google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

14 de enero de 2025

El "dios Nilo" regresa a Cabra 91 años después de su descubrimiento

La pieza se expone cedida durante al menos cinco años por el Museo de Córdoba. Está considerada como uno de los grandes exponentes de la arqueología romana en Andalucía. Estudiada durante décadas por los investigadores, destaca por la inscripción en su pedestal que sugiere un vínculo con el culto a Isis.

La valiosa escultura "Nilo de Igabrum", hallada en 1934 en Cabra (Córdoba) ya se expone en el museo arqueológico de esta localidad 91 años después de su descubrimiento. Cedida por el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba, se trata de una pieza relevante en la arqueología romana y que representa al dios Nilo.

El "Nilo de Igabrum", que va a permanecer al menos cinco años en el Museo Arqueológico de Cabra, está considerado es una pieza considerada como uno de de los grandes exponentes de la arqueología romana en Andalucía.

La escultura ha sido objeto de estudio durante décadas y ahora se expone en la localidad donde fue encontrada, a donde ha llegado con una ceremonia de entrega en la que han participado el alcalde de Cabra, Fernando Priego, el delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Córdoba, Eduardo Lucena y el director del Museo Arqueológico de Cabra, Antonio Moreno.

La escultura, hallada de manera casual en 1934 en el norte del término municipal de Cabra, es una pequeña obra de mármol que representa un cuerpo masculino recostado, sosteniendo una cornucopia y acompañado de un cocodrilo, elementos que evocan la riqueza del simbolismo romano.

A pesar de su estado fragmentado, la escultura ha despertado el interés de investigadores, especialmente por la inscripción en su pedestal que sugiere un vínculo con el culto a Isis. Este hallazgo podría representar el segundo testimonio arqueológico del culto isiático en la antigua Igabrum, lo que añade un valor incalculable a la pieza.

13 de enero de 2025

Comienza la excavación de la Domus Romana descubierta en el Castro de Pereiras (Vigo)

La sexta intervención en el yacimiento, autorizada por la Xunta, permitirá avanzar en el estudio de esta villa romana, con la dirección del arqueólogo Mario Pereiro

El servicio de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia, ha autorizado una nueva fase de excavación en el Castro de Pereiras (Vigo), donde comenzarán el próximo lunes los trabajos centrados en la Domus Romana descubierta a finales de 2024. Esta sexta intervención en el yacimiento tiene un carácter especialmente significativo, ya que será financiada íntegramente por la comunidad de Montes de Pereiras, según lo aprobado en la asamblea celebrada el pasado mes de diciembre.

La excavación estará dirigida por el arqueólogo Mario Pereiro, quien encabezará un equipo de trabajo de la empresa Tempos e Castelos no Aire. La intervención se centrará en la excavación en planta de la domus, un hallazgo que abre nuevas posibilidades para el conocimiento de la historia de la zona y su ocupación romana.

El departamento de Patrimonio anima a la ciudadanía, como en las anteriores intervenciones, a acercarse durante las dos semanas que durarán los trabajos. Los responsables del proyecto estarán disponibles para resolver cualquier duda y explicar los avances en las excavaciones.

Con esta nueva fase, el Castro de Pereiras sigue siendo un punto clave en la investigación y preservación del patrimonio arqueológico de Galicia, consolidándose como un referente en el estudio de los asentamientos romanos en la región.

8 de enero de 2025

¿Cómo saben los arqueólogos la edad de los yacimientos y objetos antiguos?

Desde la datación por radiocarbono hasta la comparación de diseños a través de los tiempos, los arqueólogos son expertos en reunir pistas para calcular la antigüedad de los objetos.

Pregúntale a un arqueólogo la antigüedad del yacimiento que está excavando y es posible que no sepa darte una respuesta. Aunque tengan una corazonada, un yacimiento sólo se puede datar con exactitud después de haberlo descubierto y excavado.

Determinar la edad arqueológica de un yacimiento no siempre es fácil, pero los investigadores tienen a su disposición diversas técnicas de datación relativa (métodos que proporcionan una cronología aproximada) y absolutas (formas más precisas de demostrar la edad de un objeto).

Datación relativa
Las técnicas de datación relativas se desarrollaron antes en la historia de la arqueología como profesión y se consideran menos fiables que las absolutas. Existen varios métodos diferentes.

En estratigrafía, los arqueólogos parten de la base de que los yacimientos se estratifican con el paso del tiempo, dejando capas más antiguas debajo de las más recientes. Como en un pastel de capas o una lasaña, se supone que las capas inferiores de un yacimiento son más antiguas que las superiores. Los arqueólogos utilizan esta suposición, denominada ley de superposición, para determinar una cronología relativa del yacimiento. A continuación, utilizan pistas contextuales y técnicas de datación absoluta para determinar la antigüedad de los artefactos hallados en cada capa.

La seriación, en la que se analizan estadísticamente grupos de artefactos del mismo yacimiento y se ordenan cronológicamente, también puede indicar la antigüedad de un yacimiento. Los objetos pueden agruparse según su estilo o frecuencia para ayudar a determinar una secuencia cronológica.

La datación relativa tiene sus límites. Sus técnicas suelen ser subjetivas y la ubicación de un artefacto dentro de un yacimiento o en relación con otros objetos puede no reflejar su edad cronológica real, ya que los objetos pueden haberse desplazado en algún momento. Para obtener una datación más precisa, los arqueólogos recurren a un arsenal cada vez mayor de técnicas de datación absoluta.

Datación absoluta
La datación por radiocarbono, quizá la técnica de datación absoluta más famosa, se desarrolló en la década de 1940 y se basa en la química para determinar la edad de los objetos. Utilizada en materia orgánica, la técnica mide la cantidad de desintegración de carbono radiactivo para determinar la edad de un objeto. Su inventor, Willard Libby, acabó ganando un Premio Nobel por su descubrimiento.

La datación por termoluminiscencia mide cuántos años han transcurrido desde el calentamiento de un material que contiene un mineral cristalino. Esta técnica permite datar sedimentos, cerámicas y otros materiales. La dendocronología, el estudio de los anillos de los árboles, puede datar estructuras u objetos de madera.

También pueden utilizarse otras técnicas basadas en la química. En algunos casos, los arqueólogos también encuentran fechas escritas en objetos o grabadas en registros históricos para proporcionar fechas absolutas.

La datación absoluta tiene sus inconvenientes: las técnicas pueden ser caras y proporcionar menos claridad de lo que su nombre podría sugerir. La datación por radiocarbono, por ejemplo, sólo puede realizarse en objetos de menos de 62 000 años de antigüedad, sólo da como resultado intervalos de fechas y puede fallar cuando los objetos entran en contacto con material orgánico más joven. No obstante, las nuevas técnicas de datación han ampliado la capacidad de los arqueólogos para determinar la antigüedad y la historia de los yacimientos.

Combinando estas herramientas
A menudo se combinan las técnicas de datación relativa y absoluta, como cuando se utiliza una crónica histórica o un estilo de cerámica para obtener una fecha más precisa de un objeto que ha sido situado en un intervalo de 500 años mediante una técnica química.

Dado que la mayoría de las técnicas de datación absoluta utilizan muestras de material descubierto durante una excavación, los arqueólogos pueden intentar obtener una fecha aproximada mientras se examina un yacimiento. Este proceso, que se basa en información contextual, se conoce como datación puntual. Estos datos pueden orientar la datación absoluta en fases posteriores del proceso.

7 de enero de 2025

Las excavaciones en el castro vettón de Villasviejas del Tamuja avanzan novedades para reconstruir su historia

De momento se ha intervenido en dos puntos del yacimiento: la muralla del recinto Sur y la zona funeraria de El Mercadillo, localizada unos 300 metros al sur del castro.

Las últimas excavaciones realizadas por investigadores del Instituto de Arqueología-Mérida (IAM-CSIC) en colaboración con la Universidad de Extremadura y CICYTEX en el castro vettón de Villasviejas del Tamuja avanzan importantes novedades para reconstruir su historia. 

Este año se prevén nuevos avances en el proyecto de investigación que lidera Victorino Mayoral, científico titular e investigador principal del del IAM-CSIC, que se inició en 2016 y que está financiado principalmente por la Junta de Extremadura, a través de sus planes regionales de I+D. Este otoño se ha desarrollado una nueva campaña de excavaciones en el castro vettón de Villasviejas del Tamuja (Botija, Cáceres), considerado como uno de los sitios arqueológicos más representativos y mejor estudiados de la protohistoria extremeña, cuya ocupación abarca desde el siglo IV hasta el I a.C, es decir la Segunda Edad del Hierro y la transición al período romano. 

En esta ocasión, los trabajos se han centrado en contrastar la información aportada por los sistemas no invasivos (prospección geofísica y teledetección) a fin de confirmar su interpretación histórica. En particular, se ha intervenido en dos puntos del yacimiento: la muralla del recinto Sur y la zona funeraria de El Mercadillo, localizada unos 300 metros al sur del castro. 

En el primer caso, la excavación se ha orientado a continuar documentando el acceso monumental al recinto amurallado, detectado con ayuda del georradar y que ya fue objeto de intervención en el verano del año pasado. Los resultados más destacables han sido la documentación de toda la secuencia de cambios que van desde la construcción de la muralla hasta su reaprovechamiento para crear los bancales para el cultivo. En la etapa de abandono de la fortificación se ha vuelto a registrar la presencia de construcciones que se superponen a la muralla y que se corresponden con la última etapa de vida del castro. Los materiales hallados sugieren que esa ocupación se produjo ya hacia finales del siglo I a. C, es decir, en los comienzos de la etapa imperial. En ese mismo contexto se ha recuperado una moneda con un valor muy singular. Se trata de un nuevo ejemplar de la emisión bilingüe de Tamusia. Este hallazgo confirmaría la autenticidad de estas monedas, que han sido objeto de un largo debate científico, reafirmando la identificación de Villasviejas con la antigua ciudad de Tamvsia. 

En el segundo caso, el objetivo ha sido comprobar la interpretación de un conjunto de datos de tipo no invasivo (LiDAR, magnetometría, georradar e inducción electromagnética) correspondientes al entorno más cercano del castro. Estos indicios delataban la presencia al Sur del mismo de una gran estructura artificial de planta rectangular y unas dimensiones de 112X122 m. que se superpone parcialmente a una de las necrópolis en las que se enterraba la población de este asentamiento. Los materiales arqueológicos recuperados en la zona permiten asegurar que esta estructura se fecharía en torno al inicio del siglo I a.C. Por esto, así como por su naturaleza (por ejemplo proyectiles de honda y ánforas romanas) concuerdan con los ya descubiertos en 2019/20 en el recinto Sur del castro y que atestiguan un evento bélico, seguramente acaecido en el contexto de las guerras sertorianas (72-82 a.C). Se trata de las mismas fechas que se relacionan con el incendio y abandono del campamento militar de Cáceres el Viejo. En este caso, los sondeos confirman que la estructura de Villasviejas estaba formada por un gran terraplén de pizarra picada, delimitado por una estructura con postes que fue incendiada, y un rebaje en la base rocosa. Estos elementos delimitan un recinto de 1,27 hectáreas, formando una meseta elevada de fácil defensa apenas 200 metros al Sur del castro. 

Barajamos la hipótesis de que este recinto, que era completamente desconocido hasta ahora, está también relacionado con ese momento de conflicto en Villasviejas y su entorno, quizás un campamento vinculado al asedio del asentamiento, algo que sugieren con fuerza los indicios de destrucción violenta documentados en las ya citadas excavaciones. Aunque los datos de la campaña están aún en estudio, podemos adelantar que estos resultados añaden importantes novedades para reconstruir la historia de Villasviejas en un momento clave de los cambios que provoca en las comunidades locales el impacto de la presencia romana. Por último, estos resultados ratifican el excelente estado de conservación de la muralla del recinto Sur. 

Todos estos elementos añaden aún más potencial del sitio como punto de atracción para el turismo cultural de la región. Los trabajos se han desarrollado gracias a la financiación de la Consejería de Educación, Ciencia y Formación Profesional de la Junta de Extremadura, con la colaboración del Ayuntamiento de Botija y la asistencia técnica de María Estévez Bizarro y Pedro Delgado Molina (Groma 2.0) con la supervisión científica de Victorino Mayoral.

2 de enero de 2025

Murcia cataloga un nuevo yacimiento romano hallado entre Isla Plana y Mazarrón

Agentes medioambientales de la Región de Murcia hallaron casualmente un yacimiento arqueológico de época romana y tardoromana, entre Isla Plana y Mazarrón, que ya ha sido incorporado a la Carta Arqueológica de la Región de Murcia 
Agente medioambiental de la Comunidad de Murcia.

Por casualidad y cuando realizaban su trabajo. Así encontraron hace unos días agentes medioambientales de la Comunidad Autónoma un yacimiento arqueológico, que tras las primeras investigaciones realizadas por parte de técnicos de la Dirección General de Patrimonio Cultural, dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes, se trata de un asentamiento de época romana.

Concretamente, según fuentes de ese departamento, es un hallazgo que podría pertenecer a un asentamiento rural, «ubicado en las afueras de la antigua colonia de Cartago Nova, próximo a una de las principales calzadas romanas que conducía hacia Lorca y a la depresión prelitoral».

El sitio, ubicado en el conocido como Barranco de la Rata, entre Isla Plana y Mazarrón, ha proporcionado ya cerámicas cuya datación se sitúa entre los siglos I antes de Cristo y II después de Cristo. Una vez analizados los restos, según los arqueólogos, estos han sugerido también una posible ocupación tardorromana durante los siglos V-VI después de Cristo.

Este yacimiento ya ha sido incorporado a la Carta Arqueológica de la Región de Murcia por la Dirección General de Patrimonio Cultural. Además, ya se ha iniciado la elaboración del informe correspondiente para su declaración como bien catalogado por su relevancia cultural.



30 de diciembre de 2024

Hallazgos excepcionales sobre el equipamiento de los arqueros prehistóricos de hace 7.000 años

Un estudio liderado por la UAB ha revelado información inédita sobre las técnicas y materiales para el tiro con arco del Neolítico inicial en la península Ibérica. La buena preservación de los restos de la Cueva de Los Murciélagos de Albuñol (Granada) ha permitido identificar las cuerdas de arco más antiguas de Europa, así como el uso de madera de olivo y caña y de brea de abedul para la confección de las flechas. Los resultados, que se publican en Scientific Reports, muestran un grado de precisión y dominio técnico de los artesanos neolíticos sin precedentes.

Izquierda: Fragmentos de las cuerdas de arco de tendón de la Cueva de Los Murciélagos de Albuñol, las más antiguas halladas hasta ahora en Europa. Derecha, arriba: Tres flechas neolíticas de madera y caña y detalles de fibras de tendón atadas, plumas y adhesivos. Derecha, abajo: Cueva de Los Murciélagos (Albuñol, Granada). © Proyecto MUTERMUR.

La investigación interdisciplinaria de restos arqueológicos hallados en la Cueva de Los Murciélagos (Albuñol, Granada) ha revelado la sofisticación del equipamiento para el tiro al arco del Neolítico Antiguo en la península Ibérica (5300-4900 a.C.), con información inédita en el contexto europeo sobre los materiales y técnicas de fabricación utilizados.

El estudio ha sido liderado por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y publicado en Scientific Reports (grupo Nature). Han participado en él varios equipos de investigación de centros y universidades de España, entre los que destacan la Universidad de Alcalá (UAH), el Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT-CSIC) y el Instituto de la UAB de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB), así como la Universidad de la Costa Azul y el CNRS, de Francia.

La excepcional conservación de los restos orgánicos, que se han preservado al desecarse, ha permitido identificar y documentar elementos del equipamiento de tiro con arco de las poblaciones neolíticas que habitaron el suroeste peninsular hace unos 7.000 años. Entre los hallazgos se encuentran flechas conservadas con sus plumas originales, restos de fibras y dos cuerdas de arco hechas de tendones de animales, que son las más antiguas encontradas hasta ahora en Europa.

«La identificación de estas cuerdas de arco marca un paso crucial en el estudio del armamento neolítico. No solo hemos podido confirmar el uso de tendones de animales para fabricarlas, también identificar el género o especie de animal del que proceden», explica Ingrid Bertin, investigadora de la UAB y primera autora del artículo publicado. Se utilizaron tendones de Capra sp. (género que incluye varias especies de cabras e íbices), de Sus sp. (género al que pertenecen el jabalí y el cerdo) y de corzo, que fueron torsionados entre sí para crear cuerdas de longitud suficiente. «Con esta técnica se pudieron fabricar cuerdas fuertes y flexibles, con el fin de satisfacer las necesidades de los arqueros experimentados. Este grado de precisión y dominio técnico, donde cada detalle cuenta, atestigua el conocimiento excepcional de estos artesanos neolíticos», señala Raquel Piqué, investigadora del Departamento de Prehistoria de la UAB y coordinadora del estudio.

Recursos locales y transformación cuidadosa
Los astiles de flecha, por su parte, aportan nueva información sobre el uso de los recursos locales y su cuidadosa transformación. Por primera vez, el análisis ha revelado el uso de madera de olivo (Olea europaea) y de caña (Phragmites sp).

El uso de cañas para la fabricación de flechas en la Prehistoria en Europa, una hipótesis considerada por los investigadores durante décadas, finalmente se ve confirmada por estos descubrimientos. Además, destaca la combinación de madera de olivo, sauce y caña, que supone una selección de materiales especialmente interesante: «Esta integración ofrece una sección frontal dura y densa, complementada por una parte trasera ligera, lo que mejora significativamente las propiedades balísticas de las flechas, cuyas puntas son de madera sin proyectiles de piedra o hueso. Futuros experimentos podrán aclarar si estas flechas pudieron usarse para la caza o el combate a corta distancia, o si podrían haber sido flechas no letales», detalla Ingrid Bertin.

Finalmente, los astiles de las flechas fueron recubiertos con brea de abedul, un material obtenido mediante un tratamiento térmico controlado de la corteza de este árbol, utilizado no solo por sus propiedades protectoras, sino también, probablemente, decorativas, lo que añade una dimensión estética y funcional al equipo.

Nueva perspectiva sobre los grupos neolíticos de la región
Desde principios del Neolítico, las poblaciones han desarrollado conocimientos técnicos que atestiguan una impresionante adaptación a los recursos locales, pero la combinación de materiales variados y técnicas avanzadas de ensamblaje identificada en este estudio redefine nuestra comprensión sobre las tecnologías utilizadas por las comunidades prehistóricas y ofrece una nueva perspectiva sobre las sociedades neolíticas de la región, destaca el equipo de investigación.

«Los hallazgos contribuyen a enriquecer la comprensión de las prácticas artesanales y la vida cotidiana de las sociedades prehistóricas y abren vías para el estudio de armamento antiguo, al revelar métodos y materiales que pueden investigarse en otros yacimientos arqueológicos neolíticos europeos», señala Raquel Piqué. «Además, aportan un mejor conocimiento de la esfera simbólica vinculada a estos ajuares procedentes de un contexto funerario, como es el de La Cueva de Los Murciélagos».

Los descubrimientos realizados en la Cueva de Los Murciélagos, concluye el equipo de investigación, redefinen los límites de nuestro conocimiento sobre las primeras sociedades agrícolas de Europa y ofrecen una mirada única a los materiales y prácticas ancestrales del tiro con arco.

El estudio de los restos arqueológicos se ha realizado aplicando técnicas avanzadas de microscopía y análisis biomoleculares, que combinan análisis de proteínas y lípidos.

La investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto CHEMARCH (MSCA-ITN-EJD, «The chemistry and molecular biology of prehistoric artefacts») financiado por el programa de la Unión Europea Horizon 2020, y ha contado con la participación del ICTA-UAB, la Universidad de Alcalá de Henares, el INCIPIT-CSIC, la Universidad de Córdoba, la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, la Universidad de la Costa Azul y el CNRS (Francia).

Se ha realizado también en el marco del proyecto «De los museos al territorio: actualizando el estudio de la Cueva de los Murciélagos de Albuñol (Granada)» (MUTERMUR), financiado por la Comunidad de Madrid y la Universidad de Alcalá. El objetivo de este proyecto es el estudio holístico del yacimiento y su registro material, aplicando las últimas técnicas arqueométricas y generando datos científicos de calidad. El proyecto contó también con la colaboración del Museo Arqueológico Nacional, el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, el Ayuntamiento de Albuñol y los propietarios de la cueva.

Artículo de referencia: Bertin I., Martín Seijo M., Martínez-Sevilla F., McGrath K., Santana J., Herrero Otal M. Martínez Sánchez R.M., Palomo A., Regert M., Théry I., Piqué R. «First Evidence of Early Neolithic Archery from Cueva de los Murciélagos (Albuñol, Granada) Revealed through Combined Chemical and Morphological Analysis». Scientific Reports. 2024. https://www.nature.com/articles/s41598-024-77224-w#Sec16

20 de diciembre de 2024

Nuevas prospecciones desvelan la historia del Castro de Peña Piñera (León)

El equipo científico del Proyecto de Investigación del Occidente Berciano evalúa el yacimiento para futuras excavaciones y trabajos de conservación

Durante los meses de octubre y noviembre, el equipo del Proyecto de Investigación Arqueológica del Occidente Berciano, dirigido por Feliciano Cadierno Guerra (Universidad de Valencia/Universidad de León) y José Carlos Sastre Blanco (UNED Asturias), ha realizado una prospección intensiva del Castro de Peña Piñera, en la localidad de Sésamo(Vega de Espinareda). Esta fase de estudio cuenta también con la colaboración del arqueólogo técnico José Enrique Lobato Colino (Sociedad Ibérica de Arqueología).

El objetivo de esta intervención ha sido determinar el estado actual del yacimiento y localizar las zonas prioritarias para futuras excavaciones y prospecciones geofísicas. A pesar del denso crecimiento de la vegetación, que dificulta la visibilidad de algunas estructuras más pequeñas, los trabajos han permitido identificar elementos clave como murallas defensivas y otras estructuras internas del recinto.

Un yacimiento con gran potencial arqueológico
Estos trabajos son una continuidad de las excavaciones iniciadas en 2018, cuando se realizaron varios sondeos de diagnóstico en el interior del castro. Aquellas primeras intervenciones demostraron el enorme potencial arqueológico del yacimiento, cuyos materiales hallados se encuentran actualmente en el Museo de León.

La reciente prospección reafirma la necesidad de mantener y limpiar el entorno del castro para proteger el patrimonio y prevenir riesgos como incendios forestales. Esta tarea no solo favorece la conservación de las estructuras, sino que facilita el trabajo de los investigadores y promueve una mayor visibilidad del sitio.

Protección y difusión del patrimonio berciano
El proyecto no se limita a la investigación arqueológica, sino que también tiene como objetivo la divulgación y puesta en valor del Castro de Peña Piñera como un recurso de alto valor patrimonial y turístico. Se planean futuras actividades de difusión que permitan a la sociedad conocer la importancia histórica y cultural de este enclave y del territorio berciano.
(Fuente: Bierzo Digital)

Murcia destina 100.000 euros para la conservación y accesibilidad del yacimiento de La Bastida

La Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes otorga la subvención al ayuntamiento de Totana para el desarrollo de las obras del yacimiento declarado Bien de Interés Cultural por importe de 100.000 euros para el desarrollo de obras de conservación, mantenimiento y seguridad en el yacimiento arqueológico de La Bastida, en Totana, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Zona Arqueológica.

La subvención otorgada al Ayuntamiento de Totana por la Consejería de Turismo, Cultura, Juventud y Deportes, a través de la Dirección general de Patrimonio Cultural, dotará al conjunto de medidas de video-vigilancia y de protección contra incendios para el yacimiento y el edificio anexo, y se llevarán a cabo una serie de trabajos de mantenimiento y conservación dirigidos a preservar la integridad de los restos arqueológicos excavados hasta ahora y de mejorar el acceso al público visitante.

El director general de Patrimonio Cultural, Patricio Gómez, destacó la necesidad de esta intervención para "garantizar la integridad del yacimiento y la salvaguarda de los valores que atesoran los restos arqueológicos, además de mejorar los accesos y vías existentes en el yacimiento, con el fin de permitir unas condiciones seguras a los visitantes".

Además, se llevarán a cabo actuaciones para mejorar y actualizar los sistemas de vigilancia, seguridad y protección contra incendios en las instalaciones existentes en el yacimiento, laboratorio y área de mantenimiento. Para ello, se dotará de un sistema de video-vigilancia de detección temprana ante cualquier posible incidencia.

El yacimiento, BIC con categoría de Zona Arqueológica
El yacimiento arqueológico de La Bastida se encuentra 6 kilómetros al noroeste del núcleo urbano de Totana, y desde 2005 está considerado como Bien de Interés Cultural con categoría de Zona Arqueológica, lo que acredita su importancia científica y patrimonial.

Ocupa la ladera de un cerro en la confluencia entre la rambla de Lébor y el barranco Salado. Se trata del primer enclave argárico descubierto y, actualmente, es uno de los más importantes de la prehistoria europea, en concreto de la Edad del Bronce. Este período reviste un especial interés para el conocimiento de nuestro pasado, ya que en él se produjeron acontecimientos cuyos efectos todavía influyen en nuestro presente, como el afianzamiento de la vida sedentaria, o el desarrollo de la metalurgia.

En el poblado de La Bastida se encuentran decenas de viviendas escalonadas en terrazas artificiales a lo largo de las laderas del cerro. El propio enclave se sitúa en un lugar estratégico, oculto desde el valle del Guadalentín y con buenas condiciones naturales para la defensa.

De especial interés son sus tumbas, localizadas bajo el suelo de las viviendas, que solían contener uno o, a veces, dos individuos en posición encogida, dentro de vasijas de cerámica o de cistas. Una parte de estas tumbas contenía también ofrendas, como cuencos y ollas de cerámica, armas, útiles y adornos de cobre o plata, y collares de cuentas de hueso, concha y piedra. Las diferencias entre estas ofrendas nos hablan de una comunidad dividida en clases sociales.

Desde el hallazgo del yacimiento y primeras excavaciones, a cargo del ingeniero Rogelio Inchaurrandieta en 1869, el yacimiento ha sido objeto de diversas intervenciones arqueológicas. Los trabajos, que continúan en la actualidad, muestran una auténtica ciudad de unos 40.000 metros cuadrados que, en su época de máximo esplendor, hace unos 3.800 años, estuvo habitada por unas 1.000 personas. En aquel entonces era uno de los asentamientos más grandes de Europa y del Mediterráneo occidental.