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3 de octubre de 2014

Los arqueólogos descubren un pozo en la villa romana de Villena (Alicante)

Se encuentra a escasa distancia de la zona de los baños descubiertos en 2007. Se encontraba completamente colmatado con tierra, piedras y materiales diversos. La cota de profundidad excavada hasta el momento es de unos 5 metros.
El vaciado del pozo quedará pendiente para las excavaciones del próximo verano. FOTO: MUSEO DE VILLENA.
Durante el pasado verano, el personal del Museo Arqueológico “José María Soler” ha llevado a cabo la V campaña de excavación arqueológica en la villa romana de Casas del Campo, situada en el término municipal de Villena (Alicante). Estos trabajos forman parte de un proyecto de investigación iniciado por el Museo en 2006 sobre el poblamiento antiguo en los valles de Villena.

UTILIZADO COMO BASURERO
En la presente campaña se halló un pozo de agua a escasa distancia de los baños descubiertos en 2007. Estaba colmatado con tierra, piedras y materiales diversos de época romana, actualmente en estudio. También se halló en su interior el esqueleto casi completo de un equino, arrojado al igual que el resto de objetos cuando el pozo perdió su funcionalidad y comenzó a utilizarse como basurero. La cota de profundidad excavada es de unos 5 m, quedando pendiente la finalización del vaciado del pozo para el próximo verano.


De gran interés para la investigación que se viene realizando es el conocimiento de los recursos acuíferos, máxime cuando existen edificaciones destinadas a baños que necesitarían un aporte extra. 


Por este motivo el descubrimiento de la presente campaña se considera por parte del personal investigador del Museo de especial interés para el conocimiento de la captación de agua en época romana.

17 de mayo de 2017

Sale a la luz un segundo conjunto de termas romanas en La Alcudia (Elche, Alicante)

Las nuevas termas, mucho más grandes y lujosas, muestras sus espacios bien definidos y revelan el auge de Illici en el siglo I como capital. En ellas se ha encontrado además un mosaico polícromo y cinco piezas con grafitos que actualmente se estudian en la Universidad de Alicante.
El equipo de trabajo se afana en desenterrar las nuevas termas del yacimiento. FOTO: UNIVERSIDAD DE ALICANTE.
El grupo de investigación Patrimonio Virtual-Universidad de Alicante que trabajaba estos días en La Alcudia de la UA en Elche ha descubierto unas termas, construidas a continuación de las otras excavadas con anterioridad, mucho más grandes y lujosas, construidas con mármoles que revelan el auge de Illici como capital en el siglo I. 

El grupo está dirigido por el profesor y miembro del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH), Jaime Molina Vidal, que explica que el objetivo era dar con la calle. Pero, además, el equipo del proyecto 'Arqueología y socialización del conocimiento en La Alcudia de Elche. 

Las Termas Orientales y áreas circundantes, no solo ha dado con ella, sino que ha encontrado la entrada a las termas, un mosaico policromo y una serie de grafitos. En época de Augusto, el periodo que oscila entre finales del siglo I antes de Cristo al siglo I después de Cristo, se construyeron unas termas que se quedaron pequeñas. Así, se levantaron otras muchísimo más grandes y más lujosas, con la natatio (piscina) que ya estaba excavada en el lugar. 

Estas segundas termas descubiertas ahora datarían de la segunda mitad del siglo I después de Cristo, entre los años 75 a 100 de nuestra era, explica la institución académica alicantina a través de un comunicado. En palabras de Jaime Molina, "esto significa que la ciudad está creciendo, que es mucho más rica y hay mecenas que pagan estas obras". 

MOSAICO
El detalle de los mosaicos hallados en las termas revela que hay dinero", agrega. El especialista y profesor de Historia Antigua confiesa que no les "cuadraban las enormes dimensiones de la natatio, para unas termas tan pequeñas". Por eso, cuando su equipo comenzó a excavar el pasado 1 de marzo y dio con el ciclo completo de las termas, comprendieron porqué habían construido esta natatio tan grande, considerada "una de las más grandes encontradas en España". 

El equipo se ha quedado en el perfil de la tercera sala, que acabarán de excavar el año que viene. Durante la segunda mitad de siglo I después de Cristo, la ciudad de Illici crece y, con ella, su población; aumentan los espacios públicos y las termas. A partir del siglo I después de Cristo, Lucentum se hunde y entra en una decadencia temprana. Illici se está convirtiendo en la capital y el Portus Illicitanus le quita el tráfico marítimo de la zona a Lucentum. 

Los mecenas privados eran los que costeaban este crecimiento de la ciudad. Han encontrado la entrada a las termas, y se definen los espacios del vestuario, letrinas y salas para sudar. Los huecos de apoyo de las puertas permiten distinguir el lugar que ocupó la entrada. "Son termas públicas, para cuyo acceso se paga una entrada muy moderada", señala el investigador. "En las casas no hay baños; si acaso, sólo letrinas, si es persona pudiente". 

El equipo de Molina ha encontrado dos salas del ciclo de baño, una con mosaico policromo y, en la entrada, dieron con un trozo de pared caído que estaba lleno de grafitos. Se trata de escritura en paredes. Todo parece indicar que son nombres. La pieza se analiza estos días en el Museo de La Alcudia. Jaime Molina indica que son, al menos cinco grafitos distintos, de distinto tipo de letra y distinta mano. 

El proyecto se ha llevado a cabo con seis estudiantes de prácticas del Máster Universitario en Arqueología Profesional y gestión integral del Patrimonio y alumnado de la UA, alcanzando una media de quince personas al día. El investigador apunta que "La Alcudia está para esto, que sirva de campo de experimentación". Además, destaca el dato de que más de la mitad del alumnado del Máster en Arqueología vienen de fuera. "Nuestro objetivo era dar con la calle", indica Molina, espacio que han encontrado, además de la entrada a las termas con los grafitos. 

OTROS HALLAZGOS
A este descubrimiento, que escribe un nuevo capítulo de la historia de Illici, se suman lucernas, monedas, vidrios interesantísimos, fragmentos de pintura y otras piezas encontradas. Los investigadores han detectado un crecimiento de la población y de la ciudad de Illici, resultado científico calificado de "muy interesante". El proyecto cuenta con investigadores de la UA y externos. Coordinado por Jaime Molina Vidal, ha dirigido las excavaciones y coordina las acciones de protección y coordinación de restos arqueológicos.

EQUIPO
Los miembros del equipo pertenecientes a la UA son Juan Carlos Olivares Pedreño, especialista en epigrafía y numismática, Javier Esclapés Jover, ingeniero industrial y especialista en virtualización del patrimonio, quien coordina la toma digital de datos y el conjunto de actuaciones de modelad; Mateo Corredor, doctor en Historia especialista en cultura material romana, que coordina la gestión de fondos, inventarios y clasificación de materiales; y José Antonio Moya Montoya, experto en comunicación audiovisual y en divulgación de la ciencia, que dirige la gestión de RRSS y parte del proyecto de socialización del conocimiento.

1 de agosto de 2016

Los hallazgos en Cástulo replantean las teorías de los arqueólogos

Aunque se buscaban restos de los siglos VII-VIII después de Cristo, lo que se ha encontrado es anterior al III antes de Cristo. En la zona del embarcadero hay restos de la Edad del Cobre y sobre ellos un vertido de sedimento de época romana, que podría ser el aterrazamiento de un edificio.
Más de doscientas personas han participado en los trabajos de Cástulo este verano. FOTO: EFE.
La primera etapa de esta temporada en el yacimiento de Cástulo, a cinco kilómetros de Linares (Jaén), finaliza con nuevos descubrimientos que obligan a repensar y a concebir nuevas teorías sobre su verdadera historia, que en este caso se refieren a sus moradores más antiguos, los del siglo III antes de Cristo.

Según ha explicado el director del Conjunto Arqueológico, Marcelo Castro, los trabajos de este curso se habían centrado en consolidar los de años anteriores, para que sean visitables por el público.En este aspecto no ha habido grandes novedades y se ha trabajado en el Área 4, donde hay una torre púnica y un santuario asociado a la misma, además se ha continuado con la secuencia estratigráfica en el Área 3, donde el equipo americano liderado por el arqueólogo y profesor de Historia del Arte de la Universidad de Chapman, situada en California (Estados Unidos), Justin Walsh, ha excavado casas iberas. Sobre todo, se ha realizado también una excavación completa del gran edificio y las calles adyacentes encontrados en anteriores campañas en el Área 1, para que el público pueda visitarlo de forma digna.

Pero las principales novedades que han hecho volver a repensar Cástulo y su historia se han encontrado en la zona cercana al río, al puerto, al que fuera el último punto navegable del Betis (Guadalquivir). Los trabajos se han limitado a realizar prospecciones en la zona del promontorio donde se han encontrado los primeros restos del Cástulo más antiguo, ese que se sabe que está, pero al que era difícil de acceder porque en otras zonas hay sobrepuestas otras civilizaciones.

Serán necesarias nuevas excavaciones para poder descubrir los secretos que Cástulo tiene reservados, en esa dehesa de unas cincuenta hectáreas donde se encuentra el sitio arqueológico, y en la que apenas si se ha removido un 2 por ciento de su superficie.

De momento, aunque se buscaban restos de los siglos VII-VIII después de Cristo, lo que se ha encontrado, con relativa facilidad, es mucho más anterior del siglo III antes de Cristo. Y parece intuir que encima de los restos más antiguos de la edad del Cobre solo hay un vertido de sedimento de época romana, que podría ser el aterrazamiento de un edificio.

Ahora, las más de doscientas personas, entre ellas voluntarios y miembros del Campo de Trabajo, que han participado en esta campaña que finaliza, y que ayer recibieron en un acto ya tradicional una camiseta acreditativa, regresan a sus casas. Mientras, los arqueólogos se retirarán a su "cuartel de invierno" para analizar lo hallado y reconstruir la historia con nuevas teorías de esa gran desconocida ciudad que llegó a ser el mayor oppidum de la Oretania ibérica, municipio romano y durante la época bajomedieval albergó sede episcopal.

10 de julio de 2012

Comienzan las excavaciones en el yacimiento carpetano de Santorcaz (Madrid)

Las excavaciones realizadas en El Llano de la Horca permiten establecer una primera ocupación del cerro en la Edad del Bronce. Sin embargo, la principal fase de ocupación se extiende entre el siglo III a.C. y mediados del s. I a.C., según ponen de relieve un buen número de dataciones de radiocarbono, además de otros datos de excavación.
Excavaciones en el yacimiento carpetano de Santorcaz (Madrid).
La Comunidad de Madrid –a través de la Dirección General de Patrimonio Histórico y del Museo Arqueológico Regional- ha iniciado esta semana una nueva campaña de excavaciones en el yacimiento carpetano de El Llano de la Horca, situado en el municipio de Santorcaz, y el mayor de la Carpetania, correspondiente a los últimos pobladores prerromanos que habitaron la región (s. III-I a C).

Este proyecto arqueológico –que finalizará el 31 de julio- trata de incrementar el conocimiento sobre la vida cotidiana de los habitantes de esta ciudad prerromana de finales de la Edad del Hierro. El objetivo planteado para la presente campaña -dirigida por Gonzalo Ruiz Zapatero, catedrático de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, y por Gabriela Märtens, Miguel Contreras y Enrique Baquedano, arqueólogos y director del Museo Arqueológico Regional, respectivamente- es el de trabajar sobre tres sectores. En dos de ellos, abiertos en años anteriores, se espera poder constatar que el diseño del urbanismo sigue una planificación más o menosorganizada, tanto en las estructuras domésticas como en las superficies de circulación, las calles, y, tal vez, extrapolar los datos a toda la extensión del yacimiento.

En la campaña de excavaciones, en la que participan más de 100 investigadores, se lleva a cabo una excavación muy detallada y metodológicamente rigurosa. Además, se genera una gran cantidad de información en forma de fichas de campo, diarios, fotografías y planimetrías, tanto de detalle (dibujo de campo a escala 1:20) como con estación total. El futuro Parque Arqueológico se encontrará en un enclave único, bien comunicado por su cercanía con las carreteras N-II y N-III y junto a un enclave urbano como es Santorcaz. Asimismo, su ubicación ofrecerá al visitante un típico paisaje de la Alcarria y un modelo de la geografía alcarreña.

Época carpetana
El Llano de la Horca es un yacimiento arqueológico cuya ocupación más importante se produjo en época carpetana (siglos III-I a. C.), momento en el que se documenta un gran poblado.

Las excavaciones realizadas en El Llano de la Horca permiten establecer una primera ocupación del cerro en la Edad del Bronce. Sin embargo, la principal fase de ocupación se extiende entre el siglo III a.C. y mediados del s. I a.C., según ponen de relieve un buen número de dataciones de radiocarbono, además de otros datos de excavación.

Las investigaciones han puesto de manifiesto que el poblado carpetano se extiende por toda la superficie del cerro, ocupando en torno a 8,5 hectáreas. Se han descubierto varias viviendas y varias calles de una anchura aproximada de 5 metros. Se trata de casas rectangulares con varias estancias interiores, mientras que otras tienen en cambio planta cuadrangular y son de mayor extensión.

Exposición 'Los últimos carpetanos'
La importancia de este yacimiento queda reflejada en la exposición que se puede contemplar en el Museo Arqueológico Regional hasta el próximo 25 de noviembre. La exposición tiene como objetivo dar a conocer la cultura carpetana de forma detallada y ofrecer al público una visión de la vida cotidiana, de las formas de vida de los carpetanos, tomando como referencia el yacimiento de El Llano de la Horca.

Como complemento a la exposición, el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid ha organizado una serie de visitas guiadas, que tienen lugar los sábados, a las11:30 horas en las que un arqueólogo invitará a un público adulto y familiar a hacer un viaje por esta muestra. Paran poder disfrutar de esta actividad es imprescindible reservar previamente en el número 91 879 66 66 hasta cubrir el cupo de 25 personas por grupo.

(Fuente: Madrid Actual)

2 de octubre de 2017

Proyectan recuperar la cisterna romana de la Calderona, en Porcuna (Jaén)

El Ayuntamiento de Porcuna (Jaén) aspira a recuperar la cisterna romana de la Calderona a través del programa del 1,5% cultural que impulsa el Ministerio de Fomento. Se trata del principal edificio conservado en pie de la época de la ciudad romana de Obulco. 
Visita a las excavaciones del anfiteatro romano de Porcuna..
El alcalde de Porcuna, Miguel Moreno, explicó que el Consistorio ha elaborado un proyecto para la rehabilitación y puesta en valor de este espacio que se ubica en el camino de San Marcos, que ya ha sido presentado a la convocatoria de este año.

La actuación está presupuestada en 1.565.000 euros, para los que el Ayuntamiento ha solicitado al Ministerio de Fomento la financiación del 70 por ciento. La cuantía restante, en caso de ser concedida la subvención estatal, se repartiría entre las administraciones autonómica, provincial y loca.

"La Diputación ya se ha comprometido en aportar el 12,5 por ciento si Fomento acepta el proyecto; el 12,5 por ciento se solicitará a la Junta de Andalucía y el cinco por ciento final estaría a cargo de recursos propios del Ayuntamiento", ha explicado Moreno.

El alcalde ha hecho hincapié en que este aljibe, que "se supone que abastecería a las termas romanas todavía sin localizar", constituye "una pieza única", por lo que expresado su confianza en que el Ministerio "se incline por ella" y "responda de forma positiva".

"En cuanto al turismo, tenemos que ser ambiciosos. Y, aunque es verdad que se ha incrementado en Porcuna considerablemente, si ponemos en valor recursos como esta cisterna de la Calderona o el anfiteatro romano --en el que siguen las catas para conocer su estado real y plantear posibles actuaciones para su rehabilitación-- repercutiría en el desarrollo socioeconómico del pueblo, sin tener que depender del que es nuestro principal ingreso, el campo, y en concreto, el olivar", ha comentado.

EL INMUEBLE
La cisterna de la Calderona, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), constituye el principal edificio conservado en pie de la época de la ciudad romana de Obulco y actualmente se pueden distinguir dos espacios importantes: la galería de acceso o corredor y la sala más importante o cámara de la cisterna, según ha precisado el director y redactor del proyecto, Pablo Millán.

Presenta la singularidad de poder establecer dos fases relevantes. Por un lado, la construcción de la 'piscina' y, por otro, la cubrición con enormes pilares en una época posterior. Este conjunto de pilares, algunos de ellos configurados con sillares de más de dos metros de envergadura en una sola pieza, fueron fabricados en la piedra local de Porcuna, una arenisca porosa pero que se comporta muy bien a la compresión.

El inmueble se encuentra "en muy mal estado de conservación", posiblemente debido al derrumbe de una de las galerías en la zona noreste y a la falta de ventilación al ser cegadas las entradas originales, de ahí la necesidad de intervenir en él para evitar su ruina.

EL PROYECTO
El proyecto de restauración y puesta en valor de la cisterna romana parte de la complejidad de ser una intervención en niveles subterráneos bajos construcciones actualmente en uso y se divide en tres fases: consolidación estructural y excavación arqueológica, restauración y construcción de espacio para la recepción de visitantes.

Según ha afirmado Millán, el centro de recepción de visitantes será un pequeño edificio de unos 600 metros cuadrados útiles que permitirá, pasando por diferentes espacios, un recorrido para explicar la originalidad del sistema de abastecimiento de Obulco, que pervive en la actualidad en muchas casas de la localidad, así como los diferentes yacimientos desde una privilegiada vista de todo el territorio.

La idea es que, una vez explicado el paisaje patrimonial de Porcuna, se descienda a la cota de acceso a la cisterna, que "será el gran atractivo de la intervención". El paso se hará mediante una galería que pasa bajo el actual camino de San Marcos y será aforado y controlado para garantizar la conservación del espacio de la cisterna romana. De hecho, tras estudiar el sistema de evacuación y el acceso se ha determinado que no podrá haber más de 15 personas en su interior.

Junto al director y redactor del proyecto, también ha participado Pablo Casado como director de equipo arqueológico y han intervenido como colaboradores en su redacción Javier Bengoa, Julio del Pino, Javier Serrano e Inmaculada Cervera.

12 de diciembre de 2011

Los puntos negros del patrimonio valenciano

El abandono, el expolio y el vandalismo amenazan joyas históricas y arqueológicas que ya arrastran daños irreversibles
Defendieron poblados durante siglos en guerras y escaramuzas, embellecieron ciudades emergentes o custodiaron las cuitas de nuestros antepasados. El patrimonio valenciano respira con dificultad. A los achaques de la edad se suma una terrible enfermedad que recuerda a la 'Nada' de La Historia Interminable. El olvido avanza por un reino que no es, precisamente, el de Fantasía. En muchos sitios la historia sí que se ha terminado porque ha desaparecido. Castillos completamente borrados del mapa, yacimientos arqueológicos de primer orden sepultados bajo la hierba o templos en los que sólo quedan unas pocas estructuras en pie.
Gráfico del patrimonio valenciano en peligro.
La financiación necesaria para consolidar, mantener o, simplemente, salvar de la extinción muchos de estos restos históricos hace tiempo que no llega, especialmente ahora que la crisis ha asfixiado partidas que ya eran, en algunos casos, exiguas.
Dar una vuelta por el patrimonio valenciano es hoy una tarea desagradecida y poco alentadora. En la Comunitat Valenciana había contabilizadas 764 construcciones entre fortalezas, torres, masías e iglesias fortificadas y 277 son castillos. De las 102 fortificaciones contabilizadas en la provincia de Valencia, el 80% se encuentra muy destruido o en avanzado estado de deterioro. Hay restos que, incluso ya han desaparecido por completo. Así lo demuestra un estudio elaborado por investigadores de las Escuelas de Arquitectura, Caminos y Agrónomos de la Universidad Politécnica de Valencia, en colaboración con la Asociación de Amigos de los Castillos, que ha analizado a fondo los últimos 45 recintos que básicamente quedan en pie. Para elaborar esta radiografía se descartaron vestigios «de los que se tenía constancia documental pero que, por desgracia, han desaparecido por completo, lo que da una idea del gran grado de debilidad en el que se encuentran estas fortalezas que dieron su vida y salvaguardaron pueblos que ahora los han olvidado por completo», explica Manuel Ramírez, experto y director del trabajo de investigación.
La falta de financiación, azuzada ahora más que nunca por la crisis económica, junto a repetidos expolios y cuantiosos actos vandálicos que se ceban en estos enclaves, normalmente apartados donde no hay ninguna vigilancia o medida de protección, son las plagas que están minando poco a poco el legado valenciano.
Memoria perdida
Las fortalezas que no están en manos privadas están catalogadas, en su mayoría, como Bien de Interés Cultural (BIC). No obstante, los listados actuales de estos lugares protegidos son muy escuetos y a veces poco claros.
Este estudio ha concretado muchas características de los castillos que han sobrevivido. «Se ha obtenido cuantiosa información que no estaba catalogada y fotografías que ni siquiera están en las bibliotecas». Todo este trabajo de campo puede ser la base «para poder actuar o intervenir, un primer paso fundamental» que rescate todo este legado.
Pero el avance lo deben dar las Administraciones y en este punto la «cooperación es clave, fundamental. Todas las Administraciones son responsables del mantenimiento y recuperación de este patrimonio pero hoy esa colaboración no existe y estamos perdiendo un rico patrimonio cultural, histórico y paisajístico». Muchas personas ni siquiera pueden visitar estos conjuntos porque, sencillamente, es imposible acceder a ellos. No hay sendas, ni camino, ni itinerarios, ni carteles orientativos de ningún tipo. Para dar a conocer cuál es la delicada situación de este patrimonio, el equipo de investigación de la Universidad ha planteado al Ayuntamiento de Valencia mostrar todo este material «en una de las pocas fortalezas que quedan en la ciudad, las Torres de Quart».
El rosario de ejemplos de restos históricos y arqueológicos en apuros es abrumador. El castillo de Sagunto, Monumento Histórico Artístico, acumula más de 30 puntos negros en materia de seguridad para el visitante, carece de carteles explicativos o formativos y parte de sus murallas se mantienen en pie a duras penas, asediadas por filtraciones, tímidas inversiones y millones de chumberas que ocultan y dañan los restos.
 Poblado amurallado de Berfull, en Rafelguaraf.
El castillo comparte su desdicha con un BIC situado a pocos kilómetros, el Grau Vell de Sagunto. Se trata de uno de los recintos portuarios excavados más importantes del Mediterráneo y el único que queda de la costa valenciana pero desde hace años está sepultado por maleza y tierra y sin un proyecto de consolidación y musealización que permita hacerlo visitable.
Hace más de seis años dos prospecciones subacuáticas confirmaron la existencia de otro yacimiento contiguo, esta vez sumergido, donde se detectaron restos de una antigua construcción (un posible faro) y vestigios de cargamentos de las naves romanas que fondeaban cerca de la costa. Nada de esto ha podido salir a la luz.
En comarcas como la Ribera hay Bienes de Interés Cultural que más que joyas históricas parecen casas abandonadas. Es el caso del poblado amurallado de Berfull, en Rafelguaraf. Se trata de una urbe medieval fortificada compuesta por una sola calle y ubicada en medio de un llano. Es una de las pocas edificaciones de este tipo que hay en la Comunitat. Humedades, basura y enormes derrumbes convierten estos vestigios en auténticas ruinas. Una de las señas de Benifaió es la Torre de Musa, un torreón de origen árabe del siglo XIII que lleva años esperando una intervención.
Otro yacimiento histórico valenciano olvidado por la falta de intervenciones es la ciudad ibérica de Caudete, de los siglos V al III a.C., que acumula muros dañados. El Puntal dels Llops en Olocau (Valencia) es un fortín del siglo III a.C. que también se desmorona. El Castellet de Bernabé en Llíria, un caserío fortificado, está amenazado por desprendimientos y vegetación invasiva. «Su estado de conservación actual es muy malo. Se actuó en los años ochenta y desde entonces no se ha vuelto a intervenir», apunta Consuelo Mata, investigadora y profesora del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universitat de València.
En este paseo no apto para deprimidos hay que recalar por la Safor, comarca en la que también hay puntos negros como la capilla de l'Assumpció de la Mare de Déu de Gandia, muy cercana a la Insigne Colegiata, cuyo estado es tan crítico que asociaciones en defensa del patrimonio alertan de peligro de derrumbes debido a graves problemas estructurales.
También la ermita de Sant Vicent, que en su origen podría haber sido una mezquita, está en situación de avanzada degradación.
Otro caso es el de la ermita de la alquería de Martorell, asediada por filtraciones, goteras y cañizo podrido entre sus vigas. La imagen que presenta la vieja ermita es deplorable. Este edificio histórico lleva mucho tiempo descuidado. Tanto es así que el Ayuntamiento se vio obligado hace unos dos años a derribar la cubierta para que no se desplomara. Las inclemencias meteorológicas contribuyen a empeorar la situación. El templo es del siglo XX, no obstante su importancia radica en que está construido junto a un trapig del siglo XVI, en el que se molía caña para obtener azúcar.
Uno de los temas de más actualidad en conservación del patrimonio en Gandia es el de l'Alqueria de la Torre dels Pares, ubicada en los terrenos colindantes al futuro hospital comarcal, y que también presenta partes degradadas y ha sufrido actos vandálicos.
En la provincia de Castellón hay más vestigios que no pasan por su mejor momento. Es el caso de la Iglesia de la Purísima Concepción de Vall de Almonacid, que fue cerrada al culto en abril de 2005 cuando varias catas confirmaron la falta de solidez del firme y los problemas de cimentación del templo. Filtraciones de agua ya se llevaron por delante parte de la cubierta. Las crecientes grietas y la caída de cascotes suponían un peligro para los feligreses que, desde el cierre, celebran los oficios religiosos en un edificio municipal. Casi cinco años y medio después, se habló de ejecutar un proyecto de rescate que comenzaría en 2011. No ha empezado.
La Cartuja de Vall de Crist de Altura es otro ejemplo de joya histórica en apuros. Su existencia arranca en 1385 cuando se colocó la primera piedra de la iglesia de San Martín. Hoy, siete siglos después, es uno de los escasos edificios que se conservan dentro de este conjunto catalogado BIC. Sus ruinas piden a gritos una rehabilitación integral y un plan director para frenar los derrumbes que padece, el último en un muro de la cocina.
Actos vandálicos y robos «continuos han dañado aún más el antiguo monasterio. Este lugar ha tenido enorme importancia en el tiempo y hoy está en ruinas. Hace poco prometieron ejecutar el techado de la iglesia mayor, para poder preservar los muros», explica Manuel Sellés, miembro de la Asociación Cartuja de Vall de Crist, entidad que nació precisamente para rescatar del olvido este monumento y que hoy cuenta con más de un centenar de socios.
Otro detalle de hasta qué punto faltan medios para, al menos, dar a conocer el patrimonio insignia valenciano es la falta de folletos del museo de un tesoro cultural de la provincia y el único declarado Patrimonio de la Humanidad; la Valltorta. Tras agotarse recientemente, en la sala tuvieron que fotocopiar el último, que es lo que dejaban al turista para informarse. Desde que en 1998 la Unesco declarara Patrimonio de la Humanidad las pinturas rupestres que se conservan ha habido muchos planes. En noviembre el presidente de la Diputación, Javier Moliner, anunció un nuevo impulso para promocionar este rico legado. Quien sabe si algún día la historia valenciana podrá ser, por fin, interminable.
(Fuente: Las Provincias / Marina Costa)

11 de enero de 2016

Salen a luz importantes restos constructivos andalusíes en Martiricos (Málaga)

Las obras de las VPO dejan al descubierto restos constructivos y de calzada de los siglos XIII-XIV. Algunos expertos opinan que podría tratarse del palacio de Qasr Al-Sayyid, levantado en el año 1226 por el califa Al-Mamún y cuya existencia se conoce desde el año 1995.
En el interior del palacio podrían haberse efectuado enterramientos nazaríes. FOTO: FERNANDO GONZÁLEZ
La noticia ha corrido como la pólvora entre los arqueólogos de la ciudad. La aparición de restos de la época medieval en las obras de las VPO de Martiricos ha abierto un debate entre los expertos en la materia: ¿Y si se tratara de restos del desconocido palacio de Qasr al-sayyid levantado en el año 1226 por el califa Al-Mamún y que se intenta localizar en la zona próxima al río desde hace 20 años?

Virgilio Martínez Enamorado, doctor en Historia Medieval y profesor de la Universidad de Málaga, explica que la existencia de dicho palacio se conoce desde el año 1995, y que desde entonces se trata de averiguar su ubicación exacta. Fue mandado construir por un califa almohade cuando aún era gobernador de la ciudad y en su interior podrían haberse celebrado enterramientos nazaríes. «Podría tratarse del palacio de Qasr al-sayyid, similar al que hay en Granada y del que se tiene referencias por inscripciones en las fuentes árabes y sólo se sabe que estaba junto al río».

Aunque asegura que no sería descabellado pensar en su descubrimiento, este profesional confiesa que todos son hipótesis hasta que la empresa Taller de Investigaciones Arqueológicas termine su trabajo de campo sobre el terreno, que comenzó el pasado mes de diciembre. «Son restos que tienen su enjundia porque deben pertenecer al cinturón de Al Munia», expone.

POSIBLES FINCAS DE RECREO
Otros, como el arqueólogo e investigador Manuel Muñoz Gambero, creen que esos restos podrían corresponder a fincas de recreo de las personas con mayor nivel adquisitivo. Recuerda que en el año 1960 se descubrió junto al centro comercial Rosaleda una villa en cuyo interior había piezas de cerámica de gran valor. «En toda la zona de La Palmilla había muchas huertas; era algo así como las casas de campo de aquella época», resume.

Apelando al nombre del barrio, dice que en la zona ya se han encontrado varias necrópolis y que incluso en las actuales torres de Martiricos se concluyó que fueron enterrados los patronos de Málaga Ciriaco y Paula. «El nombre de Martiricos viene porque es un lugar de martirio, y por eso es muy interesante investigar qué es lo que se levantó en la zona tras la época romana. Aunque conocemos mucho sobre la etapa nazarí, aún quedan detalles muy importantes por descubrir».

ARRABALES DE LA CIUDAD ÁRABE
El catedrático de Arqueología de la Universidad de Málaga, Pedro Rodríguez Oliva, también apuesta más por la posibilidad de que se trate de arrabales de la ciudad árabe. Aunque no ha podido ver los restos en persona, explica que fuera de la muralla –que llegaba hasta La Goleta– solían ubicarse casas de campo entre grandes huertas. «No parece que sea una cosa excepcional; da la sensación de que es un terreno arenoso y tendrían que ser construcciones de poca entidad».

Para las excavaciones, que se iniciaron en los últimos días de diciembre, la promotora del proyecto de Martiricos, Espacio Medina, ha contratado a la empresa Taller de Investigaciones Arqueológicas. Según fuentes consultadas aún no están totalmente documentados los restos, pero todo apunta a que podrían datarse en la época medieval, en los siglos XIII ó XIV. También han aparecido algunos hallazgos que podrían corresponder a la época romana, pero se encuentran muy deteriorados.

19 de agosto de 2012

El yacimiento íbero Cerro de las Cabezas sigue sacando a la luz parte de su historia

Entre los hallazgos del yacimiento de Valdepeñas se encuentran una vasija de cocina así como restos de cerámica de diferente tipología.
Visita del alcalde de Valdepeñas a las excavaciones
del Cerro de las Cabezas.
Foto: ENCLM
El alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, ha visitado el yacimiento donde ha destacado la "generosidad" de la Asociación Cultural "Orisos" que ha llevado a cabo este curso en colaboración con el Centro Asociado a la UNED "Lorenzo Luzuriaga" de Valdepeñas y el Ayuntamiento de la localidad, que ha cedido las instalaciones del yacimiento para realizar un trabajo de campo así como el albergue para el alojamiento de los alumnos participantes.

Martín ha agradecido el trabajo de los alumnos "que están dedicando parte de su verano a Valdepeñas para hacer unas prácticas para sí mismos, pero que está revertiendo en el conjunto del conocimiento del Cerro de las Cabezas". Por otro lado, puso en valor las obras ejecutadas en la A-4 que han permitido facilitar la entrada con nuevas rotondas al yacimiento íbero y ha mostrado su interés por crear a través de un plan de empleo de la Diputación de Ciudad Real un grupo de trabajo de albañilería para que consolide el trabajo realizado de cara al invierno.

Por último, el primer edil ha recordado que el Cerro de las Cabezas está dividido en tres zonas por estatus como la acrópolis que está blindada por una muralla, la zona "burguesa" y la "obrera", ésta última ubicada en las faldas del cerro donde se están llevando a cabo las primeras excavaciones y donde se hallaron hace dos años dos cuerpos de adolescentes decapitados.

Por su parte, el director de la excavación, Julián Vélez, ha explicado que los trabajos pretenden extraer una secuencia cronológica de la historia del poblado íbero del Cerro de las Cabezas, desde el momento en el que surgió hasta que llegó a su mayor esplendor con una superficie que ocupó 14 hectáreas. En la importancia de los trabajos de planimetría también ha insistido el presidente de la Asociación Cultural "Orisos", Pedro Jesús Jaramillo, que ha apuntado que entre los hallazgos se encuentran una vasija de cocina así como restos de cerámica de diferente tipología.

El Cerro de las Cabezas es un yacimiento arqueológico de origen íbero-oretano, situado a unos ocho kilómetros al sur de Valdepeñas, se encuentra ubicado sobre un monte de aproximadamente 800 metros de altura, y abarca la zona comprendida entre la cima y la falda este, zona que ha sido ligeramente dañada por la construcción de la Autovía del Sur o A-4, que une Madrid con Andalucía.

El lugar estuvo habitado desde el siglo VI al II a. C. y la excavación se comenzó por la base del cerro. Se trata de una ciudad amurallada, de la que se conservan íntegramente los cimientos de las casas y los zócalos de la muralla exterior, hechos con grandes bloques de piedra que encajan perfectamente unos con otros. Por encima de los mismos se levantarían los muros propiamente dichos, hechos de adobe, que han desaparecido. En su interior, esta ciudad podría haber llegado a albergar a unas 4.000 ó 5.000 personas, lo que supondría el 1 por 100 de toda la población de la Península Ibérica de la época. La situación en su emplazamiento se debe a razones estratégicas por el control de la ruta entre el valle del Guadalquivir y la planicie de la Meseta Sur.

(Fuente: En Castilla La Mancha)

25 de septiembre de 2020

Afloran en Dénia dos casas islámicas del siglo XII

Los arqueólogos también esperan encontrar en la parcela la muralla que cerró la ciudad andalusí después de la ampliación de la medina

Las excavaciones que se están realizando en el antiguo solar del que fuera el emblemático edificio de El Penal -en la localidad alicantina de Dénia- han sacado a la luz los vestigios de dos viviendas islámicas con sus respectivos patios.

Fueron construidas durante la ampliación de la antigua medina de Daniya, ejecutada a mediados del siglo XII, sobre todo en época mardanís y después almohade. Esto es, en la última era de vigencia de la Dénia islámica, pocas décadas antes de que la conquista cristiana.

Así lo ha explicado el jefe del servicio municipal de Arqueología, Josep Antoni Gisbert, quien matizó que como sucede en todos los solares urbanos, también este ha sido sometido a un proceso de inspección e intervención arqueológica antes de que se edifique de nuevo en la parcela. Gisbert matizó que la excavación no ha afectado a la totalidad del solar, toda vez que se ha dejado «una banda de respeto para que no haya problemas con la cimentación de los muros perimetrales», las fachadas que todavía se conservan de la añorada finca de El Penal y que al estar protegidas deberán ser respetados por la futura construcción.

RESULTADO DE LA EXCAVACIÓN
En los primeros niveles de las prospecciones han surgido pozos ciegos básicamente de la segunda mitad del siglo XIX. 

Es en el segundo nivel de la prospección donde han aparecido las dos casas casi milenarias. «Son arquitecturas islámicas de carácter doméstico de cuando la medina de la vieja Daniya se amplió hacia el sur, formando una nueva banda de terreno urbano que se ubicaría entre las actuales calles Campo y Colón». El arqueólogo que a pie de campo ha dirigido la intervención, Josep Marqués Costa, añade que las dos viviendas se encontraban separadas por una calle transversal. También se aprecia de forma muy clara la andana de uno de los patios y una crujía que debía ser adyacente a una calle que todavía no se ha descubierto, pero se espera descubrir. 

Uno de los principales objetivos de los trabajos, que todavía siguen en marcha, es localizar en este solar el tramo correspondiente de la muralla que cerraba la nueva medina. Por eso, Marqués habla de que de momento «es el gran misterio de la excavación». Pero se sabe que está: ya cuando se realizaron las obras de alcantarillado de la calle Diana fue localizada; en realidad se trataba de dos lienzos, ambos de origen islámico: uno perteneciente a la propia muralla y otra a la barbacana. Los expertos esperan encontrar alguna de ellas también en El Penal y junto a esa calle que falta.

Gisbert detalla que toda lo que un día fue la orgullosa medina ampliada «tuvo un rápido proceso de abandono» cuando Jaume I conquistó las tierras al sur del Júcar. Eso viene a cuento porque en esta excavación no se espera encontrar grandes pertrechos domésticos de importancia; todos los cargaron a cuesta sus antiguos moradores cuando tuvieron que decir adiós a esta ciudad.

Pero sí que se ha hallado un objeto singular, «una pequeña sorpresa»: una cucharita de bronce sin demasiados paralelismos con otros objetos desenterrados de Daniya; en ese proceso de abandono también quedaron restos de cerámica tanto vidriada como común, fabricada en talleres de la propia Dénia andalusí descubiertos hace ya cuarenta años, entre la avenida del Montgó y la calle Teulada.

REPOBLACIÓN
Conforme fueron pasando los años tras la conquista, podemos imaginar pues una medina solitaria, con las calles caladas de silencio y las viviendas poco a poco convirtiéndose en pura ruina. Hasta que unos cincuenta años después, a principios del siglo XIV, las estructuras arquitectónicas fueron reaprovechadas para fundar la Vila Vella, el embrión de la nueva ciudad cristiana dentro de los límites del Castillo, y de dimensiones infinitamente menores a las que había tenido la gran Daniya.

26 de septiembre de 2016

Aparecen restos del asedio romano sobre Iliturgi en Mengíbar (Jaén)

Hasta el momento sólo se han llevado a cabo prospecciones superficiales en el terreno, del que, además de las armas, han surgido varias monedas cartaginesas y otra romana de gran rareza en la Península. El instituto Universitario de Arqueología Ibérica de Jaén prevé comenzar a excavar cerro Maquiz durante el primer trimestre de 2017.
Visitantes en el foro de Iliturgi en una imagen de archivo. 
La historia es un constante ajuste de cuentas. Cuando Escipión el Africano arrasó Iliturgi en el 206 antes de Cristo lo hizo movido por la venganza. Pocos años antes la ciudad había traicionado a su padre Publio y a su tío Cneo, que murieron a manos del ejército cartaginés. Tras descubrir numerosos restos del asedio en el cerro de la Muela un equipo de expertos de la Universidad de Jaén desarrolla un proyecto para documentar arqueológicamente la destrucción del llamado «oppidum» ibérico.

La descripción geográfica que el historiador Tito Livio hace de Iliturgi en su «Historia de Roma desde su Fundación» encaja con el paraje donde realiza sus prospecciones el Instituto Universitario de Arqueología Ibérica. Además, las armas descubiertas a flor de tierra aclaran que en esta zona, situada en el término municipal de Mengíbar (Jaén), tuvo lugar un impresionante asedio.

El equipo trata de determinar ahora si las tropas romanas hostigaron a una guarnición de gran importancia o a una ciudad ibérica defendida por cartagineses. Dadas las características de los hallazgos, el director del proyecto, Juan Pedro Bellón, se inclina por la segunda opción.

COMBATE FEROZ
Las piezas de plomo lanzadas con hondas, las puntas de flechas y jabalinas, las hojas de lanza y las tachuelas del calzado de los soldados romanos que jalonan Cerro Muela son las pruebas que certifican que en este espacio no tuvo lugar una escaramuza, sino un feroz asedio. Tito Livio cuenta que Escipión no tuvo piedad de los iliturgitanos.

Las tropas romanas no hicieron prisioneros ni saquearon la ciudad. El botín no entraba en sus planes. Se limitaron a asesinar a los hombres, armados o indefensos, que poblaban la ciudad fortificada. También a los niños. Tras la matanza, el general ordenó prender fuego a las casas y dirigió sus tropas, para saldar cuentas pendientes, hacia Cástulo, que se rindió sin presentar batalla.

Escipión quería borrar de la memoria a Iliturgi. Y lo habría conseguido de no ser por el relato de Tito Livio. También ayuda a mantenerla viva el trabajo de campo desarrollado por el equipo de este proyecto, financiado por la Junta de Andalucía, que determinará previsiblemente la ubicación del asedio de la ciudad ibérica.

La romana, con el mismo nombre, está ubicada a un kilómetro de cerro de la Muela, en cerro Maquiz, en el que se superponen las acrópolis, ya que se han descubiertos vestigios de una población del siglo V antes de Cristo.

Iliturgi tenía una gran importancia estratégica en la antigüedad. Radicada en la confluencia de tres ríos (Guadalquivir, Guadalimar y Guadalbullón), era la puerta de entrada hacia el valle del primero, y también paso obligado de las migraciones bélicas que se dirigían hacia la zona oriental mediterránea. De ahí la pugna de romanos y cartagineses por hacerse con el control de la ciudad, que paso de unas manos a otras hasta que Escipión acabó con ella.


PRIMER ASEDIO
La relevancia del hallazgo radica en que por primera vez se documentará arqueológicamente el asedio del ejército de Roma a una ciudad cartaginesa en el marco de la segunda guerra púnica. Así, el asedio romano a Sagunto se sustenta en la literatura histórica, pero no se ha esclarecido sobre el terreno. «No porque no sucediera, por supuesto, sino porque no contamos con evidencias arqueológicas al respecto», aclara Bellón.

Por fortuna, en cerro de la Muela, en lugar de viviendas hay olivares, lo que facilita los trabajos previos a la excavación, que debe de autorizar la Junta de Andalucía. Hasta el momento sólo se han llevado a cabo prospecciones superficiales en el terreno, del que, además de las armas, han surgido varias monedas cartaginesas y otra romana de gran rareza en la Península.


El instituto arqueológico, que prevé comenzar a excavar cerro Muela durante el primer trimestre de 2017, confía en encontrar en el subsuelo numerosas huellas y también los restos de las víctimas de la matanza. La rabia y el deseo de venganza de los romanos se trasladaron hasta el final de las Guerras Púnicas, cuando Cartago fue destruida y arrasada.


EL GENERAL QUE DERROTÓ A ANIBAL
Desde muy joven: Luchó contra los cartagineses de Aníbal que habían invadido Italia en Tesino en 218 a. C., cuando tenía 18 años. Allí rescató a su padre herido.

Coraje en la derrota: En Cannas, Aníbal infligió a Roma la mayor derrota de la historia (entre 50.000 y 70.000 romanos muertos). Escipión estaba allí, con 20 años, en 216 a. C. Se sobrepuso con coraje.

Muerte familiar: Después de Cannas, el hermano de Aníbal, Asdrúbal, aniquiló el ejército romano en Hispania. Mueren su padre y su tío, tras la traición de varias ciudades, como Iliturgi.

Casi procónsul a los 24: Roma vive sus horas más bajas, nadie se atreve a pedir el mando de la revancha en Hispania. Escipción se ofrece aunque no tenía la edad. Al final le envían como general.

Toma Cartagena: Escipión decide dar un golpe decisivo y lanza su ejército contra la capital púnica en Hispania, la actual Cartagena, una audacia y logro logístico que devolvió la moral a Roma.

Victoria: La II Guerra Púnica se alarga hasta la victoria de Escipión sobre Aníbal en Zama en 201 a. C. Allí se decidió el declive de Carthago y la hegemonía de Roma, ya casi imperial.

24 de septiembre de 2013

Localizan una villa romana y otra medieval en la playa de San Juan (Alicante)

Los arqueólogos hallan restos de cerámica y hasta huesos que utilizaban las mujeres romanas para recogerse el pelo - Los hallazgos del siglo XV podrían ser el origen de Torre Bosch

Las obras para la construcción de un parque inundable para almacenar el agua de lluvia en la playa de San Juan ha dejado al descubierto valiosos vestigios de épocas pasadas. En concreto, se han localizado restos de una villa romana, de entre los siglos I y VI, y de un asentamiento medieval de los siglos XIV y XV que, según los trabajos arqueológicos realizados, podría ser el origen de la conocida Torre Bosch, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC).

Estructuras de la época del Alto Imperio
Los hallazgos se localizan en el entorno de la avenida Conrado Albadalejo, en el marco de las obras que acomete Aguas de Alicante para construir el parque del Marjal. Durante los trabajos arqueológicos se ha podido documentar la existencia muros y estructuras romanas, de la época Alto Imperial. Los restos se corresponden con una casa de campo del entorno de la ciudad romana de Lucentum, del Tossal de Manises.

Vertederos tardorromanos
También se han localizado vertederos de la época tardo-romana, correspondientes a los siglos IV y VI, que fueron construidos después de que la villa fuera abandonada, según explicaron desde Aguas de Alicante.

En estos vertederos se han encontrado desde trozos de cerámica a restos de comida como huesos de animales e, incluso, algunas piezas de bronce y agujas para el pelo hechas con hueso que las mujeres romanas utilizaban para recogerse el cabello. Una vez inventariadas, estas piezas podrían exponerse en algún museo.

La importancia de los restos reside, sobre todo, en esos objetos que se recuperarán y se expondrán. Así, una vez que toda la zona se documente, se fotografíe y la Conselleria de Cultura lo autorice, los muros podrían taparse o destruirse para proseguir con las obras del colector que debe pasar por la zona.

Muros de los siglos XIV y XV
Lo mismo ocurrirá, probablemente, con los restos medievales localizados la zona más próxima a la rotonda de la avenida Pintor Pérez Gil. Se trata de restos de un asentamiento bajomedieval cristiano, según explican desde Aguas. Los muros hallados se corresponden con los siglos XIV y XV y también se han encontrado algunos vertederos de la época.

Este asentamiento podría ser el origen de Torre Bosch, un conjunto protegido como BIC compuesto por una casa con torre vigía del siglo XVI que se encuentra en buen estado de conservación y que se sometió a una reforma en 1960, tal y como consta en la ficha del catalogo de bienes y espacios protegidos.

Según explican los arqueólogos de ARPA Patrimonio que ejecutan los trabajos, han aparecido estructuras de casas de época bajomedieval cristiana y diferentes materiales como loza azul del siglo XIV y también loza dorada y azul del XV. Está todo muy fragmentado, explican los arqueólogos.

Desde Aguas de Alicante explican que el hallazgo de estos restos arqueológicos ralentizará las obras en el tramo afectado, pero que se trata de un punto que no es crítico dentro del proyecto y que, por tanto, no afectará a la planificación ni al plazo de finalización, previsto para la próxima primavera. El parque actuará como un depósito, reteniendo el agua de lluvia, y minimizando así las inundaciones en la zona.

(Fuente: Información / Sylvia Escribano)

1 de junio de 2012

El urbanismo íbero desvela sus secretos en el yacimiento de Arbeca (Lérida)

El avanzado estado de las excavaciones que lleva a cabo la Universidad de Lérida ha convertido la fortaleza en un atractivo turístico de la comarca de Les Garrigues.
Excavación de siete casas de la fase fundacional de la fortificación
cercano a la torre puerta abierta a Levante.
Foto: Grupo de Investigación Prehistórica UDL.  
¿Cómo eran las casas en la Edad del Hierro y que relación tenían con el recinto fortificado? Es una de las preguntas que se podrá empezar a responder este mismo mes gracias a los trabajos de excavación que han empezado esta semana en los Vilars de Arbeca, un yacimiento íbero único en Europa por sus características y su estado de conservación. Una labor que el Grupo de Investigación Prehistórica de la Universitat de Lleida (UdL) inició en 1985 y que ha sido muy intensa en la última década, hecho que permite poder pasearse y volver al pasado de la fortaleza.

“Estamos trabajando en la fase fundacional, hecho que le añade un interés especial que sólo se puede realizar en algunas zonas de la fortaleza”, explica el director de las excavaciones y catedrático de Prehistoria de la UdL, Emili Junyent. Los trabajos pondrán al descubierto la relación de las casas con la muralla contigua que, entre otros aspectos, estaban caracterizadas por tener una gran estancia o vestíbulo. Cabe destacar que, hasta el momento, los vestigios más antiguos que se han encontrado de la época –siglo VIII a.C.– provienen de los Vilars, hecho que da aún más relevancia a la actual campaña.

Los trabajos actuales, que concluirán con la realización de un curso de estudiantes que se organiza cada año en el marco de la Universitat d’Estiu de la UdL, se reprenderán en otoño con otra de las intervenciones más importantes. Se trata de la restauración de uno de los pocos tramos de muralla aún pendiente: la vertiente noreste donde precisamente ahora se excavan las casas. El ritmo de trabajo de este año ha empezado a paralizarse y la tendencia de futuro es, como mínimo, incierta. “Esta dinámica está en peligro”, sentencia Junyent, aunque apunta que si la crisis frena las excavaciones, el yacimiento no se resentirá porque se ha avanzado mucho respecto a la restauración, acondicionamiento y museización del espacio.

Incógnitas por resolver
Los trabajos aun pueden resolver muchas dudas sobre el sentido de las construcciones de la época. Junto a la fortaleza está el llamado campo norte, que tiene casi el doble de extensión. En ese espacio podría estar ubicada la contraguardia del recinto a parte de la canalización que hacía llegar el agua hasta el foso. De momento se trata de una zona en la que no se puede excavar, ya que el terreno no es de propiedad municipal. La idea es, en un futuro, adecuarlo y convertirlo en un parque arqueológico que recupere la vegetación de ribera antigua.

Junyent cree que los Vilars tendrían que ser considerados como “la Empúries de Ponent”, situando el yacimiento como un equipamiento de primer orden. “En pocos sitios se puede leer el proceso de formación inicial de la cultura íbera como aquí”, explica. De hecho, los restos arquitectónicos conservan más de cuatro siglos de historia pertenecientes a una misma comunidad, los ilergetes, que abandonan el lugar en el siglo IV a.C. “Nos permite conocer la propia evolución de lo que sería su cultura material”, añade el director de las excavaciones.

Atractivo turístico
La fortaleza ha ido ganando terreno ya no tan solo como bien cultural –con el reconocimiento a nivel nacional- sino también como uno de los principales enclaves turísticos de la comarca. Los datos recogidos por el Ayuntamiento de Arbeca (Les Garrigues) durante el 2011 cifra en 5.000 el número de visitantes. Por ese motivo, tal como explica la técnica del área de promoción económica del consistorio, Mavi Vidal, "la idea es apostar por crear rutas que integren el patrimonio con otros elementos característicos de la zona como la gastronomía".

27 de septiembre de 2022

Los arqueólogos revelan el intenso flujo comercial entre Regina Turdolorum y el sur de Hispania

Los trabajos de las Universidades de Marburg, Viena y Cantabria revelan el intenso flujo comercial que existió entre la ciudad pacense de Regina Turdolorum y el sur de Hispania
Apareció un importante conjunto de ánforas de salazones de pescado en el edificio excavado en los límites de la trama urbana de Regina.

A principios de septiembre arqueólogos de las universidades de Viena y Marburg volvieron al yacimiento de Regina Turdolorum para continuar con el proyecto internacional que, en colaboración con la Universidad de Cantabria, pretende conocer detalles en relación al perímetro de la ciudad y al territorio que controlaba la antigua urbe romana.

Buscando los límites de la trama urbana por la zona sureste, los arqueólogos llevaron a cabo un sondeo de 4 por 7 metros tras detectar la pasada campaña interesantes anomalías en el terreno por medio de la resistividad eléctrica. Dada la ubicación y los resultados de intervenciones arqueológicas precedentes, se esperaba localizar estructuras de delimitación perimetral como una muralla o un foso defensivo. Sin embargo, conforme avanzaban las excavaciones fueron aflorando muros de notables dimensiones que pertenecieron a una edificación de naturaleza aún desconocida. Con el paso de los días y el avance de los trabajos se fueron encontrando respuestas muchas de las dudas que generaban dichas estructuras.

“Ha sido un descubrimiento sorprendente” apunta Felix Teichner, profesor de la Universidad de Marburg (Alemania). “Ha aparecido un importante conjunto de ánforas de salazones de pescado que se podrían datar en el siglo II dC. Procederían del sur de Hispania, en concreto de la zona gaditana. Estos hallazgos desvelan la importante relación comercial de una ciudad de interior como es Regina con las zonas costeras del sur. Ahora toca analizar los restos encontrados, cronología exacta y tipología de las ánforas y demás restos que se han exhumado, para saber si estamos ante un almacén o una taberna situada en los límites de la ciudad. Una vez tengamos las conclusiones plantearemos una hipótesis más definida sobre la naturaleza del edificio”.

El pasado sábado, dicha edificación, con muros de más 2 metros de altura, fue cubierta de nuevo para su protección a la espera de futuras intervenciones.

Paralelamente se realizó otro sondeo de menores dimensiones cuyos resultados han sido también positivos. Se localizaron estructuras cubiertas con pavimento hidráulico pertenecientes a una casa romana situada junto al decumano máximo, la calle principal de la ciudad. “Podría ser una especie de impluvium o una pileta. Sorprende su profundidad y también la calidad de la obra y los materiales utilizados” comenta Teichner. Los restos exhumados se encuentran en muy buen estado de conservación.

En las tres semanas de trabajo se han llevado a cabo también prospecciones en superficie en distintas localizaciones del territorio que controlaba Regina. En esta fase del proyecto y bajo la dirección de Günther Schörner, catedrático de Arqueología en el Instituto de Arqueología Clásica de la Universidad de Viena, los trabajos se han extendido a zonas aledañas a Regina como la cercana sierra de San Miguel donde se han detectado nuevos yacimientos relacionados con la minería en tiempos de la ocupación romana. Los trabajos en superficie se han realizado también en multitud de parcelas en el término municipal de Casas de Reina y otras localidades próximas. Se han encontrado una decena de nuevos yacimientos que no estaban catalogados. Además, se ha conseguido afinar la cronología y funcionalidad de los yacimientos ya conocidos. Schörner destaca que Regina “tuvo una intensa actividad agrícola en época prerromana y romana, los restos así lo evidencian. Es un lugar ideal para investigar. Hay mucho por descubrir y mucho por estudiar”.

Asimismo se han realizado prospecciones geofísicas en zonas próximas al yacimiento con el fin de determinar las posibles edificaciones de tipo agropecuario desde las que se controlaba el trabajo de las tierras. Estas prospecciones junto con las superficiales son las bases fundamentales de este proyecto que cuenta también con el apoyo fundamental de la Universidad e Cantabria de la mano del arqueólogo Jesús Ignacio Jiménez Chaparro. . El proceso se inicia con la localización superficial de materiales. Una vez localizado el yacimiento se procede a la la prospección geofísica y como último paso se puede proceder a unas excavaciones puntuales para confirmar datos.

Como novedad en esta fase del proyecto se han realizado pruebas paleobotánicas con el fin de conocer qué se cultivaba en Regina. Dos paloebotánicas de la Universidad de la Emilia Romana se han encargado de recoger muestras de polen de distintas épocas en distintas zonas del yacimiento.

La cooperación entre universidades es otra de las bases de este proyecto. Según Víctor Martínez Hahnmüller, uno de los directores del proyecto, “se han cumplido todos los objetivos científicos en esta fase del proyecto. Ahora toca analizar y estudiar todos los datos recopilados”. Cabe destacar que el proyecto ha tenido también un carácter didáctico. En las excavaciones han participado estudiantes de las Universidades de Viena y Marburg que han tenido en Regina su primera experiencia en lo que a trabajos de campo se refiere. En total, 32 personas han participado en los trabajos que concluyeron el pasado sábado y que han contado con un importante apoyo logístico por parte del Ayuntamiento de Casas de Reina. En el proyecto colaboran además la Fundación de Estudios romanos y el Museo Nacional de Arte Romano. En la próxima primavera se pondrá en marcha una nueva fase de este proyecto que se alargará hasta 2024 y que busca desvelar como se articulaba la ciudad de Regina con el territorio que controlaba.

16 de enero de 2023

Sale a la luz la masacre romana de una ciudad navarra

Hallan once cuerpos con señales de violencia, entre ellos dos niños pequeños, en un cruce de calles de la población berona del s. I a. C. que estaba junto a lo que hoy es Viana.
Parte del equipo de arqueólogos junto a la excavación de La Custodia. Al fondo, Viana. URKO SARASOLA
 
La Custodia, una ciudad berona situada muy cerca lo que hoy es Viana y que alcanzó una importancia notable en los siglos II y I antes de Cristo, demuestran que la población fue destruida a sangre y fuego por las tropas del romano Sertorio. El equipo que dirige Javier Armendáriz Martija, profesor de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la UPNA y de la UNED-Pamplona, ha descubierto en el cruce de dos calles de la antigua ciudad los restos de once cuerpos, dos de ellos niños, con signos evidentes de haber sido atacados con hondas, lanzas y espadas. Nunca se habían encontrado tantos cuerpos en un yacimiento de esta época en lo que era Hispania. El hallazgo, que Armendáriz desveló en una reciente conferencia en Viana, corrobora la historia que ya sugerían los descubrimientos de anteriores campañas (tres cuerpos también con signos de violencia y la munición de un hondero romano): que la ciudad fue destruida por completo por los soldados de Sertorio, hasta el punto de que los supervivientes, si los hubo, ni siquiera regresaron para recoger y enterrar a sus muertos. La Custodia desapareció con ese ataque ocurrido en torno al año 76 antes de Cristo, ya conocido por los textos de Tito Livio, y su legado se trasladó unos kilómetros al sur, donde se fundó la ciudad de Vareia en el lugar donde hoy se encuentra un barrio de Logroño, el de Varea.

Toda una ciudad arrasada
En La Custodia apenas se ha excavado un 0,2% de las 14 hectáreas que ocupaba la vieja ciudad. Una primera cata, realizada en 2018 junto a la carretera nacional, descubrió un cruce de calles donde yacían cuatro cuerpos. En uno de ellos se podía apreciar huellas de un espadazo a la altura de una oreja. En otro quedaron las huellas de un ataque brutal: el berón, de unos 20 años, trató de protegerse con un brazo , pero no pudo evitar que le mataran de varios espadazos en el cráneo y otro en el cuello. Otra de las catas, excavada en 2020, deparó un hallazgo sorprendente de carácter bélico: toda la munición de un hondero romano, casi 60 balas de plomo. Aquel soldado de Sertorio debió verse en una circunstancia difícil, que le obligó a deshacerse de la bolsa donde llevaba aquellas balas, que pesan unos tres kilos. Tampoco regresó a por ellas. Mala señal.

La última cata en la Custodia se realizó en 2021 y 2022. Financiada por el Ayuntamiento de Viana y el departamento de Cultura del Gobierno de Navarra, en ella participaron arqueólogos profesionales y estudiantes de Historia de la UPNA y de la UNED, además de voluntarios vecinos de Viana como Luis Arazuri, Diego Jiménez Duque, Antonio Arazuri y Juan Brualla. La excavación descubrió un cruce de calles y confirma la batalla calle por calle. “Hay un nivel de incendio que corrobora que todo el espacio urbano de La Custodia se arrasó. No hubo ocupación posterior ni siquiera recuperaron los cuerpos. Tuvo que ser una desbandada terrible si es que no mataron a todos. Pero entraron para saquear, para acabar con todo, llevarse los alimentos, quien sabe si las mujeres… “, señala Armendáriz.

En esas calles aparecieron once cuerpos, y las huellas de violencia aparecen por doquier. En el cruce, enfilando una de las calles aparecen el cuerpo de un adulto con signos de un corte y junto a él, restos, solo unos dientes, de un niño de unos dos años. Muy cerca, otro niño también de esa edad, al que le falta el cráneo, que se encontró a unos metros de distancia. Pudo ser decapitado. En la calle principal, en un lado, aparecieron esqueletos de otros cinco hombres adultos. A uno de ellos se le ve con claridad que se le amputó el brazo. Junto a estos cuerpos aparecieron una moneda de acuñación reciente, anillos, placas de cinturón y la vaina de un puñal. “El arma se lo llevarían, porque los puñales íberos y berones eran muy apreciados”, apunta Javier Armendáriz. Finalmente, a unos metros en la calle principal se desenterraron otros tres cuerpos, también adultos. Junto a uno de ellos aparece restos de una lanza, quizá un pilum romano. Junto a otro, la punta de una lanza. También apareció una marmita, y dos fíbulas (broches metálicos para unir partes de la vestimenta). “Estos pueblos tampoco se andaban con chiquitas. Eran sociedades guerreras, hacían exhibición de su armas y combatían uniformados”.

Todos los cuerpos, en general, estaban en mal estado. Con toda probabilidad, cayeron sobre ellos los restos de las casas incendiadas. Algunos carecen de extremidades enteras, un extremo que el arqueólogo atribuye a la acción de animales carroñeros, como buitres, después del incendio. “Se nota por ejemplo las costillas abiertas”. En todo caso, se han conservado lo suficiente para que abran las puertas de futuras investigaciones. “No hay demasiado testimonios de este periodo ni tampoco de la Edad del Hierro”.

Una guerra civil entre romanos que terminó para siempre con varias ciudades
El norte de la Península Ibérica era hogar, en el siglo I antes de Cristo, de tribus y pueblos como vascones, várdulos, jacetanos, celtíberos… Lejos de pensar en ellos como gentes primitivas, hay que tener en cuenta que fundaron poblaciones de relevancia, que funcionaban casi como ciudades estado, con monedas y autoridades propias, aunque estuviesen dentro de la órbita romana. En La Custodia se han encontrado monedas con la inscripción ‘Uarakos’, referida al nombre prerromano de la ciudad, Uara, y los restos de las calles demuestran una buena planificación,con elementos como los pasos elevados de acera a acera, que se han hallado en ruinas como Pompeya, muy posteriores. Comerciaban entre ellos y viajaban, lo que favorecía el intercambio cultural entre ellos. “Su calidad de vida era mejor que la de la Edad Media, por ejemplo”, dice Armendáriz.

En los territorios que hoy ocupa la Rioja y parte del oeste de Navarra vivían los berones, que fundaron ciudades como Libia (hoy Leiva) o Tritium (Tricio). Entre Viana y Logroño, en Monte Cantabria, crearon una ciudad en los siglos IV y III antes de Cristo, que después se consolidó a unos 5 kilómetros, en La Custodia, una ciudad de más de 14 hectáreas de superficie. “Fue una de las mayores del Valle del Ebro”

Aunque estaban ya insertos en el mundo romano, la posición de estas ciudades fue muy difícil en la guerras sertorianas, un conflicto civil que en Hispania enfrentó del 82 al 72 antes de Cristo a dos militares romanos, Quinto Sertorio y Pompeyo. Las ciudades prerromanas se aliaron con uno o con otro. La Custodia se puso del lado de Pompeyo, se convirtió en objetivo de Sertorio, que la destruyó como hizo con otras ciudades del valle del Ebro o Irulegi, junto a Pamplona. Armendáriz compara lo que se pudo vivir en La Custodia con lo ocurrido en la ciudad ucraniana de Bucha el año pasado. Tanto en una como en otra ciudad, en una época como en la otra, la imagen resultante es una calle repleta de cadáveres. “Con 2.100 años de diferencia se repite la misma táctica de tierra quemada, de destruir y de matar.”

Proyectiles de honda lanzados a muy corta distancia
En ese cruce de calles excavado en La Custodia se dio otro hallazgo que sorprendió a Javier Armendáriz y su equipo: hasta siete balas de honda, la mayoría muy cerca de los cuerpos. Los honderos romanos eran un cuerpo que generalmente actuaba en campo abierto, en primera línea junto a los arqueros, lanzando sus balas todos a la vez y con gran puntería. “Se les adiestraba desde niños y esos proyectiles podían alcanzar grandes velocidades, 100 o 150 kilómetros por hora”. Por eso, resulta insólito que en La Custodia las hondas se emplearan a distancias muy cortas, de 15 o 20 metros. “En Hispania no hay ningún otro caso de esta época”. Y lo hicieron con precisión casi total: de las siete, seis acertaron. “Hay que tener en cuenta además que se trataba de una acera con porche, lo que reduce el campo visual del hondero”. Las balas, curiosamente, aparecen en parejas, un extremo que todavía deben estudiar. “Se ve que iban hacia el sur, lo que confirma nuestra sospecha de que el ataque de Sertorio vino desde el norte”, dice Armendáriz, que seguirán investigando los restos, incluso haciendo “arqueología experimental, lanzando proyectiles”, para reconstruir lo que ocurrió en La Custodia hace cerca de 2.100 años.