El Ayuntamiento de Miranda de Ebro (Burgos) iniciará en una semana el procedimiento administrativo para la contratación de la segunda fase de las obras de rehabilitación del castillo de La Picota. El proyecto que contará con ocho meses para su ejecución, contará con un presupuesto base de partida de 1,2 millones de euros. Supondrá la consolidación definitiva de una estructura que en su momento llegó a considerarse como inexistente por la administración regional.
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Los trabajos pendientes permitirán consolidar los restos de la fortaleza
como elemento de atracción turística. Foto: AVELINO GÓMEZ |
«Miranda no tiene castillo». Esa era la frase que figuraba en un documento de denegación de ayudas firmado en Valladolid. Transcurridos seis años, la ciudad ha redescubierto lo que está llamado a convertirse en uno de sus emblemas históricos y turísticos que apuntalarán la recuperación de Casco Viejo. Pese a la estrechez económica, el proyecto sigue su curso gracias a la financiación de la primera fase de las ayudas del Urban y al ahorro que supuso la contratación con Técnicas para la Restauración y Construcciones SA (Trycsa) de la primera fase -537.000 (633.461,87 euros IVA incluido), un 21% menos que el presupuesto base de licitación, que ascendía a 681.000, sin la carga impositiva-.
El plan de remate ha tenido que modificarse parcialmente después de que en diciembre del pasado año, los operarios de Trycsa sacasen a la luz la existencia de una muralla anterior de estilo italiano, datada en el siglo XVI, de la que los expertos no tenían conocimiento. En los últimos, además, se han localizado partes de estructura en piedra que podrían ser incluso anteriores, relacionadas con la primigenia pequeña iglesia de Santa María, demolida precisamente para aprovechar el cerro como escenario de la fortaleza militar.
Pero el supuesto no está aún confirmado; su relevancia histórica y patrimonial está aún por determinar. De momento el valor confirmado es del cierre italiano, en forma de puntas, que se va a tener en cuenta a la hora de remachar la rehabilitación.
En la memoria del proyecto se contempla el control arqueológico mediante excavación de la zona oeste, una prospección arqueológica en el sur de la barbacana, la excavación y limpieza arqueológica del acceso al laberinto, documentación arqueológica Fábrica de luz, control de la eliminación de los tubos de agua que atraviesan la barbacana y la toma de muestras arqueométricas.
En lo que se refiere a la subida por lo que se denomina como el laberinto (en uno de los laterales de la fortaleza) se ha acordado no ejecutar «la parte del trazado situada al este de la batería del rey para evitar invadir los terrenos bajo el lienzo norte de la muralla (la parte visible desde la ciudad) al no estar disponibles actualmente».
Recrecimiento
Una de las acciones más importantes tendrán que ver con la propia barbacana y los nuevos hallazgos. Si hasta ahora los trabajos se han centrado en la consolidación de los restos existentes, en esta segunda fase, «se acometerá el recrecimiento previsto» o, lo que es lo mismo, se descubrirá una mayor superficie y altura.
En esa misma zona se prevé también el desvío de las tuberías que existen fuera del ámbito de la barbacana «puesto que su presencia distorsiona de un modo importante la configuración» de todo ese entorno, además de no ayudar a una interpretación visual correcta para los visitantes.
El desvío de estas mismas canalizaciones por la cara norte, al no existir terreno suficiente, no se va a poder completar conforme al plan inicial. En el propio proyecto se asume que, en este caso, «se ejecutará en la medida de lo posible».
Se propone, mientras tanto, un reajuste provisional que pasaría por «un desvío del actual paso de los conductos por la barbacana, que se realizaría por el exterior (sur-este) de la misma», según la recomendación de los técnicos. Las tuberías transcurrirían, por tanto, por la zona este, que también deberá ser excavada.
El paseo semicircular habilitado para la conexión con el antiguo castillo quedará definitivamente conectado. Al mismo tiempo, la escalera de acceso desde Callejonda, que discurre junto a la Residencia Mixta, se va a renovar completamente -hay que recordar que el otro acceso, a través del ascensor del Jardín Botánico, quedaría solventado en la primer fase-.
El trazado de la escalera, en el otro flanco de acceso, va a seguir siendo el mismo. De entrada se realizará el desbroce y la limpieza tanto del terreno por el que transcurre como de la zona que pueda ocuparse. Y es que, además de la reforma integral de la propia estructura de peldaños, se colocará un doble barandillado en todo el tramo así como distintos elementos de mobiliario urbano.
