Los trabajos sacarán a la luz un cuadrante de esta edificación construida en el siglo I antes de Cristo y cuyos muros exteriores miden 11 metros de alto y su semicircunferencia se extiende a 108 metros aproximadamente.
En cuanto se atenúen los ecos del puente de Todos los Santos (1 al 4 de noviembre), los arqueólogos comenzarán a poner al descubierto la memoria que los romanos dejaron en forma de anfiteatro monumental, que el tiempo y la mano de sus descendientes han mantenido enterrado durante siglos. «Tras muchas vicisitudes, las excavaciones comenzarán en la semana del día 5 al 11 de noviembre», anunció el concejal de Cultura, David Martínez.
Los trabajos sacarán a la luz un cuadrante de esta edificación construida en el siglo I antes de Cristo y permitirán apreciar, por primera vez, algunos aspectos de su magnificencia. Los cálculos informáticos realizados a partir de un bombardeo de fotos aéreas efectuado en 2015 permitió concluir que sus muros exteriores tienen 11 metros de alto y su semicircunferencia se extiende a 108, aproximadamente.
La excavación de entre una tercera y una cuarta parte de esa sección será simultánea a los últimos toques que hay que darle al doble muro exterior de la plaza de toros, que fue edificada encima una vez que el monumento quedó en desuso y enterrado. En los últimos meses ha habido que consolidar ese cuadrante del coso, para que se tenga de pie, mientras la prospección tiene lugar debajo. También se ha previsto la instalación de una pasarela para recorrer el yacimiento, de lado a lado. Se trata de poner en marcha el proyecto turístico 'Abierto por obras' y hacer de las excavaciones una atracción para los visitantes. Para ello, la coordinadora municipal de Patrimonio Arqueológico, María del Carmen Berrocal, prepara una cartelería específica que permitirá señalizar lo que verán los turistas.
RETRASO
Todo va con alrededor de dos meses de retraso, por los problemas surgidos en la colocación del armazón y de los enganches metálicos que sostienen el doble muro de la plaza de toros. Ha tenido que ser reforzado con hormigón para que aguante durante la campaña. Así, las prospecciones, que estaba previsto que comenzaran en septiembre, lo harán en noviembre. Si nada se tuerce, durante el año que viene sacarán a la luz una de las partes que más interés suscita en los arqueólogos. Desde el pórtico, que está junto a la calle Doctor Fleming y pegado al cortado sobre la calle Gisbert, se trazará una recorrido similar a una cuña de queso, cuyo vértice estará en el centro de la arena, superando la zona en la que estaba el podio.
El extremo contrario al pórtico atravesará una zona en la que hay documentadas estancias que incluso conservan partes del techo, según los arqueólogos. Se trata del conjunto de espacios auxiliares con alzados de 3,80 metros y cubiertas abovedadas, que figura en planos de validez contrastada y realizados en el siglo XVIII. La excavación debe continuar bajo la calle Doctor Fleming, hasta los vestigios del monumento que se conservan, al aire libre, junto al antiguo Hospital de Marina (UPCT).
"PLAN DIRECTOR" EN DICIEMBRE
Martínez y Berrocal prefieren ser cautos y no dar un plazo concreto para completar la excavación. Más prisa les corre tener en su poder el plan director que definirá el proyecto de restauración del monumento en su conjunto, contratado por 30.000 euros. «Lo recibiremos en diciembre, para poder adjuntarlo al expediente de petición de fondos del Estado, en el programa 1,5 % Cultural», explicó Martínez. De su consecución depende la puesta en marcha de nuevas obras. La petición realizada asciende a 400.000 euros, que se unirían a 100.000 de aportación municipal para contratar y ejecutar, el año que viene, la recuperación de un nuevo sector, más amplio, de la construcción. Este lleva el nombre de 'Intervención en el cuadrante meridional del monumento y consolidación del doble muro del anillo de la plaza de toros, fase 2'.
«Se trata de un proyecto técnico novedoso y con vocación de futuro que, por sus características, se adecua perfectamente a los requerimientos del Ministerio», destacó Martínez. Además, será compatible con el mantenimiento de lo que queda de la plaza de toros. El coso taurino está en ruina técnica desde 1986. Hace diez años fue eliminado todo el graderío, pero el doble muro sigue en pie para delimitar y proteger el Anfiteatro.
Al quedarse sin apoyos, era necesario asegurar de alguna manera esa estructura y se hizo mediante unos andamios cuyo alquiler costaba muchos miles de euros al mes y que a la postre han acabado por dañar su estructura. La inyección de hormigón y el sistema de vigas y placas de metal evitarán un hundimiento que dañaría irreparablemente el monumento romano.
Al poner la directa en este proyecto, el municipio se convertirá en una de las cinco ciudades de la Península Ibérica que disponen de teatro y de anfiteatro. Solo cuatro de ellas, incluida también Cartagena, mantienen ambas construcciones con alzados monumentales.
Para visitar y para eventos
Además de ser visitable, el Anfiteatro debe poder acoger eventos en el futuro, según los planes municipales. Ése es uno de los principales objetivos que tendrá que cumplir el plan director. En el Área de Patrimonio están convencidos de que se puede restaurar de manera similar a como se ha hecho «en otras localidades de España», donde ha sido posible convertirlos en escenario de festivales de teatro, de fiestas populares y de otros eventos culturales.