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16 de noviembre de 2016

La excavación del Turuñuelo sacará a la luz el mayor yacimiento de Tartessos

Según los investigadores el yacimiento de Guareña (Badajoz) tiene una extensión tres veces mayor que la de Cancho Roano y se encontraría en un "magnífico estado de conservación".
Excavaciçon en el yacimiento de Casas del Turuñuelo, en Guareña (Badajoz). FOTO: EL CULTURAL.
Esto es algo que tiene muy claro el director del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM) y uno de los responsables de la excavación, Sebastián Celestino, quien ha destacado que el estado de conservación del Turuñuelo es "magnífico", con "paredes encaladas y bien lucidas de hasta dos metros y medio de altura".

Celestino, responsable también de la excavación del santuario de Cancho Roano, situado a diez kilómetros de la localidad pacense de Zalamea de la Serena y hasta ahora considerado como el yacimiento tipo del mundo tartésico en Extremadura, ha explicado que el Turuñuelo es el "triple de grande", pues se calcula que tiene una hectárea de extensión.

LUZ SOBRE TARTESSOS
Si en Cancho Roano aparecieron más de 30.000 piezas arqueológicas, la riqueza del nuevo yacimiento de Guareña, que este verano ha vivido su segunda campaña de excavaciones, puede ser incalculable y arrojará mucha luz sobre la enigmática civilización de Tartessos.

Ubicado entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, el reino de Tartessos, surgido de la unión de fenicios e íberos y con "un sabor mediterráneo muy fuerte", sufre una profunda crisis en el siglo VI que le hace emigrar hacia una zona rica y más protegida, como el Valle del Guadiana, donde están localizados unos 12 yacimientos de esta civilización.

Según el director del Instituto Arqueológico de Mérida, este pueblo ha dejado sus vestigios más importantes en Extremadura, porque cuando empiezan a ser invadidos por los pueblos del norte, por los celtas, "entierran y sellan sus lugares sagrados para que no sean violados", de ahí la magnífica conservación de yacimientos como Cancho Roano y el Turuñuelo.

MUY POCO EXCAVADO
En éste último, lo excavado hasta ahora, que "es muy poquito", ha sacado a la luz un habitáculo de unos 70 metros cuadrados que era el espacio de culto del enclave, "con un altar en el centro, bancos corridos" y una bañera, considerada como uno de los hallazgos más extraordinarios de la excavación, un elemento "hasta ahora desconocido" y que se podría dedicar a hacer "algún ritual relacionado con el agua".


También han aparecido numerosas piezas relacionadas con la comida: un gran caldero, asadores o jarros, todo ello de bronce, lo que "llama mucho la atención, porque estamos en la primera edad del hierro y casi todo se hace ya en ese material".

Sin embargo, el bronce, según Celestino, "sigue siendo un metal que se dedica mucho al culto", al igual que el marfil y otros elementos "bastante suntuosos" que también han aparecido.

PIEZAS DE CERÁMICA
En el Turuñuelo se han hallado, asimismo, un centenar de piezas de cerámica "en un estado de conservación magnífico", lo que permite fijar claramente la fecha exacta de su fabricación, a finales del siglo V, ya que "las cerámicas griegas permiten conocer hasta los talleres donde se hacían en Atenas".

Sebastián Celestino ha explicado que la cerámica en aquella época venía de Grecia a través de Ampurias y luego se distribuía por toda la Península Ibérica, donde existían centros de distribución como la ciudad ibero romana de Cástulo, en Jaén; y probablemente el Turuñuelo, en Badajoz, ya que "el comercio siempre ha funcionado así".

En ese sentido, el director de la excavación considera que probablemente el resto de las edificaciones del yacimiento de Guareña tengan "un carácter más administrativo o de almacenes".

Las numerosas piezas aparecidas hasta ahora en el Turuñelo se han trasladado al Instituto de Arqueología de Mérida, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Junta de Extremadura, donde están siendo estudiadas y catalogadas.

BRONCES
Los bronces, sin embargo, para conservarlos mejor y que no se oxiden, se han llevado al Laboratorio de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, para su restauración y preparación antes de ser trasladados al Museo Arqueológico de Badajoz.

Mientras tanto, Sebastián Celestino y su compañera Esther Rodríguez, que dirige con él los trabajos en el Turuñuelo, buscan financiación para continuar con esta "costosa" excavación, financiada hasta ahora por la Junta de Extremadura en su primera campaña, con fondos Feder; y por el Ministerio de Economía y Competitividad, en su segunda, con las inversiones para I+D.

28 de julio de 2016

Nuevos hallazgos en el yacimiento de el Turuñuelo desvelan la vida de los tartesos en Extremadura

Su buen estado de conservación ha permitido recuperar vigas de madera, restos de estucados de colores, piezas de cerámica, hierro y bronce, además de elementos más curiosos como bisagras de puertas, esteras de esparto y cereales de hace más de 2.500 años.
La secretaria de Cultura de la JUnta visitó el yacimiento del Turuñuelo. FOTO: JUNTA EXTREMADURA
Este yacimiento pacense es un ejemplo más del poblamiento tartésico en Extremadura, y más concretamente en las vegas altas del Guadiana, que se suma a otros ya conocidos como Cancho Roano, en Zalamea de la Serena y destaca por su buena conservación.

El yacimiento de "Turuñuelo", en Guareña (Badajoz), tiene unos 2.500 años de antigüedad y allí desarrollan trabajos arqueológicos el Instituto de Arqueología de Mérida (IAM), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Junta.

El buen estado de conservación de "El Turuñuelo" ha permitido recuperar vigas de madera, restos de estucados de colores, piezas de cerámica, hierro y bronce, además de elementos más curiosos como bisagras de puertas, esteras de esparto y cereales.

Aunque es pronto para saber cuál era la función de este edificio tartésico aislado, el director del IAM considera que probablemente fuera "una residencia de prestigio, con un carácter simultáneo de palacio y santuario, ya que en la habitación excavada ha aparecido un altar en forma de piel de toro extendida".

NUEVO PUNTO DE INTERÉS ARQUEOLÓGICO
La secretaria general de Cultura, Miriam García, ha destacado en su visita que cuando el yacimiento arqueológico tartésico de "El Turuñuelo" sea conocido "atraerá sin duda a los investigadores, que colocarán un punto más en el mapa científico de Extremadura".

Los trabajos, coordinados por los expertos Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, se enmarcan dentro de la segunda campaña de excavaciones arqueológicas en "El Turuñuelo", insertas en el Proyecto de Investigación I+D+i "Construyendo Tarteso: Análisis constructivo, espacial y territorial de un modelo arquitectónico en el valle medio del Guadiana".


La secretaria general de Cultura ha estado acompañada en su recorrido por el director general de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural, Francisco Pérez Urbán; el alcalde de Guareña, Abel González; y el director del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM) y responsable de la excavación, Sebastián Celestino, entre otras personalidades.

Sebastián Celestino ha asegurado que, aunque solo lleva dos años excavándose es el edificio de la cultura tartésica "mejor conservado de los que conocemos tanto en Andalucía, como en Extremadura", además de ser el más grande ya que ocupa una superficie de dos hectáreas. De ahí que, en opinión del director del IAM, "se tardará todavía mucho tiempo en acabar el trabajo arqueológico" en este lugar.

Lo prioritario para próximas campañas, ya que de momento solo se ha excavado completa la habitación principal, es conocer la planta del edificio ya que se trata de una estructura arquitectónicamente compleja que, para Celestino, refuerza la idea de que la cuenca media del río Guadiana tenía una importancia muy superior en la cultura tartésica de lo que se creía hasta ahora.

(Fuente: El Diario)

29 de junio de 2017

Hallan restos de animales sacrificados en el templo tartésico del Turuñuelo (Badajoz)

El yacimiento tartésico del Turuñuelo de Guareña (Badajoz) sigue revelando espectaculares evidencias arqueológicas. El CSIC acaba de dar a conocer el hallazgo de los restos de un gran sacrificio de animales a los pies de la escalera monumental que lleva a la segunda planta del edificio. Además de los restos de 16 caballos, dos toros y un cerdo, se ha encontrado también un conjunto de objetos de bronce con todo lo necesario para celebrar un banquete ceremonial.
Todavía queda por descubrir más del 90% de la estructura del edificio monumental.
Un equipo de investigadores del Instituto de Arqueología de Mérida del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha hallado restos de 19 animales y un ajuar de bronce para la celebración de un banquete, que se utilizaron en un ritual de sacrificio a los dioses en el santuario tartésico de El Turuñuelo (Badajoz).

Los restos serían de un costoso ritual celebrado justo antes de la destrucción y abandono del templo en el siglo V a. C. En el sacrificio se han encontrado restos de 16 caballos, dos toros y un cerdo, un ajuar de bronce que incluía un caldero, jarros, una parrilla, pinchos para la carne, un quemaperfumes y coladores. Según el equipo del CSIC, se trata de una joya arqueológica que por sus «novedosas» técnicas arquitectónicas y por su estado de conservación, «sigue revelando secretos que muestran su pasado esplendor».

Los restos de los animales estaban junto a la escalinata del templo donde fueron sacrificados en un costoso ritual de clausura antes de la destrucción final del santuario. El CSIC señala que El Turuñuelo se ha convertido en un modelo para estudiar la cultura tartésica del interior, y aporta información muy valiosa sobre su organización social, sus mecanismos comerciales y sus rituales.

El director de la excavación y director del Instituto de Arqueología de Mérida, Sebastián Celestino, y la investigadora Esther Rodríguez, han precisado que el sacrificio consistió en una gran ofrenda a los diosesantes de abandonar definitivamente el lugar. Además, han añadido que el sacrificio animal da idea de la enorme riqueza del sitio, puesto que el caballo era un elemento de prestigio. Asimismo, además de los animales hallados hasta ahora, han aparecido ánforas y cestos con cereales y otros elementos de gran valor, lo que da idea de la importancia de ese sacrificio final, previo a la destrucción del monumento y su posterior amortización.

Celestino ha destacado que «quizá lo más llamativo» sea la existencia de un ajuar completo para la celebración de un banquete de comensalidad en la habitación sur. Así, ha dicho que se trata de un conjunto de muy buena calidad entre los que destaca un enorme caldero, dos jarros, una parrilla, varios pinchos para la carne, un quemaperfumes, coladores... Todos realizados en bronce. Igualmente, se han hallado gran cantidad de platos y vasos pintados con bandas rojas y las copas de imitación griega y en el entrono de la habitación hay muchos huesos y conchas «resultado del festín final».


CONSERVACIÓN DEL TEMPLO
Los investigadores estiman que el propio ritual final contribuyó a la buena conservación del templo. No obstante, el santuario fue incendiado una vez realizados los rituales de clausura, tras el sacrificio de animales y el banquete final y fue, precisamente, el propio incendio el que solidificó las paredes de adobe, mientras que el rápido echado de tierra para sepultar el edificio propició la conservación de los materiales metálicos. Asimismo, señalan que la potente anchura de los muros de adobe, de hasta tres metros en algunos sitios, ha contribuido a su excelente estado de conservación.

Hasta ahora los investigadores solo han excavado un 10% de la superficie total del túmulo, aunque teniendo en cuenta que se conservan las dos plantas del edificio se debe rebajar «sensiblemente» esta cifra. Los investigadores subrayan que la aportación de la Diputación Provincial de Badajoz permite trabajar un par de meses al año, pero eso significa seis o siete meses de análisis y estudio antes de abordar una nueva campaña. Con ese ritmo, estiman que se podrá ver todo el edificio exento en aproximadamente una década.

Otra de las características del santuario de El Turuñuelo es que destaca por sus «novedosas técnicas constructivas» y lo más sorprendente es la utilización de un mortero de cal, arena y arcilla, para confeccionar los sillares cuadrangulares con los que construyeron buena parte de la escalinata que da acceso al monumento; con ese mismo mortero realizaron también la «bañera».

El uso de esta técnica de construcción ha sorprendido a los investigadores porque era desconocida en la Península hasta la llegad de los romanos. «Estos grandes edificios se organizaban junto al Guadiana y tenían una intensa relación comercial entre ellos; conocemos ya un poblado en altura rodeado de una potente muralla que haría de lugar central desde donde se organizaría el comercio hacia el exterior a través del río», añade Celestino.


RIQUEZA ARQUITECTÓNICA
El responsable de la excavación valora que El Turuñuelo ofrece una riqueza arquitectónica y material desconocida hasta el momento en esta fase final de Tarteso; y le llama «poderosamente» la atención los rituales que se llevaron a cabo, hasta ahora también inéditos y de gran complejidad; sobresale el sacrificio o hecatombe producida en el patio principal del monumento previo a su destrucción.

Este yacimiento se ha convertido en el «mejor» exponente para entender los últimos años de la cultura tartésica y Celestino señala aunque es pronto para saber qué papel jugaba el santuario dentro de la cultura tartésica, es probable que hubiese sido un lugar de peregrinación, puesto que «los santuarios en la antigüedad tenían como función principal el intercambio comercial, pero también era el lugar donde se celebraban rituales de cohesión social a través de la veneración a los dioses».

La cultura tartésica se origina hacia el siglo VIII a.C. en el Bajo Guadalquivir. Es la consecuencia del impacto que supuso la llegada de los colonizadores mediterráneos (principalmente fenicios) en los pueblos indígenas, que transformaron la base económica y social del sur peninsular. El resultado de ese encuentro es la conformación de una nueva cultura que denominamos Tarteso, explica Celestino. «A mediados del siglo VI a. C. el núcleo de Tarteso, ubicado en Huelva y la desembocadura del Guadalquivir, sufrió una fuerte crisis que logró minar su emergente cultura. Buena parte de la población se trasladó al valle del Guadiana, en el interior, donde volvió a resurgir con fuerza y con una renovada personalidad», añade.

17 de abril de 2017

La excavación en Turuñuelo descubre un edificio tartésico único en el Mediterráneo occidental

Investigadores del Instituto de Arqueología del CSIC hallan una escalinata monumental de hace 2.500 años en Turuñuelo de Guareña (Badajoz) que apunta a una insólita construcción de dos plantas
Escalinata monumental de época tartésica en Las Vegas del Guadiana (Badajoz). FOTO: SANTI BURGOS / EL PAÍS
Fuera de contexto, la imagen de unos escalones en mitad de un gran agujero que acompaña este texto podría no decir mucho. Sin embargo, su contexto —la excavación de un enorme edificio tartésico de hace 2.500 años en la comarca de Las Vegas del Guadiana, en Badajoz— los convierte en un descubrimiento extraordinario. Y no solo porque esa escalinata monumental de dos metros y medio de altura apuntan a una insólita edificación de dos plantas del siglo V a.C., la primera que se conserva de aquella época; sino porque están construidas con unas técnicas y unos materiales que se pensaba que no se habían utilizado en todo el Mediterráneo occidental hasta mucho tiempo después.

ESCALONES A MODO DE SILLARES
La mitad de los escalones están hechos a modo de sillares, es decir, colocando unos bloques rectangulares a continuación de otros y luego unos encima de otros. Pero no utilizan grandes piezas de piedra cortada, como se hacía en construcciones similares de la época en el Mediterráneo oriental (en Grecia, por ejemplo), sino una especie de mortero de cal y granito machacado, probablemente encofrado después (la mezcla se colocaba a fraguar entre tablas hasta que se secara). Algo así como un protocemento, solo que un siglo antes de que apareciera el primer material de este tipo documentado hasta ahora: el opus caementicium del Imperio Romano.

El yacimiento del Turuñuelo de Guareña, cuya excavación arrancó en 2015, ya había sorprendido a los investigadores por su tamaño (es el más grande localizado de aquella época, en torno a una hectárea), la riqueza de materiales encontrados y su extraordinario estado de conservación. Todo tipo de joyas, puntas de lanza, recipientes, semillas, restos de tejidos, parrillas de bronce o calderos enormes prometían desde el principio arrojar nueva luz sobre la cultura de Tartesos. Una civilización prerromana que ocupó el suroeste de la Península Ibérica en el primer milenio antes de Cristo sobre la que se ha levantado todo tipo de mitos y leyendas (sobre todo, en torno a su misteriosa decadencia y su abrupto final), debido, entre otras cosas, a la escasez de restos materiales. Una escasez que la excavación dirigida por los arqueólogos del CSIC Sebastián Celestino —que también es director del Instituto de Arqueología de Mérida— y Esther Rodríguez está compensando a marchas forzadas, y eso que apenas se ha desenterrado hasta el momento el 10% de la construcción.

ELEMENTO ARQUITECTÓNICO ÚNICO
“Una escalinata constituye un elemento arquitectónico único de algo, además, que no pensábamos que fueran capaces de ejecutar. Existen escaleras durante la protohistoria en la Península, pero ya en época posterior. De esta cronología como máximo había dos o tres escalones de piedras y adobe para salvar un desnivel”, explica Rodríguez. En este caso, son 10 escalones (al menos; todavía puede haber alguno más) de 2 metros de largo, 40 centímetros de anchura y 22 de altura. Los cinco superiores están cubiertos por lajas de pizarra y los inferiores son los que están hechos a modo de sillares cuadrangulares con mortero de granito machacado envuelto en cal.

“Lo más sorprendente ha sido su profundidad. Dos metros y medio significa que debajo hay otra planta, que estamos accediendo a una planta superior sobre-elevada”, completa Celestino. Se había especulado sobre la existencia de este tipo de edificaciones en época tartésica, a partir de textos de la Biblia, pero nunca se había encontrado ninguno. “Este edificio será el primero que conserva las dos plantas”, insiste.

13 de noviembre de 2018

El yacimiento tartésico del Turuñuelo gana la primera edición del "Premio Palarq"

El proyecto "Construyendo Tartesos", en el que se incluyen las excavaciones del yacimiento del Turuñuelo de Gaureña, ha ganado la primera edición del Premio Nacional de Arqueología y Paleontología de la Fundación Palarq. Este premio ha sido fallado en Barcelona y tiene una dotación de 80.000 euros.
EL edificio protohistórico es el mejor conservado del Mediterráneo Occidental.
El trabajo de excavaciones está liderado por el arqueólogo Sebastián Celestino Pérez, del CSIC, y ha sido escogido por unanimidad. El objetivo del galardón es estimular el estudio y las excavaciones sobre una cultura mítica como la tartésica.

El presidente de la Fundación Palarq, el empresario y filántropo Antonio Gallardo Ballart, ha explicado que "el proyecto ganador ilumina el mito de Tartesos trasladándolo a la realidad, acercando a la sociedad los resultados de una investigación arqueológica puntera".

Tiene como objetivo el estudio arquitectónico de las construcciones de época tartésica (siglo VIII-IV aC) y en este marco se insertan las excavaciones del yacimiento de Casas del Turuñuelo, en el valle del Guadiana. Hasta la fecha es el edificio protohistórico mejor conservado del Mediterráneo occidental, pues subsisten sus dos plantas, lo que lo convierte en un caso de estudio excepcional, informa la Agencia Efe.

A pesar de que tan solo se ha intervenido durante cuatro años, el yacimiento ha tenido ya una enorme repercusión dadas las novedosas técnicas constructivas utilizadas en su edificación, entre las que destaca el empleo por primera vez en la península del mortero de cal para la fabricación de los sillares con los que se levantó la escalinata monumental que conecta el piso superior con el patio.


SACRIFICIO DE ANIMALES
Se ha identificado un gran sacrificio de animales (hecatombe), entre los que destacan especialmente los 52 caballos en posición anatómica, es decir, con las partes del cuerpo donde corresponde, siendo la primera documentación de este tipo de ritual en todo el Mediterráneo.

La espectacularidad del yacimiento viene dada también por "el estado de conservación extraordinario de las estructuras de adobe y de material orgánico como madera, que ha llegado hasta hoy como si fuera un yacimiento submarino", ha explicado el portavoz del jurado, el director general de la Fundación Aga Khan, Lluís Monreal.

Esta investigación "pondrá la cultura de Tartesos sobre el mapa, ayudando a determinar la importancia y la extensión de una cultura que fue una entidad política plural, interrelacionada con todo el Mediterráneo".


PROYECTOS FINALISTAS
"Construyendo Tartesos" se ha impuesto a otros cinco proyectos finalistas de un total de 25 candidaturas presentadas en las últimas deliberaciones del jurado.

Dos de estos cinco finalistas eran trabajos arqueológicos en el extranjero: uno en Oldubai (Tanzania), liderado por Manuel Domínguez Rodríguez, de la Complutense; y otro en el Kurdistán iraquí sobre los orígenes de la agricultura y la ganadería en el Próximo Oriente, liderado por el arqueólogo Miquel Molist, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Los otros tres finalistas eran: proyecto de paleobiología y evolución de El Sidrón con vestigios de neandertales, dirigido por Antonio Rosas González (Museo Nacional de Ciencias Naturales); investigación sobre la cultura argárica, dirigido por Vicent Lull, Rafael Micó y Cristina Rihuete (UAB); y el proyecto "Ilit Auro" que coordina Juan Pedro Bellón, de la Universidad de Jaén, para una metodología de estudio de campos de batalla y asedio en la II Guerra Púnica.

El premio, de carácter bienal, se entregará el próximo día 26 de noviembre en el Museo Nacional de Arqueología de Madrid y se suma desde este año a las ayudas a misiones arqueológicas y paleontológicas españolas que la Fundación Palarq concede desde hace tres años, 23 en 2016, 32 en 2017 y 44 en 2018.

El jurado internacional del premio estaba formado por Yves Coppens, uno de los descubridores de la australopithecus Lucy en 1974; el arqueólogo británico Andrew Selkirk; Lluís Monreal; el arqueólogo barcelonés Josep Guitart, presidente del proyecto internacional Tabula Imperio Romano-Forma Orbis Romani; el director del MNAC, Pepe Serra; y el periodista Jacinto Antón.

(Fuente: El Diario)

29 de marzo de 2023

Los secretos de Tartesos se muestran en Alcalá de Henares

El Museo Arqueológico y Paleontológico regional de Alcalá de Henares acoge la exposición "Los últimos días de Tarteso", la primera en España a esta civilización, que se puede visitar gratuitamente hasta el 24 de septiembre.
Museo Arqueológico Provincial en Alcalá de Henares.

La consejera de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Extremadura, Nuria Flores Redondo, junto a la consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, ha inaugurado este martes, la exposición.

Nuria Flores ha señalado que la muestra, que se ubica en el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid, es un "gran escaparate para difundir el patrimonio arqueológico, su riqueza y variedad, sus valores históricos y artísticos".

Además, ha asegurado que el yacimiento del Turuñuelo es uno de los enclaves arqueológicos "más importantes" de Extremadura y "una gran oportunidad por su formidable estado de conservación, su singularidad y monumentalidad".

Flores ha afirmado que "avanzar en el estudio y conservación del patrimonio no sólo permite conocer el pasado sino que ofrece mucho futuro, porque a través de la cultura, España es también un verdadero reclamo turístico".

Junto con ello, la exposición 'Los últimos días de Tarteso' incluye en su catálogo diferentes piezas procedentes del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz y del Museo de Cáceres, como las arracadas de oro de Talavera la Vieja, el lecho de bronce del Torrejón de Abajo o los bocados y esculturas del caballo de Cancho Roano. Igualmente, el Museo Arqueológico Nacional aporta otros objetos originarios de Extremadura.

La consejera ha subrayado que "la región tiene un extraordinario potencial arqueológico. Contamos con yacimientos de primera línea en el ámbito nacional e internacional que conforman una oferta sumamente atractiva, completa y variada, para aquellas personas que deseen adentrarse en nuestro pasado".

La titular extremeña de Cultura ha agradecido el trabajo que se está realizando desde la Secretaría General de Ciencia de la Junta de Extremadura, junto al CSIC y al Instituto de Arqueología de Mérida, que ha logrado "atraer la atención hacia Extremadura, no solo de la comunidad científica, sino también del resto de la sociedad".

Han participado en la inauguración el secretario general de Ciencia, Tecnología, Innovación y Universidad, Jesús Alonso; el director general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio Cultural, Francisco Pérez Urbán; el embajador de Portugal en España, Joao Miras-Gomes; el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez; el alcalde de Guareña, Abel González, y los comisarios de la exposición, Enrique Baquedano y Sebastián Celestino, entre otros.

4 de octubre de 2022

Concluyen las excavaciones en el enclave de Casas de Turuñuelo

El Instituto Arqueológico de Mérida (IAM) ha concluido el proyecto de I+D+i sobre el yacimiento tartésico de Casas de Turuñuelo con una campaña de excavación que revela la importancia del enclave, su riqueza arquitectónica y la necesidad de mantener una continuidad en los trabajos.
La investigación de la cabaña ganadera se ha centrado en su implicación económica en la vida tartésica.

El Instituto Arqueológico de Mérida (IAM), dependiente de la Consejería de Economía, Ciencia y Agenda Digital y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) del Ministerio de Ciencia e Innovación, han concluido el proyecto de I+D+i sobre el yacimiento tartésico de Casas de Turuñuelo con una campaña de excavación que revela la importancia del enclave, su riqueza arquitectónica y la necesidad de mantener una continuidad en los trabajos.

En concreto, el proyecto de investigación “Estudio de la hecatombe animal del yacimiento de ‘Casas del Turuñuelo’. La gestión de la cabaña ganadera y sus implicaciones socioeconómicas y rituales en época tartésica”, realizado por el Instituto de Arqueología de Mérida (IAM)-CSIC, ha finalizado con la ejecución de los trabajos programados y aportando datos reveladores que determinan la categoría del yacimiento como un asentamiento único en el valle medio del Guadiana en la fase final de la cronología tartésica (siglo V a.C).

Este proyecto ha sido cofinanciado al 80% por un importe de 148.227,20 euros por los fondos FEDER en el período de programación 2014-2020, dentro del Objetivo Temático 01 “Potenciar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación”, dentro del marco de las actuaciones contempladas en el Programa para el Fomento de la Investigación Científica y el Desarrollo Tecnológico del VI Plan Regional de I+D+i (2017-2020), prorrogado en la actualidad.

El yacimiento arqueológico del Turuñuelo se localiza en el término municipal de Guareña, cerca de Yelbes, próximo a la necrópolis tartésica de Medellín. Los trabajos de excavación realizados han permitido catalogar esta nueva construcción en el conjunto de un total de 13 edificios localizados bajo túmulos en la confluencia del río Guadiana con alguno de sus principales afluentes.

La excavación del Turuñuelo está dirigida por los arqueólogos del IAM-CSIF Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, y las campañas de excavación realizadas han permitido exhumar parte de un edificio de dos plantas, compuesto por un vestíbulo que da paso a varias estancias y un patio al que se accede por una escalinata monumental. Sobre el pavimento del patio se han registrado más de 50 animales sacrificados entre los que destacan especialmente los équidos.

CASO ÚNICO
Se trata de un caso único tanto por las características deposicionales como por el tamaño y variedad de la muestra faunística. El marcado carácter estructurado de los depósitos animales indica un alto componente de actividad ceremonial que se interpreta como la primera evidencia de una hecatombe en el Mediterráneo.

El extraordinario volumen de équidos localizados y la variabilidad observada indican una cabaña equina probablemente mixta, que pudo estar compuesta por caballos, burros o asnos y sus híbridos. Esto nos remite a una gestión ganadera especializada y eficiente que pudo estar orientada al transporte de mercancías, probablemente relacionado con el abastecimiento y/o su distribución.

El equipo investigador que actualmente trabaja en el yacimiento es multidisciplinar, abarcando todas las especialidades relacionadas con la reconstrucción y el análisis específico de los restos animales. Este equipo está compuesto por miembros del Instituto de Arqueología de Mérida del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IAM-CSIC), del Instituto de Restauración y Conservación de la Generalitat de Valencia, de las Universidades de Extremadura (Facultad de Veterinaria, Escuela de Ingenieros Industriales), y por los equipos de Bioarqueología de las universidades de Barcelona, Valencia, Granada, del Instituto Milá y Fontanals del CSIC y del Instituto Carlos III-Universidad Complutense de Madrid.

En la actualidad, la dimensión del yacimiento y su enorme potencial han requerido la concesión de una subvención directa de la Junta de Extremadura al CSIC para darle continuidad a la investigación del yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo realizada por el IAM, al ser considerado como el mayor hallazgo arqueológico del último decenio en España y uno de los más importantes del Mediterráneo.

Esta nueva concesión directa cuenta con una inversión de 166.518 euros, cofinanciada en un 80% por el Programa Operativo del FEDER 2014-2020 de Extremadura, para la realización de una actividad subvencionable hasta 2023 que va a permitir desarrollar los trabajos de estudio, restauración y conservación en el laboratorio de los restos extraídos.

Los hallazgos encontrados en el yacimiento del Turuñuelo no solo han tenido una proyección científica internacional, sino que su divulgación ha adquirido una extraordinaria dimensión social por su difusión a través de redes sociales, con información disponible permanentemente actualizada, a través de la web https://construyendotarteso.com; en twitter, Construyendo Tarteso @CTarteso; o en Facebook, tartesoencomunidad.blogspot.com, como plataforma de difusión y socialización.

En definitiva, el yacimiento de Casas de Turuñuelo se ha convertido en un fenómeno científico y social que sigue creciendo y es incluso precursor de iniciativas emprendedoras entre la sociedad extremeña.

19 de abril de 2023

Hallan las primeras representaciones humanas de Tarteso en Badajoz

Investigadores del CSIC han sacado a la luz los restos de cinco relieves antropomorfos del siglo V a.C., en el yacimiento de Casas del Turuñuelo (Badajoz). Por la calidad de la talla de dos retratos femeninos, se piensa que estos podrían representar a divinidades, las primeras con forma humana encontradas en esta cultura.
El descubrimiento supone un cambio de paradigma en la interpretación de la cultura tartésica. / EFE/ Samuel Sánchez.

Los trabajos realizados en el marco de la quinta campaña de excavaciones en el yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo (Guareña, Badajoz) sacan a la luz los restos de cinco relieves figurados del siglo V a.C., los primeros pertenecientes a la cultura tartésica (siglos VIII-IV a.C.).

El descubrimiento se realizó durante la excavación del sector este del yacimiento, el área por el que se accede al patio del edificio donde se documentó un masivo sacrificio de animales, principalmente caballos. Lo insólito del nuevo hallazgo es que las representaciones corresponden a rostros humanos.

El equipo del Instituto de Arqueología, centro mixto del CSIC y la Junta de Extremadura, dirigido por Esther Rodríguez González y Sebastián Celestino Pérez, ha confirmado hoy que, del conjunto recuperado hasta la fecha, dos de los relieves figurativos se encuentran casi completos y corresponden a mujeres adornadas con destacados pendientes o arracadas que representan piezas típicas de la orfebrería tartésica.

Hasta el momento, estas piezas de oro solo se conocían a través de los hallazgos realizados en enclaves como el yacimiento de Cancho Roano o dentro del conjunto que conforma el tesoro de Aliseda, un ajuar funerario tartésico hallado en Cáceres. Dada la calidad técnica y el detalle artístico con el que fueron elaboradas, parece que nos encontramos ante la representación de dos divinidades femeninas del panteón tartésico. Sin embargo, los investigadores no descartan que se trate de personajes destacados de la sociedad de entonces.

Junto a las dos figuras femeninas, se han recuperado otros fragmentos de relieves. Estos pertenecen a, al menos, otros tres individuos, uno de ellos identificado como un guerrero, ya que conservaba parte del casco.

Este extraordinario descubrimiento supone un profundo cambio de paradigma en la interpretación de Tarteso, considerado tradicionalmente como una cultura anicónica por representar la divinidad a través de motivos animales o vegetales, o a través de betilos (piedras sagradas). Por último, el hallazgo confirma la importancia del yacimiento y resalta la trascendencia de la cultura tartésica en el valle del Guadiana durante sus últimos momentos.

Construyendo Tarteso
'Construyendo Tarteso' es un proyecto de la Agencia Estatal de Investigación dentro del Plan Estatal I+D+i del Ministerio de Ciencia e Innovación. Su objetivo principal es caracterizar la cultura material tartésica a través del análisis arquitectónico de los grandes edificios de adobe excavados en las últimas décadas.

El equipo de 'Construyendo Tarteso', que comenzó su primera campaña de excavación en 2015, en el yacimiento de Casas del Turuñuelo ubicado en las Vegas Altas del Guadiana, actualmente se encuentra inmerso ya en la quinta campaña de excavación.

Los trabajos actuales se centran en el sector este del yacimiento para intentar localizar el punto de acceso: la fachada del edificio. Al ser construcciones que siguen un patrón oriental, habitualmente se orientan hacia el este, es decir, hacia la salida del sol. Además, se intenta descubrir si existe una simetría con el patio o si podría existir una puerta que comunicase directamente con dicho espacio.

El yacimiento es singular, fundamentalmente, por su excelente estado de conservación. Hasta la fecha, constituye el edificio construido en tierra mejor conservado del Mediterráneo occidental. Ello se debe, entre otras razones, a que ha mantenido en pie sus dos plantas constructivas, es decir, que existe la posibilidad de caminar tanto por el piso superior como por el inferior.

Estas condiciones permiten documentar técnicas constructivas y soluciones arquitectónicas que hasta la fecha no se habían documentado en un yacimiento tartésico. Un ejemplo es la posible existencia de una bóveda que cubría una de sus estancias principales o el uso del mortero de cal, en este caso, para fabricar los sillares de los peldaños inferiores de la escalera. Sin duda, se trata de un yacimiento singular.

Además de los elementos arquitectónicos, como la conservación de alzados de adobe de hasta cinco metros de altura, es significativo el sacrificio masivo de animales, el más grande que se haya documentado hasta la fecha, en el Mediterráneo occidental.

Por otra parte, los materiales que atesora y el estado de conservación de los mismos son excepcionales: la presencia de una escultura de mármol procedente del monte Pentélico, del que solo se cuenta con los pies, o el conjunto de vidrios de origen macedónico, junto a la colección de marfiles etruscos, evidencian la riqueza cultural y material de este singular enclave.
(Fuente: Agencia SINC)

28 de enero de 2022

El Instituto Arqueológico de Mérida retomará la investigación en Casas del Turuñuelo

Una vez que la Junta de Extremadura ya es propietaria del yacimiento arqueológico tartésico de Casas del Turuñuelo, situado en el término municipal de Guareña, el Instituto Arqueológico de Mérida podrá  retomar los trabajos de investigación.

La Junta de Extremadura ya es propietaria del yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo, situado en el término municipal de Guareña, y que permitirá retomar los trabajos arqueológicos de investigación por el Instituto Arqueológico de Mérida (IAM), tras su paralización por parte de los antiguos propietarios desde el año 2018.

Así pues, el consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital, Rafael España; el secretario general de Ciencia, Tecnología, Innovación y Universidad, Jesús Alonso y el alcalde de Guareña, Abel González, han visitado este viernes el conjunto arqueológico.

De este modo, en declaraciones a los medios de comunicación, España ha explicado que se trata de la primera visita tras la aprobación del decreto de expropiación forzosa emprendida por la Administración autonómica y su posterior ocupación de los terrenos realizada el pasado lunes, 24 de enero.

A su vez, el titular extremeño de Economía ha resaltado la importancia del enclave, la "magnífica conservación de su arquitectura y la riqueza de los materiales que guardaba", tras lo que ha considerado "sorprendentes los materiales hallados", entre los que destacan cientos de vasijas, objetos de bronce y hierro, pero resaltan por su "especial interés" los objetos de importación griega, como las copas para beber vino, los vasos de vidrio de Macedonia o la escultura de mármol procedente de Atenas, la escultura griega más antigua del occidente mediterráneo.

En la actualidad, los proyectos de investigación que se continuarán en este yacimiento se circunscriben al proyecto del Plan Nacional I+D+i 'Construyendo Tartesos' del Ministerio de Ciencia e Innovación y, por otra parte, del Plan Regional I+D+i (PRI) de la Consejería de Economía, Ciencia y Agenda Digital 'Estudio de la hecatombe de Casas del Turuñuelo', liderados por los investigadores Sebastián Celestino y Esther Rodríguez, del Instituto Arqueología de Mérida, instituto mixto de investigación CSIC-Junta de Extremadura.

Tal y como informa el Ejecutivo regional en una nota de prensa, parte de la excavación arqueológica se ha realizado con fondos de la Diputación Provincial de Badajoz y en el proyecto participan varios centros de investigación nacionales e internacionales, donde destacan, además del Instituto Arqueológico de Mérida, la Universidad de Extremadura a través de la Escuela de Ingenieros Industriales de Badajoz, de Geoinformación y Geomática de Mérida y de la Facultad de Veterinaria de Cáceres.

Así, durante su intervención, el consejero ha especificado algunas de las líneas que la Junta de Extremadura quiere llevar a cabo a partir de ahora en los terrenos, como una "primera actuación para detener el deterioro sufrido por los muros tras estos años de inactividad arqueológica" y una excavación integral de todo el edificio del que restan aproximadamente 6.000 metros cuadrados.

Finalmente, ha hablado de la necesidad de realizar un cerramiento del terreno y renovar la actual cubierta, que se irá extendiendo a medida que avance la excavación, como "medidas imprescindibles y urgentes para la propia conservación del yacimiento", ha sentenciado.

13 de abril de 2023

Fundación Palarq anuncia los candidatos al III Premio Nacional de Arqueología y Paleontología


La tercera edición del Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq contará con 18 proyectos aspirantes en su tercera edición. La entidad analizará ahora las candidaturas recibidas para determinar cuáles serán los 6 finalistas que entrarán en la carrera de esta edición del Premio.

Todos los proyectos aspirantes están liderados por equipos de investigación pertenecientes a instituciones públicas españolas y, en todos los casos, se trata de investigaciones en curso, ya sea en territorio nacional o en el extranjero.

El 15 de junio, un jurado internacional de reconocido prestigio en el ámbito científico y cultural, elegirá el proyecto ganador que se hará público durante la gala de entrega del Premio. La gala se desarrollará en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), entorno que tradicionalmente ha albergado el evento.

El certamen, con carácter bienal, es el primer premio de estas características concedido por una fundación privada dedicado a estas disciplinas y está dotado con 80.000 euros.

Proyectos aspirantes

‘Origen y evolución cultural del Homo erectus en África Oriental’. Dirigido por Ignacio de la Torre desde el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) el proyecto aborda la cuestión de cuándo y cómo el Homo erectus y el Achelense emergieron en la historia de la evolución humana.

‘Proyecto arqueológico subacuático Mar del Ebro. Prospección y documentación arqueológica subacuática de los pecios de la Primera y la Segunda Guerra Mundial en el Mar del Ebro’. Bajo los auspicios de la Asociación Nacional de Arqueología Subacuática (SONARS), con los investigadores Manuel J. Fumás Soldevila, Josep María Castellví y Pere Izquierdo Tugas, es uno de los proyectos de arqueología subacuática más importante de época contemporánea.

‘Excavaciones e investigaciones en el templo del faraón Tutmosis III en Luxor’. Miriam Seco, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, investiga este mítico yacimiento. Este templo, antaño sagrado, de la antigua Tebas es considerado como uno de los grandes monumentos del Egipto faraónico.

‘Hacia el comportamiento humano moderno. Estrategias socioeconómicas y culturales de los últimos neandertales de la Meseta Norte (Cueva Prado de Vargas. Cornejo, Burgos)’. El equipo formado por Marta Navazo Ruiz, de la Universidad de Burgos; Rodrigo Alonso Alcalde, del Museo de la Evolución Humana (MEH) y la Universidad de Burgos; y Alfonso Benito Calvo, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), analiza y estudia la dinámica socioeconómica del yacimiento, con el fin de aportar nuevos datos sobre las causas que motivaron los cambios previos a la desaparición neandertal.

‘Proyecto Almoloya-Bastida: poder, género y parentesco en una civilización olvidada de la Edad del Bronce’. Desde Murcia, el equipo de la Universitat Autònoma de Barcelona formado por  Vicente Llull, Rafael Micó, Critina Rihuete Herrada, Eva Celdrán Beltrán, Camila Oliart Caravatti y Miguel F. G. Valério, avanza en la investigación de la sociedad de El Argar.

‘Explorando la Tecnología de la Madera de los Neandertales del Abric Romaní (Capellades, Barcelona)’. El equipo del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social integrado por +Palmira Saladié, +Josep Vallverdú y María Gema Chacón, trabaja en uno de los yacimientos más importantes del Paleolítico medio. La excepcional conservación de la madera dará nuevas interpretaciones al estudio de los Neandertales.

‘La Draga en el contexto de las primeras comunidades neolíticas peninsulares’. La Universidad Autònoma de Barcelona y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-Institució Milà i Fontanals (IMF) son las instituciones que auspician este proyecto liderado por Antoni Palomo Pérez (UAB), Raquel Piqué Huerta (UAB) y Xavier Terradas Batlle (CSIC-IMF). La Draga es el único yacimiento neolítico lacustre de la Península Ibérica.

‘Evolución de los rituales, creencias y prácticas religioso-funerarias en Oxirrinco. Desde la dinastía XXVI hasta la etapa cristiano-bizantina’. Este proyecto cuenta con un equipo liderado por Ignasi-Xavier Adiego Lajara de la Universitat de Barcelona-Instituto de Próximo Oriente Antiguo (IPOA); Esther Pons Mellado, del Museo Arqueológico Nacional (MAN), y Maite Mascort Roca. Situado a 190 km al sur de El Cairo, Oxirrinco es uno de los cinco yacimientos arqueológicos más grandes del país con una cronología que abarca desde la época Saita (664 a.C.) hasta el periodo Cristiano-Bizantino (siglo VII d.C.), momento en que se produce la invasión musulmana en Egipto, incluyendo por supuesto, la etapa Persa y Ptolemaico-Romana.

‘Arqueología en la ciudad y territorio de Tusculum (Italia). Desde la época arcaica hasta hoy’. El proyecto está dirigido actualmente por el director de la EEHAR-CSIC, Antonio Pizzo. Desde hace casi 30 años, la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (EEHAR-CSIC) dirige un proyecto de investigación arqueológica en la ciudad de Tusculum. Se trata de un proyecto arqueológico institucional y actualmente es el más longevo de una institución extranjera en Italia. El proyecto Tusculum ha permitido mejorar el conocimiento de la evolución de esta ciudad desde su fundación hasta la época medieval.

‘Lago Tagua Tagua: vida y muerte de los cazadores recolectores de la Edad del Hielo en América del Sur’. Los doctores Carlos Torneo (IPHES-CERCA), Rafael Labarca y Erwin González de la Pontificia Universidad Católica de Chile, dirigen este proyecto que ha permitido obtener documentación inédita de las prácticas funerarias de los primeros grupos de cazadores-recolectores del continente americano.

‘Proyecto Pintia: creación de bases infraestructurales y museográficas para la investigación, conservación y difusión del conocimiento del oppidum vacceo-romano de Pintia.’
El proyecto cuenta con el liderazgo de Carlos Mínguez, profesor titular de la Universidad de Valladolid y director del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg (CEVFW). Pone en relieve el valor de la cultura vaccea, pueblo prerromano asentado en el sector central de la cuenca del Duero, en la península ibérica.

‘Autigasta y Huayacama. Arqueología de los espacios campesinos indígenas y de las estancias coloniales españolas en el Valle de Catamarca, Argentina (Siglos XVI-XVII)’. El Departament de Ciències de l’Antiguitat i l’Edat Mitjana de la Facultat de Filosofía i Lletres de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) desarrolla, bajo el liderazgo del investigador Félix Retamero, la investigación de este yacimiento ubicado en la provincia de Catamarca, en el noroeste de Argentina. El proyecto está centrado actualmente en el asentamiento de una comunidad de esclavos establecida a principios del siglo XVIII.

‘Proyecto Medjehu. Investigando la artesanía de la madera a lo largo del Nilo’. Gersande Eschenbrenner Diemer, del Departamento de Historia y Filosofía de la Universidad de Alcalá de Henares dirige este estudio de los procesos de producción, comercialización e ideologización de la madera durante un largo periodo de tiempo, tomando como foco Egipto.

‘Gigantes de la Prehistoria. Megalitismo y Complejidad Social Temprana en Antequera y Valencina’. El catedrático de Prehistoria del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla Leonardo García Sanjuán dirige este proyecto centrado en estudiar el tholos de Montelirio y el dolmen de Menga, máximos exponentes del megalitismo en la Península Ibérica y el papel social de estos monumentos a lo largo del tiempo.

‘Proyecto C2 del Royal Cache Wadi: ¿Por qué las enterraron allí?’ El equipo de investigadores de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid formado por José Ramón Pérez-Accino Picatoste, María del Carmen Pérez Die, Francisco Moreno Arrastio y Bill Manley trabaja en el que se considera el mayor yacimiento arqueológico del mundo, la necrópolis de Tebas.

‘Un viaje al pasado: reconstrucción digital y de las condiciones de vida del ganado de la villa romana de Vilauba’. Lídia Colominas Barberà y Pere Castanyer Masoliver, del Institut Català d’Arqueologia Clàssica estudian la evolución de la villa romana de Vilauba y de los efectos de su ocupación desde los siglos II-I a.C. hasta los siglos VII-VIII d.C.

‘Moneda y Metal en la Bética Tardorromana. Estudio científico del Tesoro de Tomares’. Los investigadores de la Universidad de Sevilla Enrique García Vargas y Miguel Ángel Respaldiza Galisteo dirigen este proyecto que constituye un estudio integral (histórico, numismático y metalográfico) del mayor conjunto monetario de Europa.

‘Entre las columnas de Hércules, arqueología subacuática de un espacio privilegiado. La Bahía de Algeciras (HERAKLES)’. La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz desarrolla este proyecto, ubicado geográficamente en el Estrecho de Gibraltar, bajo la dirección de Felipe Cerezo Andreo junto a Alicia Arévalo González. Este proyecto se centra en el patrimonio cultural subacuático de la Bahía de Algeciras.

Certamen único
Convocado por la institución con ese mismo nombre, el galardón nace en 2018 con la finalidad de reconocer la excelencia y originalidad de proyectos arqueológicos y paleontológicos dirigidos por equipos de investigación españoles, desarrollados tanto a nivel nacional como internacional, sin restricciones de culturas o períodos históricos. Los proyectos de investigación sobre paleontología deben estar relacionados con la evolución humana.

La primera edición en 2018 contó con 25 participantes, 6 finalistas, y un jurado que falló a favor del proyecto ‘Construyendo Tartesos’, investigación sobre la cultura tartésica que desarrolla el equipo liderado por Sebastián Celestino Pérez y Esther Rodríguez González del Instituto de Arqueología (CSIC – Junta de Extremadura).

La segunda edición, en 2021, contó con 20 participantes y 6 finalistas. El jurado internacional falló en esta ocasión a favor de ‘La Montaña del tiempo. Exploración de un campamento paleolítico en La Garma’, desarrollado por los doctores Pablo Arias y Roberto Ontañón, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC). La investigación premiada ha revelado la existencia de un yacimiento único en el mundo que constituye una verdadera cápsula del tiempo, donde este se detuvo hace 16.500 años, gracias a un desprendimiento en la entrada original que transformó la cueva en una burbuja, lo que ha permitido conservar los vestigios de un asentamiento paleolítico.