google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

19 de enero de 2024

La Policía Nacional interviene 71 piezas arqueológicas procedentes de expolio

Detenidas seis personas por formar parte de un grupo criminal como presuntos responsables de delitos contra el patrimonio histórico, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales. La investigación se inició cuando, agentes especializados de la Brigada de Patrimonio Histórico, detectaron en una caseta de la feria Feriarte 2021 un capitel de estilo califal.

Agentes de la Policía Nacional han intervenido 71 piezas arqueológicas procedentes de expolio, la mayoría en una galería de arqueología de Barcelona, de épocas visigoda, nazarí, califal y renacentista. Han sido detenidas seis personas en Granada y Barcelona que, presuntamente, formaban parte de un grupo criminal como presuntos responsables de delitos contra el patrimonio histórico, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales.

La investigación, que ha contado con la colaboración del Ministerio de Cultura, se inició cuando, agentes especializados de la Brigada de Patrimonio Histórico, detectaron en un stand de la feria FERIARTE2021 un capitel de estilo califal que llamó la atención de los investigadores, ya que recientemente habían aparecido en el mercado de arte piezas similares de procedencia ilícita.

Una vez que los investigadores solicitaron al stand la acreditación del origen de la pieza, pudieron comprobar a través de la factura que había sido adquirido, junto con otros dos capiteles, en un establecimiento de antigüedades de Granada, detectando irregularidades en la factura como la ausencia del número de factura o no estar desglosado el importe del IVA.

Junto a la factura de compra, proporcionaron tres actas de manifestaciones notariales, una por cada capitel, levantadas a nombre de la misma persona, por una notaría de la capital granadina, que contenían diversas afirmaciones acerca del origen y propiedad de los capiteles, tales como que habían sido heredados y llevaban en poder de la familia varias generaciones, ya que un antepasado suyo había sido restaurador en La Alhambra de Granada en el siglo XIX; pero de ninguna manera se acreditaba la procedencia de los objetos, por lo que se procedió a la intervención de las tres piezas arqueológicas.

Tienda especializada en arqueología de Barcelona
La investigación en torno dicha persona puso de manifiesto que había otras notarías en las que se habían levantado actas de manifestación similares, lo que permitió localizar piezas en poder de particulares en Valencia, Madrid, Granada, si bien la mayor parte de ellas se encontraban en Barcelona, en poder de una persona, encargado de darle salida a los objetos expoliados a través de la tienda especializada en arqueología que regentaba en esa ciudad.

Todas las piezas tenían un nexo común: habían sido proporcionadas por el mismo comercio de antigüedades, bien como empresa o a título particular por alguno de sus responsables. Entre la documentación aportada para acreditar la procedencia de las piezas había, en algunos casos, actas de manifestaciones notariales levantadas en distintas notarías a nombre de la misma persona y en otros, contratos de compraventa privados entre familiares de los responsables del reseñado establecimiento, que nada tenían que ver con el negocio de las antigüedades, en los que se afirmaba que procedían de una antigua colección heredada de un familiar, siempre con el fin de intentar dar apariencia de que el objeto se había sacado del yacimiento antes de la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico Español, que no permite la propiedad privada de los objetos arqueológicos.

Por resolución judicial, se procedió a la intervención de las piezas arqueológicas localizadas y a trasladarlas a los lugares indicados por el Ministerio de Cultura, en este caso las instalaciones del Museo Arqueológico Nacional (MAN) en Madrid, al Museo Arqueológico de Granada y al Museo de Prehistoria de Valencia; lugares donde han sido estudiadas y actualmente se encuentran depositadas. Igualmente fue recopilada e intervenida la documentación relativa a la compraventa de las obras: facturas de compra, contratos de compraventa y actas de manifestaciones notariales.

Durante la investigación resultaron detenidas seis personas, cinco en Granada y una en Barcelona, como responsables de delitos contra el patrimonio histórico, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales.

Ocho integrantes del grupo criminal miembros de una misma familia
El grupo criminal estaba formado por diez personas, nueve residentes en Granada, ocho de ellas pertenecientes a una misma familia, y el responsable de una galería especializada en arqueología de Barcelona. Algunos integrantes del grupo criminal no fueron detenidos por encontrarse en ese momento fuera del país, ya que alguno de ellos tiene nacionalidad brasileña.

La manera de operar del grupo consistía en que, de forma concertada, los tres hermanos responsables del negocio de antigüedades de Granada, participaban en la búsqueda y localización de piezas de arqueología expoliadas, para posteriormente confeccionar para cada pieza la documentación necesaria con intención de crearle un pasado que permitiera su introducción en el mercado legal, que es el que más beneficios aporta; valiéndose de testaferros que firmaban contratos de compraventa, acudían al notario y en ocasiones llegaron a hacer el traslado de la pieza como particulares a la galería de Barcelona para que no se les relacionara con el resto de la organización.

En el momento de la detención se procedió a la intervención de los teléfonos móviles de dos de los hermanos responsables del establecimiento de Granada y su análisis posterior vino a poner de manifiesto que una de las personas encargadas de formalizar las operaciones de compraventa era su hija y sobrina respectivamente, quien siguiendo las instrucciones de su padre y su tío confeccionaba documentos a la carta, haciendo constar en ellos, sin ninguna base real, las imágenes de las piezas que le suministraban, el contenido formal que debía aparecer en dichos documentos y la rúbrica del supuesto vendedor. Una vez confeccionado el documento, lo remitía nuevamente al comercio de antigüedades para que diesen el visto bueno, y a continuación recibir alguna compensación económica, para lo que facilitaba su número de cuenta bancaria y en ocasiones indicaba que se lo enviaran a través de transacciones electrónicas.

Entre las 71 piezas intervenidas se encuentran capiteles de épocas nazarí y califal, basas, columnas, arcos de yesería, vigas islámicas, un fragmento de arrocabe, una estela funeraria árabe, varias esculturas y cuatro broches de cinturón visigodos. Según los técnicos especialistas de los museos que han llevado a cabo el estudio de las piezas arqueológicas, el valor total ascendería a 403.000 euros, cantidad que se superaría ampliamente en los circuitos comerciales legales del arte.

Hay que destacar un fragmento de arrocabe de 357 cm de largo, 29 cm de alto y 9 cm de ancho valorado por los técnicos en 80.000 €. Presenta decoración tallada de tema epigráfico cúfico mezclado con decoración de palmas, encerrado en arcos lobulados, que surgió ya en Granada antes del periodo nazarí, lo que nos lleva a situarlo en el entorno del reinado de Yusuf I, en el siglo XIV.

Asimismo, destacan varios capiteles califales realizados en mármol, con tallas de gran calidad, manteniendo elementos tales como la profundidad del trepanado. La existencia de modelos similares en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba y en el Museo de la Alhambra, permite datarlos en el siglo X o principios del siglo XI, pudiendo proceder de talleres en la órbita de Madinat al-Zahra.

Igualmente relevante resulta un capitel de banda que, por su estructura corresponde a la etapa nazarí (cronológicamente siglo XIV). Tanto su material, el mármol, como el escudo nazarí sin ninguna talla (posiblemente policromado), indican que sería un capitel destinado a un edificio oficial palatino.

18 de enero de 2024

Denuncian la destrucción de un yacimiento arqueológico en Almedinilla (Córdoba)

El arqueólogo municipal y director del Museo Histórico de Almedinilla, Ignacio Muñiz, comunicó el pasado martes al SEPRONA de la Guardia Civil y a la Delegación de la Consejería de Cultura en Córdoba la destrucción parcial del yacimiento arqueológico conocido como “Casilla de Fito” en el término municipal de Almedinilla, destrucción acontecida el 14 de enero de 2024.
Sillares, fragmentos cerámicos y tejas romanas extraídos del yacimiento.

Según  informa la página en Facebook de Amigos del Ecomuseo del Río Caicena el 14 de enero de 2024 por la tarde-noche un vecino de la localidad se puso en contacto con el Museo Histórico de Almedinilla para informar sobre unos trabajos agrícolas (consistentes en retirar una plantación de olivos antiguos para plantar nuevos, con un fondeo de la tierra) que estaba afectando posiblemente a un yacimiento arqueológico por advertir el vecino que sacaban sillares, fragmentos cerámicos y tejas romanas.

El Museo de Almedinilla tiene catalogado un yacimiento muy cercano al lugar, denominado genéricamente “Casilla de Fito”, en principio con la adscripción cronológica romana (pero sin saber exactamente su extensión al no haber intervenido en él). De hecho ya en los márgenes del camino de acceso al lugar el Museo advirtió que de antiguo había algún sillar y restos de tejas y cerámicas de almacenamiento romanas dejados allí a manera de pequeños majanos o señalizaciones de fincas.

Después de una prospección visual del desmonte se comprobó que el mismo era aproximadamente de 1 hectárea de superficie, con la presencia de sillares, cerámica romana (dolia) y tejas romanas (tegulae e imbrices) que han dejado los trabajos agrícolas recientes junto al carril y en la linde de la finca.

Ya en el interior de la finca desmontada se encontraron más restos cerámicos, de construcción, así como ladrillos romanos para la elaboración de suelos (tal vez opus spicatum). También se documentaron manchas de cenizas asociadas a restos cerámicos romanos, y algún fragmento que parece de tradición ibérica, que consideramos urnas de cremación asociadas a una necrópolis.

Es posible, por tanto, que nos encontremos frente a los restos de una de esas primeras ocupaciones romanas consistentes en pequeñas villas romanas (tal vez fortificadas) o pequeños asentamientos rurales con alguna infraestructura industrial (tipo almazaras) con una pequeña necrópolis asociada de cremación que, junto a los fragmentos de cerámica de tradición indígena, nos lleva en principio a una adscripción cronológica en torno al siglo I. a. C o siglo I d. C.

El informe concluye que tras el fondeo de la tierra el yacimiento ha debido quedar muy afectado. Los materiales sin remover y con fracturas recientes nos advierten que el yacimiento estaba antes de los trabajos agrícolas relativamente bien conservado. La recogida de ladrillos romanos para hacer suelos nos señala que la afectación ha debido llegar a los niveles de base.

No obstante, los hoyos para plantar nuevos olivos aún no se han realizado y se hace preciso al menos un Seguimiento Arqueológico de ello.

Desde la página en Facebook informan que la sustitución de cultivos precisa comunicación al Ayuntamiento (que no pone pegas para ello, pero ha de estar informado), que una propiedad, por muy privada que sea, está sujeta a las normativas y a las leyes (uno no puede montar un negocio ilegal en una vivienda o echar venenos tóxicos en su finca, por ejemplo) y que en materia de yacimientos arqueológicos existe una Ley de Patrimonio Español y una Ley de Patrimonio Andaluz.

Señalan que aunque los yacimientos arqueológicos no estén protegidos como Bienes de Interés Cultural (como lo están el Cerro de la Cruz y El Ruedo) la destrucción de los mismos está penada (“y el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento”: sobre todo cuando los trabajos están claramente sacando muros y estructuras, haciendo responsables a propietario y maquinista). 

Desde el Ayuntamiento informan que todo trabajo agrícola se puede hacer en la inmensa mayoría de los casos sin problema alguno, pero que hay que comunicarlo al Ayuntamiento con tiempo. Una vez comunicado desde el servicio de arqueología municipal se lleva a cabo el seguimiento arqueológico “de oficio” y sin coste para los propietarios (como han hecho, sin problemas, muchos vecinos). De no hacerse así, intentando ocultar una destrucción, desde el Museo Histórico se comunica a las autoridades de la Guardia Civil y Junta de Andalucía para que ellas resuelvan…y ya no tan beneficiosamente como sí ocurre cuando se hace desde el Ayuntamiento.

17 de enero de 2024

Arrancan las nuevas excavaciones en el yacimiento de la Villa Romana de l’Albir

El proyecto de ampliación del Museo se ha centrado en los trabajos de excavación de los restos arquitectónicos detectados en el sector V del yacimiento y que se podrían identificar con un torcularium para la elaboración de aceite en las villas romanas.
Arrancan las nuevas excavaciones en el yacimiento de la Villa Romana de l’Albir

El ayuntamiento del L’Alfàs del Pi junto con la colaboración científica de la Universidad de Alicante, ha iniciado los trabajos de excavación, restauración y revalorización de parte de los restos encontrados en el sector V del yacimiento de la Villa Romana de l’Albir, para su incorporación al área visitable del Museo.

Este proyecto ha tenido un inversión de 242.000 euros, incluida en el Plan Provincial de la Diputación Provincial de Alicante, que aporta 217.000 euros, y cuyo plazo de ejecución estimado es de cuatro meses y medio.

Algo destacable es el apoyo recibido desde el primer momento por parte de todas las administraciones, sobre todo, local, provincial y autonómica.

Esta mañana en el acto de presentación del mismo a los medios el alcalde, Vicente Arques junto al concejal de Patrimonio, Manuel Casado, y la arqueóloga municipal y directora del Museo Villa Romana de l’Albir, Carolina Frías, lo han recogido “como un paso más dentro del Plan de Recuperación, Conservación y Difusión de nuestro patrimonio, para diversificar la oferta turística del municipio”.

En concreto, el proyecto de ampliación del Museo se ha centrado en los trabajos de excavación de los restos arquitectónicos detectados en el sector V del yacimiento y que se podrían identificar con un torcularium para la elaboración de aceite en las villas romanas.

Ha comenzado ahora la excavación, pero fue entre marzo y junio de 2022, explica la arqueóloga municipal y directora del Museo, Carolina Frías, cuando se llevó a cabo un sondeo mecánico en el extremo más oriental de la parcela arqueológica de la Villa Romana de l’Albir encontrándose los restos arqueológicos de una superficie de mortero de cal.

Este hecho se interpreta como la base de un torcularium, hipótesis apoyada por la localización, en campañas anteriores, de un contrapeso y del área de una prensa de aceite.

Además se han encontrado fragmentos de dolia que podrían estar destinados al almacenaje del aceite. En este sentido la arqueóloga ha subrayado que se trata de una zona de carácter comercial debido a la actividad agrícola desarrollada en la villa de l’Albir.

Cabe destacar que desde el hallazgo de estos restos, la concejalía de Patrimonio de l’Alfàs viene trabajando para su incorporación al área visitable del Museo, como ha querido señalar el concejal titular Manuel Casado, quien también ha hecho hincapié en la puesta en valor de los restos arqueológicos encontrados como algo imprescindible para la correcta interpretación y comprensión del yacimiento.

Centro Azul para el Museo al Aire Libre Villa Romana 
En el año 1979 unas obras próximas a la playa de l’Albir sacaron a la luz los restos óseos de un enterramiento de época romana.

Fue durante los años ochenta y noventa del siglo XX cuando las excavaciones arqueológicas descubrieron un yacimiento de una gran riqueza patrimonial y científica formado por una extensa necrópolis, un mausoleo y una villa.

Todo el conjunto se ha datado entre los siglos IV a VII d.C. En 2008 el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi, en colaboración con la Universidad de Alicante, retomó los trabajos arqueológicos con el fin de recuperar uno de los yacimientos más significativos de la provincia de Alicante convirtiéndose en el primer Museo al Aire Libre de la Comunidad Valenciana, inaugurado en marzo de 2011.
(Fuente: Radio Sirena)

16 de enero de 2024

Un agricultor destruye parte del yacimiento vacceo de Pintia (Valladolid)

El informe preliminar elaborado por los arqueólogos apunta que la zanja de riego ejecutada por el agricultor se extiende a lo largo de 230 de los 260 metros de longitud que median entre el arroyo de La Vega o Pajares (donde se encuentra un hidrante) y el camino de Las Quintanas. Tiene un metro cuarenta de profundidad y medio metro de anchura, y rompe la muralla de la barriada suroccidental de la ciudad de Pintia
La Junta de Castilla y León se personará contra él por causar «muchísimo daño» y destruir «en una mañana el trabajo realizado por los arqueólogos en los últimos doce años», subraya el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja
Zanja para riego que ha afectado de forma irreversible a parte del yacimiento de Pintia en Padilla de Duero (ICAL).

Mal comienzo de año para el patrimonio cultural de Valladolid. Un agricultor ha destrozado 200 metros lineales del yacimiento arqueológico de Pintia en Padilla de Duero, al lado de Peñafiel. Son los restos de una ciudad vaccea, y por tanto milenaria, que a partir de ahora podrá contar con menos detalle el pasado de los hombres a orillas del Duero. El Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg de la Universidad de Valladolid, coordinadora de las excavaciones y estudios realizados en el lugar, denunció el acto vandálico el pasado sábado, con un comunicado en su página web: «Abrimos el año de la peor forma posible, con un nuevo atentado contra la Zona Arqueológica Pintia (ZAP), recordemos, Bien de Interés Cultural desde 1993», apuntó el centro. «En esta ocasión, se trata de una zanja (otra más, cuánto picador desaprensivo suelto), realizada los pasados días 11 y 12, que ha venido a partir en dos el poblado de Las Quintanas».

La destrucción en el yacimiento «ha sido realizada a conciencia: 1,40 metros de profundidad x 0,5 metros de ancho x 230 metros lineales», detalló la entidad, dedicada al estudio de la civilización vaccea y con sede en Padilla de Duero. Los responsables del yacimiento avisaron al agricultor, explican en su comunicado, de que las rejas del arado «no pueden bajar en la ZAP más allá de 30 centímetros para no afectar a los niveles arqueológicos», a lo que el agricultor respondió que no lo sabía.

«El estrago se traduce en unos 1.200 metros cúbicos de terreno afectados, donde el patrimonio arqueológico ya ha sido alterado y carece por tanto de un contexto específico que permita su correcta interpretación», señalan desde la Universidad. El volumen de información destruida «supera en un tercio al volumen de excavaciones con metodología arqueológica (900 metros cúbicos) realizado a lo largo de doce años de investigaciones en Las Quintanas, en la zanja de excavación situada a tan sólo 120 metros del expolio realizado».

A la vista de los destrozos el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, y el director general de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Prieto, visitaron en la mañana de este lunes el yacimiento, para conocer su estado después de que el agricultor ejecutara con dos máquinas y «sin ningún tipo de permisos», apuntó Santonja, la zanja, que iba a destinarse a riego, a lo largo de 230 metros de una tierra de cultivo situada en pleno yacimiento, provocando daños irreparables.

Agentes del Seprona paralizaron las obras tras la denuncia realizada por el director del yacimiento y del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg, Carlos Sanz, y este lunes Santonja confirmó que la Junta se personará en la causa contra el responsable de esta «fechoría» que ha causado «muchísimo daño», destruyendo «en una mañana el trabajo realizado por los arqueólogos en los últimos doce años». apuntó en declaraciones que recogió Ical. «Hay que respetar las leyes y, si alguien las infringe, el estado de derecho tiene mecanismos para defenderse. En este caso ha intervenido el Seprona, la denuncia está cursada y nosotros vamos a hacer un informe exhaustivo y vamos a reclamar los daños que se hayan producido», explicó.

«Hay muy pocos yacimientos de esta entidad en todo el país, que abarquen desde la Edad del Bronce hasta los visigodos, que atesoren una ciudad vaccea, una ciudad-estado con su propia necrópolis y un barrio alfarero, como la ciudad de Pintia. Es un yacimiento importantísimo que está siendo muy bien estudiado en la Universidad de Valladolid», señaló Santonja. El consejero denunció que «no se puede entender» que un yacimiento como Pintia, que cuenta con la declaración como Bien de Interés Cultural desde 1993, hace más de treinta años, sufra un ataque así. «Estamos esperando los informes, pero la imagen es absolutamente desoladora», censuró antes de denunciar que «esto no es admisible». Según defendió, «la arqueología y yacimientos arqueológicos que son BIC son como las iglesias, como las catedrales, tienen exactamente la misma entidad. Son absolutamente sagrados, hay que respetarlos y es inadmisible que se atente contra ellos».

El informe preliminar elaborado por los arqueólogos apunta que la zanja ejecutada se extiende a lo largo de 230 de los 260 metros de longitud que median entre el arroyo de La Vega o Pajares (donde se encuentra un hidrante) y el camino de Las Quintanas. Tiene un metro cuarenta de profundidad y medio metro de anchura, y rompe la muralla de la barriada suroccidental de la ciudad de Pintia.

Se trata, apuntan, de una de las zonas más densamente pobladas, que pudo haber sido el punto de origen de la ciudad, por su trazado de orientación diferente, donde se acumulan más de cuatro metros de estratigrafía y una secuencia de 1.200 años de historia. La destrucción afecta a una superficie de 322 metros cuadrados y 1.610 metros cúbicos, y el volumen de información arrasada supera en un tercio al volumen de excavaciones realizadas con metodología arqueológica (900 metros cúbicos) a lo largo de 12 años de investigaciones en Las Quintanas, en la zanja de excavaciones situada a tan solo 120 metros del expolio realizado.

Gran tristeza y un mensaje claro
Por su parte, Carlos Sanz aseguró que «la riqueza del yacimiento es apabullante» y que en estos momentos se encuentran catalogando alrededor de 30.000 piezas. «Son muchos años de trabajo minucioso, intentando recuperar el contexto de las cosas, porque ese es el que nos sirve para reconstruir la historia. Los objetos en sí mismos tienen un valor relativo, pero lo importante es cómo se articulan», afirmó en alusión a «la esencia de la acción arqueológica».

A su juicio, «se ha destruido una parte sustancial del yacimiento, que puede parecer muy pequeña porque el yacimiento es muy grande». «Que en apenas dos días se pueda haber eliminado una información tan preciosa, en un yacimiento tan excepcional, solo deja una sensación de gran tristeza», valoró. Al mismo tiempo, Sanz aplaudió la «determinación» y la rápida reacción del consejero de Cultura, algo que «no se había producido en otros casos en legislaturas anteriores» y defendió que es fundamental transmitir la idea de que «el patrimonio hay que respetarlo en su integridad». «Frente a una tropelía como esta una acción inmediata es la forma más clara de mostrar a quien no quiere entenderlo después de 30 años de declaración de BIC que esto es un lugar estratégico», explicó.

«Poner puertas al campo y controlar los 23.000 yacimientos que hay catalogados en Castilla y León es muy difícil, pero hay que cuidar especialmente los que son realmente estratégicos y cuentan con la declaración BIC. Hay que lanzar un mensaje claro de que los bienes patrimoniales deben respetarse en su integridad», concluyó. Sobre los mecanismos de protección frente a otro tipo de expolios, Santonja recalcó que «no se puede entrar en un yacimiento con detectores de metales, ni se pueden hacer agujeros en esos terrenos de la misma manera que no se pueden robar carteras ni saltar semáforos. Es absolutamente ilegal. Es un delito y la ley hay que cumplirla. Si cualquier persona pasea por un yacimiento y ve a otro haciendo una zanja tiene la obligación de denunciarlo. El patrimonio es de todos, y quien tolera esto se está causando un año a sí mismo, a sus padres, a sus hijos y a sus nietos», remachó.

15 de enero de 2024

El Ayuntamiento de Lucena cierra la compra de la ciudad ibero-romana de Morana por 253.000 euros

El calendario de pagos fija una primera entrega de 105.000 euros en torno al mes de marzo, y otros 74.000 en cada una de las anualidades siguientes: 2025 y 2026
Una de las siete cisternas romanas ubicadas en el yacimiento. WIKIPEDIA

La adquisición y puesta en valor de la fortificación íbero-romana de Morana será una realidad en los próximos meses. La iniciativa ha sido objetivo de trabajo de las últimas corporaciones municipales lucentinas, pero el nuevo equipo de gobierno asegura que será este año cuando finalmente se materialice la compra de estos restos, situados junto a la carretera de Jauja, y catalogados como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía desde hace más de veinte años.

La edil de Patrimonio, Charo Valverde, señala que «el acuerdo cerrado por la anterior corporación con el propietario estuvo prácticamente roto el pasado verano», debido a la pasividad del Consistorio para concretar la compra. En última instancia, y tras varias reuniones, se logró establecer un nuevo calendario de pagos, que aparece reflejado en los presupuestos municipales de 2024. En los mismos se fija una primera entrega de 105.000 euros –que se efectuará en torno al mes de marzo, tan pronto estén operativas las nuevas cuentas municipales– y otros 74.000 en cada una de las anualidades siguientes, 2025 y 2026.

Además, Valverde adelantó que el acuerdo señala que el Ayuntamiento procederá a escriturar a su nombre los terrenos tras el primer pago y acometerá de forma inmediata el vallado perimetral de la zona arqueológica. Así, los presupuestos también contemplan una partida adicional de 50.000 euros, que también permitirá mejorar la valla del centro de interpretación de Los Tejares.

Charo Valverde señalaba que una vez perfeccionada la compra, el primer paso será la elaboración de un estudio para determinar la situación en la que se encuentra el yacimiento, muy dañado por expolios salvajes durante años. El informe deberá establecer una priorización de las actuaciones a desarrollar en Morana de cara los próximos años, tanto desde el punto de vista de la realización de nuevas prospecciones, como de su conservación y puesta en valor como parque arqueológico.

La positiva experiencia que ha supuesto la puesta en valor de otros yacimientos similares en el sur de la provincia como Torreparedones en Baena, Cerro de la Cruz y El ruedo, en Almedinilla, o la villa romana de Fuente Álamo en Puente Genil, debe servir a la nueva corporación municipal como acicate para abordar este proyecto.

Orígenes del yacimiento
El paraje de Morana, situado cerca del río Anzur, cuenta con 1,2 hectáreas correspondientes a la necrópolis, ocho de la ciudad íbera y cuatro del cerro Acebuchoso, así como un bosque mediterráneo anexo. El consejo de gobierno de la Junta de Andalucía lo declaró el 6 de marzo de 2000 como Bien de Interés Cultural, con el rango de Zona Arqueológica.

El yacimiento responde a un modelo de fortificación en lugar elevado, muy característico de la población protohistórica del valle del Genil. Aunque no se han encontrado huellas arquitectónicas anteriores a la presencia íbera, los restos cerámicos recogidos permiten datar la primera ocupación del enclave en la época tartésica. Del período ibérico han quedado vestigios de una doble línea de muralla y de un baluarte defensivo, a los que se suman otros hallazgos procedentes de la ocupación romana como cisternas, tumbas hipogeas, un almacén y otros elementos constructivos.

El Ayuntamiento llevó a cabo en 2006 el deslinde de los terrenos, la planimetría de la zona y la valoración económica de los cuatro sectores en los que se divide, e inició un expediente de segregación que autorizó la Comisión Provincial de Cultura y Patrimonio en enero de 2022 y que ya se ha elevado a público.

5 de diciembre de 2023

Documentan una gran alberca en la almunia de recreo del Rey Lobo en Monteagudo (Murcia)

El estanque se localiza anexo al salón protocolario del complejo palaciego, y aunque su función era ornamental también sirvió para abastecer a la finca de recreo
Investigadores del CSIC y del Instituto Arqueológico Alemán inspeccionan la arquería excavada en el llano de Monteagudo. Guillermo Carrión / AGM

Otra sorpresa en la zona del llano del Castillejo, en Monteagudo. La nueva campaña de estudio que se lleva a cabo hasta este martes en la almunia de Ibn Mardanis, conocido por las fuentes cristianas como el Rey Lobo, ha sacado a la luz vestigios de una gran alberca en uno de los patios del palacio del siglo XII.

Los trabajos que dirige el arqueólogo murciano Julio Navarro, adscrito a la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, han permitido descubrir mediante un sondeo restos de pavimentos y de pinturas murales de dicho depósito, que tendría una capacidad de 800 metros cúbicos. El estanque se localiza anexo al salón protocolario del complejo palaciego, y aunque su función era ornamental también sirvió para abastecer a la finca de recreo.

La campaña, en la que participa el arquitecto Felix Arnold, director científico del Instituto Arqueológico Alemán en Madrid, está siendo «especialmente fructífera», indica Navarro, ya que también se ha podido documentar la arquería del pórtico del pabellón, entre la gran alberca y una segunda más pequeña.

No obstante, solo ha sido posible excavar sus cimientos, «pues las estructuras exhumadas no conservan nada de su alzado», indica el experto del CSIC. Navarro explica que este tipo de distribución está presente en otros complejos áulicos de la arquitectura islámica.

Los nuevos descubrimientos apuntalan la importancia del yacimiento de Monteagudo, donde ya se han localizado restos de dos palacios: el de Ibn Mardanis (siglo XII) y otro posterior que mandó erigir Ibn Hud, entre los años 1228 y 1238, para alojar su corte durante las terceras taifas.

4 de diciembre de 2023

Aparecen 16 morteros romanos en una playa de Asturias

El Gobierno de Asturias ha recuperado 16 morteros mineros de época romana en el complejo aurífero de Salave-Lagunas de Silva, en Tapia de Casariego. Las direcciones generales de Patrimonio Cultural y de Custodia del Territorio llevaron a cabo una labor conjunta de rescate de este material, fechado en tono a los siglos I y II d.C., que ya ha sido trasladado a los almacenes del Museo Arqueológico de Asturias.
Los morteros romanos hallado en el complejo aurífero de Salave-Lagunas de Silva, en Tapia de Casariego (Asturias).GOBIERNO DE ASTURIAS

Según indican desde el Ejecutivo autonómico en nota de prensa, las labores de recuperación se realizaron el 29 de noviembre en la Ribeiría de El Figo, tras haber sido informado el Servicio de Patrimonio Cultural de la existencia de estas piezas por los geólogos Evaristo Álvarez Muñoz, Beatriz González Fernández y Eduardo Menéndez Casares.

En la Ribeiría del Figo, localizada bajo una gran zanja-canal de la zona aurífera de Salave-Lagunas de Silva, y en la franja intermareal, los especialistas localizaron más de cincuenta morteros mineros labrados sobre bloques granitoides o de cuarzo, el conjunto más importante del noroeste de la península, dado que el resto de los hallazgos conocidos se reduce a ejemplares aislados.

¿Para qué se usaban estas herramientas en el pasado?
La función de estas piezas se relaciona con el lavado y cribado de los metales pesados en las explotaciones mineras de época romana. Debido a su valor histórico y arqueológico, el Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias acordó recuperar los ejemplares de mayor importancia, lo que ofrecía dos grandes dificultades: el elevado peso de la mayor parte de los morteros -alguno de los cuales supera holgadamente los 200 kilos- y la falta de acceso directo a la cala en la que se localiza el conjunto.

Para resolver estas complicaciones, se acordó llevar a cabo la operación por vía aérea, para lo cual se articuló un dispositivo en el que participaron un técnico arqueólogo del Servicio de Patrimonio Cultural, miembros de la Guardería del Medio Natural y un helicóptero de Bomberos de Asturias, lo que permitió rescatar 16 elementos.

Los expertos valoran este hallazgo debido a que se trata de artefactos mineros bien contextualizados arqueológicamente, ya que se ubican al pie de una gran zanja-canal de una explotación aurífera de época romana que desarrolló su actividad entre mediados del siglo I d.C. y mediados del siglo II d.C.

30 de noviembre de 2023

Una treintena de guías turísticos profundizaron en el conocimiento de Cástulo

Una treintena de guías turísticos participaron en las Jornadas de Formación Permanente del Conjunto Arqueológico de Cástulo que finalizaron el martes con un acto celebrado en el Museo Arqueológico de la ciudad. La acción tuvo como objetivo ofrecer información de primera mano sobre el yacimiento de la antigua ciudad íbero romana situada en Linares.

La Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha impulsado la celebración de las Jornadas de Formación Permanente del Conjunto Arqueológico de Cástulo dirigidas a guías turísticos, y que han finalizado este martes con un acto celebrado en el Museo Arqueológico de la ciudad. Una acción que tiene por objetivo a ofrecer información de primera mano sobre el yacimiento de la antigua ciudad íbero romana situada en Linares.

José Ayala, delegado territorial, ha participado en la clausura y entrega de diplomas de este foro de formación e información que, como ha explicado “no sólo ha estado abierto a la discusión en el seno del propio equipo que conforma Cástulo, sino que también sirven para difundir las conclusiones de los trabajos más recientes realizados en el enclave”. Durante dicho acto, el delegado ha estado acompañado por el profesor José Ramón Ayaso, de la Universidad de Granada, investigador del judaísmo peninsular durante la Antigüedad y la Edad Media, quien ha impartido la conferencia “Unidad y diversidad de judaísmo hispano”.

A lo largo de la formación, los participantes de estas jornadas han podido conocer de primera mano los resultados de la recientemente concluida campaña de excavación ‘Cástulo, Sefarad: Primera Luz’. Los guías turísticos han podido observar los vestigios que han visto la luz tanto en el propio yacimiento arqueológico como los ya expuestos en el Museo Arqueológico de Linares.

Además de la entrega de certificaciones y diplomas al alumnado de las jornadas, este acto ha servido para homenajear a los más de voluntarios que han participado en la última campaña de excavación, tanto con trabajo de campo como en el laboratorio. Ayala ha agradecido “el esfuerzo realizado a la hora de colaborar de forma voluntaria para seguir descubriendo los tesoros que Cástulo guarda y que configuran nuestro legado y nuestra historia”. Voluntarios que proceden tanto de la Asociación de Voluntariado y Promoción Cultural “28 de febrero”, como de la Universidad de Jaén.
(Fuente: Hora Jaén)