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14 de octubre de 2024

Loma Eugenia: testimonio en piedra de los campesinos visigodos en Albacete

Los arqueólogos finalizan la tercera campaña de excavaciones en el yacimiento de Loma Eugenia donde han descubierto un área productiva formada por un molino harinero de uso comunitario y un gran edificio formado por al menos seis estancias y construido con muros de los que se conserva sólo la cimentación y algo de alzado.
Excavación en Loma Eugenia en años anteriores. José Iván Suárez

En el imaginario colectivo de varias generaciones, hablar de visigodos es hacerlo de una larga lista de reyes que muchos tuvieron que aprender de memoria. Nombres como Walia, Sisebuto o Recesvinto quizá aún resuenan entre los recuerdos escolares de infancia sobre aquellas tierras de Hispania que, tras siglos de romanización, pasaron a ser controladas por un grupo de pueblos venidos desde el norte. Un imperio de la antigüedad desaparecía y un nuevo poder avanzaba en la larga historia de la península ibérica.

El reino hispanovisigodo estableció su capital en Toledo, a mediados del siglo VI. A partir de aquel momento, el mundo rural adquirió un vigoroso impulso. Miles de campesinos comenzaron a fundar aldeas, en ocasiones, sobre las ruinas de las villas romanas. Y, aunque no se contara con esplendor en las crónicas, aquellas gentes, con su sudor y esfuerzo, sostuvieron vivo una estirpe de “bárbaros” que en el año 589 se convirtieron al catolicismo. Ahora podemos conocer el testimonio de estas comunidades gracias a la arqueología.

Las piedras tienen mucho que decir. Los arqueólogos saben interpretar su disposición sobre el terreno o la relación con otros materiales. En Loma Eugenia, un yacimiento situado en la pedanía de Agra (Hellín), ha terminado recientemente la tercera campaña de excavación. El trabajo se traslada ahora al laboratorio, pero antes conocemos las últimas novedades de la mano de Julia Sarabia, profesora titular de la Universidad de Alicante.

“Encontramos un área productiva formada por un molino harinero de uso comunitario y una era para aventar y trillar el cereal; en esta campaña queríamos centrarnos en conocer los espacios de hábitat de la aldea más allá de los espacios de producción, así que hicimos una prospección geomagnética en todo el sector sur del molino y vimos que habían bastantes estructuras soterradas, posibles silos y aljibes, basureros, muros”, cuenta la directora del proyecto. Y afirma que “en base a estos resultados hemos abierto un nuevo sondeo a unos cincuenta metros al sur del molino y la sorpresa ha sido que, bajo un gran paquete de derrumbes de piedra aparece un gran edificio formado por, al menos, seis estancias, construido con muros de los que se conserva sólo la cimentación y algo de alzado, pero que, pese a ser de ámbito rural, alcanzan dimensiones muy similares a las encontradas en el contexto urbano de la sede episcopal visigoda de El Tolmo de Minateda”.

Unas construcciones muy sólidas que dan la medida sobre el desarrollo de estas comunidades campesinas. Y precisa Sarabia: “Probablemente estemos ante un edificio que cuenta con espacios de vivienda, almacenaje, quizá algún ambiente de trabajo y algún espacio abierto que pudo funcionar como corral o establo”.

Ajustamos más el contexto donde se levantó este asentamiento. Abrimos el libro “Tolmo de Minateda. Cuando Hellín aún no lo era. Historia y relatos”, editado por el IEA, en palabras de la propia Julia: “En el territorio de la ciudad visigoda de Eio, la arqueología ha demostrado cómo la gran mayoría de los asentamientos que surgen en este momento ocuparán los mismos espacios agrícolas que antes eran explotados por los establecimientos romanos”.

Aparte de la aldea de Loma Eugenia, se ha constatado la existencia cercana de poblamientos similares en Loma Lencina (Hellín) y Torre Uchea (Hellín). “Esto nos lleva a suponer que el surgimiento de estas comunidades campesinas tiene que ver con el control administrativo del territorio por parte del obispo y la necesidad de explotarlo para obtener productos primarios para pagar los tributos al Estado Visigodo; aunque las fuentes escritas del momento no aclaran estas cuestiones”, argumenta la arqueóloga.

El dominio sobre los valles fértiles
En los últimos años ha crecido el interés arqueológico sobre el medio rural visigodo. Según los expertos, estas aldeas no se caracterizaban por su monumentalidad. Parece que las aldeas de aquellos primeros campesinos católicos eran funcionales, construidas en lomas y con un dominio sobre los valles fértiles. Un instante de la historia que habla de una expansión económica que propició el surgimiento de estos poblados. Lugares como Loma Eugenia representan la “realidad rural” del Reino Visigodo, muy distinta a los aires palaciegos de Toledo. La desigualdad o las intrigas entre la aristocracia también debieron ser una constante en aquellos siglos de transición entre la antigüedad tardía y la alta edad media. Convulsiones de salón que quizá desconocían los que araban la tierra en el suelo que hoy llamamos Hellín.

En la provincia de Guadalajara se alza la prestigiosa Recópolis. Un complejo palatino de cerca de 33 hectáreas que fue el sueño de un rey visigodo inspirado por Bizancio. Vicente G. Olaya, en su libro 'La costurera que encontró un tesoro cuando hacía pis y otras historias de la arqueología española', editado por Espasa, relata el hallazgo en 1893 de Juan Catalina García López: “Descubrió un enigmático cerro pelado a las afueras de Zorita de los Canes, una pequeña población devorada urbanísticamente por un apabullante castillo musulmán que se erige junto y sobre ella.

Al excavar el altozano, situado a un kilómetro del casco urbano, aparecieron unos muros de gran potencia. Juan Catalina García se mostraba seguro de haber encontrado la ciudad de Recaredo, pero, como siempre, nadie pareció hacerle mucho caso“. El periodista explica en este divertido y didáctico volumen que hasta 1945-46 no hubo más excavaciones. Y fue entonces cuando se declaró monumento nacional. Recópolis estaba unida con Toledo, la capital del Reino Visigodo, por el río Tajo.

Aguas abajo, apareció el famoso 'Tesoro de Guarrazar', en la localidad toledana de Guadamur. Orfebrería de lujo que nos ayuda a comprender el desequilibrio de una época. La riqueza de la élite frente al sacrificio de los campesinos. En las tierras que hoy conforman Castilla-La Mancha perviven vestigios del pasado visigodo. Lugares como Santa María de Melque (San Martín de Montalbán), los hitos de Arisgotas (Orgaz) o San Pedro de La Mata (Sonseca).

Y para profundizar en los siglos VI-VIII, en la ciudad de Toledo, encontramos el Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda. Aún más hacia el sur, sin tanta solemnidad, pero con los mismos ritos, todavía reposan bajo las piedras las mujeres y hombres que habitaron Loma Eugenia. De nuevo, nos cuenta Julia Sarabia: “Hemos actuado en la zona de la necrópolis exhumando otra de las tumbas que permanecían intactas, tapada con las losas”.

Los trabajos arqueológicos en Agra han transcurrido en dos líneas de forma paralela. Esta segunda ha tenido por objetivo “seguir conociendo aspectos de la ritualidad funeraria de esta población visigoda, obtener material para datar por carbono 14 o avanzar en estudios antropológicos que nos muestren el género de los inhumados, edad de la muerte, posibles patologías”, afirma la profesora y recuerda que en el caso de las necrópolis, los profesionales actúan sobre las tumbas más visibles en superficie para “salvaguardar sus restos frente a posibles acciones de expolio o alteraciones de este patrimonio”.

Precisamente, la primera y única vez que se había actuado en Loma Eugenia hasta el comienzo de este proyecto, fue en 1993 y de manera urgente. Como en tantas ocasiones, un descubrimiento fortuito desencadenó el conocimiento de nuestro pasado. Así ocurrió cuando José Zarnorano, Eugenia García y Ramón Izquierdo, visitando la zona, se percataron de la peculiaridad del lugar. La actuación de emergencia la emprendieron María Teresa Rico, Francisco Javier López Precioso y Blanca Gamo Parras. En el artículo científico que publicaron daban cuenta: “La excavación ha permitido documentar la existencia de un cementerio de regular tamaño, del cual, se han excavado 33 sepulturas, realizadas en su mayoría a base de lajas de piedra, o mampuesto”.

Regresamos a la excavación arqueológica de 2024. “La tumba excavada vuelve a ser, como en campañas anteriores, una tumba de uso colectivo. En este caso, han aparecido tres individuos; uno en posición secundaria, hecho un paquete y colocado a los pies, y otros dos colocados en posición anatómica uno al lado del otro, por lo que es probable que fueran enterrados a la vez tras haber pasado unos años del enterramiento del primer individuo”, analiza Julia Sarabia.

Tumbas reutilizadas
“El ritual es el típicamente cristiano de época visigoda, tal y como encontramos en el cementerio junto a la iglesia del Tolmo de Minateda; esto es, los cuerpos envueltos en un sudario, probablemente, en posición de decúbito supino o boca arriba, orientados desde la cabeza de oeste a este y sin ningún elemento de ajuar, aunque a veces, aparecen con algún elemento de vestimenta como hebilla de cinturón o similares; es probable que las tumbas sean de carácter familiar, por eso se reutilizan durante varias generaciones”.

Para llegar a estas hipótesis después del trabajo de campo, el proyecto ha contado nuevamente con la colaboración de estudiantes de la Universidad de Alicante y con la codirección de Victoria Amorós, Marta Torres y Pablo Cánovas. Una cooperación técnica del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la UA y el Museo de Hellín que cuenta con la financiación del Ayuntamiento.

Durante los siguientes meses, la labor científica se centrará en clasificar y catalogar el material cerámico aparecido en el sector del poblado, que “a simple vista parece material relacionado con recipientes de cocina, vajillas de mesa y tinajas para el almacenaje; intentaremos reconstruir alguna pieza fragmentada y realizaremos los dibujos pertinentes antes de depositarlos en el Museo de Albacete”, anuncia Julia Sarabia entre los pasos a seguir. Mientras, el equipo está inmerso en la redacción de un libro donde se recogerán los principales datos obtenidos en estos tres primeros años de excavaciones arqueológicas.

Porque lo que queda escrito ya no lo arranca el viento. Los arqueólogos de hoy están redactando la crónica de los olvidados. La historia de miles de personas de tiempos remotos que con su abnegación construyeron el devenir de la humanidad. Hazañas sencillas de supervivencia que no merecieron la pluma de San Isidoro de Sevilla. El sabio católico de los visigodos, luchador incansable contra herejías, compilador de enciclopedias y, finalmente, narrador de la historia de aquellos reyes con nombres estrambóticos. El obispo nos dejó una frase que bien nos vale para dar término a este artículo. Escribió: “El tiempo de vida que resta es inescrutable al conocimiento humano”.

31 de marzo de 2023

El castillo de La Guardia de Jaén reabre sus puertas

La actuación finalizada en el castillo medieval ha consistido en la limpieza, consolidación y estabilización de los elementos existentes en los edificios pertenecientes al alcázar e iglesia de Santa María, así como de algunos tramos de muralla, tanto emergentes como resultantes de la intervención arqueológica.
Equipo técnico y autoridades descubrieron una placa conmemorativa del evento.

El Castillo de La Guardia de Jaén se ha inaugurado hoy tras las obras de rehabilitación y de puesta en valor turística de esta fortaleza, un proyecto que ha contado con una aportación de más de 105.000 euros de la Diputación Provincial de Jaén. El presidente de la Administración provincial, Francisco Reyes, ha participado junto al delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, la subdelegada del Gobierno en Jaén, Catalina Madueño, el delegado territorial de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta, Javier Carazo, y el alcalde de este municipio, Juan Morillo, en el acto inaugural de esta fortaleza que desde 2021 forma parte de la Ruta de los Castillos y las Batallas promovida por la Diputación.

Reyes ha puesto de relieve la importante inversión que se ha realizado en las obras de este castillo, a las que se han destinado más de 882.000 euros, una cantidad financiada en un 70% a través del programa 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, mientras que el 30% restante ha sido aportado en un 12% por la Diputación y el resto por el consistorio guardeño. “Desde la Administración provincial, cuya razón de ser no es otra que la de los pequeños y medianos municipios, llevamos unos años complementando el esfuerzo que el Gobierno de España hace con el 1,5% Cultural” ha recordado Francisco Reyes en este acto inaugural.

La actuación
La actuación finalizada en el castillo medieval ha consistido en la limpieza, consolidación y estabilización de los elementos existentes en los edificios pertenecientes al alcázar e iglesia de Santa María, así como de algunos tramos de muralla, tanto emergentes como resultantes de la intervención arqueológica.

Estas obras han sido supervisadas en todo momento por el equipo arqueológico, efectuándose el pertinente y preceptivo seguimiento de la retirada de enlucidos y elementos constructivos.

El Castillo de La Guardia de Jaén, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento en 1993, se asienta sobre la ladera del Cerro de San Marcos. Es un enclave estratégico que alberga numerosos hallazgos arqueológicos y monumentos que componen su rico patrimonio histórico y cultural, testimonio de los pueblos y culturas que, a lo largo de la historia, desde el Neolítico hasta la actualidad, decidieron establecerse en ella.

La época de construcción del conjunto fortificado posiblemente sea anterior al siglo XI, pero es de este periodo del que se conservan los restos arquitectónicos más antiguos. El estudio arqueológico documenta cuatro fases históricas: Emiral, Almohade, Cristiana y Renacentista.

La fortaleza se estructura en dos espacios bien definidos y claramente diferenciados: por un lado, el castillo o alcázar y, por otro, un recinto de murallas que lo circunda. Asimismo, el recinto externo está formado por una serie de lienzos de muralla con trazado quebrado, lo que crea multitud de ángulos de defensa, haciendo innecesaria la construcción de torres, excepto la que protegía la puerta principal.

Por su parte, conforman el recinto interior el aljibe, una torre de planta cuadrada, una torre de planta circular, las bodegas y la torre del homenaje.

La fortaleza estuvo habitada hasta la Guerra de la Independencia, cuando, en 1812, fue asaltada, ocupada e incendiada por las tropas napoleónicas.

17 de marzo de 2023

Jaén licita por 1,2 millones la recuperación de su Muralla Norte

El Ayuntamiento de Jaén ha sacado a licitación el contrato para la recuperación de La Muralla Norte de Jaén, la restauración más importante desde su construcción en la Edad Media, con una inversión de 1.228.000 euros con cargo a la estrategia europea de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI).
Se trata de la intervención más importante desde su construcción en la Edad Media.

El Ayuntamiento de Jaén ha sacado a licitación el contrato para la recuperación de La Muralla Norte de Jaén, la restauración más importante desde su construcción en la Edad Media, con una inversión de 1.228.000 euros con cargo a la estrategia europea de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI).

El alcalde de Jaén, Julio Millán, ha anunciado que el procedimiento se ha agilizado de tal manera que, con este contrato, proyecto y obra se licitan al mismo tiempo mediante un sistema abierto simplificado.

El plazo de ejecución de los trabajos es de 9 meses y la actuación contempla el trazado desde el castillo de Santa Catalina hasta las puertas del casco antiguo.

“Se trata de la intervención más importante desde su construcción en la Edad Media, un trabajo para el que los técnicos municipales se han empleado con una minuciosa preparación de la cartografía y la topografía de la mano de la Universidad de Jaén” ha explicado Millán.

Este tramo de muralla, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), fue restaurado en la década de los años 70 de forma puntual y en el presente siglo se ejecutó un proyecto de iluminación monumental, pero no fue nunca objeto de una intervención en profundidad como la que ahora se va a realizar.

El grupo de investigación de Sistemas Fotogramétricos y Topométricos de la Universidad de Jaén ha aplicado tecnología de última generación y ha acometido la documentación tridimensional y fotorrealística de un tramo importante de la muralla medieval de Jaén, que es la base para la adecuación de este enclave.

Las empresas interesadas pueden acceder a la información en la sede electrónica del Ayuntamiento de Jaén y el plazo para presentar ofertas finaliza el próximo 31 de marzo.

7 de junio de 2022

Descubren nuevas pinturas rupestres en el Cerro de Santa Catalina de Jaén

El concejal de Cultura, Turismo y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Jaén, José Manuel Higueras, destaca que ya se han retirado las vías de escalada del paraje en el que se ha encontrado esta representación pictórica y explica que se trabaja en un plan específico para darlas a conocer a la ciudadanía. La figura podría ser de la época calcolítica, como el poblado de Marroquíes Bajos, y se trata de una expresión muy original de los conocidos como bitriangulares, puesto que presenta rasgos de una mujer embarazada y además cuenta con otras figuras en su interior.
Según las primeras observaciones, de un pintura de la era calcolítica

El concejal de Cultura, Turismo y Patrimonio Histórico, José Manuel Higueras, ha mostrado su satisfacción por el hallazgo y catalogación de una nueva pintura rupestre en el entorno del Castillo de Santa Catalina, una vestigio del rico pasado de la ciudad, que ha sido localizado por Juan María Martínez, en una de las rutas de escalada que hay en la ladera sur del cerro. 

Al respecto, el responsable municipal ha indicado que este nuevo hito arqueológico es fruto de la colaboración constante entre la Administración local y las asociaciones de escalada que acuden a este paraje, de titularidad municipal; un contacto fluido que se ha traducido, en este caso, en acciones inmediatas, como la retirada de las vías de escalada. En paralelo, desde el Ayuntamiento se trabaja, en sintonía con la Junta de Andalucía, en la elaboración un plan específico de protección de esta riqueza patrimonial que permita, a su vez, darlas a conocer a la ciudadanía. En cuanto a este testimonio del pasado local, se trata, según las primeras observaciones, de un pintura de la era calcolítica que presenta similitudes con otras creaciones de nuestros antepasados, conocidas como bitriangulares, con lo que hace pensar a los expertos el hallazgo podría datarse en una un momento coetáneo al yacimiento de Marroquíes Bajos.

La figura principal descubierta tiene tres lados y se puede apreciar que otra figura bitriangular más pequeña, lo que hace pensar en la representación de una mujer que pudiera estar embarazada. De hecho, se aprecia otro triángulo más, esta vez, invertido, que incluye una nueva figura. En Otíñar, dentro del término municipal de Jaén, y en la vecina Pegalajar hay también bitriangulares, con lo que tendría semejanzas con estos, aunque, eso sí, resulta una pintura muy original por la composición a base de bitriangulares en su interior. “Poco a poco, se descubre la extensión del anillo de cuevas y pinturas que hay en nuestro sistema montañoso”, ha destacado José Manuel Higueras.

Esta pintura, nada más descubierta, ya pasa a contar con la catalogación, y por tanto, la protección legal, como Bien de Interés Cultura (BIC), conforme a la legislación aplicable, y por lo tanto, se equipara a otros BIC existente en la ciudad, como lo de Fuente de la Peña, La Imora, La Llana, el Almodóvar, La Mella, La Peña del Gorrión y Los Cuatro Picos.

5 de septiembre de 2020

Los hallazgos arqueológicos confirman la existencia de un "espacio de poder" en Yayyan

Los hallazgos arqueológicos de restos de una arquería de yesería de época almohade (siglos XII-XIII) en la iglesia del convento de Santo Domingo de Jaén confirman la existencia de un "espacio de poder" en la antigua ciudad almohade de Yayyan.
Los restos se corresponderían con el pórtico de acceso al patio de un palacio almohade.

Así se pone de manifiesto, según informa en un comunicado la Universidad de Jaén UJA), tras la intervención arqueológica desarrollada en agosto por investigadores del Área de Historia Medieval y del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA.

En este sentido, confirman las hipótesis formuladas en su momento relativas a la existencia de varios pabellones que conformarían un "espacio de poder" en un importante sector del interior de la antigua ciudad almohade de Yayyan, actual Jaén.

Unos espacios cuya construcción se enmarcó en un contexto de transformaciones urbanas desarrolladas entre estos siglos, consistentes en la ampliación de la ciudad y su recinto amurallado, o la construcción de un raudal subterráneo para el abastecimiento de agua y los principales Baños, además de levantarse una nueva mezquita aljama, bajo la actual Catedral.

PALACIO ALMOHADE
Este engrandecimiento y embellecimiento de la ciudad, que se agudizó durante el periodo almohade, llevó aparejada la construcción de nuevos edificios palaciegos, de los que formaban parte las nuevas yeserías descubiertas ahora.

Su excepcionalidad viene dada no solo por su grandiosidad y excelente conservación, sino también porque vendrían a completar una secuencia y gama decorativa de los palacios jiennenses con los fragmentos documentados en otras intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en esta área de Jaén, sobre todo con aquellos que fueron recuperados en el palacio ubicado en el interior del Alcázar Nuevo en el Castillo de Santa Catalina.

De esta manera, con esta intervención arqueológica dirigida por los miembros del Área de Historia Medieval de la Universidad de Jaén, que cuenta con la financiación de la Junta de Andalucía, se completaría una línea de investigación que se inició en 1993 en el Cerro de Santa Catalina.

INVESTIGACIONES EN EL CERRO DE SANTA CATALINA
En esta zona se estudiaron y documentaron dos residencias palatinas islámicas, la primera situada en la ladera Norte, que ocupaba una amplia plataforma que sus descubridores definen como la Primera Alcazaba de Jaén.

La segunda, ubicada en el interior del Alcázar Nuevo, a la cual pertenecen unas yeserías decorativas pre-almohades, en concreto, la albanega perteneciente a una puerta de doble arco de herradura que facilitaba el acceso desde el patio al interior del salón principal del palacio, y que fue edificado en el extremo oriental del Alcázar Viejo de la ciudad de Jaén, actualmente expuesta en el Museo Provincial de Jaén.

Estas investigaciones se completaron con las llevadas a cabo en el solar del Palacio de los Uribe así como en otros solares colindantes al Convento de Santo Domingo, actual Archivo Provincial de Jaén.

Los hallazgos realizados estas pasadas semanas se corresponden con la decoración del pórtico de acceso al patio de uno de los palacios almohades que ya fueron descubiertos, hace más de una década, en los solares contiguos.

Juntos a estos elementos, las investigaciones también están aportando una rica información sobre la secuencia constructiva de la actual iglesia, documentándose otras estructuras que evidencian la transformación de la ciudad tras la conquista cristiana en 1246, primero, y posteriormente tras la construcción del convento de Santo Domingo.
(Fuente: Universidad de Jaén / EFE)

14 de agosto de 2020

Recuperan el sendero medieval de acceso al cerro de Santa Catalina de Jaén

La Universidad de Jaén y el Instituto Municipal de Empleo y Formación Empresarial (IMEFE) del Ayuntamiento de Jaén han documentado el trazado y las estructuras que conforman el sendero medieval que asciende hasta el Castillo de Santa Catalina, recuperando el primer tramo del mismo. Una senda que, pese haber sido trazada en época medieval, estuvo en uso hasta el siglo XIX.
Las tareas incluyeron la limpieza y desbroce de depósitos de tierra y maleza. (UJA)
Los trabajos fueron ejecutados de noviembre de 2019 a marzo de 2020 por la Escuela Taller del módulo de Jardinería, dirigida por Manuela Moral e impartida por los monitores José Requena y Manuel Barneo, bajo la dirección arqueológica de los investigadores del Departamento de Patrimonio Histórico de la Universidad de Jaén María Victoria Gutiérrez y Juan Carlos Castillo, contando además con la colaboración de un amplio equipo técnico de arqueólogos y topógrafos pertenecientes al Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA.

PUERTA Y PAVIMENTO ORIGINAL

En concreto, las tareas desarrolladas desde noviembre del pasado año han consistido en la limpieza y desbroce de los depósitos de tierra vegetal y maleza que cubrían y ocultaban el primer tramo del camino medieval. Entre los resultados obtenidos destaca, por un lado, la localización de la puerta que abría el principal acceso al camino, de la que se han registrado dos grandes pilares cuadrangulares de mampostería. Por otro lado, la localización de la base geológica totalmente pulida y alisada, “lo cual nos indica que ésta conformaría el pavimento original del sendero, que estuvo deslindado por un lado por los propios afloramientos rocosos del terreno, recortados y trabajados para encajar la senda, mientras que por su lado opuesto, estaría delimitado por una serie de paratas de mampostería irregular, de las que en algunos tramos tan solo se conserva su cimentación”, explica la arqueóloga María Victoria Gutiérrez.

El estudio, limpieza y recuperación de estas paratas ha sido el objetivo de esta primera fase de actuación, identificándose su técnica constructiva y su aparejo, además de dejar patente su estado de conservación y patologías. “Con estos trabajos hemos logrado obtener una documentación trascendental y numerosas evidencias que van a resultar imprescindibles para la proyección de futuras fases de trabajo, que conducirán a la recuperación de todos los elementos, para lo cual se seguirán las directrices marcadas en el proyecto de obras de rehabilitación y puesta en valor del sendero, redactado por el arquitecto Manuel de Toro Codes”, declaran los investigadores de la UJA.

Según las primeras interpretaciones, este sendero, que discurría ascendiendo por el interior de un amplio recinto amurallado, presentaba en su inicio una evidente bifurcación que deja constancia de la existencia de un riguroso control, al separar aquellos transeúntes que ascendían a pie, de aquellas otras personas que lo hacían con carretas u otros medios de transporte, confluyendo ambas vías en un punto estratégico del interior, a partir del cual el camino se unificaba. 

TRANSFORMACIONES DEL S.XIX
Paralelamente, esta actuación ha permitido conocer y verificar no solo el origen medieval de sus estructuras, sino que también ha puesto de manifiesto las profundas transformaciones a las que fue sometido en la primera mitad del siglo XIX, tras la ocupación de la ciudad por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia. “Nos referimos a los elementos defensivos creados entre 1809 y 1811, con el fin de consolidar y reforzar las defensas de la primitiva alcazaba medieval, aislándola de manera significativa del núcleo urbano. Son todas ellas estructuras que quedaron perfectamente reflejadas en la cartografía histórica de la época elaborada tanto por ingenieros militares franceses como españoles”, asegura Juan Carlos Castillo, catedrático de Historia Medieval de la UJA.

“Desgraciadamente son muchos los interrogantes y estructuras que aún están soterradas en toda la ladera norte del cerro, las cuales deberán recuperarse e integrarse en un amplio proyecto que tenga como cometido principal la revitalización de este amplio espacio periurbano de la ciudad de Jaén, un sector que cuenta con unos importantes valores patrimoniales tanto a nivel histórico como natural”, declara Juan Carlos Castillo. En este sentido, los investigadores de la UJA apuntan que aunque los resultados obtenidos han sido “bastante significativos y elocuentes de la riqueza arqueológica de este enclave”, esta actuación supone solo el inicio “debido al empaque y la complejidad de las estructuras allí existentes, lo que por otro lado, ha evidenciado la inviabilidad de que su absoluta recuperación pudiera lograrse en un marco temporal tan corto, cuatro meses, que es el periodo de duración de la formación del alumnado de la Escuela Taller del IMEFE”.

3 de octubre de 2016

Doce objetos arqueológicos de Jaén formarán parte de una exposición europea itinerante

Los objetos seleccionados son el sarcófago paleocristiano de Martos (siglo IV), un fuste de columna de La Guardia (final del siglo V), pendientes y broche de cinturón de La Guardia (siglo VII), moneda carolingia y dírhem omeya del Tesorillo de Marroquíes Bajos de Jaén (siglos VIII-IX), olla de Cerro Miguelico de Torredelcampo (siglos IX-X), candil y jarra de Puente Tablas (siglos IX-X), capitel de la Campiña Sur (siglo X), diadema del Tesoro de Charilla de Alcalá La Real (siglo X), candil de bronce de Jimena (siglos X-XI), Dinar del Tesoro de Marroquíes Altos de Jaén (siglo XI) y una albanega hallada en el Castillo de Santa Catalina de Jaén (siglo XII).
Sarcófago paleocristiano del siglo IV de Martos (Jaén). 
La Universidad de Jaén y el Museo de Jaén acogieron una reunión del proyecto europeo CEMEC, en el que participaron instituciones de investigación, museos y entidades especializadas en la generación de recursos y herramientas para la visualización de objetos arqueológicos, que ha reunido nueve colecciones de objetos pertenecientes a la Alta Edad Media para formar parte de una exposición itinerante que podrá verse en Amsterdam, Atenas y Bonn en los próximos años.

El Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica y el Área de Historia Medieval de Universidad de Jaén, junto con el Museo de Jaén, como miembros del proyecto, han sido las instituciones encargadas de seleccionar los doce objetos que formarán parte de esta muestra, bien físicamente o en formato digital. Se trata de los siguientes: sarcófago (Martos, siglo IV); fuste de columna (La Guardia, final del siglo V-inicios del siglo VI); pendientes y broche de cinturón (La Guardia, siglo VII); moneda carolingia y dírhem omeya del Tesorillo de Marroquíes Bajos (Jaén, siglos VIII-IX); olla de Cerro Miguelico (Torredelcampo, siglos IX-X); candil, Puente Tablas (Jaén, siglo IX-X); jarra, Puente Tablas (Jaén, siglo X); capitel (Campiña Sur, siglo X); diadema del Tesoro de Charilla (Aldea de Charilla, Alcalá La Real, siglo X); candil de bronce (Jimena, siglos X-XI); Dinar del Tesoro de Marroquíes Altos (Jaén, siglo XI); albanega, Castillo de Santa Catalina (Jaén, siglo XII).

CARÁCTER REPRESENTATIVO
La selección de estos objetos se realizó por su carácter representativo para la historia de la Península Ibérica durante época visigoda e islámica y por su capacidad de complementar el discurso histórico general elaborado por CEMEC en relación con las otras colecciones europeas. A través de ellos, se observan diferentes elementos esenciales en la temática global y su evolución en el tiempo. Junto a ello, y al mismo tiempo, se ha tratado de presentar aspectos clave de la originalidad de la Península Ibérica, sobre todo en época islámica.


NUEVE COLECCIONES DE TODA EUROPA
En total, entre todos los socios del proyecto, se han reunido nueve colecciones de objetos arqueológicos pertenecientes a la Alta Edad Media (300-1000 d.C.) y procedentes de diferentes partes de Europa. La creación de una red de colaboración e intercambio de ideas entre los diferentes miembros del proyecto tendrá como efecto el diseño y puesta en marcha de una exposición itinerante centrada en la Alta Edad Media. Esta exposición tiene como una de sus líneas de actuación principal la superación de la visión tradicional que definía esta fase de la historia de Europa como un periodo de decadencia y estancamiento cultural.

La exposición de CEMEC, corrigiendo los errores del pasado, presenta la Alta Edad Media como un período de cambio que afecta a objetos, personas e ideas. En relación con ello, bajo el nombre ‘Cruce de Caminos’, el tema principal de la exposición será conectividad, diversidad y movilidad. La exposición mostrará, por tanto, las conexiones entre las diferentes culturas regionales a través de Europa y el Mediterráneo, desde Irlanda a Egipto desde España a Hungría y Grecia. La exposición comenzará en Amsterdam (desde octubre 2017 hasta marzo 2018) y podrá visitarse también en Atenas (de abril a septiembre de 2018) y Bonn (de octubre de 2018 a abril de 2019).

El proyecto CEMEC (Connecting Early Medieval European Collection / Conectando las colecciones de la Alta Edad Media) es un proyecto europeo bajo la supervisión de la Agencia Ejecutiva en el ámbito Educativo, Audiovisual y Cultural (EACEA) y perteneciente al programa Europa Creativa. Su duración es de cuatro años.

25 de marzo de 2011

El castillo de Jaén se prepara para su rehabilitación más profunda en 40 años

Los restos arqueológicos que todavía se conservan del Castillo de Santa Catalina, el monumento de titularidad municipal más visitado de la ciudad de Jaén, serán musealizados. El Centro de Interpretación se restaurará por completo y será bilingüe -español e inglés-.
Patio de Armas del Castillo de Santa Catalina (Jaén).
El Ayuntamiento de Jaén sacará, en breve, a contratación las últimas obras previstas en el plan integral de rehabilitación del Castillo que se puso en marcha a mediados de 2010 y que aún no se ha completado, a pesar de que la fortaleza se reabrió al público la pasada romería de Santa Catalina. Los trabajos, en esta ocasión, se centrarán en la modernización del Centro de Interpretación de Visitantes, en el que el Ayuntamiento invertirá más de ciento cincuenta mil euros, gracias al convenio suscrito con la Diputación Provincial. Así, se realizarán tareas de mejora en todas las instalaciones y se colocarán paneles con información en español e inglés, aunque existe la posibilidad de que sea en otros idiomas. 
Vista del castillo-parador de Jaén.

Los restos que se musealizarán  son un antiguo aljibe. “Es una apuesta clara y contundente del equipo de Gobierno por potenciar los servicios que ofrece el monumento con el fin de hacerlo más atractivo al turista”, explica la concejal de Promoción Económica, María del Mar Shaw. Respecto a la restauración e impermeabilización de las torres y los muros, en unos días, serán retirados los andamios en los que, durante más de seis meses, han trabajado los operarios. El proyecto de mantenimiento del monumento ha contado con un presupuesto de cerca de un millón de euros y se ha basado, sobre todo, en la consolidación del perímetro exterior y la limpieza de los elementos estructurales, así como el camino que conduce hacia la Cruz. El plan fue aprobado después de que el Castillo de Santa Catalina sufriera graves daños como consecuencia del temporal de lluvia y frío de finales de 2009. 

Se trata de la rehabilitación más profunda que se ha llevado a cabo en la fortaleza de los últimos cuarenta años. La anterior se acometió en 1972, bajo la dirección de los arquitectos locales Miguel Ángel y Luis Berges, que se encargaron de la redacción del proyecto. Desde entonces, el Castillo y su entorno apenas ha sido restaurado, salvo en momentos puntuales. El monumento forma parte del patrimonio monumental del Ayuntamiento de Jaén desde 1948.
(Fuente: Diario Jaén)

23 de enero de 2011

Origen e historia de la denominación "Santo Reino de Jaén"

  • La denominación de Santo Reino tiene su origen en la época de la Reconquista y está relacionada con los Caballeros Templarios y su interés por Jaén.

El término Santo Reino data del siglo XIII, en el marco de la Reconquista. Dicha denominación estuvo íntimamente relacionada con la labor de los Templarios, quienes se interesaron por una zona de la península que llamaban el "Santo Reino", una tierra con un rico pasado histórico relacionado con el ocaso del Reino Visigodo de Toledo. Aunque es preciso destacar que existen diversas teorías acerca de la denominación "Santo Reino de Jaén".

Catedral de Jaén.


Santo Reino de Jaén

Hay tres teorías que pretenden explicar el porqué de tal denominación de la provincia jiennense:
  • Reliquia del Santo Rostro: se guarda y venera en la capilla mayor de la Catedral de Jaén, cómo símbolo representativo de la provincia
  • Reconquista de Jaén: se conoce como Santo Reino a la amplia zona en torno a la ciudad de Jaén que, reconquistada en el siglo XIII por Fernando III el Santo, adoptó el apodo del monarca. Cuenta la leyenda de Santa Catalina de Alejandría, patrona de la capital jiennense, que la santa animó al rey en un sueño a la conquista de Jaén, cuando estaba a punto de desistir en tal empresa; a los pocos días del revelador sueño, Fernando III entró en la ciudad conquistándola definitivamente.
  • Reino mágico: desde la Edad Media se consideró a Jaén como Santo Reino. En relación con la anterior teoría sería lógica la denominación de "Santo" a Jaén tras la conquista de la ciudad por Fernando III, pero este rey también conquistó Córdoba y Sevilla, quedándose con tal título solamente la provincia jiennense. Otras corrientes, de índole ocultista, habrían considerado a Jaén como un territorio sagrado y mágico, testigo que recogieron los Templarios al mostrar un notable interés por la provincia y capital jiennenses.

Los Caballeros Templarios y Jaén

Cuando se implanta la Orden del Temple, en el siglo XIII, en España los Maestres de la Orden se marcaron como objetivo la conquista del Sur, siendo el primer territorio que encontraban, pasados los montes de Sierra Morena, el denominado Santo Reino.
Fernando III (B.E.Murillo 1670)


En el año 1147, Alfonso VII cedió a los Templarios la ciudad de Calatrava la Vieja (Ciudad Real), enclave estratégico que controlaba los pasos naturales hacia el Santo Reino y el Valle del Guadalquivir, sitio de paso y de gran importancia, ya que era "cruce de caminos" de Mérida a Cartagena y de Córdoba a Toledo.

En 1158, los Templarios devuelven Calatrava, por no poder defenderla, momento en el cual se funda la Orden de Calatrava cuya huella histórica en tierras jiennenses quedaría patente a lo largo de la historia, de forma paralela a los Templarios, quienes colaboraron en la decisiva victoria de la Navas de Tolosa (1212). El Maestre del Temple, Gómez Ramírez, murió en dicha batalla y los conquistadores castellanos se adentraron hasta el castillo de Vílches, ya en el Santo Reino de la actual provincia de Jaén.

Posteriormente, en 1224 y 1245, en sucesivas campañas, Fernando III conquistó el Santo Reino y gran parte del Valle del Guadalquivir, apoyado por la Orden de Calatrava. Muchos años después, el rey Enrique II de Castilla concedió a Jaén el título de: "Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jaén, Guarda y Defendimiento de los Reinos de Castilla" (lema que aparece en el escudo de la ciudad).
Cruz patada de los templarios.

En el apartado de leyendas, cabe destacar una "corriente" que trata el tema del Santo Reino de Jaén en relación con el tesoro del templo de Jerusalén, perdido desde que el emperador Tito lo llevó a Roma; esta corriente algo mística y misteriosa, afirma que el tesoro fue recuperado por los visigodos, que lo guardaron en Toledo y que, con la conquista árabe de la ciudad, fue ocultado o se perdió en la actual provincia de Jaén, de ahí esa "obsesión" de los Templarios por la zona a la que denominaban Santo Reino.