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11 de marzo de 2013

Descubren en León restos de la "Porta Principalis Dextra" y del arco triunfal de gladiadores

El profesor de Arqueología Romana de la Universidad Complutense, Ángel Morillo, ha descubierto parte de la puerta de gladiadores y de la Porta Principalis Dextra del campamento romano. El arco triunfal de la Porta Triunfalis se encontraba siempre al sur y es por donde salían los gladiadores victoriosos. El fuste descubierto mide 80 centímetros, lo que indica que la puerta debía medir unos cuatro metros de altura. 
La actual ciudad de León fue fundada por la Legio VII Gemina, hacia el año 70
 cuando estableció su campamento militar en estas tierras. El recinto ocupado
tiene forma rectangular 570 x 350 m.
Los hallazgos pertenecen a los resultados de una investigación desarrollada durante los últimos años titulada La decoración arquitectónica del campamento de la Legio VII Gemina en León, que demuestra que, contrariamente a lo que se creía, las columnas, frisos decorativos y revestimientos marmóreos recuperados en el yacimiento de la Legio VII confirman la existencia de edificios monumentales, algunos de ellos profusamente decorados (termas, cuartel general). 


Dicha monumentalidad se convierte en una expresión más del poder imperial. El arqueólogo ha rastreado los fondos del Museo de León para encontrar los restos pétreos descubiertos en las sucesivas campañas arqueológicas en el yacimiento, analizando decenas de basas, columnas y fustes para hacer con ellos un análisis del edificio o estructura al que pertenecían. 

«La construcción del nuevo campamento legionario supuso una petrificación y monumentalización de las estructuras arquitectónicas anteriores, que fueron parcialmente reaprovechadas», asegura.

En el primero de los casos, Ángel Morillo encontró un fuste procedente de la calle Don Gutierre número 4-10. Se trata de un gran tambor estriado perteneciente a una gran columna o pilastra adosada procedente del entorno de Don Gutierre. «Tanto por sus dimensiones como por sus características, es una pieza excepcional dentro del conjunto de elementos arquitectónicos recuperados en León», asegura el profesor, que añade que pertenece sin duda a la fachada de monumental de un edificio de gran tamaño. «La posición topográfica de este sorprendente hallazgo, coincidente desde el punto de vista espacial con una de las puertas principales del anfiteatro castrense, podría apuntar posibles pistas sobre su interpretación como parte de la entrada con arco de acceso monumentalizado de dicha construcción», resalta el arqueólogo.

Ángel Morillo explica que todo indica que se trata de parte del arco triunfal de la Porta Triunfalis, que se encontraba siempre al sur y por donde salían los gladiadores victoriosos. El fuste descubierto mide 80 centímetros, lo que indica que la puerta debía medir unos cuatro metros de altura.

El profesor explica su convencimiento en el hecho de que, además de entrenamientos legionarios, el anfiteatro debió acoger la actuación de gladiadores profesionales. «Sabemos que había circuitos de gladiadores en otras zonas de la península, la Bética, por ejemplo», añade el investigador, que considera que no sería descabellado pensar que en el norte se reproducía el modelo. «Sabemos que había anfiteatros en Braga, en Bobadela y en León. La duda está en si Lugo y Astorga también lo tenían», subraya. 

También descontextualizada se halla una pieza de grandes dimensiones interpretada como parte de un dintel o entablamento, concretamente la parte superior del quicio de una gran puerta. «Nos encontramos ante un elemento tanto funcional como decorativo procedente, según los registros del fondo antiguo del Museo de León, del palacio de los Guzmanes, lo que indica con toda probabilidad que formó parte del dispositivo de apertura de la antigua Porta Principalis Dextra, coincidente con la Puerta Cauriense medieval», desvela. Morillo añade que este hallazgo se confirma tanto por el tipo de piedra, muy dura e importada, como por la presencia de un orificio donde encajaría perfectamente el espigón de la gran quicialera de la puerta.

15 de noviembre de 2010

Revelan que las termas de la Legio VII en León estaban profusamente decoradas

Hasta el momento, se han hallado vestigios similares en las termas de Tarraco, Baelo Claudia, San Pedro de Alcántara, Itálica y Segóbriga
La investigación acaba de ser publicada en Zephyrus , la revista de prehistoria y arqueología de la Universidad de Salamanca, y revela las características que debieron tener las termas de la Legio VII a tenor de un descubrimiento del año 1996 cuyo análisis sale ahora a la luz. Se trata de los restos de un labrum , un lavabo romano que apareció en las excavaciones realizadas por Victorino García Marcos en Puerta Obispo. La importancia de este hallazgo no es baladí, puesto que, como señala el arqueólogo Ángel Morillo -autor de la investigación junto a Javier Salido Domínguez- estos objetos se encuentran escasamente documentados en las provincias hispanas de Roma.
Restos hallados en las excavaciones de Puerta Castillo.
Piezas similares . Hasta el momento, se han hallado vestigios similares en las termas de Tarraco, Baelo Claudia, San Pedro de Alcántara, Itálica y Segóbriga. «Los pocos ejemplares citados arrojan medidas de entre uno y 2,50 metros de diámetro. Fueron fabricados en mármol o piedras similares blancas o de color, aunque se han documentado también en granito. La pieza inédita de León viene a completar este panorama tan limitado», explica Morillo. Añade el investigador que la concavidad de la pila y la curvatura de sus paredes permiten enmarcarla dentro de un tipo denominado a bacino y precisa que correspondería a formas muy abiertas de dimensiones grandes, con ombligo interior y fondo plano, cuyas paredes se curvan en ángulos casi rectos. Se trata de un lavabo similar a los aparecidos en los caldaria de las termas Stabians de Pompeya, en las termas de los Cisiarii de Ostia, en el ágora Mesenia o en el ninfeo de Herodes Ático de Olimpia.
Otra de las características que hacen especial esta pieza es su cromatismo. Ángel Morillo revela que la tonalidad violácea escogida para tallar el labrum pone de manifiesto cómo debió ser el programa decorativo de las termas legionarias, de las que proceden también numerosos restos de revestimientos arquitectónicos de mármoles de tonalidades blancas y grises. «Todo ello, contrastaría cromáticamente con nuestra pieza, buscando un efecto de claroscuro muy llamativo», subraya. Este detalle se completa además con el descubrimiento de un fuste de columna tallado asimismo en el mismo tipo de piedra que el labrum , que podía formar parte de la decoración interior de las estancias termales. Ángel Morillo hace hincapié en el hecho de que se utilizó piedra de Espejón, cuyas canteras -en Burgos- se encontraban a una distancia de 300 kilómetros de la Legio VII. «Sólo el transporte del bloque de piedra desbastado de más de dos metros de diámetro y varias toneladas de peso a través de vías y caminos terrestres entre las canteras de procedencia y el territorio astur augustano debió plantear notables problemas de infraestructura, resueltos en este caso gracias a la administración militar», describe. El historiador llega a la conclusión de que su presencia en León confirma la importancia del programa monumental acometido en las termas legionarias. Es decir, por todo lo dicho anteriormente puede concluirse que las termas legionarias tuvieron unas características -"tanto desde el punto de vista ornamental como de sus dimensiones-" sobresalientes.
(Fuente: Diario de León)

17 de agosto de 2010

La autovía A-60 amenaza la ciudad romana de Sublancia en León

La Sublancia de la que hablan muchos textos antiguos, la ciudad romana situada al pie del cerro de Lancia cuya existencia se conocía por referencias escritas e indicios arqueológicos, ya ha salido, en gran parte, a la luz. Diario de León publicaba ayer todos los detalles de la impresionante población -”según estimaciones, llegó a estar habitada por más de 30.000 personas-” que acaba de ser exhumada a raíz de los trabajos de construcción de la autovía León-Valladolid (A-60).

Según el trazado previsto, esta nueva autovía pasará directamente por encima de la ciudad romana, algo «lamentable» a juicio del arqueólogo Ángel Morillo, quien, una vez conocida la magnitud de los hallazgos, ha calificado la población descubierta durante este último mes y medio de «complejo suburbano muy interesante». Morillo, profesor de la Universidad Complutense y gran conocedor de la historia leonesa, región en la que trabajó durante varios años, ha asegurado a este periódico que, mientras no esté construida la autovía, «aún hay posibilidades de salvar el yacimiento».

«Si hay voluntad, el trazado de la autovía podría llevarse tres kilómetros más allá para que no destruya los importantes vestigios aparecidos en este área, pero claro, estamos sobre todo ante un problema económico, eso cuesta dinero». En la misma línea de lo que opinan los arqueólogos consultados en la edición de ayer del Diario, para Morillo resulta increíble que, de los tres trazados que se barajaron en un principio, la Junta decidiera finalmente optar por aquel que discurre, directamente, por encima de un yacimiento arqueológico declarado Bien de Interés Cultural como es Lancia y su perímetro.

Algunos precedentes. Sin embargo, Ángel Morillo recuerda que ya ha habido ocasiones en que la construcción de grandes vías de comunicación ha ocasionado la destrucción de importantes bienes culturales: así, por ejemplo, cerca de Manganeses de la Polvorosa (Zamora) se hallaron tres grandes hornos romanos que fueron destruidos con los múltiples enlaces de autovía cercanos a Benavente. «Sin ir más lejos, tenemos que la zona antigua de la capital leonesa está declarada BIC, y eso no impidió que la propia Comisión de Patrimonio decidiera destruir los Principia», rememora Morillo.

Para este experto, es necesario que las instituciones, ahora calladas, y sobre todo aquellas personas que decidieron este trazado sobre un terreno protegido, den la cara y manifiesten qué se va a hacer con un yacimiento que cuenta con termas, alcantarillado, hornos, edificios públicos, talleres, almacenes y calles empedradas, y que ahora corre el peligro de desaparecer bajo el asfalto.
(Fuente: Diario de León)

2 de septiembre de 2010

Riaño (León): Aparecen restos de la cerca medieval en la excavación arqueológica de la plaza

Las excavaciones que se desarrollan en el casco antiguo con motivo de las obras de pavimentación del casco histórico incluidas en el Plan E han sacado a la luz parte de la cerca medieval. Estas obras -"que comprenden la plaza Riaño, San Francisco, Hospicio, Escurial, Carbajalas, Castañones, Tarifa y Puerta Sol-" continúan las que comenzaron en los aledaños de la calle Ancha, donde aparecieron estructuras de las residencias de los tribunos romanos. Asimismo, antes de finales de año comenzarán las excavaciones en el sector del norte del campamento -"comprendido en las calles Arvejal, calle del Convento, plaza del Vizconde y Santa Marina-", donde podrían aparecer nuevas evidencias de la Legio VI y la Legio VII. Entre los vestigios que esperan ser hallados se encuentran los barracones de la Victrix y el almacén de la Gemina.

En cualquier caso, hay que recordar que si bien el sector que ahora mismo está afectado por las excavaciones está extramuros, podrían encontrarse restos romanos. No se puede olvidar que el anfiteatro de la calle Cascalerías también se encuentra fuera del recinto campamental y que aún se desconoce en gran medida cómo era la vida en la cannaba . En este sentido, los arqueólogos ya han demostrado que a finales del siglo III y principios del IV, los habitantes del poblamiento civil pudieron utilizar el anfiteatro para habitar en su interior, al igual que ocurrió en el caso de las viviendas que muchos siglos después se adosaron a la muralla.
Santuarios. También podrían aparecer restos de santuarios, ya que muchos de ellos se construyeron extramuros. Se sabe que fueron al menos diez los espacios religiosos o de culto, tanto en el campamento de la Legio VII como de la cannaba . Una investigación realizada por el profesor de Arqueología de la Autónoma Ángel Morillo revela datos de la religiosidad dentro del campamento que no se conocían hasta ahora. Algunos de estos templos eran militares -"caso del que debió erigirse en los Principia-"y otras civiles. Así, se han hallado estelas que conmemoraban al genio, al numen, la divinidad protectora de la legión. Otro de los santuarios importantes fue uno dedicado de manera específica a las ninfas. Ángel Morillo cree que este espacio religioso debió estar extramuros y especifica que pudo haberse encontrado en lo que hoy ocupa el barrio de San Martín. La localización se debe al descubrimiento de una lápida con la inscripción fons amevi(ninfas de las fuentes). El profesor explica que la presencia de un templo en honor a las ninfas resulta absolutamente plausible teniendo en cuenta la importancia que las aguas subterráneas tienen en León. «Además, no hay que olvidar que el agua subterránea es una deidad propiciatoria; es frugífera, salutífera y ctónica, destaca Morillo, que añade además que se trata de un culto favorecedor de la fertilidad. Otro de los descubrimientos de Morillo es el que se refiere a Diana, cuyo templo debió de estar extramuros, así como a Marte y a Mercurio.
Fuente: Diario de León)

11 de marzo de 2011

Arqueología aérea: Hallan en León enclaves astures y romanos inéditos con vuelos de prospección

El campamento de la Legio VII no estaba aislado. Ángel Morillo, profesor titular de Arqueología Romana de la Universidad Complutense de Madrid, ha descubierto decenas de nuevos asentamientos romanos e indígenas, dos campamentos inéditos, torres de vigilancia y vías de comunicación que ofrecen un mapa más complejo del León romano. Es un trabajo de años. Los vuelos de prospección, autorizados por la Junta, le han permitido obtener «miles y miles» de fotografías aéreas de la provincia -que ha analizado una a una- para descubrir yacimientos que no figuran en el mapa arqueológico oficial.
Imagen aérea de la ciudad astur-romana de Lancia (León).
Los vuelos con avioneta han sido claves para certificar que los 10.000 habitantes -entre militares y civiles- acantonados en la Legio VII en el siglo I estaban perfectamente comunicados con otras ciudades de Hispania. En estos 'barridos' aéreos, Morillo ha localizado nuevas villas romanas, algunos castros indígenas (de astures) y un entramado viario que ha podido dibujar con exactitud. Procesar toda la información le llevará años; además, de visitar sobre el terreno los nuevos hallazgos. En algunos casos, dependiendo de la importancia de los enclaves, habrá nuevas 'lecturas' del subsuelo, mediante el georradar, e, incluso, excavaciones con pico y pala. Este ambicioso proyecto arqueológico aéreo no se ha limitado a León. De hecho, Morillo localizó en territorio asturiano un importante asentamiento militar romano que el Principado va a excavar próximamente.
El investigador considera que Google Earth, el georradar, así como los vuelos fotográficos, son «herramientas de primer orden» para la arqueología moderna. El historiador madrileño afirma que además de detectar con precisión nuevos yacimientos, estas herramientas «ahorran dinero público». «Ya no se excava a ciegas», dice. Como ejemplo, cita la polémica suscitada por la aparición de una 'nueva Lancia' en el trazado de la futura autovía León-Valladolid (A-60) o la villa romana hallada en Puente Castro, descubierta con motivo de la construcción de un vial en la Lastra. «Si previamente se hubiera hecho una prospección aérea se habrían ahorrado muchos problemas», asegura.
En el 2005 Morillo ya inició el 'barrido aéreo' del alfoz de la capital para descubrir restos arqueológicos que permitieran reconstruir hasta dónde extendía su influencia la Legio VII. Teniendo en cuenta que es el único destacamento que permanecerá hasta el final de la presencia romana en Hispania -junto a sus unidades auxiliares-, Morillo quería probar que el entramado urbanístico fue más complejo del que se había localizado hasta la fecha. Las fotografías aéreas le han dado la razón, aunque la investigación no está cerrada aún.
Los resultados, en Burdeos. En un principio, el historiador madrileño, ex profesor de la Universidad de León, pensaba abarcar únicamente el territorio que rodea la capital leonesa, en un radio de veinte kilómetros. Pero ha acabado prospectando toda la provincia, incluidos los pasos a Asturias, el Bierzo, Astorga, Lancia y el interior. Los vuelos también llegaron a Burgos y otras provincias de la Comunidad, aunque Morillo ha preferido centrarse exclusivamente en León. El historiador presentó estos descubrimientos en un reciente congreso sobre arqueología romana celebrado en Burdeos y pronto saldrá una publicación con los hallazgos. Morillo desvela que ha encontrado «muchas sorpresas». Sin dar las coordenadas de los nuevos yacimientos, reconoce que ha localizado villas romanas, asentamientos militares menores, encargados de vigilar las rutas, así como bases de apoyo y aprovisionamiento -granjas que surtirían de alimentos a los legionarios-. Como dato, explica que la vía que unía Lancia con el Ebro «se ve perfectamente» en las imágenes aéreas.
(Fuente: Diario de León)

6 de septiembre de 2022

Inician las excavaciones en el campamento romano de Trobajo (León)

El objetivo de esta investigación es determinar la importancia de los asentamientos militares de entrenamiento en lo que son ahora nueve parcelas situadas junto al cementerio de Trobajo del Camino
Comienzan las excavaciones en San Andrés del Rabanedo.

Un total de nueve parcelas situadas en las inmediaciones del cementerio de Trobajo del Camino van a ser el escenario de unas relevantes excavaciones para determinar la importancia de los restos de origen romano hallados en la zona. Se trata de una investigación liderada por los arqueólogos Ángel Morillo y César Heras que ya cuentan con todos los permisos de la Junta de Castilla y León para que los trabajos se inicien este lunes, 5 de septiembre.

El objeto de esta actuación es realizar intervenciones arqueológicas en el conjunto de recintos castrenses romanos de Trobajo, en el que se intenta dilucidar la importancia de los campamentos de la Legio VI y Legio VII, tal y como se señala en el informe 'El conjunto de campamentos romanos para prácticas de Trobajo del Camino (San Andrés de Rabanedo) y Oteruelo de la Valdoncina (León)', publicado en la revista Gladius bajo la autoría de Ángel Morillo, Brais X. Currás, Almudena Orejas y Agostino Nobilini.

Sondeos arqueológicos
Precisamente con estas excavaciones se pretende confirmar sobre el terreno el estudio realizado por estos arqueólogos durante más de diez años, en el que se especifica que existen al menos 18 recintos de este tipo.

La actuación consiste en varios sondeos arqueológicos que se materializarán en dos o tres trincheras de 10 metros de alto por 1,5 metros de anchura realizadas con retroexcavadora, cortando los fosos de varios de los recintos, para posteriormente sellar estas prospecciones y devolver el terreno al estado precedente. La siguiente intervención consistirá en realizar más tareas de investigación con georradar.

Podría ser el mayor descubrimiento sobre Hispania
Estos trabajos se desarrollarán durante los días 5 y 6 de septiembre con la presencia de investigadores de la Universidad Complutense de Madrid y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre un campamento que podría ser el mayor descubierto hasta la fecha en Hispania, en donde se entrenaban los soldados antes de las intervenciones militares.
(Fuente: León Noticias)

3 de abril de 2013

Los análisis resuelven la autenticidad de las Tablas de barro de Astorga

Algunos expertos creían falsas estas cuatro extrañas piezas, que contienen itinerarios inéditos romanos.
Esta placa, la que más polémica ha suscitado entre los historiadores,
señala el recorrido desde Legio VII Gemina (León) a Portus Blendium (Suances).
Discurre por la actual Aguilar de Campoo. Las distancias no son correctas.
Podría ser una vía militar de acceso a Cantabria.
Son tan extrañas que durante un siglo han mantenido en vilo a los historiadores. Durante décadas los expertos han tratado de dilucidar si las llamadas Tablas de barro de Astorga son auténticas. La ciencia, finalmente, ha dado la razón a autores como Antonio García Bellido, que defendió con vehemencia su origen romano. Los resultados no dejan dudas: son de mediados del siglo III, entre los años 267 y 276.

El Laboratorio de Datación y Radioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid llevó a cabo análisis de termoluminiscencia (una prueba que se emplea en arqueología para determinar la edad de piezas sometidas a calentamiento) a partir de fragmentos minúsculos de la arcilla con que se hicieron estas piezas enigmáticas, tan extrañas que constituyen un unicum. Las tablas son una suerte de mapas de carreteras de la época, con las mansiones y civitates que hay en cada ruta, así como la distancia entre las mismas.

Es lógico que algunos historiadores las considerasen falsificaciones, no sólo por el formato, prácticamente inédito, sino por el contenido. Las cuatro pequeñas tablas (de 14 por 12 centímetros), conocidas también como el Itinerario de Barro de Astorga, depositadas en el Museo Arqueológico de Asturias (en Oviedo), ofrecen cinco rutas romanas desconocidas, que no aparecen en ningún otro documento. Especialmente extraña es la tabla I, que da cuenta de una vía que enlazaría Legio VII (la ciudad de León) con un lugar denominado Portus Blendium, que podría ser la localidad cántabra de Suances, pasando por la actual Aguilar de Campoo.

Unas piezas asombrosas

La historia de las tablas es fascinante, porque su aparición es igualmente enigmática. La primera noticia que se tiene de ellas es en 1902. En ese momento son propiedad del coleccionista asturiano Soto Cortés, que las tiene en su palacio de Labra, en Cangas de Onís, y las dona al museo de Oviedo. No hay datos de dónde o cómo las consiguió. El investigador Diego Santos, que llegó a consultar el archivo original del coleccionista, apunta que se encontraron «en la región de Astorga».

Las tablas deslumbraron a Ángel Morillo —uno de los mayores especialistas en el León Romano— cuando su profesora de la Universidad Carmen Fernández Ochoa les relató en clase esta historia. Morillo preguntó entonces por qué no se analizaban las tablas para salir de dudas: «Es muy caro y no está a nuestro alcance», fue la respuesta. Fernández Ochoa, que hace dos años reorganizó la colección del Museo Arqueológico de Asturias, llamó a su ex alumno y decidieron que era el momento de determinar si las célebres placas de barro cocido eran un falso histórico o ejemplares auténticos.

Cada tabla contiene una relación de las mansiones que había a lo largo de cinco rutas. La tabla I da cuenta de la vía Legio VII-Portus Blendium, la que más ha enzarzado a los historiadores, por ser una ruta meseteña hasta ahora desconocida; la tabla II versa sobre las rutas Lucus (Lugo) e Iria y Lugo-Dactionum, que tampoco figura en las fuentes itinerarias conservadas hasta la fecha; la tabla III, la ruta Asturica-Emérita; y, finalmente, la tabla IV, el itinerario Asturica-Bracara.

Más incógnitas

Por si la historia de las tablas no fuera suficientemente fascinante, además están firmadas por un cargo municipal, el duunviro Lépido. Algunos historiadores creen que se hicieron para el uso de viajeros y se encontraban en un edificio de postas. Los itinerarios que describen no coinciden con los de otros documentos romanos, tampoco las distancias. Morillo tiene una teoría. Es posible, afirma, que para la secuencia de las mansiones que aparecen en las tablillas el autor utilizara un ‘mapa pintado’ (una tabula picta), de forma que fundiera trayectos principales y secundarios y calculara las distancias «en línea recta».

Los análisis determinan además que las cuatro tablillas son obra de la misma mano. Otra rareza de estas tabletas es su forma, con un asa superior perforada, para sujetarlas, seguramente, a la pared, lo que constituye también un caso excepcional. Asimismo resulta peculiar la paleografía de la letra cursiva empleada.

Morillo reconoce que el misterio se mantiene, aunque los análisis certifican la autenticidad de las tablas de barro de Astorga. La primera cuestión que habrá que resolver es cuál era su finalidad. Y hay que esclarecer la identidad de Lépido, que podría haber ostentado un cargo administrativo en Asturica Augusta, origen de dos de los itinerarios y probable lugar de hallazgo de las piezas.

19 de septiembre de 2022

Descubren en León el campamento romano más grande de España

Una investigación confirma que León albergó campos de entrenamiento militares.  Son los más extensos documentados hasta la fecha

«Hemos realizado nuestros sondeos y hemos confirmado nuestras sospechas de que estábamos ante campamentos para prácticas, porque han aparecido las fosas y los terraplenes de lo que corresponde el sistema defensivo romano básico», ha señalado Ángel Morillo Cerdán. Catedrático de arqueología de la Universidad Complutense de Madrid, investigaba, junto a César Heras, unos yacimientos de las inmediaciones de Trobajo del Camino a raíz del hallazgo de evidencias que apuntaban a que la zona albergaba restos romanos.

La hipótesis de que los alrededores de León fueron empleados por los romanos para realizar entrenamientos y prácticas militares se confirma después de tres años. Durante las primeras fases se realizaron fotografías aéreas y tomografías que apuntaban a que existía un área que había acogido este tipo de actividades. Las catas realizadas a lo largo de la semana pasada han demostrado que se trata del «complejo de campamentos más grande», «de casi dos docenas de recintos», «y es la primera vez que se ha documentado en la Península Ibérica», ha señalado Morillo Cerdán. El investigador ha asegurado que es posible que haya más restos de estas características en las cercanías de León, como sucede en la ciudad de Xanten (Alemania), en la que era habitual este tipo de actividades.

El trabajo de campo del grupo de la investigación finaliza dejando paso a la publicación de sus resultados. Ahora, indica Morillo, la Junta y el Ayuntamiento tienen que realizar la pertinente gestión patrimonial. «A lo mejor no es posible proteger todo el conjunto, pero sería deseable que al menos una parte quedara protegida», «para que se pudiera conservar una parte de este conjunto, el más grande e interesante que hay en España».

El proyecto se ha podido realizar gracias a la colaboración entre el Consejo de Investigaciones Científicas, la Universidad Complutense de Madrid, la ULE y el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo, así como al apoyo económico de la Junta de León y de un proyecto del Ministerio de Ciencia e Innovación.

22 de febrero de 2011

Los enigmas de la Catedral de León

Los grandes monumentos, en especial las catedrales, encierran misterios insondables. La de León, marcada por el estigma de una ruina catastrófica, contiene enigmas que expertos, arquitectos e historiadores han sido incapaces de aclarar desde una perspectiva científica.
No todos los misterios han sido tan fáciles de resolver como el del topo que destruía por la noche lo que los maestros constructores levantaban de día. En los años 90 la Universidad de León analizó el célebre topo de la puerta de San Juan y descubrió que era una tortuga laúd, cuyo origen aún es incierto. Pero, como casi todas las leyendas, el topo no es más que una metáfora de la debilidad de un templo que estuvo a punto de desplomarse en el siglo XIX y que, aún hoy, es un milagro que siga en pie. La Catedral se erigió en un solar ocupado por varias construcciones sucesivamente superpuestas en el tiempo, lo que condujo a reaprovechar los cimientos anteriores. Sin embargo, el templo gótico superaba ampliamente, en planta y alzados, a los primitivos edificios -las termas romanas y la catedral románica-. Para algunos expertos, este empeño en construir en este enclave obedece a que se trata de un punto telúrico, un lugar donde hay corrientes electromagnéticas.
La catedral estuvo a punto de desplomarse en el S. XIX
Aún hoy es un misterio qué se oculta bajo el subsuelo de la Catedral y por qué se tiró parte de la muralla romana, que discurre bajo el altar mayor, en lugar de ˜desplazar" el edificio. Todavía existe un paso de muralla en la zona septentrional y criptas que nunca han sido del todo exploradas. En la zona norte está la llamada cripta de Menéndez Pidal, descubierta por este historiador, que correspondería al caldarium de las termas, utilizada como cámara funeraria en la Edad Media, donde se conservan cinco sepulcros.
El ex concejal de Patrimonio Alejandro Valderas, archivero de la Universidad e investigador de la Catedral, considera «una locura» excavar el subsuelo del templo gótico, como se planteó hace unos años, pero es partidario de ˜barrer" el edificio con un georradar, para desvelar qué hay exactamente. Se sabe que en la magna restauración emprendida en el siglo XIX algunos pasadizos y túneles fueron cegados para reforzar la cimentación del templo. Si escondían algún secreto, el georradar sería el mejor método para descifrarlo.
Magos y alquimistas. Las vidrieras de la Catedral, el mejor conjunto medieval de Europa, han enfrentado a los expertos sobre un tema crucial: ¿se realizaron siguiendo un plan global?
Vidrieras de la catedral de León.
En los vitrales no sólo está representada la historia de la creación y los relatos del Antiguo Testamento -desde Adán y Eva al diluvio universal, Moisés o Sansón-, sino que hay temas mundanos, según ha escrito Máximo Gómez Rascón, responsable de Patrimonio de la diócesis de León, «para que el hombre pueda escoger entre la virtud y el vicio, el saber o la ignorancia...». Es una explicación que no convence a muchos estudiosos del templo leonés. El escritor Javier Sierra, que esta semana iniciaba en León la promoción de su libro El ángel perdido, que tiene como epicentro la catedral de Santiago, lleva años visitando la de León por el magnetismo que desprende este edificio gótico. A Sierra no le ha pasado desapercibida la vidriera de Simón el Mago y, como muchos historiadores, se ha hecho la inevitable pregunta: «¿Qué diablos pinta en un templo cristiano la -˜competencia-™ de Jesús?».
El historiador José Manuel Rodríguez Montañés, responsable de El Sueño de la Luz, el proyecto de divulgación de la actual restauración de la Catedral, considera fascinante que algunas de las vidrieras más luminosas son aquellas en las que se utilizó el amarillo de plata en el siglo XIV, un compuesto que se conocía un siglo antes y que es el resultado fallido de intentar convertir nitrato de plata en oro; es decir, el arte secreto de la alquimia. De hecho, en una de las vidrieras de la fachada sur aparece representado un alquimista con su matraz.
Los poderes ocultos están también presentes en mucha de la iconografía de la Catedral. Las propias gárgolas, según ha escrito la experta Ángela Franco, conservadora del Museo Arqueológico Nacional, «se inscriben en el marco general de la fantasía de los terrores medievales».
Mitra, Ra y dioses maléficos. En la Catedral de León parecen convivir varios dioses. Hay más de una alusión al dios Mitra, culto que había desaparecido muchos siglos antes de la construcción del templo, y cuyo ˜rastro" aparece esculpido junto a la capilla del Carmen. No deja de resultar chocante que Mitra haya quedado inmortalizado en este templo cristiano, teniendo en cuenta que durante el Imperio romano el culto a esta divinidad importada de Persia se desarrolló como una religión mistérica, organizada en sociedades secretas de carácter esotérico.
Vista superior de la nave central.
En el edificio también es posible encontrar al demonio Bafomet, un símbolo templario. Existe un bifaz bafomético en una ménsula del lado sur de la Catedral también conocida como la -˜cara que siempre mira-™; y otro Bafomet en la puerta de la capilla de Santiago. Existe una leyenda en torno a estos demonios. Una doncella enamorada de un templario le da un bebedizo para lograr ser correspondida. El caballero, en efecto, queda prendado de la joven y roba objetos sagrados de una iglesia para huir con su amada. El maestre de la orden convirtió entonces a ambos en piedra negra y les condenó a ir tomando distintas formas bafométicas en la Catedral de León durante diez siglos.
Ángel Morillo, profesor titular de la Complutense, y uno de los mayores expertos en arqueología romana de España, descubrió en la cripta de Puerta Obispo, a los pies de la Catedral, piezas relacionadas con el culto a Mercurio. Con seguridad, el complejo termal sobre el que se asienta la Catedral tendría en su día un ninfeo o santuario de culto a las Ninfas y otras divinidades curativas. Julia Álvarez, en su Tratado de las tres rosas , destaca una vidriera que representa a una mujer vestida de verde con los brazos en alto en la que se lee la leyenda: «sol ra» -”en alusión al dios egipcio del sol-”.
Ocultismo. El historiador leonés Gerardo Boto, profesor de Historia del Arte Medieval en la Universidad de Gerona, en un estudio sobre las enjutas de las capillas de la Catedral llama la atención sobre la sorprendente cantidad de jugadores de dados que aparecen en el templo. Hay también numerosas crónicas de clérigos jugadores y los castigos que sufrieron por ello. Fue tal la pasión por este juego que trascendió al folclore, como da cuenta la portada norte de la propia Catedral, conocida desde hace siglos como Puerta del Dado. El nombre alude a un milagro: un soldado de Flandes, jugador y borracho, una noche de mala suerte arrojó los dados a la Virgen e impactaron en la frente del Niño, que comenzó a sangrar. Otra leyenda similar cambia el personaje del militar por un vecino de Santa Marina. El juego de dados también está inmortalizado en una conocida vidriera de Nicolás Francés para la fachada septentrional, donde incluye una escena de taberna. Para algunos estudiosos los dados aluden a ciertos ritos ocultistas. No es el único juego presente en el templo, cuya planta es un damero perfecto. Juan Carlos Campos, el experto que descubrió los petroglifos de la Maragatería, ha localizado en la Catedral una decena de alquerques, antiguos tableros de juego tallados en las losas del claustro. El alquerque es un juego más antiguo que el ajedrez, las damas y el tres en raya.
¿Fue el "pie carolingio" la medida utilizada en su construcción?
Medidas y numerología. Para los amantes de la numerología, las distancias entre elementos arquitectónicos que se pueden encontrar en el interior del recinto no son casuales, sino que los constructores emplearon el famoso número de oro. Se trata de un número algebraico irracional (decimal infinito no periódico) que posee muchas propiedades interesantes y que fue descubierto en la antigüedad, no como unidad, sino como proporción entre segmentos de rectas. Por el contrario, algunos historiadores consideran que la medida utilizada en la construcción de la Catedral de León fue el pie carolingio (equivalente a 32,16 centímetros), mientras que en la de Burgos, por ejemplo, se empleó el pie castellano (27,86 centímetros). Casi cada piedra de la Catedral oculta una historia. En el claustro resulta curioso un singular -˜trío-™, que decora un capitel, integrado por Alfonso XI, su amante Leonor Ramírez de Guzmán y el obispo don Juan Ocampo. El sepulcro del infante don Alfonso, hijo de don Juan, fue objetivo de un demente en 1991, que rompió una vidriera para entrar en la Catedral en busca de vampiros.
Un personaje curioso es el green man (hombre verde), que aparece en el pórtico principal y en otros lugares. Es una creación extendida en la Edad Media y según el investigador M. MacDermott contiene vinculaciones con la India. Se trata de una cabeza humana rodeada de follaje y tallos que salen de su boca y de su nariz. En muchos lugares, incluida la sillería del coro, hay decenas de seres fantásticos y mitológicos: sirenas-ave, tritones, centauros, dragones, arpías con cabeza masculina o basiliscos. Saber cuál era la intencionalidad de los maestros que cincelaron a estos personajes inquietantes es difícil de averiguar. Lo que es seguro es que no están ahí de forma casual...

22 de marzo de 2013

La cripta de Puerta Obispo abrirá sus puertas en León

Los hallazgos que preserva la cripta, vitales para recomponer el pasado romano de la ciudad, han permanecido cerrados bajo llave.
La cripta, donde aún no han acabado las obras.
Foto: Jesús F. Salvadores
Lleva cerrada 17 años y el Ayuntamiento de León pretende abrirla esta semana. Sin embargo, el misterio sigue rodeando a la cripta de Puerta Obispo. La concejala de Urbanismo pretende finalizar en horas los trabajos en este yacimiento subterráneo ubicado a los pies de la Catedral.

Confirma que esta semana se podrán ver los vestigios romanos que aparecieron durante la peatonalización de la plaza de la Regla, pero no sabe —al menos, no lo dice— el día exacto. Tampoco desvela los horarios para visitar la cripta y se niega a decir cuánto habrá que pagar por ver los restos de la Porta Principalis Sinistra, que daba acceso por el Este al campamento de la Legio VII, así como parte de las letrinas de las termas romanas sobre las que se asentaría después el palacio de los reyes leoneses, más tarde la catedral románica y, finalmente, el actual templo gótico.

Enzarzado durante años con el constructor de la cripta, el Ayuntamiento nunca pudo exhibir por problemas legales —a excepción de dos meses en la primavera del 2006— los vestigios romanos hallados durante los trabajos de peatonalización de la plaza de la Catedral. La cripta se hizo y quedó sellada. Por eso, las puertas acabaron estropeándose.

Ha hecho falta más dinero y nuevos permisos de Patrimonio —que tiraba por tierra el primer proyecto del Ayuntamiento— para reabrir este ‘pozo del tiempo’.

Error tras error

Los hallazgos que preserva la cripta, vitales para recomponer el pasado romano de la ciudad, han permanecido cerrados bajo llave.

Tras un primer intento fallido por parte del Ayuntamiento, que quería construir ‘una burbuja de cristal’ para acceder a este ‘mausoleo’ subterráneo, un plan rechazado en noviembre por Patrimonio, el 28 de febrero la Junta aceptaba el segundo plan municipal.

La nueva solución no «entorpece», como la anterior, la vista de la Catedral. El Ayuntamiento propuso sustituir las puertas correderas por dos abatibles, que sobresalen 45 centímetros del suelo, en lugar de los 30 actuales, así como colocar una barandilla de protección en acero que rodeará la cripta. El equipo de gobierno municipal no quiso hablar de presupuesto. Aseguró que esta reforma sería poco costosa, al hacerla las brigadas del Ayuntamiento.

La cripta sólo se abrió al público puntualmente en el 2006, cuando era alcalde Mario Amilivia. En sólo dos meses recibió más de 30.000 visitantes, algo insólito en León, tratándose de un yacimiento de apenas 300 metros cuadrados. Entonces la cripta llevaba construida una década y la expectación, como ahora, era máxima.

De este pequeño enclave subterráneo se extrajeron en su momento más de 12.000 piezas romanas y medievales, algunas fundamentales para reconstruir la historia de la ciudad.

La cripta, que forma parte de la fallida Ruta Romana, ha resultado crucial para los investigadores.

El secreto de la lámpara

En este pequeño yacimiento el historiador y experto en León Romano Ángel Morillo encontró las evidencias para demostrar que la ciudad tuvo población, ininterrumpidamente, entre los siglos I al X.

También aquí se localizó una lucerna (lámpara de aceite) de apenas unos seis centímetros de tamaño, pero de excepcional valor. Se trata de una pieza cerámica de principios del siglo I decorada con la representación de una exploración ginecológica de un médico a una mujer enferma.

Un hallazgo considerado «único y sin paralelos en el mundo romano». Un pequeño fragmento que permitió probar la importancia del campamento romano que daría origen a la ciudad de León, porque ilustraba la presencia de médicos en el momento de la instalación de la Legio VI, en la época de Augusto. Y sólo había galenos en los acantonamientos verdaderamente destacados. Además, es la primera pista de la existencia de un hospital militar, cuya ubicación de momento no ha sido localizada en la ciudad, pero que los expertos sitúan en las inmediaciones de San Isidoro.

En la citada lucerna —hoy conservada en el Museo de León—, que también da idea de los avances médicos hace 2.000 años, aparece una mujer muy delgada, posiblemente afectada por una grave enfermedad, como el cáncer, y a un médico que le está haciendo un reconocimiento.

El Ayuntamiento quiere abrir la cripta coincidiendo con la Semana Santa, cuando la ciudad recibe el mayor porcentaje de turistas de todo el año. Será, aparte de los desfiles procesionales, uno de los pocos alicientes de León, donde para la próxima semana no hay programados conciertos ni teatro en el Auditorio.

(Fuente: Diario de León / Verónica Viñas)