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2 de mayo de 2014

Descubren vestigios de un santuario ibero del siglo IV a.C. en Aspe (Alicante)

Las excavaciones realizadas durante el último mes en la colina de Tres Hermanas, en Aspe,  han permitido sacar a la luz estructuras únicas.
Imagen aérea del yacimiento ibérico de Aspe. 
El equipo de investigación de la Universidad de Alicante, los expertos del Centre National de Recherche Scientifique de Francia y el Ayuntamiento de Aspe han hecho importantes descubrimientos en el asentamiento ibero situado en la colina de Tres Hermanas. 

En las excavaciones, que se han extendido a lo largo del último mes y desarrollado por un equipo de doce personas, se ha confirmado un entramado urbanístico diferente al de otros asentamientos del siglo IV antes de Cristo.

EXPOLIO

El concejal de Cultura de Aspe, Manuel Díez, ha destacado la presencia de «elementos arquitectónicos muy curiosos propios de edificaciones muy importantes o de una relevancia fuera de lo común. Podríamos hablar –ha destacado– de que estamos ante un santuario, aunque el expolio sufrido en este asentamiento en otras etapas ha impedido recuperar elementos suficientes para demostrar esta hipótesis».

De lo que nadie tiene dudas es de la importancia del yacimiento, como revela la presencia en el proyecto de Pierre Rouillard, coodirector de los trabajos junto a Jesús Moratalla y María Berná. «Rouillard significa darle un peso a nuestro yacimiento a nivel internacional, puesto que se trata de una de las personalidades más reputadas del mundo, que tiene un prestigio internacional y que sus publicaciones son seguidas por la comunidad científica de todo el mundo» comentó ayer Manuel Díez.

OTROS HALLAZGOS
En uno de los edificios excavados se ha encontrado una fíbula, que es una pieza utilizada para enganchar ropajes previa a la invención de los botones. «No obstante, esta pieza, que ha sido derivada al Marq para su restauración, es muy poco común. No hay muchas de este tipo, lo que permite deducir a los investigadores que se trataba de un elemento perteneciente a una persona de alta relevancia social», comentó Díez considerando que este hallazgo permite elucubrar sobre la importancia del asentamiento situado junto a la carretera que comunica Aspe con Elche.

(Fuente: Información)

4 de diciembre de 2010

Los restos arqueológicos encontrados en Aspe (Alicante) podrían ser los del Castillo de Aljau

Un estudio elaborado por técnicos de la empresa de arqueología Arpa Patrimonio ha concluido que los restos de fortificación localizados junto al río Tarafa, en Aspe (Alicante), "parecen corresponder al Castillo del Aljau", han informado hoy fuentes del Ayuntamiento de esta localidad.
Las huellas de este asentamiento fueron descubiertos hace unos meses en el barrio de El Castillo de Aspe, junto al río Tarafa y el Puente de "El Baño".
Las conclusiones arqueológicas han datado la construcción del que representaría el tercer castillo de esta población alicantina en la segunda mitad del siglo XIV, y el informe técnico de los restos fortificados medievales descubiertos ha abogado por iniciar los trámites para que sea declarado Bien de Interés Cultural
El Castillo del Aljau constituiría una de las fortificaciones con las que contaba la antigua pobla de Aspe el Nuevo, emplazamiento ubicado en el llano en la segunda mitad del siglo XIII, una vez se forzó el abandono del Castillo del Río, conocido como Aspe el Viejo.
La fortificación, por su parte, habría sido construida en la segunda mitad del siglo XIV, según las conclusiones arqueológicas de la empresa de arqueología Arpa Patrimonio, por lo que tendría relación con las medidas defensivas tomadas para protegerse de los ataques aragoneses acaecidos en el conflicto entre las Coronas de Castilla y Aragón, conocido como la Guerra de los Dos Pedros.
Los restos podrían definirse como una fortificación de planta aragonesa, es decir, cuadrangular con torres en las esquinas, y patio central, según el estudio.
El acceso, del que sí quedan restos, parece organizarse con un pasillo en recodo protegido por un borde circular que habilita un corredor que circunda la planta del patio, sin saber donde acaba.
Sin ser descubierto el final del sistema, se asemeja al acceso de la domus mayor del Castillo de Castilla, fechado también en la mitad del siglo XIV, según las citadas fuentes.
(Fuente: ADN.es)

30 de enero de 2013

Aflora un yacimiento del S. IV d.C. en el castillo de Aspe (Alicante)

Las obras de restauración y recalce de la torre norte de los restos arqueológicos del Castillo del Río de Aspe han dejado al descubierto vestigios de la etapa tardorromana, datados a principios de siglo VI d.C, que permitirán a los investigadores «demostrar el alto valor» de este yacimiento y su ocupación humana «durante muchos siglos».
Castillo del Río de Aspe.

Este yacimiento quedó al aire durante los trabajos de la empresa encargada de la obra de recalce de la torre norte de esta fortificación, actuación que se lleva a cabo para asegurar algunos restos del Castillo del Río y que está financiada al 75 por ciento por el Ministerio de Fomento a cargo de la partida del 1% cultural.

Los nuevos restos se hallaron al tratar de preparar una plataforma donde situar una gran grúa, necesaria para los trabajos que aseguren las rocas, y los responsables del seguimiento arqueológico, Marco Esquembre e Inma Reina, dataron las piezas a principios del siglo VI d. C..
En concreto, los restos encontrados consisten en un muro de mampostería de una estancia con pavimento asociado, perteneciente a una vivienda de las postrimerías de la etapa romana en el término municipal aspense. En el habitáculo de esta estancias se ha recuperado una vajilla «fina a molde», ánforas importadas de Túnez, así como cerámicas comunes de cocina.

Restauración del castillo
En 2011 los Ministerios de Fomento y de Cultura acordaron financiar con 89.989 euros la restauración Castillo del Río de Aspe. En concreto la intervención consistió en el recalce de la Torre Norte del Castillo, que se encuentra en una situacion de deterioro ya que hace meses se desprendió una roca de varias toneladas debido a las obras de construcción del AVE que se desarrollan a muy escasos metros de este monumento.
(Fuente: Las Provincias)

1 de marzo de 2023

El MARQ impulsa seis excavaciones desde la Prehistoria hasta la Baja Edad Media

El yacimiento de la ladera de San Antón en Orihuela, el poblado del Tabayá en Aspe, la Illeta dels Banyets de El Campello y el Tossal de Manises entre ellas

El Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) ha programado el desarrollo este año de seis actuaciones dentro del Plan de Excavaciones e Investigaciones Arqueológicas de la Diputación de Alicante, dotado con 130.000 euros y coordinado por el director del museo, Manuel Olcina.

La propuesta, aprobada por el equipo de Gobierno, permitirá completar los trabajos impulsados en los últimos años por el equipo de especialistas del MARQ. Así lo ha confirmado la vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, que ha mostrado su firme apoyo “a garantizar la continuidad de las investigaciones que han permitido realizar importantes hallazgos y poner en valor yacimientos alicantinos de gran interés que hoy en día están considerados como referentes en la cuenca mediterránea”.

El calendario comprende seis intervenciones en otros tantos yacimientos de la provincia de Alicante que abarcan restos arqueológicos desde la prehistoria hasta la Baja Edad Media. Una primera fase se llevará a cabo en la segunda mitad de junio y el resto de la actividad se concentrará entre los meses de septiembre y octubre.

El Plan abarcará el yacimiento ibérico de la ladera de San Antón en Orihuela y el poblado amurallado del Tabayá en Aspe, en los que se investiga la cultura del Argar del II milenio a.C. Además, se acometerán trabajos también en la Illeta dels Banyets de El Campello, donde se pretende completar la planta arquitectónica de uno de los lagares de época ibérica (ss. IV-III a.C.), así como en el Tossal de Manises, cuya intervención estará centrada en la consolidación y musealización de las Termas de Popilio (s. I d. C.) que fueron terminadas de excavar el año pasado.

Otro de los emplazamientos contemplados en el programa del MARQ es el Cabezo Molino de Rojales, un yacimiento que tiene indicios de la época ibérica (hornos de fundición de metal) pero cuya mayor ocupación documentada se data en época tardoantigua (s. VI-VII d.C.) con la existencia de una necrópolis.

Por último, la Pobla de Ifach en Calpe continuará con su plan de excavaciones, que prevé la excavación de varias tumbas del cementerio situado junto a la iglesia, la preparación del terreno para futuras intervenciones y la consolidación de las estructuras descubiertas en anteriores campañas.

Las direcciones concretas de estas seis actuaciones en emblemáticos yacimientos de la provincia correrán a cargo de arqueólogos de los MARQ Manuel Olcina, Juan López Padilla, Jose Luis Menéndez, Adoración Martínez, Teresa Ximenez, Eva Tendero y Antonio Guilabert. Asismimo, como en otras campañas, el Plan contará con la colaboración de una treintena de voluntarios estudiantes universitarios.

Cabe destacar que algunas de las intervenciones, en concreto la del Tossal de Manises y la Pobla d’Ifach, se realizan con la colaboración del Área de Arquitectura de la Diputación, bajo la dirección de Rafael Pérez. El Plan de Investigación de este año se completa con la realización de análisis arqueométricos (polen, sedimentos, metalúrgicos, radiocarbono, faunísticos, etc..), así como trabajos encaminados a la documentación y registro de las estructuras (topografía, ortofotos) y de los objetos hallados.

25 de julio de 2024

El MARQ inicia las excavaciones en seis yacimientos con 114.000 euros

Cerca de treinta voluntarios participan en esta edición que se desarrollará entre agosto y octubre coordinada por el director del Museo, Manuel Olcina

La campaña de excavaciones del Museo Arqueológico Provincial de Alicante (Marq), dotada con 114.000 euros, arranca en seis yacimientos de la provincia y la participación de un total de 27 voluntarios.

El diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, ha presentado esta mañana los pormenores de esta campaña acompañado por el director del Museo, Manuel Olcina, y ha manifestado que “la Diputación mantiene firme su apuesta por la investigación arqueológica a través de este amplio programa en media docena de yacimientos, localizados en el norte, sur y centro de la provincia, que abarcan periodos desde la prehistoria hasta la Baja Edad Media y nos proporcionan excelentes herramientas para profundizar en nuestro pasado como territorio y conoce nuestra historia”.

Coordinado por Olcina, el plan cuenta con la colaboración de 27 voluntarios estudiantes universitarios o recién graduados, y cumple con el objetivo de documentar y realizar una amplia investigación científica de los hallazgos, así como de avanzar en el conocimiento de las antiguas civilizaciones que poblaron distintos enclaves del territorio.

La duración de los trabajos oscilará entre las tres y las cinco semanas desde agosto a octubre, y constituyen “uno de los pilares de la actuación museística (del MARQ)” y, además, ha dicho que es una de las acciones más potentes llevadas a cabo por un museo español.

Illeta dels Banyets de El Campello. Época ibérica (s. IV-III aC)
Situado en El Campello, se trata de un yacimiento de larga ocupación, desde la prehistoria hasta la época romana. En esta edición, como continuación de la campaña anterior, la excavación se centrará en las estructuras ibéricas (siglos IV-III a. C.) del área central del enclave con el objetivo de conocer los sistemas constructivos y metrología empleada. Bajo la dirección de Olcina y Adoración Martínez, los trabajos se prolongarán durante cuatro semanas y contarán con un presupuesto de 23.000 euros.

Cabezo Molino de Rojales. Época ermiral (siglos VIII-IX)
Este enclave abarca desde la Antigüedad Tardía a los inicios de la Edad Media, de Época Islámica (ss. VI al IX), y este año proseguirá con la excavación de la necrópolis del siglo VI vinculada muy probablemente a gentes del mediterráneo oriental (del Imperio romano de oriente o bizantinos). Una parte importante de este proyecto es el estudio antropológico y los análisis de ADN de los cadáveres hallados. Bajo la dirección de Juan Antonio López Padilla y Teresa Ximenez de Embún, se actuará durante cuatro o cinco semanas gracias a un presupuesto de 19.000 euros.

El Tabayà de Aspe. Prehistoria, cultura del Argar
Este importante yacimiento de la cultura del Argar (segundo milenio a. C.) es una aldea asentada sobre una elevación de áspera orografía que fue probablemente un puesto de vigilancia y control del paso natural que durante siglos constituyó el curso del Vinalopó, conectando la costa mediterránea con las tierras del interior. El equipo dirigido por López Padilla trabajará durante cinco semanas para tratar de conocer con mayor detalle las características culturales de este periodo prehistórico. La actuación cuenta con un presupuesto de 23.000 euros.

Tossal de Manises de Alicante. Época romana (siglo I d. C.)
Este año, respaldado con un presupuesto de 3.000 euros, está previsto realizar únicamente analíticas antracológicas -madera- con el objeto de conocer las especies vegetales existentes en el entorno durante la Antigüedad.

La Alcudia de Elche. Ciudad ibérica y romana
Con una destacada ocupación ibérica sobre la que se levantó una colonia romana, perdurando la población hasta los inicios de la Edad Media, La Alcudia es uno de los más importantes yacimientos arqueológicos españoles. La intervención consistirá en la limpieza de las estructuras de las termas occidentales que formaban el frente oeste de la ciudad para obtener un diagnóstico preciso del estado de conservación con el que se pueda elaborar un amplio proyecto de consolidación y musealización. Eventualmente se podría realizar algún sondeo arqueológico para conocer el estado de conservación de algún muro o pavimento. Las estructuras a día de hoy presentan un avanzado estado de degradación con peligro de derrumbe de muros y pavimentos y esta actuación será el inicio para la definitiva recuperación de este importante edificio de la Ilici romana. Bajo la dirección de Olcina, Rafael Pérez (Area de Arquitectura de la Diputación), Ana Ronda y Mercedes Tendero (Fundación Universitaria La Alcudia de Investigación Arqueológica, FUAIA, dependiente de la Universidad de Alicante), las labores se prolongarán durante cinco semanas y contarán con un presupuesto de 23.000 euros.

Pobla d’Ifac de Calp. Epoca bajomedieval (s. XIV)
La decimonovena actuación que efectúa el MARA en este yacimiento estará centrada en delimitar el Edificio XIV, una estructura extramuros de la ciudad, cuya función aún es desconocida y que se halla anexa a la entrada oeste a la Pobla. Terminar de excavar este edificio y documentar su función será el principal objetivo de la campaña dirigida por José Luis Menendez Fueyo que se prolongará durante cinco semanas y está dotada con 23.000 euros.
(Fuente: MARQ)

21 de septiembre de 2022

Primer paso para rehabilitar el Castellar de Elche (Alicante)

Con este proyecto, que ha recibido una ayuda de 24.000 euros, se pretende adecentar la zona, realizar una pequeña cata, y consolidar los restos del Edificio I (hay también un Edificio II y III) para su puesta en valor.
Restos del Edificio I del Castellar, una gran fortaleza cuadrangular

La conselleria de Cultura hizo público el pasado viernes la concesión de una ayuda de algo más de 24.000 euros al Ayuntamiento para el proyecto de estudio, consolidación y puesta en valor del Yacimiento del Castellar de la Morera, un relativo desconocido del patrimonio local. Tanto a nivel general, como explícitamente a nivel arqueológico, ya que se reconoce la funcionalidad defensiva del yacimiento, procedente de época califal, del siglo X y algo de principios del XI. Con este proyecto impulsado por el arqueólogo municipal, Víctor Cañavate, se pretende adecentar la zona, realizar una pequeña cata, y consolidar los restos del Edificio I (hay también un Edificio II y III) para su puesta en valor. 

La puerta a posibles futuras actuaciones.
En este sentido, desde la concejalía de Urbanismo, donde está adscrito el arqueólogo, se solicitó una subvención de 48.287 euros, financiados al 50% por ambas administraciones. Se ha calculado un plazo para la actuación de cuatro meses, teniendo que cumplir con el calendario para obtener la financiación autonómica. La iniciativa consiste en la limpieza del patio de la zona fortificada para poder seguir estudiándola, continuar con una pequeña prospección arqueológica en el conocido como 'Edificio I', con sus dos estancias y rematar un muro. También se ha planteado indicar los dos accesos y sendas por el pantano con una pequeña cartelería para poder facilitar. Así como vallar el recinto por vandalismo. A priori, la idea es que este sea el punto de arranque para futuras actuaciones que apuesten por una puesta en valor de todo el recinto. Pero, ¿qué es el Castellar de la Morera?

¿Qué era el Castellar de la Morera?
Se trata de un asentamiento islámico del siglo X-XI. Aunque se pensaba que podía ser de primera época de conquista, era una construcción califal. En ella se encontraron "niveles de tardorromano, debe haber del siglo V y VI y de la época del Bronce, pero la gran estructura es califal", explica Sonia Gutiérrez, catedrática de Arqueología de la Universidad de Alicante, quien estuvo excavando hace una década el yacimiento con José Luis Menéndez (conservador del MARQ) y Pierre Guichard, destacado hispanista francés que ha fallecido recientemente y que ha realizado investigaciones claves sobre el mundo de Al-Ándalus. De aquella excavación en tres puntos siempre en la parte alta, tanto en la parte de la muralla como en una zona de casas, se sacó la datación histórica, así como una posterior exposición del MARQ, con su respectivo catálogo.

Así pues, se trata de un complejo del que lo que se sabe a ciencia cierta su funcionalidad defensiva "clara". "Puede ser una instalación de algún grupo, o grupos de tropas; quizá una estructura de control, una Alcazaba", señala Gutiérrez, quien destaca que con esa función y el hecho de estar en altura permitía vigilar la zona de Elche y Aspe. "Es un asentamiento muy grande, con una muralla importante y varias hectáreas (13,4). Algunos autores dicen que fue un campamento (al-‘Askar), otros que un asentamiento o punto de control de época califal de final del siglo IX". O un poblado fortificado, un hisn. Su situación le confería en su época las características idóneas como defensa natural, aislada y protegida por tres de sus costados y orientación al mediodía, única zona accesible cuyo plano inclinado desciende hasta la cota de 140 metros. Se encuentraba estratégicamente defendido por una sucesión de terrazas amuralladas hasta alcanzar en el ángulo más elevado, al Nordeste, un cuartel o edificación principal fortificada. 

En cualquier caso, para la catedrática este asentamiento fortificado y en altura, refuta las teorías de que la población fue abandonando unos asentamientos por otros en el municipio de forma 'rotatoria', "no es que vayan de La Alcúdia a otro sitio. Ils es una medina cuyos restos más antiguos son del siglo X, y este asentamiento tiene unas características muy particulares. Todavía es una incógnita". Y señala que toda esa zona está llena de asentamientos como el Caramoro, "pero los niveles islámicos son muy homogéneos, del momento en que se está empezando a crear la ciudad, pero no está probado que fueran rotando".

Más actuaciones para conocer más
En este sentido, desde el departamento se ha estado asesorando al servicio de arqueología municipal para el proyecto de actuación que se ha diseñado. Se trata de un yacimiento muy importante en un paraje también singular, al norte del pantano. Tras la excavación de hace algo más de una década, quedó a la espera de que se incardinara en un proyecto integral, que ahora el Ayuntamiento y el arqueólogo municipal se han tomado en serio, y que debería permitir concretar más sobre esta gran fortaleza cuadrangular. Las excavaciones de entonces también presentaron problemas porque la ubicación es complicada al estar en altura. De hecho, un particular, tiempo después, tras repoblaciones naturales, habían quedado fragmentos cerámicos en la superficie, por lo que se donaron al Museo Arqueológico y de Historia de Elche (MAHE). "Es decir que tuvo una parte importante de participación de la gente, relevante también en el patrimonio", apunta Gutiérrez.

Trabajos previos durante el siglo XX
Por otra parte, cabe resaltar, cómo no, que aunque en tiempos recientes se han realizado estas catas arqueológicas, con una prospección sistemática, ya había documentación previa gracias a la labor de Pere Ibarra y de Alejandro Ramos Folqués, así como del extinto Geia (Grupo Ilicitano de Estudios de Arqueología), que hizo un plano del conjunto. En definitiva, un yacimiento que puede ayudar a seguir entendiendo el desarrollo del municipio en su época islámica ya que según se concluyó tras las catas, el Castellar puede ser la clave para comprender mejor el hiato existente entre el registro del abandono de Ilici (La Alcudia) y la fundación de madinat Ilš en su actual emplazamiento; "el tiempo en el que Ilici dejó de ser Ilici e Ilš comenzó a convertirse en Elx, a la sombra del Castellar".

De hecho, gran parte de los materiales documentados en el yacimiento se corresponden con productos que se realizaron realizados en los alfares de la cercana ciudad de Ilš. Asimismo, en los años de las excavaciones, trascendió el descubrimiento de un yacimiento muy similar en el Ribat Hargha, en Igiliz (Marruecos), en una estructura que podía corresponderse con la jefatura rural de una tribu almohade. Así pues, muchas piezas aún por colocar en un gran puzle que con esta ayuda autonómica y el proyecto arqueológico se puede volver a seguir completando. El recinto amurallado es de 105.505,26 m2, la zona arqueológica de 409.946,85 m2 y el área de protección afecta de 549.238,36 m2. Un Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2006, con su Plan Especial de Conservación, que estaba a la espera de actuaciones.