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30 de septiembre de 2022

Alonso elude ingresar en prisión por destruir yacimiento de Chaves

El empresario leonés Victorino Alonso, también conocido como el "rey del carbón", ha conseguido que el Juzgado de lo Penal nº 1 de Huesca haya acordado la remisión definitiva de su condena a 2 años de cárcel por la destrucción del yacimiento prehistórico de Chaves, en la provincia de Huesca, y se aleje la posibilidad del ingreso en prisión solicitado por las acusaciones.
El yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves fue totalmente arrasado.

El empresario leonés Victorino Alonso, también conocido como el "rey del carbón", ha conseguido que el Juzgado de lo Penal nº 1 de Huesca haya acordado la remisión definitiva de su condena a 2 años de cárcel por la destrucción del yacimiento prehistórico de Chaves, en la provincia de Huesca, y se aleje la posibilidad del ingreso en prisión solicitado por las acusaciones.

En su auto, al que ha tenido acceso EFE, el magistrado del tribunal oscense argumenta que en el plazo de tres años después de ser dictada la sentencia, Victorino Alonso no ha cometido ningún delito, condición que le fue impuesta para lograr la remisión definitiva de su condena.

Esta decisión ha sido criticada por la Asociación de Protección del Patrimonio Aragonés (APUDEPA), que ostenta una de las acusaciones a través de su letrada, Pilar Villelas, y que considera "vergonzosa" una decisión de la que responsabiliza a la "incompetencia" de la magistratura y del juzgado.

Esta asociación subraya que el nombre de Victorino Alonso, que se declaró insolvente para hacer frente a la indemnización de 25 millones de euros que se le impuso por la destrucción del yacimiento, aparecía en 2021 en los denominados Papeles de Pandora, con sociedades en Panamá vinculadas a él por un valor de 25 a 30 millones de euros.

Destacan sus responsables, además, que tanto el Juzgado de lo Penal nº 1 de Huesca como la Audiencia oscense se dirigieron al diario El País para solicitar dicha información, aunque señalan que desde entonces su actuación "ha sido casi nula".

Por esta razón, consideran que de ser una condena "ejemplarizante" por destrucción del patrimonio histórico y cultura la impuesta al empresario leonés, ha pasado a ser "una más de las muchas patentes de corso que tienen determinadas personalidades".

En su comunicado, APUDEPA advierte que el juzgado oscense no ha informado de la notificación de embargo de la finca de Bastarás, enclavada en el corazón del Parque Natural de la Sierra de Guara, que todavía está en manos de una sociedad vinculada a Victorino Alonso años después de hacerse pública la condena.

El embargo de esta finca, solicitada por la representación legal del Gobierno aragonés en el juicio, es, a juicio de esta asociación, "la última opción de que Aragón tenga una compensación por la destrucción del yacimiento".

Expresa, además, su preocupación ante la posibilidad de que las dilaciones del juzgado en hacer una notificación de embargo sobre la finca puedan hacer perder definitivamente la posibilidad de hacerse con ella.

La letrada de esta asociación ha informado a Efe de que interpondrá un recurso de apelación contra la decisión de remisión definitiva de la condena, a la que no se ha opuesto la fiscalía, para instar el ingreso en prisión del empresario leonés.

10 de enero de 2018

Rebajan a dos años la pena de prisión al empresario que destruyó el yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves

La sentencia, que ya es firme, confirma que Victorino Alonso cometió un delito contra el patrimonio histórico cuando ordenó ejecutar las obras que destruyeron en octubre de 2007 el yacimiento Neolítico de la Cueva de Chaves -el más importante de España-, ubicado en el municipio oscense de Bastarás. La sentencia mantiene la multa de 25.490.805 euros.
La destruída Cueva de Chaves.
La Audiencia de Huesca ha reducido de dos años y medio de prisión a dos años la pena impuesta al empresario leonés Victorino Alonso por dilaciones judiciales indebidas, pero mantiene la multa de 25.490.805 euros por la destrucción de la Cueva de Chaves, un yacimiento arqueológico situado en la Sierra de Guara declarado Bien de interés Cultural (BIC) y reconocido por la Unesco como patrimonio mundial.

La sentencia, que ya es firme, confirma que Alonso cometió un delito contra el patrimonio histórico cuando ordenó ejecutar las obras que destruyeron en octubre de 2007 el yacimiento Neolítico de la Cueva de Chaves -el más importante del Estado español-, ubicado en el municipio oscense de Casbas, dentro de una finca que la empresa Fimbas, SA -controlada por el empresario minero- explotaba como coto de caza.

El Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca ya impuso en noviembre de 2016 la pena de dos años y seis meses de cárcel a Alonso, al considerarlo autor de un delito contra el patrimonio. De esta forma, la Audiencia notificaba este pasado lunes su sentencia ante el recurso de apelación presentado por la defensa del empresario leonés, que si bien reduce la pena de privación de libertad, confirma la indemnización de 25.490.805 euros en favor del Gobierno de Aragón por los daños.

La Audiencia aprecia “varios intervalos de tiempo” en la instrucción del caso, que no pueden ser atribuidos a la complejidad de la investigación ni a la actitud del encausado. En concreto, el tribunal aprecia cuatro periodos de paralización y computa en siete años el tiempo transcurrido entre el comienzo de la instrucción y la celebración del juicio, motivos por los que estima la atenuante de dilaciones indebidas, que rebaja la pena impuesta a dos años, “habida cuenta de la especial gravedad de los daños, su trascendencia e irreversibilidad, así como la futilidad del motivo para intervenir en la cueva”.

Asimismo, la sala rechaza el resto de los argumentos que esgrime la defensa en su recurso, entre estos “la prescripción del delito, la vulneración de la presunción de inocencia del acusado, la falta de protección del yacimiento arqueológico y el cálculo de la indemnización”.

La Audiencia oscense razona que la investigación judicial de los hechos supuso “una inequívoca voluntad de no renunciar a la persecución del delito y su castigo”, acto que interrumpió la prescripción. Además, recuerda a los representantes legales de Alonso que si éste fue absuelto en el mismo proceso de un delito contra el medio ambiente que se le imputaba por las actuaciones en la cueva fue porque no quedó acreditada su comisión, pero no por haber prescrito, como señalaba el recurso.

Por otra parte, destaca que los testimonios que señalan al empresario como administrador de hecho de la sociedad que explotaba el coto de caza constituyen “prueba de cargo suficiente con la que destruir la presunción de inocencia” del reo.

El abogado defensor, aunque la sentencia es firme y no admite recurso, ya ha anunciado su intención de presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.

ANTECEDENTES
El proceso se inició en junio de 2009 por una denuncia interpuesta por la Fiscalía al tener conocimiento de que en el yacimiento arqueológico de la finca denominada “Bastarás”, en el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara y uno de los más importantes asentamientos neolíticos de la Península Ibérica por sus hallazgos y sus pinturas rupestres, el empresario Victorino Alonso García ordenó la realización de obras en el interior de la Cueva de Chaves consistentes en el vaciado de sus losas y sedimentos, con el fin de nivelar el suelo de la cueva y colocar comederos y abrevaderos para la cría de cabras, así como de utilizar el material extraído para la construcción de un dique de contención de aguas cercano a la cueva.

Las losas y sedimentos arqueológicos fueron retirados con una retroexcavadora de gran tonelaje y sin la presencia de ningún arqueólogo. El magistrado consideró entonces acreditados los daños consistentes en el arrasamiento y destrucción de la práctica totalidad de los niveles arqueológicos de cronología neolítica que se encontraban en la Cueva de Chaves.

En su sentencia, el juez consideró también acreditado que Fimbas SA era conocedora de la existencia del yacimiento arqueológico, de su protección y de la necesidad de solicitar autorización a la DGA para realizar cualquier tipo de intervención en la cueva y que Victorino Alonso, “no sólo era conocedor de la existencia del yacimiento dentro de la Cueva de Chaves, sino también de su valor arqueológico y por consiguiente también de su protección”.

Pese a ser conocedor del valor arqueológico del yacimiento, el empresario leonés “tomó la decisión de vaciar la Cueva de Chaves con el fin de utilizarla para el interés de la empresa y la explotación del coto de caza”. Entendió entonces el juzgado que la extracción de sedimentos y la nivelación del suelo “obedeció a un plan preconcebido y no como consecuencia de una acción involuntaria de arrastrar la tierra al sacar las losas”, tal y como argumentaba en aquel momento la defensa.

(Fuente: Arainfo)

14 de noviembre de 2016

Condena de dos años y medio de prisión al empresario que destruyó el yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves

El empresario Victorino Alonso ha sido condenado a dos años y medio de prisión y al pago de una indemnización de 25,5 millones de euros por la destrucción del yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves. La indemnización se ha rebajado a la mitad, al entender el juez que el Gobierno aragonés hizo dejación de sus obligaciones de protección y señalización.
La Cueva de Chaves, en Baltarás, a principio del S. XX. 
Asimismo, el juez hace responsable subsidiario del pago de la indemnización a la empresa Fimbas, propietaria del coto de Bastarás, en el parque natural de la Sierra de Guara (Huesca), donde se ubicaba el yacimiento.

La sentencia dictada por el titular del Juzgado de lo Penal número uno de Huesca, absuelve a Alonso del delito medioambiental que le imputaba Ecologistas en Acción y le obliga al pago de las costas del juicio.

La fiscalía había solicitado para Alonso una condena de 2 años y 8 meses de prisión y reclamaba una indemnización de 14,3 millones.

Ecologistas en Acción pedía dos condenas de tres años de prisión como presunto responsable de un delito contra el patrimonio y de otro contra el medio ambiente. En el capítulo de indemnizaciones llegaba al tope fijado por el juez, 50,9 millones de euros, la cantidad económica que consta en el primer informe que realizó en su día el director del Museo de Huesca y responsable de las excavaciones, Vicente Baldellou, ya fallecido.

Según la sentencia, ha quedado acreditado que, sin previa comunicación ni autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural y sin ponerlo en conocimiento del director de las excavaciones, Vicente Baldellou, Victorino Alonso ordenó vaciar la cueva y colocar comederos y abrevaderos para la cría de cabras.

PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN DIQUE
Los trabajos ordenados por Alonso ocasionaron "el arrasamiento y destrucción de la práctica totalidad" de los niveles arqueológicos de cronología neolítica que se encontraban en la Cueva de Chaves. Así consta en el atestado elaborado por la Guardia Civil y en el informe pericial del arqueólogo de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón e incluso en el informe pericial de la defensa.

Respecto a la indemnización, el informe elaborado por Baldellou cifró lo destruido en 50,9 millones de euros. La multa aplicada se ha rebajado a la mitad, al entender el juez que el Gobierno aragonés hizo dejación de sus obligaciones de protección y señalización.

En la sentencia puede leerse "que, teniendo en cuenta que la Cueva de Chaves era posiblemente uno de los dos yacimientos neolíticos más importantes de la Península Ibérica, resulta censurable e inexplicable que la cueva no contara con una protección específica, es decir, que no existiera una resolución que la declarara expresamente como Bien de Interés Cultural"


Por todo ello, el juez entiende que Victorino Alonso García fue "autor penalmente responsable de un delito sobre el patrimonio histórico, previsto y penado en el artículo 323 del Código Penal conforme a la redacción anterior a la LO 1/15, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad penal, a las penas de dos años y seis meses de prisión y la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.


MÁS DE DOS MIL METROS CÚBICOS DE SEDIMENTOS NEOLÍTICOS
En 2007 se realizaron obras de acondicionamiento, ampliación y creación de pistas de más de 8 metros de anchura, una hasta la puerta de la cueva, así como represas y un embalse en los cursos de agua existentes en la finca de Bastarás.

La empresa Ferpi Transportes y Obras, contratada por Fimbas, utilizó medios mecánicos de gran tonelaje para retirar unos bloques caídos del techo de la cueva "que protegían y sellaban los niveles arqueológicos subyacentes".

El yacimiento quedó afectado "de forma irreversible" al extraer 2.247 metros cúbicos de sedimentos. De ellos, 1.017 correspondían al nivel arqueológico del Neolítico y tenían un valor de 14.311.640,86 euros.

IMPORTANTE YACIMIENTO 
El yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves estaba considerado uno de los dos más importantes de la Península Ibérica, junto a la cueva de Or en Valencia.

Las excavaciones arqueológicas se iniciaron en 1975 y tan solo se había excavado una pequeña parte de su superficie.

No obstante, se habían encontrado ya desde un enterramiento de más de 6.000 años de antigüedad (un adulto que incluso conservaba un inusual anillo de hueso), a numerosos elementos de industria lítica, pasando por cantos rodados pintados, únicos en su género.

Hace más de 30 años un grupo de empresarios compró el pueblo deshabitado de Bastarás y su antiguo término municipal, y lo convirtió en un coto privado de caza. Vallaron su propiedad con una cerca de 20 kilómetros de longitud y soltaron en ella diversas especies de caza mayor, como ciervos, corzos y muflones.

El vallado resultó polémico desde el principio, porque atraviesa cauces, zonas de servidumbre y de dominio público de diversos barrancos, porque ocupa terreno de monte público dentro del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, interrumpiendo el paso de un camino real, y porque contraviene la Ley de Caza.

A raíz de una visita en marzo de 2009 de los responsables del Museo Arqueológico de Huesca se conoció que el yacimiento había sido destruido en su totalidad, cuando todavía quedaba por excavar más del 90% del mismo.

Los impedimentos para poder visitar la finca, unido a la pasividad y dejadez de las administraciones públicas en sus competencias de control y protección del patrimonio histórico, -pese a su importancia, el yacimiento ni siquiera estaba declarado Bien de Interés Cultural- hicieron que no se conociera su destrucción hasta año y medio después de haberse producido.

23 de septiembre de 2016

Los peritos destacan el gran valor arqueológico de la Cueva de Chaves

El empresario Víctorino Alonso trata de culpar al fallecido director del Museo de Huesca por la destrucción del yacimiento y su defensa cuantifica los daños basándose en los precios de piezas en subastas de internet. 
La desaparecida cueva de Chaves era el segundo yacimiento más importante del neolítico en la península. FOTO: RADIO HUESCA.
Dos de los peritos que intervineron en la reanudación del juicio que se sigue en Huesca contra el empresario minero Victorino Alonso por la destrucción de la Cueva de Chaves han incidido en el gran valor arqueológico que tenía el yacimiento para la interpretación de la cultura del neolítico.

Así lo han manifestado los arqueólogos del gobierno aragonés que han intervenido en la vista, para quienes el investigador que comenzó el estudio del yacimiento y denunció posteriormente su destrucción, el fallecido director del Museo de Huesca Vicente Baldellou, era uno de los máximos especialistas en el neolítico del país.

El arqueólogo José Ignacio Royo, que valoró inicialmente los daños registrados en Chaves en 14,3 millones de euros, ha señalado que cuando efectuó su valoración sólo se fijó en los vestigios que se vislumbraban y no en la importancia del yacimiento para la cultura del neolítico.

Baldellou valoró a su vez los daños en 50,9 millones de euros debido al gran valor del yacimiento, uno de los más importantes de España y del conjunto europeo.

Royo ha explicado que la pala excavadora que dañó de forma irreversible el yacimiento retiró al menos mil metros cúbicos de nivel arqueológico del suelo, y llegó a adentrarse hasta 175 metros por el interior de la cueva.

EL EMPRESARIO CULPA AL FALLECIDO BALDELLOU
Ha destacado que algunas de las principales autoridades mundiales en la cultura del neolítico visitaron la cueva, y ha rechazado de forma tajante que Vicente Baldellou hubiera provocado la situación al "sugerir" la limpieza de la zona.

Con esta afirmación, el arqueólogo ha salido al paso de la afirmación vertida ayer por Victorino Alonso al culpar a Baldellou de la destrucción de Chaves por "sugerir" al encargado del coto de caza donde se ubicaba el yacimiento la necesidad de limpiar el lugar.

A este respecto, ha incidido que Baldellou, como uno de los máximos especialistas en el neolítico, no hubiera permitido una actuación sin estar presente ni hubiera autorizado la utilización de una excavadora para retirar unas piedras situadas en la visera de la cueva que amenazaban con caer sobre la zona de las excavaciones.

Por su parte, Pilar Utrillas, que participó junto a Baldellou en las excavaciones, ha insistido en que la Cueva de Chaves era el segundo yacimiento más importante del país para la cultura del trabajo.


Para resaltar su importancia, la investigadora se ha servido de un símil y ha destacado la destrucción de Chaves era para la cultura del neolítico lo que supondría en la actualidad la destrucción de Barcelona.

Ha admitido que oyó hablar a Baldellou acerca de la necesidad de retirar algunas de las piedras situadas en la parte alta de la cueva, pero ha incidido en que él era partidario de "microvoladuras" controladas por la Guardia Civil para romperlas y proceder luego a apartarlas.

Según ha destacado, Baldellou no hubiera hecho ninguna acción que hubiera supuesto la destrucción de Chaves ya que, ha añadido, el yacimiento era "parte de su vida".

Ha recordado, además, que este investigador se mostraba "contento" respecto al futuro del yacimiento al estar ubicado en un coto de caza vallado protegido por un guarda que favorecía su protección.

CUANTIFICACIÓN DE LOS DAÑOS BASADA EN SUBASTAS DE INTERNET
Las defensas han presentado a su vez un informe pericial que cifra los daños causados en 810.000 euros y que basa su tasación en datos obtenidos en subastas por internet de productos supuestamente similares.

Esta valoración ha sido cuestionada por José Ignacio Royo, para quien las subastas en internet no son fiables ya que pueden incluir objetos falsificados u obtenidos de forma irregular.

3 de marzo de 2015

El juez impone una fianza de 66 millones al empresario que destruyó el yacimiento de la Cueva de Chaves (Huesca)

El empresario leonés Victorino Alonso García se sentará en el banquillo de los acusados para responder por los daños que presuntamente causó en la cueva de Chaves, un yacimiento prehistórico del municipio de Casbas (provincia de Huesca). Los daños destruyeron completamente este yacimiento neolítico con declaración B.I.C. que era uno de los más importantes de la península.
La cueva de Chaves, un yacimiento arqueologico convertido en refugio de especies cinegéticas. FOTO: D.L.
El auto del Juzgado de Instrucción número 3 de Huesca por el que se ordena la apertura de juicio oral contra el empresario minero —actualmente en libertad provisional por el caso— llama la atención por la alta fianza que le impone: 66.276.093 euros, para asegurar el pago de la responsabilidad civil en la que podría derivarse de los hechos que se juzgarán, así como por dejar la puerta abierta no sólo al delito contra el patrimonio sino, además, al atentado contra el medio ambiente, que descartó la Audiencia Provincial de Huesca al resolver los recursos de las acusaciones particulares y del letrado del empresario contra el auto que instaba a las partes personadas a formular acusaciones o solicitar el sobreseimiento de la causa.

Según fuentes del caso, la fianza podría ser resultado de sumar las indemnizaciones que solicitan las partes, así como las multas que se proponen. El plazo para abonar la fianza expira hoy para Alonso y el lunes para los responsables subsidiarios —las empresas Fimbas, Ferpi y una aseguradora—. Si no se depositara la cantidad se procederá al embargo de los bienes del empresario.

LAS ACUSACIONES
Victorino Alonso saliendo de prestar declaración en los juzgados de Huesca.


La Fiscalía solicita para el empresario 2 años y 8 meses de prisión por un delito contra el patrimonio, además de cometer a su cargo medidas para restituir el daño en la parte del yacimiento que todavía existe, así como a indemnizar al Gobierno de Aragón con 14.311.640,86 euros, además de otras penas accesorias.

Por su parte, Ecologistas en Acción solicita tres años y multa de 24 meses por un delito contra el patrimonio, además de 50.681.160 de indemnización, así como la misma pena de prisión y multa por delito contra el medio ambiente por el que deberá indemnizar a la Comunidad aragonesa según informe pericial de los servicios de Medio Ambiente.

La Asociación Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa) solicita para el acusado tres años de cárcel y 24 meses de multa a razón de 400 euros por día, y la misma cuantía que en el caso anterior como responsabilidad civil.

El letrado del Gobierno de Aragón se persona como acción civil —renuncia a la acción penal como había denunciado Ecologistas en Acción y la autonomía se apresuró a negar— pide que Alonso indemnice a la Administración aragonesa con 50.981.160 euros o, subsidiariamente, y siempre que no se considere ésta adecuada o probada, en 14.336.141,36 euros.
 
OBRAS EN UN B.I.C.
Las obras en el coto de caza que dañaron el yacimiento se acometieron en octubre de 2007 sin las oportunas licencias que debía haber concedido el Gobierno de Aragón al encontrarse la cueva de Chaves en el entorno del Bien de Interés Cultural de las Cuevas de Solencio. Sin embargo, hasta junio de 2009 no se formuló denuncia de la Comunidad autónoma ante la Fiscalía.

Las obras en un coto que ya despertaba polémica por ofrecer piezas de fauna de la región del Atlas, en Marruecos, consistieron en el acondicionamiento y la construcción de pistas de ocho metros de ancho, represas y embalses en los cursos de agua que atraviesan la finca. La cueva en la que se encontraban los restos prehistóricos, de importancia nacional, se acondicionó como refugio y comedero de especies cinegéticas mediante el empleo de maquinaria pesada.

3 de febrero de 2015

Piden 2 años y 6 meses de prisión por destruir el yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves (Huesca)

La Fiscalía solicitará al empresario leonés del carbón Victorino Alonso una condena de 2 años y 6 meses de prisión y a una indemnización de 14 millones de euros por la destrucción de la Cueva de Chaves, uno de los yacimientos neolíticos más importantes del país.
Este era el acceso a la desaparecida Cueva de Chaves, uno de los yacimiento neolíticos más importantes de España.
FOTO: JOSÉ LUIS ACÍN / Heraldo
Fuentes del caso han confirmado que la acusación pública considera a Alonso presunto responsable de los daños causados al entender que era él de hecho quien administraba la sociedad encargada de gestionar el coto de caza donde se encontraba el yacimiento, en una finca vallada ubicada en el Parque Natural de Guara.

Los daños se derivan de las obras y movimientos de tierra realizados en 2007 en el entorno de la Cueva de Chaves para la habilitación de unas instalaciones cinegéticas destinadas al cuidado de las piezas de caza que eran introducidas en el coto.

PÉRDIDA IRREMEDIABLE
Estas obras, según los informes de los peritos, provocaron la pérdida "irremediable" de los posibles niveles arqueológicos existente y la retirada de sedimentos en los que podrían hallarse piezas de interés para su estudio.

El fiscal tipifica los hechos como un presunto delito contra el patrimonio y solicita para el acusado 2 años y 6 meses de prisión, así como 14 millones de indemnización, cantidad que fija de acuerdo a un informe pericial elaborado por técnicos del propio Gobierno aragonés.

Por su parte, la acusación particular en nombre de Ecologistas en Acción imputa a Victorino Alonso el mismo delito contra el patrimonio pero le responsabiliza, asimismo, de otro contra el medio ambiente, y solicita sendas penas de 3 años de prisión.

INDEMNIZACIÓN DE 50,9 MILLONES DE EUROS
Además, los ecologistas reclaman una indemnización al Gobierno de Aragón de 50,9 millones de euros por los daños causados al yacimiento, de acuerdo con el informe pericial que elaboró tras los hechos el entonces director del Museo Arqueológico de Huesca, Vicente Baldellou, ya fallecido.


En cuanto a la indemnización a pagar por los daños al medio ambiente, delito que entienden los ecologistas que se cometió al ubicarse el yacimiento en un entorno protegido, se deja en mano de los técnicos del Gobierno aragonés su valoración durante el proceso.

Las fuentes citadas aseguraron desconocer si el instructor permitirá acusar por un delito contra el medio ambiente, ya que en su auto de conclusión de la instrucción, confirmado por la Audiencia de Huesca, no lo estimaba procedente.

Por otra parte, el Gobierno aragonés ha confirmado a Efe que ha presentado un escrito de acusación penal y de reclamación civil por los daños causados, cuyo contenido no ha dado a conocer.


Por su parte, la asociación Acción por la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa) está pendiente de presentar ante el instructor el escrito de acusación por estos hechos.

Fuentes de esta organización han explicado a que en su escrito imputarán al empresario un presunto delito contra el patrimonio y reclamarán la indemnización de 50,9 millones planteada por el fallecido director del Museo Arqueológico de Huesca.

20 de febrero de 2013

Arsuaga testifica en el juicio por la destrucción del asentamiento neolítico de la Cueva de Chaves, en Bastarás (Huesca)

Según el  catedrático de Paleontología Juan Luis Arsuaga, la Cueva de Chaves "era un yacimiento de referencia en los estudios arqueopaleontológicos en la Península Ibérica y Europa», un enclave arqueológico cuya destrucción es «un escándalo y una gran pérdida para la ciencia».
Victornio Alonso saliendo de los juzgados el pasado mes de octubre.
Foto: Diario de León.
El juicio del Gobierno de Aragón contra Victorino Alonso y su empresa Fimbas, entre otros imputados, por la destrucción de la Cueva de Chaves en un coto de caza propiedad del empresario minero cuenta con un nuevo y excepcional testimonio. El del equipo de científicos que dirige Juan Luis Arsuaga, codirector del yacimiento de Atapuerca, y que ha sido aportado por la letrada del Ejecutivo aragonés.

Alonso declaró en el Juzgado número 3 de Huesca el pasado mes de octubre en el juicio que se sigue por arrasar con maquinaria pesada la cueva, ubicada en el coto de caza de Bastarás, en Huesca, para convertirla en un abrevadero de animales. Las irregularidades que se investigan pasan también por el vallado y la realización de balsas para animales en espacios protegidos; y se le ha impuesto una multa por introducir una cabra del norte de África (auris) en el Parque Natural de la Sierra de Guara.

Según informaba ayer el Heraldo de Aragón, Arsuaga defiende que la Cueva de Chaves era un yacimiento de referencia en los estudios arqueopaleontológicos en la Península Ibérica y Europa», un enclave arqueológico cuya destrucción es «un escándalo y una gran pérdida para la ciencia».

Arrancar una página de la historia de la Humanidad
Los expertos consideran que la pérdida del yacimiento «deja un vacío que arranca una página de la historia de la Humanidad», ya que el asentamiento del neolítico que acogió tenía características únicas en toda Europa.


Arsuaga, catedrático también de Paleontología en la Universidad Complutense de Madrid, recuerda que su equipo realizó durante años excavaciones en la zona. «El yacimiento no sólo contiene un excepcional registro de la cultura material realizada por el ser humano a lo largo de las últimas etapas del Pleistoceno Superior y de la primera mitad del Holoceno, sino que de las excavaciones realizadas en él se ha recuperado una extensa colección de restos óseos de animales salvajes y domésticos que han sido motivo, y lo siguen siendo, de los trabajos de distintos equipos de investigación». 

Los expertos destacan en el informe que se ha enviado al juez, según publica el periódico aragonés, que el interés zooarqueológico del enclave radica en «su amplia extensión, la conservación de una potente serie imperturbada de sedimientos y el extenso intervalo cronológico representado en la misma».
Foto tomada hacia 1920 de la entrada a la Cueva de Chaves con los
visitantes bien pertrechados. Foto: Singlecoated
Según la denuncia que ahora se juzga, a finales del 2007 Alonso ordenó limpiar y nivelar con una retroexcavadora los sedimentos arqueológicos, derribó parte del techo y las paredes para convertir la cueva en una zona de estabulación y comedero de los animales de caza. A pesar de que la cueva tenía varias figuras de protección.

También roturó 60 hectáreas en zonas de habituales campañas arqueológicas. El empresario negó ante el juez haber tomado estas decisiones.

17 de diciembre de 2011

Un juez de Huesca imputa a Victorino Alonso por arrasar una cueva neolítica


El Juzgado de Instrucción Número 3 de Huesca ha citado a declarar «en calidad de imputado» al empresario minero leonés Victorino Alonso, en las diligencias previas por la denuncia presentada por la Asociación de Acción Pública en Defensa del Patromonio Aragonés (Audepa) y Ecologistas en Acción por la destrucción del yacimiento arqueológico de la cueva de Chaves, «el más importante yacimiento neolítico de España».
La cueva de Chaves era uno de los yacimientos neolíticos
más importantes de España.
El juez, que cita a declarar también a varias personas (entre ellos al guarda del coto de caza de Gastarás, donde se ubica el yacimiento), ha solicitado también un informe al consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, para que «informe a este juzgado a la mayor brevedad posible sobre si la zona afectada cuenta con otro tipo de protección medioambiental, además de la cultural, y si las obras llevadas a cabo en octubre del 2007 o con posterioridad en la Cueva Chaves constituyen o suponen un menoscabo de dicha protección».
Según la presidenta de Apudepa, Belén Boloqui, profesora emérita de la Universidad de Zaragoza, Alonso, propietario de la empresa Fimbas que tiene el coto de caza, arrasó el yacimiento, y «pese a que en su día el director general de Patrimonio prometió llegar hasta el final el Gobierno de Aragón se limitó a una denuncia fiscal y no solicitó la imputación de Alonso».
Ante esta situación, Apudepa decidió personarse como acusación particular en el proceso judicial por el «gravísimo expolio arqueológico».
Boloqui señala que la destrucción del yacimiento tuvo lugar en octubre del 2007, aunque se tuvo conocimiento del mismo un año y medio más tarde.
La finca, catalogada en 1996 como coto de caza, acoge el yacimiento, que había sido objeto de catas arqueológicas durante varios años. A finales del 2007, según la profesora, Alonso ordenó limpiar y nivelar con una retroexcavadora (de su empresa Ferpi, cuyo administrador debe declarar también en calidad de imputado) los sedimentos arqueológicos. También derribó parte del techo y paredes, para convertir el lugar en zona de estabulación y comedero de animales de caza.
Además, el empresario realizó caminos, vallados y balsas en toda la zona, así como un almacén sin permiso y cuatro veces mayor del solicitado en el proyecto que presentó.
(Fuente: Diario de León / María J- Muñiz)