcia, investigadores del INAPH y del CSIC, entre otros.

En las campañas previas encontraron testimonios de ocupación islámica temprana, visigoda y romana bajoimperial, en concreto restos de una calle y algunas viviendas, y “este año aspirábamos a dar un salto más en la secuencia histórica del sitio”, señala Gutiérrez. De hecho, durante la primera semana de trabajo “empezamos a vislumbrar, a una profundidad de dos metros respecto al paisaje actual, la trama urbana correspondiente posiblemente al momento de la fundación de la Colonia Iulia Ilici Augusta”. Los derrumbes de las casas de esta época, construidas con muros de tierra sobre gruesos zócalos de piedra, proporcionan abundantes cerámicas, metales, monedas y todo tipo de objetos domésticos correspondientes al periodo Julio-Claudio (en torno al 20-60 d.n.e.), como detalla la catedrática. La excelente conservación de la estratigrafía en este sector y la proximidad al lugar donde aparecieron algunos de los vasos más emblemáticos de La Alcudia, como el de la famosa ‘Tonta del Bote’, en un potente nivel de incendio, generó “una gran expectativa e ilusión en el equipo, que esperaba poder documentar contextos similares a los hallados por Alejandro Ramos Folqués en la década de los años 40 del siglo XX. Y, por qué no, llegar a los niveles romanos republicanos e ibéricos antes de concluir los trabajos. Sin embargo, no contábamos con el enemigo silencioso y volátil que nos ha golpeado”, confiesa Gutiérrez.

Es por este motivo, en el marco de la alerta por coronavirus COVID-19 y siguiendo las instrucciones del gobierno y las autoridades académicas, la dirección del proyecto Domus-La Alcudia suspendió temporalmente su actividad arqueológica el viernes 13 de marzo, “con apenas dos semanas de trabajo de campo, para garantizar la seguridad de todos los miembros del equipo (estudiantes, investigadores, técnicos y peones), se protegieron in situ los vestigios descubiertos y se notificaron las medidas adoptadas a las autoridades competentes”, declara la investigadora.

ARQUEOLOGÍA EN TIEMPOS DE PANDEMIA
Pero dejar de excavar no significa dejar de investigar. En espera de poder retomar las excavaciones en mejores circunstancias y antes de marcharse a casa, el equipo recogió toda la documentación que genera una excavación en curso, tanto virtual como material, incluidos los materiales pendientes de limpieza y catalogación que se trasladaron con el equipo. Para continuar con el trabajo iniciado, han diseñado una estrategia de investigación compatible con el periodo de confinamiento. Desde entonces Domus “ha abierto las puertas de numerosas casas y ordenadores, los de todo el equipo, para seguir trabajando unidos en lo fundamental”, apunta la investigadora. Así, por ejemplo, Víctor Cañavate gestiona la información estratigráfica y fotogramétrica, realizando fichas, matrices, planos y ortofotos de lo excavado; Raquel Bujalance, con la colaboración de Violeta Martínez y Victoria Amorós, lleva al día el inventario de los materiales y cataloga los nuevos materiales; mientras Carolina Doménech estudia los repertorios numismáticos, ambas tareas cruciales para datar los contextos arqueológicos. Julia Sarabia y Sonia Gutiérrez trabajan en la memoria científica del proyecto, que en breve se ofrecerá en abierto a la comunidad científica en el Repositorio universitario, como en años anteriores (fase II y fase I).

Por su parte, Jesús Moratalla ha lavado, ordenado y estudiado los materiales de la última unidad excavada, crucial para establecer la cronología de los últimos restos arqueológicos hallados en la excavación, al tiempo que ha organizado un proyecto colaborativo a través de WhattsApp – el Programa “Tu cerámica me suena”- para que los estudiantes puedan seguir sus prácticas de forma no presencial, catalogando desde casa las piezas cerámicas que podían ser determinantes para la datación de esos restos. Para ello, cada uno ha recibido la fotografía de una pieza para que descubriera la forma, su origen y su cronología, de acuerdo a la bibliografía recomendada.

Las conclusiones han sido de calado, señala Jesús Moratalla, pues varias piezas corresponden al primer tercio del siglo I d.n.e (sigillatas sudgálicas y cerámicas de paredes finas, especialmente, el vaso decorado con un rostro humano, datable entre los años 25-75 d.n.e), “lo que nos permite situar la importante reforma arquitectónica del sector excavado en el gobierno de la dinastía Julio-Claudia. Como por debajo de estos niveles empezaba a aparecer una nueva fase arquitectónica, podemos suponer que la Colonia Iulia Ilici Augusta y los enigmas que su fundación entraña, están esperando que leamos una nueva página del libro de la tierra donde se compila su historia”, concluye Sonia Gutiérrez, resumiendo el sentir del equipo con esta afirmación: “volveremos nuevamente a La Alcudia, a las aulas y a las calles; pero entre tanto el proyecto Domus-La Alcudia sigue ‘abierto por excavaciones’ desde las ventanas virtuales y físicas de las domus de todos sus colaboradores y colaboradoras”.

7 de enero de 2020

Encuentran edificios iberos, romanos y visigodos en un yacimiento de Ciudad Real

Se ha logrado datar un total de 91 piezas «de gran valor arquitectónico y ornamental» como restos de construcciones y materiales decorativos
Lauda sepulcral sobre mosaico de un diácono del obispado visigodo de Oretum llamado Aurelius Vincentius. / PROYECTO ORETUM
Los trabajos arqueológicos realizados en la última campaña de excavaciones del yacimiento de Oreto, en Granátula de Calatrava (Ciudad Real), han permitido descubrir restos de edificios iberos, romanos y visigodos que serán estudiados en la campaña de este año. De ello han informado los responsables del 'Proyecto Oretum', el profesor de Historia Antigua de la Universidad de Alicante, Antonio Manuel Poveda, y el arqueólogo José Luis Fuentes.

Ambos confirmaron que se ha logrado datar un total de 91 piezas «de gran valor arquitectónico y ornamental» como restos de construcciones y materiales decorativos en formas geométricas, vegetales y animales que adornaban edificios públicos y religiosos de la ciudad goda de Oretum. Ello ha sido posible gracias a los sondeos geofísicos realizados por georadar que han examinado el subsuelo de esta antigua ciudad.

También se ha conseguido extraer una lauda sepulcral sobre mosaico de un diácono del obispado visigodo de Oretum llamado Aurelius Vincentius que los arqueólogos encargados de la excavación consideran «uno de los mejores exponentes de la epigrafía funeraria sobre mosaico en Europa». Bajo la lauda se han hallado igualmente los restos óseos del diácono, que contaba con 70 años de edad en el momento de su fallecimiento, entre los años 580 y 620 después de Cristo.
Orissia-Oretum

La ciudad ibera de Orissia –la Oretum de los romanos- llegó a ser capital norte de la Oretania ibera y más tarde, en tiempo de los visigodos, fue capital religiosa con el nombre de Oreto comenzando su declive en época musulmana. El yacimiento, excavado desde 1996, ha arrojado a la luz una necrópolis visigoda con 400 tumbas, una noria musulmana, un palacio árabe y fortificaciones y recintos religiosos de la época visigoda.

(Fuente: Las Provincias / J.V Muñoz-Lacuna

24 de septiembre de 2018

Estudiantes de la Universidad de Alicante retoman las excavaciones en Santa Pola

En el año 2007 se comenzó a excavar la zona de la necrópolis, donde encontraron varios cuerpos con ajuares que tenían objetos en perfecto estado. La excavación estuvo parada durante diez años.
Estudiantes de las universidades de Barcelona y Zaragoza se han unido a la campaña. FOTO: PERIODICOSANTAPOLA.ES
El Yacimiento de la ‘Picola’ es una parte importante del Portus Ilicitanus, puesto que en esta zona existían almacenes portuarios, una zona de necrópolis, y almacenes que se utilizaron de basureros durante la época romana. El pasado miércoles, 19 de septiembre, comenzaron las excavaciones en esta zona y se extenderán a lo largo de un mes por parte de alumnos en prácticas de la Universidad de Alicante (UA), aunque también se ha unido un estudiante de Barcelona y otro de Zaragoza. 

Jaime Molina, Juan Francisco Álvarez y Daniel Mateo son los tres directores de este proyecto que estarán presentes a lo largo de este mes para ayudar a los alumnos y supervisar el trabajo. “Queremos revitalizar a nivel expositivo todo esto, proyectando la posibilidad de hacer una exposición temporal, en el museo, con los restos más importantes de la zona. Hay que recordar que en las excavaciones de los enterramientos salieron dos botellas de vidrio que son las mejores conservadas en todo el mundo porque en los enterramientos sale muy bien conservado el material, apareció un ajuar de monedas, los muertos están muy bien conservados… Esta zona ha dado restos que son importantes para comprender esta fase”, explica Jaime Molina.

FORTÍN IBÉRICO
Una parte de este yacimiento, que se corresponde con un fortín ibérico, se excavó en los años ochenta del siglo pasado. En el año 2007 se comenzó a excavar la zona de la necrópolis, donde encontraron varios cuerpos con ajuares que tenían objetos en perfecto estado: “Si hay enterramientos los objetos aparecen en muy buen estado. Hay que tener en cuenta que se conservan porque están protegidos. Nosotros nos encontramos una tumba que tenía cubierta de tejas, por lo tanto está perfectamente protegido, y las otras parecía que no tenían nada pero las enterraron en caja de madera. Sabemos esto porque la mandíbula se le había caído, si te entierran en tierra no permite que se te caiga. Además, parte del ajuar estaba en cajas. Si salen enterramientos los ajuares normalmente están muy bien conservados. Cabe la posibilidad de que aparezcan más enterramientos”, comenta Molina.

Aunque se ha producido un parón de diez años donde Santa Pola no ha realizado ningún trabajo de excavaciones arqueológicas, en julio del año pasado se retomó este ámbito a lo largo de tres semanas de trabajo. Como ha explicado Jaime Molina “la arqueología ha estado parada diez años y hay que tener en cuenta que prácticamente medio pueblo es un yacimiento arqueológico. La excavación es una parte que da mucha información y que también se puede aprovechar para dinamizar con exposiciones”. Por su parte, María José Cerdá, directora del Museo del Mar, adelantaba que “Este año vamos a ver cómo van evolucionando los acontecimientos y, si vemos que hay algún hallazgo que sea más carismático o que merezca la pena mostrarlo en vivo y en directo haremos alguna actividad como la ‘Abierto por excavaciones’ del año pasado. Además de esto, vamos a hacer una exposición temporal con los restos de las tumbas, tanto cadáveres como ajuares, al igual que ofrecer alguna conferencia”.

13 de septiembre de 2018

Documentan nuevas estancias, murallas y un nuevo tramo de calzada en El Tossal de la Cala, en Benidorm

La sexta campaña de excavaciones confirma el yacimiento alicantino como un referente para el estudio de la arquitectura militar romana.
Visita guiada al yacimiento de El Tossal de la Cala ayer mismo. FOTO: ABC
El «castellum» romano del siglo I a. C. descubierto en Benidorm se ha convertido en «único en España» a juicio de los arqueólogos de la Universidad de Alicante (UA) después de nuevos hallazgos que ponen de relieve la riqueza de detalles de estos restos de una construcción militar. Por ejemplo, hay una calzada para facilitar el acceso que supera un 8% de desnivel.

Los responsables de Arqueología de la UA han hecho hincapié en la importancia del proceso de rehabilitación y sus "resultados científicos espectaculares". "Se va haciendo historia con cada excavación", ha manifestado el profesor Moratalla.

Así lo ha puesto de relieve el arqueólogo y profesor de la Universidad de Alicante Jesús Moratalla, que dirige los trabajos junto a la catedrática de Arqueología de la UA Feliciana Sala, detalla la Concejalía de Patrimonio Histórico en un comunicado.

NUEVOS DESCUBRIMIENTOS
Desde principios de mes, los técnicos han exhumado cuatro estancias más y alrededor de diez metros adicionales de la calle integrada en el fortín o ciudadela del 'castellum' romano de El Tossal de la Cala de Benidorm, cuya construcción se sitúa entre los años 80 y 70 a.C.

Los trabajos finalizarán en los próximos dos días y se han centrado en la parte oeste del enclave hasta consolidarlo. Durante la excavación también se ha puesto al descubierto el acopio de materiales que realizaron para nivelar la calzada principal, con un desnivel del 8% para mantener la accesibilidad al 'castellum'.

El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, junto a la concejal de Patrimonio Histórico, Ana Pellicer, y el director del Hotel Bali (entidad colaboradora), Jerónimo Linares, han visitado este miércoles el yacimiento. "Con el paso del tiempo, se ha revelado como una referencia única de las construcciones militares romanas en Hispania", ha resaltado el primer edil, para poner en valor el riguroso trabajo de los alumnos de Arqueología de la UA.

Las excavaciones cuentan con acciones y recursos municipales directos desde el año pasado -100.00 euros en el último ejercicio-, que permiten avanzar más rápidamente en los trabajos de cara a la musealización completa del 'castellum'.


FINANCIACIÓN EUROPEA
Se trata de un proyecto "ambicioso" para el que el Ayuntamiento finaliza actualmente la redacción. Tras las gestiones realizadas por la Concejalía, cuenta con 500.000 euros para su ejecución procedente del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

Los trabajos en El Tossal de la Cala se realizan de forma sistemática desde 2013 y han confirmado que el enclave es un 'castellum' romano del I a.C, en lugar de un poblado íbero como se pensaba en un principio, al exhumar la muralla del fortín, sus habitaciones y la calzada principal.

A los descubrimientos realizados sobre el terreno en campañas anteriores -cerámica romana, monedas, una plomada utilizada en la construcción de los muros o una llave, entre otros objetos-, en esta ocasión se han unido restos singulares de plomos. Estos utensilios podían tener tanto un uso bélico como de reparación de recipientes cerámicos.
(Fuente: ABC)

27 de agosto de 2018

Una inscripción con letras de bronce completa el monumento funerario de Baelo Claudia (Cádiz)

La inscripción forma parte de un conjunto funerario de gran monumentalidad, donde han aparecido columnas con capiteles corintios, una escultura togada y otros elementos decorativos que reflejan el esplendor y la brillantez artística de esta ciudad hispanorromana en torno a los siglos I y II a.C.
La inscripción completa un con único en nuestro país. 
El consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, presentó este viernes en el Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, en Tarifa (Cádiz), los resultados de una de las últimas intervenciones llevadas a cabo en el enclave y que, como pieza destacada, han permitido el hallazgo de una inscripción funeraria en bronce única en Hispania. La investigación ha permitido descubrir que el sepulcro más importante, emplazado en el espacio más privilegiado de la necrópolis, perteneció a una poderosa mujer, cuyo nombre fue Junia Rufina. Vázquez ha indicado que “el hallazgo tiene un extraordinario valor porque, además del carácter único de la inscripción, por primera vez en nuestro país se ha conseguido completar el conjunto conformado por el monumento funerario, elementos arquitectónicos de gran valor y una escultura femenina togada, prueba del poder femenino en la época”.

“Se trata de un conjunto de gran monumentalidad, donde han aparecido columnas y capiteles corintios y otros elementos decorativos de un sepulcro que refleja el esplendor y la brillantez artística de esta ciudad hispanorromana e torno a los siglos I y II de nuestra era y que en el S. IV fue derribado por la fuerza de un devastador terremoto”, ha explicado el consejero.

La pieza principal, la inscripción en bronce, fue extraída el pasado 4 de junio y desde entonces, junto al resto de materiales, entre los que destacan elementos arquitectónicos, como ricos capiteles, está siendo sometida en este depósito a un profundo análisis y estudio arqueológico.

La investigación, liderada por Fernando Prados, del Instituto de Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante y en la que han intervenido expertos de las universidades de Granada, Murcia, Alicante y Madrid, ha contado con la colaboración del personal del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, además de estudiantes y voluntarios. El estudio ha permitido identificar en la inscripción el nombre de una mujer poderosa que, todo hace indicar, está representada además en una escultura localizada previamente en el yacimiento y que actualmente puede verse en las salas del Museo de Baelo Claudia.

NUEVOS CONTENIDOS E ITINERARIOS
El consejero de Cultura ha afirmado que estos hallazgos abren la posibilidad a definir nuevos itinerarios en el conjunto arqueológico “para dar a conocer estos elementos hasta ahora desconocidos y, del mismo modo, abordar nuevos horizontes para la investigación”. El equipo de investigación señala en las conclusiones de su intervención que el carácter excepcional del hallazgo viene a ofrecer nuevas potencialidades de cara a la puesta en valor del espacio funerario de Baelo. El epígrafe descubierto puede ser un magnífico recurso y contribuirá notablemente a incrementar la riqueza patrimonial de este singular enclave y renovar la exposición permanente del conjunto arqueológico.

Además, se abre la oportunidad prácticamente única a escala nacional de poder plantear un nuevo acceso al circuito de visitas al yacimiento a partir de uno de sus ejes principales, el mismo que se usó hace 2000 años, lo que supondría un incuestionable valor añadido. Esto mejoraría sustancialmente la calidad informativa y didáctica de las visitas, convirtiéndola en una experiencia única, al nivel de las que se pueden realizar en Pompeya, Ostia y otras célebres ciudades romanas.

UN MAR DE OFERTAS CULTURALES
Vázquez ha destacado el atractivo que Baelo Claudia supone para los visitantes de Tarifa, la comarca y la provincia. “El conjunto arqueológico sigue batiendo records de visita año tras año. En 2017 fueron 165.547 visitantes y para este 2018 la previsión es superar esta cifra, ya que hasta el acumulado hasta agosto apunta en esta dirección”.

Junto a la riqueza patrimonial del enclave, el consejero ha desgranado las diferentes propuestas culturales que el conjunto programa durante los meses estivales. “Durante los meses de verano se suman a la visita diferentes propuestas culturales. Entre julio y agosto se han planificado en el Conjunto Arqueológico un buen número de actividades didácticas, todas gratuitas, de manera que los visitantes puedan encontrar una alternativa de ocio cultural en Baelo Claudia. Entre ellas destacan las visitas teatralizadas, los talleres didácticos y los festivales celebrados en el teatro romano: Flamenco Patrimonio y Teatros Romanos de Andalucía”, ha explicado el consejero de Cultura.

(Fuente: Cádiznoticias)

9 de mayo de 2018

Sale a la luz una aguja de oro en las termas orientales de La Alcudia

Investigadores de la Universidad de Alicante realizan un análisis por microscopía electrónica de barrido que determina que la pieza encontrada es de gran pureza
La pieza encontrada en La Alcudia
El proyecto "Astero" en La Alcudia de Elche cumple su segunda campaña con la excavación arqueológica que comenzó en 2017 y que repite este 2018. Está dirigida por el doctor Jaime Molina Vidal, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante y comienza a dar sus frutos. Una aguja de pelo con terminación de oro acaba de aparecer en la zona de las termas orientales. Pero no es la única, otras cuatro más, en hueso, han sido desenterradas por los investigadores.

"Arqueología y socialización del conocimiento en La Alcudia de Elche. Las Termas Orientales y áreas circundantes (ASTERO)", con Jaime Molina Vidal, nombre completo del proyecto, se encuentra en mitad de la campaña y tienen previsto finalizar sobre el 14 de mayo.

(Fuente: Diario Información)

19 de abril de 2018

Los investigadores hallan asentamientos romanos en la cabecera del río Vinalopó

Un estudio de la Universidad de Alicante permite constatar evidencias de una red de alquerías, casas de labor y villas que formaban un complejo sistema de poblamiento rural
Estudiantes supervisaron la cabecera del río Vinalopó. FOTO: INFORMACIÓN
Los investigadores Ignasi Grau y Julia Sarabia del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la Universidad de Alicante (UA) han detectado asentamientos romanos en la cabecera del río Vinalopó, en el término municipal de Banyeres. El estudio de la zona ha permitido constatar evidencias de una red de alquerías, casas de labor y villas que conformaban un complejo sistema de poblamiento rural.

Un convenio de colaboración entre el INAPH y el Ayuntamiento de Banyeres, a través de su Museo Arqueológico, ha permitido a los investigadores realizar un estudio de la zona de la cabecera del río Vinalopó, en el que han participado alumnos del grado de Historia y del máster de Arqueología Profesional y Gestión Integral del Patrimonio de la UA, así como del grado de Arqueología de la Universidad de Jaén e investigadores del CSIC.

En esta primera fase se ha planteado una actuación arqueológica innovadora, empleando técnicas y métodos no invasivos, como la teledetección o la prospección mediante geolocalización de los restos materiales existentes sobre el terreno.

Las primeras conclusiones datan la ocupación del valle en el siglo I antes de Cristo, tras una serie de eventos bélicos y la pacificación de estas tierras. Asimismo, los investigadores han constatado evidencias de una red de alquerías, casas de labor y villas romanas que configuran un complejo sistema de poblamiento rural caracterizado por variados tipos de asentamientos, según ha informado la universidad.

Las siguientes fases de actuación contempla el estudio pormenorizado de los materiales arqueológicos hallados, además de la realización de una prospección geofísica en las zonas con mayor concentración de restos superficiales, a fin de obtener un mapa de los posibles restos existentes en el subsuelo.

23 de febrero de 2018

Descubren una gran factoría romana de ánforas de vino y cerámicas en Gata (Alicante)

Los arqueólogos hallan en tres catas gran cantidad de vasijas en un extenso yacimiento que en los siglos II y III fue un destacado centro de producción cerámica de Dianium y de la Tarraconensis
El arqueólogo Daniel Mateo sostiene la boca de un ánfora Dressel. FOTO: INFORMACIÓN
El paraje de la Rana de Gata de Gorgos albergó durante los siglos II y III un destacado centro de producción cerámica y de ánforas de vino (una figlina). A los arqueólogos les ha bastado ahora dos semanas de excavaciones para sacar a la luz cientos de fragmentos cerámicos. «La producción de esta alfarería fue muy potente», afirmó ayer el arqueólogo y profesor de la Universidad de Alicante, Daniel Mateo, quien, junto al catedrático Jaime Molina y al arqueólogo y director del Museo Soler Blasco de Xàbia Joaquim Bolufer, ha dirigido una primera excavación que termina hoy. «Hemos encontrado materiales en gran cantidad y de gran calidad», subrayó Mateo. Abundan las ánforas de vino.

El yacimiento lo descubrió en los años 90 Joaquim Bolufer. Los labradores araban y salían restos cerámicos. Hace unos años, las obras del gasoducto toparon con un tramo de basamento de la antigua factoría. Pero ahora, al excavar este extenso terreno (han participado 25 alumnos del grado de Historia y del máster de Arqueología de la Universidad de Alicante), por fin se vislumbra la magnitud de un yacimiento que, junto al de l'Almadrava, en Els Poblets, surtió de ánforas a Dianium. Las vasijas que se fabricaron en este destacado alfar de la Tarraconensis llegaron a Roma y a otras grandes urbes del Mediterráneo.

ANTIGUO ALTAR
Antes de iniciar el trabajo puro y duro de excavación, el georradar de la Universidad de Cádiz marcó tres puntos en los que debía haber gran concentración de materiales. Y bingo. Los arqueólogos han realizado tres catas de 5x5 metros. Han hallado estructuras del antiguo alfar y un vertedero al que iban a parar las cerámicas defectuosas. «Aquí se producían materiales de construcción, tejas, cerámicas comunes y, sobre todo, ánforas vinarias», explicó Bolufer. «En la Marina Alta, ya había entonces una importante producción de vino», recalcó el arqueólogo.

Los materiales hallados se estudiarán ahora en la Universidad de Alicante. Luego se depositarán en el Museo de Xàbia. El Ayuntamiento de Gata ha prestado una colaboración esencial. Se ha hecho cargo del alojamiento de los estudiantes.

Los arqueólogos confían en llevar a cabo el próximo año una segunda campaña de excavaciones. Las dos semanas se les han hecho cortas. Pero en cuanto a hallazgos han sido muy fructíferas. Este extenso yacimiento es un filón. Además, está junto a la carretera CV-134 y se asoma al Montgó. Su excelente comunicación lo hace ideal para convertirlo en un centro de interpretación de la alfarería romana. Todo se andará.

(Fuente: Diario Información / Alfons Padilla)

1 de diciembre de 2017

Descubren una ciudad antigua bajo el suelo de Santa Pola (Alicante)

Se han encontrado restos arqueológicos de viviendas, calles, algunas plazas, incluso lo que podría ser un muelle y almacenes del antiguo Portus Ilicitanus
La ciudad se encontraría enterrada en la zona de "Las Viguetas"
La Unidad de Geodetección de Patrimonio Histórico de la Universidad de Cádiz y el Departamento de Arqueología de la Universidad de Alicante han descubierto en Santa Pola restos arqueológicos del Portus Ilicitanus, soterrados bajo la zona de Viguetas. La Concejalía de Cultura, dirigida por Anna Antón, ha impulsado estos trabajos que permitirán la puesta en valor y protección de un nuevo yacimiento para el patrimonio histórico y cultural del municipio.

Un equipo de profesores e investigadores de ambas universidades ha llevado a cabo prospecciones geofísicas de hasta 5 metros de profundidad, gracias a la tecnología pionera de un georadar 3D. Se trata de una técnica no invasiva con considerables ventajas económicas, ya que puede escanear hasta 3 hectáreas en sólo una hora sin necesidad de realizar obras en el terreno. Una herramienta muy potente para la investigación pero también para la planificación urbanística.

En una primera aproximación, el georadar ha detectado numerosas estructuras arqueológicas en “magnífico estado de conservación”, tal y como ha indicado Jaime Molina, Catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante. Molina ha señalado que se trata de un hallazgo muy importante y ha destacado la necesidad de que la sociedad tome conciencia de ello para protegerlo.

Los datos recogidos se analizarán en el laboratorio de la Universidad de Cádiz. El equipo espera tener los resultados en los próximos meses para poder trasladarlos tanto al Ayuntamiento como a toda la sociedad. Lázaro Lagóstena, profesor de Historia Antigua y coordinador de la Unidad de Geodetección, considera que el siguiente paso debe ser “pedir proyectos y ver las posibilidades de atraer inversiones para estudiarlo y valorarlo. Es un recurso cultural pero también un recurso turístico”.

(Fuente: El Periódic)

10 de noviembre de 2017

Hallan dos nuevas pinturas rupestres en Pego (Alicante)

Se trata de dos representaciones enmarcadas en el arte levantino de cronología neolítica, cuyos inicios en estas tierras se remontan a mediados del VI milenio a C.
El municipio alicantino de Pego sigue aumentando su tesoro arqueológico al sumar dos nuevos hallazgos de pinturas rupestres en el Barranc de la Canal, cerca de donde tres vecinos de la localidad encontraron el primer grabado en junio de 2016.

La profesora del área de Prehistoria de la Universidad de Alicante, Virginia Barciela, explica que en el primero de los hallazgos se observa una figura de un cazador arrodillado y armado con un arco y dos flechas. Mientras que la segunda figura representa a una cabra con una gran cabeza y cuernos.

Según la profesora Barciela, el estado de conservación del arquero es similar al del dibujo descubierto el pasado año, ya que «tiene una capa de carbonato cálcico, por lo que es más complicado distinguirlo a simple vista».

En cuanto a la pintura del nuevo animal descubierto, Barciela comenta que tiene una capa de hongo y presenta un mejor estado, por lo que es más perceptible que las otras dos.

Al igual que se hizo con el primer dibujo, los técnicos ya han comunicado los descubrimientos a Patrimonio para que sean incluidos en la lista de Bienes de Interés Cultural (BIC), además de facilitarles los permisos necesarios con los que iniciar un exhaustivo trabajo de documentación. Éste se realizará, señala la profesora, a través de calcos indirectos «para no dañar las pinturas».

Posteriormente el dibujo se pasa al ordenador que permite averiguar a los expertos la tipología o la relación que pueden tener con otros yacimientos cercanos, entre otras. Así lo hicieron con la primera pintura hallada por los pegolinos José Sendra, Fernando Sendra y Juan Pastor durante una excursión. Los técnicos han podido concretar que se trata de una escena de caza en la que aparece una cierva llena de flechas en su vientre.

En cuanto a la posibilidad de encontrar más pinturas rupestres, Barciela es positiva. «No lo descarto, por esta zona ya se han dado más de 200 yacimientos, creemos que habrá más», indica. Tampoco descarta hallar otro tipo de restos arqueológicos, aunque cree que «es más difícil». Según detalla, en el primer abrigo, donde se encontró a la cierva, se llevó a cabo una pequeña prospección de la cavidad, pero no se encontró nada, «no fue muy profunda, tal vez excavando un poco más se puedan encontrar restos». Aunque, de momento no contemplan la posibilidad.


PRESERVAR LO HALLADO
Los hallazgos son «algo extraordinario para nuestro municipio», comenta la concejala de Cultura, Laura Castellà. La edil destaca la necesidad de seguir apostando por el trabajo que realizan los técnicos «para poder descubrir más pinturas rupestres, porque con cada una de ellas, Pego se enriquece culturalmente un poco más».

Castellà recuerda que no se ha dado la ubicación exacta de los hallazgos para preservarlos. La concejala de Cultura remarca «la necesidad de concienciar a la gente para que puedan mantenerse en buen estado, hay que evitar que pase algo como en la Vall de Gallinera, donde robaron unas piezas hace unos años».
(Fuente: Las Provincias)

11 de septiembre de 2017

Descubren dos mausoleos alto imperiales en la ciudad hispanorromana de Baelo Claudia

Los arqueólogos han detectado también nuevas evidencias de un terremoto acompañado de un tsunami ocurrido a mediados del siglo IV d. C.
Los resultados de la excavación confirman el esplendor de la ciudad en el siglo I a.C.
Dos nuevos mausoleos alto imperiales han aparecido en la necrópolis oriental de la ciudad hispanorromana de Baelo Claudia, en Tarifa (Cádiz) situada junto a la puerta oriental de la ciudad o “puerta de Carteia”.

Caídas encima de la calle también se han localizado hasta el momento tres columnas de mármol pertenecientes a los monumentos funerarios. Todo apunta a que su caída debió producirse a causa de un terremoto acompañado de un tsunamique tuvo lugar a mediados del siglo IV d.C.

Esta necrópolis es una de las mejor conservadas del panorama hispano y se halla enclavada en un atractivo paraje de la costa gaditana que se ubica entre los parques naturales del Estrecho de Gibraltar y el de Los Alcornocales.

El proyecto “Muerte y Ritual Funerario en Baelo Claudia”, formado por especialistas en arqueología romana, arquitectura, antropología y arqueosismología, hacía estos hallazgo desde el pasado lunes 7 de septiembre.

Coordinado por el profesor de la Universidad de Alicante Fernando Prados Martínez, el equipo científico lo compone la doctora Helena Jiménez, de la Universidad Isabel I, los licenciados Octavio Torres, de la UA, e Iván García, de la Junta de Andalucía, y el doctor Carlos Arteaga, de la Universidad Autónoma de Madrid. Junto a ellos participan cuatro voluntarios procedentes de las universidades de Cádiz y Bruselas.

Los resultados que se están obteniendo vienen a confirmar el periodo de esplendor que disfrutó Baelo Claudia durante el siglo I d.C., premiada por el emperador Claudio con el estatuto de municipio, tal y como queda patente en los dos monumentales mausoleos que se excavan en estos días y que ocupan un espacio privilegiado próximo a la puerta oriental de la ciudad.

La ciudad y su necrópolis son uno de los mejores laboratorios de estudio de la romanización y de las transferencias culturales entre las poblaciones nativas, norteafricanas y los aportes itálicos a lo largo del siglo I d.C.

(Fuente: Cadena Ser)

5 de septiembre de 2017

Los arqueólogos regresan al Cerro del Calvario de Tabuenca (Zaragoza)

Tras los buenos resultados de la excavación arqueológica de 2016, se desarrolla en Tabuenca un curso de arqueología práctica reconocido con 2 créditos de formación por la Universidad de Zaragoza.
El poblado está vinculado a la minería del hierro entre los siglos II aC y II dC.
Tabuenca vuelve a convertirse en el lugar elegido para continuar la investigación arqueológica sobre los paisajes mineros en la Antigüedad en el Sistema Ibérico desarrollada por el Grupo de Investigación URBS-IUCA de la Universidad de Zaragoza. Las actuaciones arqueológicas de 2016 en Tabuenca permitieron evaluar el enorme potencial científico que ofrece esta localidad en la que se sitúa el yacimiento arqueológico “Cerro del Calvario”.

El poblado está vinculado a la minería de los óxidos de hierro de la Sierra del Moncayo y a su transformación en metal en decenas de escoriales asociados a la presencia celtibérica y romana en este territorio. La actividad minero-metalúrgica documentada en la intervención de 2016 evidencia la producción de cientos de toneladas de hierro entre los siglos II a.C. y II d.C. en el entorno del asentamiento minero del Cerro del Calvario. Junto a esta actividad minero-metalúrgica, las excavaciones de 2016 en el Cerro del Calvario permitieron conocer el urbanismo del poblado, la cultura material y actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería.

EQUIPO TÉCNICO
Los trabajos arqueológicos estarán dirigidos nuevamente por Óscar Bonilla Santander de la Universidad de Zaragoza y Begoña Serrano Arnáez de la Universidad de Granada. El equipo técnico estará formado por los arqueólogos Ángel Santos Horneros, Alicia María Izquierdo, Carlos Valladares Lafuente y la restauradora Miriam Pérez Aranda. En el curso participarán 14 alumnos de los grados de Historia y Arqueología de la Universidad de Zaragoza, la Universidad de Granada, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Jaén, la Universidad de Alicante y la Universitè Sorbonne Nouvelle de París en Francia.

Durante las tres semanas de duración del curso las actuaciones arqueológicas se centran en prospectar de forma intensiva el entorno del Cerro del Calvario, las minas y los lugares de transformación del mineral en metal. Así mismo se continúa con la excavación arqueológica de los sectores 1 y 2 excavados parcialmente en la campaña del año anterior. En el curso de arqueología reconocido con 2 créditos ECTS por la Universidad de Zaragoza se están realizando prácticas de excavación, prospección y conservación preventiva de estructuras y materiales arqueológicos, talleres de topografía, limpieza, siglado, inventariado, clasificación, dibujo, digitalización y fotogrametría de los materiales y las estructuras arqueológicas documentadas.

PUERTAS ABIERTAS
Las actividades de investigación se combinan con una decidida apuesta por la difusión y la divulgación científica mediante una política de “puertas abiertas” a los trabajos arqueológicos en el Cerro del Calvario y con una visita guiada a la excavación arqueológica. El sábado 26 de agosto a partir de las 17:30 se realizarán en el pabellón municipal de Tabuenca talleres infantiles y conferencias para todos los públicos centradas en la temática del “juego y los espectáculos en la antigüedad”, totalmente gratuitas y abiertas para todos los públicos.

El proyecto está organizado y financiado por el Ayuntamiento de Tabuenca. Además cuenta con la colaboración del Grupo de Investigación URBS-IUCA de la Universidad de Zaragoza, el Grupo de Investigación ISTVRGI de la Universidad de Granada y la Asociación Cultural Villardajos.

Los avances de los trabajos arqueológicos se pueden seguir diariamente en la página de Facebook “Excavación arqueológica Cerro del Calvario de Tabuenca” en la que se publican las novedades del proyecto de investigación: https://www.facebook.com/cerrodelcalvario y en Instagram en el perfil “@cerrodelcalvario”.

7 de agosto de 2017

La excavación en el yacimiento de Driebes descubrirá el foro de la ciudad romana de Caraca

Los trabajos arqueológicos, cuya primera fase acaba el 16 de agosto, se centran en recuperar dos espacios clave: la plaza pública y una de las vías principales. Los restos encontrados hasta ahora acreditan la existencia de la primera ciudad romana localizada en Guadalajara entre el siglo X a.C. y el siglo II d.C. Emilio Gamo, director de las excavaciones: “la campaña arqueológica está confirmando el hallazgo que detectó en febrero el georradar
Las excavaciones en el yacimiento de Driebes las dirige el equipo técnico encabezado por los arqueólogos Emilio Gamo y Javier Fernández. También participa un equipo multidisciplinar del que forman parte los también arqueólogos Saúl Martin y David Álvarez. FOTO: RAQUEL GAMO
“Caraca fue la primera ciudad romana con rango jurídico en la provincia de Guadalajara”. Así lo confirma Emilio Gamo, codirector del ‘Proyecto Driebes’, a eldiarioclm.es, después de que las excavaciones arqueológicas que actualmente se desarrollan al sur de la localidad de Driebes, en la comarca de la Alcarria Baja, hayan podido confirmar la existencia de este asentamiento de época romana, tal como apuntaba la investigación llevada a cabo mediante la técnica del georradar.

Caraca data del primer milenio antes de nuestra era. Y no es la única constatación fehaciente. Los trabajos a pie de campo, que se iniciaron a mediados de julio, han revelado los restos del pórtico y la cabecera del foro, una prueba que cumple con una de las mayores expectativas de esta investigación. “Nos encontrarnos ante la ciudad romana más primitiva de la provincia de Guadalajara”, admite el arqueólogo. De hecho, la existencia de un foro, centro de la vida social en el Imperio romano, es precisamente el criterio por el que se otorgaba el estatus de ciudad a una población.

El paisaje bajo el que yace Caraca es mesetario, casi lunar. Se trata del Cerro de la Virgen de la Muela, al sur del municipio de Driebes. Es un paraje a 600 metros de altitud, abierto, vasto, rodeado de barrancos esteparios, casi desérticos por la pobre vegetación de matorral. Este alto en el que también se emplazan los restos de la Ermita Nueva contrasta con la deliciosa imagen de la fértil vega, regada por el río Tajo que puede otearse en el horizonte. Una paleta de diversidad y cromatismo que tanto caracteriza a Guadalajara.

Pasear por esta loma es como reencontrase con la historia antigua y experimentar la sensación de caminar encima de unas termas o un mercado de época romana. La ubicación de la que fue la antigua Caraca hace que el viajero pueda toparse con todo tipo de vestigios. Por ejemplo, valiosas cerámicas, piedras de granito u otros objetos que formaban parte de la vida cotidiana de nuestros antecesores.

UNA CIUDAD MEDIANA
Caraca, según los especialistas que trabajan en su emplazamiento, debió de ser una ciudad mediana en su tiempo con una población de entre 1.500 y 1.800 habitantes. Otra relevante infraestructura que refuerza la hipótesis de que ésta se trataba de una urbe administrativa es el acueducto de tres kilómetros que abastecía a los pobladores desde el manantial de Lucus o ‘bosque sagrado’ en latín y que, gracias a la arqueología, se ha recuperado parcialmente.

El punto geográfico escogido por los romanos para construir Caraca no fue casual, como nada que tenga que ver con esta avanzada civilización que sentó las bases de la ingeniería civil hace 2000 años. Al contrario, el Cerro de La Muela, que es donde asienta, estuvo considerado, según puntualiza Emilio Gamo, una zona “estratégica” de la meseta sur desde donde la población dominaba el Tajo por el norte y controlaba diversos arroyos y vegas circundantes. Esta situación privilegiada permitió a los romanos, por un lado, defenderse de las invasiones enemigas y, por otro, abastecerse de abundante agua para sostener su próspera economía basada en la explotación del ‘lapis specularis’-mineral usado en el Imperio Romano para construir ventanas- y en la fabricación de esparto, una planta empleada antiguamente para la minería y la cordelería de los barcos.

De ahí que los romanos decidieran asentarse en Caraca, ciudad ubicada en la vía ‘Complutum-Carthago Nova’- principal centro portuario de la época-, a medio camino entre Alcalá de Henares (Complutum) y Segóbriga, otro yacimiento cercano en la provincia de Cuenca. “Probablemente la ciudad se abandonó en el siglo II después de Cristo por el fin de las actividades mineras que se llevaban aquí a cabo”, explica Gamo al hablar sobre el ocaso de Caraca.


"GRAN DESCUBRIMIENTO"
El yacimiento del cerro de la Virgen de la Muela está ubicado sobre un amplio cerro amesetado situado en la orilla derecha del Tajo, cuando traza un amplio meandro, y está delimitado por barrancos con un curso de agua irregular. Se sitúa una altitud de 610 metros y la extensión del yacimiento de época imperial es de al menos 8 hectáreas.

A nivel geológico, la zona a estudio está compuesta de gravas, arenas y limos del cuaternario Superior. Se trata de un área, por tanto, óptima para el asentamiento antrópico. Esta visión queda reforzada por la situación estratégica del enclave, dominando el Tajo desde el norte, el arroyo del Barranco al este, el arroyo Salobre al oeste y una fértil vega a sus pies, al sureste.

Juan Manuel Abascal, catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Alicante, sostiene que Caraca “es, sin duda, el gran descubrimiento arqueológico de los últimos años en Castilla-La Mancha”. Especialmente, por la luz que arroja acerca “del trazado de las principales vías romanas a su paso por la actual provincia de Guadalajara”.

EQUIPO TÉCNICO
La campaña arqueológica en el yacimiento de Driebes está siendo ejecutada por un equipo técnico encabezado por los arqueólogos Emilio Gamo y Javier Fernández, y un equipo multidisciplinar del que forman parte los también arqueólogos Saúl Martin y David Álvarez. Además, un grupo de nueve peones naturales de Driebes, contratados mediante el Plan de Empleo de la Junta de Castilla-La Mancha, se encarga de excavar con pico y pala cada mañana durante seis horas en las tres catas que se han abierto en el yacimiento: dos en las que, según apuntan los estudios previos, se situaría el foro; y otra que pertenecería al ‘decumano’ o calle principal del enclave que se cruzaba perpendicularmente con el cardo, la otra gran vía del plano urbano que discurría de norte a sur de la ciudad.

El objetivo esencial del trabajo de campo que se llevará a cabo en el Cerro de la Virgen de la Muela hasta el próximo 16 de agosto es verificar los resultados del ‘georradar’ tridimensional que durante la fase previa de prospección arqueológica del terreno arrojaron “la presencia de una planta urbanística plenamente establecida en las dos calles principales de una ciudad romana, el foro, unas posibles termas y un posible ‘macellum’ o mercado”.

POBLADO CARPETANO ANTERIOR
En noviembre de 2016, el grupo de arqueólogos desarrolló una prospección arqueológica sobre 1,3 hectáreas del Cerro de la Virgen de la Muela a través de la tecnología del georradar con la que se determinó que estas ruinas correspondían probablemente a una población con su foro, sus termas y su acueducto, entre otros edificios. Se trataba de una ciudad romana reconstruida sobre un poblado carpetano existente anteriormente.

Tras varios meses, las expectativas depositadas por los arqueólogos en la información aportada por la técnica se van cumpliendo punto por punto. “De momento las excavaciones están confirmando lo que habíamos visto en las prospecciones”, reconoce Gamo. De este modo, la información que ofrezcan los restos hallados servirá para “analizar cómo se produjo el proceso de romanización en la provincia de Guadalajara y en Castilla-La Mancha”, mediante la evolución histórica de Caraca desde el primer mileno a.C. hasta el Siglo II d.C.

VISITA GUIADA
La primera visita guiada que el grupo de arqueólogos organizó al yacimiento el pasado jueves despertó una gran expectación. Contó con la participación de cerca de un centenar de visitantes de Driebes y otras localidades que, a pesar del incesante calor que caía sobre el cerro, no faltaron a la cita con Caraca. Esa misma tarde tuvo lugar otra visita por la tarde y, además, hay programadas otras dos: el día 10, organizada por la Asociación de los Amigos del Museo de Guadalajara y, al día siguiente, otra de la Asociación de Mujeres de Brea del Tajo.

Durante el recorrido por Caraca, Emilio Gamo describió con todo lujo de detalles los avances que se han alcanzado en apenas 20 días de trabajo. Y, aunque aún no hay nada asegurado y los especialistas recomiendan conceder tiempo y prudencia a las investigaciones, lo cierto es que los trabajos realizados hasta la fecha permiten alumbrar la esperanza sobre la confirmación de los hallazgos detectados por el georradar. En primer lugar, el arqueólogo se detuvo en las inmediaciones de la Ermita Nueva de Driebes, sobre la que aún perviven varias leyendas a su alrededor y desde donde puso en situación a los escuchantes sobre el contexto de la investigación.

PÓRTICO DEL FORO
En la primera cata que los técnicos han abierto en el yacimiento arqueológico, los trabajos se enfocan a encontrar una zona característica del foro: el pórtico. Según Gamo, “la presencia de un espacio diáfano, rodeado al sur por una columnata a modo de pórtico y al norte por dos habitáculos de grandes dimensiones al sur de la actual ermita hace pensar que podría tratarse de un foro”, es decir, el área pública y administrativa del núcleo.

En una segunda excavación, situada a escasos metros de la anterior, la investigación se propone “documentar una parte del ‘decumano’ cercana a su conexión con el cardo máximo”. Aquí se puede observar un rebaje de la calzada empedrada para la conducción de las aguas residuales, que ratifica la hipótesis del georradar de que en esta ciudad romana hubo un sofisticado sistema de alcantarillado. También es visible un muro que pudo pertenecer a una villa e incluso restos de una viga de madera que formaría parte de la sujeción de la citada casa.

Y, finalmente, en la tercera cata podría ubicarse un complejo de instituciones públicas, civiles o religiosas aún por determinar. “Hemos hallado todo lo que esperábamos y a partir de este momento pueden venir las sorpresas. Queremos llegar al nivel ocupacional de las catas y en este punto que alberga la cabecera del foro podríamos encontrar el Templo Imperial, la Curia o la Tesorería”, asegura Javier Fernández Ortea, codirector del ‘Proyecto Driebes’.


APOYO DE LA JUNTA
La ruta arqueológica culminó a la entrada de la antigua ciudad romana, una pronunciada pendiente desde donde se contempla idéntico paraje árido y desmochado. En medio de este entorno se conserva la vía que daba acceso al municipio, la conocida como Vía Espartaria, que se prolonga hasta llegar al río Tajo y sobre el que los romanos debieron construir un puente, hoy desaparecido. Caraca debió contar con una extensión de entre 8 y 12 hectáreas.

Entre los asistentes a la visita se encontraba Faustino Lozano, director provincial de Cultura, quien reiteró el compromiso del Gobierno regional con la continuación de las excavaciones arqueológicas “interesantes” que se están ejecutando en la provincia de Guadalajara. “Sigue habiendo mucha expectativa, pero hay que seguir con prudencia los trabajos cuya continuidad dependen de las subvenciones públicas que convoca anualmente la Junta. Es una pena que a veces algunos yacimientos se queden sin ayudas, porque Guadalajara es muy rica en estos recursos”, admitió.

FINANCIACIÓN DEL PROYECTO
La financiación de las excavaciones en el enclave de Caraca ha corrido a cargo de la Junta de Castilla-La Mancha, que ha aportado 16.000 euros; además de las aportaciones del Ayuntamiento de Driebes, la Asociación de Mujeres de Brea de Tajo y la Asociación de Amigos del Museo Provincial de Guadalajara. Mediante un canal de ‘crowdfunding’, destinado a incrementar los fondos para la investigación, se recaudaron 11.000 euros en solo tres meses, lo que da una idea del fervor que este hallazgo ha causado entre la población de Driebes y su entorno.
Pueblo ilusionado

“La gente de Driebes es sencilla y tiene una gran humanidad, un corazón muy grande. Somos especiales”. Así califica el alcalde, Pedro Rincón a sus conciudadanos. Y es que Driebes vive con enorme entusiasmo el hallazgo de la ciudad romana de Caraca, a escasos 6 kilómetros de este municipio de la Alcarria Baja, rayano con la Comunidad de Madrid.

Con un censo municipal de alrededor de 300 habitantes, la materialización de este hito arqueológico actuaría como foco cultural y turístico para atraer viajeros a toda la comarca. “De momento ya hemos ganado mucho. Recibimos la visita de gente de toda España y del extranjero, que pasan por el pueblo, preguntan, compran algo y eso da más vida al pueblo”, asegura el primer edil a eldiarioclm.es. En cuanto a los planes que imagina para Caraca, el regidor reconoce que “todos tenemos un sueño: que haya un centro de interpretación, un pequeño museo… pero todo esto depende de los resultados que vayamos obteniendo y de las ayudas”.

La entrega de los driebanos al proyecto para desenterrar a su ciudad romana del olvido encuentra un claro ejemplo en la solidaridad de los hermanos Ángel y Pedro Zorita, propietarios durante décadas de los terrenos bajo los que se asientan los vestigios de Caraca.

Ambos se los compraron a una monja de Driebes en 1979 y, según cuenta, siempre sospecharon que “ahí debajo” había algo extraordinario. “Vaya campos más malos que hemos hecho, no salen más que piedras”, le decía Ángel a su hermano. Casi 40 años después, el mayor de los hermanos Zorita, de 82 años, cree que el proyecto “tiene buena pinta”. Los dos han colaborado con la causa cediendo sus dominios agrícolas. La participación de su hijo y su nieto en las excavaciones demuestra la ligazón que existe entre el pueblo de Driebes y Caraca, convertida desde este año en un insólito aliciente en la oferta cultural y turística de Guadalajara en el futuro.

8 de junio de 2017

Cultura rechaza declarar BIC el fortín ibero arrasado cuando se tramitaba su protección

La Conselleria descarta catalogar Aigües Baixes, en El Campello (Alicante) como Bien de Interés Cultural pese a constatar los sondeos arqueológicos que los daños causados por una excavadora en 2014 son recuperables. La Guardia Civil sostiene que la agresión buscaba evitar que se elevara su grado de preservación.
Los sondeos realizados confirmaron que los daños causados eran superficiales. FOTO: INFORMACIÓN
Victoria para los enemigos del patrimonio cultural. La Conselleria de Cultura finalmente ha dado carpetazo a la posibilidad de catalogar como Bien de Interés Cultural (BIC) el yacimiento arqueológico de Aigües Baixes, en El Campello, donde los restos de un fortín ibero fueron arrasados parcialmente por una excavadora en 2014, cuando se tramitaba precisamente su protección como BIC.

La Guardia Civil sostiene que el objetivo de esta agresión al patrimonio cultural tenía como objetivo evitar que se elevara el grado de protección de este enclave, catalogado desde 2003 como Bien de Relevancia Local (BRL) pero cuyo valor real se descubrió en el verano de 2013 con unos sondeos que sacaron a la luz un fortín de gran relevancia levantado hace 2.500 años. Por este caso fueron imputadas en 2014 dos personas por el juez de instruía la investigación, aunque no trascendieron sus identidades y se desconoce el estado de estas pesquisas, si han continuado o se han archivado.

Antes de las pasadas navidades desde la Conselleria de Cultural informaron a este medio que la comisión técnica que valora con criterios objetivos las declaraciones de Bienes de Interés Cultural tenía sobre la mesa el yacimiento de Aigües Baixes para estudiar su posible catalogación como tal, o bien dejarlo con su actual protección como Bien de Relevancia Local otorgado por el propio Ayuntamiento. Pero ahora, fuentes de este departamento han explicado que finalmente «no se ha barajado su catalogación como BIC» y que queda en manos del Ayuntamiento «si quiere declarar el yacimiento como Bien de Relevancia Local», pese a que ya goza de tal protección desde hace más de una década, aunque se debe actualizar con los nuevos hallazgos de 2013.

SEGUNDO RECHAZO
Se trata además de la segunda vez que Cultura da «calabazas» a la declaración como BIC de Aigües Baixes, ya que a finales de 2014 rechazó la petición del pleno municipal que solicitaba esta catalogación para en enclave, aduciendo que el yacimiento había sido destruido por la excavadora por lo que no cabía esta protección. Los sondeos realizados a finales de 2015 supusieron un rayo de luz, ya que las catas demostraron que los daños habían sido superficiales, que se podía recuperar y que posiblemente queden restos relevantes aún por descubrir en el subsuelo, por lo que era posible su declaración como BIC. Pero ahora la Conselleria de Cultura parece que entierra definitivamente esta posibilidad. Igualmente la dirección general de Cultura y Patrimonio no tiene previsto realizar nuevas excavaciones en el yacimiento.

La investigación de la Guardia Civil apuntaba a que el objetivo de los autores de esta agresión al patrimonio arqueológico era evitar su catalogación como BIC, lo que conllevaría una mayor protección para la zona y su entorno, así como mayores obligaciones para sus dueños.

Las excavaciones del verano de 2013 sacaron a la luz que se trataba de los restos de un destacado fortín de hace 2.500 años, cuando fue un enclave relevante para el Mediterráneo occidental, manifestándose su importancia histórica y cultural.

Los investigadores, liderados por la profesora de Arqueología de la Universidad de Alicante (UA) Feliciana Sala y otros especialistas, realizaron un minucioso estudio del yacimiento con la autorización del propietario del terreno y lo escanearon en 3D para que fuera posible una reconstrucción, aunque quedaron partes relevantes por excavar. Después se cubrieron los muros con una malla geotextil para su protección y se inició el proceso para declarar el fortín como BIC.

PROPUESTA DE RECONSTRUCCIÓN
El equipo de arqueólogos de Aigües Baixes presentó en un congreso en Madrid hace dos años una propuesta de reconstrucción en 3D del fortín, de la que es conocedora la Generalitat. Y es que el trabajo realizado con las últimas tecnologías cuando acabó la excavación permite saber cómo eran los restos arrasados con exactitud, e imaginar de forma muy próxima a la realidad cómo era este recinto militar de planta trapezoidal de 350 m2, formado por un patio de armas y tres estancias no comunicadas entre sí, que albergó una pequeña guarnición para la vigilancia y defensa contra los piratas. 2.500 años después, este enclave ha sido víctima de otros piratas del siglo XXI, destructores del patrimonio cultural.

17 de mayo de 2017

Sale a la luz un segundo conjunto de termas romanas en La Alcudia (Elche, Alicante)

Las nuevas termas, mucho más grandes y lujosas, muestras sus espacios bien definidos y revelan el auge de Illici en el siglo I como capital. En ellas se ha encontrado además un mosaico polícromo y cinco piezas con grafitos que actualmente se estudian en la Universidad de Alicante.
El equipo de trabajo se afana en desenterrar las nuevas termas del yacimiento. FOTO: UNIVERSIDAD DE ALICANTE.
El grupo de investigación Patrimonio Virtual-Universidad de Alicante que trabajaba estos días en La Alcudia de la UA en Elche ha descubierto unas termas, construidas a continuación de las otras excavadas con anterioridad, mucho más grandes y lujosas, construidas con mármoles que revelan el auge de Illici como capital en el siglo I. 

El grupo está dirigido por el profesor y miembro del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH), Jaime Molina Vidal, que explica que el objetivo era dar con la calle. Pero, además, el equipo del proyecto 'Arqueología y socialización del conocimiento en La Alcudia de Elche. 

Las Termas Orientales y áreas circundantes, no solo ha dado con ella, sino que ha encontrado la entrada a las termas, un mosaico policromo y una serie de grafitos. En época de Augusto, el periodo que oscila entre finales del siglo I antes de Cristo al siglo I después de Cristo, se construyeron unas termas que se quedaron pequeñas. Así, se levantaron otras muchísimo más grandes y más lujosas, con la natatio (piscina) que ya estaba excavada en el lugar. 

Estas segundas termas descubiertas ahora datarían de la segunda mitad del siglo I después de Cristo, entre los años 75 a 100 de nuestra era, explica la institución académica alicantina a través de un comunicado. En palabras de Jaime Molina, "esto significa que la ciudad está creciendo, que es mucho más rica y hay mecenas que pagan estas obras". 

MOSAICO
El detalle de los mosaicos hallados en las termas revela que hay dinero", agrega. El especialista y profesor de Historia Antigua confiesa que no les "cuadraban las enormes dimensiones de la natatio, para unas termas tan pequeñas". Por eso, cuando su equipo comenzó a excavar el pasado 1 de marzo y dio con el ciclo completo de las termas, comprendieron porqué habían construido esta natatio tan grande, considerada "una de las más grandes encontradas en España". 

El equipo se ha quedado en el perfil de la tercera sala, que acabarán de excavar el año que viene. Durante la segunda mitad de siglo I después de Cristo, la ciudad de Illici crece y, con ella, su población; aumentan los espacios públicos y las termas. A partir del siglo I después de Cristo, Lucentum se hunde y entra en una decadencia temprana. Illici se está convirtiendo en la capital y el Portus Illicitanus le quita el tráfico marítimo de la zona a Lucentum. 

Los mecenas privados eran los que costeaban este crecimiento de la ciudad. Han encontrado la entrada a las termas, y se definen los espacios del vestuario, letrinas y salas para sudar. Los huecos de apoyo de las puertas permiten distinguir el lugar que ocupó la entrada. "Son termas públicas, para cuyo acceso se paga una entrada muy moderada", señala el investigador. "En las casas no hay baños; si acaso, sólo letrinas, si es persona pudiente". 

El equipo de Molina ha encontrado dos salas del ciclo de baño, una con mosaico policromo y, en la entrada, dieron con un trozo de pared caído que estaba lleno de grafitos. Se trata de escritura en paredes. Todo parece indicar que son nombres. La pieza se analiza estos días en el Museo de La Alcudia. Jaime Molina indica que son, al menos cinco grafitos distintos, de distinto tipo de letra y distinta mano. 

El proyecto se ha llevado a cabo con seis estudiantes de prácticas del Máster Universitario en Arqueología Profesional y gestión integral del Patrimonio y alumnado de la UA, alcanzando una media de quince personas al día. El investigador apunta que "La Alcudia está para esto, que sirva de campo de experimentación". Además, destaca el dato de que más de la mitad del alumnado del Máster en Arqueología vienen de fuera. "Nuestro objetivo era dar con la calle", indica Molina, espacio que han encontrado, además de la entrada a las termas con los grafitos. 

OTROS HALLAZGOS
A este descubrimiento, que escribe un nuevo capítulo de la historia de Illici, se suman lucernas, monedas, vidrios interesantísimos, fragmentos de pintura y otras piezas encontradas. Los investigadores han detectado un crecimiento de la población y de la ciudad de Illici, resultado científico calificado de "muy interesante". El proyecto cuenta con investigadores de la UA y externos. Coordinado por Jaime Molina Vidal, ha dirigido las excavaciones y coordina las acciones de protección y coordinación de restos arqueológicos.

EQUIPO
Los miembros del equipo pertenecientes a la UA son Juan Carlos Olivares Pedreño, especialista en epigrafía y numismática, Javier Esclapés Jover, ingeniero industrial y especialista en virtualización del patrimonio, quien coordina la toma digital de datos y el conjunto de actuaciones de modelad; Mateo Corredor, doctor en Historia especialista en cultura material romana, que coordina la gestión de fondos, inventarios y clasificación de materiales; y José Antonio Moya Montoya, experto en comunicación audiovisual y en divulgación de la ciencia, que dirige la gestión de RRSS y parte del proyecto de socialización del conocimiento.

19 de enero de 2017

Encuentran evidencias de canibalismo durante el Mesolítico en un yacimiento de Alicante

Un equipo de investigadores liderado por arqueólogos de la Universitat de València (UV) ha hallado evidencias de prácticas caníbales en un conjunto de 30 restos humanos con marcas de manipulación humana hallados en la Marina Alta (Alicante) que datan de entre 10.200 y 9.000 años antes de nuestra era.
Cueva de Castell de Castells donde se han llevado a cabo los trabajos de investigación: FOTO: LAS PROVINCIAS
Así lo explicaron en un estudio, publicado en la revista académica 'Journal of Anthropological Archaeology', que «presenta evidencias de un comportamiento antropófago, caníbal, entre los grupos de cazadores-recolectores de la cuenca occidental del Mediterráneo durante el Mesolítico». Esta hipótesis es, según los investigadores, la «mejor explicación» de los resultados obtenidos tras el análisis de las piezas del periodo mesolítico encontradas en la Boca Oeste de les Coves de Santa Maira, en Castell de Castells.

En concreto, el estudio de restos craneales y poscraneales ha permitido determinar al equipo de arqueólogos la presencia de al menos tres individuos: dos adultos y un niño de unos 2 años.

PROCESO DE CARNICERÍA Y CONSUMO
«Se ha podido determinar que las marcas halladas en estos restos siguen el orden lógico de un proceso de carnicería y consumo», afirmó Morales, quien indicó que a través de las diferentes marcas, realizadas con útiles líticos, dentales, de percusión y de fuego, y de su disposición, es posible afirmar que son resultado de un comportamiento caníbal.

La dificultad que plantea la identificación y atribución de las marcas encontradas, especialmente las dentales por la similitud de las marcas humanas con las de otros carnívoros, ha requerido de estudios comparativos con las identificadas sobre restos de animales hallados en las mismas capas del yacimiento.

«Sabemos que los cazadores-recolectores del Mesolítico (10.500-7.000 años) explotaron de forma combinada diferentes recursos y ecosistemas, desde la costa a la media montaña. Por tanto, eran grupos que conocían y consumían una amplia variedad de recursos, sin que tengamos evidencia de una carencia nutricional que permita contextualizar este comportamiento», añadió.

CAMBIO CULTURAL Y DEMOGRÁFICO
El director del proyecto de excavaciones y catedrático de Prehistoria de la Universitat de València, J. Emili Aura, afirmó que la posibilidad de que estas prácticas puedan ser puntuales, con una finalidad estrictamente alimentaria, tampoco permite descartar «la hipótesis de prácticas socialmente instauradas, resultado de episodios de violencia individual o grupal o, incluso, de rituales». A su juicio, este hallazgo «coincide con un proceso de cambio cultural y demográfico», ya que, a partir del Mesolítico, las prácticas funerarias se hacen más variadas, e incluyen la generalización de auténticos cementerios.


Los investigadores del Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universitat de València Juan V. Morales-Pérez, Manuel Pérez Ripoll, Carles Miret i Estruch, C. Carlos Verdasco Cebrián y J. Emili Aura Tortosa han sido los investigadores de la universidad valenciana que han llevado a cabo el trabajo de campo, estudio y análisis.

18 de enero de 2017

Los arqueólogos inician el "Proyecto Domus" en el yacimiento de La Alcudia, en Elche (Alicante)

El equipo dirigido por Sonia Gutiérrez quiere conocer el papel de estas domus en el desarrollo urbanístico de la colonia romana e incluso la red de cloacas en aquella época. La ciudad romana en esta zona de Elche data del año 43-42 antes de Cristo (Colonia Iulia Ilici).
La finalidad del proyecto es obtener un estudio estratigráfico de las diferentes etapas del yacimiento. 
Ya han empezado los trabajos arqueológicos en La Alcudia en el marco del "Proyecto Domus: vivir en Illici", con la catedrática de Arqueología de la Universidad de Alicante, Sonia Gutiérrez Lloret, al frente. La finalidad de este proyecto es realizar un estudio estratigráfico de las diferentes etapas que han acontecido en el yacimiento a lo largo de la historia. Las labores se han iniciado con la prospección geofísica en el sector F4, entre las domus ya conocidas (F3 y F5), dos casas romanas aristocráticas aparecidas anteriormente, a fin de obtener información previa a la excavación mediante técnicas no invasivas.

Para la investigadora se trata de un yacimiento muy importante en etapa romana, y es posible se puedan descubrir nuevas construcciones, así como cerámica. Pero, además, el trabajo del equipo de Gutiérrez en la zona persigue conocer, con mayor profundidad, el papel de estas domus en el desarrollo urbanístico de la colonia romana o incluso la red de cloacas en aquella época.La ciudad romana en esta zona de Elche data del año 43-42 antes de Cristo (Colonia Iulia Ilici).

PROYECTO DOMUS
El pasado 15 de septiembre se reunía la comisión que resolvía la concesión de ayudas para estimular las tareas de excavación e investigación arqueológica en el yacimiento de La Alcudia, incluidas dentro del Programa Propio para el Fomento de la I+D+I en la Universidad de Alicante 2016, del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia del Conocimiento de la Universidad de Alicante. De los 45.000 euros totales, Proyecto Domus, orientado a excavar en el sector F4 de la domus, cuenta con una dotación económica de 14.000 euros.

Además de éste, otros tres proyectos van a ser desarrollados por diferentes equipos de investigación: Proyecto ASTERO-Arqueología y socialización del conocimiento en La Alcudia de Elche. Las Termas Orientales y áreas circundantes; Proyecto La Alcudia: investigación arqueológica interdisciplinar en el Sector 11; y Proyecto de Caracterización de muestras de La Alcudia mediante técnicas no destructivas. Domus y Astero-arqueología son propuestos por investigadores del Instituto de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) y los otros dos proyectos por los Departamentos de Prehistoria, Arqueología, Historia Antigua, Filología Griega y Filología Latina, y de Agroquímica y Bioquímica de la UA, respectivamente.