google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

21 de julio de 2017

El Cerro de la Merced afronta su sexta campaña de investigación

Las labores se centrarán en el trabajo de laboratorio sobre los materiales encontrados en años anteriores, así como el cerramiento y la protección del yacimiento de Cabra (Córdoba)
Presentación de la campaña en el Museo Arqueológico de Cabra. FOTO: A.J. ROLDÁN
Por sexto año consecutivo el Ayuntamiento de Cabra ha dado inicio a la campaña estival de estudio en el yacimiento del Cerro de la Merced, un poblado íbero ubicado en el término municipal egabrense y en el que un equipo de arqueólogos comandados por el doctor en Prehistoria Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, Fernando Quesada, viene desarrollando un concienzudo programa de excavación e investigación que está dando sus frutos, puesto que las conclusiones recabadas hasta el momento han conseguido llamar la atención de la comunidad científica internacional al considerarse un fiel testimonio de la vida de las comunidades íberas en la península entre los siglos IV y I antes de Cristo.

Para esta nueva edición, que dará comienzo en los próximos días, los investigadores fijarán la prioridad en la consolidación, protección y puesta en valor del yacimiento, empleando para ello novedosas técnicas de reconstrucción digital para una mejor comprensión por parte del visitante. Además, ya se trabaja en el estudio de los materiales hallados con vistas a su publicación, para lo cual se desarrollará una nueva campaña de análisis de las cerámicas, armas, molinos o utensilios de piedra y metal encontrados en el Cerro de la Merced.

Así se hizo público ayer en un acto al que asistió, además del alcalde egabrense, Fernando Priego, y el profesor Quesada, el arqueólogo provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, Alejandro Ibáñez, dada la colaboración institucional entre ambas administraciones en torno a este proyecto.

TRABAJO DE LABORATORIO
"Por cada hora de trabajo en el campo hay tres en el laboratorio", indicó el arqueólogo, quien justificó que en este sexto año la actividad se centre en la investigación y el estudio de lo ya encontrado. Un trabajo que "está permitiendo descubrimientos" como, entre otros, el hallazgo de una moneda con estampaciones y símbolos que la ubican en 1659 y relaciona el yacimiento con el proceso de búsqueda de tesoros registrado tras la expulsión de los moriscos por Felipe IV, "que supuestamente habían dejado riquezas escondidas a la espera de su vuelta", o la aparición de cuatro hachas pulidas de origen neolítico "de casi 4.000 años antes de la datación del poblado" en la zona del palacio de aquel asentamiento.

Igualmente, el equipo investigador se encuentra culminando el proceso de dibujo técnico y digitalización de alrededor de dos millares de piezas encontradas en el Cerro de la Merced "con vistas a la presentación de la memoria provisional de resultados" a la Junta de Andalucía que permitirá "adelantar el proceso de declaración como Bien de Interés Cultural del yacimiento", algo que le otorgará "una categoría reconocida para su protección" y "gran valor", precisó Quesada.

APUESTA POR LA ARQUEOLOGÍA
"No va a haber excavación en el Cerro de la Merced pero eso no significa que el proyecto esté acabado", aclaró el regidor egabrense, quien agradeció la "importante responsabilidad" que asumieron el profesor Quesada y su equipo con el yacimiento, consiguiendo colocar al municipio en el mapa de la arqueología nacional gracias tanto a este asentamiento íbero como a las cuevas artificiales de La Beleña, que están siendo excavadas por expertos de la universidad canaria de La Laguna. Para ambos, el Consistorio ha destinado solo en esta anualidad más de 100.000 euros de presupuesto, a lo que hay que sumar la partida de 50.000 euros dirigidos a sufragar los gastos de construcción de muros de contención y cerramiento del campo de trabajo ayer presentado.

20 de julio de 2017

Las investigaciones confirman la localización de la ciudad íbera de Iliturgi en Mengíbar (Jaén)

Los trabajos, dirigidos por los investigadores del Instituto Universitario de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, Juan Pedro Bellón y Carmen Rueda, se han desarrollado durante los meses de junio y julio dentro de la campaña de excavación y microprospección realizada en el proyecto 'Iliturgi Delenda Est', que ha contado con la financiación del Ayuntamiento de Mengíbar y del Instituto de Estudios Giennenses (IEG).
El equipo de investigación ha encontrado evidencias del asedio que sufrió la ciudad ibérica. FOTO: EP
El Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén ha documentado un oppidum ibérico de los siglos IV y III antes de Cristo, en el paraje conocido como Cerro de la Muela, en Mengíbar (Jaén), y se corresponden con ciudad íbera de Iliturgi, destruida y abandonada como consecuencia del asedio militar romano en el contexto de la Segunda Guerra Púnica.

Juan Pedro Bellón aseguró en rueda de prensa que los restos del asedio localizados son trascendentales para la investigación de la historia militar romana y vuelven a poner en primer plano las investigaciones arqueológicas realizadas en la provincia de Jaén.

"Si la ciudad romana de Iliturgi se encuentra en Cerro Maquiz, el oppidum íbero estaría en el Cerro de La Muela, donde hemos constatado, por primera vez en la península, los restos de artillería romana, concentrados en el entorno de uno de los accesos a la acrópolis del asentamiento", dijo Bellón.

MÁQUINAS DE GUERRA
El director añadió que tras la toma de Carthagonova (209 a.C.), Escipión no sólo consiguió un importante botín, sino que accedió al arsenal cartaginés de la ciudad. Sólo tres años después, en el 206 a.C. las 'máquinas de guerra' capturadas como botín en Carthagonova fueron utilizadas por el ejército romano en el Cerro de la Muela para asediar y destruir la ciudad ibera de Iliturgi.

Es por ello por lo que el investigador considera que el hallazgo "convierte al sitio en único, desde el punto de visto arqueológico, del conocimiento y patrimonial, creándose una relación entre la puesta en valor del sitio en Mengíbar en un futuro y la aportación al futuro Museo de Arte Ibero, puesto que van a ser piezas únicas que aportarán valor al museo".

UNA CIUDAD NUEVA
Balas de plomo, monedas, puntas de flechas son algunos de los múltiples restos arqueológicos localizados en el entorno de la fortificación y con el que se demuestra el asedio que sufrió esta ciudad que quedó destruida. De hecho, los romanos optaron por Cerro Maquiz, a varios kilómetros, para volver a levantar la Iliturgi romana, lo que explica que debajo de los restos romanos no se encontraran los vestigios de la original ibera.

Para la localización del sitio la fotografía aérea de los años 45 y 46 ha sido "fundamental". "La descripción de Tito Livio sobre la destrucción de Iliturgi nos dice que primero se produjo la toma de la ciudadela y después se bajó al resto de la ciudad, lo que coincide con la topografía del sitio", ha explicado Bellón.

En 1945 la huella es muy evidente, la fortificación de la ciudad estaba conservada. Actualmente ha desaparecido esa huella, pero "estamos convencidos de que si excavamos, la vamos a encontrar". Aproximadamente, la superficie del oppidum tiene entre 12 y 14 hectáreas, lo que da cuenta de su importancia en el Alto Guadalquivir tanto en tamaño como por la posición estratégica que ocupa en el territorio.

En los trabajos han participado además miembros del Departamento de Cartografía, Geodésica y Fotogrametría de la Universidad de Jaén, equipos de la Universidad Complutense de Madrid que se ha encargado de la prospección georradar, así como los laboratorios de Paleoambiente y Arqueometría del propio Instituto de Arqueología Ibérica de la UJA, que ha realizado los análisis químicos de los elementos encontrados como tachuelas y restos de artillería romana.

SOLICITUD BIC
Con el objetivo de preservar el sitio, el Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA ultima el expediente para solicitar su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), a instancias del Ayuntamiento de Mengíbar. En la presentación de estos resultados, el alcalde del municipio, Juan Bravo, ha anunciado además la intención del consistorio de adquirir los terrenos, con el objetivo también de facilitar futuras intervenciones arqueológicas, así como la compra de la Casa Palacio de Mengíbar, para habilitar un centro de interpretación.

"UNA INVERSIÓN SIEMPRE RENTABLE"
Por su parte, el Director del Instituto Universitario de Arqueología Ibérica, Manuel Molinos, ha asegurado que "la inversión en arqueología siempre es rentable", ya que en su opinión "produce conocimiento, es un elemento de identificación cultural de la población con su pasado e historia, pero también tiene una rentabilidad a efectos económicos, porque poniendo en valor los sitios, esa transferencia a la sociedad acaba generando un reingreso de lo invertido en la economía de los municipios".

Por último, Carmen Rísquez, en representación de la Sección de Arqueología del Instituto de Estudios Giennenses, aseguró que "los resultados del proyecto cumplen los objetivos marcados" y ha apuntado la necesidad de incluir en un futuro el sitio en los circuitos ya existentes como el Viaje al Tiempo de los Iberos.

SERIE DOCUMENTAL
Tanto los restos documentados como la particularidad y originalidad de los mismos, únicos en el ámbito del Mediterráneo antiguo, permiten evaluar el inicio de un proyecto de puesta en valor del sitio, dada su privilegiada localización y fácil acceso desde una de las vías de comunicación de la provincia, la A-44. En este sentido, la productora británica October Films se ha interesado por los resultados del proyecto y los ha incluido en una serie documental de ocho capítulos sobre la Historia de Roma.

(Fuente: Ideal / EP)

19 de julio de 2017

Una excavación confirma que uno de los muros de la Mezquita-Catedral de Córdoba se reconstruyó en el siglo XV

Los trabajos de la segunda puerta analizan los distintos niveles en el suelo hasta la época de Abderramán I
Excavaciones en el vano de la nave 17 de la Mezquita Catedral. FOTO: ROLDÁN SERRANO
No sorpresas, pero sí confirmaciones. Las excavaciones arqueológicasen el vano de la nave 17 de la Mezquita-Catedral, necesarias para la construcción de la segunda puerta que sustituya a la celosía, han servido para encontrar mucha información que confirma las hipótesis de lo que se pensaba de la historia del edificio. Ahora hay pruebas físicas.

Gabriel Rebollo, uno de los arquitectos conservadores del templo, explicó que las excavaciones han corrido a cargo de la empresa Arqueobética, cuyos profesionales han analizado lo encontrado hasta una profundidad de dos metros. Allí han aparecido dos cuerpos enterrados, algo que no es extraño porque todo el subsuelo del templo está lleno de ellos. Son del siglo XV, de época cristiana, y están dispuestos de este a oeste.


INFORME A LA JUNTA
Lo esencial, sin embargo, ha sido el análisis de las estructuras, que ha permitido conocer el suelo de la Mezquita-Catedral en distintas épocas, desde ahora «hasta Abderramán I y antes». Y han confirmado algo que se sospechaba: «que los arcos de esta zona se derrumbaron y hubo que hacer una cimentación nueva». Es decir, que está el muro de Abederramán I, pero hubo que sustituirlo, en el siglo XV, por otro, ante el mal estado del primero.

Era algo que se suponía antes de empezar los trabajos, que allí estaría el muro de cimentación de la mezquita primitiva, y se ha confirmado. Ahora se elevará un informe a la Junta de Andalucía, para que la Comisión Provincial de Patrimonio determine qué hacer con los restos encontrados.

(Fuente: ABC / Luis Miranda)

18 de julio de 2017

Descubren una necrópolis prehistórica bajo otra visigoda en Sena (Huesca)

Un equipo de arqueólogos descubre un campo de urnas prehistórico de hace 3.000 años debajo de un cementerio visigodo del siglo V en la localidad oscense de Sena
Los arqueólogos y voluntarios trabajan contra reloj para recabar toda la información antes del próximo sábado. 
Una excavación arqueológica en una necrópolis visigoda en Sena (Huesca), ha revelado el hallazgo de un cementerio prehistórico anterior, perteneciente al rito funerario de los Campos de Urnas y que data aproximadamente del 1.000 a.C. Lo singular de los restos de cerámica encontrados en el asentamiento es que pertenecen a un rito importado de pueblos centroeuropeos y que en la península Ibérica se dio «de manera casi exclusiva en el noreste», explicó el arqueólogo Hugo Chautón, responsable de la asociación organizadora de la campaña, dedicada a la investigación arqueológica en la zona aragonesa de Los Monegros integrada por siete arqueólogos procedentes de universidades españolas en Guadalajara, Zaragoza y Madrid.

CAMBIOS CULTURALES
Los campos de urnas, que se encuentran ubicados en España en los territorios de lo que es ahora Aragón, La Rioja, Navarra, Cataluña o el norte de la Comunidad Valenciana, pertenecen a una época del paso de la Edad de Bronce a la Edad de Hierro, que conlleva una serie de cambios culturales muy relevantes «como son el paso a las inhumaciones en la cultura de la muerte» explico Chautón. «Dejaron de enterrar a los muertos y pasaron a incinerarlos. Los metían en urnas pequeñas en un agujero en el suelo», ilustró el arqueólogo.

El hallazgo de esta necrópolis prehistórica en el municipio monegrino de Sena fue posible gracias al descubrimiento de dos urnas y una tapadera en el mismo lugar en el que se ubicaba el cementerio visigodo del siglo V, objeto original de la excavación. «Teníamos indicios de que había algún tipo de asentamiento anterior cerca y este año hemos comprobado que estaba justo debajo de la necrópolis visigoda», señaló Chautón en cuanto a la campaña anterior, en la que ya localizaron algún fragmento de cerámica entre tumba y tumba.


Tal y como relató el arqueólogo, se trata de un hallazgo muy importante puesto que «va a permitir completar las investigaciones de los Campos de Urnas en los yacimientos que ya desde hace un siglo se han ido excavando en la zona» y que se une a los trabajos desarrollados por el mismo equipo en otra cercana necrópolis situada en Pallaruelo de Monegros, donde los iniciaron las excavaciones el pasado 27 de junio.

Las excavaciones concluirán este próximo sábado 22 de julio, lo que ha obligado a los profesionales a trabajar a contra reloj junto al voluntariado de la zona para recabar toda la información posible sobre esta necrópolis oculta entre restos visigodos antes de que venza el plazo. Tras lo cual quedará por delante todo un año para llevar a cabo analíticas, dataciones mediante carbono-14 y estudios de materiales.

14 de julio de 2017

Aparece un tramo de la muralla romana de Zaragoza en un sótano particular

Se trata de una parte del muro norte que se corresponde al arranque sur de la torre. Mide 4.75 metros lineales de lienzo y alcanza 2,3 metros de altura, que se distribuye en cuatro hiladas. Forma parte del torreón exterior de los siglos III-IV y se encuentra en buen estado de conservación.
Los restos han permanecido sin documentar pese a estar a la vista. FOTO: FABIÁN SIMÓN / ABC
El Ayuntamiento de Zaragoza presentó el jueves los restos de un muro de sillares descubierto en los sótanos del inmueble número 147 del Coso, esquina con la plaza de la Magdalena y cercano a la derribada puerta o arco de Valencia. Forma parte del Torreón Exterior, datado en la segunda mitad del siglo III o comienzos del IV. Sin embargo, el hallazgo más novedoso corresponde al número 151, un sótano que en estos momentos es un local comercial de titularidad particular utilizado como zona de almacén.

Su extensión es prácticamente la de la totalidad de la planta rectangular: 62 metros cuadrados. Se trata de una gran parte del muro norte, y corresponde al arranque sur de la torre: 4.75 metros lineales de lienzo. Cubre 2,3 metros de altura, que se distribuye en cuatro hiladas. Entre las hiladas inferiores de las torres se perciben también tres escalonamientos. Hay varios sillares que muestran abombamiento en buena parte de la cara expuesta.

SIN CATALOGAR
En el sótano del antiguo inmueble del número 153 se ha confirmado la existencia de la parte interior de este hallazgo, de la que se tenía constancia por parte de algunos expertos, pero que estaba sin catalogar ni documentar. Ahora se sabe que ocupa una superficie de construcción de unos 61 metros cuadrados. El estado de conservación de la parte interior de este torreón es bueno también pero ahora mismo necesitará una importante labor de limpieza porque parte está cubierto de algún tabique y estructura accesoria ya que ocupa el almacén de un bar.

En el contexto del Plan Director de Vestigios Romanos de Caesaraugusta que los responsables de Arqueología querían hacer, el Ayuntamiento dio luz verde a un proyecto de investigación para intentar encontrar más vestigios de las murallas romanas de Caesaraugusta. Y en este contexto, fue cuando se encontró la posibilidad de que en estos sótanos tenía que haber algo.

ACCESO INDEPENDIENTE
Ahora, el objetivo es lograr ponerlo a disposición del público para que sea visitable. "Habría que encontrar el modo de lograr un acceso independiente del bar y de la tienda para unir los sótanos por debajo", según ha puesto de manifiesto el consejero municipal de Cultura, Fernando Rivarés, de manera que pueda ser visitado por zaragozanos y turistas porque "es un valor patrimonial muy importante porque es lo que era el límite de la ciudad".

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha visitado este tramo, que suponen un descubrimiento "bien interesante" para "ir cerrando el círculo del conocimiento de la ciudad romana a través de la Muralla". También permite comprobar cómo la Muralla se iba conformando a lo largo de una serie de torreones con una gran puerta como esta.

TORRE SUR
Paco Escudero, experto en la materia, ha explicado que hasta la fecha sólo se contaba con una parte de la puerta y ahora "se ha encontrado una parte de la Torre Sur". Allí se ha encontrado la parte inferior de la torre, pero quizá si se limpiara se encontraría incluso más". "Hasta ahora hay seis alturas de sillares muy bien conservados y tenemos una torre especial porque es de puerta", ha agregado Escudero.

La Zaragoza romana tenía cuatro puertas y hasta el momento se conoce "algo" de dos de ellas, ha dicho Escudero. Sin embargo, esta es la de más altura porque "hasta hace poco lo que teníamos de la puerta de Valencia era una fotografía de 1867, pero no había más, pero esto es estrictamente la jamba de la puerta". Históricamente se sabe poco de este torreón, ha reconocido, pero también ha dejado claro que a partir de ahora se seguirá investigando. Se trata de unos sótanos particulares, por lo que todo lo que se haga desde este momento "siempre sería mediante convenio con ellos".

MUY BUEN ESTADO 
Por su parte, el gerente de Urbanismo, Miguel Ángel Abadía, ha apuntado que, en una primera inspección realizada, el torreón se encuentra en un estado de seguridad "muy bueno", por lo que no hay que hacer ninguna actuación de apuntalamiento. Desde arqueología quieren hacer acciones para averiguar cuál es el resto y o que puede haber escondido y, en función de esos requerimientos, se tendrá que iniciar un proceso de aseguramiento de edificación para poder avanzar en su estudio.

En cuanto al futuro de la edificación y la muralla, también se actuará en función de lo que digan los servicios de Arqueología. Desde el punto de vista jurídico, a través del Plan General, "articularemos lo necesario para recoger este elemento de nueva aparición y darle la protección jurídica adecuada", ha indicado Abadía.

Begoña Bolea es la propietaria de la tienda en cuyo sótano se ha encontrado la parte más grande. Se ha mostrado "contenta y sorprendida" de todo el interés del Ayuntamiento. "Cuando compré el establecimiento en 2001 ya estaba visible el torreón, pero no sabía el valor ni el interés que tiene", ha explicado.

13 de julio de 2017

La primera motilla en altura podría estar en Cerro Bilanero (Ciudad Real)

Los arqueólogos datan el poblado entre los años 1900 y 2000 antes de Cristo, en el Bronce Medio, contemporáneo de la Motilla del Azuer y señalan que es “bastante más grande de los estudiados hasta la fecha"
Cerámica y punzón, algunos de los restos más relevantes hallados en la motilla del cerro Bilanero. El equipo también utiliza drones para escanear el subsuelo.
El cerro Bilanero de Alhambra podría albergar la primera motilla en altura localizada en La Mancha de hace tres mil quinientos años. Hasta ahora se presuponía que este tipo de poblados de la Edad del Bronce sólo se daban en llano, como la Motilla del Azuer de Daimiel con la que la comparan sus descubridores.

“Hemos hallado un asentamiento mucho más grande que los estudiados hasta la fecha en estos enclaves, las morras. Aquí tenemos una torre central a modo de almacén, anillos de muralla alrededor, con las casas o diferentes edificios en el exterior en los que se produciría la transformación de los alimentos”, explica el arqueólogo Alfonso Monsalve.

“No hemos encontrado pozo con agua, como en el Azuer, quizá eso pueda indicar que no era un recurso tan necesario para que se tuviera que proteger en esta zona, tal vez por la mayor accesibilidad al agua en ese momento en el Campo de Montiel y La Mancha, nos queda mucha investigación”.

Monsalve y su compañera de la Universidad de Granada Alexia Serrano forman parte de un equipo mutidisciplinar en el que también está Gonzalo de Pedro Andrés, de la Universidad de Burgos, que llevan tres años consecutivos excavando en este cerro de Alhambra, a 150 metros de altura.


BASTANTE MÁS GRANDE DE LO ESPERADO
Datan el poblado entre los años 1900 y 2000 antes de Cristo (faltan los resultados del carbono catorce), contemporáneo de la Motilla del Azuer y “bastante más grande de los estudiados hasta la fecha”, aseguran.

En estos años años de excavación creen además haber conseguido establecer una relación entre este tipo de poblados: “Pensamos que eran algo más frecuentes y que estas formas redondeadas de las torres podría obedecer a un patrón cultural común. Es posible que estas motillas pertenezcan a una cultura concreta, con un ente territorial que se regiría por unas leyes o unos patrones comunes”, asegura Monsalve.

Entre los hallazgos destacan restos de cerámicas (en proceso de restauración para que puedan ser expuestas), un diminuto brazal de arquero o adorno, un punzón, restos de marfil y de conchas marinas (comerciaban con pueblos del mar), de animales y cuatro individuos humanos, dos de ellos niños, pero no sus tumbas -en ese periodo los enterramientos humanos se hacían debajo de las casas- y sin signos de violencia.
El mayor compendio de metales de la península

Otro hallazgo importante es “un gran compendio de metales que generalmente se suelen encontrar en las tumbas. Está en una área de unos 250 metros cuadrados y creémos que es una de las colecciones de objetos de metal más importante de la península Ibérica para este época”.

SIN APOYO MUNICIPAL
Y todo eso lo están haciendo a título particular, con sus correspondientes permisos, “y sin ningún tipo de apoyo del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento, que prefiere apoyar el yacimiento romano de Laminium”, recalcan, lo que está convirtiendo en más titánica si cabe su labor.

El trabajo de este equipo, del que saldrán varias tesis doctorales y proyecto de máster que se presentarán próximamente, también han concurrido a financiación de fundaciones, al ‘crowdfunding’, y a la venta de camisetas.

“Estamos pendientes de todas las ayudas que puede haber pero la situación de la arqueología es difícil. Hay muy pocos fondos para un buen número de investigadores y hay que pelear mucho por ellas”, relata. Por ejemplo la campaña arqueológica del Gobierno regional para este año no ha salido, depende de los presupuestos de 2017 que no están aprobados.

Pese a todo, pretenden iniciar una nueva campaña de excavaciones a finales de este año e ir entregando al Museo Provincial los hallazgos más relevantes para que se puedan exponer.

Desde que empezaron han sacado del cerro “entre 15 y 20.000 restos arqueológicos: fauna, industria lítica. Lo cribamos todo y lo interesante lo pasamos a la fase de estudio en el laboratorio”. Según explica ya han entregado a las autoridades competentes en patrimonio 6.000 restos, fundamentalmente cerámica.

EL CLIMA DE HACE 3.500 AÑOS
Su investigación, que incluye escaner del subsuelo también está centrada incluso el clima de la época, para eso cuentan con restos de barro del material con el que se construían las casas. En ellos han localizado paja y restos vegetales, “intentaremos reconstruir el clima de la zona de hace tres mil quinientos años”.

El equipo arqueológico del cerro Bilanero tiene la costumbre de hacer una jornada de puertas abiertas para los vecinos de Alhambra y público en general todos los sábados, durante sus periodos de excavación. El resto del año el yacimiento tiene que estar cerrado y protegido.

12 de julio de 2017

Buscan el campamento militar que dio origen a la ciudad romana de Pollentia (Mallorca)

El descubrimiento de una fosa de un campamento militar confirmaría que la ciudad romana es posterior al 123 a.C. Un centenar de arqueólogos y voluntarios se afana en desvelar los secretos de esta ciudad romana.
Un centenar de arqueólogos y voluntarios trabajan en las excavaciones de Pollentia. FOTO: MAR PÉREZ.
Los investigadores del yacimiento de Pollentia están cada vez más cerca de confirmar la verdadera edad de la ciudad romana. Sospechan que la metrópolis situada en Alcúdia data del 70 a.C. y no del 123 a.C. como recogen las fuentes escritas. Los arqueólogos, que siempre han sospechado de esta discordancia entre las fuentes arqueológicas y las documentales, basan esta hipótesis en el hallazgo de una fosa de un campamento militar"Siempre pensamos que quizás en el primer momento de conquista romana crearon un campamento y que, en generaciones posteriores, se levantó la ciudad que conocemos ahora", detalla el codirector del yacimiento Miquel Àngel Cau.

El inicio de esta excavación y el posterior estudio confirmarán la verdadera edad de la ciudad. Después se decidirá la estrategia de cómo proseguir con los estudios de Pollentia.

Durante las campañas extensivas de 2015 y 2016 se realizó un programa de prospección y oficio de geofísica en el que se encontraron los restos de la fosa del campamento que en estos momentos se está empezando a excavar.

Por otra parte, el equipo que se encuentra en el yacimiento desde el pasado 3 de julio y que estará excavando hasta día 28, se distribuye en diversos puntos de la ciudad: en los foros; en la fortificación tardía y en la necrópolis del sur para encontrar restos de enterramientos y obtener información de cómo vivían. La novedad este año está en la zona norte, donde se encuentra la fosa militar, denominada Campament de'n França.

Más de 90 personas participan estos días en la XIX Edición del Curso de Arqueología Antonio Arribas. El equipo está formado por estudiantes, profesionales, colaboradores y voluntarios de diferentes partes del mundo que vienen a pasar el verano a la ciudad romana de Alcúdia bajo la dirección de Cau, del ICREA y la Universitat de Barcelona, y de Esther Chávez de la Universidad de La Laguna. Desde ArchaeoSpain de Connecticut, de la Universidad de Portland, de Portugal, Francia, Italia y toda España llegan expertos y estudiantes dispuestos a averiguar la verdadera historia y edad de Pollentia.


UNA ESCUELA DE ARQUEOLOGÍA
"Queremos aprovecharnos de vuestro trabajo", exclama el alcalde Alcúdia, Antonio Mir, quien agradeció la ilusión a todos los participantes de este verano. El estudio de Pollentia dentro de la arqueología romana es muy importante: "Este lugar es una escuela. Por aquí han pasado muchas generaciones que trabajan ahora en arqueología romana por España", explica Cau. "Sin el apoyo del Consorcio de Pollentia formado por Ayuntamiento de Alcúdia, el Govern Balear y el Ministerio de Cultura, no serían posibles estas excavaciones", continúa el investigador. Además, este año han contado con apoyo local. "Cualquier tipo de ayuda es buena" prosigue. "El Grupo Garden nos aporta una parte de la comida de los participantes", detalla.

Los responsables de Pollentia reinvindican un museo propio. Una idea que ha evolucionado y que ahora se materializaría en un centro de investigación de la época romana con el fin de dinamizar y mostrar el trabajo que se lleva a cabo en Mallorca. Es un proceso muy lento: "Un proyecto que va por fases, igual que esta excavación. Pero queremos poner la primera piedra en esta legislatura", dice el alcalde.

11 de julio de 2017

Descubren grabados rupestres "excepcionales" en una cueva de Rentería (Guipúzcoa)

Las siluetas de animales se grabaron sobre arcilla hace 14.000 años en la cueva de Aitzbitarte IV y su estado de conservación es «excepcional». Hay una galería en la cavidad que todavía no ha sido explorada.
Imagen de uno de los bisontes grabados con los dedos sobre la arcilla en la cueva de Aitzbitarte IV.
Un equipo de espeleólogos ha descubierto en la cueva de Aitzbitarte IV de Rentería (Guipúzcoa) unas imágenes que los arqueólogos consideran «excepcionales». El hallazgo se produjo en abril. Las quince representaciones que corresponden a bisontes, caballos y cérvidos, a las que hay que sumar dos vulvas, han sido datadas en el Magdaleniense Medio, es decir, hace unos 14.000 años. Algunas de las figuras fueron modeladas sobre las paredes de arcilla, lo que las hace «únicas» en la Península Ibérica.

El espacio donde se han hallado estos dibujos se encuentra entre las cuevas IV y V de Aitzbitarte, en la zona de Landarbaso. Los espeleólogos Javier Busselo, Sergio Laburu y Ainara Rodríguez, del grupo de Félix Ugarte, se adentraron en la cueva para explorar una serie de chimeneas. Trabajan allí desde 2014 en colaboración con el equipo del arqueólogo Diego Garate, prehistoriador del Museo de Arqueología de Vizcaya. «Ellos nos enseñan qué y cómo hay que buscar», reconoce Busselo.

Hace dos años hallaron grabados de hace unos 25.000 años en las cuevas III, IV y V de Aitzbitarte, y los últimos meses han continuado con su labor de búsqueda. El pasado 6 de abril se metieron en la Aitzbitarte IV, donde encontraron las nuevas figuras. Según Garate, algunas han sido modeladas sobre la arcilla con una técnica desconocida hasta ahora en otras cuevas de la Península Ibérica, pero que enlaza con hallazgos realizados en el Pirineo central, en el Ariège francés.


CON LOS DEDOS
Se trata de un bisonte y otro animal por determinar que fueron modelados sobre barro con un buril de sílex. «Con los dedos crearon volumen y planos de relieve diferenciados, resaltando así la perspectiva de las extremidades. La ejecución del bisonte es de una maestría muy poco común», explica.

Los expertos anunciaron que hay una galería que no ha sido explorada aún. En los primeros metros se reconocen la imagen de un bisonte grabado al fondo, otra figura en el techo y, entre ambas, un bisonte con las patas replegadas, también modelado en la arcilla. Garate indicó que están buscando cómo entrar en esa parte de cavidad sin tocar el suelo ni las paredes. En este sentido, no descartan utilizar perchas con cámaras e incluso un dron.

Las representaciones se encuentran en un estado de conservación «excepcional», debido a las «condiciones estables de humedad y temperatura» de la cueva, que las ha mantenido en una especie de «frigorífico» en el que nada ha cambiado en los últimos 14.000 años, explicó Garate.

La Diputación de Guipúzcoa ha procedido al cierre de la cueva y ha notificado el descubrimiento al Gobierno vasco. Aitzbitarte IV pasará a tener la máxima protección por contener arte rupestre.