google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Geomagnetismo
Mostrando entradas con la etiqueta Geomagnetismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Geomagnetismo. Mostrar todas las entradas

25 de julio de 2013

La magnetometría revela estructuras ocultas en el yacimiento de El Castillón (Zamora)

El yacimiento de El Castillón, situado en Santa Eulalia de Tábara (Zamora), guarda estructuras aún no descubiertas por los arqueólogos que han trabajado en la zona durante cinco campañas según los estudios de magnetometría realizados en los últimos días. La Asociación Zamora Protohistórica reanudará las excavaciones en el castro zamorano de época tardoantigua con 45 participantes de seis países
Trabajos de magnetometría en el yacimiento de El Castillón. FOTO: Zamora Protohistórica
La información del subsuelo obtenida mediante esta tecnología podrá ser contrastada gracias a los nuevos trabajos de excavación que la Asociación Zamora Protohistórica desarrollará entre el 5 y el 30 de agosto de 2013. 

“La magnetometría ha permitido descubrir algunas estructuras que no eran perceptibles en superficie, como muros localizados a gran profundidad, derrumbes de las viviendas e indicios de niveles de incendio”, explica a DiCYT Jose Carlos Sastre Blanco, que junto a Patricia Fuentes Melgar y Óscar Rodríguez Monterrubio, dirige el Proyecto de Investigación y Difusión del Patrimonio Arqueológico Protohistórico de la Provincia de Zamora (P.I.D.P.A.D.Z.).

Esta tecnología se basa en la detección de variaciones locales en la intensidad del campo magnético terrestre, conocidas como anomalías magnéticas. Dichas variaciones pueden tener una explicación geológica, pero también un origen humano, por lo que la magnetometría resulta útil en investigaciones arqueológicas para hallar indicios de construcciones.

Qué detecta un magnetómetro

Cuando se investigan restos arqueológicos que están bajo la superficie, materiales como la piedra caliza o las arcillas que conforman los adobes poseen una susceptibilidad magnética baja, explican los expertos de la empresa Arbotante, por lo que ofrecerán un magnetismo inferior al que caracteriza los sedimentos que le rodean haciendo posible de este modo detectar muros y estructuras con esta técnica. Por el contrario, hoyos, zanjas y fosas estarán rellenos de tierra húmica, carbones, fragmentos cerámicos, elementos todos con un alto grado de susceptibilidad que, por tanto, arrojan unos niveles magnéticos superiores a los depósitos geológicos que los rodean y que quedarán reflejados en el magnetómetro como alteraciones magnéticas positivas.

Todo esto se conoce como magnetismo inducido, pero existe otro fenómeno magnético más conocido y aplicado desde hace más tiempo en la Arqueología, la termomagnetización remanente. Hornos, hogares y suelos de barro quemados están hechos generalmente con arcilla y ésta contiene, en menor o mayor medida, partículas de óxido de hierro que al calentarse se convierten en magnetita o megatita, materiales con un elevado grado de magnetización, por lo que ofrecen al magnetómetro un fuerte contraste respecto al campo magnético de su entorno.

El objetivo es tener la mayor información posible antes de excavar para seleccionar los lugares más adecuados de acuerdo con los objetivos científicos. En este caso, “los resultados obtenidos proporcionan un primer acercamiento de los estratos arqueológicos antes de comenzar la excavación”, señala Jose Carlos Sastre, que junto con el resto del equipo de investigación podrá comprobar en las próximas semanas si la prospección mediante magnetometría se corresponde con la realidad en cuanto a muros o estructuras de combustión. 


Hornos metalúrgicos,
viviendas, cerámicas,
pendientes y botones
de hueso
Gráfico del subsuelo resultado de un estudio de magnetometría.
Foto: Arbotante.
Gracias a los trabajos realizados durante cinco veranos consecutivos a orillas del río Esla, entre 2007 y 2011, en el yacimiento de El Castillón se ha descubierto una muralla muy bien conservada, dos hornos metalúrgicos y una vivienda con tres habitaciones, dedicada una de ellas al almacenamiento de productos. También se encontraron magníficos materiales como cerámicas de gran calidad, pendientes o botones de hueso pertenecientes a la Edad del Hierro y sobre todo a un asentamiento tardorromano del siglo V d.C. Todo ello aporta muchísima información acerca de una época histórica muy poco documentada, especialmente en esta zona, de manera que tiene un extraordinario valor científico.

Un proyecto que sobrevive gracias a la microfinanciación
Sin embargo, la falta de financiación paralizó el proyecto en 2012, que se retoma ahora gracias a una iniciativa de microfinanciación ocrowdfunding por la que decenas de personas han apoyado el proyecto, que ha conseguido recaudar más de 3.500 euros. Por eso, en esta próxima campaña participarán unas 45 personas, procedentes de seis países: España (Galicia, Asturias, Castilla y León, Madrid, Cataluña, Castilla La Mancha, Extremadura, Aragón y Andalucía), Francia, Italia, Tanzania, Brasil y Portugal. Se trata de voluntarios vinculados con la arqueología, en su mayoría jóvenes estudiantes, que no sólo contribuirán con su esfuerzo, sino que tendrán la oportunidad de conocer la provincia de Zamora y su riqueza natural y cultural.

Esta vez “los objetivos se centran en finalizar la excavación en las últimas habitaciones de la gran estructura habitacional, situada en la zona central del poblado; ampliar el área de excavación del sector metalúrgico; estudiar las estructuras relacionas con el procesado y fabricación de útiles de hierro; y realizar un pequeño sondeo en una de las estructuras habitacionales del Sector Sur que nos permita continuar con las excavaciones en el futuro”, señala Jose Carlos Sastre.

24 de junio de 2012

El paleomagnetismo, tecnología para resolver los interrogantes de la Arqueología

Hasta la fecha, el dato más antiguo obtenido por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) se remonta a hace 1.200.000 años.


Con la llegada de los meses de verano, la actividad en los distintos yacimientos arqueológicos diseminados por la región se multiplica. Los equipos de investigación aprovechan el buen tiempo para obtener mejores resultados, y el fruto de su esfuerzo debe ser catalogado y estudiado para determinar su antigüedad y su utilidad arqueológica. Y estas operaciones realizan en el CENIEH, que está ubicado en Burgos.

A este centro -- uno de los más avanzados en la materia a nivel mundial -- llegan muestras de los yacimientos de Atapuerca, Orce o, incluso, del Norte de África.

Para saber la edad de un fósil, el primer paso es averiguar la edad del suelo donde es hallado. Bastan diez centímetros cúbicos de sedimento para que los magnetómetros detecten la orientación de las partículas de óxido de hierro. A 269 grados bajo cero, este sofisticado instrumento ofrece una fecha aproximada.

"Si encontramos sedimentos cuyos óxidos de hierro apunten hacia el sur sabemos automáticamente que tienen una antigüedad superior a los 780.000 años", explica Joseph María Parés, coordinador de los programas de geocronología del CENIEH.

Mathieu Duval, uno de los científicos integrados en el centro, añade que "desde aquí podemos datar hasta el Pleistoceno Inferior. Es decir, las primeras ocupaciones humanas en el continente europeo".

Hasta la fecha, el dato más antiguo obtenido por el CENIEH se remonta a hace 1.200.000 años.

(Fuente: Radio Televisión de Castilla y León)

11 de enero de 2012

La villa romana de La Olmeda (Palencia) abre sus puertas al Instituto Catalán de Arqueología Clásica

El centro que vela por el legado de Pedro de Palol colaborará en las prospecciones geomagnéticas de la villa palentina.
Acceso a la villa romana de La Olmeda en Pedrosa de la Vega (Palencia).
El Instituto Catalán de Arqueología Clásica se unirá a las nuevas investigaciones de la villa romana de La Olmeda, ubicada en Pedrosa de la Vega. Mediante una colaboración económica con la Diputación de Palencia de 9.000 euros, el centro catalán trabajará en las prospecciones geomagnéticas de la finca y en los terrenos anexos, con su personal y equipos especializados. Asimismo, colaborará con la villa romana de La Olmeda en el análisis e identificación de los materiales pétreos encontrados en las diversas campañas de excavación. El acuerdo alcanzado con la Diputación establece que el instituto catalán permitirá la consulta de su biblioteca y archivo fotográfico y cinematográfico al personal investigador de La Olmeda.
La colaboración de la institución provincial palentina con el Instituto Catalán de Arqueología Clásica, que tiene su sede en Tarragona, se materializará en un convenio que firmarán el presidente de la Diputación, José María Hernández, y la directora del centro, Isabel Rodá de Llanza. El contenido del convenio ha sido ya aprobado por la Junta de Gobierno de la Diputación. Aunque no existe una consignación presupuestaria ni convocatoria de ayudas en las que esta colaboración tenga cabida, la firma del convenio se justifica porque el instituto catalán es propietario del legado del catedrático de Arqueología Pedro de Palol, que fue el primer director de las excavaciones de La Olmeda, así como de otras que tuvieron lugar en Palencia entre 1968 y 1987, como la Villa Posídica de San Isidro de Dueñas. Asimismo, la Diputación ha tenido en cuenta que las actividades del centro catalán repercuten en el conocimiento de la provincia y en especial en el estudio y difusión de La Olmeda.
El convenio establece que las dos instituciones se prestarán mutua ayuda en todo lo relativo al estudio y divulgación de los yacimientos arqueológicos de la provincia de Palencia, en especial en aquellos en los que intervino Pedro de Palol Salellas. En un anterior convenio entre la Diputación y el instituto catalán, firmado en febrero de 2009, se acordó que la institución palentina recibiría -lo hizo en mayo de 2010- una copia en disco duro informático con textos, mapas, dibujos y fotografías inéditas del legado del doctor Palol sobre excavaciones palentinas.
Interior de la villa de La Olmeda.
Finalmente, la Diputación y el instituto se comprometen a establecer las fórmulas más adecuadas que permitan materializar otras colaboraciones, incluida la presencia de personal de ambas instituciones o becarios de las mismas, tanto en el centro catalán como en La Olmeda.
(Fuente: El Norte de Castilla / Fernando Moreno)