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12 de junio de 2013

Importantes descubrimientos en el yacimiento íbero de Vilars de Arbeca (Lérida)

En un mes, la campaña ha puesto a cuerpo descubierto una fíbula y un brazalete de bronce, fragmentos grandes de madera de unos 2.300 años de antigüedad, cerámica y huesos de animales.
El poblado íbero de Vilars de Arbeca  datado entre
los siglos VIII y IV a.C. era una fortaleza inexpugnable.
Foto: Amics de Vilars
Los investigadores han encontrado en un mes una fíbula y un brazalete de bronce, fragmentos grandes de madera de unos 2.300 años de antigüedad, cerámica y huesos de animales, ha señalado este lunes la Universidad de Lleida (UdL) en un comunicado, y ha destacado que los restos aportarán mucha información sobre la fase de abandono del poblado.

La excavación se centra en el pozo-cisterna ubicado en el centro de yacimiento y construido a inicios del siglo IV antes de Cristo, y el director del Grupo de Investigación Prehistórica (GIP) y catedrático de arqueología de la UdL, Emili Junyent, cree que el yacimiento constituye "un irrepetible archivo sobre la fase ibérica plena".

El abandono del poblado es el periodo peor conocido, puesto que los trabajos agrícolas han destruido sus restos, y tampoco se han hecho muchos hallazgos en el interior de las casas porque "la fortaleza fue desalojada sin sufrir".

El pozo de la fortaleza es una fuente de vasijas de cerámicas, desde vajilla fina hasta grandes contenedores—; materiales metálicos, como herramientas agrícolas de hierro y fíbulas de bronce, así como objetos diversos, incluyendo molinos, materiales constructivos y macro-fauna —huesos de oveja, cabra, cerdo, buey, caballo, perro y ciervo—.

Conservación de restos

El pozo, de siete metros de profundidad, sirvió de vertedero en la etapa final del poblado. Junyent ha explicado que la presencia de agua ha favorecido la conservación de restos orgánicos "que han sido sumergidas en condiciones estables". El estudio de la madera y los carbones determinará qué tipo de especies vegetales había en el entorno del poblado. En cambio, el agua perjudica los objetos de bronce "porque el metal aparece fuertemente mineralizado", ha afirmado el catedrático.
Una de las fíbulas de bronce encontradas durante la excavación.
Foto: UDL

En cuanto a los huesos y cuernos de animales, también dan pistas de la alimentación de los íberos. "El ciervo no era una especie abundante y los cuernos tirados a la basura podrían asociarse a un consumo de la carne de un animal escaso y parcialmente lujoso", según los miembros del GIP. Pero más allá de las pautas alimentarias, los estudios arqueofaunísticos también abren la puerta a las prácticas rituales. En la sociedad ilergeta, cada animal podría llevar implícito un determinado simbolismo relacionado con ritos de protección del hogar, la cosecha o la familia.

El estudio de la madera y los carbones determinará qué tipo de especies vegetales había en el entorno del poblado.

160.000 euros

El GIP dispone este año de 160.000 euros para la excavación a Los Vilars, por las las subvenciones del Estado, la Generalitat, la Diputación de Lleida y el Ayuntamiento de Arbeca, ha precisado la UdL.

Los trabajos, que continuarán hasta el próximo agosto, cuentan con la colaboración de expertos del departamento de Medio ambiente y Ciencias del Suelo de la UdL y el Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas de la Universitat de Barcelona (UB).

11 de junio de 2013

Luz sobre el pasado romano de Formentera

Un grupo de investigadores del MAEF y de la Universidad de Niza intentará arrojar luz sobre uno de los yacimientos de Formentera más desconocidos. Se trata del ´castellum´ romano de Can Blai, también conocido como de Can Pins.
Estado actual del "castellum" romano de Can Blai o Can Pins. Foto: Carmelo Convalia
El Museo Arqueológico de Ibiza y Formentera (MAEF), junto con la Fundación de la Universidad de Niza Sophia Antipolis, llevarán a cabo entre el 8 y el 27 de julio la tercera excavación arqueológica del castellum romano de Can Blai (las dos primeras se realizaron por el MAEF en 1979 y 1980) con el objetivo de profundizar en su historia y en lo que significó durante la época del Bajo Imperio romano, entre los siglos II y IV después de Cristo.

Los responsables de la excavación son el director del MAEF, Jordi Fernández, y el profesor de Arqueología de la Universidad de Niza, Ricardo González Villaescusa, que cuenta con un prestigioso equipo de investigadores expertos en la época romana que intentarán responder a las preguntas que todavía sobrevuelan este vestigio de la historia de Formentera, del que se tiene muy poca información.

Esta fortificación, de tipo quadriburgium, era frecuente en ese periodo en el Mediterráneo. Se trata, en este caso, de un recinto cuadrangular, de pequeñas dimensiones, dotado de torres de ángulo que se levanta a escasa distancia del camí vell de la Mola y al que se accede a la altura del kilómetro 10 de la carretera principal de la isla. Precisamente al otro lado del camí vell se conservan los restos de una antigua cisterna romana, cuya función, con toda probabilidad, era proporcionar agua a los posibles ocupantes del castellum.

Fernández explica que cuando hace 30 años se realizaron las dos primeras campañas, quedaron pendientes determinados trabajos «por razones económicas», ya que el objetivo era ampliar el área de excavación exterior, así como la totalidad del interior de la estructura, por lo que se dejó abierta la investigación.

Añade el director del MAEF que Ricardo González Villaescusa, que ya excavó en Can Blai en 1980, le propuso la iniciativa al haber logrado la financiación mediante la fundación de dicha universidad y de un mecenazgo privado: ´Can Blai. Un fortín bajo imperial de vigilancia costera en el Mediterráneo Occidental´, que cuenta con el apoyo del área de Patrimonio del Consell de Formentera. Fernández resume la excavación como un trabajo para «sacarle todo el jugo al yacimiento de Can Blai».

Las incógnitas
González Villaescusa señaló por su parte que «se sabe muy poco» sobre esta fortificación y que se mantienen «dos grandes incógnitas» en torno a este yacimiento. «Una de ellas –detalló este experto– es la cronología, para ver si es algo de finales del siglo III, principios del IV, o de la época bizantina». El objetivo, agregó, es «definir claramente la fecha ya que la interpretación no es sería la misma».


El segundo interrogante científico que plantea el proyecto está relacionado con «saber si el yacimiento fue terminado o no y si entró en uso». Estas dudas se basan en referencias bibliográficas de dos autores que sustentan la teoría de que la estructura está incompleta «al faltar nueve metros de muro en uno de sus lados», precisó.

El catedrático reconoce que la excavación se realiza gracias a su vinculación profesional con la citada universidad francesa y a que siempre se ha sentido muy cercano a las excavaciones realizadas en las Pitiüses, en las que participó, hace años, dirigiendo varias de ellas. Admite que en Francia resulta más fácil conseguir financiación para este tipo de proyectos que en España, a pesar de que la situación económica también afecta a la investigación de las universidades galas.

El proyecto de Can Blai tendrá además una importante parte divulgativa con varias publicaciones y artículos en revistas especializadas. De hecho, está previsto que el MAEF edite una monografía junto al Consell de Formentera en castellano. La propia Universidad de Niza lo hará en francés, y también en una revista en inglés. Además, se editará un video de carácter divulgativo sobre el trabajo realizado. Durante el periodo en el que dure la excavación se organizarán alrededor de una docena de conferencias públicas a cargo de los expertos del equipo y de otras universidades que se celebrarán en la sala de actos del área de Cultura del Consell. Se contempla además abrir una página web sobre los detalles de la excavación y sus resultados.

(Fuente: Diario de Ibiza / Carmelo Convalia)

10 de junio de 2013

Descubren un cementerio judío en Toledo con 107 tumbas

Las excavaciones arqueológicas en el Cerro de la Horca de Toledo han permitido localizar 107 tumbas que conforman el cementerio judío de la ciudad y que estuvo en uso durante el siglo XIII. 
El cementerio judío ocupa una gran parte de la llanura norte de Toledo y está bajo edificios emblemáticos.
Foto: Arturo Ruíz Taboada
El arqueólogo Arturo Ruiz Taboada ha explicado que estas tumbas han salido a la luz con motivo de una excavación realizada en una zona ajardinada del IES Azarquiel de la capital, en el marco de los trabajos de la ampliación del aulario del centro educativo. Esta circunstancia permitió que los arqueólogos pudieran excavar en esta zona de la ciudad, que actualmente está urbanizada. 

A raíz de estas excavaciones, desarrolladas en 2008 y 2009, se ha podido "individualizar" el cementerio judío, ya que, tal y como ha indicado Ruiz Taboada, esta zona de la llanura norte de Toledo ha sido tradicionalmente un "inmenso cementerio", en el que las distintas comunidades religiosas que han vivido en la ciudad han ido dando sepultura a sus difuntos a lo largo de los tiempos, hasta la Edad Media. 

Bajo edificios emblemáticos
La conclusión de estos trabajos es que el cementerio judío ocupa "una parte importante de la llanura norte de Toledo" y está bajo "edificios emblemáticos" de la ciudad, como el colegio de Nuestra Señora de los Infantes, el Parque de las Tres Culturas o el IES María Pacheco. En resumen, "una extensión espectacular, enorme", que no ha podido precisar en hectáreas, ya que aún no han terminado las labores para delimitarlo. Sí ha insistido en que, en general, la llanura norte de Toledo, hasta el inicio del camino de Madrid, es "un inmenso cementerio de todas las épocas". 

El más antiguo es el cementerio romano, en la zona de la Avenida de la Reconquista y de la Vega Baja; luego está datado el cementerio visigodo, también en la Vega Baja y, con el paso de los años, la zona se convirtió en cementerio cristiano, en el eje de Santa Leocadia de Afuera-Circo Romano, e Iglesia de San Antón. En ese eje, además de las tumbas cristianas, también se localiza el cementerio musulmán y, con esta excavación, se ha delimitado el judío. 

Tumbas bien conservadas
Ruiz Taboada ha destacado el buen estado de conservación de las tumbas que se pudieron excavar en la "pequeña muestra" del cementerio que constituye el jardín del IES Azarquiel. En esta excavación se ha podido estudiar el ritual de enterramiento, caracterizado por la profundidad de las tumbas, con fosas de hasta 2,5 ó 3 metros. 

"La finalidad era que el difunto quede conservado eternamente y, además, los entierran siempre en contacto con tierra virgen, procurando evitar que una tumba entre en contacto con otra", detalla Ruiz Taboada.

 También se ha podido detectar el uso de cierres subterráneos de la tumba, una práctica "muy característica de Toledo" que consistía en la construcción de una bóveda de ladrillo para cubrir el ataúd del difunto. 

Sepulturas familiares
En este cementerio, que se ha podido fechar en el siglo XIII gracias al hallazgo de una moneda de esa época, también se han descubierto pequeñas agrupaciones de tumbas. Estas pequeñas estructuras arquitectónicas pueden demostrar que en ellas se enterraba una unidad familiar y que en las distintas tumbas se daba sepultura a los distintos miembros. 

Asimismo, también se han dado casos de mujeres enterradas con niños neonatos, que hacen pensar que las madres que morían en el parto y los bebés fallecidos eran enterrados juntos. 

Una excavación polémica
Ruiz Taboada ha recordado que esta excavación causó gran revuelo en la comunidad judía ultraortodoxa y, de hecho, una asociación judía de Nueva York pidió en 2009 a las autoridades españoles que impidan los trabajos arqueológicos desarrollados en Toledo y que fueron tachados de "profanaciones". Para evitar posibles conflictos en el futuro ante este tipo de excavaciones, Ruiz Taboada ha propuesto la elaboración de un plan específico para este tipo de "yacimientos tan sensibles", pues ha vaticinado que seguirán apareciendo más restos de antiguos cementerios en la ciudad.
(Fuente: El Diario / EFE)

7 de junio de 2013

Una autovía pone en peligro el castro y la necrópolis de Coeses (Lugo)

Los elementos localizados durante las obras de la autovía Santiago-Lugo, han sido calificados como un "hallazgo excepcional", dado que "permiten comenzar a despejar" la "gran incógnita sobre lo que hacían los castreños con los muertos".
El tercer trazado planteado para la autovía pasaría por encima
de la necrópolis destruyéndola.
Foto: La Voz de Galicia.
Varios grupos culturales de la ciudad de Lugo han expresado su preocupación por el conjunto arqueológico singular localizado en Coeses (en el municipio de Lugo), en la zona de obras de autovía de Santiago, la A-54.

La excavación, realizada en una zona muy próxima al lugar en el que también se encontró un castro, ha sacado a la luz una estructura singular, nunca vista antes en Galicia y que guarda similitud con algunos yacimientos funerarios del norte de Europa.

Así, la asociación Cultura do País presentó una solicitud de información a la Dirección Xeral de Patrimonio y al Ministerio de Fomento para que se aclaren los planes respecto al hallazgo.

De su lado, la asociación cultural Lugo Patrimonio remitió un escrito a la Consellería de Cultura en el que reclama que la Dirección Xeral de Patrimonio que adopte las medidas necesarias para "garantizar la unidad" del conjunto.

"Un hallazgo excepcional"

La asociación muestra su "preocupación" por el futuro del "singular y extraordinario conjunto arqueológico" formado por el Castro Valente y la necrópolis de inhumación e incineración situada en la Chousa de Rodeiro. Estos elementos, localizados durante las obras de la autovía Santiago-Lugo, han sido calificados como un "hallazgo excepcional", dado que "permite a comenzar a despejar" la "gran incógnita sobre lo que hacían los castreños con los muertos".
  • De hecho, según los expertos citados por Lugo Patrimonio, ambos elementos constituirían un único hallazgo arqueológico, que, de continuar las obras por el trazado actual, "quedaría dividido en dos partes", el Castro de Valente por un lado y la Chousa por otro, "y la autovía por el medio, destruyendo la necrópolis de inhumación", censuran.
Castro y necrópolis
Lugo Patrimonio explica que el yacimiento de Coeses está formado por un castro (Castro de Valente), un recinto circular cerrado mediante un parapeto (Chousa do Rodeiro o Chousa do Castro) y una necrópolis de inhumación. Señala que los tres elementos citados probablemente constituyen un único yacimiento. El castro -recuerda- estuvo a punto de desaparecer debido a las obras de la autovía, pero se salvó al cambiar el trazado. Añade: «A Chousa do Rodeiro é un sitio arqueolóxico único, composto por un recinto circular que mide uns 60 metros de diámetro e está defendido por un parapeto. Neste recinto apareceron unhas grandes olas de cerámica, con posibles restos de incineracións, que constituirían os primeiros enterramentos deste tipo que se coñecen en Galicia». El segundo trazado -señala- afectaba a la necrópolis, y, como se trata de un hallazgo excepcional, Fomento decidió otro cambio.

Enterramientos

Entre los dos ámbitos reseñados, los arqueólogos -indica Lugo Patrimonio- hallaron una necrópolis de inhumación. Explica: «Trátase dun espazo delimitado por gabias e alineacións de pedras no que se atopan unhas cavidades circulares de aproximadamente 1,5 metros de diámetro. Os arqueólogos aseguran que estas cavidades son enterramentos de inhumación, aínda que non se conservan restos óseos debido á acidez do solo. Si se atoparon, en cambio, olas de cerámica que formarían parte do enxoval funerario». El tercer trazado de la autovía, el actual -dice- pasa sobre la necrópolis y la destruirá. De ahí la petición de la citada asociación a la consellería para salvar «un patrimonio que ten máis de 3.000 anos».

6 de junio de 2013

Unas obras destapan un nuevo yacimiento prerromano en Briviesca (Burgos)

Todo parece apuntar a que se trata de un yacimiento de la época autrigona dada la cercanía de otros yacimientos ya conocidos en las proximidades.
Varias zonas de excavación, donde se han localizado huesos y piedras
 labradas, están delimitadas.
Un secreto escondido en el subsuelo de La Bureba, una comarca próxima a Briviesca. ha salido a la luz, y ahora estudian los arqueólogos para determinar tanto su antigüedad como importancia. Se trata de un yacimiento arquelógico que se localizó durante las obras de mejora que se ejecutan en el tramo briviescano de la N-I, por lo que se puso en conocimiento de las autoridades competentes. 

Según los testimonios de varios vecinos, el estudio del yacimiento se realiza con sumo cuidado por parte de los investigadores para recuperar el máximo de piezas que lo documenten. 

De hecho, afirman, que se han recuperado varios huesos y destacan sobre todo el de un bóvido que se encontraba en muy buen estado de conservación. 



(Vídeo de Miguel Ángel Zález)

Así mismo indicaron que solo se trataba de la mitad del esqueleto, con la cabeza y cornamenta prácticamente intacta, lo que señala que pudiera tratarse de un animal sacrificado ceremonialmente por los antiguos pobladores el lugar. Lógicamente queda en manos de los investigadores datar la antigüedad del yacimiento pero todo parece apuntar a la época autrigona dada la cercanía de otros yacimientos ya conocidos en las proximidades.

Al hallazgo de estos restos se suma el de piedras labradas y otros restos que también deberán ser estudiados para ver su compatibilidad histórica. 

Actualmente la excavación abarca una amplia superficie con varios puntos acotados y protegidos de las lluvias y se ha profundizado más de un metro sobre la capa de tierra que lo cubría hasta su descubrimiento. 

Este hallazgo ha despertado el interés de los vecinos ya que se localiza junto a un antiguo paso de ganado utilizado durante siglos por los pastores sin que se adivinara lo que se ocultaba bajo la finca tradicionalmente labrada.

(Fuente: El Correo de Burgos / Gerardo González)

5 de junio de 2013

Comienza la séptima campaña de excavaciones en el castillo de Gauzón (Asturias)

Las pruebas del carbono 14 datan los vestigios a finales del siglo IX, por lo que todo indica que el complejo de habitaciones hallado en la campaña anterior fue utilizado por el Rey Alfonso III.
Miembros del equipo de arqueólogos en plena faena durante
la campaña del pasado año. Foto. A.C.
El equipo de arqueólogos que trabaja en la recuperación de los vestigios del castillo de Gauzón, en Raíces (Castrillón), considerado como residencia estacional del rey Alfonso III, ha iniciado los trabajos preliminares de la que será la séptima campaña de excavaciones.

Las pruebas del carbono 14 apuntan a finales del siglo IX, por lo que todo indica que el complejo de habitaciones hallado en la campaña anterior fue utilizado por el Rey Alfonso III.

"No podemos poner sobre la mesa un documento que nos indique que durante tal temporada de tal año ha estado residiendo en Gauzón", ha reconocido hoy el codirector de la campaña, el arqueólogo Iván Muñiz, en declaraciones a Efe.

Sin embargo, Muñiz sí ha puesto de manifiesto, que las características que se están descubriendo de esta fortaleza así lo indican.

"Lo que está claro es que, a tenor de los vestigios materiales que van apareciendo y la riqueza de las estancias que tuvo en su época, el castillo estaba destinado a personajes de altísima altura social y teniendo en cuenta que Alfonso III fue uno de los máximos impulsores de las reformas de la fortaleza hay que pensar que sí residió allí", ha indicado.

Presupuesto de 120.000 euros
La nueva campaña arqueológica está sufragada, por primera vez íntegramente, por el Principado, que destina un presupuesto de 120.000 euros, según ha explicado la concejala de Patrimonio de Castrillón, Yasmina Triguero.

Según ha explicado Iván Muñiz, además del equipo base de excavación habitual de años pasados, se incorporará una treintena de estudiantes procedentes de diversas universidades como Oviedo, Madrid o Valencia, entre otras.

La anterior campaña arqueológica desveló el carácter innovador y de anticipación del proceso constructivo del castillo de Gauzón, cuya visualización parcial ya es posible gracias a los trabajos de reconstrucción.

La presente campaña tiene el doble objetivo de que continuar con los trabajos de recuperación y consolidación de los restos de la fortaleza, y la recopilación de todo el material que nutrirá el futuro centro de interpretación del Peñón de Raíces.

Miles de piezas halladas
El equipo de arqueólogos lleva hallados varios miles de piezas, fundamentalmente de naturaleza cerámica y metálica, que corresponden a utensilios de la vida cotidiana del castillo.

Todas las piezas son inventariadas, algunas de ellas ya están expuestas en el Museo Arqueológico de Asturias, y otras entrarán a formar parte de la muestra que se exhibirá en el futuro centro de interpretación del castillo de Gauzón.

Además de piezas de armamento (restos de espada y puntas de flecha, entre otros) y juegos de ocio que se presume utilizaban los guardianes del castillo, se han encontrado en el enclave botones y alfileres procedentes de vestimentas de la nobleza.

(Fuente: EFE / La Nueva España - Foto: El Comercio / A.C.)

4 de junio de 2013

Nuevos hallazgos en la villa romana de Fuente Álamo (Córdoba)

Las nuevas actuaciones realizadas en el módulo de excavación, han sacado a la luz en la parte rústica del terreno una arquería árabe, una habitación subterránea de 8x4 metros y documentado una red de canalización del alcantarillado. 
Mosaico romano conocido como de "Las Tres Gracias" de la villa romana de Fuente Álamo.
Las tareas de excavación que se vienen realizando en la zona sur del yacimiento arqueológico de Fuente-Álamo, en Puente Genil (Córdoba), están deparando resultados muy satisfactorios que pueden suponer un nuevo impulso a la promoción turística de la villa romana. Así lo ha puesto de manifiesto el alcalde, Esteban Morales, que ha informado que en la zona adquirida recientemente por el Ayuntamiento, y a través de varios sondeos practicados por el equipo de arqueólogos que trabaja en el recinto “se han encontrado restos que aseguran la continuidad de la villa, con la posibilidad de encontrar mosaicos de la misma calidad que los ya existentes”.

Las nuevas actuaciones realizadas por el Taller de Empleo "La casa de los mosaicos" en el módulo de excavación, han sacado a la luz en la parte rústica del terreno un arquería árabe, que según explicó el alcalde están poniendo en valor los alumnos del Taller de Empleo. El nuevo hallazgo incorpora "nuevas noticias de la historia de nuestro pueblo".

Tres nuevos sondeos 

En concreto, se han realizado tres sondeos; el primero, de 5x4 metros, ha dado como resultado la constatación de un muro de grandes dimensiones que posiblemente constituya el cierre de la villa por el Este; el segundo, de 5x13 metros, parece constituir por el sur la continuación de la “pars rústica” ya documentada en el lado norte. Se ha detectado un posible espacio dedicado al trabajo del metal por la gran cantidad de escoria encontrada y se ha documentado una canalización perteneciente a la red de alcantarillado de la Villa.
Vista aérea de la villa romana de Fuente Álamo.

Por último, el tercer sondeo, de 12x24 metros es el que más y mejores resultados está dando pues se encuentra en la zona donde se preveía la continuación de la “pars urbana” o espacio residencial del propietario de la villa. 


A juicio de los técnicos, la planimetría de la zona sigue el mismo esquema que lo ya excavado anteriormente con la secuencia de antecámaras y cámaras, pavimentadas con mosaico. Además, se ha detectado el muro de cierre por el sur del edificio, y al exterior del mismo la aparición de una serie de estructuras pertenecientes a la primera fase de asentamiento romano en Fuente Álamo. 

Según la valoración de los expertos, los materiales asociados permitirán afinar y resolver algunas de las preguntas relativas a la cronología de las dos grandes fases históricas del yacimiento, el Balneario y la Villa, destacando además la excavación de una habitación subterránea de 8x4 mtrs. y más de 3 metros de alzado cuya funcionalidad está aún por determinar.

Taller de Empleo
El taller de empleo "La casa de los mosaicos" es una iniciativa de formación y empleo en la que están participando 30 alumnos, de los que el 73% son mujeres, con una media de edad entre los 30 y 40 años, repartidos en las especialidades de museografía, restauración del patrimonio y trabajos auxiliares de arqueología para la restauración del yacimiento arqueológico.

(Fuente: Andalucía Información / José Manuel Cabezas)

3 de junio de 2013

Las excavaciones en Monte do Castro se amplían hacia el exterior de las murallas

Este año se trata de descubrir la verdadera entidad de este poblado celta del S. V a.C., cuya estructura puede asemejarse a otras de épocas más avanzadas, al contener un núcleo urbano muy denso en el interior de las murallas y más disperso en los alrededores, en la falda del monte.
Topógrafo realizando estudio del terreno en Monte do Castro.
Foto: Iñaki Abella
Las excavaciones en el Monte do Castro entran casi de lleno en su cuarta fase, esta vez por un año, con el objetivo de cubrir la máxima superficie posible, si bien la máxima atención se presta al desbrozado y limpieza de escombros, con el fin de determinar los niveles de seguridad, en especial parapetos y fosos, así como descubrir las imponentes vistas desde el recinto.

Gracias a ello se descubren también nuevas estructuras del asentamiento al ampliarse la actuación al área extramuros, lo que sin duda va a ofrecer una nueva visión de conjunto sobre la población que lo habitó.

Entidad del poblado celta

Situado en uno de los puntos estratégicos de la comarca, los expertos consideran que se trata de uno de los núcleos importantes de población de O Salnés (Pontevedra), cuyos inicios se remontan a los últimos años del siglo V antes de Cristo y se estima su fin allá por el siglo I de la presente Era.

Ahora se trata de descubrir la verdadera entidad de este poblado celta, cuya estructura puede asemejarse a otras de épocas más avanzadas, al contener un núcleo urbano muy denso en el interior de las murallas y más disperso en los alrededores, en la falda del monte.

De hecho, la zona excavada en las tres primeras fases muestran una gran compactación en la zona interior, es decir dentro de la muralla con al menos una quincena de viviendas, una enorme casa-patio que ocupaba casi un quinto de la superficie, así como zonas de trabajo, almacenes y otro tipo de estructuras del tipo metalúrgico.

La excavación cumple tres años ininterrumpidos, por lo que ya tiene mucho que visitar, aunque para un profano siga siendo difícil la interpretación de esta antigua urbe, aunque la cartelería ya está prevista.

Los distintos equipos de arqueólogos y trabajadores especializados que coincidieron en Besomaño han tenido jornadas intensivas, tanto para el descubrimiento de las estructuras, como luego para realizar tareas de drenaje y consolidación de todos los restos que sobreviven después de más de veinte siglos de historia.

Así hay las típicas cabañas circulares, con forma oval y también rectangulares e incluso a modo de semicírculo. Determinar la época exacta de cada uno es prácticamente imposible, pese a que incluso se han empleado técnicas de carbono 14, que aproximan bastante las épocas en las que se ha hecho uso de un material concreto.

Restos de diferentes etapas

Una de las características especiales de esta urbe celta es que conserva restos de las muy distintas etapas de formación del mismo.

En algunas cabañas se pueden ver hasta tres épocas superpuestas de construcción, ya que se solían aprovechar las cimentaciones de las anteriores etapas para realizar las más modernas.

Si las viviendas y estructuras industriales halladas son importantes en la morfología interior del castro de Besomaño (Ribadumia) hay también otras construcciones que denotan la enorme importancia que tuvo ese poblado en el conjunto de la comarca.

Becarios colaborando en las excavaciones del yacimiento castreño
que cumple tres años de excavaciones ininterrumpidas. Foto: Iñaki Abella.

De hecho, uno de los hallazgos más importantes de la última etapa de las excavaciones es el imponente muro que rodeaba la metrópoli, con una enorme entrada desde la que se dominaba visualmente todo el valle.

Reconstrucción de la muralla

En estos momentos, con la intervención de arquitectos expertos se llevan a cabo obras de reforzamiento de la ladera sobre la que se asienta esta muralla. La labor consiste en la colocación de sacos terreros en la falda de la montaña, con el fin de evitar los derrumbes que básicamente provoca la simple ley de la gravedad.

Una vez que se consolide el terreno será posible la reconstrucción de la muralla, de 82 metros de longitud aproximadamente, por seis de ancho y unos dos metros y medio de alto.

Asimismo se localizó la entrada al castro, algo de lo que se enorgullecen los arqueólogos pues no se trata solo de un hueco de paso sino que guardaba unas características de monumentalidad, y que incluso estaba coronada por un ídolo de piedra protector, que será exhibido en el Museo de Pontevedra.

Puerta de entrada al castro

La entrada cuenta con una calzada de piedra, parte de cuyo enlosado se conserva en bastante buenas condiciones.

En este momento, el equipo de arqueólogos está llevando a cabo una importante actuación en esta entrada exterior del castro, pues se comprobó que continúa el trazado hacia el norte.

El otro nivel importante de actuación que se está llevando a cabo ahora es en la croa del Monte do Castro.

Cierto que en esta superficie solo se ha continuado con una excavación muy superficial, en la que se descubren algunos muros que pueden pertenecer a viviendas o edificios de uso público de los antiguos pobladores,

¿Un santuario celta?
Este punto del castro es uno de los que serán examinados con las máximas expectativas, pues desde el primer momento se baraja que puede haber algún santuario o edificio público.

Así en esta cima del monte se encuentra la denominada "Pedra da Santa", ubicada en dirección al orto, cuando el sol era una de las deidades más veneradas.

(Fuente: Faro de Vigo / A. Touriño)