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13 de noviembre de 2024

Descubren material bélico y restos de cerámica medieval en el castillo de Puente Viesgo (Cantabria)

Ayer se presentaron los primeros hallazgos de la actuación arqueológica que comenzó el pasado verano en los restos del castillo medieval de Puente Viesgo.
Rueda de prensa de presentación de la Investigación
 (Foto: Miguel de Arriba)

La directora general de Cultura y Patrimonio Histórico del Gobierno de Cantabria, Eva Guillermina Fernández, presentó ayer martes los primeros hallazgos de la actuación arqueológica que comenzaba el pasado verano en los restos del castillo medieval de Puente Viesgo.

En concreto, el sondeo arqueológico realizado en la cumbre del monte Castillo durante los meses de agosto y septiembre ha registrado cerámica de aspecto medieval, junto con restos de fauna, objetos metálicos y conchas de ostras, entre otros, y material bélico vinculado con el uso guerrero-militar: dos puntas de proyectil de flecha (arco o ballesta).

También se han hallado dos dinteles de ventana en piedra, posiblemente procedentes de las paredes desaparecidas del castillo. Uno de ellos es un ventano en el que se usa el arco ultrasemicircular o de herradura, lo que podría indicar que sean de inspiración prerrománica.

Eva Guillermina Fernández, que ha estado acompañada de los responsables de la excavación, los arqueólogos Javier Marcos y Lino Mantecón, ha destacado la importancia "no solo paisajística, sino también cultural" del monte Castillo, en cuyo interior se encuentran cuevas con arte rupestre declaradas Patrimonio de la Humanidad.

"Una montaña muy singular y especial en cuya cima hay otro tipo de elementos como el castillo alto medieval", ha remarcado, objeto de los trabajos de investigación que financia la Dirección General de Cultura y Patrimonio Histórico.

La directora general ha resaltado que la arqueología es un trabajo "lento, arduo", que hay que desarrollar "con cuidado y de manera sostenida en el tiempo" para poder arrojar datos y resultados como los que hoy se han presentado.

Por su parte, Marcos y Mantecón han puesto en valor la importancia de los trabajos arqueológicos desarrollados hasta el momento como "una primera aproximación al yacimiento", aunque han asegurado que los resultados científicos hablan de "un importante castillo roquero" de unos 600 metros cuadrados de planta, con varios recintos y fases constructivas.

En su opinión, este importante yacimiento ha permanecido "casi inédito y a la sombra" de las cuevas con arte rupestre paleolítico que alberga en su interior el monte Castillo y han recordado que hasta ahora estos restos arqueológicos del castillo de principios de la Edad Media (Alta Edad Media) "no habían conocido una intervención científica de calado".

Si bien las labores de campo concluyeron a finales de septiembre, los investigadores están actualmente realizando trabajos de gabinete y recepción de la información de laboratorios externos, por lo que "todavía no se tienen conclusiones categóricas".

Aún así, han explicado que las labores de limpieza y desbroce vegetal que han llevado a cabo han servido para descubrir una fortificación compleja y de gran extensión espacial que conserva, en algunos puntos, muros de unos dos metros de altura.

"Es muy posible que el castillo posea varias fases constructivas. Su morfología denota importantes labores de regularización de la cumbre con el objeto de generar una plataforma artificial. Esta empresa exige un importante esfuerzo de la comunidad, que es incrementado por la construcción de una muralla empleando sillarejo de piedra arenisca", han apuntado.

Durante su explicación, los arqueólogos han destacado también que la geología del monte Castillo es caliza, por lo que consideran que el uso de piedra arenisca exigía traslado desde una distancia de, al menos, un kilómetro de distancia y su ascenso hasta a la cumbre.

"Este ingente esfuerzo evidencia que la promoción del castillo tuvo que venir de la alta nobleza altomedieval", han remarcado.

El proyecto de investigación que actualmente continúa en los restos de este castillo tiene entre sus objetivos aquilatar la cronología exacta de la fortificación. Es por lo que se han recogido muestras que se enviarán a un laboratorio especializado, en las que realizar dataciones de carbono 14.

También se han recogido muestras de mortero-argamasa para conocer las características de este y que también serán enviadas a un laboratorio para su análisis y estudio.

La intervención sobre este castillo pretende sumar este enclave arqueológico al conjunto de recursos culturales que forman las cuevas prehistóricas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y el Centro de Arte Rupestre de Cantabria.

16 de diciembre de 2022

Santander amplía el proyecto de Los Azogues para profundizar en los orígenes de la ciudad

El Ayuntamiento de Santander ha aprobado este jueves ampliar el alcance de la actuación arqueológica en la calle Los Azogues, para lo que será necesario modificar el proyecto que se desarrolla en el marco de esta intervención, a consecuencia de los importantes hallazgos producidos desde el inicio de los trabajos.
Los trabajos arqueológicos en ejecución están aportando unos vestigios históricos de elevado interés para la reconstrucción del pasado de la ciudad.

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Santander ha aprobado este jueves ampliar el alcance de la actuación arqueológica en la calle Los Azogues, para lo que será necesario modificar el proyecto que se desarrolla en el marco de esta intervención, a consecuencia de los importantes hallazgos producidos desde el inicio de los trabajos.

Así lo ha destacado el concejal de Fomento, César Díaz, quien explica que el acuerdo permitirá también prorrogar cuatro meses las obras que suponen una inversión municipal de 304.788 euros.

Díaz ha recordado que la actuación da continuidad a las obras de la esquina noreste de la Catedral de Santander, documentando los vestigios y garantizando su puesta en valor para que vecinos y visitantes puedan disfrutar del patrimonio histórico y cultural de la ciudad.

“A medida que avanzan los trabajos surgen nuevos hallazgos. Debemos continuar investigando e identificando los vestigios funerarios del cementerio medieval descubierto, con labores que no habían sido contempladas en el proyecto original”, ha asegurado y destaca la complejidad de las labores que lleva a cabo el equipo de arqueólogos Lino Mantecón y Javier Marcos, junto a la antropóloga forense Silvia Carnicero.

A los trabajos originales se están sumando el análisis antropológico, estudios isotópicos y de ADN, dataciones y excavación arqueológica especializada en inhumaciones medievales.

“Los trabajos arqueológicos en ejecución están aportando unos vestigios históricos de elevado interés para la reconstrucción del pasado de la ciudad (cabecera de iglesia, necrópolis cristiana y fortificación) y sobremanera, en los orígenes y pasado romano y medieval de la villa”, ha remarcado.

Complejidad de la excavación y hallazgos
La intervención arqueológica ha permitido identificar un depósito arqueológico complejo, con un camposanto de una elevada concentración y estratificación de inhumaciones en ataúd y en fosa simple (hasta la fecha, 75 inhumaciones con restos humanos en articulación anatómica), así como fragmentos cerámicos, fauna, objetos metálicos o monedas. De hecho, algunos de estos restos arqueológicos están permitiendo documentar relaciones comerciales con la Europa Atlántica durante la Edad Media.

Díaz ha detallado que a la inusitada concentración de inhumaciones se suma la estratificación vertical, con enterramientos que se superponen unos sobre otros o bien se juntan con elementos que están necesitando de más tiempo para lograr una adecuada documentación.

Igualmente, explica, hay que tener en cuenta el estado de los restos óseos y la dificultad de la excavación, lo que está obligando a emplear técnicas de alta precisión.

Además, existe un elevado porcentaje de individuos infantiles o neonatos, inhumaciones que suponen un plus de complejidad y meticulosidad dado el minúsculo tamaño de los huesos y la fragilidad de los mismos.

A todo ello, hay que sumar la existencia de un nuevo cementerio bajo el prexistente, imprevisto y formado por sepulturas en ataúd que será necesario exhumar.

“La potencia del yacimiento ha superado las expectativas, alcanzado los 4,0 metros de profundidad, lo que está exigiendo el movimiento de grandes cantidades de sustrato”, ha añadido.

La fortificación hallada muestra un tipo de muralla de protección del Cerro de Somorrostro y custodia del puerto a sus pies (quizá el “muro viejo” del que hablan las fuentes escritas medievales), con una cronología del siglo XII o anterior.

Díaz ha hecho hincapié en la importancia del proyecto y ha recordado que las obras incluirán la creación una calle transitable mediante la reproducción del adoquín de la época, que incluirá la construcción de una ventana transversal para poder disfrutar de la riqueza de todos estos vestigios, en pleno Anillo Cultural de la ciudad.

“La actuación arqueológica está obteniendo unos resultados excepcionales a la vez que complejos, por cuanto se trata de un enclave germinal de Santander”, ha concluido el responsable de Fomento.

11 de octubre de 2018

Documentan los restos de una fortificación del siglo XI en Cosío (Cantabria)

Entre los útiles recuperados destacan fragmentos de una espada cuyas características son únicas en Cantabria
El hallazgo retrasa en al menos dos años la primera evidencia histórica del núcleo urbano, establecida hasta ahora por un documento de 1236.
El Ayuntamiento de Rionansa ha informado del hallazgo de restos de una fortificación señorial del siglo XI en la localidad de Cosío, concretamente en el alto de 'El Torraco', vinculada al linaje nobiliario de los Cossío.

Pese a que su existencia fue detectada hace casi una década, primero por tres vecinos de Cosío --Antonio Lobeto, J. Alberto Lanza y Pedro González-- y después por la Fundación Botín --que la encontró durante un trabajo de documentación patrimonial en el Nansa--, no ha sido hasta este año cuando se ha realizado un estudio arqueológico oficial.

La investigación, impulsada desde el Ayuntamiento de Rionansa con el objetivo de poner en valor el hallazgo, ha sido llevada a cabo por los arqueólogos Lino Mantecón Callejo y Javier Marcos Martínez y ha determinado que la torre tuvo planta cuadrada y fue levantada con mampostería de piedra.

El análisis supone "una importante noticia para la localidad", ha destacado el Consistorio, ya que la datación de los cimientos del edificio, ejecutada mediante la técnica del carbono 14 por un laboratorio de Estados Unidos, sitúa los inicios de la construcción en el siglo XI, lo que retrasa en al menos dos siglos la primera evidencia histórica del núcleo urbano de Cosío, establecida hasta ahora en un documento del año 1236.

El equipo de trabajo ha propuesto preservar el lugar manteniendo sus condiciones actuales y su naturalidad, convirtiéndolo en un espacio memorial, con un panel informativo sobre su valor histórico y aprovechando el interés turístico de su emplazamiento, un mirador con excepcionales vistas sobre el pueblo de Cosío.

Por otra parte, durante las labores de excavación se han recopilado de diversos útiles que han sido trasladados al Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), donde Eva Pereda ha liderado su restauración.

Entre las piezas encontradas destacan los fragmentos de dos espadas de un único filo de cronología medieval. Una de ellas conserva elementos decorativos demasquinados con filamentos de plata, lo que la convierte en una pieza armamentística "singular, sin parangón en la arqueología medieval regional y con escasos ejemplos en la Península Ibérica", según los responsables del estudio arqueológico.

Además, se han identificado numerosos segmentos de cerámicas medievales, algunos de lujo y procedencia extranjera, como es el caso de la célebre cerámica francesa de Saintonge, así como diversas conchas de ostras.

(Fuente: El Diario)

11 de mayo de 2015

Localizan una necrópolis medieval en Cartes (Cantabria)

Por el momento han aparecido dos tumbas de laja que podrían datar del Siglo VII. También han encontrado cerámica medieval y escoria de fundición de hierro, no asociado a las tumbas pero si habitual en ferrerías secas que prodigaron en el valle.
Las tumbas se han encontrado a los pies de una iglesia del S. IX. FOTO NACHO CAVIA
Un equipo de arqueólogos ha descubierto esta semana una necrópolis medieval en el entorno de la iglesia románica de Santa María de Yermo, en Cartes (Cantabria), en un lugar conocido como "El Campo de las Cruces" donde se han desenterrado dos tumbas de laja (de piedra) que podrían datar del siglo VII, aunque los profesionales reconocen que es difícil establecer una fecha más o menos exacta. 

El Ayuntamiento estaba acometiendo una obra de saneamiento en un entorno con una alta probabilidad de contener restos arqueológicos por lo que la Dirección General de Cultura encargó una investigación que llevó a Javier Marcos y Nino Mantecón a realizar sondeos en los alrededores de la iglesia.

OTROS DESCUBRIMIENTOS
En su segundo sondeo descubrieron las dos tumbas, prácticamente a ras de suelo y a apenas cinco metros de una iglesia del siglo IX catalogada como Bien de Interés Cultural. 


No ha sido el único hallazgo, también han encontrado cerámica medieval y escoria de fundición de hierro, no asociado a las tumbas pero si habitual en ferrerías secas que prodigaron en el valle. Y adelantan que en la zona de enterramientos podrían encontrarse vestigios asociados a ese lugar, como estelas funerarias. Incluso se está estudiando las variaciones del terreno por si constituyeran el muro que delimitaba el cementerio, el Dextrum, una construcción de la que solo hay en Cantabria un ejemplo, en el yacimiento de Camesa-Rebolledo.

Fernando García es vecino de Yermo y miembro del colectivo de Amigos del Románico, está muy ilusionado con el descubrimiento, como un aliciente más de una joya como la de Yermo. Incluso va más allá al adelantar que "por qué no podrían ser las tumbas de los obispos fundadores del templo", Ariulfo y Severino, en el siglo IX, primera referencia documental de la villa de Cartes y origen del asentamiento de población en el valle.


UN ENTORNO A PRESERVAR
En el Ayuntamiento también lo tiene claro. El alcalde, Bernardo Berrio, destacó la importancia del hallazgo y aseguró que se dará continuidad a la obra de saneamiento con pleno respeto a los restos arqueológicos, que serán una nueva referencia histórica para la villa, un entorno a preservar y difundir.

Mientras, los expertos tapaban la excavación para su protección mientras se decide su futuro, un futuro que recomiendan pase por continuar con el sondeo al menos hasta dejar al aire las tumbas ya encontradas y documentar un lugar que seguro esconde aún mucha historia.

(Fuente: El Diario Montañés / Nacho Cavia)

7 de mayo de 2013

La restauración de una iglesia en Castro Urdiales saca a la luz más restos arqueológicos

Los arqueólogos de la obra han documentado el uso funerario de las capillas, donde ha aparecido un arcosolio (nicho) del siglo XVI embutido en un muro.
Iglesia gótica de Santa María, en Castro Urdiales (Cantabria).

Las obras de restauración de la girola de la iglesia de Santa María, en Castro Urdiales (Cantabria), han sacado a la luz nuevos restos arqueológicos de interés que se suman a la necrópolis formada por 26 tumbas excavadas en roca caliza, y varios restos humanos, además de tres jarritos incensarios que aparecieron al inicio de esta actuación, en la que se ha invertido cerca de medio millón de euros y cuya finalización se prevé en dos meses.

El responsable del seguimiento arqueológico, Javier Marcos, en colaboración con el equipo de arquitectos Alonso y Barrientos, ha podido documentar en los últimos meses el uso funerario de las capillas. Concretamente, en la capilla de ‘La Blanca’ se ha registrado un arcosolio embutido en el lienzo del muro del Evangelio. Es decir, una hornacina o tumba que albergaba y cubría un sepulcro nobiliario. «Probablemente existía una sepultura suntuaria a ambos lados del altar. La estructura pudo construirse durante el siglo XVI. Se realizó con un elevado riesgo arquitectónico, ya que afectó a parte de uno de los contrafuertes de la cabecera de la iglesia. Este sepulcro pudo pertenecer al linaje de los Campo», señala Marcos.

Según este arqueólogo, el arcosolio se cubría con arco apuntado y seguramente angrelado, con motivos ornamentales góticos. Además, durante el descubrimiento de esta tumba, se comprobó que el muro y la estructura funeraria se encontraban muy alterados por reformas posteriores. «Probablemente en el siglo XVII conoce una intensa reforma, en la que se instala una hornacina con solución semiabovedada. Posiblemente, se relaciona con la transformación barroca que afectó a la capilla, con la instalación de un nuevo retablo y un transparente, bajo el patronazgo de las familias nobiliarias de Mena y de la Torre y Rado». Marcos asegura que en el siglo XX, en una de las restauraciones de la iglesia, este nicho se cegó y se rellenó todo el interior del muro.

Otros hallazgos interesantes 

Entre los materiales heterogéneos de relleno también se han recuperado piezas de interés arqueológico, aunque descontextualizadas: piedras labradas (un cairel, que es un fleco o festón colgante de un arco) y una moneda de 8 maravedís, del siglo XVII.

Pese al valor de estas piezas halladas recientemente lo cierto es que la aparición el pasado año de un cementerio ubicado en el subsuelo del templo, que podría fecharse entre el siglo VIII y el XII, es de mayor interés arqueológico. Durante el descubrimiento de esa necrópolis, aparecieron restos humanos en algunas tumbas, junto a jarritos incensarios que podrían corresponder a un rito funerario originario del norte de Europa, en concreto de Normandía, «ya que los maestros de la iglesia eran normandos», según la hipótesis de Marcos.

Además de la necrópolis, también salió a la luz una fase del edificio que podría ser anterior al gótico (época en la que se construyó la iglesia), y que pudo pertenecer a la época románica. Asimismo, se encontraron siete estelas discoideas, alguna de gran tamaño. Y también aparecieron dos monedas, una medieval de Enrique IV; hebillas de cinturón, también medievales (una de ellas del siglo XIV), laudas de sarcófago, y lascas del Paleolítico superior.

Resultado de las obras

El responsable de la restauración de los paramentos exteriores de la girola de la iglesia, José Ignacio González, avanzó que en un par de meses, «como mucho», estará finalizada esta actuación. De hecho, ya se ha retirado el 70% del andamiaje y en los próximos días comenzará la urbanización de la parte baja de esta zona del templo. También explicó que la obra ha sufrido retrasos debido a la mala climatología y a los temporales que este invierno causaron daños en la iglesia e impidieron por un tiempo ejecutar obras en determinadas zonas.

Con la retirada de los andamios, ha quedado al descubierto la zona rehabilitada y muchos son los vecinos que se han visto sorprendidos porque la piedra que se ha colocado en sustitución de la antigua nada tiene que ver con el resto en cuanto a tonalidad y textura. No obstante, el jefe de obra asegura que en un par de años apenas se notará, «ya que tendrá un tono más uniforme».