google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Willard Libby
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8 de enero de 2025

¿Cómo saben los arqueólogos la edad de los yacimientos y objetos antiguos?

Desde la datación por radiocarbono hasta la comparación de diseños a través de los tiempos, los arqueólogos son expertos en reunir pistas para calcular la antigüedad de los objetos.

Pregúntale a un arqueólogo la antigüedad del yacimiento que está excavando y es posible que no sepa darte una respuesta. Aunque tengan una corazonada, un yacimiento sólo se puede datar con exactitud después de haberlo descubierto y excavado.

Determinar la edad arqueológica de un yacimiento no siempre es fácil, pero los investigadores tienen a su disposición diversas técnicas de datación relativa (métodos que proporcionan una cronología aproximada) y absolutas (formas más precisas de demostrar la edad de un objeto).

Datación relativa
Las técnicas de datación relativas se desarrollaron antes en la historia de la arqueología como profesión y se consideran menos fiables que las absolutas. Existen varios métodos diferentes.

En estratigrafía, los arqueólogos parten de la base de que los yacimientos se estratifican con el paso del tiempo, dejando capas más antiguas debajo de las más recientes. Como en un pastel de capas o una lasaña, se supone que las capas inferiores de un yacimiento son más antiguas que las superiores. Los arqueólogos utilizan esta suposición, denominada ley de superposición, para determinar una cronología relativa del yacimiento. A continuación, utilizan pistas contextuales y técnicas de datación absoluta para determinar la antigüedad de los artefactos hallados en cada capa.

La seriación, en la que se analizan estadísticamente grupos de artefactos del mismo yacimiento y se ordenan cronológicamente, también puede indicar la antigüedad de un yacimiento. Los objetos pueden agruparse según su estilo o frecuencia para ayudar a determinar una secuencia cronológica.

La datación relativa tiene sus límites. Sus técnicas suelen ser subjetivas y la ubicación de un artefacto dentro de un yacimiento o en relación con otros objetos puede no reflejar su edad cronológica real, ya que los objetos pueden haberse desplazado en algún momento. Para obtener una datación más precisa, los arqueólogos recurren a un arsenal cada vez mayor de técnicas de datación absoluta.

Datación absoluta
La datación por radiocarbono, quizá la técnica de datación absoluta más famosa, se desarrolló en la década de 1940 y se basa en la química para determinar la edad de los objetos. Utilizada en materia orgánica, la técnica mide la cantidad de desintegración de carbono radiactivo para determinar la edad de un objeto. Su inventor, Willard Libby, acabó ganando un Premio Nobel por su descubrimiento.

La datación por termoluminiscencia mide cuántos años han transcurrido desde el calentamiento de un material que contiene un mineral cristalino. Esta técnica permite datar sedimentos, cerámicas y otros materiales. La dendocronología, el estudio de los anillos de los árboles, puede datar estructuras u objetos de madera.

También pueden utilizarse otras técnicas basadas en la química. En algunos casos, los arqueólogos también encuentran fechas escritas en objetos o grabadas en registros históricos para proporcionar fechas absolutas.

La datación absoluta tiene sus inconvenientes: las técnicas pueden ser caras y proporcionar menos claridad de lo que su nombre podría sugerir. La datación por radiocarbono, por ejemplo, sólo puede realizarse en objetos de menos de 62 000 años de antigüedad, sólo da como resultado intervalos de fechas y puede fallar cuando los objetos entran en contacto con material orgánico más joven. No obstante, las nuevas técnicas de datación han ampliado la capacidad de los arqueólogos para determinar la antigüedad y la historia de los yacimientos.

Combinando estas herramientas
A menudo se combinan las técnicas de datación relativa y absoluta, como cuando se utiliza una crónica histórica o un estilo de cerámica para obtener una fecha más precisa de un objeto que ha sido situado en un intervalo de 500 años mediante una técnica química.

Dado que la mayoría de las técnicas de datación absoluta utilizan muestras de material descubierto durante una excavación, los arqueólogos pueden intentar obtener una fecha aproximada mientras se examina un yacimiento. Este proceso, que se basa en información contextual, se conoce como datación puntual. Estos datos pueden orientar la datación absoluta en fases posteriores del proceso.