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17 de febrero de 2025

Daños significativos en el arte rupestre de Valencia tras la DANA

Los técnicos han visitado las Cuevas de la Alhóndiga, del Barranco Grande y la Cofia en Chiva; el Cinto de las Palomas y el Cinto Mariano en Requena y La Mazorra en Utiel
La Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo está llevando a cabo labores de inspección de los conjuntos de arte rupestre ubicados en las zonas más afectadas por las lluvias intensas del pasado 29 de octubre y que son susceptibles de haber sufridos daños, con el fin de adoptar medidas conservativas adecuadas.

Existen conjuntos de arte rupestre en los que las lluvias intensas han podido producir algún tipo de daño, bien por la acción directa del agua como por escorrentías, arrastres de sedimentos, erosión y desplazamiento de laderas, e incluso por la acción directa de las avenidas en aquellos casos en los que las cavidades se encuentran en las cotas bajas de los cauces.

Ante esta circunstancia inusual y extraordinaria, técnicos de la Dirección general de Patrimonio Cultural y del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) están visitando los sitios que, por su localización, son susceptibles de haber podido sufrir algún impacto negativo debido a este episodio.

Estado de los trabajos
Actualmente ya se han realizado inspecciones en la Cueva de la Alhóndiga (Chiva), Cueva del Barranco Grande (Chiva), Cueva de la Cofia (Chiva), Cinto de las Palomas (Requena), Cinto Mariano (Requena) y La Mazorra (Utiel) habiendo observado daños significativos en el Cinto de las Palomas y daños moderados en el Cinto Mariano.

En concreto, el caso del Cinto de las Palomas la crecida del río alcanzó cotas de hasta 10 metros sobre su nivel habitual y llego a cubrir el yacimiento provocando daños muy significativos en las pinturas rupestres, incluso el arranque de algunos sectores con pinturas y su desplazamiento fuera de la cavidad, además de la destrucción de una parte significativa del depósito arqueológico asociado.

En el resto de los sitios visitados se ha podido comprobar la existencia de daños de menor importancia como erosión de laderas, y algún desprendimiento de bloques, pero mucho menos significativos.

Asimismo, está previsto que esta próxima semana continúen las inspecciones con las visitas a los abrigos de Los Morenos y el Saltadero, también en Requena.

Una vez se hayan concluido los trabajos de evaluación, se planteará cuáles son las intervenciones de conservación necesarias en cada caso, que está previsto que se acometan a lo largo de los próximos seis meses.

2 de septiembre de 2012

Excavaciones en Requena revelan un asentamiento rural íbero de los siglos I-II a.C.

El equipo de investigación trabaja en el yacimiento Casa de la Cabeza desde 2009 cuando se diferenciaron dos sectores, en uno de los cuales se halló un área de trabajo con dos almacenes, espacios abiertos y restos de metalurgia. 
Los restos arqueológicos encontrados en el yacimiento Casa de la Cabeza de Requena (Valencia) han revelado estructuras de un asentamiento rural, de ocupación corta, comparable al de una granja en una antigua ciudad ibérica y que datan del periodo de los siglos I-II antes de Cristo.
El yacimiento íbero de Requena sigue aportando datos sobre
esta cultura en el área mediterránea. Foto: Diputación de Valencia

Según un comunicado de la Diputación de Valencia, el equipo de investigación trabaja en la zona desde 2009 cuando se diferenciaron dos sectores, en uno de los cuales, al año siguiente, se halló un área de trabajo con dos almacenes, espacios abiertos y restos de metalurgia.

El otro sector constituye la plataforma principal del yacimiento y según ha explicado uno de los directos de los trabajos de exploración, David Quixal, piensan que "constituiría el hábitat principal del poblado, donde se han encontrado estructuras más complejas".

Para Quixal, becario de investigación del Museo de Prehistoria, el estado de conservación de los restos "no siempre es el deseado", aunque se intuye "una planta de un edificio, tipo granja".

Los trabajos han permitido descubrir también estructuras auxiliares como posibles hornos, una cubeta de sal que, según los expertos, "podría ser para transformar alimentos, producir vino o hacer aceite, aunque esto está todavía en fase de estudio".

Los investigadores han detectado una última fase de ocupación corta posterior, en los siglos VIII-XIX, cuando parte del yacimiento "se desmonta para la construcción de un horno islámico, por lo que se produce un contacto cultural".

Los trabajos de este año, concebido como campaña final, se han centrado en delimitar la extensión del yacimiento, conocer bien sus límites e intentar obtener una planta del edificio.
"La superficie general del yacimiento abarca una extensión de 0,15 hectáreas", según Quixal.
El grupo, que trabaja de forma voluntaria en el yacimiento, está formado por ocho personas entre estudiantes valencianos y Erasmus y algún licenciado en arqueología que se alojan, estos días, en la misma aldea.

En el día a día, los voluntarios no sólo excavan, sino que también documentan el material, completan fichas o dibujan lo hallado, lo que a su vez combinan con excursiones a otros yacimientos de la provincia.

El Servicio de Investigación Prehistórica (SIP) del Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia mantiene un año más el programa de excavaciones que, para 2012 cuenta con un presupuesto de 60.000 euros repartido en seis proyectos y cuatro actividades de limpieza y mantenimiento.

El programa de actuaciones en yacimientos valencianos abarca un amplio cuadro cronológico desde el paleolítico inferior hasta la época romana.

Para el próximo mes de septiembre están programadas las excavaciones en la Bastida de les Alcusses en Moixent, la Lloma de Betxí en Paterna y la Cova del Bolomor de Tavernes de la Valldigna.

17 de abril de 2011

El yacimiento íbero de Las Pilillas de Requena (Valencia) será declarado BIC

La Solana de Las Pilillas es un yacimiento íbero fechado entre los siglos VII y IV a.C. que alberga un conjunto de más de una decena de lagares excavados en la rocas.
El conjunto de lagares rupestres de La Solana de Las Pilillas recibirá en los próximos días la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC). Esta calificación es indispensable para que la Unesco pueda conceder la calificación de Paisaje de la Viña y El Vino a este centro productor de vino, el más antiguo del Mediterráneo Occidental según los expertos.
Lagares rupestres de la Pililla para el prensado de la uva.


El anuncio de la declaración lo ha realizado esta semana la consejera de Cultura, Trinidad Miró, en el transcurso de la inauguración de la conferencia internacional del Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial (Ticcih). 



La Solana de Las Pilillas es un yacimiento íbero fechado entre los siglos VII y IV a.C. que alberga un conjunto de más de una decena de lagares excavados en la rocas dedicados al prensado de uva para la obtención de mosto dedicado a la producción de vino la instalación cuenta además con restos de edificios relacionados con la actividad de la vinificación. 
Hasta el momento se conocen una decena de lagares en este yacimiento.

Este complejo agrícola se complementa con más lagares rupestres en la rambla de La Alcantarilla, así como restos de las antiguos viñedos en zonas próximas.Todo este entramado de lagares convierten a esta instalación en un centro productor de vino. Hasta el momento se conocen más de una decena de lagares, aunque los expertos no descartan que puedan seguir apareciendo más.

(Fuente: Levante)

29 de enero de 2016

La villa romana de Fuente Álamo recibirá 250.000 euros

En concreto se va a actuar en la zona más residencial de la villa romana, en el sur, donde se van a poner en valor los restos arqueológicos excavados durante los años 2012 y 2013Para hacer frente a esta actuación, el Ayuntamiento de Puente Genil ha tenido que vender algunos inmuebles.
Con la actuación se ampliarán las zonas visitables de la villa romana. FOTO: PUENTEGENIL.ES
El Ayuntamiento de Puente Genil (Córdoba) acometerá en breve un nuevo y ambicioso proyecto para el yacimiento arqueológico de Fuente Álamo, uno de los más importantes de la provincia. Se trata de la puesta en valor de la zona sur, por un importe que superará los 250.000 euros. En concreto se va a actuar en la zona más residencial de la villa romana, en el sur, donde se van a poner en valor los restos arqueológicos excavados durante los años 2012 y 2013. Esto permitirá la ampliación de las zonas visitables del yacimiento arqueológico, situadas en la margen izquierda del arroyo de Fuente Álamo.

Se trata de otro espacio de la «pars urbana» de la villa o espacio de residencia del propietario de esta casa, probablemente un militar que se retiró a esta zona de la provincia Bética. Se trata de una zona con habitaciones pavimentadas con cinco nuevos mosaicos y una habitación subterránea, todas ellas en un excepcional estado de conservación. La actuación partirá de la redacción del proyecto de nueva cubierta, el acondicionamiento para la visita y la redacción del proyecto restauración y consolidación de los restos arqueológicos.



PERMISOS DE CULTURA
Una vez redactados y aprobados por la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía dichos proyectos, se llevará a cabo el procedimiento administrativo de licitación y adjudicación de las obras, que terminaría a final de año. Este nuevo proyecto «supondrá un nuevo impulso y acicate para la visita al yacimiento arqueológico, incrementando su potencial cultural y turístico», según apuntó el concejal de Turismo, José Espejo.

Para hacer frente a esta actuación, el Consistorio ha tenido que obtener liquidez. Por eso ha vendido la Sala Cultural Matallana, un edificio de170 metros cuadrados de planta y 340 edificados que está situado en la calle Susana Benítez. En la planta baja a la Oficina de Turismo y la sede de Comercio Puente Genil y en planta alta una sala de exposiciones y conferencias, por una cuantía de 380.101 euros.
(Fuente: ABC / V. Requena)

31 de octubre de 2024

Descubren una cantera bajo la villa romana de Barberes (Alicante)

Esta cantera suministraba las gravas para construir la calzada que conectó la ciudad romana de Allon con el resto de poblaciones de la comarca de la Marina Baixa.
Las canteras y la pavimentación de la calzada coinciden en fecha, entre el siglo I a. C. y principios del siglo I d. C.

La villa romana de Barberes Sud en la localidad alicantina de Villajoyosa, escondía debajo otro curioso yacimiento arqueológico que ha traído de cabeza a los arqueólogos durante años. En las excavaciones realizadas entre 2009 y 2012 aparecieron grandes fosas de tendencia ovalada y de formas muy irregulares, conectadas unas con otras, que serpenteaban bajo los cimientos de la lujosa villa romana del Alto Imperio. Su función no tenía una explicación aparentemente lógica. Lo más extraño era que contenían altos muros en su interior, que debían formar parte del sistema de cimientos de la propia villa; pero, se desconocía la función de estas fosas.

En el mes de junio se retomaron estas excavaciones por parte de la concejalía de Patrimonio Histórico y coordinadas por el Servicio Municipal de Arqueología que han permitido tener una visión global de la confusa serie de fosas y muros y comprobar que aquellas siguen las vetas de cantos de terreno geológico de la zona. Es decir, son lenguas de gravas de aluvión del período Cuaternario, alternadas con arenas y arcillas, que se formaron por la erosión y arrastre de la piedra de las montañas del interior en dirección al mar.

A la vez, el reciente hallazgo de un tramo bien conservado de una calzada de la ciudad romana de Allon en el solar de la calle Requena, 17, ha aportado una pista fundamental para entender el sentido de estas extrañas fosas. El equipo investigador ha podido comprobar que los cantos de la calzada son de la misma piedra caliza y calibre que los que aparecen en las fosas, por lo que estas, que se acercan hasta solo 5 metros del firme de la calzada, debieron ser una cantera de áridos destinados a pavimentarla. Es más, las canteras y la pavimentación de la calzada coinciden en fecha, entre el siglo I a. C. y principios del siglo I d. C., a falta del estudio detallado de los materiales.

Esta obra pública nos habla de la importancia urbana de Allon mucho antes de recibir la categoría de municipium de manos del emperador Vespasiano entre los años 73 y 74 d. C. Debió tener ya la categoría de oppidum latinum, con instituciones capaces de promover la pavimentación de esta calzada, una especie de carretera comarcal romana que unía Allon con su territorio, la actual comarca de la Marina Baixa, por la costa. Es decir, conectaba la ciudad con otros yacimientos conocidos, como las importantes villas romanas de El Albir en Alfàs del Pi o La Pila, en Altea, entre muchos otros.

Con 3,5 metros de ancho, esta calzada romana era apta para la circulación de carros en ambos sentidos y fue la precursora de la actual N-332 a su paso por la Marina Baixa. Esta calzada romana acababa en Altea, ya que los puentes y túneles del Mascarat no se construyeron hasta finales del siglo XIX.

La cantera se abandonó tras la realización de la calzada y, un siglo después, a finales del siglo I d. C. o principios del siglo II d. C., se construyeron los grandes muros de cimentación en el fondo de las fosas de la cantera y luego se rellenaron las fosas con tierra, con el fin de que el terreno aguantara y para que los cimientos de la nueva villa no se movieran por la existencia, debajo, de esas grandes fosas rellenas. Sobre las fosas, se levantaron entonces los pavimentos y los ricos muros, pintados con imitación de arquitecturas y paisajes de árboles y animales, que ahora se están recuperando.

14 de agosto de 2020

Recuperan el sendero medieval de acceso al cerro de Santa Catalina de Jaén

La Universidad de Jaén y el Instituto Municipal de Empleo y Formación Empresarial (IMEFE) del Ayuntamiento de Jaén han documentado el trazado y las estructuras que conforman el sendero medieval que asciende hasta el Castillo de Santa Catalina, recuperando el primer tramo del mismo. Una senda que, pese haber sido trazada en época medieval, estuvo en uso hasta el siglo XIX.
Las tareas incluyeron la limpieza y desbroce de depósitos de tierra y maleza. (UJA)
Los trabajos fueron ejecutados de noviembre de 2019 a marzo de 2020 por la Escuela Taller del módulo de Jardinería, dirigida por Manuela Moral e impartida por los monitores José Requena y Manuel Barneo, bajo la dirección arqueológica de los investigadores del Departamento de Patrimonio Histórico de la Universidad de Jaén María Victoria Gutiérrez y Juan Carlos Castillo, contando además con la colaboración de un amplio equipo técnico de arqueólogos y topógrafos pertenecientes al Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA.

PUERTA Y PAVIMENTO ORIGINAL

En concreto, las tareas desarrolladas desde noviembre del pasado año han consistido en la limpieza y desbroce de los depósitos de tierra vegetal y maleza que cubrían y ocultaban el primer tramo del camino medieval. Entre los resultados obtenidos destaca, por un lado, la localización de la puerta que abría el principal acceso al camino, de la que se han registrado dos grandes pilares cuadrangulares de mampostería. Por otro lado, la localización de la base geológica totalmente pulida y alisada, “lo cual nos indica que ésta conformaría el pavimento original del sendero, que estuvo deslindado por un lado por los propios afloramientos rocosos del terreno, recortados y trabajados para encajar la senda, mientras que por su lado opuesto, estaría delimitado por una serie de paratas de mampostería irregular, de las que en algunos tramos tan solo se conserva su cimentación”, explica la arqueóloga María Victoria Gutiérrez.

El estudio, limpieza y recuperación de estas paratas ha sido el objetivo de esta primera fase de actuación, identificándose su técnica constructiva y su aparejo, además de dejar patente su estado de conservación y patologías. “Con estos trabajos hemos logrado obtener una documentación trascendental y numerosas evidencias que van a resultar imprescindibles para la proyección de futuras fases de trabajo, que conducirán a la recuperación de todos los elementos, para lo cual se seguirán las directrices marcadas en el proyecto de obras de rehabilitación y puesta en valor del sendero, redactado por el arquitecto Manuel de Toro Codes”, declaran los investigadores de la UJA.

Según las primeras interpretaciones, este sendero, que discurría ascendiendo por el interior de un amplio recinto amurallado, presentaba en su inicio una evidente bifurcación que deja constancia de la existencia de un riguroso control, al separar aquellos transeúntes que ascendían a pie, de aquellas otras personas que lo hacían con carretas u otros medios de transporte, confluyendo ambas vías en un punto estratégico del interior, a partir del cual el camino se unificaba. 

TRANSFORMACIONES DEL S.XIX
Paralelamente, esta actuación ha permitido conocer y verificar no solo el origen medieval de sus estructuras, sino que también ha puesto de manifiesto las profundas transformaciones a las que fue sometido en la primera mitad del siglo XIX, tras la ocupación de la ciudad por las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia. “Nos referimos a los elementos defensivos creados entre 1809 y 1811, con el fin de consolidar y reforzar las defensas de la primitiva alcazaba medieval, aislándola de manera significativa del núcleo urbano. Son todas ellas estructuras que quedaron perfectamente reflejadas en la cartografía histórica de la época elaborada tanto por ingenieros militares franceses como españoles”, asegura Juan Carlos Castillo, catedrático de Historia Medieval de la UJA.

“Desgraciadamente son muchos los interrogantes y estructuras que aún están soterradas en toda la ladera norte del cerro, las cuales deberán recuperarse e integrarse en un amplio proyecto que tenga como cometido principal la revitalización de este amplio espacio periurbano de la ciudad de Jaén, un sector que cuenta con unos importantes valores patrimoniales tanto a nivel histórico como natural”, declara Juan Carlos Castillo. En este sentido, los investigadores de la UJA apuntan que aunque los resultados obtenidos han sido “bastante significativos y elocuentes de la riqueza arqueológica de este enclave”, esta actuación supone solo el inicio “debido al empaque y la complejidad de las estructuras allí existentes, lo que por otro lado, ha evidenciado la inviabilidad de que su absoluta recuperación pudiera lograrse en un marco temporal tan corto, cuatro meses, que es el periodo de duración de la formación del alumnado de la Escuela Taller del IMEFE”.

30 de abril de 2023

Valencia aprueba la declaración BIC de quince yacimientos arqueológicos

El pleno del Consell aprobó la declaración de quince yacimientos como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de zona arqueológica y paleontológica,
Yacimiento de Baños de la Reina, en Calpe (Alicante)

En concreto son 14 yacimientos arqueológicos y un yacimiento paleontológico, 5 de los cuales se encuentran en la provincia de Alicante, 5 en la de Castellón y el resto en la de Valencia.

Así en Alicante han recibido la declaración BIC los yacimientos arqueólogicos de Banys de la Reina, en Calp; Illeta dels Banyets, en El Campello; Illeta del Portitxol, en Xàbia; El Porquet 1, el único de los yacimientos paleontológicos, en Alicante, y La Cova de l’Or, en Beniarrés.

En Castellón están el yacimiento de El Punt del Cid, en Almenara; Puig de la Nau, en Benicarló; el yacimiento fenicio de Vinarragell, en Burriana; la villa romana del Benicató, en Nules, y el recinto fortificado de El Torrelló, en Onda.

Por último, en Valencia están el poblado ibérico de La Mont-ravana, en la localidad de Llíria; la necrópolis ibérica Corral de Saus, en Mogente; el poblado ibérico de la Muela de Arriba, en Requena; el yacimiento arqueológico de València la Vella, en Riba-roja de Túria, y el poblado ibérico Pico de los Ajos, en Yátova y Cortes de Pallás.

13 de julio de 2011

Arqueología: La UPV desarrolla un nuevo sistema para la catalogación de cerámicas por ultrasonidos

El nuevo sistema, que es inocuo para las piezas, puede trabajar con muestras no preparadas, el procesado de señal es rápido en la obtención de resultados y es portátil, lo cual facilita su desplazamiento para hacer análisis in situ.
 Investigadores del Grupo de Tratamiento de Señal (GTS) del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) han desarrollado un sistema de clasificación de cerámicas arqueológicas basado en el procesamiento de señal ultrasónica y que proporciona información sobre el período cronológico y el origen de los fragmentos arqueológicos de cerámica, a partir de una evaluación no destructiva por ultrasonidos, ha informado la institución académica en un comunicado.
 Según explican los investigadores del iTEAM de la UPV, en el campo de la arqueología, la tecnología de ultrasonidos se ha utilizado hasta el momento en aplicaciones como la exploración del océano para detectar restos de naufragios, el registro de imágenes de sitios arqueológicos y la limpieza de los objetos, "pero nunca para realizar la clasificación arqueológica".

 "Por medio de señales ultrasónicas, algunos parámetros relacionados con propiedades físicas del material que dependen del periodo cronológico y el lugar de origen pueden ser medidos y analizados con el fin de clasificar las piezas arqueológicas", apunta Addisson Salazar, investigador del iTEAM de la Politécnica de Valencia.

   La ventaja más importante de este sistema de clasificación, en comparación con otras técnicas, reside en que como las mediciones se llevan a cabo por medio de señales ultrasónicas, es inocuo para las piezas de cerámica. Además, puede trabajar con muestras no preparadas, el procesado de señal es rápido en la obtención de resultados y es portátil, lo cual facilita su desplazamiento para hacer análisis in situ.

   "Otros métodos existentes, tales como análisis químicos o termo-luminiscentes han demostrado que pueden medir la edad de la cerámica con exactitud, pero son costosos, difíciles de implementar, intensivos en tiempo e implican un cierto grado de destrucción de las piezas analizadas", añade Luis Vergara, profesor responsable del GTS.
   La tecnología desarrollada desde los laboratorios del iTEAM permite analizar más de 400 piezas de cerámica en 5 horas, y es  capaz de proporcionar una predicción de la fecha de origen de las piezas que no tienen claro marcadores cronológicos.

YACIMIENTOS
   Los experimentos de clasificación cronológica se hicieron en colaboración con el Instituto de Restauración del Patrimonio (IRP) de la UPV. Para ello, trabajaron con diferentes fragmentos de cerámica arqueológica correspondientes a los períodos Edad de Bronce, Ibérico, Romano y Edad Media, procedentes de diferentes yacimientos de la Comunidad Valenciana localizados en Lliria, Requena y Enguera.

   "Los resultados muestran que el porcentaje de acierto obtenido en la catalogación de los fragmentos superó el 90%, lo cual puede considerarse un buen resultado dada la dificultad del problema. La estimación del período cronológico de un fragmento arqueológico no es un trabajo fácil, especialmente si consideramos que el fragmento puede haber sido movido de su contexto original debido a migraciones, guerras, intercambios comerciales, etc. Además, algunas características externas usadas para clasificación de objetos arqueológicos, tales como formas particulares y decoraciones, podrían no ser evidentes en los fragmentos, y por lo tanto estos aspectos no darían información útil para su correcta clasificación", amplía Salazar.

   El sistema ideado por los investigadores de la UPV se puede aplicar también en la clasificación de piezas según su procedencia. El objetivo en este caso es discernir entre piezas del mismo período cronológico, pero provenientes de diferentes hornos de fabricación. "La apariencia externa de las piezas es similar, por lo que su clasificación se basa en diferencias en propiedades de los materiales y/o métodos empleados en su fabricación que serían registrados mediante señales ultrasónicas", apunta Luis Vergara.

   En este sentido, los expertos de la UPV hicieron dos experimentos en colaboración con el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Valencia: el primero de ellos consistió en clasificar piezas de cerámica romana del tipo "Terra Sigillata" de dos regiones diferentes, en concreto Arezzo -en Italia- y en el sur de Francia. El segundo experimento fue catalogar piezas medievales de Oliva y Paterna, en la Comunidad Valenciana. "Al igual que en la clasificación cronológica, los resultados de acierto en la clasificación por procedencia superaron el 90%", añade Addisson Salazar.

   El sistema de catalogación de cerámicas arqueológicas está integrado, entre otros componentes, por dos transductores de ultrasonidos, mecanismos de control de presión, un dispositivo para medir el espesor de la pieza, un dispositivo emisor/receptor de ultrasonidos, medios de digitalización y un procesador de adquisición y procesado digital de señales ultrasónicas.

PROCEDIMIENTO
   Según explican los investigadores del ITEAM, el procedimiento de catalogación de cerámicas arqueológicas está dividido en dos fases: entrenamiento y catalogación. En la primera de ellas, se construye una base de datos de referencia y un modelo a partir de los parámetros extraídos de las señales ultrasónicas medidas en piezas de período o procedencia conocida.

   "El modelo define unas regiones de clasificación que se utilizan en la fase de catalogación para asignar el período o la procedencia a un conjunto de nuevas piezas de clase desconocida con una probabilidad de acierto", explica Luis Vergara. Los algoritmos de procesado de señal y reconocimiento de patrones implementados en el sistema consisten en técnicas originales desarrolladas en el Grupo de Tratamiento de Señal de la UPV.

   Los resultados del sistema fueron publicados en el artículo 'ICA Mixtures Applied to Ultrasonic Non-destructive Classification of Archaeological Ceramics' en la revista Journal on Advances in Signal Processing de Eurasip, han concluido desde la UPV.
(Fuente: Europa Press)

17 de junio de 2013

Los yacimientos cordobeses de Torreparedones y Fuente Álamo esquivan la crisis con cinco millones de inversión

Baena ("Torreparedones") y Puente Genil ("Fuente Álamo") potencian y mejoran sus yacimientos con los más de cinco millones de euros recibidos desde 2008 mientras que los de Ategua, Medina Azahara y Cercadilla, entre otros, padecen los efectos de los recortes.
Foro romano de Torreparedones, en Baena.
En los restos del pasado están los cimientos para la cultura y la economía del futuro. La frase podría ser arqueológica por dos motivos. Primero, por referirse efectivamente a la arqueología y después, por un análisis demasiado superficial que llevara a situarla en los años de la bonanza económica en que se consignaban para el estudio de los restos sustanciosos bocados presupuestarios.

Rentabilidad social y económica
Sin embargo, al día de hoy, en plena crisis económica, la frase se la aplican dos ayuntamientos cordobeses, Baena y Puente Genil, que buscan y consiguen el dinero para invertir en dos grandes yacimientos arqueológicos: Torreparedones y Fuente Álamo. Lejos de disminuir en estos tiempos, la cantidad sigue creciendo y sus regidores no tienen la más mínima duda de la rentabilidad social y económica, justo en los años en que Ategua sigue olvidada y Medina Azahara y Cercadilla padecen los efectos de los recortes.

La alcaldesa de Baena, María Jesús Serrano (PSOE), explicó ayer a ABC que en los últimos cinco años, desde el año 2008, en el yacimiento de Torreparedones e insistió en que obedece a una apuesta para investigar este conjunto y ponerlo «al servicio de la industria turística y cultural».

Fondos FEDER para Torreparedones
La alcaldesa confesó que en estos años es muy complicado encontrar financiación, pero el Ayuntamiento de Baena se sirvió de los fondos Feder, procedentes de la Unión Europea, para la excavación y catalogación de un conjunto de importancia excepcional, donde hay restos desde la época ibérica hasta la Edad Media. La lista de hallazgos es interminable: los enterramientos, santuarios ibéricos y una cabeza del emperador Augusto son algunos de los más excepcionales, aunque también el foro y el castillo.

3,5 millones de euros desde 2008 en Torreparedones

«La arqueología es un recurso de rendimiento económico, y, además, endógeno, porque no se puede deslocalizar. En este tiempo en que muchos se han cansado del turismo de playa, el cultural es una gran opción», cuenta la alcaldesa, que insiste en valorar su repercusión económica. «A largo plazo es relativo, pero también cumple una función social. Mediante el Plan de Empleo Local se hacen contratos de 20 días de duración como peones de Arqueología, bajo la dirección de los investigadores», según la regidora. Aunque hacía décadas que se conocía la importancia del enclave, el Ayuntamiento de Baena compró Torreparedones en 2005 y comenzó en 2008 las inversiones, que desde entonces suman 3,5 millones. En este año serán de 600.000 euros para proyectos que parecen no tener fin.

Tras los últimos y trascendentales hallazgos, que han hecho del yacimiento uno de los más importantes de Andalucía, los proyectos no cesan: una visita a la caída de la tarde para este verano, la construcción de un centro de visitantes, consolidar todo lo que se ha encontrado y darlo a conocer entre los interesados, en un momento en que el número de visitantes ya es muy elevado. Un plan de intervención global en el castillo será otra de las próximas actuaciones en un lugar que no deja de deparar sorpresas. Las últimas investigaciones, difundidas hace pocos días, confirman que ya había presencia humana en el paraje 3.400 años antes de Cristo.



Tampoco el Ayuntamiento de Puente Genil le ha dado la espalda a la Villa Romana de Fuente Álamo. Hace años contó con ayuda estatal, como el uno por ciento cultural, por el que se destinó medio millón de euros, así como uno de los planes anticrisis.

5,6 millones de euros en trece años para Fuente Álamo

En el yacimiento romano de Fuente Álamo se han invertido en los últimos trece años 5,6 millones de euros. Los tres gobiernos de IU y ahora el PSOE han creído en el potencial turísticos patrimonial y de desarrollo económico de la Villa, y en la última década lo que era una promesa se está convirtiendo en un reclamo turístico y en uno de los doce conjuntos más importantes en nuestro país, así recogido en la Red de Yacimientos Romanos de España.

Un paso adelante
Entre los años 2000 y 2008 se invirtieron en el yacimiento un total de 1,1 millones de euros con inversiones del Ayuntamiento, en su mayor parte, pero también de la Junta de Andalucía. En el bienio 2009-11, ya en plena crisis económica, no se dio un paso atrás, sino que se creció. Se dio un salto muy cuantitativo en el yacimiento, con la inversión de 2,7 millones de euros, de los cuales una cuarta parte abonó el Ayuntamiento. El resto estaban a cargo del Gobierno central, Junta de Andalucía, la Diputación y la Ruta Bética Romana.

Gracias a este trabajo se pudo construir el Centro de Visitantes, la restauración general del conjunto, la puesta en valor del yacimiento y el acondicionamiento. La Villa Romana fue una residencia rural a pocos kilómetros de los núcleos urbanos, seguramente de un militar retirado. Entre sus restos sobresale por importancia el mitreo, la zona de culto al dios Mitra, y también los mosaicos. En los últimos tiempos también han aparecido restos de una arquería de época árabe.

1,6 millones en los últimos dos años
En los últimos dos años, en Fuente Álamo se ha vuelto a invertir una importante cuantía que asciende a 1,6 millones de euros, aportados entre el ayuntamiento la Ruta Bética Romana y la Junta de Andalucía, con los que se está actuando en la instalación del alumbrado y cercado del terreno. Al mismo tiempo, se sigue con las excavaciones, equipando el Centro de Visitantes.

Para el alcalde, Esteban Morales, con estos nuevos avances «se generan expectativas de lo que puede significar Fuente Álamo para Puente Genil» y «se puede seguir creciendo mejorando la calidad de esta Villa y las posibilidades de intervenir para la promoción turística».

13 de junio de 2020

Documentan una ciudad ibérica en Albalat de la Ribera (Valencia)

Datan el yacimiento en el siglo V aC y barajan que pudiera ser el eslabón que unía la costa con el interior y origen de la Sucro romana
Los especialistas hacen uso del georadar en el yacimiento de Albalat de la Ribera. FOTO: LEVANTE
Las primeras conclusiones de los arqueólogos que el pasado otoño descubrieron en Albalat de la Ribera un yacimiento que alimentó la hipótesis sobre la localización de la Sucro romana han fechado las estructuras y materiales recuperados en aquella campaña de excavaciones entre los siglos V y IV antes de Cristo, anteriores por tanto a la época imperial, por lo que consideran que podría tratarse de un asentamiento de origen íbero y el eslabón que uniese la costa con el interior.

La excavación ha proporcionado un conjunto de fragmentos cerámicos en la que destacan los contenedores: ánforas y tinajas. Si se une a su localización en las inmediaciones del río lleva a los expertos a pensar que se trata de una zona de almacenes, un poco marginal respecto a lo que sería el núcleo urbano, pero no muy alejado de él, en un lugar un poco más elevado.

Estos resultados son los que han motivado que ayer se realizara una prospección con georadar para verificar si las estructuras excavadas se pueden relacionar con una zona portuaria donde se localizarían los almacenes necesarios para el desarrollo del comercio fluvial.


Los resultados del georadar determinarán las próximas actuaciones de grupo de trabajo. «De momento estamos en la buena línea, pero habrá que esperar un poco a ver qué conclusiones se pueden obtener del resultado de la prospección para decidir dónde se pueden realizar las catas de próximas campañas», indicaron fuentes del grupo de trabajo Arqueología del Xúquer-Cabriel, que a finales de septiembre y principios de octubre de 2019 iniciaron una primera campaña de excavaciones financiada por el Ayuntamiento de Albalat en la que encontraron vestigios que podrían cambiar la historia escrita hasta el momento.

La dirección de los trabajos la integraron los miembros de este grupo de trabajo: Salvador Pardo Gordó, investigador de la Universidad de València y natural de Albalat; Enrique Gandía Álvarez, el responsable del Museo de Historia y Arqueología de Cullera; Asunción Martínez Valle, arqueóloga del Museo de Requena; Ángel Velasco Berzosa, arqueólogo y director de los museos de Xátiva, y Juan José Castellano Castillo, arqueólogo del Museo Arqueológico Municipal de Enguera.

A pesar de que consideran que es prematuro adelantar conclusiones sobre los trabajos realizados en el yacimiento de la «Vint-i-huitena», ya que el equipo se encuentra en la fase de investigación de los restos exhumados en la campaña de 2019 y de las relaciones entre las estructuras arquitectónicas y los distintos estratos identificados, sí que se vislumbran resultados muy interesantes.

«ESTRUCTURAS BASTANTE POTENTES»
La arqueóloga Asunción Martínez, al referirse a los restos arquitectónicos excavados que se han identificado, destacó ayer que «se puede tratar de estructuras bastante potentes que se pueden interpretar como muros externos de algún tipo de habitación o almacén por las dimensiones. En el interior de este espacio se localizó un hogar y, por debajo, un nivel de arrastre y de acumulación de materiales que es muy interesante evaluar». Este nivel de arrastre por los materiales lleva a los expertos a establecer una cronología del siglo V a.C. Se ha constatado la presencia de restos de fauna, destacando la documentación de bóvidos con señales de descarnado, lo que está indicando que esta especie ya se consumía en esta época en el yacimiento de la «Vint-i-huitena». Todo esto se ha localizado a poca profundidad respecto el nivel de suelo actual.

El grupo de trabajo Arqueología del Xúquer-Cabriel tiene como objeto de estudio la zona irrigada por estos dos ríos y sus afluentes. En la actualidad está trabajando sobre la génesis de la cultura ibérica en este territorio, pero actuaciones futuras pueden desarrollarse en otros períodos cronológicos como el mundo romano o la edad media. Estos ríos además de ser fuente de riqueza sirven como vía de comunicación desde la antigüedad entre la costa y el interior valenciano, por lo que sus riberas articulan el territorio y están jalonadas de importantísimos yacimiento arqueológicos.

17 de junio de 2014

Hallan restos de una mina y una fuente romanas en Santisteban del Puerto (Jaén)

Según los primeros indicios, podría tratarse de una mina de agua de época romana y los restos de una fuente, también romana, en la que se aprecia una intervención posterior de época árabe. 
En la mina se puede apreciar una intervención posterior de época árabe. Foto: José A. García-Márquez (IDEAL).
En el transcurso de las obras de acondicionamiento de la fuente de La Alcoba, situada a 500 metros del casco urbano, los operarios del Ayuntamiento de Santisteban del Puerto han hallado lo que, según los primeros indicios, podría tratarse de una mina de agua de época romana y los restos de una fuente, también romana, en la que se aprecia una intervención posterior de época árabe.

Al descubrimiento, que podría tener notable valor histórico, se llega después de la ejecución de unos trabajos municipales en los que se trataba de corregir el origen del problema que ocasionaba la reducción del caudal de esta fuente situada en las inmediaciones del camino de Las Cuevas. Para ello se realizaban las excavaciones siguiendo la canalización existente. A unos 20 metros es donde ha aparecido el conjunto de época romana.

Juan Diego Requena, alcalde de Santisteban del Puerto, ha encargado una primera valoración de los hallazgos a Jacinto Mercado, cronista oficial del municipio, licenciado en Historia que dirigió el Museo de Escultura Jacinto Higueras entre 1.997 y 2.008 y responsable desde hace años del proyecto ‘El Chinero’ con el que pretende recuperar, investigar, catalogar y difundir el patrimonio cultural de la capital del Condado. 


OTROS ELEMENTOS DESCUBIERTOS EN EL CONJUNTO
Mercado expresa que, si bien sin una intervención arqueológica, es muy difícil interpretar unas estructuras que se han venido superponiendo a lo largo del tiempo, a modo de resumen se puede señalar que los elementos encontrados que componen el conjunto son los siguientes: Una mina de agua, posiblemente de época romana; una fuente primitiva, probablemente también de época romana; restos de una edificación de planta más o menos cuadrada, 2.50 x 2.50 metros, con muros construidos en sillares regulares y altura media de 1.20 metros; suelo de ladrillos planos, tres escalones y el arranque de lo que podía ser una bóveda de cubrición; un muro ejecutado en tapial, de época árabe posterior y segunda mina de agua, bajo la estructura descrita anteriormente, con una sección de 1.20 por 0.80 con una acanaladura en el piso, horadada con dirección Sur que recorre en zig zag una distancia de unos 15 metros. Por último, restos de atanores de canalización hacía la fuente actual fabricados en cerámica vidriada.

A partir de ahora el objetivo del Ayuntamiento es ultimar un estudio definitivo, realizar una intervención para reconstruir la fuente tal como era en origen y recrear este conjunto histórico monumental con predomino de elementos romanos.