google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

17 de octubre de 2023

Hallan en Jerez un tramo del acueducto romano Tempul-Gades

Las obras de una planta fotovoltaica en La Rendona han sacado a la luz parte de esta construcción, que conectaba el manantial con el centro de la actual Cádiz, y que dataría del siglo I. d.C.
Imagen del tramo del acueducto romano Tempul-Gades.

Las obras de la línea de evacuación de una planta fotovoltaica en la zona de La Rendona, al inicio del Valle de Los Arquillos, en el término municipal de Jerez, han sacado a la luz un tramo del acueducto romano Tempul-Gades.

La empresa promotora, cumpliendo así con la Ley de Patrimonio, puso en conocimiento de la Delegación de Cultura estos hallazgos, el pasado mes de mayo. Se iniciaron entonces una serie de trabajos por parte de los arqueólogos Manuel Montañés y Francisco José Delgado, así como por la restauradora Macarena Aguilar, vinculados a la empresa Atrium; y por el arqueólogo Óscar González, de las empresa Ades.

"El tramo del acueducto hallado estaba en perfectas condiciones, soterrado. Lo podemos datar en el siglo I.d.C. Estamos hablando de una zanja de un metro y medio, pero a raíz de la cual se ha seguido excavando y se han localizado incluso estructuras constructivas, vinculadas quizás con el acueducto". Los expertos explican que esta pieza enlaza con la torre de La Rendona, resto también de época romana vinculada con el acueducto. El acueducto al que pertenece este tramo partía desde el manantial del Tempul, en San José del Valle, y llegaba hasta Puerta de Tierra en Cádiz, a lo largo de 83 kilómetros. Una auténtica obra de ingeniería. La mayor parte del trazado estaba soterrado.

El hallazgo, que se encuentra en una finca privada, hizo necesaria la modificación del proyecto original de la vía de evacuación para preservar estos restos, que han llegado perfectamente conservados hasta nuestros días y al que el arado tampoco ha afectado, ya que la pieza se encontraba a medio metro de profundidad.

"Hay que destacar que la conservación de este bien patrimonial es totalmente compatible con la infraestructura contemporánea que se ha desarrollado en los terrenos, cuyo cableado se ha pasado por debajo del acueducto y se ha desviado del trazado original para no afectar a ninguna de las estructuras encontradas en esta intervención. Esto es algo que no siempre es posible y hay que elegir entre una cosa o la otra. De hecho, todo esto no has permitido redimensionar el yacimiento y ver hasta dónde llega".

Una construcción, el acueducto, que apenas funcionó 100 años por su costoso mantenimiento, pero que sin embargo ha llegado por tramos hasta nuestros días. "Hemos tomado unas muestras de carbón del interior para hacer la prueba del carbono 14, así como un fragmento de cerámica muy característico de la segunda mitad del siglo I-II, que nos habla del momento de abandono".

Tras los intensos trabajos de intervención arqueológica, concluidos en septiembre, el tramo de acueducto volvió a ser debidamente soterrado, tapado con geotextil, "que es la mejor forma de conservarlo. Y, de hecho, es su estado natural, estar bajo tierra. Iríamos contra su naturaleza si lo dejáramos a la intemperie o lo sacáramos de su entorno para trasladarlo a un museo. No se descarta que en un futuro, por futuras generaciones, se pueda volver a abrir. La conservación en Arqueología es lo más costoso. No todo lo que se halla tiene que estar a la luz, sería imposible mantenerlo por parte de la Administración. Sólo se hace en lugares puntuales".

(Fuente: Diario de Jerez)

6 de octubre de 2023

Los arqueólogos documentan vestigios de entre los siglos VIII a.C y el XV d.C. en un solar de Cártama (Málaga)

La excavación arqueológica previa a la construcción de la nueva Casa de la Cultura descubrió un conjunto arqueológico prácticamente imposible de hallar en otro sitio: la cabaña de un poblado del siglo VIII a. C., un edificio de época ibérica (siglos VI-IV a. C.), la basílica del foro de la ciudad romana (siglos I-II), edificios de época visigoda (siglos VI-VII), y un basurero andalusí repleto de cerámicas de todos los periodos de al-Andalus (siglos IX al XV).




Las excavaciones arqueológicas en la Plaza de la Constitución de Cártama, que preceden a la construcción del futuro Parque Arqueológico de la localidad, están llegando a su fin. “Ha sido un trabajo de muchos años excavando y recuperando la historia y el patrimonio de nuestro municipio”, manifestó el alcalde de Cártama, Jorge Gallardo, durante su visita a los trabajos junto al concejal de Urbanismo, Miguel García, el concejal de Cultura, Juan Francisco Lumbreras, y el arqueólogo que ha dirigido las excavaciones, Francisco Melero. “Quiero dar las gracias a Paco Melero y a todas las personas que han trabajado en este proyecto para poner en valor la historia de Cártama”, añadió.

La última excavación arqueológica se ha desarrollado en la zona de calle Toril, donde se derribaron las últimas viviendas del solar. Ha supuesto un presupuesto total de 174.093,59 euros, que ha sido cofinanciado por el Ayuntamiento de Cártama -dirección facultativa- y la Diputación Provincial de Málaga – medios materiales-.

Se ha excavado una superficie de 371,76 m², donde se han descubierto los vestigios arqueológicos de época ibérica y visigoda que quedarán expuestos en el Parque Arqueológico. En palabras de Francisco Melero “lo descubierto es lo que esperábamos, por una parte, la recuperación de un edificio de época romana que fue reaprovechado en época bizantina y visigoda; y por otra completar la excavación del edificio de época ibérica ya documentado en anteriores campañas. Aunque hay que decir que hemos tenido dos grandes sorpresas: en primer lugar, el descubrimiento de una enorme cantidad de cerámica andalusí proveniente de los basureros de esta época; y en segundo lugar la presencia de dos fases de época ibérica superpuestas a la que esperábamos documentar. Aunque hoy cuesta asumirlo, la ciudad ibérica de Cártama fue una de las principales del sur peninsular, y eso se muestra en una intensa actividad urbana con continuas remodelaciones que se produjeron entre los siglos VI y I a. C.”

En esta última excavación han participado universidades internacionales como Reading (Reino Unido), Montpellier (Francia) y Pisa (Italia), que junto a Granada, han recogido muestras orgánicas provenientes de los corrales de época almohade que, en palabras de la profesora británica Rowena Banerjea, “son muestras de lo mejor conservado en el Mediterráneo Occidental”. Estas permitirán reconstruir el paisaje de Cártama en época de al-Andalus.

Además, las piezas recuperadas en esta última intervención han superado la perspectiva esperada. De época andalusí se ha recuperado un importante conjunto de piezas, destacando las de época almohade y nazarí. (siglos XIII-XIV). Entre ellas se ha encontrado en cerámica lebrillos decorados a la cuerda seca, jarritas esgrafiadas y pintadas en manganeso, o un silbato con forma de caballo que aún conserva su uso. En hueso se ha descubierto un bellísimo ejemplar decorado de “torre de rueca” que adornaba herramientas para el hilado textil. Pequeños cuchillos y dagas de hierro y piezas de molinos de piedra completan este repertorio medieval. De época romana y visigoda (siglos II a. C. – VII d. C.) el conjunto de piezas es también importante, con cerámicas de barnices negros y rojos, campanienes y sigillatas respectivamente, o fragmentos de mármol que decoraron y revistieron los antiguos edificios del foro (plaza pública) de la ciudad romana. Finalmente, también sobresalen los materiales de época ibérica (siglos VII-III a. C.), entre los que se han recuperado un excepcional conjunto cerámico con decoración pintada y algunos objetos de bronce como fíbulas (broches).

Fue en el verano de 2005 cuando, tras derribar el inmueble del antiguo Ayuntamiento, se iba a construir la Casa de la Cultura. Tras realizar la excavación arqueológica preventiva se descubrió un conjunto arqueológico prácticamente imposible de hallar en otro sitio: la cabaña de un poblado del siglo VIII a. C., un edificio de época ibérica (siglos VI-IV a. C.), la basílica del foro de la ciudad romana (siglos I-II), edificios de época visigoda (siglos VI-VII), y un basurero andalusí repleto de cerámicas de todos los periodos de al-Andalus (siglos IX al XV).

El Consistorio no dudó en descartar la construcción de la Casa de la Cultura, embarcándose en el mayor proyecto de puesta en valor del patrimonio arqueológico promovido por una entidad local en la provincia de Málaga, y uno de los mayores a nivel nacional.

Cabe recordar que el yacimiento de la Plaza de la Constitución es uno de los pocos espacios arqueológicos del país donde, en un mismo solar, es posible la contemplación de construcciones de todas las épocas históricas que van desde el siglo VIII a. n. e. hasta la actualidad.

La complejidad del proyecto emprendido a lo largo de estos años, y que ha sido capaz de continuar el ente municipal, ha recibido la atención de programas televisivos de audiencia nacional como “Arqueomanía”, de La2 de RTVE, donde en su programa dedicado a “Urbanismo y Arqueología” fue puesto como ejemplo excepcional.

El complejo proceso promovido por el Ayuntamiento de Cártama ha comprendido tres fases. La primera de ellas ha sido la adquisición de hasta 9 inmuebles en la manzana situada al sur de la Plaza de la Constitución, con su correspondientes negociaciones, escrituras y demoliciones, hasta alcanzar una parcela de 1.300 m². La fase 2, que también llega ya a su fin, ha consistido en la investigación arqueológica de toda esta superficie, lo que ha supuesto 9 campañas de excavación dirigidas por el arqueólogo Francisco Melero, con sus correspondientes redacciones de proyectos y autorizaciones por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. “Todo ese trabajo y ese esfuerzo económico ha supuesto una gran inversión por parte del Consistorio que, seguramente, puede superar los tres millones de euros”, indicó Gallardo.

La culminación de las excavaciones da paso ahora a la fase 3, que comprende la construcción del Parque Arqueológico. En la redacción del proyecto constructivo ya se encuentra trabajando el estudio de arquitectura MGM. Morales de Giles Arquitectos S.L.P., ganador del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento en 2021 y al que se presentaron 29 propuestas de toda España. El proyecto consistirá en la construcción de una gran plaza, ampliando la actual hasta calle Callejuela, y dejando el conjunto arqueológico visitable por debajo.

Según avanzó el concejal de Urbanismo, una vez finalizada esta actuación de excavación toda la información recabada se hará llegar a la delegación de Cultura y pasará también a los arquitectos que ganaron el concurso de ideas. El proyecto básico de esta actuación cuenta con la aprobación de Cultura y con los datos obtenidos de esta última excavación se procederá a redactar el proyecto de ejecución que recogerá los cálculos del edifico, su estructura e instalaciones. “Una vez esté el proyecto de ejecución, el siguiente paso será la aprobación definitiva con todos los documentos, obtener la financiación y licitar las obras”, adelantó García y agregó que, por parte del Consistorio, se van a realizar las gestiones necesarias para que se agilicen esos trámites.

Además del valor expositivo del conjunto arqueológico que se podrá ver en el futuro Parque, los materiales muebles (cerámicas, metales, fauna, vidrio, etc.) recuperados a lo largo de estos años constituyen un tesoro arqueológico que el Consistorio custodia en el almacén de la Colección Museográfica de Cártama, garantizando que estas piezas permanezcan de la localidad. La importancia de estos materiales ya ha suscitado el interés y la colaboración en su estudio de universidades nacionales como Málaga, Sevilla, Granada o la Autónoma de Madrid.

Con la culminación de las excavaciones arqueológicas, Cártama finaliza con este largo tramo del camino y enfila el de la construcción de su Plaza, gran espacio público que al mismo tiempo amparará debajo su legado histórico de 2.800 años de antigüedad.

Este ambicioso y complejo proyecto abandera la estrategia del Ayuntamiento para la recuperación y puesta en valor del patrimonio arqueológico y arquitectónico y en la que también se enmarcan la restauración paisajística del entorno y la conservación del puente y del acueducto “romanos”, la restauración del Puente de Hierro, la creación de la Colección Museográfica de Cártama o las obras de remodelación de distintos viales del casco histórico de Cártama.

(Fuente: 101 TV)

3 de octubre de 2023

La Universidad de Jaén clausuró el Programa de Voluntariado en Cástulo (Linares)

En el programa, que se desarrolló del 11 al 22 de septiembre, participaron diez estudiantes
Fotografía de grupo con los voluntarios.

Un total de diez estudiantes de la Universidad de Jaén han participado en el Programa de Voluntariado en el Conjunto Arqueológico de Cástulo, que se desarrolló del 11 al 22 de septiembre, y que tuvo su acto de clausura con la entrega de diplomas.

Dicha clausura fue presidida por Pilar Fernández Pantoja, Vicerrectora de Igualdad, Diversidad y Responsabilidad Social de la Universidad de Jaén, que estuvo acompañada por José Ayala Mendieta, Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte en Jaén, y Marcelo Castro López, director del Conjunto Arqueológico de Cástulo.

Pilar Fernández explicó que los estudiantes seleccionados para este programa pertenecen a varias disciplinas, como son la Arqueología o la Biología, así como al Master de Patrimonio Cultural, por lo que destacó el “la riqueza y el valor de la interdisciplinaridad”. Asimismo, explicó que el alumnado realizó tareas de acompañamiento; de recuperación y conservación, y de catalogación de materiales, así como actividades vinculadas a sus estudios.

Por su parte, José Ayala puso de relieve la conveniencia de la colaboración de las instituciones y resaltó “el esfuerzo de los colaboradores” y el tipo de trabajo realizado por el voluntariado, tanto en el Conjunto Arqueológico de Cástulo, como en el propio Museo Arqueológico de Linares.

Por último, Marcelo Castro manifestó que en este tipo de trabajos arqueológicos es necesaria la colaboración y la interdisciplinaridad, y lamentó la finalización del programa “ahora que estáis empezando a tener vuestro lugar dentro del equipo, ya os habéis ido, y es ahora cuando os necesitamos para que nos apoyaseis, en este tramo final, que es donde se va a concentrar gran parte de nuestro trabajo”.

Asimismo, Castro quiso trasladar a los voluntarios la idea de que la arqueología, como ciencia, tiene que estar dispuesta al permanente cuestionamiento de sus conclusiones. “Conviene distinguir los hechos de las interpretaciones y habéis empezado a caminar hacia esa dirección, que es la que os asegura un futuro profesional en este campo. Nosotros nos dedicamos a conocer y, aparte de conservar, Cástulo es un centro de Investigación”.

Finalizan las obras en el Conjunto Prehistórico y de Arte Rupestre del Abrigo del Milano en Mula (Murcia)

El yacimiento arqueológico recupera su acceso a través de mejoras en el vallado, el acondicionamiento de la senda y una mejora de la cartelería. Con motivo del Día Europeo del Arte Rupestre se ha organizado en el entorno una visita guiada y actividades prehistóricas

El alcalde de Mula, Juan Jesús Moreno García; miembros del equipo de Gobierno; técnicos municipales; el representante de la empresa adjudicataria y técnicos de la Mancomunidad Turística de Sierra Espuña han visitado las obras de acondicionamiento recién finalizadas en el Conjunto Prehistórico y de Arte Rupestre del Abrigo del Milano.

Las actuaciones en el entorno se han centrado en el arreglo del vallado perimetral del yacimiento arqueológico mediante la mejora de la puerta de acceso; y en el acondicionamiento de la senda de acceso desde la casa rural existente hasta la puerta de acceso y desde este punto hasta el propio abrigo. También se ha colocado un pasamanos mediante un cable de acero, con el fin de mejorar la accesibilidad y se ha sustituido la cartelería. Junto a estos trabajos, se ha realizado un estudio del estado de conservación de las pinturas existentes en el abrigo, realizando un pormenorizado reportaje fotográfico y un análisis de las deficiencias actuales del soporte donde se sitúan las representaciones pictóricas.

En este sentido, el alcalde de Mula ha declarado que “gracias a estas mejoras, se recupera la accesibilidad del Abrigo del Milano y se pone a disposición de los visitantes un entorno privilegiado”. Un conjunto patrimonial en el que se encuentra un enterramiento sepulcral con dos fases de ocupación (5.220 y 1800 a. C.) y representaciones pictóricas pertenecientes al arte levantino y esquemático, manifestación cultural de las sociedades prehistóricas postpaleolíticas y de la Edad del Bronce respectivamente (6.000 – 2000 a.C.).

El proyecto, redactado por Jose Antonio Zapata Parra -arqueólogo municipal- y Juan Fernández del Toro -arquitecto municipal-, titulado Proyecto de adecuación y conservación del conjunto de arte rupestre de El Milano. Mula, Murcia, se enmarca dentro de la subvención concedida al Ayuntamiento de Mula por la Mancomunidad Turística de Sierra Espuña, dentro del Plan de Sostenibilidad Turística, por un importe total de 24 mil 600 euros. El Plan de Sostenibilidad Turística del Territorio Sierra Espuña está dotado con un presupuesto de 2.75 millones de euros y está financiado en un 40% por la Secretaria de Estado de Turismo, otro 40% por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y un 20% por los ayuntamientos de los seis municipios que componen la mancomunidad.

Día Europeo del Arte Rupestre
La Concejalía de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Mula, en colaboración con la Comunidad Autónoma y la Sociedad de Estudios Historiológicos y Etnográficos, ha organizado con motivo del 9 de octubre Día Europeo del Arte Rupestre 2023 una serie de actividades en el Conjunto Prehistórico y de Arte Rupestre del Abrigo del Milano.

Se trata de una visita guiada y actividades de tipo prehistórico el próximo sábado, 7 de octubre, de 10:30 a 12 horas, a las que puede apuntarse cualquier persona interesada. Para ello, debe realizar la reserva a través de la Oficina de Turismo de Mula.

Los restos de ganado en un galeón hundido en Ribadeo explican la alimentación en el siglo XVI

El CSIC ha encontrado 78 huesos de animales, que dan cuenta de las fuentes de proteínas de la tripulación
Toma de medidas en el yacimiento del pecio Ribadeo I. | Christine Heamagi (MALtd), Proyecto ForSEAdiscovery-CSIC / Xunta de Galicia

En 1597, un galeón de guerra construido en Nápoles (Italia) naufragó en aguas gallegas. Este buque, el San Giacomo di Galizia, también conocido como Santiago, se hundió en el estuario de Ribadeo (Lugo), donde ahora el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lidera su análisis, siglos después, con el objetivo de conocer cómo era la vida de sus tripulantes.

El yacimiento subacuático de los restos del Santiago, o el Pecio Ribadeo I, es un caso excepcional para estudiar un navío de guerra del siglo XVI en aguas territoriales españolas. La investigación de este pecio, que constituye un fragmento de una nave naufragada, ofrece una ventana al pasado, que permite conocer el ganado consumido por los marineros o el tipo de cerámica utilizada para almacenar agua y cómo se conservaban los alimentos.

Así, el equipo internacional liderado por el CSIC ha logrado reconstruir la historia del Santiago. Gracias al estudio de los artefactos sumergidos y la revisión de documentos históricos y análisis espectroscópicos, los investigadores se aproximan como nunca a las actividades ocurridas a bordo del navío, durante su breve periodo de servicio en la Armada española, desde su construcción en un astillero de Nápoles alrededor de 1590 hasta su naufragio en 1597.

La investigación, coordinada por las científicas Ana Crespo Solana y Marta Moreno García del Instituto de Historia (IH-CSIC), y Sagrario Martínez Ramírez, del Instituto de Estructura de la Materia (IEM-CSIC), ambos pertenecientes al CSIC, ha presentado los resultados recopilados en la revista Heritage. En este número monográfico especial ahondan en la cultura material y la vida a bordo de barcos de los siglos XVI al XIX y ofrecen una visión más amplia de las interacciones del entorno marino.

De acuerdo con la nueva publicación, este naufragio y otros de la misma época representan un valioso patrimonio histórico-arqueológico que ha recibido una atención limitada desde la perspectiva de la investigación subacuática, cuyo estudio proporciona «nuevas perspectivas sobre los contextos históricos y materiales de los siglos pasados», en palabras de Crespo.

La científica, especializada en historia y arqueología submarina, subraya que estos estudios «ofrecen una riqueza de datos significativos sobre la cultura material de la época, las dinámicas a bordo, las prácticas marítimas, las redes comerciales, los comportamientos y los conocimientos náuticos, así como el subsiguiente desarrollo y transformación de los sitios arqueológicos, los cuales se convierten en cápsulas históricas del tiempo». Ella lideró el proyecto europeo ForSEAdiscovery, que llevó a cabo la excavación subacuática entre 2012 y 2022. Actualmente, el trabajo continúa bajo la dirección de Miguel San Claudio Santa Cruz, arqueólogo de la Xunta de Galicia.

La gastronomía en un galeón de guerra
El estudio de los 78 huesos recuperados a bordo del Santiago revela, según el análisis arqueozoológico del Laboratorio de Arqueobiología de IH-CSIC, que los restos corresponden a diferentes porciones cárnicas, como vacas, corderos, cerdos, un ganso e incluso merluza.

Esto sugiere el papel fundamental del ganado como fuente primaria de proteínas para la tripulación. Según Moreno, el mayor número de desechos de vaca frente a las otras especies apunta a que el vacuno fue una fuente importante de proteínas para la tripulación. Además, la identificación de partes de animales con menor valor cárnico, como cráneos y extremidades distales de las patas, plantea la posibilidad de que se transportara ganado vivo para su posterior procesamiento a bordo.

Los patrones en la carnicería, como la frecuencia y ubicación de marcas de troceado en porciones pequeñas y manejables, indican a los científicos que los métodos de cocción más habituales eran la ebullición y el guiso. Además, los datos de envejecimiento denotan el probable consumo de carne tierna de vaca y cordero, indicando diferencias entre la alimentación de los oficiales de alto rango y el resto de la tripulación.

Por último, la recuperación de un tarsometatarso de ganso, un hueso sin rendimiento cárnico, supondría la presencia de aves de corral vivas a bordo, mientras que una vértebra de merluza se relacionaría con la provisión de pescado seco.

La cerámica, clave en el almacenamiento
Los análisis arqueométricos y químicos de las cerámicas, artefactos y restos óseos de fauna del yacimiento, han permitido a Ramírez, especialista en materiales del IEM-CSIC, reconstruir el itinerario de navegación del galeón. A través de la combinación del registro arqueológico con la documentación histórica, ahora se puede afirmar que el buque partió de Nápoles y pasó por Cádiz y Lisboa antes de hundirse en Galicia.

La cerámica se ha revelado como uno de los hallazgos más comunes, seguida de la madera y la piedra. Principalmente de manufactura portuguesa, estas vasijas no cumplían primordialmente funciones culinarias, sino de almacenamiento de agua y conservación de alimentos durante las extensas travesías marítimas. Además, «el estudio de las cerámicas y algunas piezas metálicas apuntan a diferentes técnicas de producción y a una importante cadena de conocimientos y mano de obra en su elaboración», detalla Crespo.

Las muestras se analizaron desde el punto de vista químico y mineralógico utilizando diferentes técnicas instrumentales en el IEM-CSIC, lo que ha permitido determinar dos tipos de cerámicas cocidas a diferentes temperaturas (<800ºC y >900ºC). Las primeras se relacionan con jarras para almacenar aceite, mientras que las segundas corresponden a piezas de vajilla, lo que confirmar la presencia de cerámica vinculada a la vida cotidiana a bordo de un barco militar.
Construcción naval mediterránea

En el monográfico también se publican los resultados de una intervención arqueológica del CSIC en el pecio de Mortella II, en 2021, que se realizó como complemento de la excavación del pecio del Mortella III efectuada entre 2010 y 2019, y al que está históricamente vinculado.

Ambos barcos eran mercantes genoveses que navegaban juntos y que se hundieron en 1527, en el contexto del séptimo conflicto italiano de la guerra entre Francia y España.

La revista recoge los principales resultados de las líneas de investigación sobre construcción naval y artefactos (anclas y artillería), del Renacimiento. La excavación de los pecios de la Mortella II y III fue dirigida por Arnaud Cazenave de la Roche y Ana Crespo.
(Fuente: The Objective)

El hallazgo de una aldea medieval retrasa el final de las obras del embalse de Almudévar (Huesca)

El yacimiento arqueológico oscense obliga a alterar el calendario de entrega de septiembre a marzo, con la construcción ya concluida
Excavaciones en la antigua aldea medieval de Fornillos de Violada aparecida durante las obras.Verónica Lacasa

La fecha prevista para la entrega de las obras del embalse de Almudévar se retrasará previsiblemente hasta marzo del 2024. Inicialmente se barajó septiembre del 2023 para la finalización oficial, pero las excavaciones arqueológicas en el vaso han obligado a posponer la fecha, según la Confederación Hidrográfica del Ebro. En todo caso la construcción está casi lista. Apenas ha durado seis años, un tiempo récord dada la demora de este tipo de proyectos hidráulicos.

Los trabajos en el yacimiento del Morrón del Villar han arrojado más resultados de los esperados, afirmó la CHE, lo que ha supuesto "un replanteamiento de las excavaciones", en coordinación con la Dirección General de Patrimonio de la DGA y, en consecuencia, "la ampliación no prevista de la extensión y duración de las labores de excavación, catalogación y documentación de los restos". Por su parte, fuentes de Patrimonio indicaron que se trabaja a buen ritmo.

Las obras del embalse sacaron a la luz hace unos meses los restos de la antigua aldea medieval de Fornillos de Violada. El yacimiento está lejos de los dos grandes diques, de 2,4 y 3,5 kilómetros de longitud, que cerrarán el vaso donde se almacenarán 169 hectómetros cúbicos de caudales sobrantes de los ríos Cinca y el Gállego.

La excavación arqueológica comenzó en marzo del 2023. Ya se conocía la existencia de este pueblo, que quedó abandonado. Apenas era visible sepultado en una montaña de piedras, ya que los agricultores depositaban aquí las que encontraban en los campos de cultivo cercanos.

Tanto esta actuación como la de los restos históricos de una antigua ermita, la de Santo Domingo, situada en medio del vaso, están bajo supervisión de la Dirección General de Patrimonio Cultural. La Confederación Hidrográfica trasladará en los próximos días el muro medieval de ese templo, el único con valor patrimonial (se derribaron las otras paredes más modernas). La mudanza se hará piedra a piedra hasta una colina para ponerlo a salvo de la inundación.

La prueba más evidente de la finalización de las obras es la cercanía del agua. El de Almudévar es un embalse lateral, no construido sobre un río, que se alimenta del Canal de Monegros, conectado con la entrada de la presa este a través de un canal de aducción de poco más de 1 kilómetro. Este ya está lleno y solo lo separa del dique una ataguía. En el momento en que se retire esta pared de tierra que impide la entrada del caudal mientras duran la obras, podrá empezar el llenado.

2 de octubre de 2023

Documentan una muralla defensiva en el yacimiento campaniforme de Peñafiel (Valladolid)

Arqueólogos de las universidades de Burgos y Valladolid constatan la existencia de una muralla defensiva, de unos 100 metros de longitud y 2,5 metros de anchura, en el yacimiento campaniforme del Pico de la Mora, próximo a la localidad vallisoletana de Peñafiel.


La campaña de excavaciones de 2016 en el Pico de la Mora, situado en las proximidades de la localidad vallisoletana de Peñafiel, ha concluido recientemente con hallazgos realmente interesantes. La mayor novedad ha sido la constatación de que el lugar, que estuvo ocupado en época campaniforme (entre el 2500 y el 2000 antes de Cristo), se encontró protegido por una construcción de carácter defensivo la cual probablemente fuera erigida en aquellos momentos.

Hasta la fecha la posible muralla se conocía a partir de algunas prospecciones superficiales y varios fotogramas aéreos pero durante diez días de este último mes de agosto un grupo de siete investigadores ha llevado a cabo unos trabajos arqueológicos que han intervenido en uno de los puntos (sector septentrional) de su trazado y ello ha permitido reconocer algunos rasgos de su estructura constructiva. En resumidas cuentas, se ha averiguado que esta muralla de unos 100 metros de longitud y 2,5 metros de anchura debió contar con un tosco paramento, tanto al interior como al exterior. 

En efecto, en algunos puntos del recorrido se reconocen una serie de grandes bloques de caliza de entre medio y un metro de anchura, situados en la base de la estructura, que aparecen alineados y que sirvieron para soportar los empujes del relleno. Éste, integrado fundamentalmente por un cúmulo de cantos de caliza de tamaño pequeño/medio mezclado con tierra, contiene también algunos interesantes materiales arqueológicos. 

A falta de dataciones absolutas, que se realizarán en breve a partir de los “carbones” que han sido recuperados entre el relleno, tales artefactos han permitido la adscripción al “horizonte Campaniforme” de esta obra: Efectivamente, diversas cerámicas lisas y algunos útiles líticos como una pequeña lámina de sílex son fácilmente paralelizables con los que aparecen en yacimientos campaniformes cercanos (por ejemplo: Pico del Castro, en Quintanilla de Arriba, Valladolid).

Estos trabajos han sido efectuados por un grupo de investigación dirigido por el profesor de la Facultad de Historia, Patrimonio y Comunicación de la Universidad de Burgos (UBU) Dr. José Antonio Rodríguez Marcos y por el Dr. por la Universidad de Valladolid (UVa) Rodrigo Villalobos García (quien ha dirigido los trabajos de campo) y financiados por la Junta de Castilla y León.

Otros de los resultados son la constatación de que el lugar conoció una actividad propia de un pequeño hábitat hace unos 4.500 años. Esto queda probado por algunos hallazgos que se han recogido, dispersos por la superficie y laderas del alto, y en una cata que se ha abierto en el interior del recinto. En este sentido cabe señalar la presencia de un diente de hoz con pátina de haber segado cereal, algún objeto de barro relacionado con el hilado (fusayola), un buen número de núcleos de sílex y restos de talla del mismo material, y, sobre todo, un conjunto de cerámicas, la mayor parte de las cuales aparecen sin decoración y que vienen a sumarse a otras también lisas y a las pocas decoradas con motivos campaniformes que se habían recuperado en años anteriores sobre la superficie del área ocupada por el yacimiento.

Las diferentes pruebas recogidas y muestras y observaciones realizadas en el Pico de la Mora configuran un conjunto ciertamente homogéneo desde el punto de vista de su atribución cronológica y ponen en evidencia que el lugar, en efecto, dio cobijo a un pequeño pero interesante asentamiento que fue habitado, en exclusiva, a finales del periodo Calcolítico de la Meseta Norte Española, durante el desarrollo de la denominada “etapa del Vaso Campaniforme”. En este momento los moradores del lugar erigieron una muralla que protegía el acceso al poblado; la cual, por cierto, constituye la más antigua construcción que, de esta clase, se conoce en todo el sector central de la Meseta castellanoleonesa.
Un proyecto científico con perspectiva de futuro

La breve campaña que se ha realizado en Pico de la Mora ha abierto, sin duda, importantes expectativas a futuras campañas arqueológicas a desarrollar en este enclave. Por resumir, diremos que resultaría sumamente interesante completar la reconstrucción de las características de la muralla que cerró el hábitat Campaniforme, así como también lo sería reconocer las principales características del espacio habitado que se instaló sobre el Pico de la Mora. Ambos extremos tienen el indudable interés por el escaso conocimiento que, sobre ambos aspectos, tiene la “ciencia arqueológica” en la actualidad.

El hallazgo de una gran pileta revela nuevos detalles sobre la vida en Regina (Badajoz)

Arqueólogos de las Universidades de Viena (Austria) y Marburg (Alemania) han hallado una gran pileta en el yacimiento de Regina (Badajoz) que podría estar relacionada con la actividad minera en la zona, lo que revela nuevos detalles sobre la vida de la ciudad romana y su relación con el entorno que controlaba.
La pileta ha sido localizada a 900 metros del centro de la urbe romana de Regina.

Los arqueólogos han regresado en el mes de septiembre para desarrollar una nueva fase del proyecto con excavaciones entre Casas de Reina y el yacimiento de Regina en una zona situada a unos 900 metros del centro de la urbe romana donde ha sido localizada la pileta de 10 metros de largo por 4 de ancho que conserva en algunos tramos muros con un alzado de 80 centímetros, ha informado el departamento de prensa del yacimiento.

Los romanos cavaron la base geológica para edificar en su interior dicha pileta que ha aparecido enlucida con ‘opus signinum’, un material de construcción habitual en la antigua Roma hecho a base de mortero de cal hidráulica y cerámica machacada.

En los primeros días de trabajo se apuntó a la posibilidad de que formara parte de una villa agrícola, sin embargo, según el arqueólogo de la Universidad de Viena, Víctor Martínez, “su funcionalidad pudiera tener un carácter productivo relacionado con la actividad minero metalúrgica de la zona" puesto que se ha encontrado mucha escoria metálica en el interior.

Dicha pileta contó con un canal de desagüe y se han apreciado también cortes en la base geológica con el fin de reforzar los muros.

Además, la edificación estuvo cubierta, como evidencian los muchos restos de tejas aparecidos en la zona.

“Lo que se ha conservado realmente está en un estado fantástico”, ha destacado Martínez tras la conclusión de los trabajos.

La aparición en la excavación de una moneda con la efigie del emperador Tiberio, ha permitido datar la pileta en torno al siglo I después de Cristo y las prospecciones geofísicas apuntan a la existencia de otras dos piletas más próximas a la excavada parcialmente.

Esta excavación es la continuación de un proceso que se inició con las prospecciones en superficie.

Bajo la dirección del catedrático de Arqueología en el Instituto de Arqueología Clásica de la Universidad de Viena, Günther Schörner, se ha realizado un exhaustivo estudio de los materiales que se acumulan en los terrenos situados en torno al yacimiento de Regina.

“Si la campaña pasada fue buena, esta ha sido aún mejor”, ha comentado Schörner que destaca la diversidad de enclaves que se han localizado durante las tres semanas de trabajo.

“Hemos encontrado importantes villas en la zona, así como granjas pequeñas y lugares relacionados con la agricultura y la ganadería. El paisaje que hoy se ve vacío de edificaciones era muy distinto en época romana. Había edificios a pocos cientos de metros unos de otros”.

En esta fase se han localizado hasta ocho nuevos enclaves, alguno de ellos de cronología prerromana, como el hallado en el entorno de la alcazaba de Reina.

De entre los hallazgos en superficie destaca un engarce de anillo con una representación de la diosa Victoria que está realizado en un mineral llamado cornalina cuyo origen se sitúa en Afganistán y que serviría para sellar cartas o estampar objetos.

“Este hallazgo evidencia que había ciudadanos con mucho poder económico en la zona”, ha apuntado Schörner.

Más de 40 personas han trabajado en esta fase del proyecto realizando distintas funciones, la mayoría alumnos de las Universidades de Viena y Marburg, que han seguido su proceso de formación y aprendizaje con trabajos de campo en los distintos yacimientos de la zona.

El apoyo logístico prestado por el Ayuntamiento de Casas de Reina ha sido "fundamental", así como la colaboración de la Junta de Extremadura y la Diputación de Badajoz.