google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Resultados de la búsqueda de Juan Muñiz
Mostrando las entradas para la consulta Juan Muñiz ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Juan Muñiz ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

7 de abril de 2015

Arqueólogos asturianos lamentan que el nuevo reglamento de Patrimonio no regule las ayudas a las excavaciones

APIAA considera que el texto está incompleto y repleto de contradicciones y lagunas fruto de las prisas para «aprobarlo antes del fin de la legislatura»
Excavaciones en el castillo de Gauzón. Foto: Sergio López.
«El recién aprobado reglamento de la Ley de Patrimonio Cultural del Principado presenta contradicciones y lagunas». Eso es lo que denuncia la Asociación Profesional de Arqueólogos de Asturias (APIAA), que ya ha remitido un escrito a la Consejería de Cultura solicitando un informe jurídico que aclare la legalidad de uno de los puntos y pedirá en la Comisión de Arqueología explicaciones sobre las razones por las que no entra a detallar los criterios que han de regir en el futuro la concesión de ayudas públicas a las excavaciones arqueológicas de investigación.

El presidente de APIAA, Juan Muñiz, lo tiene muy claro: «Al final tuvieron que dar marcha atrás, atender el informe del Consejo Consultivo y asumir muchas de las alegaciones y el resultado es un reglamento que no es general, que no cubre todo el patrimonio histórico, como ellos mismos dicen, porque la etnología no la recogen», subraya. Dicho de otra forma, «el trabajo quedó a medias y se hizo un arreglo de última hora para poder acabar la legislatura con un texto aprobado».

Lo dicho, en términos generales, porque, tal y como apunta Muñiz, el propio preámbulo del reglamento anuncia la creación de otro dedicado al tratamiento «integral» del patrimonio etnográfico, pero es que en términos concretos, en los de la arqueología que afecta a APIAA, el resultado no es tampoco el esperado. Hay dos aspectos en los que se centran las críticas de los arqueólogos profesionales. Una hace referencia a los trabajos que se realizan de forma preceptiva y previa a determinadas obras, y la otra a las tareas propiamente de investigación. En el primer caso, denuncia Juan Muñiz, se produce una contradicción entre el reglamento y la ley que regula. Entienden que la norma otorga a los arqueólogos la responsabilidad de entregar en el Museo Arqueológico el posible material hallado y en el segundo la deja en mano del promotor de las obras. «Hemos pedido a la Consejería de Cultura que nos mande una evaluación del Servicio Jurídico», señala Muñiz. Quieren aclarar si jurídicamente es asumible lo que ellos consideran contradictorio.

NORMALIZACIÓN
La otra queja hace referencia a una laguna, y es que no aparece en el reglamento ninguna referencia a la manera en la que la Administración regional deberá proceder a la hora de subvencionar excavaciones arqueológicas. No hay ningún artículo que estipule los criterios con los que se han de dar las subvenciones a los investigadores, pero, sin embargo, sí se habla de cómo han de llevarse a cabo las publicaciones de memorias de trabajos realizados con financiación pública. El reglamento ya está aprobado y no hay marcha atrás posible, de modo que la vía que queda abierta es recurrir a la Comisión de Arqueología: «Nosotros vamos a pedir que para las excavaciones haya un plazo normalizado y formalizado para presentar proyectos,que ahora no existe, de modo que es imposible saber ni el criterio ni el importe de las ayudas que Cultura otorga hasta que ya están dadas», concluye Juan Muñiz.

(Fuente: El Comercio / M.F. Antuña)

15 de julio de 2024

Los arqueólogos vuelven al Chao Samartín en busca de la romanización en Asturias

Las excavaciones en el yacimiento de Grandas de Salime se reanudan, tras nueve años sin actividad, con Juan Muñiz y Diego Piay al frente
El Chao Samartín, en Grandas de Salime, en una imagen de archivo. / MIKI LÓPEZ

El arqueólogo Juan Ramón Muñiz y el profesor universitario de Historia Antigua Diego Piay lideran el equipo multidisciplinar que la semana pasada reanudó las excavaciones en el Chao Samartín, en Grandas de Salime, tras nueve años sin actividad arqueológica. El nuevo proyecto espera extenderse a lo largo de tres veranos: el actual, hasta el 31 de julio, y los de los próximos dos años. El objetivo de partida es profundizar en la investigación de los restos constructivos en torno a la domus romana y establecer su relación cronológica con las cabañas circulares cercanas. De lo que se trata, según explica Juan Ramón Muñiz, es de determinar si "hubo un periodo de romanización en Asturias más notable y más profundo de lo que se pensaba", como él mismo y otros investigadores sostienen.

El asentamiento del Chao Samartín tiene, por ahora, dos etapas históricas bien definidas. La primera prerromana, con una muralla que delimita el recinto, y otra romana, con la domus como elemento central. La fundación del poblado se remontaría a finales de la Edad del Bronce, hacia el año 800 antes de Cristo; la primera trama de construcciones de uso doméstico y las fortificaciones de los fosos y la muralla serían de la Edad del Hierro, hacia el siglo IV antes de Cristo; a principios del siglo I después de Cristo ya se detecta presencia romana en el Chao. "Algunas cabañas parecen haber sido construidas en los años posteriores al abandono de la domus, en los siglos II y III después de Cristo", apunta Muñiz.

"La parte que se ve del Chao es de época romana, el castro de la Edad de Hierro está muy romanizado; el Chao Samartín es el ejemplo de urbanismo romano más antiguo del noroeste peninsular", afirma el director de la campaña arqueológica, que espera averiguar a lo largo de esta si los pobladores del asentamiento, una vez abandonada la domus, siguieron viviendo al modo romano o volvieron a formas "más caóticas" de urbanización.

La campaña arqueológica arrancó la semana pasada, con tareas de documentación, trabajos de prospección geofísica y labores de topografiado. Juan Ramón Muñiz y Diego Piay cuentan con un equipo formado por técnicos especialistas en Geología, Topografía, Arqueología y Restauración, además de estudiantes de la Universidad de Oviedo. En el caso de encontrar restos de interés, explica Muñiz, serán escaneados antes de su sellado.

De lo que se trata es de continuar las investigaciones arqueológicas y completar los estudios interrumpidos en el año 2015, implementando una metodología que permita ir avanzando en el conocimiento del asentamiento. "Empezamos limpiando y ‘redocumentando’ lo ya excavado y ampliando las excavaciones a zonas inéditas, cubiertas de piedras y prau", refiere Muñiz.

Más adelante, en próximos veranos, se redactará una propuesta de consolidación y de incorporación de las nuevas estructuras del Chao excavadas por completo al discurso expositivo y al área visitable.

Lo que se excave este verano se tapará y se dejará preparado para volver a trabajar en ello el año que viene. Este año se redactará el proyecto de restauración, para ejecutarlo el año que viene.

Los trabajos arqueológicos en el castro de Chao Samartín están financiados por el Ayuntamiento de Grandas de Salime, más una subvención de la Consejería de Cultura. En este primer verano el presupuesto disponible es de algo más de 35.000 euros.

10 de septiembre de 2020

Sale a la luz otro edificio en la villa romana de La Estaca (Asturias)

Los arqueólogos sospechan que la construcción de 40 metros cuadrados daba algún tipo de servicio auxiliar a la Villa.
Juan Muñiz, a la izquierda, y Adrián Piñán, ayer, excavando en la construcción descubierta a 25 metros del edificio central de la villa romana. FOTO: IRMA COLLÍN
La villa romana de La Estaca va camino de convertirse en una caja de sorpresas arqueológicas. Si bien la campaña de este año tenía como objetivo descubrir una habitación contigua a la del mosaico descubierto en 1958 en el mismo yacimiento, un sondeo realizado recientemente obligó a cambiar ligeramente los planes. La aparición de una nueva construcción de 40 metros cuadrados y de origen romano situada a escasa distancia de la construcción principal ha obligado a los investigadores a dividirse en dos grupos hasta el fin de los trabajos, el día 24 de este mes.

El georradar permitió al equipo encabezado por el arqueólogo Juan Muñiz descubrir hace escasos días la existencia de la construcción. Desde ayer, parte de ellos se encuentran trabajando en una zona en la que ya han aflorado parcialmente los muros y en los próximos días se conocerá más acerca de lo que albergaban en su interior. "Sospechamos que daba algún servicio auxiliar a la villa", apunta Muñiz acerca de un inmueble "de indudable origen romano" y "alineado con el resto del conjunto de edificios".

Debido al apremio de los plazos solo se descubrirá una pequeña parte del nuevo hallazgo y se marcará de cara a futuras campañas. Para los investigadores, el hallazgo supone corroborar la hipótesis de que la villa romana de La Estaca formaba parte de un complejo mucho más grande que abarcaría todo el valle situado a medio camino de varias ciudades romanas de Asturias y Galicia.

INICIATIVA POPULAR
La excavación de este año ha sido posible gracias a los 8.500 euros recaudados por el colectivo creado por vecinos de Las Regueras para impulsar las investigaciones en La Estaca. Se trata de la segunda campaña financiada por iniciativa popular tras la exitosa de finales de 2018 que hizo aflorar un gran mosaico romano de 14 metros cuadrados, mejor conservado incluso que el localizado en esa misma finca por José Manuel González en 1958.

Los trabajos iniciados para descubrir la habitación contigua a la del mosaico hallado hace 62 años y trasladado posteriormente al Museo Arqueológico, donde continúa, permitirán ubicar mejor dicha decoración en el contexto de la villa. Por su parte, las indagaciones sobre el nuevo edificio podrían despejar las dudas sobre la existencia de más mosaicos y el modo de vida de los habitantes del conjunto.
(Fuente: La Nueva España / L. Blanco Foto: Irma Collín)

7 de septiembre de 2022

La villa romana de La Estaca tuvo uso hasta el siglo VII

El hallazgo de una cabaña medieval y un horno reutilizado para fundir metales en la villa asturiana arrojan luz sobre un periodo oscuro de nuestra historia
A la izquierda, la alcaldesa de Las Regueras, María Isabel Méndez, el director general de Cultura, Pablo León, y el arqueólogo Juan Ramón Muñiz. FOTO: A. PIÑA

La villa romana de La Estaca (Las Regueras -Asturias-) mantuvo la continuidad de su uso poblacional desde los siglos II y III hasta la época tardo-antigua, por lo menos hasta el siglo VII. Ese ha sido el principal descubrimiento de la campaña de excavaciones dirigida por el arqueólogo Juan Ramón Muñiz que concluye hoy. El hallazgo de un horno destinado, según la hipótesis de los investigadores, a calefactar las habitaciones de la casa en torno al mosaico descubierto en 2018, ha permitido tras su estudio en profundidad averiguar que fue reutilizado desde un momento muy próximo al abandono de la mansión para fundir objetos de bronce. Durante los trabajos realizados en las últimas semanas se han podido localizar otros elementos que corroborarían esta continuidad en el tiempo de la antigua mansión como una cabaña para el ganado de época altomedieval con paredes de madera.

Para el director general de Cultura del Principado, Pablo León, que en la tarde de ayer visitó el yacimiento acompañado de la alcaldesa de Las Regueras, María Isabel Méndez, la importancia de esta campaña arqueológica reside en esa información obtenida por el equipo de Muñiz: «Cuatro años después del inicio de las excavaciones se están dando respuestas a incógnitas sobre un periodo relativamente mal conocido en Asturias, como el de la transición a la edad media y haciendo el mapa en detalle de esta villa romana que sin duda aún tiene mucho que aportar», afirmó. El responsable regional de Patrimonio respondió allí a vecinos miembros de la Asociación de Amigos de la Villa Romana de la Estaca que le inquirieron sobre la declaración como BIC (Bien de Interés Cultural) del yacimiento que este era ya inminente: «Ya ha sido aprobado en el pleno de la Comisión», les aseguró.

Por su parte, el director de la campaña, Juan Ramón Muñiz, subrayó ante los informadores que «la reutilización del horno romano en época tardo-antigua es un hallazgo muy llamativo porque demuestra la continuidad en la población en un periodo sobre el que no se puede saber nada porque no hay documentación escrita y la arqueología nos da estas pistas». El investigador explicó que «conocíamos la presencia de habitaciones calefactadas y queríamos ver el sistema, tras la aparición del horno, al estudiar los distintos lechos de ceniza comenzó a aparecer gran cantidad de escoria: los que vinieron detrás siguieron usándolo para producir metal, no pudieron pasar cien años entre uno y otro, tuvo que haber alguien que sabía que allí había un horno. Es muy posible que los antiguos trabajadores de la villa siguieran en ella tras su abandono».

Acerca del conjunto de la mansión romana, Muñiz, apuntó que se trataría de una residencia de unos 900 metros cuadrados de planta y que contaba con otros edificios en su entorno: «Estamos hablando no solo de un lugar de descanso sino que era también un centro productivo». En las excavaciones fueron encontradas diversas piezas de uso cotidiano como acus crinales (adornos femeninos para el pelo), espátulas para el maquillaje, pinzas, cerámica reutilizada en época tardo-antigua, restos de vasos de vidrio y teselas del mismo material que no se correspondían con el mosaico aledaño ni con el descubierto en el mismo terreno y que se encuentra en el Museo Arqueológico, el destino a donde irán estos vestigios tras su estudio y catalogación.

29 de enero de 2020

El mayor repertorio decorativo de las villas romanas documentadas en Asturias

Los resultados de la campaña arqueológica, que se presentan mañana jueves en Oviedo, confirman que la villa romana de Las Regueras tiene «el mejor y más rico repertorio decorativo» de las localizadas en Asturias

El yacimiento de La Estaca, en Las Regueras, conserva dos lienzos de muro con restos pictóricos. En uno de ellos, el oriental, los arqueólogos han hallado pinturas decorativas de más de un metro, aunque no han podido excavar y sacarlas a la luz «por la dificultad técnica que suponía la conservación de estos muros parcialmente inclinados hacia el interior de la habitación». Así lo señala el director de la excavación, el arqueólogo Juan Muñiz, que ha hecho públicos los resultados de la campaña, que se presentarán mañana jueves en Oviedo

La investigación arqueológica confirma la importancia de la villa romana de Las Regueras, que conserva «el mejor y más rico repertorio decorativo» de las localizadas en Asturias.

CONCLUSIONES DE LA EXCAVACIÓN 
«Durante el pasado mes de noviembre se excavó la práctica totalidad del segundo mosaico de la Villa Romana de San Martin de La Estaca, en el municipio asturiano de Las Regueras. El hallazgo del mismo se había producido en abril de 2018 cuando el equipo de Juan R. Muñiz sondeó los restos aparecidos en la finca de El Pedregalón. Para esta campaña de 2019 se seleccionó un equipo de expertos destinado específicamente a excavar por completo el mosaico en un mes de trabajo. El equipo estuvo integrado por los arqueólogos Adrián Piñán, Valentín Álvarez y Alejandro Sánchez y las restauradoras Marta Corrada y Mónica Ruíz bajo la dirección de Elías Carrocera y Juan R. Muñiz. En los trabajos se contó además con la colaboración de los arqueólogos Gerardo Sierra, Leonardo Martínez y la estudiante María Rodríguez.

El yacimiento de la Villa de San Martín ya era conocido por las noticias recogidas en el Diccionario de Pascual Madoz (1845-1850) 1 y por los significativos restos hallados en las excavaciones realizadas en los años 1958 y 1961 cuando se había excavado un primer mosaico que hoy se encuentra en el Museo Arqueológico de Asturias.

Esta excavación de 2019 estuvo financiada por la Asociación de amigos de la Villa romana de San Martín de La Estaca, que organizó una campaña de micromecenazgo a través de las redes sociales. Además se contó con la colaboración de empresas como UCOFA, Está Por Ver o NORBIM GEO y actividades de apoyo como la recaudación a través de conciertos musicales del coro MOSAICORUM o las rifas y sorteos en locales del municipio. Se trata de los primeros trabajos arqueológicos financiados con esta fórmula en Asturias.
Los resultados preliminares de estos trabajos y de la campaña de geofísica realizada durante el verano por la empresa TERRA DAT se ofrecerán públicamente en una charla que se realizará en Oviedo esta semana. Los resultados engloban avances y estudios en la planta del yacimiento, aportación de materiales arqueológicos, estudios de materiales constructivos y los hallazgos más importantes además del propio mosaico.

El equipo de excavación comprobó que este mosaico se encuentra en una sala interior, probablemente un Triclinium, situada en el ala sur de la Domus. La casa es de planta rectangular de 600m 2 aproximadamente, con un patio central que articula sus estancias de forma nuclear, estando los dos mosaicos (el actual y el excavado en 1958) en salas simétricamente dispuestas en torno al patio en las alas norte y sur. Esta construcción parece que fue edificada entre los siglos II y III, otorgando esta misma cronología al mosaico por su relación estratigráfica.

El estado de conservación de dicho pavimento cabe calificarlo de muy bueno con una extensión de 11 x 3,60 metros de la que se conserva un 90% de su superficie in situ. Por su dimensión y conservación constituye uno de los ejemplos de mayor calidad –sino el que más-, del escaso corpus musivario registrado hasta el momento en Asturias. Este repertorio está formado por los restos aislados localizados en Llanera y los mosaicos de las villas de Memorana y Veranes, además de los dos mosaicos de este yacimiento de la villa de San Martín.

Su composición formal es dominantemente geométrica y se organiza con una cenefa exterior formada por una serie de cuadrados de líneas horizontales rojas, amarillas y blancas en su interior, y flores hexapétalas inscritas en círculos. Este enmarque exterior rodea un sogueado que vertebra una decoración interior de once pares de cuadros en cuyos interiores se alternan cuadrados, nudos de dos eslabones y flores de cuatro pétalos. En el borde occidental se aprecia también una banda decorativa con un rombo rematado en peltas en el que se inscribe una llamativa esvástica blanca sobre fondo rojo. En la parte oriental del pavimento se localizó una forma de copa, la única que se aprecia actualmente en este pavimento. Todo el mosaico está confeccionado con tesselas pétreas y cerámicas de varios colores y de un tamaño medio en torno a 1 cm 2 .

Este pavimento estaba combinado con pinturas parietales realizadas mediante la técnica al secco. Estas pinturas representan imitaciones de mármoles y enmarques en toda la pared norte. El lienzo oriental sin embargo, del que se conservan pinturas de más de un metro de altura, está decorado con escenas compositivas que no han podido ser aún excavadas por la dificultad técnica que suponía la conservación de estos muros parcialmente inclinados hacia el interior de la habitación.

Este mosaico es el de mayor extensión conservada de los localizados en Asturias y el segundo que proviene de este yacimiento. A ello debemos sumar la singular composición pictórica de sus paredes y esta combinación parece confirmar la impresión inicial respecto a su clasificación como el mayor y más rico repertorio decorativo de todas las villas romanas que hasta el momento han podido ser documentadas arqueológicamente en Asturias».

(Fuente: La Voz del Trubia)

20 de febrero de 2013

Arsuaga testifica en el juicio por la destrucción del asentamiento neolítico de la Cueva de Chaves, en Bastarás (Huesca)

Según el  catedrático de Paleontología Juan Luis Arsuaga, la Cueva de Chaves "era un yacimiento de referencia en los estudios arqueopaleontológicos en la Península Ibérica y Europa», un enclave arqueológico cuya destrucción es «un escándalo y una gran pérdida para la ciencia».
Victornio Alonso saliendo de los juzgados el pasado mes de octubre.
Foto: Diario de León.
El juicio del Gobierno de Aragón contra Victorino Alonso y su empresa Fimbas, entre otros imputados, por la destrucción de la Cueva de Chaves en un coto de caza propiedad del empresario minero cuenta con un nuevo y excepcional testimonio. El del equipo de científicos que dirige Juan Luis Arsuaga, codirector del yacimiento de Atapuerca, y que ha sido aportado por la letrada del Ejecutivo aragonés.

Alonso declaró en el Juzgado número 3 de Huesca el pasado mes de octubre en el juicio que se sigue por arrasar con maquinaria pesada la cueva, ubicada en el coto de caza de Bastarás, en Huesca, para convertirla en un abrevadero de animales. Las irregularidades que se investigan pasan también por el vallado y la realización de balsas para animales en espacios protegidos; y se le ha impuesto una multa por introducir una cabra del norte de África (auris) en el Parque Natural de la Sierra de Guara.

Según informaba ayer el Heraldo de Aragón, Arsuaga defiende que la Cueva de Chaves era un yacimiento de referencia en los estudios arqueopaleontológicos en la Península Ibérica y Europa», un enclave arqueológico cuya destrucción es «un escándalo y una gran pérdida para la ciencia».

Arrancar una página de la historia de la Humanidad
Los expertos consideran que la pérdida del yacimiento «deja un vacío que arranca una página de la historia de la Humanidad», ya que el asentamiento del neolítico que acogió tenía características únicas en toda Europa.


Arsuaga, catedrático también de Paleontología en la Universidad Complutense de Madrid, recuerda que su equipo realizó durante años excavaciones en la zona. «El yacimiento no sólo contiene un excepcional registro de la cultura material realizada por el ser humano a lo largo de las últimas etapas del Pleistoceno Superior y de la primera mitad del Holoceno, sino que de las excavaciones realizadas en él se ha recuperado una extensa colección de restos óseos de animales salvajes y domésticos que han sido motivo, y lo siguen siendo, de los trabajos de distintos equipos de investigación». 

Los expertos destacan en el informe que se ha enviado al juez, según publica el periódico aragonés, que el interés zooarqueológico del enclave radica en «su amplia extensión, la conservación de una potente serie imperturbada de sedimientos y el extenso intervalo cronológico representado en la misma».
Foto tomada hacia 1920 de la entrada a la Cueva de Chaves con los
visitantes bien pertrechados. Foto: Singlecoated
Según la denuncia que ahora se juzga, a finales del 2007 Alonso ordenó limpiar y nivelar con una retroexcavadora los sedimentos arqueológicos, derribó parte del techo y las paredes para convertir la cueva en una zona de estabulación y comedero de los animales de caza. A pesar de que la cueva tenía varias figuras de protección.

También roturó 60 hectáreas en zonas de habituales campañas arqueológicas. El empresario negó ante el juez haber tomado estas decisiones.