Junto al enterramiento del siglo IV también aparecieron fragmentos de cerámica, lo que ayuda a la datación a los arqueólogos. Han aparecido vigas de madera pintadas en la Edad Media y arrancadas para ser usadas como dinteles de puertas además de capiteles reutilizados para levantar paredes siglos después.
Interior del claustro con la iglesia de Cristo Rey al fondo. FOTO: PACO MORENO.
Enterramientos romanos, cerámica del siglo IV, vigas de madera pintadas en la Edad Media arrancadas para ser usadas como dinteles de puertas, capiteles reutilizados para levantar paredes siglos después. El antiguo convento de San Vicente de la Roqueta es eso y mucho más, como recordó ayer el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, en el transcurso de una visita de obras que ya han llegado al 80% de su ejecución y que está previsto finalicen el próximo febrero.
El inmueble municipal de la calle San Vicente, casi llegando a la plaza España y a espaldas del colegio de Agustinos, dista mucho de ser la ruina de hace unos años. Tanto Sarrià como el arquitecto Alberto Peñín, quien ha participado en la intervención, destacaron el mal estado del viejo convento, con paredes y techos hundidos, además de recordar la consolidación de emergencia realizada en la base de la torre.
INVERSIÓN La inversión ha llegado a los 2,3 millones de euros, con un plazo de ejecución que se podría adelantar a los 14 meses previstos. De momento se ha salvado el inmueble, que no es poco, a la espera de un proyecto de intervención y la definición de los usos que quiera el Consistorio. Entre ellos, el edil apuntó que podría reservarse alguna estancia para una exposición sobre el culto a San Vicente Mártir.
El arqueólogo Albert Ribera destacó que sólo se excavó el 20% de la superficie del claustro, una campaña realizada a mediados de los años 80, por lo que la futura intervención se perfila como una de las más apasionantes de la ciudad. Sarrià habló de un «referente simbólico para los valencianos», donde señaló por ejemplo que fue el primer lugar donde Jaume I asistió a una misa después de la Conquista, además de ser el lugar de la custodia del Penó de la Conquesta.
UN LUGAR EMBLEMÁTICO El lugar donde se atribuye el enterramiento de San Vicente Mártir es vecino de la parroquia de Cristo Rey, templo con el que comparte una de las portadas románicas más bonitas de Valencia. Seguro que la más desconocida, dado que forma parte del claustro desde hace siglos.
Ribera señaló que en los años 70 se numeró para ser desmontada, cuando la orden religiosa puso a la venta el edificio, algo que se impidió gracias a una campaña en prensa iniciada por Vicente Castell, archivero de la Catedral. El Ayuntamiento decidió hacerse con la propiedad por expropiación.
La planta baja está completamente despejada, al igual que la primera y la cámara. En esta última podrá situarse instalaciones del futuro equipamiento, cuando se decida.
Junto al enterramiento del siglo IV también aparecieron fragmentos de cerámica, lo que ayuda a la datación a los arqueólogos. Rivera también mencionó la presencia de restos de la fortificación que mandó construir Jaume I, al quedar extramuros el lugar de culto, uno de los más venerados de Europa.
'ROMPECABEZAS' DE ESTILOS Peñín habló de que el propósito de la intervención ha sido dar coherencia a la lectura de todo el edificio, dejando huellas de cada etapa. La característica común es que los sucesivos dueños arrasaban con lo interior, literalmente en ocasiones, por lo que la misma fachada que recae a la calle San Vicente es un rompecabezas de estilos.
La propuesta de los arquitectos es que se rebaje la cota para poder dejar a la vista toda la fachada, aunque esto está por decidir. Sarrià sí que dijo que se ampliarán las aceras para dignificar el inmueble, lo mismo que ocurrirá cuando se ejecute el planeamiento, en cuanto a la demolición de parte del recreo del colegio colindante, con la alineación de la finca próxima a la plaza de España. Esto último no tiene plazos.
San Vicente de la Roqueta es monumento nacional desde 1978 y los trabajos realizados se han centrado en los cimientos, forjados, cubiertas, escaleras y fachadas. No ha faltado de nada, ni siquiera sacar a la luz un muro de tapial del siglo XIV, el más antiguo del conjunto, en un pequeño cuarto donde está pendiente de finalizar las obras. Debido a la aparición de todos estos elementos, los responsables del proyecto han tenido que hacer varias modificaciones, como el cambio de una de las escaleras. (Fuente: Las Provincias / Paco Moreno)
La ciudad recuperará como incentivo turístico la planta de la basílica tardoromana descubierta en la zona arqueológica del polideportivo. Entre otras actuaciones, los presupuestos contemplan intervenciones en la torre almedina del Castillo de la Villa así como en los paños de muralla de las calles Franquera y Castillo. También se prevé la rehabilitación de la torre de la iglesia de Santa Marta, que incluye su adecuación para las visitas y la puesta en marcha del emblemático reloj.
Las inversiones mejorarán el entorno entre las torres del Homenaje y Almedina.
El alcalde de la localidad gienense de Martos, Víctor Torres, presentó ayer los presupuestos que la corporación municipal llevará a Pleno el próximo jueves y que contemplan una dotación de 162.000 euros en actuaciones en el patrimono histórico de la ciudad, la antigua Tucci íbera, rebautizada como Augusta Gemella por los romanos. Según explicó el alcalde, esta dotación para la puesta en valor de diferentes elementos patrimoniales se verá incrementada hasta 1.600.000 euros gracias a la reciente concesión de un importante paquete de ayudas procedentes del programa europeo de Estructuras de Desarrollo Urbano Sostenible (Edusi), que beneficiará a la ciudad con inversiones superiores a los cinco millones de euros. Entre las diferentes partidas que afectan al patrimonio histórico de la ciudad destaca la dotación de 12.000 euros para la dinamización turística de la basílica visigoda descubierta en la zona arqueológica del polideportivo, cuya intervención arqueológica afectará a los cien metros cuadrados de planta descubiertos y su dotación con carteles informativos. El Ayuntamiento también invertirá 40.000 euros en la rehabilitación de la torre campanario de la iglesia de Santa Marta, obra del arquitecto renacentista Francisco del Castillo en el S. XVI, de los cuales 15.000 euros serán destinados a la adecuación del reloj. Otra partida importante será la destinada a la adecuación de la torre almedina del Castillo de la Villa y los paños de muralla de las calles Franquera y Castillo, donde el Ayuntamiento espera una ayuda adicional de la Junta de Andalucía por valor de 400.000 euros. Con la dotación presupuestaria de 162.000 euros el Ayuntamiento también espera concluir los trabajos de adecuación de la antigua estación del tren.
Los restos encontrado son un muro con una profundidad de tres metros y un foso, además de materiales mudéjares, morteros, los cubos, los lienzos y una contracerca.
Los restos han sido encontrados junto al arco del Alcázar..
La excavación arqueológica en la muralla de Ávila han dejado al aire vestigios del monumento correspondientes al siglo XI que ayudan a datar mejor el emblema del patrimonio de la capital abulense.
Según el alcalde, José Luis Rivas, los hallazgos suponen "la verdadera muralla de la repoblación", y han sido encontrados junto al arco del Alcázar, en el centro de la ciudad. La arqueóloga del Consistorio, Rosa Ruiz, ha dicho que "cambiar del siglo XI al XII" como origen de la muralla supone "un importante cambio" en la datación del monumento. Asimismo, ha explicado que se pueden conocer más detalles de la muralla gracias a las "cercas, contracercas y muchos sistemas defensivos asociados", con lo que se puede afirmar que en el siglo XI "se rehace la muralla", dado los hallazgos anteriores.
Los restos encontrados pertenecen a la época de la reconquista de Toledo, cuando Alfonso da la orden de repoblar Ávila y Salamanca. Los hallazgos realizados son un muro con una profundidad de tres metros y un foso, además de materiales mudéjares, morteros, los cubos y los lienzos, además de una contracerca.
La excavación se lleva a cabo dentro de las obras de restauración y consolidación en la muralla por importe de un millón de euros que se llevan a cabo con cargo al 1,5 por ciento cultural, en el tramo comprendido entre los lienzos 84-85 (el arco del Mercado Grande) al 87-1 (ábside de la Catedral), incluidos los cubos 85, 86 y 87. (Fuente: La Vanguardia / Europa Press)
Es una construcción de planta circular con dos espacios claramente definidos con un área de cremación y otra con depósitos funerarios donde aparecen elementos de ajuares personales en homenaje a los difuntos
Monumento funerario en la primera área delimitada de la necrópolis de incineración. FOTO: M.G.
Los últimos trabajos arqueológicos en el yacimiento romano de Isla Canela-Punta del Moral, en Ayamonte (Huelva), han sacado a la luz una necrópolis de incineración, inédita hasta la fecha, cuyo máximo exponente será el hallazgo de un nuevo monumento funerario.
El hallazgo en este yacimiento arqueológico, en el estuario del río Guadiana, se ha producido a raíz del inicio de la obra de reforma de la carretera que da acceso a la aldea de Punta del Moral, para la que se estimó una zona cautelada en la que se especificaron dos áreas.
En una de ellas, según se recoge en el informe realizado por los arqueólogos Jesús de Haro, Benjamón Cabaco y Elisabeth García, es donde se ha descubierto esa necrópolis que, según los expertos, habla por primera vez de la existencia de áreas funcionales en el interior de este espacio sacro.
Se trata de un hallazgo "singular y de gran importancia histórica" dentro del contexto general de conocimiento relativo al mundo funerario del Periodo Romano de la Provincia de Huelva.
Es una construcción de planta circular/circuloide elaborada en fábrica de mampuestos de pizarras y compuesta de dos cuerpos estructurales, Anillo y Cámara, alcanzando unas dimensiones de 3,50x3,00 metros.
En su entorno inmediato se localiza un área de cremación para la acometida de los rituales asociados a los enterramientos de incineración que se acometieron en el lugar, conformando todo el conjunto un área Sacra que se complementa con la aparición de muros que delimitarán físicamente este espacio, separándolo de las inhumaciones que se desarrollan al oeste en la misma necrópolis.
Alrededor de ese Espacio Sacro se disponen los diversos depósitos funerarios, registrados también con estas nuevas excavaciones, con los restos de las cremaciones de los difuntos, dispuestos en fosas individualizadas.
Son fosas de enterramientos en donde aparecen elementos de ajuares personales en homenaje a los difuntos -monedas, útiles de bronce, elementos de adorno metálicos, copas y jarritos de vidrio o de cerámica, ollitas o lucernas fragmentadas-, restos del soporte de los enterramientos y numerosos restos de los desechos de los banquetes fúnebres asociados al ritual del enterramiento en sí.
Se trata, según los expertos, de una necrópolis que presenta una alta potencialidad de cara a investigaciones futuras, por su complejidad, características, proceso de monumentalización y coexistencia de ritos.
El hallazgo se suma a la aparición de esqueletos, cántaros de arcilla y de almazaras de vino en el patio renacentista del palacio
Se han recuperado más de tres metros perimetrales de muralla.
Los trabajos arqueológicos que se están llevando a cabo en el interior del Palacio-Castillo de Betxí desde hace unas semanas acaban de sacar a la luz el muro primigenio del edificio, del siglo XIV. Este hallazgo «es de vital importancia» para reconstruir la historia y el origen de la edificación y certifica casi con toda seguridad «la existencia del castillo antes de que fuera construido el Palacio» según indica Gustavo Aguilella, el arqueólogo que dirige los trabajos.
A pesar de que los restos de la muralla, situada en medio de la Sala de la Volta del siglo XV, estaba enterrada por completo, ahora se han podido recuperar más de tres metros perimetrales por cerca de uno y medio de profundidad que, al parecer , «aprovechó un talud orográfico que debía haber en este punto antiguamente».
La aparición de la muralla es un hecho de carácter excepcional, ya que supone un paso más en la reconstrucción histórica y arquitectónica que se está llevando a cabo en el edificio de forma paralela a su restauración. De hecho, las labores de investigación dirigidas por Aguilella en los últimos años han sacado a la luz numerosos restos de construcciones pretéritas, como por ejemplo de la antigua fábrica de cerámica o de las almazaras de vino situadas en el patio Renacentista y en la entrada de la cocina de Pascual Meneu, del siglo XIX. Asimismo, cabe recordar que este verano aparecieron enterrados en la sala gótica más de 80 cántaros de arcilla, que probablemente se remontan al siglo XV.
En los últimos días se han llevado a cabo por parte de una antropóloga trabajos de extracción, catalogación y documentación de los restos de enterramientos humanos encontrados en la sala de la bóveda. En concreto, se trata de un fragmento de cráneo y de partes de las extremidades inferiores, de los cuales se enviará una muestra a los EEUU para realizarles la prueba del Carbono 14 y poder datarlos con exactitud de cara a estudios posteriores.
INSPECCIÓN DE FOMENTO Mientras las obras de restauración de la planta baja del Palacio continúan avanzando, esta semana ha tenido lugar la primera inspección de los trabajos por parte del Ministerio, para comprobar de primera mano el estado actual del proceso. De esta forma, los inspectores fueron testigos directos de los avances realizados en los últimos meses en la parte gótica, el techo y sobre todo en la fachada del Patiàs, «que estaba en un estado lamentable hace sólo unos meses y que ahora ha sido restaurada completamente».
Asimismo, los arquitectos de la obra incidieron en mostrar a la inspectora los numerosos contratiempos y «sorpresas inesperadas» que están apareciendo y que «no sólo hacen que se encarezca el precio sino, sobre todo, que se ralentice considerablemente la restauración». En este sentido, especialmente destacables son las decisiones que se tuvieron que tomar en verano para derribar una parte de la bóveda de la sala principal, debido a su estado de conservación, así como la demolición parcial de las estancias góticas «que se encontraban en unas condiciones lamentables», según los directores de la obra.
Se espera que en las próximas semanas terminen los trabajos arqueológicos y pueda comenzar la reconstrucción del techo de la parte gótica y con el inicio de la instalación del suelo de la sala de la Volta.
Miembros del equipo científico con responsables municipales y el director del Museo de Cabra. FOTO: J.M.
El equipo científico de la Universidad canaria de La Laguna, dirigido por la arqueóloga Dolores Camalich, va a solicitar a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía un proyecto general de investigación para desarrollar en el yacimiento arqueológico de la necrópolis de La Beleña.
Así lo ha señalado la propia Camalich en el transcurso de la presentación de la pieza del mes del Museo Arqueológico Municipal, una punta de lanza de dicho yacimiento, tras las campañas de excavación arqueológicas realizadas en los dos últimos años como consecuencia de la emergencia que surgió en el 2015 y para lo que se han tenido en cuenta los resultados logrados en las prospecciones geofisicas que marcaban la inestabilidad de parte del yacimiento y que determinaron la necesidad que para poderla controlar, urgía prorrogar la acción preventiva iniciada en su momento.
Este proyecto general de investigación viene avalado, añadía, por la existencia de evidencias de una cavidad superior de estructuras que deben estar interrelacionadas también con enterramientos. Todo ello marcado por una serie de objetivos vinculados al propio trabajo de excavación e investigación por todo lo que pueden proporcionar de conocimientos a nivel científico y patrimonial, con el fin último de puesta en uso público para disfrute de los ciudadanos.
El yacimiento de esta necrópolis, que se ha incorporado al proyecto de investigación internacional IBERIA y más recientemente a un proyecto de I+D del Ministerio de Economía y Competitividad, ha permanecido intacto desde que se sellara unos 5.000 años a.C., permitiéndole pervivir a lo largo de todo este tiempo sin sufrir ninguna alteración hasta su hallazgo casual en el 2015.
Permitirá a cualquier arqueólogo obtener la identificación de la pieza y su datación en el mismo momento de ser encontrada, con tan sólo hacer una foto de la misma.
La aplicación se desarrollará hasta junio de 2019.
Un consorcio formado por universidades y empresas está desarrollado una aplicación móvil (APP) que será capaz de reconocer piezas cerámicas de yacimientos arqueológicos mediante el análisis digital de imágenes tomadas directamente con el teléfono móvil.
La futura aplicación móvil, cuya creación cuenta con una destacada participación española, será diseñada para tablets y teléfonos inteligentes, han informado fuentes de este consorcio.
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN Esta herramienta, que está siendo desarrollada dentro del proyecto de investigación ArchAIDE (Archaeological Automatic Interpretation and Documentation of cEramics), permitirá a cualquier arqueólogo obtener la identificación de la pieza y su datación en el mismo momento de ser encontrada, con tan sólo hacer una foto de la misma.
De esta forma, la aplicación proporcionará automáticamente toda la información de interés arqueológico, como el periodo al que pertenece, el estilo o el material.
Estas mismas fuentes han señalado que, desde el Neolítico, la cerámica ha acompañado a todas las civilizaciones y se han adaptado a los gustos, costumbres y tecnología de cada época, lo que la convierte en un artefacto esencial para datar un yacimiento o conocer en profundidad la cultura a la que pertenece.
En este proyecto, liderado por la Universidad italiana de Pisa, participan la Universidad de Barcelona y las empresas de arqueología españolas Baraka Arqueólogos S.L. y Elements Centre de Gestió i Difusió del Patrimoni Cultural, además de las universidades de York, Colonia y Tel Aviv, el Consiglio Nazionale della Ricerca (CNR, Italia) y la empresa tecnológica INERA SLR (Italia).
El proyecto cuenta con el apoyo y la financiación de la Unión Europea dentro del Programa Marco para la Investigación y la Innovación Horizonte 2020.
Su objetivo principal es desarrollar una herramienta digital que ayude a los arqueólogos a identificar la adscripción cultural y la cronología de piezas o fragmentos cerámicos recuperados en excavación arqueológica.
Los trabajos comenzaron en junio, y se prolongarán durante los tres próximos años, hasta junio de 2019.
Aunque el proyecto se encuentra aún en una fase muy inicial, ya se han producido diversas reuniones de trabajo en Italia y España, y se ha avanzado tanto en la definición de los criterios de funcionamiento de la futura herramienta como en la selección de los casos de estudio.
BASE DE DATOS Por el momento, se emplearán como tales las ánforas y la terra sigillata de época romana, así como las lozas de reflejo metálico de época moderna en el arco mediterráneo, si bien el objetivo a medio y largo plazo es ir incorporando al sistema tantas clases de cerámica como sea posible, de cualquier adscripción cultural o cronológica y para cualquier área geográfica.
La Universidad de Barcelona, en colaboración con el Museu d'Història de Barcelona, proporcionará el material gráfico necesario para confeccionar las bases de datos iniciales de la aplicación que se denominará 'ArchAIDE'.
Por su parte, la empresa de arqueología Baraka Arqueólogos, S.L., domiciliada en Ciudad Real y que desarrolla trabajos de arqueología profesional en Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid, Extremadura y Andalucía principalmente, se encargará de someter a examen la aplicación en escenarios de trabajo real, con fragmentos de cerámica extraídos de excavaciones arqueológicas en curso.
En esta labor participará también la empresa Elements, radicada en Baleares.
Mañana viernes será presentada en Roma la web oficial del Proyecto de Investigación europeo que también será conocido por su acrónimo ArchAIDE. (Fuente: CLM 24 / EFE)
Tras la renuncia voluntaria de Arturo Ruiz, catedrático de Prehistoria y que ha dirigido la institución desde su creación en 1998, se convocaron elecciones para elegir al nuevo director.
Manuel Molinos dirigirá el centro de referencia en la cultura ibérica.
Relevo en el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica. Su hasta ahora subdirector, el catedrático de Arqueología, Manuel Molinos Molinos, fue elegido ayer director del centro investigador de la Universidad de Jaén, en sustitución de Arturo Ruiz Rodríguez, catedrático de Prehistoria y que ha dirigido el mismo desde su creación, en 1998, cuando se denominaba Centro Andaluz de Arqueología Ibérica
Tras la renuncia voluntaria de Arturo Ruiz se convocaron elecciones para elegir al nuevo director y ayer tuvo lugar la votación. De los 22 doctores con derecho a voto ejercieron el mismo 18, todos favorables al único candidato presentado. El resultado será ahora comunicado al rector de la UJA, Juan Gómez Ortega, para proceder al nombramiento, previsto para los primeros días de diciembre.Este centro especializado surgió mediante un convenio entre la Consejería de Educación y Ciencia y la Universidad de Jaén y ante el importante legado ibero que atesora la provincia y la creciente investigación sobre esta cultura desarrollada en las últimas cuatro décadas. El Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica se ha convertido en un referente nacional e internacional de esta cultura, “no por capricho, sino como resultado del buen trabajo relevante que este equipo ha conseguido a lo largo de los años”, señaló el rector el pasado mes de julio.
Sus objetivos se centran en la investigación, conservación, gestión y difusión de la arqueología ibérica de Andalucía, a través de equipos de investigación propios, la colaboración interdisciplinar con otros centros, la formación especializada y la organización de reuniones científicas. Tiene su sede permanente en el edificio de Centros de Investigación (C 6) del Campus Las Lagunillas de la Universidad de Jaén. (Fuente: Ideal / José M. Liébana)