google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

3 de agosto de 2017

En búsqueda de la casa de El Cid, en Burgos

La excavación iniciada en el Solar del Cid trata de dar respuesta a la pregunta sobre si Rodrigo Díaz de Vivar tuvo una vivienda en ese espacio. Ya se han extraído numerosos restos de cerámica, hierro y monedas.
Excavaciones iniciadas en el Solar del Cid, en la calle Fernán González. FOTO: LA TRIBUNA DE SALAMANCA
La tradición oral establece un vínculo de Rodrigo Díaz de Vivar, 'el Cid', con la iglesia de San Martín, que estuvo ubicada cerca del Arco de San Martín, al final de calle Fernán González y donde se levanta lo que hoy se conoce como "el Solar del Cid". Un espacio en el que se están llevando a cabo unas excavaciones arqueológicas dirigidas por Fabiola Monzón, arqueóloga responsable también de los trabajos que se están realizando en la iglesia deSan Román, para encontrar restos que puedan acreditar la existencia de las llamadas ‘Casas del Cid’.

Los primeros hallazgos de las excavaciones, en las que están participando la asociación Ego Ruderico, que puso en conocimiento del Ayuntamiento la investigación que estaba realizando sobre este espacio, el Consistorio y la Junta, no se han hecho esperar, aunque, como advierte Monzón, no hay todavía resultados concluyentes. Se han sacado numerosos restos de cerámica, hierros, «algunas monedas, que están en proceso de limpieza, un hacha pulimentada», muchos objetos que se van a a analizar, aunque adelantó que pueden pertenecer a la Edad Media.

La arqueóloga destacó que el objetivo es «comprobar la estratigrafía y el estado de los restos arqueológicos». Monzón recordó que las primeras noticias documentadas del Solar del Cid y de las ‘Casas del Cid’ están vinculadas al Monasterio de San Pedro de Cardeña y se remontan al siglo XV. Es entonces cuando queda constancia del deseo de los monjes de arrendar unas casas que fueron del Cid. Con el paso de los años, estas viviendas están prácticamente en ruinas y en 1593 «el Ayuntamiento decide obtener a censo perpetuo lo que habían sido supuestamente las casas del Cid», apunta la arqueóloga. Lo hace a cambio de pagar 500 maravedíes anuales y levantar un arco. No hay constancia de que se levantara ese monumento. No será hasta el año 1784 cuando se erige el actual, con el escudo delCid en el centro, flanqueado por los de Burgos y Cardeña.

La pregunta es inevitable: ¿Tuvo el Cid una casa aquí? La responsable de la excavación recuerda que «siempre ha habido una tradición vinculada con esa iglesia, pero realmente no hay una documentación escrita que nos lo aporte». A ello añade el hecho de que «es Fernando VI el que potencia esta zona con el Camino de Santiago, el hospital del emperador SanJuan,... y ¿por qué no? si él no tuvo casa le pudo donar algún solar o casas, cabe esa posibilidad, que por el momento desconocemos».

Lo que sí se sabe es que el Solar del Cid ha permanecido prácticamente inalterado con el paso de los años. Aunque sí ha cambiado mucho el entorno. Monzón mostró u grabado y una fotografía para reflejar esa transformación. Enseñó un grabado publicado en 1820, pero que «estaría hecho antes, ya que este barrio se derriba con la iglesia de San Román en la Guerra de la Independencia», por lo que sería de 1808.

Respecto a lo que los investigadores se han encontrado en las primeras prospecciones que se han realizado, Monzón indicó que «hemos visto distintas fases constructivas dentro de este sondeo, que a pesar de ser pequeño ha sido muy fructífero». Así, se han encontrado una serie de fosas y silos, dedicados a almacenar el grano, que «se asocian a periodos altomedievales». Por otro lado, se ha preparado una zanja en el terreno natural para ejecutar una serie de construcciones subterráneas. Hacia la zona este han encontrado unas estructuras relacionadas con una actividad artesanal.De todas formas,Monzón recordó que en su día la calle donde se ubica el Solar del Cid se llamaba Tenebregosa, y estuvo ocupada por gremios. Las estructuras son muros de tapial con revestimientos de yeso y cal.

Estas estructuras están sobre «un gran pavimento, espectacular desde el punto de vista arqueológico, sobre todo, por las dimensiones. Pensamos que podía ser una calle pero lo descartamos porque hay un círculo con un pilar y una urna con una decoración que converge en ese punto». Otro de los descubrimientos es un muro más moderno, del que solo se puede ver una pequeña parte, por lo que no se ha podido determinar todavía su función y características. Debajo del muro «hay una gran piedra caliza con los restos de madera, por lo que se estaría hablando de que existe una puerta».

Estos trabajos se incluyen dentro de las ya iniciados en la iglesia de San Román, que cuentan con un presupuesto de 80.000 euros.

2 de agosto de 2017

Sale a la luz un poblado calcolítico en el castillo de Villardompardo (Jaén)

También se han documentado un paño de muralla íbera y dos cisternas de agua de época romana.
El poblado tendría 4.500 años de antigüedad y sus casas cuevas son muy parecidas a las de Marroquíes Bajos de Jaén..
La Historia comienza con la invención de la escritura, pero antes que los garabatos, signos, letras y tratados de ortografía, todo el pasado desde la noche de los tiempos, está escrito en la tierra. Y para muestra un botón. Las últimas excavaciones arqueológicas realizadas en el castillo de Villardompardo, dentro del proceso de restauración de esta fortaleza medieval, han desvelado algo que ni propios ni extraños sospechaban: un pasado prehistórico soprendente. Los trabajos realizados por el Grupo Tragsa, en colaboración con la Universidad de Jaén, han puesto al descubierto un poblado calcolítico, es decir, de la Edad del Cobre, de 4.500 años de antigüedad.

CASAS CUEVA
“Han aparecido unas casas-cueva que, según los expertos son muy similares a las excavadas en Marroquíes Bajos de Jaén”, comenta el alcalde de Villardompardo, Francisco López Gay. Pero aun hay más. También se ha encontrado un paño de muralla ibera y dos cisternas de agua de época romana.

Esto, tratándose de la provincia de Jaén, no debería de llamar la atención, pero tratándose de Villardompardo sí. “Se sabe que el castillo fue construido en el siglo XIII y creemos que por los castellanos en 1245. también que nuestro pueblo es de época medieval, pero esta excavación demuestra que es mucho más antiguo. El castillo fue adquirido por el Ayuntamiento hace una docena de años y ya se ha excavado todo el interior. Se han hecho unas catas fuera y se van a hacer más, para saber si hay algo que valga la pena conocer”, precisa el alcalde. Añade que esta intervención, llevada a cabo por Tragsa con el apoyo de la Universidad de Jaén, forma parte del proceso de restauración del castillo, con cargo al 1,5% cultural del Ministerio de Fomento. “El Estado aporta el 70 por ciento de la restauración, la Diputación un 12,5%, la Junta de Andalucía otro 12,5% y el Ayuntamiento de Villardompardo el 5% restante”, aclara Francisco López Gay. “Nuestra intención es resturarlo, ponerlo en valor, abrirlo a vecinos y visitantes e incluirlo en la Ruta de los Castillos y las Batallas, a la que aún no pertenecemos por no ser un monumento histórico visitable”, asegura.

EN EL PATIO DEL CASTILLO
El castillo-palacio del siglo XIII situado en la zona más oriental de Villardompardo fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Presenta preocupantes deterioros en sus restos, por lo que desde hace un año el Grupo Tragsa trabaja en su rehabilitación. Esta empresa de arqueología explica que durante esta intervención mientras se excavaba en la zona donde se encontraban el antiguo palacio renacentista y las caballerizas, se descubrieron unos hallazgos acordes con la época del castillo. Al excavar en la zona del patio se halló, con la consiguiente sorpresa para el equipo de arqueólogos, un poblado del Calcolítico de 4.500 años de antigüedad, murallas íberas y cisternas romanas, “que rompen con la creencia de que el primer asentamiento fue cristiano”. Tragsa añade que la primera fase de estas excavaciones comenzó en octubre de 2016 y tuvo una duración de dos meses. En marzo de este año se inició una segunda fase que finalizó en junio, dando así por concluidos los trabajos de excavación.

RESTAURACIÓN DE LA TORRE DEL HOMENAJE
Junto con los trabajos de excavación se rehabilitó la torre del homenaje, se restauró la muralla perimetral y se construyó un edificio nuevo. El Castillo de Villardompardo fue comprado en 2006 por el ayuntamiento de este municipio, pasando así a ser de titularidad pública. La primera mención expresa de Villardompardo se remonta a 1245 y alude a su conquista y repoblación por parte de Fernando III El Santo. El rey donó lo que entonces era una pequeña alquería a uno de los nobles que lo acompañaban: Pedro Aznar Pardo, de quien recibió su nombre El Villar de Don Pardo.

El hallazgo de elementos arqueológicos anteriores a la Edad Media como hachas neolíticas, pilas romanas o pavimentos de ladrillo, indica una ocupación más antigua. También se han encontrado vestigios de poblamiento en los alrededores de este municipio jiennense.

1 de agosto de 2017

Documentan una casa romana en Torreparedones, en Baena (Córdoba)

Las paredes estaban decoradas con pinturas de varios colores, negro, azul, blanco y, sobre todo, rojo, de manera similar a cómo se ve en la villa romana de Fuente Álamo
El pavimento de la estancia debió ser expoliado durante la etapa de abandono de la ciudad en el siglo III dC.
Los resultados provisionales y hasta que se redacte la memoria final apuntan a que ese edificio de espectáculos no se encuentra en esta zona de la ciudad pues, aproximadamente, en la zona central de la manzana se han documentado restos de varios muros realizados en mampostería, con piedras trabadas con tierra, que presentan unos enlucidos con estucos pintados de varios colores.

DECORACIÓN
Debido al espacio tan reducido de la zona intervenida sólo se ha podido excavar una mínima parte de la estancia que conforman dichos muros, destacando el hecho de que las paredes estaban decoradas con pinturas de varios colores, negro, azul, blanco y, sobre todo, rojo, de manera similar a cómo se ve en la villa romana de Fuente Álamo (Puente Genil) donde responde a un esquema clásico tripartito compuesto por un zócalo oscuro de color negro con veteado rojizo y puntos blancos, banda de transición azulada y paneles de color rojo enmarcados por filetes blancos. Esta decoración se conserva con un alzado de casi 1,5 m. en algunos sectores. Lamentablemente, no se ha conservado el pavimento de la estancia que debió ser expoliado durante el período de abandono de la ciudad (hacia el s. III d.C.), y que bien pudo ser de losas de mármol, acorde con la decoración parietal.

Dado que esta decoración parietal pintada se encuentra resquebrajada ha sido sometida a un proceso de consolidación preventiva mediante su engasado por técnicos de la empresa Gestión y Restauración del Patrimonio Histórico S.L. a la espera de que se proceda a su puesta en valor en un futuro. Al norte de esta estancia existe otra que no se ha excavado de momento y que presenta varios muros con revestimientos similares pintados. Todos estos datos apuntan a que nos encontramos ante unas estructuras de carácter doméstico, es decir, una domus, ricamente decorada y quizás perteneciente a un personaje importante de la ciudad, teniendo en cuenta también el lugar que ocupa junto al foro.

SONDEO EN LA PUERTA DEL DECUMANO
El segundo sondeo, situado en la puerta monumental del decumano máximo ha deparado la existencia de un espacio amplio al traspasar la puerta, también sin pavimento y con un canal de desagüe que evacua hacia la calle, por lo que podría tratarse de un patio o atrio. Debido a que se trata de sondeos no es factible, por el momento, determinar una posible relación de esta entrada con los muros decorados ubicados en el interior de la manzana, por lo que habrá que esperar a que futuras investigaciones aporten más datos.

Según indica el arqueólogo municipal de Baena y director de la excavación José Antonio Morena, es probable que algunas de estas estancias decoradas con pinturas murales tengan pavimentos con mosaicos pues estos eran frecuentes, sobre todo, en viviendas de lujo.

(Fuente: Cordópolis)

31 de julio de 2017

La ciudad perdida de Caraca resurge del olvido en Driebes (Guadalajara)

Desde el pasado 17 de julio los arqueólogos sacan a la luz estructuras de esta urbe romana, nudo importante de comunicaciones en la vía de Complutum a Segóbriga camino a Cartago Nova
El georadar desveló las estructuras urbanas de la ciudad romana que antes fue un oppidum carpetano. 
Desde el cerro de la Virgen de la Muela no se divisa ni un pueblo, ni una casa aislada, nada. Driebes, la localidad más cercana, se encuentra a unos seis kilómetros de carretil de piedras, polvo y matojos. En este paraje olvidado de Guadalajara hoy solo quedan en pie las ruinas de la antigua ermita que da nombre al lugar, en medio de un extenso campo de cereal recién cosechado. En otro tiempo, sin embargo, aquí se levantaba la ciudad de Caraca, una importante urbe de la Hispania romana a la que acudían las gentes del entorno para ir al mercado, al foro o al templo. La empinada cuesta que baja hasta el Tajo era entonces un transitado tramo de la calzada romana que conducía a Cartago Nova (Cartagena).

«Donde ahora pisamos debía de estar el foro», indica el arqueólogo Emilio Gamo, mientras muestra el plano con los resultados del georradar y drones que sirvieron en febrero para anunciar el descubrimiento de esta ciudad perdida que citaron Plutarco o Ptolomeo, equidistante de Complutum (Alcalá de Henares) y Segóbriga (Saelices, Cuenca), según el Anónimo de Rávena.

Se la había situado anteriormente en lugares como Almoguera o Tarancón, pero el hallazgo en 1945 de un tesorillo de plata de unos 14 kilos durante la construcción del canal de Estremera hizo sospechar de la existencia de un yacimiento en Driebes. Los profesores Jorge Sánchez-Lafuente y Juan Manuel Abascal defendieron en los años 80 que se trataba de la ciudad romana de Caraca, pero hasta ahora nunca se había excavado en este lugar.

El georradar reveló que ante la ermita se extendía antiguamente un espacio diáfano, rodeado por una columnata a modo de pórtico. De ratificarse la existencia allí de un foro, como estos datos sugieren, se habrá dado con la primera ciudad romana de la que se tiene constancia en la provincia de Guadalajara.

Las excavaciones que se están llevando a cabo desde el 17 de julio vienen a confirmar el diagnóstico al que llegaron los arqueólogos. «Empezamos a constatar estructuras y una serie de materiales que ratifican los resultados que dio el georradar en la campaña precedente», subraya Javier Fernández Ortea, coodirector del proyecto junto con Gamo.

En las dos catas abiertas, ya se aprecian con claridad algunos muros de antiguas edificaciones públicas romanas, aunque aún es pronto para poder identificarlas como parte del foro y para datar la época en que éste fue erigido, un dato clave para saber cuándo esta población fue promocionada jurídicamente como ciudad romana.

Hay una tercera cata señalada, en el cruce del cardo y el decumano, las dos coordenadas que vertebraban toda urbe romana. Allí el georradar indica que podría conservarse un empedrado con un sistema de alcantarillado. Si es así, servirá para verificar hasta qué nivel de desarrollo llegó Caraca.

Con estas primeras intervenciones quirúrgicas, el equipo interdisciplinar que dirigen Gamo Pazos y Fernández Ortea pretende registrar la estratigrafía de la ciudad y conocer así la evolución histórica de este lugar que se cree que estuvo habitado desde comienzos del primer milenio antes de Cristo y fue un «oppidum», un asentamiento carpetano antes de la romanización.


UNA CIUDAD DE 1.800 HABITANTES
La ciudad, de unas 8 hectáreas en el perímetro que creen que pudo estar amurallado y otras cuatro de zona anexa, se abastecía de agua a través de un acueducto de tres kilómetros del que quedan unos 130 metros, según han podido comprobar los arqueólogos en las proximidades del cerro de la Virgen de la Muela. Calculan que llevaba 1,3 litros por segundo, lo que les lleva a pensar en una población de entre 1.500 y 1.800 habitantes.

Bajo el sol de justicia que cae sobre el yacimiento, Javier Fernández comenta que en época romana el clima era más húmedo y había más vegetación. «Posiblemente era un lugar más habitable y había más densidad de población en esta zona hace 2.000 años que ahora», dice.

La ciudad contó con templos, que estarían ubicados bajo la actual ermita derruida, con posibles termas y con un macellum (mercado) donde acudían los campesinos y artesanos de los alrededores para comprar y vender. «Debió de ser una ciudad como Valeria o Ercávica», apunta Gamo haciendo referencia a dos yacimientos romanos de Cuenca.

El arqueólogo de la UNED explica que por su posición estratégica sobre la vera del Tajo y la presencia de atochas en la zona, creen que se dedicaba a la explotación del esparto, tan apreciado en la época por su uso para confeccionar cabos para la navegación o la minería, o para usos cotidianos (calzado, cestas...).

Caraca se destacó también por la exportación del lapis specularis o espejuelo, un yeso traslúcido y brillante que los romanos utilizaron en sus ventanas antes del vidrio. «Quizá el declive del uso del lapis specularis tuvo relación con el abandono de Caraca en el siglo II d.C.», sugiere el arqueólogo Saúl Martín.


UN CSI ARQUEOLÓGICO
Los peones que ayudan en la excavación acaban de encontrar un fragmento de interés y requieren el examen de Gamo, que explica: «Esto es como en CSI, investigamos cada pieza, cada detalle, solo que no es una escena de un crimen».

Excavar en un yacimiento virgen como el de Caraca permite estudiarlo desde cero, documentando de forma exhaustiva cada hallazgo, con el apoyo de modernos métodos como el sistema de información geográfica del Instituto Geográfico Nacional o los sistemas de información geocientífica del Instituto Geológico y Minero de España (IGME). El equipo multidisciplinar cuenta con la ayuda de especialistas en inscripciones latinas, expertos en gestión del patrimonio y especialistas del IGME, así como con la financiación de la Junta de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Driebes, la Asociación de Mujeres de Brea de Tajoy y la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara.

Los arqueólogos confían que Caraca arroje luz sobre un periodo histórico aún en parte desconocido. Es «otra tesela más en ese mosaico tan complejo de la romanización en el interior peninsular», subraya Fernández Ortea.

Hasta el 17 de agosto removerán la tierra en busca de cuanta información logren obtener, pero parte de Caraca siempre ha estado ahí, a la vista de cualquiera. En la construcción de la ermita de la Virgen de la Muela en el siglo XVI se reutilizaron fustes de columna que aún permanecen encajados en las paredes, uno incluso numerado con un cinco romano.

En las laderas del cerro, es fácil ver grandes piedras que formaron parte de edificios públicos de relevancia. Los agricultores las fueron arrojando a un lado cada vez que daban con alguna que les impedía arar el campo. No es ésa una buena tierra para cultivar. Allí donde antes se empedró una calle o se levantó una vivienda no crece igual el cereal.

El cerro de la Virgen de la Muela donde el pastor Mariano Vadillo jugaba solo en su niñez con aquellas piedras y trozos cerámicos de los que desconocía su origen, acapara ahora el interés de lugareños y curiosos, tanto que la Guardia Civil patrulla a menudo por los alrededores, no sea que una porción de la Hispania romana acabe olvidado en la vitrina de algún desaprensivo sin revelar sus secretos.


EL TESORO ESCONDIDO A FINALES DEL S. III a.C.
Durante la construcción del canal de Estremera en 1945 se descubrió en un talud del cerro de la Virgen de la Muela un tesorillo de plata de más de 13 kilos en forma de tortas, lingotes y fragmentos de adornos (torques, brazaletes, varillas, sortijas y fíbulas) que actualmente se expone en el Museo Arqueológico Nacional. Son piezas de cultura carpetana, datadas entre los siglos IV y III antes de Cristo o principios del II a.C. «El peso de las tortas, entre 448 y 455 gramos y sus particiones indican que utilizaban un sistema metrológio estandarizado, similar al de Cancho Roano», se indica en la vitrina que contiene las piezas halladas en Driebes. Los fragmentos completarían el valor de su peso en una transacción comercial. Las monedas constituyen solo una pequeña parte del tesoro y en su mayoría están partidas, pues se usaron como pequeños lingotes. Algunas proceden de Cartago y por su datación se ha podido fechar cuándo se ocultó el tesoro, ya que las más modernas fueron acuñadas a finales del siglo III a.C.

La pieza más relevante del tesoro es una fíbula que debió de ser emblema de un personaje de la aristocracia. Muestra un personaje con casco y torques en el pie y una escena simétrica de un felino que devora una cabeza humana en el puente. Ésta representaría a un jefe guerrero que al ser comido por el león se convierte en héroe. Cuando se descubrió, el arqueólogo Julián San Valero Aparisi la llamó «Fíbula de Hércules», creyendo que la imagen del puente representaba al héroe griego vestido con la piel del león de Nemea.

28 de julio de 2017

Descubren un pasillo de acceso al dolmen de Salas (Asturias)

También se ha documentado un círculo de arcilla rodeando la tumba neolítica. Es la primera estructura del conjunto funerario y única en el noroeste peninsular
Rodríguez del Cueto explica los resultados de las excavaciones a un grupo de visitantes. FOTO: BELÉN G. HIDALGO
A pesar de que el sol no concedía una tregua y el mercurio superaba los 27 grados, en la Campa de San Juan decenas de personas de todas las edades no quisieron perderse la oportunidad de asomarse al pasado neolítico de Salas. En la segunda jornada de puertas de abiertas, que finaliza hoy, el arqueólogo Fernando Rodríguez del Cueto dejó de lado su labor de campo para ejercer de guía. «Este yacimiento es una magnífica muestra del megalitismo regional», apuntaba nada más comenzar. «Hemos constatado que el círculo de arcilla que rodea la cámara dolménica es la primera estructura previa. Es algo que solo nos hemos encontrado en esta necrópolis, único en el noroeste peninsular», explicó el arqueólogo. Sobre ella han hallado evidencias que señalan que hubo fuego. Desconocen si se trata de algo fortuito o bien obedece a algún ritual purificador.

PASADIZO A LA CÁMARA FUNERARIA
Pero no ha sido la única novedad de esta segunda campaña. Al haber ampliado la excavación, se ha descubierto un pórtico que permitía, a través de una suerte de pasadizo, el acceso a la cámara funeraria. El conjunto evidencia lo complejo de la estructura y de su construcción: «Hasta aquí han traslado cestas y cestas de tierra. 


Los estudios de los geólogos han determinado que la arcilla hallada no pertenece únicamente a este lugar, procede de la zona de Valderrodero», cuenta. Ese esfuerzo pone de manifiesto también la importancia que estos antepasados otorgaban a esta construcción: «Levantaron este conjunto funerario para honrar a alguien poderoso, respetado, querido...», relata Rodríguez del Cueto. Insiste en que resulta imposible hallar restos óseos de los antepasados salenses del Neolítico por las características de la tierra. «Lo que sí está constatado es la existencia de estructuras previas al dolmen. El discurso ha evolucionado y hemos comprobado que la cámara dolménica es el momento final de un proceso constructivo largo en el tiempo», concluye.

EQUIPO DE TRABAJO
En esta campaña han participado siete estudiantes del grado de Historia o Arqueología y del Máster de Arqueología de la Universidad de Oviedo, Barcelona, Santiago, las Palmas de Gran Canaria y la Universidad Complutense de Madrid. La coordinación corre a cargo del área de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, bajo la dirección del catedrático Miguel Ángel de Blas Cortina, director científico de los trabajos.

Olaya López también es estudiante de Historia y acudía por primera vez a este yacimiento como visitante. Aunque no estaba interesada en estudiar nada relacionado con la arqueología reconocía que «es un complemento a sus estudios».

A su compañera, Covadonga López, le llamaba la atención la estructura del monumento funerario: «Sobre todo, descubrir que no son únicamente las piedras del dolmen, que existe mucho más alrededor que aporta información muy relevante», señalaba.

Sorprendida e interesada, por partes iguales, se mostraba Clara García, que veranea en un caserío de La Mallecina, en Salas. «Me parece impresionante y me maravilla el trabajo de estos profesionales, que sean capaces de reconstruir una historia tan lejana en el tiempo y, sobre todo, me fascina el hecho de que si regresas el año que viene, esa historia que han ido armando se sigue completando, continúa», afirma.

27 de julio de 2017

El Seprona denuncia al autor de prospecciones ilegales en el entorno del yacimiento de Clunia

El Seprona de la Guardia Civil de Burgos ha identificado y denunciado a un varón de 46 años de edad por infringir la Ley 12/2002 de Patrimonio Cultural de Castilla y León, al realizar actividades arqueológicas sin autorización en el yacimiento de Clunia.
La furgoneta tenía practicada un doble fondo en el que se hallaron 64 piezas de metal de época romana.
El Seprona de Santa María del Campo tenía conocimiento de la presencia de una persona, el pasado jueves 20 de julio, en las proximidades del yacimiento arqueológico de Clunia, que auxiliado de un detector de metales estuvo realizando búsquedas con el fin de localizar objetos enterrados.

Las pesquisas practicadas han permitido identificar y localizar a la persona en una localidad de La Demanda, conociéndose que llegó al lugar en una furgoneta.

Personados en su domicilio, fue hallado en el interior de su vehículo un detector de metales y una azada de mano y caídos entre los asientos delanteros un anillo y dos monedas de notable antigüedad.

Un registro más minucioso al habitáculo de la furgoneta ha permitido localizar, en un doble fondo ubicado debajo del asiento del conductor, camuflado por la alfombrilla, otras 64 piezas de metal de igual procedencia, pudiendo datarse de la época romana.


Trasladados al paraje donde realizó las prospecciones, en las cercanías del asentamiento romano, se encontraron dos hoyos excavados practicados recientemente con alguna herramienta.

Se han recuperado e inventariado: 11 monedas, 1 mini campana tallada a mano, 4 botones de metal, 2 figuras talladas a mano, 1 medalla, 1 anillo y otros 47 objetos aún sin identificar por su estado de deterioro.

Los hechos han sido puestos en conocimiento del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León en Burgos por infracciones a la Ley 12/2002 de Patrimonio Cultural de Castilla y León, por realizar actividades arqueológicas sin autorización.

RECOMENDACIONES
Para realizar actividades arqueológicas, es imprescindible autorización previa y expresa de la Consejería competente en materia de cultura.

Se considera Prospección Arqueológica la utilización de aparatos detectores de metales para la búsqueda de objetos en Zonas Arqueológicas, Yacimiento Arqueológico Inventariado así como el resto de sitios o lugares arqueológicos inscritos en el Registro de Lugares Arqueológicos.

Los usuarios de estos aparatos deben poseer autorización para realizar actividades arqueológicas. Ante un hallazgo casual de un bien arqueológico están obligados a paralizar su actuación y comunicarlo inmediatamente a la Dirección General competente en materia de Patrimonio y Bienes Culturales.

Antes de utilizar un detector de metales debe de informarse de si el paraje es una zona arqueológica, yacimiento u otro lugar arqueológico, puesto que está prohibida su utilización en dichos lugares sin autorización.

(Fuente: Siete Semanal)

26 de julio de 2017

Hallan un asentamiento con cientos de restos arqueológicos dentro de la fortaleza de Tiñana

El sondeo realizado saca a la luz una cabaña de la época tardoantigua que «aportará importantes datos sobre la forma de vida durante los orígenes del Reino de Asturias»
Recreación de una fortaleza similar a la de Tiñana realizada por la empresa valenciana Aescala para el Museo de Asturias.
El momento de transición entre la Antigüedad y la alta Edad Media es una época muy oscura. En Asturias, en ese momento, entre los siglos V y VIII, fue el del nacimiento de la aristocracia que dio lugar al Reino de Asturias,y apenas se conocen asentamientos que permitan saber cómo era la vida de los habitantes de la región en aquella época. Hasta ahora. 

El hallazgo de un asentamiento, una cabaña, con «cientos de restos arqueológicos» en el interior de la fortaleza de Tiñana, en Siero, permitirá a los investigadores «aportar datos sobre la vida de las poblaciones asturianas en este momento de transición histórico, la génesis del Reino de Asturias». El proceso para sacar a la luz todos los secretos de esta fortaleza, conocida como Castiello de Fozana, localizada en 1957, pero clasificada en su momento como asentamiento castreño, no ha hecho más que empezar.

A lo largo de tres días, el equipo que dirigen los profesores Pablo C. Díaz e Iñaki Martín Viso, con la colaboración de Luis R. Menéndez Bueyes y el arqueólogo Alfonso Fanjul Pedraza, en un proyecto del Ministerio de Economía y Competitividad en colaboración con la Universidad de Salamanca, realizaron un sondeo en lo que tienen identificado como el interior de la parte fortificada, hallando un muro de lo que sería uno de los pocos ejemplos de una zona de hábitat en ese periodo. 

NUMEROSOS RESTOS
Una cabaña en la que, carbonizados, aparecieron numerosos restos de fauna, cerámica, escorias de producción metalúrgica y apliques de bronce, que en uno de los casos parece que estaba sujeto a una pieza de cuero carbonizada. «Probablemente un cinturón o unos correajes», detalla el investigador asturiano Alfonso Fanjul. Otra pieza importante, explica, es «un crisol de fundición de cobre», lo que les permitirá ver cómo fue evolucionando esa tecnología con el paso del tiempo.

Entre los restos de fauna, «una mandíbula de un herbívoro, una cabra o una oveja, que seguramente les servía de alimento, porque no parece un espacio para estabulación, al ser tan pequeño», detalla. Y además, algo muy importante: «Semillas». Y es que tras analizar esos restos de cereal y leguminosas se podrá conocer, por ejemplo, «si en su dieta conservaban la escanda o si ya hay algún cereal nuevo».

MUESTRAS DE POLEN
También han tomado muestras de polen para «completar una visión del paisaje campesino en la transición entre la Antigüedad y la alta Edad Media». No en vano, el proyecto de investigación lleva por título 'Formación y dinámica de los espacios comunales ganaderos en el noroeste de la península ibérica medieval: paisajes e identidades sociales en perspectiva comparada'. A partir del polen pretenden reconstruir el paisaje vegetal inmediato a la fortaleza en ese momento de ocupación. Otro objetivo es realizar una datación por medio del Carbono 14 para fechar de forma exacta ese momento de ocupación.

Con todos esos datos en la mano, y los resultados de los análisis sobre los «cientos de restos arqueológicos encontrados, una barbaridad para el tamaño de la cata», estarán en disposición de dar un montón de respuestas sobre la forma de vida en lo que podría ser la primera fortaleza del reino astur. «Se han localizado algunas necrópolis, como en Argandenes o Belmonte, y también una capa del siglo VI en el castillo de Gauzón, pero este yacimiento, por su tamaño y por su riqueza, es el más importante de Asturias en ese periodo», explica Fanjul. «No es normal que con un sondeo tan pequeño saquemos tanto material». Por eso, tras los análisis, su objetivo es realizar una excavación más amplia de la zona. «Estaría bien sacar la cabaña completa, porque suponemos que habrá más, pegadas a la muralla por su parte interior». 

La fortaleza, de carácter defensivo y situada en un «punto estratégico de acceso del valle del Nalón al centro de Asturias, mide 139 metros de longitud y 94 metros de ancho y, además de dos torres, cuenta con un aljibe de acceso a una fuente de agua.

25 de julio de 2017

Talento y voluntariado juvenil para seguir descubriendo la historia de Cástulo

Los voluntarios realizarán tareas de limpieza, análisis y estudio de los materiales hallados además de labores de restauración, catalogación y siglado de cerámica, así como trabajos de limpieza y documentación en los sondeos planteados.
Los voluntarios contribuyen a descubrir el extenso yacimiento.
Veinticinco jóvenes procedentes de toda España (con edades comprendidas entre los 18 y 29 años) participan en la XIII edición del Campo de Trabajo que el Instituto Andaluz de la Juventud oferta en el Conjunto Arqueológico de Cástulo. A lo largo de dos semanas, los jóvenes contribuirán de forma voluntaria a seguir descubriendo el extenso yacimiento y apoyando las labores que ya realizan los técnicos y otros trabajadores en Cástulo. La delegada del Gobierno en Jaén, Ana Cobo, valoró la implicación de los chicos. «Ellos hacen un verano diferente. Además de buscar ocio y diversión, buscan también aprendizaje, conocimiento y aportar algo a la sociedad desde el voluntariado y hay que darles las gracias», comentó Cobo.

En concreto y coordinados por arqueólogos, realizarán tareas de limpieza, análisis y estudio de los materiales hallados hasta el momento, además de la restauración, catalogación y siglado de cerámica, así como trabajos de limpieza y documentación en los sondeos arqueológicos planteados.

Los participantes pernoctarán en La Garza y completarán allí su jornada con otras actividades lúdicas y culturales. En el Campo de Trabajo de Cástulo colabora también el Ayuntamiento de Linares y el alcalde, Juan Fernández, alabó también la presencia de los jóvenes. «Todo ese trabajo de manera conjuntada y bien dirigido por los técnicos especialistas son apoyos que se van sumando en esa larga tarea para un yacimiento que tiene trabajo para todo este siglo. Estamos pendientes de la sinagoga judía y precisamente están trabajando en esa zona para ver si de alguna manera se certifica ese origen. Celebrar que los jóvenes emplean su tiempo aquí que va en pro del trabajo que hay que realizar en este yacimiento», sostuvo Fernández.


MÁS PERSONAL
El verano es la época en la que más concurrido está Cástulo. Recientemente, han finalizado su campaña de excavación e investigación de este año un equipo de la Universidad de Chapman (California, Estados Unidos), y también se encuentran trabajando en el yacimiento arqueológico treinta vecinos gracias al programa 'Emplea' (Emplea Joven y Emplea 30+) de la Junta de Andalucía. Asimismo, en agosto comenzará el campus 'Cástulo: Puerto de Encuentros', organizado por la Universidad de Jaén con el apoyo financiero de la Junta.

Por otro lado, la delegada del Gobierno hizo referencia a la mesa de trabajo que se creó para lograr aunar esfuerzos de todas las administraciones públicas. «Hacía mucha falta esa coordinación y desatascar algunas cosas porque somos muchas las administraciones que estamos ahí y estamos trabajando para que el resultado sea lo que hemos podido ver allí. Estuve aquí hace unos meses y esto ha cambiado muchísimo y ha sido por ese esfuerzo, trabajo y coordinación de todas las administraciones implicadas», añadió la delegada del Gobierno en Jaén.

Por último, el alcalde espera que en invierno se ponga la cubierta provisional y se proceda al acondicionamiento del edificio cristiano que financiará la Diputación de Jaén.