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7 de junio de 2024

Importantes descubrimientos en el yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo (Badajoz)

Las recientes excavaciones en el yacimiento de Casas del TuruñueloCasas del Turuñuelo, cerca de Guareña, han desenterrado una placa de pizarra con grabados de guerreros datados entre los siglos VI y V a.C., así como la monumental puerta este de un edificio tartésico.
La placa de pizarra, que muestra a cuatro figuras identificadas como guerreros por sus atuendos y armas, podría ser una “pizarra de orfebre”.

Los hallazgos, presentados por los codirectores de la excavación, Esther Rodríguez y Sebastián Celestino del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), no solo añaden capítulos a la historia de Tarteso, sino que también proporcionan una ventana única a las prácticas artesanales de la época.

La Placa de Pizarra: Un Vínculo con los Artesanos Tartésicos
La placa de pizarra, que muestra a cuatro figuras identificadas como guerreros por sus atuendos y armas, podría ser una “pizarra de orfebre”, utilizada por los artesanos como guía para grabar diseños en metales preciosos y otros materiales. “Este descubrimiento es un testimonio único de la arqueología peninsular y nos acerca a los procesos artesanales de Tarteso, hasta ahora invisibles”, explicó Rodríguez.

La Puerta Este: Un Portal a la Organización Espacial Tartésica
El descubrimiento de la puerta este, en el centro de una fachada de más de tres metros de altura, confirma el acceso principal al edificio y sugiere una compleja organización espacial. La puerta conecta con un patio pavimentado y un corredor empedrado, delineando lo que parece ser la zona de producción del edificio.

Avances en la Comprensión de la Cultura Tartésica
Los investigadores han excavado cuatro espacios, recuperando cerámicas, herramientas de hierro, marfiles y pesas de telar, evidenciando una avanzada artesanía textil. El hallazgo de la puerta cierra un capítulo importante en la interpretación del sitio, y según Celestino, cada revelación es un paso adelante en la comprensión de esta cultura.

Con la mirada puesta en futuras excavaciones, el equipo del CSIC se enfocará en delimitar las áreas de producción y explorar las habitaciones adyacentes para definir la funcionalidad del edificio.

Este conjunto de descubrimientos no solo enriquece el conocimiento sobre Tarteso, sino que también destaca la importancia de la región en la Edad del Hierro del suroeste peninsular, prometiendo más sorpresas en el horizonte arqueológico.

6 de junio de 2024

Empiezan los trabajos arqueológicos previos a la rehabilitación de la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona

El objetivo de la campaña, que está previsto que se alargue durante varias semanas, es recabar información para definir la ampliación del módulo de servicios. A partir de los resultados, se podrá elaborar el proyecto ejecutivo definitivo, cuyas obras está previsto que empiecen en 2025.
La Necrópolis Paleocristiana es un espacio de titularidad estatal y gestionado por la Generalitat de Catalunya a través de la Agencia Catalana de Patrimonio Cultural del Departament de Cultura.

Empiezan los trabajos arqueológicos previos a la rehabilitación integral de la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona. Desde el pasado 30 de mayo, se está realizando una campaña arqueológica para recoger la información necesaria para la redacción del proyecto ejecutivo de rehabilitación, financiado por el Ministerio de Cultura, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con los fondos europeos Next Generation.

En concreto, durante el mes de junio está previsto que se realicen trabajos de prospección en la parte del yacimiento situada en la vertiente de la avenida Ramon y Cajal, con intervenciones en diferentes puntos a lo largo de este sector del recinto. Los trabajos están impulsados por la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura del Ministerio de Cultura, a través de la Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria del Patrimonio (SEGIPSA), y los ejecuta la empresa adjudicataria Rècop Restauraciones Arquitectónicas, con la dirección del arqueólogo Frederic Cervelló.

El objetivo de la campaña, que está previsto que se alargue durante varias semanas, es recabar información para definir la ampliación del módulo de servicios. A partir de los resultados, se podrá elaborar el proyecto ejecutivo definitivo, cuyas obras está previsto que empiecen en 2025.

La Necrópolis Paleocristiana es un espacio de titularidad estatal y gestionado por la Generalitat de Catalunya a través de la Agencia Catalana de Patrimonio Cultural del Departament de Cultura. Ambas administraciones están trabajando coordinadamente en la preparación del proyecto de rehabilitación y nueva museografía, así como en otras acciones derivadas, como las acciones de restauración del yacimiento y de la colección.

Cambios en el recorrido de visita
Las prospecciones arqueológicas obligarán a modificar puntualmente durante las próximas semanas el circuito de visita al yacimiento de la Necrópolis, que mantendrá su actividad habitual tanto en lo que se refiere a horarios de visitas como a actividades programadas. En todo momento, se señalizarán los cambios y zonas de paso restringido, informando a los visitantes sobre las alteraciones del recorrido habitual. Desde el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona (MNAT) se trabajará para intentar minimizar las molestias que puedan provocar estas afectaciones, y se recomienda a los visitantes que consulten la página web, así como los perfiles de redes sociales para recibir información actualizada.

Esta campaña arqueológica es el paso previo al proyecto de rehabilitación integral de la Necrópolis, impulsado por el Ministerio de Cultura y que prevé una inversión total de siete millones de euros incluidos en el Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia, financiado con los fondos europeos Next Generation EU. El proyecto abarca tanto el yacimiento como el museo, y su redacción está adjudicada a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Urbana Strata.

La restauración del Castillo de Aroche (Huelva) saca a la luz nuevos hallazgos

El seguimiento arqueológico ha permitido la identificación de fases previas a la datación del castillo en época almohade.
El fuste de mármol, al igual que ladrillos y sillares reutilizados proceden de Arucci Turobriga.

El Ayuntamiento de Aroche continúa con los trabajos de restauración del castillo almohade de la localidad. Concretamente, en la actualidad, la rehabilitación se centra en la Torre 9, la denominada por las fuentes “torre de la bóveda” o “torre del aposentamiento”, donde han estado ubicados en tiempos recientes los aseos del castillo.

Durante las labores de estos días, se ha podido documentar un importante hallazgo: un fuste de mármol usado como relleno en la base de tapial de la torre. Esta pieza, al igual que numerosos ladrillos y sillares de granito reutilizados en el castillo, proceden del yacimiento arqueológico de Arucci Turobriga, usado desde el siglo IV-V d.C. y hasta finales de los años 70 del siglo XX, como cantera de materiales de construcción.

“Este hallazgo supone seguir rellenando la historia de Aroche y conocer cómo los elementos más importantes de nuestro pueblo se sirvieron de nuestra ciudad romana a modo de cantera”, ha explicado Cristina Romero, alcaldesa de Aroche.

Según la documentación de archivo, en 1443 se realizan unas obras sobre esta torre y en la descripción se hace alusión a que tenía tres puertas y dos ventanas.

En 1642 se hace alusión a que contaba con tres aposentos que, según la intervención actual, se corresponderían con al menos tres fases de construcción. No obstante, el seguimiento arqueológico ha permitido la identificación de fases previas a la datación del castillo en época almohade.

Los trabajos de restauración, llevados a cabo por personal del Ayuntamiento, tienen como objetivo mantener, en la medida de lo posible, la identificación de las diferentes fases históricas del castillo, así como garantizar la conservación y socialización de este importante recurso histórico-monumental del municipio de Aroche.

De esta forma, según explica la primera edil, las obras de restauración están siendo continuamente supervisadas por cultura, “ya que cualquier movimiento en nuestro castillo da como resultado un hallazgo nuevo que necesita ser estudiado. Por ello, ahora mismo estamos consolidando partes de la restauración y estudiando nuevos hallazgos”.

“De forma global, nos queda seguir restaurando la Torre 9, el lienzo de entrada, la retirada de todo el relleno de la entrada y estudio de los hallazgos encontrados, así como la terminación de los aseos para darle uso durante los eventos taurinos y culturales celebrados en la plaza de toros”, ha concluido Romero.

Un nuevo método para medir el tiempo entre hogares neandertales

La revista Nature publicó ayer 5 de junio una investigación basada en técnicas que permiten concretar, como nunca hasta ahora, el tiempo transcurrido entre varios fuegos prehistóricos. Investigadores de las universidades de Burgos, Complutense de Madrid, La Laguna, Valencia y Alicante y del Instituto de Geociencias ha analizado una secuencia de fuegos neandertales, estimando que pasaron al menos 200-240 años entre el primero y el último.

Un equipo interdisciplinar conformado por investigadores de la Universidad de Burgos, la Universidad de La Laguna, la Universidad de Valencia, la Universidad de Alicante, la Universidad Complutense de Madrid, y el Instituto de Geociencias, ha logrado determinar con enorme precisión el tiempo mínimo transcurrido entre varios fuegos neandertales, vinculados a asentamientos temporales de mayor o menor duración, en el yacimiento de El Salt (Alcoy, Alicante). 

La investigación, encabezada por la investigadora de la UBU Ángela Herrejón-Lagunilla y publicada en la revista Nature, aborda uno de los grandes desafíos de la arqueología prehistórica: la escala temporal en la que se llevaron a cabo actividades humanas en el Paleolítico. Los profesores del Grupo de Investigación en Paleomagnetismo de la Universidad de Burgos Juan José Villalaín Santamaría y Ángel Carrancho Alonso firman, junto a Ángela Herrejón, este artículo, además de Francisco Javier Pavón-Carrasco, Mario Serrano Sánchez-Bravo, Santiago Sossa-Ríos, Alejandro Mayor, Bertila Galván, Cristo M. Hernández y Carolina Mallol.

La propuesta abre la puerta a conocer mejor el comportamiento de grupos neandertales concretando, por primera vez con gran precisión, el tiempo mínimo implicado en la acumulación de restos arqueológicos resultantes de sus actividades. Este avance ha sido posible gracias al estudio de los fuegos u “hogares”, y sus restos arqueológicos asociados, mediante una metodología muy novedosa que combina análisis arqueomagnéticos y arqueoestratigráficos.

El estudio, desarrollado durante casi 10 años, analiza una secuencia de 6 hogares procedentes de una misma unidad arqueológica (unidad X, de unos 52.000 años de antigüedad) en el abrigo de El Salt, un conocido yacimiento neandertal, y determina que, con altísima probabilidad, transcurrieron como mínimo unos 200-240 años entre la realización del primer hogar y el último, con diferencias que van de 2-3 décadas entre algunos de ellos a 100 años en otros.

“Se trata de una resolución sin precedentes en la arqueología paleolítica y que cambia de manera significativa las concepciones previas sobre la frecuencia de las ocupaciones humanas en las sociedades cazadoras-recolectoras prehistóricas”, destaca Ángela Herrejón, investigadora del Departamento de Física de la Universidad de Burgos y primera autora del trabajo.

Este estudio pone en tela de juicio la práctica arqueológica habitual de estudiar los materiales como si pertenecieran a un único grupo cultural o a un único periodo y lleva a los investigadores a “replantear la importancia de la forma en la que se excava para no ofrecer interpretaciones sesgadas del comportamiento de los grupos humanos prehistóricos”, asegura Ángela Herrejón.

Hasta ahora, las técnicas de datación disponibles para contextos tan antiguos como la unidad X de El Salt suelen tener incertidumbres temporales muy altas. No es posible aplicar la datación por carbono 14 a materiales más antiguos de 50.000 años y otras técnicas, como la luminiscencia, suelen tener errores de varios miles de años. En el trabajo publicado por Nature, mediante estudios de arqueoestratigrafía se infirió la posición estratigráfica relativa en la que se encuentran los hogares y sus restos asociados. Es decir, qué es anterior y qué posterior, seriando la secuencia de fuegos.

La enorme cantidad de restos arqueológicos de estos contextos, la topografía irregular del sustrato y los complejos procesos de formación y alteración implicados dificultan mucho aislar las ocupaciones neandertales. Ello requiere de un proceso de excavación y registro del material arqueológico muy minucioso, donde cada resto arqueológico y cada facies sedimentaria o porción de sedimento de diferente textura o color que las adyacentes, es coordenada tridimensionalmente y relacionada entre sí.

Una vez inferido el orden estratigráfico de los fuegos, se procedió a cuantificar el tiempo mínimo transcurrido entre sus quemas y este es el principal aporte metodológico del estudio. Para ello se recurre al arqueomagnetismo, disciplina geofísica que estudia el registro de la dirección y/o intensidad del campo magnético terrestre (CMT) en materiales arqueológicos quemados.

“Generalmente, el arqueomagnetismo se utiliza como técnica de datación para un rango temporal de aplicación que no supera los últimos 4.000 años. Aquí estamos hablando de cronologías mucho más antiguas, por lo que el enfoque es diferente” señala Francisco Javier Pavón, investigador del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid y del Instituto de Geociencias (CSIC-UCM).

El método usado por este equipo multidisciplinar no puede brindar un máximo de años, pero sí un mínimo. En el caso de la unidad X de El Salt, los resultados obtenidos tienen implicaciones muy importantes e inesperadas. Los restos de fuegos que calentaron estos asentamientos, que se distribuyen en unos pocos centímetros de espesor de sedimento y algunos de ellos aparentemente en la misma superficie, representan al menos dos siglos.

Que el tiempo mínimo de formación de la secuencia de fuegos sea de unos 200-240 años implica que los grupos humanos que los hicieron estuvieron separados por varias generaciones de individuos que, incluso, nunca llegaron a conocerse. No hay que olvidar que son grupos cazadores-recolectores, que se mueven constantemente en busca de recursos.

Las implicaciones arqueológicas son enormes. Lo que se excava en un yacimiento como este no es más que una imagen aislada y concreta de todo un conjunto de actividades realizadas en un territorio mucho más amplio. Lo que aquí se ha obtenido son pequeños fotogramas de escenas de comportamientos humanos separadas por una secuencial temporal que, por primera vez, se plasma con una precisión hasta ahora desconocida, lo que permitirá entender mucho mejor el comportamiento humano en el pasado a través de la Arqueología.

28 de mayo de 2024

Sale a la luz en Baelo Claudia un mausoleo romano del s. IV

Además de la decena de sepulcros, en su mayoría cristianos, y varios elementos decorativos realizados con mármol, se ha encontrado también parte de un plinto y el pie de una estatua femenina que representa a Junia Rufina.

 Estas investigaciones, y los estudios antropológicos y bioarqueológicos, forman parte del proyecto 'Diana. Arqueología de la muerte y cambio social en el estrecho de Gibraltar', que cuenta con financiación del Plan Estatal de I+D+I.

Todo transcurría con normalidad hasta que el equipo de trabajadores implicado en la excavación se topó con algo insólito. El trabajo del equipo ha sacado a la luz un mausoleo destruido por un seísmo en el siglo IV.

Además de la decena de sepulcros, en su mayoría cristianos, y varios elementos decorativos realizados con mármol, se ha encontrado también parte de un plinto y el pie de una estatua femenina que representa a Junia Rufina. Este último elemento localizado era el que faltaba para terminar de reconstruir el vestigio. Esta estatua se conserva en el museo del Conjunto Arqueológico, administrado por la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte.

Asimismo, se ha encontrado una escultura de piedra cubierta por estuco. Los investigadores implicados en el proyecto -Helena Jiménez y Fernando Prados- han indicado que esta también deambuló por el suelo al producirse el seísmo. Esta escultura, tal y como apuntan los expertos, podría ser un retrato funerario correspondiente a una cabeza femenina perteneciente a la época Flavia.

El director general de Museos y Conjuntos, Fernando Panea, resaltó ante tales descubrimientos la relevancia de los hallazgos arqueológicos y destacó también el esfuerzo de la Junta por mejorar las instalaciones del Conjunto y actualizar la narrativa expositiva del museo. Rufina.

De igual forma, Panea mencionó que actualmente se están exhibiendo piezas de gran interés que no habían sido mostradas anteriormente, como por ejemplo el epígrafe de Junia Rufina.
No es la primera vez que en el lugar brotan restos arqueológicos con un gran valor. En 2018, las columnas capiteles y una inscripción en bronce llamaron la atención de los investigadores. La rotulación pertenecía a una dama romana de gran renombre que habitó en la ciudad en la segunda mitad del siglo I, Junia Rufina.

21 de mayo de 2024

Los monjes guerreros de la Orden de Calatrava revelan los secretos de su dieta

Un estudio ha desvelado la dieta de 25 individuos, 23 hombres, una mujer y un bebé, que fueron inhumados en el castillo de Zorita de los Canes (Guadalajara).


Dos de los arqueólogos que excavan en el cementerio de Zorita de los Canes junto a la tumba de uno de los monjes guerreros desenterrados. ArchaeoSpain


Calatrava la Vieja, una ciudad de fundación islámica situada en el municipio español de Carrión de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real, fue la principal fortaleza de la Orden de Calatrava, una orden de monjes guerreros fundada a mediados del siglo XII a la cual se encomendó la defensa de los ataques musulmanes en el territorio al encontrarse en un importante cruce de caminos: entre Córdoba y Toledo, por un lado, y Mérida y Zaragoza, por otro.

En el interior del recinto fortificado, la Orden mandó construir una necrópolis que se conoce como "corral de los condes", donde los miembros de la Orden fueron enterrados hasta finales de la Edad Media. Algunas de estas tumbas han salido a la luz tras las excavaciones arqueológicas que allí se están llevando a cabo desde hace una década. Los cuerpos recuperados presentan claras evidencias de traumas, lo que confirmaría que algunos de estos hombres lucharon en las batallas que se libraron en Alarcos, en 1195, o las Navas de Tolosa, en 1212.

Una dieta para la élite
Ahora, un estudio publicado en la revista Scientific Reports, liderado por Patxi Pérez-Ramallo, investigador del Instituto Max Planck de Geoantropología (Jena, Alemania) y la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología de Oslo, ha desvelado la dieta de 25 individuos, 23 hombres, una mujer y un bebé, que fueron inhumados en el castillo de Zorita entre los siglos XII y XV. Los análisis de isótopos estables de los huesos han revelado una pauta típica de la élite del período: una alimentación rica en aves (gallos, pollos, gansos, ocas) y en pescado marino a pesar de vivir en el interior de la península ibérica.

"Ha sido un proyecto muy bonito ya que no existen muchas posibilidades de poder estudiar los restos de monjes guerreros que se hayan podido identificar, como estos. No solo por las evidencias de cortes o traumas, detectados por Carme Rissech (Universidad Rovira i Virgili), sino que nuestros análisis de la dieta han ido un paso más y han permitido ver la complejidad de la Orden. Hemos detectado a sus dirigentes, caballeros, además de otros individuos vinculados a la Orden y a la guerra. Todo esto a través de la dieta. Nuestro nuevo enfoque ha permitido identificar en mayor detalle qué tipo de alimentos consumían", ha explicado Pérez-Ramallo.

Y es que, como se ha apuntado, los análisis muestran que la dieta principal de estas personas fueron las aves, en especial el gallo (Gallus gallus), aunque también se documenta un importante consumo de pescado, sobre todo marino, a pesar de que vivían al lado de un río. Los investigadores especulan que esto pudo deberse a que la Orden de Calatrava formaba parte de un grupo de las órdenes del Cister que promovía una restricción en el consumo de carne. Además de la carne y el pescado, la dieta de estas personas se basaba en la cebada y el trigo en lugar del mijo, que estaba destinado al consumo de las clases más desfavorecidas.

Marcas de guerra
En la necrópolis de Zorita de los Canes predominan los cadáveres de hombres adultos marcados por las heridas de arma blanca y por las lesiones recibidas por objetos contundentes. Los arqueólogos consideran que la presencia de miembros de la Orden de Calatrava es evidente y que la fortaleza se convirtió en uno de sus principales baluartes, además de ser el lugar escogido para enterrar a sus miembros más destacados.

Por lo que se refiere a los restos de la única mujer, de entre 25 y 30 años, localizada en el cementerio del Corral de los Condes, los investigadores sugieren que podría tratarse de una sirvienta del castillo y descartan, gracias a los análisis de isótopos, que se trate de la madre del bebé de unos ocho meses que también ha sido localizado en la necrópolis.

"En general, nuestros resultados en los análisis de isótopos estables sugieren que el cementerio del 'corral de los condes' del castillo de Zorita de los Canes estaba destinado principalmente a caballeros y sargentos de la Orden, cargos ocupados por la alta nobleza, pero particularmente por la baja nobleza y la élite urbana. Sin embargo, los individuos con dietas más típicas de otros estatus sociales implican que el cementerio podría no haber estado reservado exclusivamente para la élite de la Orden, sino que también incluía a miembros de estatus inferiores. Considerando el papel de la Orden como mecanismo para el avance social, estos individuos masculinos pudieron haber sido miembros de la baja nobleza o de la élite urbana con menos medios materiales", finalizan los autores del estudio.

10 de mayo de 2024

Salen a la luz 21 enterramientos de época romana en Cádiz

En total se han localizado 21 enterramientos, de los que aún quedan por excavar siete.
De este número total, se ha podido comprobar que hay tres enterramientos de inhumación, de los que dos corresponden a dos mujeres jóvenes de aproximadamente unos 25 años de edad y un neonato de apenas un año. 
Hallazgo arqueológico en Marqués de Cropani, en Cádiz. A. C.

Un hallazgo arqueológico, en el que se han descubierto restos de la época romana, ha provocado la intervención de los arqueólogos municipales para las labores de localización e investigación.

La concejala de Vivienda y presidenta de Procasa, Ana Sanjuán, señala que la intervención arqueológica que se está llevando a cabo en el solar de la empresa municipal de la calle Marqués de Cropani, donde se van a construir 28 viviendas de alquiler social, ha dado como resultado hasta ahora la localización de 21 enterramientos de la época romana.

Según explican los técnicos municipales que se están encargando de la investigación, la excavación ha avanzado notablemente detectándose casi por completo el número de enterramientos romanos que se ubicaban en este sector del solar correspondiente entre la calle Marqués de Cropani esquina con el edificio medianero de la avenida Ana de Viya.

En total se han localizado 21 enterramientos, de los que aún quedan por excavar siete.

De este número total, se ha podido comprobar que hay tres enterramientos de inhumación, de los que dos corresponden a dos mujeres jóvenes de aproximadamente unos 25 años de edad y un neonato de apenas un año.

Historia en Cádiz
Respecto a las inhumaciones de mujeres adultas, una de ellas estaría colocada 'decúbito prono', es decir bocabajo, en una fosa más pequeña que el propio cadáver. El equipo arqueológico considera que estos enterramientos que se ubican bocabajo son muy raros y escasos y apenas se han estudiado una decena en la ciudad de Cádiz. Este enterramiento no presenta ajuar alguno.

El otro cadáver de mujer presenta como característica un gran orificio en la parte parietal del cráneo de aproximadamente un centímetro de diámetro y colocada de lateral derecho. Tampoco presentaba ajuar alguno.

El cadáver del neonato, colocado en posición fetal de lateral izquierdo, tenía un pequeño collar realizado con dos cuentas de molusco (una 'antalis vulgaris' o concha colmillo tipo escafópodo y otra correspondiente a un gasterópodo del tipo 'cypraeidae' con un orificio para colgar), una cuenta gallonada de fayenza y un pequeño ídolo pateco representando al Dios Bes o Beset, un dios enano (que es una deidad protectora de la mitología egipcia, como defensor de todo lo bueno, protegiendo a los niños de todo mal y de las madres gestantes).

Los 18 enterramientos restantes son incineraciones divididas en dos grupos. Por un lado, en fosas simples cremadas in situ (busta) o bien en deposición secundaria, es decir, se quema el cadáver, se recogen los huesos, se lavan y se depositan en una urna.

Por el momento se han excavado cuatro urnas cinerarias, una de cerámica y tres de plomo. Las de plomo, excepto una, estaban depositadas en cajas cuadradas formadas por sillares o sillarejos calizos de piedra ostionera. O bien hiladas de piedras pequeñas o cantos rodados. En una de ellas apareció una moneda del emperador Nerón fechado en el periodo final de su reinado, entre el 66 y el 68 d.C.

La mayoría de estos enterramientos también parecen ser infantiles o adolescentes de corta edad. Uno de ellos combina la utilización de la piedra con trozos de tejas romanas (tegulae).

Los ajuares de estos enterramientos, además de monedas, se trata de ungüentarios de vidrio, lucernas, jarras o cuencos cerámicos, y algún objeto personal como agujas de hueso para colocar en el pelo.

Además de los enterramientos indicados, ha aparecido la parte baja de un ánfora y una piedra labrada con un orificio que parece haber sido utilizada como ancla para fijar una pequeña embarcación.

La concejala de Vivienda y presidenta de Procasa asegura que «la intervención arqueológica, que forma parte de todo el proceso constructivo de este proyecto de viviendas, continúa por parte de los técnicos sin que se haya visto afectado el plan de trabajo en esta actuación».

8 de mayo de 2024

El plomo romano era cordobés

Tres lingotes inéditos de época romana provenientes del yacimiento de Los Escoriales de Doña Rama (Belmez) evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba
Tres lingotes inéditos que evidencian la importancia productora y exportadora de plomo del norte de Córdoba

Miden unos 45 centímetros de largo y su peso ronda entre los 24 y los 32 kilos. Tienen forma rectangular con tres lados, algo así como una tableta de toblerone. Son apenas 3 y uno de ellos está roto por la mitad. Pero estos tres lingotes de plomo, inéditos hasta la fecha y provenientes del yacimiento de Los Escoriales de Doña Rama (en Belmez, Córdoba) ofrecen información suficientes como para afirmar que la antigua Córdoba romana, capital de la Bética y cuyo territorio actualmente ocupa el norte de la provincia con el valle del Guadiato, los Pedroches y algunas comarcas de Jaén, Ciudad Real y Badajoz, fue el principal polo de fundición de plomo del mundo antiguo en occidente, un metal con el que se fabricaban multitud de artilugios de uso cotidiano como cucharas, tejas, canalizaciones....

Los lingotes, fechados en el siglo I d. C., vieron la luz del siglo XX durante las obras del gaseoducto Magreb-Europa y se guardaron en el Museo de Belmez y en casa de particulares. Dos de ellos cuentan con una marca identificativa a partir de la cual se ha podido desvelar parte de su historia y señalar la importancia minera de la Sierra Morena central durante la época romana. Esta marca son en realidad dos letras, “S S”, y hace referencia a la societas Sisaponensis, una empresa minera originaria de La Bienvenida (Almodóvar del Campo, Ciudad Real), la tierra del cinabrio más famoso, cuyo capital y sede debieron estar, sin embargo, en Córdoba.

Además de la forma triangular de los lingotes, que optimiza el espacio para el almacenamiento, que los lingotes tuvieran esas letras significa que estaban destinados a la exportación ya que era una marca que identificaba al productor de las piezas. Unas piezas que luego se cargaban en barcos con otros productos. De esta forma, la actividad minera del norte de Córdoba no solo se limitaba a la producción de plomo y plata, algo que ya se sabía, sino que también estaba destinada a la exportación, situando a la zona entre los emisores principales de metales destinados al comercio mediterráneo como defiende un equipo internacional y multidisciplinar liderado por la Universidad de Córdoba en un artículo publicado en la revista Journal of Roman Archaeology.

El análisis de la composición química y de los isotopos estables de los lingotes ha permitido al equipo investigador desvelar tanto que estaban desplatados, como que el mineral con el que se fabricaron era originario del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, un centro de gran actividad extractiva de la época y al que pertenece al yacimiento de Doña Rama donde se han encontrado los lingotes. Es decir, las tres piezas tenían un origen común ligado al mismo sitio en el que se han encontrado.

El hecho de que los lingotes se encontraran en la misma zona en la que se habían fabricado es un caso excepcional y cuyo motivo se desconoce. La mayoría de los lingotes de este tipo se han encontrado en el fondo del mar Mediterráneo tras el hundimiento del barco que los transportaba a su nuevo destino. Y es, precisamente, en el fondo del mar en donde han obtenido más datos ya que el equipo investigador ha contado con especialistas de la Université Toulouse que llevan años estudiando la composición y realizando un catálogo de los lingotes hundidos allí. Según los análisis, más de la mitad de los lingotes estudiados por los especialistas franceses provienen del distrito de Fuente Obejuna-Azuaga, lo que pone en evidencia la importancia de Córdoba como punto productor y exportador de los lingotes de plomo.

“Esta información inserta a estas comarcas del norte de Córdoba en las redes principales de producción metalúrgica, económica y comercial de la antigüedad en el Mediterráneo”, sostiene el investigador de la UCO Antonio Monterroso Checa, añadiendo que “esto conlleva una industrialización, una destreza y un saber para poder alcanzar ese nivel de fabricación”. De hecho, aunque aún queda mucho por investigar, el yacimiento de Doña Rama sería en realidad un poblado minero que cuenta con una mina, una fundición, una zona de procesado y posiblemente una fortaleza. Pero, como afirma Monterroso Checa, “todo eso está por investigar”.

El estudio de los lingotes se ha realizado dentro del Proyecto MEI-Heritage. Medio, explotación minera e industria metalúrgica en el sector central de la Beturia de los Túrdulos/Conventus Cordubensis (s.VII a.n.e–s.II d.n.e). Ciencias aplicadas a la investigación de un paisaje patrimonial, financiado por el PAIDI 2020 de la Junta de Andalucía (ref. P20_00482) y Patricia. Unidad de Investigación y Transferencia en Ciencias del Patrimonio de la Universidad de Córdoba. La investigación se inserta igualmente en el proyecto Producción y circulación de bienes en el reborde meridional de la Meseta (sur de la provincia de Ciudad Real) entre la Prehistoria reciente y el fin de la Antigüedad, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España.