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17 de septiembre de 2019

Localizan once sables de principios del siglo XIX en aguas de Formentera

Un hallazgo casual por parte de un ciudadano concienciado con el Patrimonio ha permitido la recuperación de 11 sables a lo largo de es Caló que por su tipología coinciden con los utilizados a principios del siglo XIX. Todas las piezas han sido entregadas al Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera para su custodia y restauración. Ahora comienza la investigación para encontrar el pecio.

El Consell de Formentera, a través del Instituto Balear de Estudios en Arqueología Marítima (Ibeam) y del GEAS de la Guardia Civil, ha extraído del lecho marino 11 sables del siglo XIX, a unos 10 metros de profundidad, frente al pequeño puerto de es Caló.

El hallazgo es de suma importancia por los datos que puedan aportar de esa época. Todas las armas están en sus vainas, también metálicas, e «intactas», aseguró el director del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera, Benjamí Costa, tras realizar radiografías (en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario) a uno de los sables. Las placas desvelan su buen estado, por lo que calificó el hallazgo de «excepcional». Cada pieza mide entre 110 y 115 centímetros.

A primera vista los sables que se presentaron ayer ante los medios de comunicación tienen una empuñadura y están todos recubiertos de una costra arenosa con incrustaciones de algas y restos de conchas marinas, entre otros elementos.

El hallazgo
Todo empezó el pasado 15 de agosto cuando un vecino de Ibiza, Manel Guasch, que paseaba a lo largo de es Caló en su pequeña zódiac, acompañado de un amigo, encontró por casualidad un sable a unos 10 metros de profundidad. Según relató en la rueda de prensa de presentación, todo fue porque perdió el tapón de popa de la neumática y su amigo decidió lanzarse al agua para recuperarlo. Al cabo de un rato, apareció con una espada entre las manos. Ante su sorpresa se dieron cuenta de la importancia del objeto y enseguida informaron a la Comandancia de Marina y al Consell de Formentera. El área de Patrimonio insular, con competencias en esta materia trasladó la pieza al Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera (MAEF), institución de referencia en cuanto al depósito y custodia de materiales arqueológicos.

Una vez efectuada la comunicación del hallazgo, el Consell inició actuaciones encaminadas a documentar y estudiar el lugar. Entre el 26 y el 29 de agosto un equipo de buzos del GEAS de la Guardia Civil se desplazó hasta la zona junto con un arqueólogo del Ibeam. Esta asociación lleva trabajando desde 2015, por encargo del Consell, en un proyecto a largo plazo para elaborar la Carta Arqueológica subacuática de Formentera.
Esa inmersión de los profesionales permitió localizar un nuevo conjunto de elementos arqueológicos compatibles, por su tipología, con sables rectos de principios del siglo XIX.

Cuando el Consell estudio el informe y la propuesta de actuación del Ibeam, autorizó «una intervención arqueológica preventiva de urgencia para garantizar la salvaguarda de los objetos localizados y para determinar la existencia de otros restos arqueológicos», destacó la consellera de Patrimonio, Raquel Guasch.

Esta intervención de urgencia se llevó a cabo por dos arqueólogos y una restauradora del Ibeam los pasados 1 y 31 de agosto y consistió en la extracción del conjunto de sables, 10 en total.

Todas las piezas se trasladan hoy al Museo Arqueológico para iniciar su proceso de restauración y recuperación que puede durar un año, según avanzó su director Benjamí Costa.

La presidenta del Consell, Alejandra Ferrer, destacó «la colaboración entre todas las administraciones implicadas, que ha sido fundamental para el éxito» de esta misión de recuperación del patrimonio submarino.

Sigue la investigaciónAhora la zona está acotada y a mediados del mes de octubre se iniciará una nueva prospección arqueológica del Ibeam, con el apoyo del GEAS, para comprobar «si existe algún pecio que se pueda relacionar con el conjunto de bienes localizados», explicó el arqueólogo y jefe de proyectos del Ibeam, Javier Rodríguez.

La primera hipótesis que maneja es que esas piezas podían ser parte de la carga de un barco que debió hundirse. Sin embargo, todas las vías de investigación están abiertas hasta que los técnicos no logren restaurar los sables para comprobar si tienen alguna inscripción o si las próximas prospecciones previstas primero por el GEAS y luego por el Ibeam den resultados.

El arqueólogo Javier Rodríguez no dudo en calificar el momento actual de la investigación como «dulce» ya que en esta actuación ha comprobado la coordinación entre el Museo y el Consell, ademas del GEAS, «que trabaja todo el año para localizar y comprobar los pecios documentados». También alabó la colaboración de empresas privadas como «Trasmpi y Formentera Divers».

Raquel Guasch insistió, por su parte, en la concienciación ciudadana y recordó «la importancia de comunicar cualquier información referente a localización de restos arqueológicos subacuáticos para su protección».

(Fuente: Diario de Ibiza)

21 de octubre de 2019

Recuperan más de 100 ánforas expoliadas en Formentera

Son de época romana y fenicia y habían sido extraídas de forma ilegal por pescadores de Formentera. Hay doce personas investigadas.
Imagen de las ánforas recuperadas en Formentera. GUARDIA CIVIL
La Guardia Civil informó ayer sobre la recuperación de más de 100 piezas históricas que habían sido expoliadas de yacimientos subacuáticos de Formentera. En el operativo, un total de doce personas han sido investigadas por un supuesto delito de expolio del patrimonio histórico. Asimismo, se han registrado siete viviendas y once almacenes de pescadores en Formentera. Como resultado de la operación policial, las más de 100 ánforas han podido ser recuperadas, estando completas prácticamente unas 40.

Todas las piezas son de procedencia romana y fenicia y se podrían datar entre los siglos I y II A.C.

El Instituto armado explicó ayer que en el transcurso de la investigación los agentes constataron que las piezas recuperadas se habían expoliado del medio marino mediante la técnica de la pesca de arrastre.


REDES DE PESCA
Cuando los pescadores extraían una de las ánforas en las redes de pesca, en lugar de notificar el hallazgo a las autoridades, se apropiaban de estos restos y volvían a pasar reiteradamente las redes por el fondo hasta esquilmar el pecio submarino. Así, todo el material hallado ha sido extraído ilegalmente en aguas de Formentera.

Este servicio ha sido desarrollado por agentes pertenecientes al SEPRONA, que han contado con el apoyo de agentes pertenecientes al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil de Mallorca e Ibiza, quienes están llevando a cabo la inspección del fondo marino en donde se hallaban los pecios.

Por otro lado, se ha contado con técnicos del Servicio del Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca para la catalogación de las ánforas que serán trasladadas al Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera.

11 de junio de 2013

Luz sobre el pasado romano de Formentera

Un grupo de investigadores del MAEF y de la Universidad de Niza intentará arrojar luz sobre uno de los yacimientos de Formentera más desconocidos. Se trata del ´castellum´ romano de Can Blai, también conocido como de Can Pins.
Estado actual del "castellum" romano de Can Blai o Can Pins. Foto: Carmelo Convalia
El Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera (MAEF), junto con la Fundación de la Universidad de Niza Sophia Antipolis, llevarán a cabo entre el 8 y el 27 de julio la tercera excavación arqueológica del castellum romano de Can Blai (las dos primeras se realizaron por el MAEF en 1979 y 1980) con el objetivo de profundizar en su historia y en lo que significó durante la época del Bajo Imperio romano, entre los siglos II y IV después de Cristo.

Los responsables de la excavación son el director del MAEF, Jordi Fernández, y el profesor de Arqueología de la Universidad de Niza, Ricardo González Villaescusa, que cuenta con un prestigioso equipo de investigadores expertos en la época romana que intentarán responder a las preguntas que todavía sobrevuelan este vestigio de la historia de Formentera, del que se tiene muy poca información.

Esta fortificación, de tipo quadriburgium, era frecuente en ese periodo en el Mediterráneo. Se trata, en este caso, de un recinto cuadrangular, de pequeñas dimensiones, dotado de torres de ángulo que se levanta a escasa distancia del camí vell de la Mola y al que se accede a la altura del kilómetro 10 de la carretera principal de la isla. Precisamente al otro lado del camí vell se conservan los restos de una antigua cisterna romana, cuya función, con toda probabilidad, era proporcionar agua a los posibles ocupantes del castellum.

Fernández explica que cuando hace 30 años se realizaron las dos primeras campañas, quedaron pendientes determinados trabajos «por razones económicas», ya que el objetivo era ampliar el área de excavación exterior, así como la totalidad del interior de la estructura, por lo que se dejó abierta la investigación.

Añade el director del MAEF que Ricardo González Villaescusa, que ya excavó en Can Blai en 1980, le propuso la iniciativa al haber logrado la financiación mediante la fundación de dicha universidad y de un mecenazgo privado: ´Can Blai. Un fortín bajo imperial de vigilancia costera en el Mediterráneo Occidental´, que cuenta con el apoyo del área de Patrimonio del Consell de Formentera. Fernández resume la excavación como un trabajo para «sacarle todo el jugo al yacimiento de Can Blai».

Las incógnitas
González Villaescusa señaló por su parte que «se sabe muy poco» sobre esta fortificación y que se mantienen «dos grandes incógnitas» en torno a este yacimiento. «Una de ellas –detalló este experto– es la cronología, para ver si es algo de finales del siglo III, principios del IV, o de la época bizantina». El objetivo, agregó, es «definir claramente la fecha ya que la interpretación no es sería la misma».


El segundo interrogante científico que plantea el proyecto está relacionado con «saber si el yacimiento fue terminado o no y si entró en uso». Estas dudas se basan en referencias bibliográficas de dos autores que sustentan la teoría de que la estructura está incompleta «al faltar nueve metros de muro en uno de sus lados», precisó.

El catedrático reconoce que la excavación se realiza gracias a su vinculación profesional con la citada universidad francesa y a que siempre se ha sentido muy cercano a las excavaciones realizadas en las Pitiüses, en las que participó, hace años, dirigiendo varias de ellas. Admite que en Francia resulta más fácil conseguir financiación para este tipo de proyectos que en España, a pesar de que la situación económica también afecta a la investigación de las universidades galas.

El proyecto de Can Blai tendrá además una importante parte divulgativa con varias publicaciones y artículos en revistas especializadas. De hecho, está previsto que el MAEF edite una monografía junto al Consell de Formentera en castellano. La propia Universidad de Niza lo hará en francés, y también en una revista en inglés. Además, se editará un video de carácter divulgativo sobre el trabajo realizado. Durante el periodo en el que dure la excavación se organizarán alrededor de una docena de conferencias públicas a cargo de los expertos del equipo y de otras universidades que se celebrarán en la sala de actos del área de Cultura del Consell. Se contempla además abrir una página web sobre los detalles de la excavación y sus resultados.

(Fuente: Diario de Ibiza / Carmelo Convalia)

19 de junio de 2020

Descubren cuatro tumbas más en la necrópolis bizantina de Sant Francesc en Formentera

En las dos tumbas excavadas que se han excavado hasta el momento se han encontrado restos de dos niños en una de ellas, y un adulto y un niño, en la otra. Las sepulturas, datadas en el siglo VII se suman a otras cuatro halladas anteriormente y podrían estar relacionadas con algún asentamiento próximo.
La necrópolis de época bizantina se documentó en 2017. FOTO: NOU DIARI
El Consell de Formentera, a través del área de Patrimonio, informa que ha empezado una nueva tarea de excavaciones arqueológicas en la necrópolis de época bizantina que se encontró en 2017 en un solar de la calle del Médico Vicent Riera en Sant Francesc. En esta primera semana, los trabajos que están desarrollando un equipo de arqueólogos de la empresa Sociedad Ciencias Aranzadi han sacado a la luz cuatro tumbas más junto a las otras cuatro que se encontraron anteriormente y que corresponden a la época tardía antigua del siglo VII.

La consellera de Patrimonio, Raquel Guasch, ha valorado el trabajo que se está desarrollando en este lugar. “Estos hallazgos nos ayudan a conocer más en profundidad nuestra historia y por eso es fundamental que la administración impulse estas acciones y disponga de las herramientas adecuadas para proteger nuestro patrimonio, como son el catálogo de patrimonio cultural y la Comisión Específica de Arqueología”, ha señalado la consellera Guasch.

Por su parte, la arqueóloga Glenda Graziani ha comentado que, en Formentera, de esta época baja imperial bizantina hay otras necrópolis documentadas “un poco anteriores a este periodo, como Can Gabino, Can Toni Blai, monasterio de la Mola, etc. y esta que no se conocía hasta ahora, dentro de la finca sa Tanca Vella”. Graziani ha subrayado que “se espera que con esta intervención se pueda dar un poco de luz a una época menos conocida; esta necrópolis seguramente estaría ligada a un asentamiento que quizás algún día saldrá”. De hecho, en los trabajos ha salido una estructura excavada en la roca que podría tener alguna relación con la necrópolis. También hay un campo de cultivo antiguo, “muy interesante para conocer la evolución de la explotación agrícola a lo largo de la historia”.

ESTUDIO DE SEDIMENTOS
Por su parte, la también arqueóloga Almudena García-Rubio ha detallado que “las sepulturas encontradas están más separadas de las anteriores y que en las dos tumbas excavadas de momento hay restos de dos niños, en una de ellas, y un adulto y un niño, a la otra”. “Los restos tienen un estado de conservación bastante deficiente y se hará un estudio de sedimentos por saber si el tipo de tierra afecta a su conservación”, ha comentado.

Durante una excavación en 2017 previa a la concesión de licencia de obras para construir dos viviendas, se localizó parte de una necrópolis de época bizantina, en un espacio que se encuentra dentro del entorno de protección del yacimiento arqueológico YA-111 del catálogo del patrimonio cultural de Formentera. Posteriormente, en 2018 el Consell firmó un convenio de colaboración con la propiedad de la finca para asumir la ejecución de la excavación arqueológica del resto del solar y sacó a concurso público, que ganó Sociedad Ciencias Aranzadi, por un importe de 25.703,74 € (IVA incluido).

(Fuente: Nou Diari)

10 de noviembre de 2015

Localizados en aguas de Formentera un pecio romano y dos del siglo XVII

El pecio romano del S. III transportaba aceite procedente del sur de la Península. Las naves de los siglos XVII o XVIII estaban dotadas de cañones y una de ellas portaba materiales de construcción como cerámica y cristal. Los restos se incluirán en la carta arqueológica subacuática.
Uno de los arqueólogos con el cuello de un ánfora del S. III. FOTO: JAVIER RODRÍGUEZ
Los expertos del Institut Balear d´Estudis en Arqueologia Marítima (Ibeam) que están elaborando la carta arqueológica subacuática de Formentera han localizado ya tres pecios que corresponden a tres embarcaciones de distintas épocas. El presidente del instituto, Sebastià Munar, explicó que no pueden dar la localización de estos restos para evitar el expolio, teniendo en cuenta que este tipo de yacimientos han venido sufriendo, de forma sostenida en el tiempo, el robo de numerosos objetos de valor patrimonial.

En concreto han encontrado un barco de la época romana, del siglo III después de Cristo, cargado con ánforas que contenían aceite procedente del sur de la Península. Además han localizado un barco del siglo XVII o XVIII con una serie de cañones y otra nave de la misma época con material de construcción como cerámica y cristal. El equipo de arqueólogos del Ibeam, está formado por Javier Rodríguez y Enrique Aragón, que junto con el presidente de esta entidad firmaron ayer un convenio con el Consell Insular.

El presidente, Jaume Ferrer, explicó que se trata de un acuerdo que fija las bases de la acción concertada entre el Consell y el mencionado instituto para elaborar la carta arqueológica subacuática de Formentera.

CARTA ARQUEOLÓGICA SUBACUÁTICA
Ferrer recordó que en el Plan insular de gestión del Patrimonio cultural para 2015-2016 se incluye la elaboración de la carta arqueológica subacuática «como actuación prioritaria dentro de las intervenciones programadas». El Ibeam es una asociación sin ánimo de lucro que tiene como objetivos investigar, proteger y divulgar el patrimonio cultural marítimo de Balears.

El convenio suscrito tiene una duración de cinco años y en cada campaña (una por año) el Consell aportará 2.000 euros a los investigadores para que hagan frente a los gastos. Además, les facilitan el alojamiento. La consellera de Cultura, Susana Labrador, destacó la importancia de esta carta arqueológica: «Servirá para localizar y describir nuestro patrimonio marino, y así podremos hacer una gestión y protección del mismo».

COLABORACIONES
Sebastià Munar explicó que «la carta arqueológica pasará a ser del Consell, aunque su consulta estará restringida a expertos para evitar expolio ». El presidente del instituto destacó que la carta «es un documento vivo que siempre debe estar renovándose». En esa línea pidió la colaboración de la población, en especial de los pescadores y de los profesionales del mar, para que en caso de encontrar restos sumergidos avisen al área de Patrimonio del Consell o a los GEAS de la Guardia Civil para que lo puedan proteger.

El Ibeam tiene previsto organizar un curso por Internet para difundir la necesidad de protección del Patrimonio submarino. También realizará talleres entre los más jóvenes para concienciarlos sobre el valor del patrimonio sumergido. Asimismo, grabará un documental con los trabajos desarrollados para hacer la carta arqueológica.

Munar explicó que han iniciado «una campaña de crowfunding para poder sufragarlo». Además del Consell y los GEAS cuentan con la colaboración de Trasmapi, la Fundación Abel Matutes, Decathlon, Vellmarí, Marina de Formentera, Ibiza Fun Rent Car y Global Star Events.

15 de marzo de 2016

Descubren nuevos restos humanos de la Edad del Bronce en el yacimiento de Cap de Barbaria II (Formentera)

Son los restos de un hombre que se han encontrado junto a los de una mujer,de entre 25 y 30 años, que fue enterrada vestida junto con sus collares y algunos objetos cerámicos. Ambos datan de hace 3.800 años.
Los investigadores trabajan con la hipótesis de que se tratara de una zona de enterramientos con ritos funerarios.
Hace un año el equipo de arqueólogos que trabaja en el yacimiento prehistórico de es Cap de Barbaria II dio a conocer a través de este periódico el hallazgo de los restos de una mujer,de entre 25 y 30 años, que fue enterrada vestida, junto con sus collares y algunos objetos cerámicos. Esos restos datan de hace 3.800 años y pertenecen a la Edad del Bronce.

Tras un año de investigación en laboratorio y en colaboración con distintas universidades nacionales y europeas, han podido certificar una hipótesis que ya manejaban en la pasada campaña y es que realmente en la cueva 127 de la Mola, como la denominan, no solo había una mujer sino también un hombre enterrado a su lado. Ese descubrimiento les permite seguir trabajando en esa cueva y en una galería más amplia en busca de más restos. La hipótesis es que podría tratarse de una zona de enterramientos con ritos funerarios, una suerte de necrópolis de la Edad de Bronce.

Los directores del proyecto son Pau Sureda, Edgar Camarós, Luis Teira y Marian Cueto y los organismos científicos que intervienen son la Universitat Pompeu Fabra, la Universidad de Tarragona, y la de Cantabria. El área de Patrimonio del Consell de Formentera facilita el alojamiento y la manutención a un equipo de 17 personas, y la misión cuenta con la colaboración del Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera y de varias firmas comerciales.

CONTINUAR EXCAVANDO EN "CAP DE BARBARIA II"
Pau Sureda explica que este año los trabajos de campo que están realizando se centran «en continuar la excavación del poblado prehistórico de Cap de Barbaria II», que llevan investigando desde 2012, y también están trabajando «en la museización de las estructuras allí presentes».

De forma paralela, siguen con las tareas de prospección y sondeo en cuevas, especialmente en la 127, situada en un acantilado de la Mola. Edgar Camarós anuncia que, tras un año de estudio de los restos que extrajeron de esa cueva, han llegado a la conclusión de que «no solamente hay una muerta sino que también hay un muerto, es decir tenemos dos individuos, un hombre y una mujer de aproximadamente la misma edad».

Camarós afirma que este hallazgo les abre la puerta a que «quizá haya más enterramientos en la cueva 127», donde están excavando en una sala más grande. Lo que no saben todavía es si esos dos individuos fueron enterrados al mismo tiempo o en periodos distintos. Camarós avanza que están ante «los primeros pobladores de Formentera» y ahora esperan los resultados de los estudios de ADN, que servirán para desvelar la procedencia de los primeros formenterenses.

(Fuente: Diario de Ibiza / Carmelo Convalia)

27 de julio de 2020

Pescan cuatro ánforas romanas en Ibiza

Las piezas, que datan de la época Alto Imperial, fueron sacadas de un fondo de 85 metros por un arrastrero local. Ya se han depositado en el Museo Arqueológico de Ibiza
Las cuatro ánforas, que aparecieron al subir las redes, en la cubierta del 'Punta Gavina'. FOTO: P: PÉREZ
Formentera está siendo escenario en las últimos años de hallazgos arqueológicos de distintas épocas. En el 2017, hallaron la necrópolis bizantina (siglo VII) en una finca de Sant Francesc a la reciente villa púnica, del siglo IV antes de Cristo.. Y ahora han aparecido cuatro ánforas del Alto Imperio Romano, sacadas de un fondo de 85 metros al sur de es Cap de Barbaria por un arrastrero local.

La tripulación del arrastrero de Formentera 'Punta Gavina' pescó de forma casual el pasado 16 de junio cuatro ánforas cuando faenaban al sur de es Cap de Barbaria en un fondo de unos 85 metros de profundidad.

El patrón de este barco de pesca, Pepe Pérez Marí, explicó que en cada tirada pueden recorrer unas cuatro millas, por lo que resulta bastante difícil situar el punto exacto en el que se encontraría un eventual pecio: «No tenemos la posición exacta, arrastramos cuatro millas», reiteró.

Cuando las tuvieron a bordo las separaron y avisaron al área de Patrimonio del Consell de Formentera, cuyo técnico, junto con el director de proyectos del Instituto Balear de Estudios en Arqueología Marítima (Ibeam), Javier Rodríguez, se hizo cargo de las ánforas en la Savina.

REGISTRO Y DOCUMENTACIÓN
Tras su correspondiente registro y documentación por parte del Consell, el propio Rodríguez se encargó de entregarlas al Museo Arqueológico de Eivissa y Formentera (MAEF), donde permanecen depositadas.

Este arqueólogo submarino del Ibeam explicó que estas cuatro piezas «están en un buen estado de conservación y se cogieron al sur de es Cap de Barbaria».

Respecto a su antigüedad, señaló que son de «entre el siglo I a. C. y el siglo I d. C., es decir, de la época alto imperial», en plena expansión del Imperio Romano. Detalló que en general estas ánforas transportan «salsas de pescado y vino». De momento desconoce si el MAEF ha podido extraer algún tipo de muestra para determinar el contenido ya que en el interior de una de ellas aún quedaban restos. El arqueólogo destacó que en este hallazgo se siguieron todos los protocolos fijados, hasta depositar las piezas en el Museo.

Rodríguez avanzó que en estos momentos el Ibeam cuenta con un pequeño robot que puede bajar hasta los cien metros: «La idea es ir estrechando la colaboración con los pescadores para que nos vayan indicando de dónde salen estos restos y podamos ir a documentar estos pecios, que en algunos casos pensamos que pueden ser de cierta entidad, es decir, de grandes acumulaciones de ánforas bastante intactas», detalló.

1 de agosto de 2014

Nuevos hallazgos fechan en el siglo IV d.C. el castellum romano de Can Blai (Formentera)

El hallazgo de un muro que compartimenta una parte del yacimiento y la presencia de un resto de cerámica procedente del norte de África permiten determinar que esta construcción no data del siglo III sino del siglo IV después de Cristo.
Los trabajos de la Universidad de Niza se desarrollan  en Can Blai desde el día 2 de julio. Foto: DIARIO DE IBIZA.
La campaña de excavación arqueológica que está desarrollando estos días la Universidad de Niza-Sophia Antipolis, junto con el Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera en el castellum romano de Can Blai, cerca de es Caló, con la colaboración del Consell de Formentera, está siendo determinante para avanzar en el conocimiento y fijar la fecha exacta de la construcción de esta fortificación del bajo imperio romano.

El director del proyecto y catedrático de Historia Antigua y Arqueología de la mencionada universidad francesa, Ricardo González, avanzó ayer que el hallazgo de un muro que compartimenta una parte del yacimiento y la presencia de un resto de cerámica procedente del norte de África permiten determinar que esta construcción no data del siglo III sino del siglo IV después de Cristo.

Desde el pasado 2 de julio, el equipo de especialistas, en el que participan estudiantes de Historia de la Universidad de Niza y de otras universidades españolas, está trabajando en una de las mitades del yacimiento. El director de la excavación explica que el pasado año pudieron «tomar el pulso» a la estructura del castellum pero afirma que «esta campaña está siendo muy importante». Esta relevancia se basa en el mencionado hallazgo, que se produjo cuando comenzaron a levantar sucesivas capas de tierra hasta llegar al sustrato pedregoso: «Hemos descubierto el negativo de un muro que divide el yacimiento y que estaba sujeto con argamasa, esto significa que la superficie debería estar compartimentada en distintas estancias, en barracones probablemente».

Esa labor les ha permitido llegar hasta el suelo original y justamente en ese nivel han encontrado «un resto de cerámica que corresponde a un periodo posterior y que sitúa el yacimiento a finales del siglo III o principios del IV después de Cristo, por lo que podemos afirmar que este asentamiento es del siglo IV», subraya González.

UN AÑO MÁS DE TRABAJO
Ese trozo de cerámica, que puede parecer, en principio, de poca importancia, resulta clave para los investigadores ya que significa que tendrán «trabajo para un año más como mínimo». El motivo es que si han encontrado ese testimonio que ha dejado la historia puede haber más: «Por muy tenues que puedan parecer en principio esos restos son reales y resultan muy importantes para poder llegar a entender mucho mejor el yacimiento», subrayó González.

Este especialista concluye que la fortificación romana «estuvo ocupada y fue arrasada por la erosión pero también por la recuperación de piedras y losas durante la época islámica». González afirma que todos los indicios apuntan a que la puerta debía ser de doble arco construido «con piedras de cierta entidad», y que por ello no aparecen los cimientos de piedra de este único acceso cuya existencia fue demostrada durante la campaña que el mismo equipo detectó el pasado año tras hallar una tachuela metálica que formaba parte de la puerta.

EL EQUIPO 
La primeras excavaciones que se realizaron del ´castellum´ romano de Can Blai son de los años ochenta, cuando no se contaba con los mismos métodos de investigación ni las mismas perspectivas que ahora. Por eso Ricardo González señala que los nuevos métodos de investigación les han permitido la identificación de los suelos encontrados o la demostración de su posterior destrucción, que les permite afirmar que la fortificación fue ocupada. Pero además les abre la puerta a seguir excavando en las zonas que no se han tocado con la esperanza de encontrar vestigios que arrojen luz sobre la historia de este yacimiento. Ricardo González señala que el equipo de investigación ha seguido trabajando en el estudio arquitectónico con la recogida de restos de mortero para su posterior análisis en laboratorio. Durante todo el mes, el trabajo de campo se ha complementado con conferencias de especialistas que han permitido a los estudiantes profundizar en sus conocimientos.

(Fuente: Diario de Ibiza / Carmelo Convalia)

18 de febrero de 2011

Cimientos púnicos para una escuela de Ibiza

La excavación arqueológica del solar del antiguo aparcamiento de la calle Murcia en el que se está construyendo el nuevo colegio de Sa Bodega ha puesto al descubierto estructuras de edificios de época púnica y romana con cerámica asociada a estos periodos históricos. Inicialmente, los arqueólogos detectaron una escombrera con restos de cerámica bizantina y parte de unos muros. Ahora se puede ver una estructura arquitectónica que abarca una amplia zona del solar con potentes muros de piedra.

Los restos en el solar del nuevo colegio de Ibiza.
Las estructuras aparecidas son los cimientos de antiguas construcciones, lo que complica su datación ya que resulta más difícil encontrar restos de cerámica y de la vida de los habitantes de estos inmuebles en un nivel tan bajo. Por debajo de los muros se encuentra ya la roca madre. Las obras están paralizadas en esta zona del solar mientras los arqueólogos siguen excavando el yacimiento. 

En la zona donde se está excavando el yacimiento se proyecta ubicar parte del edificio del nuevo colegio

Desde el departamento de comunicación del Ayuntamiento de Ibiza se informa de que aún es pronto para sacar conclusiones y avanzar nada sobre los restos hallados. Los técnicos aún no han emitido ningún informe. En la zona donde se está excavando el yacimiento se proyecta ubicar parte del edificio del nuevo colegio, cuya construcción acumula algunos años de retraso. La Comisión Insular de Patrimonio (Ciotupha) deberá pronunciarse sobre el futuro de los restos arqueológicos y, si es el caso, podría forzar la modificación del proyecto del nuevo colegio para que el yacimiento, o parte del mismo, se pueda conservar e integrar en el mismo centro. 
  • Aparte de los muros de época púnica y romana desenterrados, también se han encontrado ladrillos sueltos, que, parece ser, también podrían datar de la dominación romana de la isla

La hipótesis que se maneja es que se podrían tratar de los restos de alguna villa aislada de la antigua ciudad de distintos periodos. Aparte de los muros de época púnica y romana desenterrados, también se han encontrado ladrillos sueltos, que, parece ser, también podrían datar de la dominación romana de la isla. Todos estos detalles deben concretarse con el estudio detallado de los restos de cerámica asociados a las distintas estructuras. 

Durante la época púnica, el núcleo de la ciudad se localizaba en Dalt Vila y la zona que ocupa el barrio de la Marina. Existía una área industrial, donde se localizaba la actividad de los herreros y joyeros, entre otros oficios, y que se extendía desde la parte que hoy ocupa Vara de Rey hasta la actual sede del Consell de Ibiza, aproximadamente. Además, había villas aisladas por toda la zona de es Pla de Vila asociadas fundamentalmente a la explotación agraria.

  • Antiguos yacimientos muy cerca

Se da la circunstancia de que a apenas unos metros del solar del nuevo colegio de Sa Bodega, en la finca es Clot de Baix, se descubrió en 1979 una antigua estructura arquitectónica. La construcción de un edificio de viviendas entre la calle Aragón y la calle Valencia cortó parcialmente este yacimiento, según explica la Enciclopèdia de Eivissa y Formentera. Diez años después, en 1989, otra excavación de urgencia afectó a un sector no muy lejano del anterior, más cerca aún del solar del nuevo colegio. En esta segunda excavación se hallaron los restos de la estructura de una villa romanobizantina. Se excavaron tres habitaciones yuxtapuestas, cuya planta se pudo reconstruir casi totalmente. También se desenterraron vestigios de otras dos dependencias que no fueron excavadas, pero se conservan en el subsuelo del edificio, ubicado también en la calle Valencia. 



En esta excavación, dirigida por la responsable del servicio de arqueología del Ayuntamiento de Ibiza, Rosa Gurrea, se desenterró en una de las habitaciones un conjunto de tres bañeras y, justo debajo, un hipocausto que se utilizaba para calentar el agua. La Enciclopèdia de Eivissa y Formentera explica, en un texto del jefe de servicio de arqueología del Consell, Joan Ramon, que estas estructuras podrían corresponder a las termas (en este caso modestas) de la villa. En otra de las dependencias que, al parecer, se utilizaba como almacén, aparecieron ánforas de gran tamaño. La misma voz de la Enciclopèdia señala que los orígenes de la villa hallada en la finca de es Clot de Baix podría remontarse a la época púnica. De hecho, se sabía de antemano que en el solar del colegio, dada su proximidad, había muchas posibilidades de hallar restos arqueológicos similares.
(Fuente: Diario de Ibiza)