Los especialistas que trabajan en el yacimiento arqueológico de Las Picarazas, que se encuentra entre los términos municipales valencianos de Chelva y Andilla y es uno de los de mayor antigüedad de Europa, han hallado evidencias de presencia humana, como industria lítica y huesos de animales con marcas de ésta.
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Rafa Martínez asegura que "no es descabellado que pudieran aparecer restos humanos". FOTO. EUROPA PRESS |
En este sentido, el arqueólogo responsable del proyecto, Rafa Martínez, ha subrayado que una de las razones de "la excepcional importancia del yacimiento" es "la conservación de los materiales y un conjunto de fauna riquísimo en especies, en el que, además, son patentes las marcas y señales de actividad humana, como descarnados o percusiones para extraer la médula", ha puesto como ejemplo.
El especialista ha recalcado que estas señales conforman "una serie de evidencias que indican que los homínidos frecuentaron este lugar en fechas tan antiguas". Y ha agregado: "De momento tenemos la huella de su presencia, pero no es descabellado pensar que pudieran aparecer restos humanos".
PRIMEROS TESTIMONIOS
Por su parte, Carmen Pérez, del Ivacor, ha querido destacar que el Alto de las Picarazas "conserva los primeros testimonios de presencia humana de la Comunitat y que es uno de los yacimientos con presencia humana más antiguos de la Península Ibérica".
El yacimiento se localiza entre los términos municipales de Andilla y Chelva, en la comarca de Los Serranos, provincia de Valencia y su cronología está en torno a 1,3 y 1,5 millones de años, en el Pleistoceno Inferior.
Se trata de un conjunto de cavidades de origen cárstico que contienen rellenos detríticos con abundantes restos óseos de cronología Pleistocena, que fueron descubiertas como consecuencia de los trabajos de construcción del Parque Eólico Peñas de Dios II.
En este sentido se han encontrado herramientas realizadas en sílex y cuarcita, abundantes huesos de animales con marcas de carnicería y huesos quemados. Estas evidencias indican la presencia de homínidos en nuestras tierras en fechas tan tempranas, detalla la Generalitat en un comunicado.
ESTUDIOS ARQUEOLÓGICOS Y PALEONTOLÓGICOS
El Àrea d'Arqueologia i Paleóntologia de CulturArts Ivacor se ha ocupado de la restauración de los materiales arqueológicos y del estudio paleontológico. Estos estudios, junto a los elaborados por un equipo en el que se integran arqueólogos o geomorfólogos, permitieron demostrar la presencia humana en unas fechas de entre 1,3 y 1,5 millones de años.
Una de las evidencias de presencia humana en el yacimiento es el hallazgo de industria lítica: herramientas y restos de talla en sílex y cuarcitas. Se trata de utensilios del denominado Modo 1º "industrias olduvayenses", de pequeño tamaño utilizados para cortar carne, (Marcas de carnicería).
La existencia de huesos animales (caballos y bisontes primitivos) con marcas realizadas con un útil lítico y de huesos de conejo con marcas de carnicería y de dentición humana, indican que Homo Sapiens frecuentó el yacimiento en los momentos más antiguos de la secuencia (nivel IV). También se observa la presencia de huesos quemados: astillas y fragmentos óseos con marcas de combustión.
La cronología del nivel IV (1,3 y 1,5 Ma) hace del Alto de las Picarazas uno de los yacimientos con presencia humana más antiguos de Europa junto a Pirro Nord, en Italia (1,3-1,5 Ma.). De cronología similar serían los yacimientos de la Península Ibérica de Fuente Nueva-3 y Barranco León-5 con 1.3 Ma., y la Sima del Elefante de Atapuerca de 1,4-0,78 Ma.