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17 de julio de 2024

La UNIA celebra en Bedmar (Jaén) la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario

La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) inaugura la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario: teorías, métodos y prácticas, organizado por la Sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) y por el Centro de Investigaciones Prehistóricas de Sierra Mágina (Paleomágina), y dirigido por Marco Antonio Bernal y José María Hidalgo, de Paleomágina, y Mª del Carmen Jorge García, de la Universidad Carlos III de Madrid.


La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) inaugura la sexta edición del curso Arqueología del cuaternario: teorías, métodos y prácticas, organizado por la Sede Antonio Machado de Baeza (Jaén) y por el Centro de Investigaciones Prehistóricas de Sierra Mágina (Paleomágina), y dirigido por Marco Antonio Bernal y José María Hidalgo, de Paleomágina, y Mª del Carmen Jorge García, de la Universidad Carlos III de Madrid.

El curso finaliza el 28 de julio y su objetivo es dotar al alumnado de una formación práctica y teórica en la metodología y técnicas arqueológicas del Cuaternario y realizar una investigación y puesta en valor de una parte de la riqueza arqueológica patrimonial de Bedmar (Jaén), como es el Yacimiento de la Cueva del Nacimiento del Río Cuadros.

Una edición más, el alumnado realizará excavaciones arqueológicas y trabajo de laboratorio por las mañanas, mientras que las tardes se han reservado para sesiones de conferencias y prácticas con investigadores expertos en distintos campos de la arqueología.

En el acto inaugural, el director de la Sede Antonio Machado de Baeza de la UNIA, José Manuel Castro, ha recordado “la vocación colaborativa de la Internacional de Andalucía; en este caso, con otras instituciones públicas como el Ayuntamiento de Bedmar, la Diputación Provincial de Jaén y la Junta de Andalucía, y privadas como la Caja Rural de Jaén”.

También ha destacado la “calidad de este programa, que se extiende tanto a la dirección del mismo como a su profesorado”. Por último, Castro se ha referido al alumnado, a su papel fundamental como “destinatario de la oferta de la UNIA”, y ha subrayado la especificidad de este programa docente que permite a los alumnos adquirir “competencias en investigación”.

Junto al director de la Sede Antonio Machado de Baeza de la UNIA, han intervenido en el acto inaugural, el delegado de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, José Ayala; la vicepresidenta de la Diputación provincial de Jaén, Pilar Parra; la concejala de Juventud, Igualdad, Bienestar Social y Educación de Bedmar, Mª Mar Vílches; el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas, y el director del curso, Marco Antonio Bernal.

Precisamente, Bernal ha agradecido a las instituciones su colaboración en este curso, del que ha afirmado es “un mosaico que necesita todas sus piezas”. Un curso que ha ido creciendo desde hace 10 años, que cuenta con “alumnado internacional, procedente de países como Colombia o México” y que conjuga “la formación con la recuperación del patrimonio”.

Tras el acto inaugural ha tenido lugar la conferencia Ídolos: imágenes femeninas en la prehistoria reciente ibérica, impartida por Primitiva Bueno, catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares.

Participan como profesores, Félix Ríos, de la Sociedad Gaditana de Historia Natural; Leonor Peña, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas; Juan Manuel Jiménez y Jesús Miguel Úbeda-Portugués, de la Universidad de Granada; Iñigo Olalde e Iñaki Intxaurbe, de la Universidad del País Vasco; Antonio Delgado, investigador del CSIC-IACT de Granada; José Yravedra, de la Universidad Complutense de Madrid; Javier Baena, Nuria Castañeda, Patricia Ríos y Concepción Torres, de la Universidad Autónoma de Madrid; Sandra Bañuls, de la Universidad de Valencia; Robert Sala, del Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social, Universidad Rovira i Virgili; Pablo Garrido, de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía; José Antonio Riquelme y Antonio Jesús Torres, de la Universidad de Córdoba; Francisco José Bermúdez, investigador en la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana; Francisco Javier Fernández de la Peña, de Dibujantes de Arqueología; Manuel Jesús Torres Soria y Antonio López Rodríguez, investigadores de Paleomágina; Mª Soledad Maíz, de Fíbula. Didáctica del Patrimonio; José Ramos Muñoz y Manuel Jesús Parodi, de la Universidad de Cádiz, y Juan Antonio Pérez Claros, de la Universidad de Málaga.

Descubren un circo romano en el yacimiento de Iruña-Veleia (Vitoria)

La empresa Arkikus ha identificado desde el aire la estructura de un recinto que pudo albergar en su día a 5.000 espectadores

La Diputación foral de Álava y la empresa Arkikus han dado a conocer el último hallazgo en el yacimiento arqueológico alavés de Iruña-Veleia. Se trata de un recinto de 280 metros de longitud por 72 de anchura que han identificado desde el aire como un circo romano que, por sus dimensiones y según las primeras estimaciones, pudo albergar en torno a 5.000 espectadores.

El hallazgo ha sido posible gracias a la teledetección de la superficie del yacimiento a través de fotografías aéreas históricas y modernas, cartografía LiDAR e imágenes obtenidas mediante vuelos de dron. Según Arkikus, se trataría del tercer circo romano conocido en la mitad norte de la Península Ibérica tras los de Tarraco y Calagurris y el que único que conserva su trazado original al no estar oculto por edificaciones modernas.

El hallazgo, que ahora debe confirmarse en la superficie del terreno, es el principal resultado del proyecto piloto diseñado y dirigido por Arkikus, con el apoyo y financiación de la Diputación Foral de Álava, que ha revisado mediante teledetección la superficie del yacimiento alavés, una superficie de 251 hectáreas, a través de fotografías aéreas históricas y modernas, cartografía LiDAR e imágenes obtenidas mediante vuelos de dron.

En esas fotos y a falta de los trabajos de prospección sobre el terreno, se ve lo que podría ser un circo romano, pero también, calles, viviendas, zonas porticadas...lo que podría ser el paso de la Iter XXXIV, la calzada romana que iba de Astorga a Burdeos... centenares de evidencias de la presencia de edificios y/o infraestructuras de cronología romana en el subsuelo del yacimiento, aún por sacar a la luz por la ciencia arqueológica.

El tercero, tras Tarraco y Calagurris
Entre esas estructuras que revelan las imágenes destaca, por su presencia e implicaciones, un recinto de 280 m de longitud por 72 de anchura cuya interpretación, según ha explicado a SER Vitoria Javier Ordoño, de Arkikus, no deja lugar a dudas: se trata de un circo romano, que, por sus dimensiones y según las primeras estimaciones, pudo albergar entorno a 5.000 espectadores. Se trataría del tercer circo romano conocido para la mitad norte de la Península Ibérica tras los de Tarraco (actual Tarragona) y Calagurris (actual Calahorra) y, de ellos, el de Iruña-Veleia es el único que conserva su trazado original, ya que los anteriores están bajo las ciudades actuales.

Además, en esas fotos se han identificado elementos propios de un urbanismo organizado tanto al interior como, sobre todo, al exterior del recinto conocido como oppidum o ciudad amurallada tardía de Veleia. Así, se perciben calles (a veces porticadas), espacios públicos, barrios de viviendas, posibles edificios de culto colectivo, e infraestructuras relacionadas con el abastecimiento de agua o el saneamiento del entramado urbano, entre otros. El siguiente paso será trabajar sobre el terreno con otras herramientas de prospección superficial o excavación para saber qué se conserva de esos restos.

Según Ordoño, el descubrimiento del circo y de los restos residenciales, sitúa a Iruña-Veleia en otra dimensión. "No era una capital de provincia, pero sí, un importante núcleo de población. En ese sentido, el hallazgo es notable".

16 de julio de 2024

Adjudicada la consolidación de un mosaico en la villa romana La Dehesa (Soria)

Las labores están costeadas por la Junta de Castilla y León y tendrán un importe total de 48.388 euros.
Algunas de las estacias de la villa. /PC

La Junta de Castilla y León ha adjudicado las obras de consolidación de estratos del mosaico de la habitación 25 de la villa romana La Dehesa en Cuevas de Soria (Quintana Redonda). El adjudicatario ha sido el restaurador Pablo Luis Yagüe Hoyal por un importe que asciende a 48.387,90 euros. El plazo de ejecución para llevar a cabo las obras es de cuatro meses, por lo que se prevé que los trabajos finalicen en octubre de este año.

La intervención se enmarca dentro del convenio suscrito entre la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial de Soria, para promover actuaciones de restauración, conservación y puesta en valor de la villa romana, con un compromiso de inversión anual por parte de cada Administración de 50.000 euros en actuaciones en la villa romana.

Treinta habitaciones
La villa tardorromana de La Dehesa en Cuevas de Soria (s.s. IV-V d. C) fue excavada casi en su totalidad por Blas Taracena a partir de 1928, quién exhumó un extenso conjunto arqueológico, dedicado a la producción agropecuaria, de más de 4.000 m2, formado por una zona residencial de más de una treintena de habitaciones, organizadas en torno a un patio central, pavimentadas con ricos mosaicos geométricos. Comprende también una zona termal, excavada en parte por M. Mariné en los años 80 y otra de servicio que permanece casi en su totalidad enterrada. Los terrenos en los que se ubica son propiedad de la Diputación Provincial y el yacimiento cuenta con declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de zona arqueológica.

Fruto de la colaboración institucional entre la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial de Soria, y con el apoyo de Fondos Europeos, las estructuras fueron cubiertas e integradas en un proyecto de consolidación y puesta en valor, pendiente de concluir con la restauración íntegra de los mosaicos y pavimentos.

En el marco del convenio antes citado, en el año 2021 los trabajos realizados por la Junta de Castilla y León se centraron en la restauración de dos estructuras de hipocausto (espacios calefactados) de las habitaciones nº 26 y 27. En el año 2022 se llevó a cabo la restauración del mosaico de la habitación 26, con una superficie de 21 m2 de pavimento opus tessellatum. En el año 2023 se llevó a cabo la restauración de las estructuras arquitectónicas de la habitación 28 y del área sureste, en la zona termal.

Con el objetivo de continuar con estas actuaciones, para esta anualidad se ha planteado la consolidación de estratos del mosaico de la habitación 25, estancia de la cabecera de la villa romana.

El pavimento opus tessellatum de esta habitación presenta considerables deformaciones en forma de hundimiento y abombamientos puntuales. Las zonas deformadas presentan gran distensión de los espacios interteselares; esto ocasiona una dilatación del tapiz teselar que tiene como consecuencia el agrandamiento de la superficie del mosaico. En varias áreas el teselado se ha despegado, tesela por tesela, y éstas se han descolocado de su posición original. Toda la superficie teselar que se conserva presenta una capa de carbonatación bastante extendida.

Las actuaciones a llevar a cabo, con el objetivo de consolidar y restaurar el mosaico, consistirán en la documentación del estado actual, eliminación de la protección temporal que posee, limpieza en seco, eliminación de morteros temporales, readhesión de teselas sueltas o desprendidas, consolidaciones del material teselar, y consolidación y readhesión al sustrato inferior y relleno de oquedades, asegurando la cohesión de las teselas a su soporte original.

A la finalización de los trabajos se entregará una memoria final de la actuación desarrollada que incluirá fotografías descriptivas de los mismos en cada fase si la hubiera, así como pautas de mantenimiento.
(Fuente: Soria Noticias)

Estudiantes del curso de Arqueología realizarán excavaciones en las termas romanas de Carmona (Sevilla)

El curso está estructurado mediante sesiones prácticas de excavaciones arqueológicas, apoyadas por sesiones teóricas en las que se tratarán temas metodológicos y de aspectos relacionados con la gestión de las excavaciones, como la legislación de referencia o la documentación administrativa necesaria.

Estudiantes de la 17ª edición del curso de verano ‘Arqueología de campo’ de la Universidad Pablo de Olavide, un seminario eminentemente práctico, tendrán la oportunidad de excavar desde hoy en las termas romanas halladas en el subsuelo de la plaza de Julián Besteiro en la localidad sevillana de Carmona, un complejo termal construido a principios del siglo I. Una parte importante de estos restos arqueológicos quedarán expuestos una vez finalicen las obras de remodelación que actualmente se están desarrollando en la plaza.

El curso, organizado con la colaboración del Ayuntamiento de Carmona, se impartirá del 15 al 26 de julio. Está dirigido por Ricardo Lineros, jefe de Servicio de la Delegación de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Carmona y director del Museo de la Ciudad y Juan Manuel Román, arqueólogo municipal de dicha Delegación.

En el acto de inauguración oficial de dicho curso han participado esta mañana el alcalde de Carmona, Juan Ávila; el concejal delegado de Cultura, Patrimonio Histórico y Turismo, Ramón Gavira y Juan Manuel Román.

El principal objetivo del mismo es que el alumnado pueda conocer in situ todos los aspectos a los que se tiene que enfrentar un arqueólogo cuando realiza una excavación. El curso está estructurado mediante sesiones prácticas de excavaciones arqueológicas en la ya mencionada zona, apoyadas por sesiones teóricas en las que se tratarán temas metodológicos y de aspectos relacionados con la gestión de las excavaciones, como la legislación de referencia o la documentación administrativa necesaria.

Los alumnos del curso realizarán trabajos de campo en la también conocida como plazuela de San José, prosiguiendo con unas excavaciones que se iniciaron como actuación preventiva antes de la remodelación de esta plaza situada en el centro histórico de la ciudad.

Según ha explicado Juan Manuel Román, los trabajos realizados en la zona han dejado al descubierto unas termas romanas públicas construidas en la época de Augusto a principios del siglo I d. C., siendo las más antiguas de este tipo de instalaciones encontradas hasta el momento en Carmona “y cuyas estructuras presentan un relativo buen estado de conservación”.

En este sentido, ha añadido que, en este caso, los niveles de mayor interés son los de época romana, en concreto los relacionados con el edificio termal. En la misma intervención se han documentado restos de otras épocas, como cuatro silos para el almacenamiento de cereal, tres de ellos del periodo islámico y el cuarto de la Edad del Cobre. Los expertos han podido constatar que los baños públicos estuvieron en uso hasta mediados del siglo II de nuestra era, si bien, durante época almohade, se reaprovecharon parcialmente algunas de las estructuras. Además, los trabajos han permitido “constatar por primera vez una mina de agua asociada a la estratigrafía arqueológica, certificando sin ninguna duda su datación romana”.

Sobre este solar se edificó el convento de San José, fundado por los carmelitas descalzos a finales del siglo XVII y desamortizado a mediados del XIX. No hay restos relevantes, más allá de las naves laterales del templo que se conservan junto a los actuales juzgados, ya que el edificio fue demolido tras su uso como cárcel y colegio.

Curso de espeleoarqueología
Por otro lado, la sede Olavide en Carmona también pondrá en marcha del 29 al 31 de julio el curso de verano ‘Introducción a la espeleoarqueología aplicada: el estudio de las minas de agua. 5ª edición. José Millán Naranjo in memoriam’, un curso teórico práctico que permitirá a los alumnos adentrarse en las minas romanas de agua de Carmona. Organizado junto a la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas y el Ayuntamiento de Carmona, está dirigido por Juan Manuel Román y Miguel Ángel Carranco, este último bombero y ambos miembros de dicha asociación, al igual que el resto de profesorado que imparte este curso.

Las exploraciones realizadas durante los últimos años por un equipo formado por espeleólogos, arqueólogos, geólogos y ambientólogos han sacado a la luz una impresionante red de minas existentes bajo el subsuelo de Carmona. Estas casi desconocidas obras de ingeniería hidráulica tuvieron como fin la captación de las aguas subterráneas y fueron construidas en época romana, pudiendo considerarse como elementos patrimoniales de primer orden. Durante el curso, los alumnos aprenderán la metodología diseñada específicamente para estos estudios y realizarán prácticas tanto de progresión vertical en cuerda como de exploración en el interior de estas minas.

15 de julio de 2024

Los arqueólogos vuelven al Chao Samartín en busca de la romanización en Asturias

Las excavaciones en el yacimiento de Grandas de Salime se reanudan, tras nueve años sin actividad, con Juan Muñiz y Diego Piay al frente
El Chao Samartín, en Grandas de Salime, en una imagen de archivo. / MIKI LÓPEZ

El arqueólogo Juan Ramón Muñiz y el profesor universitario de Historia Antigua Diego Piay lideran el equipo multidisciplinar que la semana pasada reanudó las excavaciones en el Chao Samartín, en Grandas de Salime, tras nueve años sin actividad arqueológica. El nuevo proyecto espera extenderse a lo largo de tres veranos: el actual, hasta el 31 de julio, y los de los próximos dos años. El objetivo de partida es profundizar en la investigación de los restos constructivos en torno a la domus romana y establecer su relación cronológica con las cabañas circulares cercanas. De lo que se trata, según explica Juan Ramón Muñiz, es de determinar si "hubo un periodo de romanización en Asturias más notable y más profundo de lo que se pensaba", como él mismo y otros investigadores sostienen.

El asentamiento del Chao Samartín tiene, por ahora, dos etapas históricas bien definidas. La primera prerromana, con una muralla que delimita el recinto, y otra romana, con la domus como elemento central. La fundación del poblado se remontaría a finales de la Edad del Bronce, hacia el año 800 antes de Cristo; la primera trama de construcciones de uso doméstico y las fortificaciones de los fosos y la muralla serían de la Edad del Hierro, hacia el siglo IV antes de Cristo; a principios del siglo I después de Cristo ya se detecta presencia romana en el Chao. "Algunas cabañas parecen haber sido construidas en los años posteriores al abandono de la domus, en los siglos II y III después de Cristo", apunta Muñiz.

"La parte que se ve del Chao es de época romana, el castro de la Edad de Hierro está muy romanizado; el Chao Samartín es el ejemplo de urbanismo romano más antiguo del noroeste peninsular", afirma el director de la campaña arqueológica, que espera averiguar a lo largo de esta si los pobladores del asentamiento, una vez abandonada la domus, siguieron viviendo al modo romano o volvieron a formas "más caóticas" de urbanización.

La campaña arqueológica arrancó la semana pasada, con tareas de documentación, trabajos de prospección geofísica y labores de topografiado. Juan Ramón Muñiz y Diego Piay cuentan con un equipo formado por técnicos especialistas en Geología, Topografía, Arqueología y Restauración, además de estudiantes de la Universidad de Oviedo. En el caso de encontrar restos de interés, explica Muñiz, serán escaneados antes de su sellado.

De lo que se trata es de continuar las investigaciones arqueológicas y completar los estudios interrumpidos en el año 2015, implementando una metodología que permita ir avanzando en el conocimiento del asentamiento. "Empezamos limpiando y ‘redocumentando’ lo ya excavado y ampliando las excavaciones a zonas inéditas, cubiertas de piedras y prau", refiere Muñiz.

Más adelante, en próximos veranos, se redactará una propuesta de consolidación y de incorporación de las nuevas estructuras del Chao excavadas por completo al discurso expositivo y al área visitable.

Lo que se excave este verano se tapará y se dejará preparado para volver a trabajar en ello el año que viene. Este año se redactará el proyecto de restauración, para ejecutarlo el año que viene.

Los trabajos arqueológicos en el castro de Chao Samartín están financiados por el Ayuntamiento de Grandas de Salime, más una subvención de la Consejería de Cultura. En este primer verano el presupuesto disponible es de algo más de 35.000 euros.

13 de julio de 2024

Obras en La Rambla hacen aparecer una cerradura de muralla y una puerta medievales en Barcelona

Los restos datan de mediados del siglo XIV, y las excavaciones continúan porque los trabajos se realizan por tramos. El portal de Trentaclaus estaba situado donde hoy está la plaza del Teatre.

Los trabajos de control arqueológico, previstos en el proyecto de La Rambla, han identificado un tramo de la muralla y un portal de entrada en la actual plaza del Teatre, ante el Teatro Principal.

Es lo que se conocía como portal de Trentaclaus, situado en la actual calle de los Escudellers, que cruza la plaza del Teatre, justo delante del Teatro Principal. La muralla se construyó entre finales del siglo XIII y mediados del siglo XIV, y este fragmento de muralla y la puerta que se acaban de encontrar corresponden al siglo XIV. El portal también se conocía como portal de los Ollers, ya que en ese tiempo trabajaban en la zona muchos maestros alfareros que producían ollas y escudillas.

Los restos del portal se han descubierto durante las obras de mejora de La Rambla y corresponden al cierre original del recinto amurallado a la altura de esta avenida. De momento las excavaciones continúan, así que no se descarta que aparezcan nuevos hallazgos, además de los que han aparecido en el lado de mar de La Rambla y en la parte opuesta (plaza de Catalunya), donde también se ha encontrado un fragmento pequeño de muralla.

Las murallas medievales de Barcelona se repusieron por orden del rey Pedro II El Grande después de una confrontación con las fuerzas francesas. El Consejo de Ciento se hizo cargo de las obras, que fueron el primer gran proyecto público urbano que gestionó, e hizo reedificar la muralla y añadir a los portales que ya existían (los de la Boqueria, Portaferrissa o Jonqueres) algunos nuevos, como el portal Nou, del año 1295.

Un nuevo conflicto bélico, esta vez con Castilla, en el año 1357, hizo que el Consejo de Ciento decidiera mejorar las murallas rehechas en el siglo XIII, y se reforzó el perímetro de la ciudad antigua, excepto el Raval. Fue una labor de gran complejidad, que incluyó incluso el traslado de la riera.

Nuevas excavaciones revelan la excepcional importancia del castro vettón de Ulaca en Ávila

Las nuevas excavaciones realizadas en el castro vettón de Ulaca, situado en el término municipal de Solosancho, a unos veinte kilómetros de Ávila, han desvelado la excepcional importancia de este oppidum considerado entre los más importantes de Europa por su extensión -setenta hectáreas- y restos.
Los trabajos realizados han demostrado que el edificio tuvo “más complejidad estructural en su interior” de lo que inicialmente se preveía.

Las nuevas excavaciones realizadas en el castro vettón de Ulaca, situado en el término municipal de Solosancho, a unos veinte kilómetros de Ávila, han desvelado la excepcional importancia de este oppidum considerado entre los más importantes de Europa por su extensión -setenta hectáreas- y restos.

El resultado de los trabajos de la séptima campaña, realizada desde el pasado 23 de junio por parte de arqueólogos y estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid, han sido difundidos este viernes por Jesús Álvarez Sanchis, catedrático de Prehistoria de dicha institución académica y director del proyecto arqueológico.

Tres décadas
Comenzó hace tres décadas en esta atalaya privilegiada desde la que se contempla todo el Valle Amblés y entre cuyos icónicos vestigios se encuentran la Sauna, la Cantera o el singular Altar de los Sacrificios, labrado en la piedra granítica de la zona.

El director del proyecto, acompañado por el diputado provincial de Cultura, Javier González, y por el alcalde de Solosancho, Jesús Martín, han explicado los trabajos realizados por un equipo de quince personas desde hace tres semanas en la zona de El Torreón.

Se trata de la séptima y, probablemente, penúltima campaña en este lugar cuyas funciones están aún por determinar a finales de la Edad del Hierro, si bien Jesús Álvarez ha señalado que cada vez parece más clara su “función política” en este castro.

Las sucesivas excavaciones en el espacio que ocupó en su momento este edificio “singular y fantástico” han arrojado información para concluir que esta construcción “no tiene parangón con otras”, dadas sus “grandes dimensiones”.

El director calcula que, teniendo en cuenta las piedras extraídas en las siete campañas realizadas en la zona, podría haber tenido una altura de “entre ocho y diez metros”, lo que hace pensar que puso haber sido una gran atalaya “con un enorme control visual” tanto dentro como fuera del poblado.

Los trabajos realizados han demostrado que el edificio tuvo “más complejidad estructural en su interior” de lo que inicialmente se preveía, según el director del proyecto, quien ha señalado que contaba con tres partes: una habitación central y dos algo más pequeñas.

Cuentas de vidrio
Teniendo en cuenta el tamaño, la altura y una “cierta orientación astronómica”, El Torreón pudo tener una función “ceremonial y política”, ha explicado Jesús Álvarez, quien ha llamado la atención acerca del hallazgo de cuentas de vidrio, cuya producción podría situarse en “talleres del próximo Oriente”.

Dichas cuentas de vidrio, remitidas a laboratorios del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para su análisis, podría proceder de Siria, Israel o Egipto.

De confirmarse este extremo, el catedrático de Prehistoria destaca el hecho de que Ulaca pudo ser una importante referencia en el comercio de aquella época, datada en torno a los siglos II y I antes de Cristo.

“Que cuentas de vidrio llegaran al centro de la Península Ibérica es un acicate para pensar en el carácter absolutamente excepcional y privilegiado de este monumento a finales del la Edad del Hierro”, ha precisado.

Gran población
Los expertos han señalado que la importancia de la que fue una destacada ciudad vettona también viene determinada por su población, ya que sus cerca de trescientas construcciones apuntan que Ulaca pudo llegar a tener en torno a 1.500 habitantes hace más de 2.000 años.

Los resultados de esta séptima campaña de excavaciones en El Torreón se producen dos días antes de que arqueólogos y estudiantes finalicen unos trabajos que cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Solosancho y de la Diputación de Ávila, que aporta 30.000 euros.

Todo apunta, ha concluido, que la del próximo año puede ser la última campaña en El Torreón antes de seguir excavando en otros puntos de este extenso poblado, entre los que ha destacado la necesidad de volver a retomar los trabajos en la “excepcional” necrópolis de Ulaca.

(Fuente: La Vanguardia)

11 de julio de 2024

La cisterna romana de Obulco renace 2.000 años después en Porcuna (Jaén)

Tras los trabajos de restauración, consolidación y puesta en valor de este espacio hoy se ha inaugurado en Porcuna la cisterna de La Calderona, considerada como uno de los monumentos arqueológicos romanos mejor conservados de Hispania y del Mediterráneo Occidental. 2.000 años después de su construcción sigue llenándose de agua de forma natural y funcionando para lo que fue concebida.
Este fue uno de los principales depósitos de agua de la ciudad romana de Obulco (Porcuna). FOTO: ARQVIPO

Hoy jueves se ha inaugurado la cisterna romana de La Calderona, en la localidad jienense de Porcuna. La inauguración se llevó a cabo tras los trabajos de restauración, consolidación y puesta en valor de este espacio, datado en el siglo I a.C. y al que se han destinado cerca de 1,7 millones de euros.

Esta cisterna fue uno de los principales depósitos de almacenamiento de agua urbano de la ciudad romana de Obulco, que se ha conservado hasta el presente bajo casas de la actual Porcuna.

Precisamente esta circunstancia --su ubicación en niveles subterráneos bajo construcciones actualmente en uso-- así como la envergadura de este monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) han condicionado su restauración.

Algo que constatan tanto el director del proyecto arquitectónico, el arquitecto Pablo Millán, como el del proyecto arqueológico, Pablo Casado, director del Museo Arqueológico Municipal de Obvlco y miembro del Grupo de Arqueólogos e Investigadores de la Historia de Porcuna (Arqvipo).

Con la inauguración culmina un proceso de trabajo de tres años, en el que han participado dos centenares de personas coordinadas por los arqueólogos de Porcuna.

La cisterna se ubica en el borde del núcleo urbano actual de Porcuna y se emplazaba en uno de los barrios occidentales de la extensa Obulco, una de las grandes urbes de la Bética romana, antigua Ibolca, capital de los Túrdulos.

Se intervino en ella por primera vez en la Guerra Civil española para su uso como refugio antiaéreo y se volvió a estudiar y abrir a principios de la actual democracia. Sin embargo, no se ha podido excavar y restaurar completamente hasta esta intervención.

Se ha trabajado sobre dos áreas dentro del yacimiento arqueológico. Por un lado, en la zona externa se ha descubierto un sector de casas romanas junto a espacios artesanales y comerciales. De otro lado, en la terraza inmediatamente superior, accediendo a través del túnel que realizaron los zapadores del ejército, se llega al conjunto hidráulico subterráneo de la cisterna.

La cisterna de La Calderona está considerado como uno de los mejores monumentos arqueológicos romanos conservados de Hispania y del Mediterráneo Occidental y 2.000 años después de su construcción sigue llenándose de agua de forma natural y funcionando para lo que fue concebida.

Sobre la cisterna se ha construido un edificio que permite bajar hasta la cota de la cisterna para poder entrar en ella, a lo que ha sumado otros para ejecutar un puente que atraviesa la calle de San Marcos y un túnel que pasa por debajo de las casas. Además, se ha llevado a cabo un cuarto proyecto para la restauración y puesta en valor de la cisterna en sí y un quinto para hacer lo mismo con los restos arqueológicos hallados en el marco de las obras.

La recuperación de la cisterna romana de Obulco ha sido posible en el marco del programa del 1,5 por ciento Cultural, en la convocatoria publicada por el entonces Ministerio de Fomento en junio de 2018. A través de esta iniciativa, el Gobierno central ha aportado el 70 % del presupuesto total, de casi 1,7 millones de euros; mientras que el Consistorio ha asumido el 18 % y la Diputación de Jaén, el 12% restante.
(Fuente: La Vanguardia)