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19 de noviembre de 2014

Confirman la existencia de un nuevo yacimiento romano en Fuerteventura

Un grupo de arqueólogos ha dado a conocer el hallazgo de un nuevo yacimiento en el islote de Lobos (Fuerteventura), bautizado como "Lobos 2", donde han encontrado restos de malacofauna asociados a cerámica romana, que corroboran la importancia de este enclave como taller de procesado de púrpura para usar como tinte durante el Imperio romano.
El yacimiento en el islote de Lobos cuenta con una superficie de 570 metros cuadrados. FOTOS: LA PROVINCIA.ES
Una de las directoras de las excavaciones de Lobos, la catedrática de Prehistoria la Universidad de La Laguna, Carmen del Arco, no ha querido precisar el lugar exacto donde se halla el nuevo yacimiento para evitar posibles expolios, pero sí ha aclarado que existen "indicios superficiales" de presencia romana en el lugar.

La arqueóloga ha explicado a los periodistas que el registro hallado en "Lobos 2" corresponde a malacofauna, usada para púrpura y asociada a fragmentos de cerámica romana además de elementos estructurales pétreos, ocultos por el jable (arena), pero que pueden permitir la hipótesis de la existencia de construcciones de muros.

La vinculación de Lobos con el Bajo Imperio Romano salió al descubierto a principios de 2012, cuando un turista descubrió el borde de un ánfora romana en la playa de La Calera o La Concha.

TRES CAMPAÑAS DE EXCAVACIÓN
Desde entonces, se han realizado tres campañas de excavación coordinadas por la Universidad de La Laguna, el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife y el Cabildo majorero.


El yacimiento, con una superficie abierta de unos 570 metros cuadrados y con la firme posibilidad de seguir creciendo en posteriores excavaciones, ha permitido documentar un yacimiento romano estacional, fechado entre el siglo I a.C y el I d.C., vinculado a la explotación de la púrpura para su uso como tinte en tiempos del Imperio romano.

Del Arco ha explicado a los periodistas los resultados de los trabajos llevados a cabo durante la tercera campaña de intervención arqueológica sistemática realizada en Lobos, que comenzó el 28 de octubre y que culminará el día 19 de noviembre, y por donde han desfilado un equipo de unas 15 personas de distintas disciplinas como la arqueología o la paleontología.

ESTRUCTURAS HABITACIONALES
Las excavaciones se han centrado en seguir descubriendo fragmentos de los muros detectados durante los trabajos arqueológicos de la campaña anterior y han dado como resultado el hallazgo de tres nuevas estructuras habitacionales, además de restos de cerámica y una lucerna en buen estado de conservación.

Los arqueólogos, después de semanas descubriendo la huella romana tapada por montañas de jable (arena), hablan ya de la existencia de un núcleo principal con concheros de púrpura, donde se ha procesado la misma, además de estructuras habitacionales con muros que rodean ese ámbito.

Los trabajos iniciados en 2012 y que han continuado a lo largo de estos dos últimos años han puesto al descubierto cinco estructuras habitacionales, una de ellas con función fabril, al detectarse restos de una importante estructura de combustión, imprescindible para el procesado de la púrpura, además de moluscos afectados por el fuego.


Carmen del Arco ha explicado que además de las estructuras habitacionales, se han localizado cuatro montículos de concheros, "aunque solo uno de ellos está hasta el momento estudiado en su totalidad y nos ha dado unas 70.000 unidades de Stramonita de las que se extrae la púrpura".

UN TINTE MUY COTIZADO
Las túnicas que vistieron emperadores y senadores romanos aún no se sabe si se llegaron a tintarse en Lobos o en la costa africana, tal y como señala Mercedes del Arco, otra de las responsables de la excavación junto a la arqueóloga del Cabildo majorero, Milagros Estupiñán, ante "la falta" aún de una serie de elementos para saber el lugar del tintado.

Las excavaciones también han permitido hallar gran cantidad de material cerámico como ánforas de salazones y vinarias, anzuelos, vajilla variada de mesa y de cocina (cuellos y asas de ánfora, tapas de olla, recipientes para el fuego, vajillas de mesa), una fíbula, fragmentos metálicos de hierro y bronce (anzuelos y clavos) además de restos óseos de animales ovicápridos.

Lobos se perfila como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Canarias, ante la posibilidad de incorporarlo bajo el paraguas del Imperio romano.
(Fuente: Diario de Fuerteventura / FOTOS: La Provincia)

2 de diciembre de 2022

En la Roma de Lobos aflora una zona de procesado de púrpura, un conchero y un 'vertedero'

Durante quince días, y dentro de la séptima campaña arqueológica, el Cabildo de Fuerteventura y Museos de Tenerife profundiza en la huella del Imperio Romano en el yacimiento Lobos I. El consejero de Patrimonio Histórico espera que los fondos del taller romano de elaboración de púrpura regresen a Fuerteventura y se expongan en el Museo Arqueológico.
Los arqueólogos trabajan en el yacimiento Lobos I. Bajo las planchas metálicas, están tapados los seis recintos en forma de L y los seis concheros descubiertos en las seis campañas anteriores. / JAVIER MELIÁN / ACFI PRESS

El Imperio Romano sigue asomando -y con toda la fuerza de una centuria de ocupación, entre casi la mitad del siglo I de la era hasta la mitad del siglo I después de la era- en el yacimiento arqueológico de la Isla de Lobos. Cuando se cumplen diez años de su descubrimiento casual en la playa de la Concha, el taller de producción de púrpura entra en su séptima campaña que se desarrolla durante quince días sobre 18 metros cuadrados donde han aflorado una zona de procesado de púrpura, con restos de combustión y manchas de color púrpura que son indicios de que se preparaba allí el tinte; un nuevo conchero; y una zona de detritus, o 'basurero', donde han aparecido restos de cetáceos, cerámica y metales (entre ellos, anzuelos).

Estas nuevas estructuras confirman que el yacimiento arqueológico Lobos I se extiende hacia el suroeste, algo que habrá que corrobar en sucesivas campañas que organizan el Cabildo de Fuerteventura con el organismo autónomo de Museos de Tenerife y que codirigen la cátedratica de la Universidad de La Laguna Carmina del Arco, la doctora Mercedes del Arco, e Isidoro Hernández por el Museo Arqueológico de Fuerteventura. Durante esta séptima campaña arqueológica, trabaja en el taller romano de púrpura un equipo multidisciplinar formado por ocho arqueólogos (entre los que se encuentran los tres codirectores), una paleontóloga y cuatro operarios.

Por las planchas de metal y la valla se sabe dónde está el yacimiento de la factoría de tinte en la playa de la Concha. Bajo el techo, protegidos del sol, el viento y los curiosos, están las seis estructuras habitacionales en forma de L y los seis concheros (dos de ellos excavados) que afloraron en las seis campañas anteriores y que ocupan unos 480 metros cuadrados.

De estos seis receptáculos cuadrangulares aún se desconoce su utilidad exacta, aunque seguramente servirían para depositar las herramientas del taller de elaboración de la púrpura y para zonas de trabajo de procesado del tinte.

Brocha en mano para limpiar la arena de los restos que van a apareciendo, los arqueólogos trabajan esta mañana bajo el sol de Lobos en los 18 metros cuadrados -nueve metros de largo y dos metros de ancho- que centran la campaña actual y que se dividen en cuatro cuadrículas.

En la cuadrícula de la zona de procesado de la púrpura, Ramón Cebrián-Guimerá, doctor en Historia precisamente con la tesis sobre el trabajo de los operarios del taller de pesca y extracción en Lobos del tinte púrpura de Muricidae en época de la Roma Imperial, encuentra restos del molusco stramonita haemastoma -que en Fuerteventura se le llama canaílla- y la muestra a las cámaras. «Se aprecia el golpe que le dieron para extraer la glándula hipobranquial».

Como el molusco que enseña Ramón Cebrián-Guimerá, se han encontrado hasta ahora 184.507 ejemplares, lo que significa una capacidad de tintado de 26 kilos de lana. El proceso de elaboración del tinte comenzaba con la fracturación de la thais por la zona dorsal buscando la glándula hipobranquial que se aloja en la cavidad paleal. «Una vez fracturado el molusco, se extrae con un elemento metálico la glándula hipobranquial que se deposita en grandes ollas de plomo con otras sustancias alcalinas y agua salada».

Esta mezcla de glándulas hipobranquiales, sustancias alcalinas y agua de mar se macera durante una semana con calor tenue, como recoge la fuente textual más importante que es Plinio. Transcurridos los siete días, se empezaban a hacer las primera pruebas de tintado: « se sumergía el vellón de lana o de seda para comprobar si ya tenía el color adecuado«, detalla Cebrián-Guimerá.

Frente a la cuadrícula del doctor en Historia, asoman los vestigios de una nueva estructura muraria que puede ser que protegiera esta zona de trabajo del taller romano de tinte. «El objetivo de esta nueva campaña arqueológica es ampliar la división del Lobos I hacia el suroeste, es decir hasta dónde llega el yacimiento», afirma Isidoro Hernández Sánchez, codirector de la prospección y técnico conservador del Museo Arqueológico Fuerteventura.

Hernández Sánchez recuerda que el yacimiento de la factoría de púrpura de la Isla de Lobos es el yacimiento romano más al sur del Atlántico y que señala el límite del Imperio Romano. A lo que suma que es el yacimiento arqueológico más antiguo de Fuerteventura, datado entre la casi mitad del siglo I de la era hasta la mitad del siglo I después de la era, y que hay que mirar al yacimiento del poblado de Butihondo, en Jandía, para encontrar al segundo en antigüedad: siglo II y relativo a otra cultura muy distinta a la romana, la de los mahos.

Las cerámicas, los metales, los moluscos y los restos de fauna marina y terrestre encontrados en el yacimiento del taller romano de púrpura deben lucir en el Museo Arqueológico de Fuerteventura. Es la demanda que el consejero de Patrimonio Histórico del Cabildo, Rayco León, hizo en las mismas excavaciones.

Ahora mismo, los fondos de las seis campañas (dos sondeos y cinco excavaciones) se encuentran depositados en el Museo Arqueológico de Tenerife, por lo León pide que regresen a Fuerteventura. A lo que añadió que el yacimiento «es uno de los lugares más importantes en la historia arqueológica de Fuerteventura y Canarias. Por eso reivindicamos la importancia de estas campañas continuadas, agradeciendo a la Universidad de La Laguna y Museos de Tenerife por la continuidad de las investigaciones. Serán una de las piezas más relevantes que formarán parte del Museo Arqueológico de Fuerteventura, institución que debe liderar el estudio e investigación en la isla».

13 de noviembre de 2024

Salen a la luz nuevas estructuras en el yacimiento romano de Isla de Lobos (Fuerteventura)

La IX campaña de excavación en el yacimiento canario comenzó el pasado 4 de noviembre.

Los trabajos de la novena excavación en el Islote de Lobos muestran indicios de nuevas estructuras de interés arqueológico al norte del yacimiento. Así lo ha comunicado el equipo multidisciplinar de investigadores en una visita realizada por el consejero insular de Patrimonio Cultural, Rayco León, el director general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Clavijo, así como el concejal de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de La Oliva, David Hernández.

El pasado 4 de noviembre, el Cabildo de Fuerteventura, el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife (OAMC) y la Universidad de La Laguna iniciaron la novena campaña en el yacimiento Lobos, que se extenderá hasta el día 22 del mismo mes.

El consejero insular, Rayco León, ha indicado que “el yacimiento de Lobos constituye una de las piezas fundamentales que más sigue dando que hablar de la historia de Canarias. Continúa aportando debate y conocimiento como forma fundamental de conocer nuestro pasado”. “Con todas las entidades implicadas vamos a conseguir que este espacio pueda seguir evolucionando y, poco a poco, sea un atractivo más para el patrimonio cultural de Fuerteventura”.

Por su parte, el director general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Clavijo, destacó el yacimiento Lobos I “como uno de los más interesantes por la información que está aportando al conocimiento de la historia del Archipiélago. Abre muchas vías de investigación, hay trabajo por muchos años y desde el Gobierno de Canarias vamos a seguir colaborando para seguir enriqueciendo el patrimonio de las islas”.

Los trabajos están codirigidos por Mercedes del Arco Aguilar (conservadora del Museo Arqueológico de Tenerife), María del Carmen del Arco Aguilar (Catedrática de Prehistoria y Profesora Horaria de Universidad de La Laguna) e Isidoro Hernández Sánchez (director del Museo Arqueológico de Fuerteventura) y contará, como es habitual, con un equipo multidisciplinar.

Durante la campaña realizada el pasado 2023, un sondeo con georradar realizado en Playa de La Calera permitió identificar posibles áreas fértiles no conocidas hasta ese momento, lo que abrió la puerta a nuevas expectativas y extiende la zona de investigación en casi 400 metros cuadrados más para explorar nuevas áreas. Como resultado, los trabajos en un área excavada de 32 metros cuadrados muestran indicios de la presencia de nuevas estructuras de interés arqueológico al norte del yacimiento.

Sorpresas
Mercedes del Arco ha apuntado que “el yacimiento nos sigue dando sorpresas. Hemos excavado otras áreas en su parte norte y seguimos teniendo evidencias de ocupación romana”. “Las nuevas prospecciones con georradar han descubierto nuevas estructuras, concretamente un suelo enlosado, y las hipótesis es que podrían extenderse por todo el Islote”.

Las campañas arqueológicas en el Islote de Lobos se realizan gracias a un convenio de colaboración entre el Cabildo de Fuerteventura y OAMC, se han realizado ya hasta ocho campañas arqueológicas, donde también ha colaborado la ULL y otras empresas como Binter Canarias que facilita los transportes interinsulares.

Las intervenciones comenzaron en el año 2012 con el fin de dar respuesta a un hallazgo casual de materiales cerámicos, cuya procedencia romana fue confirmada posteriormente. Las investigaciones han calificado el yacimiento como un taller de púrpura, un colorante para los tejidos que se extrae de la cañaílla y muy apreciado desde tiempos antiguos. Datado a través de radiocarbono y de las manufacturas encontradas, el yacimiento romano de Lobos convierte a Canarias en el límite del imperio romano en el atlántico centro-oriental, encontrándose un variado registro arqueológico que actualmente se expone en el Museo Arqueológico de Fuerteventura.
(Fuente: Cabildo de Fuerteventura)

5 de noviembre de 2024

Nueva campaña de excavaciones en el taller de púrpura romano de la Isla de Lobos (Tenerife)

En esta IX campaña los investigadores se centrarán en intervenir en las zonas donde el pasado año se prospectó con Georadar y se observaron anomalías en el subsuelo, con el fin de definir su naturaleza y determinar la extensión del espacio arqueológico.
Vista aérea del yacimiento de Lobos 1, en el margen derecho de la Playa de La Calera. (Foto de C. Medina)

Desde ayer lunes y hasta el 23 de noviembre tendrá lugar una nueva campaña de excavaciones arqueológicas sistemáticas en el yacimiento romano de La Playa de La Calera (islote de Lobos). Se pone en marcha un año más la investigación de campo que se lleva efectuando desde 2012 en el marco de un proyecto de investigación interinstitucional, ‘Hacia la definición de las Islas Purpurarias. Desde el taller de púrpura de Lobos 1 (Islote de Lobos, La Oliva, Fuerteventura). Trabajos arqueológicos en el islote de Lobos y su contexto territorial próximo’, bajo la dirección de Isidoro Hernández Sánchez, director del Museo Arqueológico de Fuerteventura; Mercedes del Arco Aguilar, conservadora de Arqueología del Museo Arqueológico de Tenerife; y Carmen del Arco Aguilar, catedrática de Prehistoria y profesora honoraria de la Universidad de La Laguna.

El objetivo de esta campaña se centra en intervenir en las zonas donde el pasado año se prospectó con GeoRadar y se observaron anomalías en el subsuelo, con el fin de definir su naturaleza y determinar la extensión del espacio arqueológico. Actualmente se ha trabajado en un área sobre los 500 m2, identificando un taller de púrpura romano de época tardo-republicana y alto-imperial, compuesto por seis grandes concheros especializados en la explotación de murícidos (gasterópodos marinos de los que se extrae el tinte púrpura), estructuras arquitectónicas y espacios relacionados con la vida cotidiana de los murileguli (trabajadores de la púrpura), entre ellos un gran basurero.

El registro de materiales arqueológicos comprende ánforas de almacenamiento, cerámica de cocina, mesa y otros usos, las herramientas especializadas, líticas y metálicas, para la producción de la púrpura y la explotación de otros recursos del mar, así como ajuares de diferente naturaleza.

Los trabajos de campos se financiarán en el marco de un convenio de colaboración, renovado recientemente, entre el Cabildo de Fuerteventura y el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, contando también con el apoyo de Binter-Canarias para el traslado interinsular del equipo.

El equipo investigador, con un perfil interdisciplinar, integra en esta ocasión a arqueólogos de las tres instituciones, paleontólogos de la Universidad de La Laguna y el OAMC, así como investigadores de las áreas de Petrología y Geoquímica y Edafología y Química Agrícola de la Universidad de La Laguna. 

La revista Spal ha publicado en estos días la última contribución de este equipo sobre el estudio de los Mortaria de Lobos.

26 de abril de 2012

Encuentran restos arqueológicos romanos en Isla de Lobos (Canarias)

Los restos hallados apuntan a un asentamiento "estacional" de los romanos
en este islote.
A tres kilómetros al Noreste de Fuerteventura, en la Isla de Lobos, han sido localizados restos arqueológicos de una factoría romana, en concreto, el hallazgo casual ha sido de unos restos de cerámica y fauna marina, que ha permitido identificar indicios de la posible existencia de un asentamiento romano estacional en dicha isla.

Tras este descubrimiento ya se ha llevado a cabo un primer sondeo, después de que se localizaran los restos que, a priori, presentaban un potencial "muy importante", según informó el Cabildo de Fuerteventura en un comunicado.

En cuanto a la investigación la lleva a cabo el departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo de Fuerteventura en colaboración con el organismo autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, a través de un equipo científico dirigido por Carmen del Arco Aguilar, catedrática de Prehistoria de la Universidad de La Laguna (ULL), e integrado por las arqueólogas Candelaria del Rosario, Mercedes del Arco y Carmen Benito, del Museo Arqueológico de Tenerife, integrado en el propio OAMC.

El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, y el consejero insular de Recursos Humanos, Educación, Cultura y Patrimonio Histórico, Juan Jiménez, han visitado este miércoles las excavaciones. Cabrera indicó que según las primeras hipótesis es un "hallazgo ilusionante que ahora habrá que confirmar con estudios más detallados".

"Nuestra intención es consensuar con el Gobierno de Canarias la posibilidad de plantear una excavación más sistemática y en profundidad, puesto que significaría avanzar en una nueva clave interpretativa en la historia de Canarias", avanzó el presidente de Fuerteventura.

Por su parte, Jiménez apuntó que estos trabajos de prospección arqueológica en Isla de Lobos, a raíz del descubrimiento de determinados vestigios, dan indicios de que se ante un posible asentamiento estacional de población o destacamento romano.

De todos modos, añadió, se estaría ante la perspectiva de una línea de investigación que "se lleva esperando desde hace muchos" años en Canarias y que podría situar en la Isla de Lobos el "gran asentamiento romano que se esperaba en Canarias".

Por su parte, la responsable de la investigación, Carmen del Arco Aguilar, puntualizó que "ahora son todo meras valoraciones" aunque, agregó, que si se confirman con análisis mas detallados se estaría "ante un hito importante para el mejor conocimiento de los poblamientos en Canarias, dado que hasta el momento no existen referencias de yacimientos con este tipo de actividad relacionada con la obtención de la púrpura al sur de Lixus (noroeste de Marruecos)".

En cuanto a los trabajos, explicó que se han realizado estudios a modo de sondeos o catas para evaluar si existía el yacimiento, así como para corroborar la importancia del mismo, "y efectivamente esta primera aproximación ha confirmado que se trata de un descubrimiento importante".

Al respecto, recordó que investigadores como Pablo Atoche ya habían referenciado de la presencia de restos romanos en otros puntos de Canarias pero este caso "es especialmente llamativo por la diversidad de la cerámica hallada y por la actividad a la que estaría asociada la extracción de la púrpura para su posterior comercialización en el Mediterráneo".

Entre el material hallado en los sondeos previos se encuentran distintos tipos de cerámica, no sólo la utilizada para el transporte de materiales sino también vajilla (terra sigilatta) de uso cotidiano, además de fragmentos metálicos, restos de fogones, restos de cabras, un conchero de gran tamaño o restos de lapas, entre otros.

De ahí que las primeras hipótesis indican la posibilidad de que los restos de cerámica encontrados en la Isla de Lobos sean de torno y, los concheros de thais (un crustáceo del que se la púrpura, un tinte muy apreciado), pudiendo asociarse su procedencia a un asentamiento de la época imperial Romana.

25 de noviembre de 2012

Encuentran restos de un posible asentamiento romano en la Isla de Lobos (Fuerteventura)

La isla de Lobos, al noreste de Fuerteventura, no deja de dar sorpresas a la arqueología canaria, ya que, tras encontrarse en ella restos de cerámica romana la pasada primavera, ahora los arqueólogos han descubierto restos de muros sobre una planta rectangular y pisos de habitación, que con las cautelas necesarias, podrían apuntar al primer asentamiento estacional de los romanos descubierto en el archipiélago.
 El presidente del Cabildo, Mario Cabrera y el consejero de Cultura del Cabildo
de Fuerteventura, Juan Jiménez observa los restos de unas paredes de piedra
 de las excavaciones realizadas en un yacimiento, posiblemente romano,
 de la isla de Lobos. FOTO: EFE/Carlos de Saa.
Los trabajos de excavación que se vienen realizando en el yacimiento arqueológico descubierto en el pequeño islote de Lobos continúan arrojando luz sobre la presencia de los romanos en el Archipiélago.

Tras concluir la primera fase de la excavación exploratoria que se inició antes del verano, y la posterior reanudación de los trabajos, se han localizado paredes de construcciones, pisos de habitación, restos de alimentos, fragmentos de ánfora, cerámicas de cocina y elementos metálicos, lo que apunta al primer asentamiento estacional de una población romana localizado en Canarias.El Cabildo de Fuerteventura, el Museo Arqueológico de Tenerife, la Universidad de La Laguna (ULL) y el Museo Arqueológico de Tenerife, dependiente del Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, formalizaron en su día un convenio de colaboración para llevar a cabo los trabajos de inspección en el citado espacio natural protegido.

Los primeros resultados, a falta de estudios más profundos, arrojan nuevos datos sobre este posible asentamiento estacional romano en el que han aparecido cerámicas, restos de alimentos, restos de estructuras y miles de fragmentos de thais que apuntan a la existencia en esta localización de una factoría de púrpura.

Los primeros sondeos permitieron identificar ente otros materiales restos de cerámica, presumiblemente de torno, y numerosos fragmentos de conchas de Thais haemastoma, lo que popularmente se conoce como carnadilla, un molusco utilizado en el periodo imperial romano para la elaboración de la púrpura, un valioso tinte. En estas últimas semanas han comenzado a aparecer restos de estructuras constructivas cuyo hallazgo sigue, a falta de investigaciones más detalladas, en la línea de que el yacimiento podría estar relacionado con la existencia de un asentamiento para la industria manufacturera de la púrpura romana en este asentamiento.

La tipología y la técnica de elaboración de los materiales hallados indican que este asentamiento puede corresponder a un periodo enmarcado entre los siglos I a. de C. y II d. de C. También es destacable la aparición de muros, restos de cerámica y miles de fragmentos de carnadilla fracturados siguiendo un mismo patrón, hecho este último asociado a una manipulación intencionada y estandarizada que hubiera permitido extraer la totalidad de la púrpura.

El equipo técnico que ha participado en la investigación cuenta por parte del Museo Arqueológico de Tenerife y OAMT, con Mercedes del Arco, Carmen Benito, Candelaria del Rosario, María García Morales y Ruth Rufino; por la Universidad de La Laguna (ULL), con Carmen del Arco, José Domingo Acosta, Miguel Miranda y Enrique Vivancos; y por el Cabildo de Fuerteventura, con Mila Estupiñán, Rosario Cerdeña, Ignacio Hernández y Luis Mata. La dirección del proyecto se encuentra compartida entre las tres entidades y en las personas de Mercedes del Arco, Carmen del Arco y Mila Estupiñán.

Ayer se trasladaron hasta la isla de Lobos, para conocer de cerca los avances en las investigaciones, el presidente del Cabildo majorero, Mario Cabrera, el consejero insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Juan Jiménez, y la concejala de Cultura en el Ayuntamiento de La Oliva, Soledad Aguiar.

El presidente insular destacó: "Hasta ahora se han podido constatar indicios muy interesantes en este yacimiento, por lo que tenemos que conseguir entre todas las administraciones la financiación necesaria para que las siguientes fases de prospección puedan continuar desde que las condiciones lo permitan, dado que se espera una prospección bastante larga".
Por su parte, Juan Jiménez adelantó que el interés de todas las partes es "retomar los trabajos de campo en torno a la primavera. Mientras tanto esperamos poder seguir conociendo los resultados de los análisis a los elementos encontrados que aporten nueva información sobre este excepcional yacimiento".

Mercedes del Arco, directora del proyecto, apuntó: "Los sondeos realizados han permitido descubrir una concentración importante de lo que denominamos carnadilla, conocida como púrpura". Además, añadió: "Lo más importante es la aparición de restos de muros sobre una planta rectangular en la zona del yacimiento. En próximas etapas de excavación continuaran los trabajos alrededor de estos muros".

19 de noviembre de 2015

Arqueólogos localizan el posible embarcadero romano de la Isla de Lobos, en Fuerteventura

Según Carmen del Arco, directora de la excavación, en el sondeo realizado en un área de plataformas limítrofe a la costa en zona de sotavento ha aparecido material de tipo fundamentalmente anfórico, con lo cual parecería corresponder, en principio, a un área de embarcadero
Visita a las excavaciones del presidente del Cabildo de Fuerteventura. FOTO: DIARIO DIGITAL DE CANARIAS.
El equipo de arqueólogos que trabaja en las tres excavaciones arqueológicas que, hasta ahora, se han localizado en el islote de Lobos no descarta la existencia de un área de embarcadero. “Uno de los sondeos corresponde a un área de plataformas limítrofe a la costa, que es una zona de sotavento, que se utiliza en la actualidad y tradicionalmente para amarrar los barcos y que, por tanto, hemos de pensar que funcionaba también así en la época romana. En ese espacio aparece material de tipo fundamentalmente anfórico, con lo cual parecería corresponder, en principio, a un área de embarcadero”, según dijo Carmen del Arco, directora de la excavación y catedrática de Prehistoria de la  Universidad de La Laguna, durante una visita que realizaron el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, y el consejero de Cultura, Juan Jiménez, a las excavaciones arqueológicas.

El yacimiento fue descubierto a principios de 2012 en Lobos y ha permitido constatar las primeras hipótesis que apuntaban a la existencia de un asentamiento de origen romano de una considerable magnitud y cuya ocupación fue al menos estacional, que estuvo dedicado a la obtención de la púrpura a partir del procesamiento de moluscos marinos, de los que se hasta el momento se han contabilizado más de 70.000 ejemplares.

En una segunda zona en la que trabajan los arqueólogos, explicó Carmen del Arco, “han aparecido elementos domésticos, elementos y estructuras de combustión, ajuar de mesa, ajuar de cocina y algunos restos de fauna terrestre, con lo cual se trataría de un área de procesado de alimentos, aunque junto a ella también vemos que hay en superficie, abundantes restos de extramonita procesada, con lo cual en algún momento y cuando sigan los trabajos con probabilidad podamos encontrar también focos de concheros”.

El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, anunció que se renovará el convenio con el Departamento de Patrimonio Histórico y el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife, con la colaboración de la Universidad de La Laguna “porque este yacimiento se va a convertir en nivel de referencia a nivel cultural y, por lo tanto, también a nivel turístico".

OBTENCIÓN DE TINTES PÚRPURAS
Hasta ahora sí se habían localizado en Canarias de forma puntual otros restos de cerámica de torno relacionada con las culturas clásicas del Mediterráneo, pero la singularidad del yacimiento de Lobos radica en que la cerámica aparecería ya contextualizada en un emplazamiento concreto y con actividad también relacionada con la obtención de tintes para su posterior comercialización.


Los tejidos teñidos de púrpura gozaron de gran popularidad en todo el mundo antiguo, desde los fenicios hasta los romanos. Eran considerados objetos de lujo y signo de distinción social, hasta el punto de que el propio Estado controlaba su monopolio y se organizaban expediciones comerciales y militares en busca de los productos necesarios para su elaboración. También se establecieron bases en la costa africana atlántica para su extracción.

Junto a Carmen del Arco y Mercedes del Arco, arqueóloga conservadora del Museo Arqueológico de Tenerife, trabajan en la excavación Milagros Estupiñán e Ignacio Hernández, del Departamento de Patrimonio Cultural del Cabildo de Fuerteventura.

19 de noviembre de 2013

Arqueólogos canarios confirman el origen romano del yacimiento de Isla de Lobos (Fuerteventura)

El inicio este mes de la excavación arqueológica sistemática del yacimiento descubierto a principios de 2012 en la Isla de Lobos (Fuerteventura), ha permitido constatar las primeras hipótesis que apuntaban a la existencia de un asentamiento de origen romano de una considerable magnitud y cuya ocupación fue al menos estacional entre los siglos I a.C. y I d.C. y estuvo dedicado a la obtención de la púrpura a partir del procesamiento de moluscos marinos.
El presidente del Cabildo, Mario Cabrera, las arqueólogas Mercedes del Arco y Carmen del Arco y el consejero de Cultura del Cabildo de Fuerteventura.
Este proyecto se extenderá durante los próximos tres años en el marco de un convenio institucional entre el Cabildo de Fuerteventura, desde la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, y el Cabildo de Tenerife, a través del OACM (Organismo Autónomo de Centros y Museos), titulado ‘Poblamiento y Colonización en las Islas del Atlántico’.

La importancia de este yacimiento radica en la constatación de la existencia de asentamientos, al menos estacionales, en las Islas Canarias y asociados al imperio romano. Las primeras dataciones contextuales de los materiales descubiertos confirman los hechos, enmarcando esta factoría dedicada a la obtención de púrpura entre el siglo I antes de Cristo y el siglo I después de Cristo.

El equipo científico que se encarga de la excavación recibió esta mañana la visita institucional de los promotores del proyecto, que estuvo encabezada por presidente del Cabildo, Mario Cabrera, y la consejera delegada del Cabildo de Tenerife en el Organismo Autónomo de Centros y Museos, Amaya Conde, acompañados de la alcaldesa de La Oliva, Claudina Morales, el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo majorero, Juan Jiménez, y el director del Mueso Arqueológico de Tenerife, Conrado Rodríguez.

Amaya Conde, consejera delegada del Cabildo de Tenerife en el Organismo Autónomo de Centros y Museos, trasladó su satisfacción por poder “seguir colaborando con el Cabildo de Fuerteventura” y “materializar la oportunidad de investigar en este campo arqueológico. Consideramos que nos encontramos ante un yacimiento que servirá como referencia futura una vez se publiquen los resultados de su estudio”.

Mario Cabrera, valoró el enorme interés de este yacimiento que “constata la hipótesis de la existencia de asentamientos romanos en Canarias, al menos, de manera estacional, y que nos dice que en el imperio romano ya conocían la riqueza de esta tierra, algo que otorga un nuevo valor a la historia de este paraje y de toda Fuerteventura”.

Juan Jiménez recordó como “cabildos de Fuerteventura y de Tenerife colaboran en el marco de un convenio firmado en el año 1998 para llevar a cabo investigaciones conjuntas de naturaleza cultural. En este caso, la existencia de un emplazamiento estacional de la época del alto imperio romano se alinea con las corrientes de estudio que ya aventuraban esta realidad histórica”.

Claudina Morales declaró que este descubrimiento supone “un nuevo atractivo para el municipio”, “confirma que la presencia romana en las Islas forma parte de nuestra historia”, y aporta “un nuevo valor para la Isla de Lobos, no sólo desde un punto de vista natural, sino también cultural”.

EXCAVACIÓN SISTEMÁTICA

La directora de la excavación, por Carmen del Arco Aguilar, catedrática de Prehistoria de la Universidad de La Laguna (ULL), valoró esta excavación como de “gran relevancia”, y describió el proceso a llevar mediante campañas anuales durante los próximos tres ejercicios a través de un equipo científico integrado por al menos ocho personas.

“La Excavación se realizará de manera sistemática mediante un decapaje en horizontal. Los trabajos llevados a cabo hasta el momento (a una profundidad de entre decenas de centímetros y dos metros) han permitido conocer como se organiza el yacimiento, que consiste en un espacio de procesado de moluscos marinos (Stramonita haemastoma o thais) –lo que en Canarias se conoce como carnadilla y que los romanos utilizaban para la obtención de tinte púrpura-, de los que hasta el momento se han identificado un mínimo de 70.000 ejemplares”, explica del Arco, aunque ha aparecido también un segundo montículo de concheo todavía por estudiar.

En este espacio se llevaba a cabo un concheo amplio y especializado en el procesado de esta materia prima, pues aparecen varias estructuras “cuya funcionalidad está todavía por definir pero que apuntan a su utilización como habitáculos para el almacenaje o de tipo doméstico”. También se ha identificado gran cantidad de material cerámico de torno correspondiente a recipientes contenedores y vajilla variada de mesa y de cocina (cuellos y asas de ánfora, tapas de olla, recipientes para el fuego, vajillas de mesa), fragmentos metálicos de hierro y bronce (anzuelos y clavos) restos óseos de animales ovicápridos, un bucio prácticamente completo, etc.


El yacimiento cuenta con tamaño considerable (18×6 metros ó 108 metros cuadrados), y una profundidad excavada hasta el momento de entre decenas de centímetros y dos metros de profundidad, pues las estructuras se encuentran en pendiente. “No obstante, se observa como uno de los muros tiene continuación bajo el terreno arenoso, lo que aventura que el yacimiento podría ser incluso mayor”, comenta otra de las responsables de la excavación, Mercedes del Arco.

Esta investigadora constató la importancia de este yacimiento “de uso especializado, pues el 90% del material del conchero corresponde al thais o lo que conocemos aquí como carrnadilla, y por lo tanto se trata de un espacio dedicado a la obtención de la púrpura. Se trata del único asentamiento de estas características descubierto en Canarias, pues sí se conocen yacimientos similares en la Isla de Mogador y otros puntos de la costa atlántica africana, de igual manera que otros yacimientos asociados a la cultura romana aparecidos, por ejemplo, en Lanzarote, no se relacionan con esta actividad”.


A mediados de 2012 se realizó una excavación que sirvió como un primer sondeo en el yacimiento, después de que se localizaran restos que a priori presentaban un potencial muy importante. La investigación se lleva a cabo gracias a la colaboración que mantienen el Cabildo de Fuerteventura desde su Departamento de Patrimonio Histórico y el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife -en el marco de un convenio que ya venía funcionando desde hace doce años-.

Diversos investigadores como Pablo Atoche ya habían referenciado de la presencia de restos romanos en otros puntos de Canarias, pero este caso es especialmente llamativo por la diversidad de la cerámica hallada y por la actividad a la que estaría asociada, la extracción de la púrpura para su posterior comercialización en el Mediterráneo.

CONTEXTUALIZACION HISTÓRICA
En lo respectivo a la cerámica de torno, su localización es muy importante debido a que, si se confirma su cronología, se demostraría que en Canarias hubo desde una época muy temprana emplazamientos de pueblos que conocían su utilización y que de alguna forma convivieron o mantuvieron contactos con los aborígenes, quienes para la realización de objetos de cerámica recurrían a la elaboración a mano.

Hasta ahora sí se habían localizado en Canarias de forma puntual otros restos de cerámica de torno relacionada con las culturas clásicas del Mediterráneo, pero la singularidad del yacimiento en Isla de Lobos radica en que la cerámica aparecería ya contextualizada en un emplazamiento concreto y con actividad también relacionada con la obtención de tintes para su posterior comercialización.

COMERCIALIZACIÓN DE LA PÚRPURA
Los tejidos teñidos de púrpura gozaron de gran popularidad en todo el mundo antiguo, desde los fenicios hasta los romanos. Eran considerados objetos de lujo y signo de distinción social, hasta el punto de que el propio Estado controlaba su monopolio y se organizaban expediciones comerciales y militares en busca de los productos necesarios para su elaboración. También se establecieron bases en la costa africana atlántica para su extracción. Las costas de la denominada Mauritania-Tingitana tenían una potente industria de púrpura, por lo que debido a su cercanía con Canarias, se podría apuntar como teoría que también la tuvieran las Islas, donde ya los autores clásicos situaron los Campos Elíseos.

En este sentido, cabe recordar que ya desde el I milenio a. de C. se desarrolló la expansión comercial desde el Mediterráneo oriental a cargo de pueblos navegantes como los fenicios y griegos, que buscaban fuentes de abastecimiento de materias primas y nuevos mercados para sus productos. Los conocimientos náuticos de estos pueblos para navegar en alta mar permitieron esta expansión.

Las Islas Canarias, si se confirman las hipótesis iniciales apuntadas con localizaciones como la de Isla de Lobos, no fueron ajenas a este largo proceso comenzado desde el milenio I a. de C. que finalizaría con la crisis del Imperio de los s. III-IV d. C. y el posterior abandono de las factorías de salazones de la Mauritania Tingitana.

En este sentido, la situación estratégica del archipiélago canario facilitó el establecimiento de las rutas comerciales de navegación atlántica. La gran riqueza en túnidos de las aguas del banco pesquero canario-sahariano pronto convertiría a las islas en una valiosa fuente de recursos pesqueros. La descripción de las Islas Afortunadas que Plinio extrae de la expedición de Juba II nos revela el conocimiento y la frecuentación del archipiélago desde la Antigüedad. 

(Fuente. Canarias Actual)

29 de noviembre de 2022

Los arqueólogos reinician la investigación en el yacimiento del Islote de Lobos

En el conchero y su entorno se han localizado materiales de manufactura romana, tanto cerámicas realizadas a torno, como piezas metálicas de bronce, hierro, plomo y líticas, relacionadas con la labor del proceso de púrpura.
La excavación se prolongará durante dos semanas.

El Cabildo de Fuerteventura y el organismo autónomo Museos de Tenerife han reiniciado los trabajos arqueológicos en el yacimiento Lobos I, gracias a un nuevo convenio suscrito entre ambas instituciones.

Tras los resultados obtenidos durante la excavación arqueológica ya realizada en los yacimientos Lobos I y II, ambos organismos retoman unos trabajos de relevancia internacional, ya que son estas investigaciones las que determinarían la presencia de los romanos en el Archipiélago. La excavación se prolongará durante dos semanas.

En las anteriores prospecciones los datos arqueológicos obtenidos muestran la presencia de un taller de producción de púrpura de época romana, fechado entre el siglo I a.C y el I d.C.

En el conchero y su entorno se han localizado materiales de manufactura romana, tanto cerámicas realizadas a torno, como piezas metálicas de bronce, hierro, plomo y líticas, relacionadas con la labor del proceso de púrpura. Además, en otras áreas del yacimiento se registran objetos relacionados con la actividad doméstica, como cerámica de cocina y vajilla de mesa, entre otros.
(Fuente: La Provincia.es)

30 de mayo de 2013

Retoman las excavaciones en el yacimiento visigodo de Navalahija, en Colmenar Viejo (Madrid)

La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Colmenar Viejo, en coordinación con la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, pondrá en marcha el próximo 3 de junio y hasta el día 28 una nueva Campaña de excavaciones en el Yacimiento de Navalahija, uno de los dos yacimientos arqueológicos (el otro es el de Navalvillar) ubicado en la Dehesa de Navalvillar de la localidad madrileña.
El yacimiento de Navalahija, en Colmenar Viejo contará con un guía que permitirá visitar las instalaciones.
“El objetivo de esta nueva campaña es completar la excavación de uno de los edificios que ya se habían puesto al descubierto en campañas anteriores con el fin de ponerlo en valor e integrarlo en el área visitable del yacimiento”, explica el Concejala de Cultura colmenareño, Jorge García.

Yacimientos Visitables desde 2012
Y es que tanto el de Navalahija como el de Navalvillar forman parte, desde el año pasado, de la Red de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid, unos enclaves que se encuentran también en las inmediaciones de la Necrópolis visigoda de Remedios, el primer yacimiento visitable de nuestra región junto con la Necrópolis medieval de Sieteiglesias y el Conjunto arqueológico de la Dehesa de la Oliva, en Patones.

Un poblado del siglo VII
El poblado sobre el que se acometerán los trabajos -fechado entre el siglo VII y primera mitad del siglo VIII d. C.- se asienta entre los arroyos de Tejada y Pocito de Los Lobos, en la Dehesa de Navalvillar, y está formado por numerosas viviendas y edificios auxiliares, de carácter familiar.

Cimientos del edificio donde se asentaba una fragua
descubierta en la campaña de 2008.
Antigua zona minera y ganadera
Según lo descubierto hasta ahora por los expertos, esas viviendas y edificios se agrupan sin orden aparente y utilizan espacios comunes para su intensa actividad minero-metalúrgica, documentada a través de las cenizas, escorias y herramientas recuperadas en las estancias en que se procesaba el mineral metálico. Ésto ha hecho presuponer a los arqueólogos que los habitantes del poblado compaginaban esa actividad económica con la explotación de la ganadería ovina y caprina.

Conferencias y visitas guiadas
El Concejal de Cultura colmenareño destaca asimismo que su interés se centra “no sólo en poner al descubierto el patrimonio histórico que atesoramos en el término municipal sino también en darlo a conocer a los ciudadanos, uniendo la didáctica de la arqueología a la implicación vecinal en su conservación. De ahí que para nosotros sean igual de importantes las excavaciones en sí que la participación de los vecinos en ellas, las visitas guiadas a los yacimientos, las jornadas de puertas abiertas en estos enclaves, las conferencias o las publicaciones al respecto”.

Excavaciones en junio
La campaña que comenzará el próximo lunes finalizará el 28 de junio. A partir de entonces, otro equipo técnico de expertos emprenderá un trabajo de conservación y puesta en valor de lo excavado.


Un guía para explicar las excavaciones
La Concejalía de Cultura ha recordado, además, que mientras duren los trabajos habrá un técnico en el yacimiento que hará las veces de guía a todos aquellos que, de forma individual o en grupos, visiten el enclave para conocer el desarrollo de las excavaciones. También se instalarán in situ diferentes paneles explicativos y se repartirán folletos informativos sobre el conjunto arqueológico.
(Fuente: Madrid Norte)

4 de noviembre de 2024

Un puñal de Pintia para iluminar el tiempo de los celtas

El investigador Roberto Matesanz descifra la iconografía de un pomo vacceo hallado en Padilla de Duero, en 1986, descubriendo un calendario con el que releer otros objetos de la céltica europea
Dibujo e imagen de una parte del pomo hallado en PintiaCEVFW

Hay pasajes de la historia que tardan siglos en sacudirse el polvo del tiempo, y ni siquiera revelan sus secretos al ser recuperados para la memoria colectiva. Exhumados sus restos, depositados quizá en algún museo arqueológico, son contemplados cada día por cualquiera sin que nadie sea consciente de los arcanos que encierra. Eso podría decirse de uno de los hallazgos realizados en 1986 en la tumba número 32 de la necrópolis de Las Ruedas, en Padilla de Duero (Valladolid), en el conjunto arqueológico de Pintia. Allí se conservaba una urna cineraria junto a varios objetos que parecían pertenecer al ajuar de un guerrero vacceo: entre ellos, junto al broche de un tahalí, el pomo de un puñal de tipo Monte Bernorio del siglo III antes de Cristo, en plena Edad del Hierro.

A lo largo de estos años, diferentes especialistas interpretaron de forma variada las escenas, tanto la que incluye trece animales desfilando en el borde superior del pomo como la que adorna el reverso, simétrica en su composición, en la que se despliegan tres misteriosas figuras zoomórficas, cuatro animales identificados como suidos –jabalíes o verracos domésticos, como la docena que ocupa el canto– y sendas escenas de combate en los márgenes. Interpretaciones que dotaban a la pieza de una significación económica o productiva, o le asignaban una lectura que apelaba al coraje y la ferocidad propios de la sociedad vaccea. Hasta ahora.

Porque el investigador de la Universidad de Valladolid Roberto Matesanz Gascón ha conectado la rica y misteriosa ornamentación del reverso y el canto del pomo –los motivos geométricos se extienden por el anverso– con el calendario lunisolar celta de finales de la Edad de Hierro, que dividía el año en dos semestres, cuatro estaciones y doce meses –cada uno con dos quincenas separadas por el plenilunio– a los que había que sumar, de forma periódica, uno intercalar para sincronizar las fases –12 lunaciones suman 354 días, de ahí la necesidad de añadir días para sincronizar con el año solar–. Tanto días como meses y años se dividían, a su vez, en dos mitades, una nocturna u oscura y otra diurna o luminosa. Sus eras eran de 30 años.

Una organización del tiempo que se ha podido reconstruir, recuerda el experto, en base a antiguas referencias literarias como Julio César (Guerra de las Galias) y Plinio (Historia Natural), hallazgos como el calendario galorromano de Coligny (siglo II d.C.) y tardías tradiciones gaélicas que apuntan al 1 de noviembre como el inicio del calendario (Samain), comenzando la parte oscura del año, con festividades el 1 de febrero (Imbolc), 1 de mayo (Beltaine) y 1 de agosto (Lugnasad), las cuatro estaciones ya contempladas en los primeros siglos de nuestra era por los pueblos celtas de Irlanda.

«El pomo no solo es el documento iconográfico más importante que existe para comprender cómo concebían los pueblos célticos de toda Europa su ciclo anual durante la protohistoria, sino que, por eso mismo y porque es un objeto cuyo riquísimo programa figurativo se conserva prácticamente completo, es la piedra angular que nos permitirá analizar muchos otros objetos arqueológicos con una composición mucho más sencilla en su ornamentación. Sin las claves interpretativas que proporciona el equipo metálico de la tumba 32 jamás vislumbraríamos su posible significación calendárica», expone Matesanz Gascón, que traza conexiones con otros hallazgos como el llamado ‘Vaso de los Lobos’ de Rauda (Roa, Burgos) o el pectoral lusitano en forma de lúnula de Chao de Lamas.

El historiador, que ya ha defendido su trabajo en foros como la Real Academia de Bellas Artes de Valladolid, de la mano de académicos como Germán Delibes y Eloísa Wattenberg, así como en publicaciones como el Anuario del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg o la prestigiosa Paleohispánica –dependiente de la Institución Fernando El Católico, adscrita al CSIC–, asegura que la investigación iniciada hace ya más de dos años «apenas acaba de comenzar», habida cuenta de «toda la luz que la iconografía del pomo pintiano vierte sobre otros hallazgos arqueológicos o sobre textos antiguos».

Cuál pudo ser la motivación de quien hizo labrar el hierro naviforme: en una sociedad eminentemente ágrafa como era la vaccea, plasmar los ciclos temporales de una forma visual era un «mecanismo de conservación y transmisión de dicho conocimiento». Quien controlaba el tiempo en aquellas sociedades controlaba aspectos fundamentales como las actividades productivas, desde la siembra a la recolección; también las festividades o la vida pública, desde la duración de las sanciones al tiempo en el que un individuo podía ostentar un cargo. Si en la antigua Roma esa misión recaía en los sacerdotes del Collegium Pontificum, era la clase sacerdotal druídica la que se ocupaba de ello entre los celtas, explica el historiador.

«La necesidad de medir el tiempo es un anhelo universal», apunta el arqueólogo Carlos Sanz Mínguez, profesor de la Universidad de Valladolid y fundador y director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg. «La interpretación calendárica es una hipótesis muy coherente y plausible. Existían calendarios vinculados a las élites y esta pieza contiene un conjunto interpretativo completo, con todos los segmentos temporales incluidos, cuando en otros casos es mucho más fragmentario», matiza el que es desde 1985 máximo responsable de las excavaciones en Pintia.

¿Cómo interpretar la iconografía del pomo? 
Según Matesanz Gascón, los suidos, animales de hábitos nocturnos, funcionarían como marcadores de las distintas subdivisiones temporales. Una figura simbólica asociada a la luna, referencia «básica de cómputo en los calendarios lunares y lunisolares».

Al fijar la mirada a uno y otro lado del reverso del pomo se aprecian sendos círculos reticulados junto a dos grandes jabalíes que representarían cada semestre del año: las figuras del lado derecho tienen un contorno doble y las del lado izquierdo, un contorno simple. «Las primeras denotan la parte inicial del año y las segundas, su parte final. Esta dicotomía que opone un mismo motivo trazado con un contorno simple o doble, asociada a conjuntos duodecimales en composiciones iconográficas más sencillas, también aparece sobre objetos prehistóricos de Europa central y de las islas británicas», subraya el historiador vallisoletano. Los combates, apunta, podrían representar tanto duelos celebrados en distintas festividades del calendario como episodios mitológicos en los que se enfrentasen las fuerzas de la luz y de la oscuridad.

En la embocadura del pomo, encarnando las estaciones celtas, otros cuatro suidos desfilan de derecha a izquierda, haciéndose sus cuerpos más abultados a medida que avanza la escena. Una evolución que invita a pensar en que es en el lado diestro donde está representado el comienzo del año.

Y en el canto, a cada lado de la escotadura central, avanzan ordenadas seis bestias, rematando la composición en el extremo izquierdo un decimotercer animal que Matesanz Gascón identifica como un mustélido que encara al resto de suidos, y que él interpreta como el citado mes intercalar. Asimismo, en la parte diestra, la que representa el lado oscuro del año, una figura muy diferente a la del resto de jabalíes o verracos ocupa el cuarto lugar, el correspondiente a la segunda estación del año céltico (Imbolc). Parece un tejón, señala el investigador, que recuerda la costumbre en regiones de Europa central ocupadas en la antigüedad por pueblos celtas de celebrar el 2 de febrero el Día del Tejón como despedida del invierno.

El investigador ilumina las sombras y establece conexiones para armar un relato en el que afloran nombres como el de Estrabón, que en su Geografía aludía a un ‘dios innominado’ celtíbero que era venerado de noche en los plenilunios. «En el ámbito celta, las dos quincenas del mes, que comenzaría con la luna nueva, parecen haber estado separadas por el plenilunio», advierte el estudioso, que dirige la atención al reverso del pomo, a su centro, a los dos conjuntos de 15 molduras que flanquean una figura zoomórfica. «Es la divinidad mencionada por el geógrafo e historiador griego, un icono que desde un punto de vista arqueológico aparece documentado entre esos pueblos peninsulares que él llamaba ‘los celtíberos y sus vecinos del norte’, entre turmogos, cántabros, astures o vacceos», asevera Matesanz Gascón.

Hoy, el «soberbio» pomo descansa como un tesoro más en una vitrina del Museo de Valladolid, sin reclamar gran atención para sí. «Es la mejor pieza de la época prerromana», sentencia un Sanz Mínguez preocupado por el posible deterioro de la reliquia pintiana: desde la restauración que hiciera Cristina Escudero a finales de los ochenta, el óxido ha hecho saltar del hierro la pequeña figura de un pájaro. «Sería conveniente exhibir una réplica y conservar el original en una atmósfera neutra, sin oxígeno, para evitar la corrosión», sugiere el director del Centro de Estudios Vacceos.

‘Un producto conservador del espíritu humano’
En la cabeza de Matesanz Gascón resuenan las palabras del arqueólogo Paul-Marie Duval (1912-1997), a quien cita para explicar el horizonte que se abre al descifrar la iconografía del pomo pintiano, por las conexiones que permite con otros tesoros del pasado: ‘Entre los productos del espíritu humano, no hay nada más conservador que el calendario’. Conexiones cercanas, como con el ‘Vaso de los Lobos’ de Rauda –a unos 20 kilómetros en línea recta de Padilla–, o más lejanas, con broches de tipo Miraveche, monedas britanas o estandartes galos cuya iconografía incluye la presencia de jabalíes o de series duodecimales.

4 de septiembre de 2013

Buscarán restos del Paleolítico Inferior en los yacimientos arqueológicos de Ambrona y Torralba (Soria)

La Junta de Castilla y León ha reanudado el trabajo de campo en los yacimientos arqueológicos de Ambrona y Torralba, para lo que ha destinado 9.000 euros, además de otros 26.000 euros que invertirán en proyectos de investigación para estudios complementarios, a desarrollar en un periodo de tres años.  Este marco de investigación está respaldado por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).
Los yacimientos de Ambrona y Torralba son los más relevantes del Paleolítico Inferior de la Península.
 El delegado territorial de la Junta, Manuel López, ha visitado el Museo de Ambrona y los yacimientos de Ambrona y Torralba, los más relevantes del Paleolítico Inferior de la Península Ibérica, para comprobar el avance del trabajo de campo e investigaciones que se están realizando en estas zonas arqueológicas de la provincia de Soria. 

Durante la actual campaña de trabajo, que comenzó el pasado 18 de agosto, el arqueólogo Manuel Santonja y el geólogo Alfredo Pérez-González, junto a un grupo de investigadores, trabajan en contrastar hipótesis estratigráficas en los sectores Central y Este de Ambrona, revisando perfiles que conectan ambas zonas y realizando sondeos comprobatorios. 

Se realizará una excavación en área sobre superficies que permita interpretar la naturaleza de la ocupación humana y conocer en detalle las características tecnológicas de la industria lítica. Esta excavación en áreas representativas permitirá reunir restos de fauna y otros materiales orgánicos significativos en relación con las condiciones medioambientales, para determinar la naturaleza de los cambios entre los sectores estratigráficos inferior y medio. 

Materiales líticos de tipo achelense
Se considera fundamental en los estudios que se están realizando sobre estos yacimientos conocer el sector Ambrona II, ya que en 1998 se comprobó que existían depósitos de ese sector que, por su posición morfoestratigráfica y los materiales líticos de tipo achelense que contiene, puede tratarse de un yacimiento similar a Torralba, por lo que su estudio es importante para conocer la coexistencia o evolución entre el achelense y el Paleolítico Medio. 

Por ello, en este sector se plantea la excavación de una superficie representativa que pueda precisar su cronología, proceso de formación, paleoambiente o tecnología de la industria lítica. 

En el sector denominado Ambrona III se pretende abrir algún sondeo para evaluarlo de forma más precisa. 

Por último, en Torralba se realizará una limpieza de los vertidos procedentes de antiguas excavaciones para definir la estratigrafía, cronología y procesos de formación, excavando superficies significativas para la interpretación paleoeconómica y ambiental. 

Antiguas investigaciones
 En los años 1993 y 2000, Manuel Santonja y Alfredo Pérez-González realizaron diferentes investigaciones en estos yacimientos de la provincia soriana, obteniendo la posición morfoestratigráfica de Ambrona y Torralba, lo que permitió definir una segunda localidad, Ambrona II, con una fauna e industria achelense que ocupa una posición equivalente a Torralba. 

En el ámbito de la paleontología, las investigaciones aportaron precisiones relativas de aves y pequeños vertebrados. 

La asociación de mamíferos sobre los restos fósiles descubierta en estas campañas fue: topillos de las brechas, ratas de agua, ratones de campo, conejos, lobos de Mosbach, elefantes antiguos, rinocerontes de nariz tabicada, ciervos, gamos, corzos y toros primitivos. 

Además del estudio de fauna y nanofauna -ostrácodos-, la palinología y las biomineralizaciones -fitolitos- han aportado información relativa a las condiciones ambientales en los momentos de formación del yacimiento de Ambrona. Todas las conclusiones obtenidas señalan la existencia de constantes ambientales comparables con las actuales, si bien con matices de interés. 

Tras los trabajos desarrollados por el equipo de Santonja y Pérez-González se ha completado la secuencia estratigráfica inferior de Ambrona y su contenido arqueopaleontológico, además se ha documentado la actividad humana registrada en estos depósitos. Sin embargo, las actuaciones relacionadas con la secuencia estratigráfica media de Ambrona, Torralba y los sectores denominados Ambrona II y III fueron más limitadas, por ello el conocimiento de los mismos se encuentra en una fase inicial.