google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Arbotante
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26 de mayo de 2023

Así es la armadura del siglo XVI hallada en el castillo salmantino de Matilla

Rodillera de la armadura. AYUNTAMIENTO
El Museo de Salamanca será el destino final de estas piezas de gran valor así como la munición encontrada. Hace unos días este blog se hizo eco de la noticia.

Los trabajos de excavación arqueológica y documentación que se están llevando a cabo en el castillo de Matilla de los Caños del Río, en la provincia de Salamanca, están siendo enormemente fructíferos, ya que además de que han conseguido sacar a la luz un aljibe subterráneo y las torres circulares de la fortaleza, ahora hay que sumar un compendio de armas medievales. O dicho de otro modo, una armadura con todas sus piezas o panoplia que son del siglo XVI, según los expertos.

"La armadura encontrada en las excavaciones realizadas cuenta con todas sus piezas funcionales", señala el arqueólogo Iván García, quien explica que está consta de celada, peto, espaldera, coderas, grebas y demás protecciones para brazos y piernas.

Además, apunta que esta panoplia va acompañada de una ballesta con incrustaciones de hueso, un cuchillo y bastante munición, según un comunicado de Arbotante recogido por Europa Press.

Y es que entre los hallazgos, García pone en valor que se hayan encontrado en las puntas de ballesta que hemos desde cuadrillos, que rompían las corazas, hasta puntas de púa que penetraban las cotas de malla, así como munición en forma de bolaños de metal y piedra.

El equipo de arqueólogos de Arbotante ultima el estudio que se realiza desde sus instalaciones en el Parque Científico de la Universidad de Valladolid, donde se custodian transitoriamente los restos, para su depósito final en el Museo de Salamanca, que se llevará a cabo durante los próximos días.

Este proyecto ha sido promovido por el consistorio de Matilla de los Caños del Río, ha contado con la experiencia de más de una década de la empresa de arqueología Arbotante Patrimonio e Innovación, quienes en quienes han confiado para llevar a cabo el estudio arqueológico previo necesario para el ajardinamiento de los accesos y entorno del castillo que se desarrollará en el marco de la escuela taller "Jardines de la Dehesa Charra".

25 de julio de 2013

La magnetometría revela estructuras ocultas en el yacimiento de El Castillón (Zamora)

El yacimiento de El Castillón, situado en Santa Eulalia de Tábara (Zamora), guarda estructuras aún no descubiertas por los arqueólogos que han trabajado en la zona durante cinco campañas según los estudios de magnetometría realizados en los últimos días. La Asociación Zamora Protohistórica reanudará las excavaciones en el castro zamorano de época tardoantigua con 45 participantes de seis países
Trabajos de magnetometría en el yacimiento de El Castillón. FOTO: Zamora Protohistórica
La información del subsuelo obtenida mediante esta tecnología podrá ser contrastada gracias a los nuevos trabajos de excavación que la Asociación Zamora Protohistórica desarrollará entre el 5 y el 30 de agosto de 2013. 

“La magnetometría ha permitido descubrir algunas estructuras que no eran perceptibles en superficie, como muros localizados a gran profundidad, derrumbes de las viviendas e indicios de niveles de incendio”, explica a DiCYT Jose Carlos Sastre Blanco, que junto a Patricia Fuentes Melgar y Óscar Rodríguez Monterrubio, dirige el Proyecto de Investigación y Difusión del Patrimonio Arqueológico Protohistórico de la Provincia de Zamora (P.I.D.P.A.D.Z.).

Esta tecnología se basa en la detección de variaciones locales en la intensidad del campo magnético terrestre, conocidas como anomalías magnéticas. Dichas variaciones pueden tener una explicación geológica, pero también un origen humano, por lo que la magnetometría resulta útil en investigaciones arqueológicas para hallar indicios de construcciones.

Qué detecta un magnetómetro

Cuando se investigan restos arqueológicos que están bajo la superficie, materiales como la piedra caliza o las arcillas que conforman los adobes poseen una susceptibilidad magnética baja, explican los expertos de la empresa Arbotante, por lo que ofrecerán un magnetismo inferior al que caracteriza los sedimentos que le rodean haciendo posible de este modo detectar muros y estructuras con esta técnica. Por el contrario, hoyos, zanjas y fosas estarán rellenos de tierra húmica, carbones, fragmentos cerámicos, elementos todos con un alto grado de susceptibilidad que, por tanto, arrojan unos niveles magnéticos superiores a los depósitos geológicos que los rodean y que quedarán reflejados en el magnetómetro como alteraciones magnéticas positivas.

Todo esto se conoce como magnetismo inducido, pero existe otro fenómeno magnético más conocido y aplicado desde hace más tiempo en la Arqueología, la termomagnetización remanente. Hornos, hogares y suelos de barro quemados están hechos generalmente con arcilla y ésta contiene, en menor o mayor medida, partículas de óxido de hierro que al calentarse se convierten en magnetita o megatita, materiales con un elevado grado de magnetización, por lo que ofrecen al magnetómetro un fuerte contraste respecto al campo magnético de su entorno.

El objetivo es tener la mayor información posible antes de excavar para seleccionar los lugares más adecuados de acuerdo con los objetivos científicos. En este caso, “los resultados obtenidos proporcionan un primer acercamiento de los estratos arqueológicos antes de comenzar la excavación”, señala Jose Carlos Sastre, que junto con el resto del equipo de investigación podrá comprobar en las próximas semanas si la prospección mediante magnetometría se corresponde con la realidad en cuanto a muros o estructuras de combustión. 


Hornos metalúrgicos,
viviendas, cerámicas,
pendientes y botones
de hueso
Gráfico del subsuelo resultado de un estudio de magnetometría.
Foto: Arbotante.
Gracias a los trabajos realizados durante cinco veranos consecutivos a orillas del río Esla, entre 2007 y 2011, en el yacimiento de El Castillón se ha descubierto una muralla muy bien conservada, dos hornos metalúrgicos y una vivienda con tres habitaciones, dedicada una de ellas al almacenamiento de productos. También se encontraron magníficos materiales como cerámicas de gran calidad, pendientes o botones de hueso pertenecientes a la Edad del Hierro y sobre todo a un asentamiento tardorromano del siglo V d.C. Todo ello aporta muchísima información acerca de una época histórica muy poco documentada, especialmente en esta zona, de manera que tiene un extraordinario valor científico.

Un proyecto que sobrevive gracias a la microfinanciación
Sin embargo, la falta de financiación paralizó el proyecto en 2012, que se retoma ahora gracias a una iniciativa de microfinanciación ocrowdfunding por la que decenas de personas han apoyado el proyecto, que ha conseguido recaudar más de 3.500 euros. Por eso, en esta próxima campaña participarán unas 45 personas, procedentes de seis países: España (Galicia, Asturias, Castilla y León, Madrid, Cataluña, Castilla La Mancha, Extremadura, Aragón y Andalucía), Francia, Italia, Tanzania, Brasil y Portugal. Se trata de voluntarios vinculados con la arqueología, en su mayoría jóvenes estudiantes, que no sólo contribuirán con su esfuerzo, sino que tendrán la oportunidad de conocer la provincia de Zamora y su riqueza natural y cultural.

Esta vez “los objetivos se centran en finalizar la excavación en las últimas habitaciones de la gran estructura habitacional, situada en la zona central del poblado; ampliar el área de excavación del sector metalúrgico; estudiar las estructuras relacionas con el procesado y fabricación de útiles de hierro; y realizar un pequeño sondeo en una de las estructuras habitacionales del Sector Sur que nos permita continuar con las excavaciones en el futuro”, señala Jose Carlos Sastre.