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5 de agosto de 2024

La nueva excavación de Caraca se centrará en la necrópolis visigoda

La campaña arqueológica que se desarrollará este verano en el yacimiento del Cerro de la Virgen de la Muela, en la localidad guadalajareña de Driebes, que se prolongará dos semanas desde el próximo 12 de agosto, intentará arrojar luz sobre la necrópolis visigoda.
La necrópolis visigoda data del siglo VI d.C y es la última fase del yacimiento.

La campaña arqueológica que se desarrollará este verano en el yacimiento del Cerro de la Virgen de la Muela, en la localidad guadalajareña de Driebes, que se prolongará dos semanas desde el próximo 12 de agosto, intentará arrojar luz sobre la necrópolis visigoda.

Así lo han indicado a Europa Press tanto fuentes del equipo investigador que dirige esta excavación como la jefa del Servicio de Cultura de la Delegación de la Junta en Guadalajara, Teresa Sagardoy, quien ha recordado que este espacio arqueológico fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) este mismo año y está compuesto de varios yacimientos.

En cuanto a la necrópolis visigoda, afirma que, según los datos recogidos hasta el momento, data "más o menos" del siglo VI d.C y es la última fase del yacimiento. Está compuesta por tumbas, algunas de las cuales son "simples fosas" tapadas con una laja de yeso, que es la piedra natural de los cerros de Driebes.

Otras son lo que se conocen como 'cistas', tumbas con varias lajas haciendo el hueco de la fosa y que también están tapadas con varias losas de este tipo de piedra típica de la localidad guadalajareña, prosigue Sagardoy.

"Son tumbas de inhumación y no se ha encontrado ajuar de momento, pero en alguna tumba esperamos que se encuentre algún objeto", ha apuntado, para agregar que lo que sí que se ha encontrado son restos de los ataúdes o sudarios, es decir, de los elementos con los que se depositaba al muerto.

Ha puesto el acento en que en esta necrópolis visigoda se ha hallado parte del cementerio infantil con pequeñas tumbas de niños, a veces neonatos, a los que se les tenía separados en otra zona del cementerio; "en lo que se llama un limbo, porque no estaban bautizados todavía. Se les reservaba un espacio diferente que es curioso de visitar", ha agregado.

Parte de esta necrópolis está musealizada y cuenta ya con carteles para hacerla visitable y comprensible por los visitantes aunque es un trabajo que se acaba de iniciar e irá ampliándose a distintos espacios, pese a que desde el equipo investigador del yacimiento apuntan que en las últimas semanas la cartelería y la señalización han sido vandalizadas y habrá de ser repuesta.

Ocupación desde la Edad del Bronce
En el Cerro de la Virgen de la Muela hay ocupación desde la Edad del Bronce que se conoce como un 'oppidum' carpetano correspondiente a las poblaciones indígenas de antes de los romanos. Lo más conocido es la ciudad romana de Caraca, a la que se unen otros puntos donde se han localizado restos arqueológicos, una villa romana, un monumento funerario o zonas más de carácter militar en las inmediaciones de la ciudad.

Sagardoy ha resaltado que la ciudad romana de Caraca es la única que se ha hallado en la provincia de Guadalajara, que tuvo su esplendor en el siglo I o el II d.C --en época Flavia-- y estaba a mitad de camino entre Complutum (Alcalá de Henares) y Segóbriga --en la provincia de Cuenca--, en la vía Spartaria que unía Cartagonova con Complutum.

Desde el equipo investigador del yacimiento apuntan que la ciudad estaría en la provincia romana de la Tarraconense y que se cree que hacía su labor "seguramente" como paso por la vía en el Tajo, hecho que hizo que Sertorio (I a.C.) la conquistara por la fuerza.

Un hallazgo que ha destacado la jefa de Cultura de la Junta en Guadalajara relacionado con la ciudad es el del acueducto que se ha encontrado a tres kilómetros así como el manantial que daba origen al mismo. "Está realizado en 'Opus caementicium', una obra de ingeniería romana habitual, y que traía el agua desde ese manantial a la ciudad", ha añadido.

A ello ha unido que se han localizado varias piscinas limarias, que son piscinas de decantación, que depuraban el agua y a la vez impedían que tuviera mucha velocidad por el canal y deteriorara el mismo.

Las campañas arqueológicas
Hasta el momento se han llevado a cabo en el Cerro de la Virgen de la Muela siete campañas arqueológicas y este mes de agosto se llevará a cabo la octava. Además de las múltiples visitas para hacer prospecciones, vuelos de dron o el uso de un georradar.

Así, en 2016 se hicieron las primeras prospecciones y se usó el georradar para confirmar la existencia del yacimiento y ya en el 2017 tuvo lugar la primera campaña de excavación, cuyos directores han sido desde el inicio Emilio Gamo Pazos y Javier Fernández Ortea.

Para Sagardoy, se trata de un equipo de investigadores "muy dinámico" que, con pocos medios, la ayuda de las administraciones y "mucho empeño" han estado haciendo pequeñas campañas de unos 15 días.

Esta excavación se desarrollará gracias al convenio firmado entre la Diputación de Guadalajara y el Ayuntamiento de Driebes, con el apoyo del Ayuntamiento de Brea de Tajo y la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara.

En su conjunto, la responsable de Cultura de la Junta en Guadalajara ha resaltado que en estas campañas se ha podido delimitar todo el mapa de la ciudad romana --compuesto por 27 manzanas--, se ha localizado el Cardo, el Decumano, el Foro y las Termas; pese a lo cual ha señalado que queda "muchísimo trabajo" por hacer y apenas se ha iniciado la investigación sobre todos estos yacimientos.

Jornada de Puertas Abiertas
De otro lado, el Ayuntamiento ha informado de que este verano se volverá a realizar la Jornada de puertas abiertas en el yacimiento el jueves 22 de agosto que constará de visitas guiadas al mismo a las 10.30 y 19.00 horas, siendo el acceso a la actividad libre y gratuito.

El 'Proyecto de excavación de la necrópolis de época visigoda de Caraca (Driebes, Guadalajara) y de los niveles carpetanos en esa misma área' está dirigido por los ya citados Javier Fernández Ortea (arqueólogo) y Emilio Gamo Pazos (Museo Arqueológico Nacional) a los que se unen Saúl Martín González (arqueólogo), Santiago David Domínguez Solera (Heroica arqueología).

El equipo interdisciplinar de investigación contará este año con la colaboración de un amplio número de expertos que analizarán el yacimiento desde distintas ópticas, incluyendo a Antonio Alvar Ezquerra (Universidad de Alcalá), Ana Gracia Rivas (Museo Nacional de Antropología), José María Murciano Calles (Museo Nacional de Arte Romano) y María Luisa Cerdeño Serrano.

También participarán Daniel Cordero Bordejé, María Ángeles Perucha Atienza (IGME-CSIC), Miguel Ángel Rodríguez Pascua (IGME-CSIC), José Francisco Mediato Arribas (IGME-CSIC), Andrés Díez Herrero (IGME-CSIC), Helena Gimeno Pascual (Centro CIL II-Alcalá de Henares), Daniel Méndez García (Revives.es y UFV), Ana Fernández Jiménez y Paula Carmona Quiroga (Instituto Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas -IETcc-CSIC), Magdalena Barril Vicente, Macarena Bustamante Álvarez (Universidad de Granada), Sergio Remedios Sánchez (UNED-Senior) y Álvaro Sánchez Climent.

16 de julio de 2024

Estudiantes del curso de Arqueología realizarán excavaciones en las termas romanas de Carmona (Sevilla)

El curso está estructurado mediante sesiones prácticas de excavaciones arqueológicas, apoyadas por sesiones teóricas en las que se tratarán temas metodológicos y de aspectos relacionados con la gestión de las excavaciones, como la legislación de referencia o la documentación administrativa necesaria.

Estudiantes de la 17ª edición del curso de verano ‘Arqueología de campo’ de la Universidad Pablo de Olavide, un seminario eminentemente práctico, tendrán la oportunidad de excavar desde hoy en las termas romanas halladas en el subsuelo de la plaza de Julián Besteiro en la localidad sevillana de Carmona, un complejo termal construido a principios del siglo I. Una parte importante de estos restos arqueológicos quedarán expuestos una vez finalicen las obras de remodelación que actualmente se están desarrollando en la plaza.

El curso, organizado con la colaboración del Ayuntamiento de Carmona, se impartirá del 15 al 26 de julio. Está dirigido por Ricardo Lineros, jefe de Servicio de la Delegación de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Carmona y director del Museo de la Ciudad y Juan Manuel Román, arqueólogo municipal de dicha Delegación.

En el acto de inauguración oficial de dicho curso han participado esta mañana el alcalde de Carmona, Juan Ávila; el concejal delegado de Cultura, Patrimonio Histórico y Turismo, Ramón Gavira y Juan Manuel Román.

El principal objetivo del mismo es que el alumnado pueda conocer in situ todos los aspectos a los que se tiene que enfrentar un arqueólogo cuando realiza una excavación. El curso está estructurado mediante sesiones prácticas de excavaciones arqueológicas en la ya mencionada zona, apoyadas por sesiones teóricas en las que se tratarán temas metodológicos y de aspectos relacionados con la gestión de las excavaciones, como la legislación de referencia o la documentación administrativa necesaria.

Los alumnos del curso realizarán trabajos de campo en la también conocida como plazuela de San José, prosiguiendo con unas excavaciones que se iniciaron como actuación preventiva antes de la remodelación de esta plaza situada en el centro histórico de la ciudad.

Según ha explicado Juan Manuel Román, los trabajos realizados en la zona han dejado al descubierto unas termas romanas públicas construidas en la época de Augusto a principios del siglo I d. C., siendo las más antiguas de este tipo de instalaciones encontradas hasta el momento en Carmona “y cuyas estructuras presentan un relativo buen estado de conservación”.

En este sentido, ha añadido que, en este caso, los niveles de mayor interés son los de época romana, en concreto los relacionados con el edificio termal. En la misma intervención se han documentado restos de otras épocas, como cuatro silos para el almacenamiento de cereal, tres de ellos del periodo islámico y el cuarto de la Edad del Cobre. Los expertos han podido constatar que los baños públicos estuvieron en uso hasta mediados del siglo II de nuestra era, si bien, durante época almohade, se reaprovecharon parcialmente algunas de las estructuras. Además, los trabajos han permitido “constatar por primera vez una mina de agua asociada a la estratigrafía arqueológica, certificando sin ninguna duda su datación romana”.

Sobre este solar se edificó el convento de San José, fundado por los carmelitas descalzos a finales del siglo XVII y desamortizado a mediados del XIX. No hay restos relevantes, más allá de las naves laterales del templo que se conservan junto a los actuales juzgados, ya que el edificio fue demolido tras su uso como cárcel y colegio.

Curso de espeleoarqueología
Por otro lado, la sede Olavide en Carmona también pondrá en marcha del 29 al 31 de julio el curso de verano ‘Introducción a la espeleoarqueología aplicada: el estudio de las minas de agua. 5ª edición. José Millán Naranjo in memoriam’, un curso teórico práctico que permitirá a los alumnos adentrarse en las minas romanas de agua de Carmona. Organizado junto a la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas y el Ayuntamiento de Carmona, está dirigido por Juan Manuel Román y Miguel Ángel Carranco, este último bombero y ambos miembros de dicha asociación, al igual que el resto de profesorado que imparte este curso.

Las exploraciones realizadas durante los últimos años por un equipo formado por espeleólogos, arqueólogos, geólogos y ambientólogos han sacado a la luz una impresionante red de minas existentes bajo el subsuelo de Carmona. Estas casi desconocidas obras de ingeniería hidráulica tuvieron como fin la captación de las aguas subterráneas y fueron construidas en época romana, pudiendo considerarse como elementos patrimoniales de primer orden. Durante el curso, los alumnos aprenderán la metodología diseñada específicamente para estos estudios y realizarán prácticas tanto de progresión vertical en cuerda como de exploración en el interior de estas minas.

18 de junio de 2024

Descubren en Sevilla el vino más antiguo del mundo: un blanco con más de 2.000 años de ‘maduración’

Los análisis químicos confirman que el líquido hallado en el interior de una urna funeraria en Carmona es un vino de época romana, la muestra más antigua identificada hasta la fecha
La urna funeraria con el líquido en su interior, que ha resultado ser un vino de 2.000 años. FOTO: Juan Manuel Román, Ayuntamiento de Carmona

Un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) ha identificado el vino más antiguo encontrado hasta la fecha en el interior de una urna funeraria de 2.000 años de antigüedad. El recipiente se encontraba en el mismo mausoleo romano descubierto en 2019 en la localidad sevillana de Carmona en el que ya se había localizado un frasco de perfume perfectamente sellado. Otra de las urnas cerradas herméticamente contenía cuatro litros de un líquido rojizo que, tras el análisis químico, ha sido identificado como vino y supera en antigüedad a la famosa botella de Espira, un recipiente desenterrado de una tumba romana en Alemania del siglo IV d.C.

“Fue muy sorprendente, porque cuando encontramos las urnas durante una excavación dábamos por hecho que contenían huesos y ajuar; nunca nos imaginamos que dentro pudiera haber líquido”, asegura Juan Manuel Román, arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Carmona que descubrió la tumba y lideró la excavación. Fue al abrir la urna en el laboratorio cuando se quedaron atónitos. “El líquido tenía un color rojizo y estaba como burbujeando, quizá por el movimiento del traslado”, recuerda. Sumergidos en el interior de la urna estaban los huesos incinerados de un hombre de alrededor de 45 años, junto a otros elementos como un anillo de oro y varias piezas de hueso trabajado.

Tras asegurarse de que el líquido no podía proceder de la condensación y que no se habían producido filtraciones en la urna, los científicos procedieron a su análisis químico. En un trabajo publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports, el equipo del Departamento de Química Orgánica de la UCO, liderado por el catedrático José Rafael Ruiz Arrebola, detalla los resultados de una serie de pruebas para estudiar su composición, diferenciar los compuestos que podían estar relacionados con el vidrio de la urna o con los huesos del difunto y compararlo con vinos actuales de Montilla-Moriles, Jerez o Sanlúcar.

“Lo que nos dio la certeza de que se trataba de un vino fueron los polifenoles”, comenta Ruiz Arrebola a elDiario.es. “Lo que vemos son las moléculas características del vino, sin lugar a dudas, de hecho los hemos comparado con vinos de la zona y están presentes los mismos compuestos”. Por otro lado, la ausencia de antocianinas, los polifenoles que se encuentran en la piel de la uva cuando se dejan en maceración al producir vino tinto, les lleva a pensar que se trataba de un vino blanco.

“Certeza absoluta no la podremos tener jamás, pero tengo cierta confianza en que era un vino blanco, porque en el análisis químico no aparece el ácido siríngico que viene de la descomposición de la antocianina más abundante y aparece en los tintos”, subraya el especialista.

Una práctica desconocida
Uno de los aspectos que desconcierta a los científicos es el hecho de que los restos funerarios aparezcan sumergidos de vino, algo de lo que no hay constancia en otros lugares ni en los documentos escritos de la época. Recientemente se encontró una urna del mismo tipo en Pompeya rellena de líquido, pero aún no se ha analizado su contenido ni se conoce si es un caso similar. “Este es un aspecto del ritual funerario del que no había constancia”, explica Juan Manuel Román. “Será difícil encontrar algo parecido, porque tiene que tener unas condiciones muy particulares para que un líquido se conserve 2.000 años, hay que recordar que del frasco de perfume que encontramos en la urna que estaba junto a esta solo nos habían quedado los posos”.

Este mausoleo circular acogió a una familia de alto poder adquisitivo, estaba situada junto a la importante vía que comunicaba Carmo (la actual Carmona) con Hispalis (Sevilla), y señalizada con una torre de la que ya no quedan restos. Los arqueólogos subrayan que esto hace más improbable que pasara desapercibida por los saqueadores, pero por algún motivo permaneció sin abrir hasta 2019. El mausoleo acogía seis urnas funerarias con los restos de tres hombres y tres mujeres que vivieron en el siglo I d.C., además de vasijas, platos de vidrio y cerámica de gran valor que formaban parte de un ajuar. Conocemos el nombre de dos de ellos, Hispana y Senicio, pero no el de los ocupantes de las dos urnas más lujosas, situadas en el lado derecho de la tumba, la que contenía el perfume (de una mujer) y la del recién descubierto vino (de un hombre).

Los investigadores, que no saben si ambos fueron familia porque la incineración no ha dejado muestras de ADN, creen que esta diferencia de tratamiento puede deberse a una cuestión de género. Las mujeres en la antigua Roma tuvieron durante mucho tiempo prohibido probar el vino, que estaba reservado para los hombres. Los restos de la mujer tenían tres joyas de ámbar, un frasco de perfume con aroma a pachulí y fragmentos de telas cuyos primeros análisis parecen indicar que se trataría de seda. Como curiosidad, además del vino, los restos del hombre estaban acompañados por un anillo de oro que se añadió tras la cremación con la figura de Jano bifronte —una divinidad asociada al tránsito de la muerte—, y restos de huesos trabajados que han resultado ser las patas de una cama, seguramente junto con la que se quemó su cuerpo.

Una bebida para la liturgia
María José Motilva, investigadora del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV-CSIC), que no ha participado en el artículo, cree que se trata de un “hallazgo excepcional” y que los resultados del análisis de polifenoles sugieren que el líquido rojizo contenido en el ánfora podría tratarse de un vino con una lógica degradación por el paso del tiempo. “La composición en sales minerales del líquido es bastante similar a la de los vinos finos que se producen actualmente en la antigua región bética”, destaca. En cuanto al pH de 7,5, muy superior al de los vinos finos que se elaboran hoy día, cree que se debe a “una degradación lógica que se relaciona con el bajo contenido de materia orgánica del vino que fue en su día”.

José Miguel Martínez Zapater, director del ICVV-CSIC, también cree que se trata de un trabajo muy relevante que aporta mucha información sobre cómo vivieron sociedades anteriores a las nuestras y cómo valoraban el vino. “El vino era una bebida casi para comunicarse con los dioses, estaba muy relacionado con la religión”, asegura. “Estaba destinada a determinados grupos sociales y lo que le daba valor es que solo se producía una vez al año, a diferencia de otras bebidas como la cerveza, que estaban más disponibles”.

Zapater y su equipo trabajan en la identificación de restos arqueológicos de la vid, a partir de semillas en yacimientos con los que tratan de identificar qué variedades se cultivaban, por lo que si apareciera alguna semilla en el fondo de esta urna, señala, sería especialmente interesante para ellos. “Me atrevería a afirmar que las variedades de uva no han cambiado tanto, pero no hay mucha información en el trabajo”, asegura. Lo que tiene claro es que el vino que se bebía hace 2.000 años era muy diferente del actual. “Sospecho que era un vino que se oxidaba rápidamente y tenía problemas de conservación; eso se sabe de muchos vinos de la antigüedad, es algo que ahora evitamos con la tecnología”.

¿A qué sabrá este vino después de 2.000 años? Ruiz Arrebola confiesa que él y su equipo han fantaseado alguna vez con la posibilidad de tomarse un chupito para celebrar el descubrimiento. “No creo que sea peligroso, pero me da un poco de asco, en particular porque estaba en contacto con los restos de un romano muerto”, bromea.

Para Juan Manuel Román, el arqueólogo que descubrió esta tumba romana llena de tesoros, el vino es una muestra más del poder de aquella familia, capaz de adquirir productos que viajaban desde las más lejanas partes del mundo. “Hasta Carmona llegaba el ámbar del Báltico, el pachulí de Pakistán, el vidrio de Alejandría y ahora sabemos que quizá hasta seda desde el lejano oriente”, resume. “El vino es un añadido más a este espectacular hallazgo que nos brinda información de primera sobre cómo se vivía (y se moría) en el mundo romano”.

10 de junio de 2024

Recuperando Tarteso: la réplica del carro de "La Joya" de Huelva se construirá con técnicas de hace 3.000 años

Las iniciativas privada y pública se dan la mano para poner en marcha un ambicioso proyecto de reconstrucción de uno de los objetos más prestigiosos y significativos de todo el territorio de Tarteso.
Excavación de la tumba 17 de la necrópolis de La Joya. En la imagen se aprecian algunas partes del carro.

El carro tartésico de La Joya, encontrado por Pedro Garrido Roiz y Elena Orta García en las primeras excavaciones que se realizaron en los años setenta en la necrópolis del cabezo onubense, es “uno de los objetos más prestigiosos y significativos de todo el territorio de Tarteso”. Un símbolo evidente, tangible, de la importancia que tuvo que tener la vieja Onoba en la cultura tartésica. Durante tres mil años había permanecido, completamente a oscuras, sin un solo rayo de luz, sin que nadie supiera de su existencia, en una tumba escondida entre la maleza y la dura tierra del Cabezo. Dos cabezas de felino de bronce cuidadosamente talladas, una lanza, unas bandas de bronce, un pasarriendas y dos bocados de caballo, junto con otros pequeños fragmentos metálicos como clavos, pasadores o arandelas, eran las piezas de un puzzle que habría de convertirse en uno de los hallazgos más importantes de la arqueología europea. Todas juntas formaban parte de la estructura de un carro del que no había precedentes, una pieza única a la que, lamentablemente, le faltaban todos los elementos de la madera que el paso del tiempo y las propias condiciones del terreno habían hecho desaparecer.

Sin embargo, desde su hallazgo las piezas han sido expuestas siempre de forma inconexa, “haciendo difícil su comprensión” por parte del público, como explica Jorge Cotallo, el presidente de la Asociación Cultural Arqueo Huelva. Durante décadas los investigadores han debatido acerca de cuál fue su funcionalidad (si se trataba de un carro funerario, si se destinó a la batalla o, por el contrario, fue un vehículo de paseo) y, sobre todo, sobre cuál fue su forma real, ya que el carro había sido desmontado completamente antes de ser enterrado. Lo que sí estaba claro desde su descubrimiento es que había pertenecido a algún personaje destacado de la Huelva del primer milenio antes de Cristo. De alguien lo suficientemente importante como para ser enterrado con su carro, un vehículo que no era nada común en su época y cuya propiedad estaba vinculada a príncipes y reyes. A excepción de una recreación “un tanto libre” que se expuso en el Museo Provincial en los años 90, cualquier persona que haya querido saber algo más sobre él ha tenido que conformarse con mirar un póster. Pero eso va a cambiar ya mismo.

Iniciativa conjunta
Por primera vez, la iniciativa privada y la pública se dan la mano en un proyecto de recuperación del patrimonio de Huelva. Arqueo Huelva la Consejería de Cultura y la empresa Atlantic Copper, a través de su Fundación, se han propuesto llevar a cabo si no la primera intentona, sí desde luego la más ambiciosa iniciativa que se ha llevado a cabo nunca para reconstruir el carro de la Tumba 17 de La Joya, una pieza que debería haber sido desde hace mucho “una seña de identidad de Huelva” y, sobre todo, de la estrechísima, más bien inseparable, relación de la ciudad con la cultura de Tarteso.

Es el proyecto más ambicioso por muchas cosas. Primero, por sus dimensiones, y es literal: la réplica se va a realizar a tamaño real, escala 1:1, en un trabajo “de alquimia moderna” en el que “se conjugará la tradición con la innovación”. Segundo, por el trabajo de investigación que hay detrás y que ha sido realizado en gran parte por el arqueólogo y vicepresidente de Arqueo Huelva, Rafael C. Robles, que precisamente había participado, en el marco del proyecto ‘Construyendo Tarteso’ que realiza el CSIC en Extremadura, en el diseño de una nueva propuesta estética del carro que fue exhibida en el Museo Arqueológico y Paleontológico de Alcalá de Henares en Madrid y con la que se ha tratado de acercarlo más a la realidad de su tiempo y, sobre todo, al encaje de todas sus piezas.

Esta reconstrucción digital es la base para la réplica física que se va a construir en Huelva, aunque el proyecto de Arqueo Huelva y la Consejería presenta algunas novedades importantes sobre los aspectos constructivos y el uso de algunas de sus piezas menos singulares. La tercera razón es, quizás, la más hermosa, porque para la reconstrucción del carro habrá que hacer un auténtico viaje en el tiempo. El carro será construido en madera y metal, respetando al máximo posible la fabricación tradicional de este tipo de vehículos.

El artesano que trabajará la madera es Carlos Carmona, un joven onubense, ingeniero de Diseño Industrial y de Desarrollo de Productos, afincado en Sevilla, donde fabrica muebles a mano. En su taller, Carmona devolverá a la vida la estructura del carro perdida por el paso del tiempo. El trabajo de los metales, por su parte, correrá a cargo de Manuel Meijide, un joyero con más de 20 años de experiencia reproduciendo joyas arqueológicas de diferentes culturas como celtas, celtíberos o tartesios. Meijide realizará los conocidos bocines (los tapacubos de las ruedas con forma de cabeza de felino) replicando la misma técnica que se usaba hace casi 3000 años, llamada ‘a la cera perdida’. Las otras piezas singulares, como las bandas decoradas con palmetas, serán trabajadas a mano una a una, igual que en la antigüedad, con la ventaja, eso sí, “de que ahora podemos usar modelado 3D y scanners para tener mayor precisión de las piezas originales sin tener que intervenir en ellas”, explica Jorge Cotallo.

Hay una cuarta razón para justificar lo de ‘ambicioso proyecto’ que tan bien suena: su extensión, y es que “este es un proyecto de divulgación”, cuenta el presidente de Arqueo Huelva, y por eso la construcción del carro irá ligada a la generación de otros contenidos que viajarán en paralelo, como diferente material gráfico, audiovisual y didáctico “que nos llevará a entender y descubrir de una manera sencilla y accesible la construcción del vehículo y su contexto en el pasado más remoto de nuestra ciudad”. Por ejemplo: parte el equipo, al mando de “nuestro pintor de cámara”, el artista Rafa Septién, se encuentra preparando ya una animación 3D “que nos hará entender de una forma muy sencilla el significado de la colina sacra de la Joya, sus rituales de enterramiento y el significado que tenía poseer un carro en la Huelva del siglo VII antes de Cristo”.

Y es que no se trata (o no solo) de una cuestión de recuperar “un objeto de gran valor histórico y cultural”. La reconstrucción del carro “representa una oportunidad única para conectar con nuestras raíces y entender mejor el pasado de Huelva”. El carro tartésico “es un símbolo tangible de la riqueza y complejidad de la cultura que una vez habitó esta zona de Andalucía”, y hacerlo real “puede servir como un poderoso instrumento educativo”, sin olvidar su atractivo turístico, asegura Cotallo, que tiene claro que “no solo estamos poniendo en valor un artefacto importante”, sino que “también estamos reavivando el interés por la historia local y fomentando un sentido de orgullo en la comunidad”.

Recuperarlo es una forma de hacer que la historia “cobre vida”, y que las personas puedan experimentar de manera directa, por ejemplo, cómo la ingeniería y el arte de un tiempo tan pasado no son tan distintas a los de hoy, cómo aquellos primeros onubenses no son tan diferentes a los que ahora pisan exactamente el mismo suelo. Tocar con las propias manos un carro tartésico tal y como se construyó hace casi 3.000 años será “una experiencia increíble” que, seguramente, “puede inspirar a futuras generaciones” y animarles “a explorar y valorar su patrimonio” o, por qué no, a tratar de crear proyectos como este, que aseguren “que la historia de Huelva no se pierda” en medio de tanta oscuridad. Que arrojen, como dijo aquel, luz, toda la luz del mundo, sobre las tinieblas.

Un equipo multidisciplinar
En la reconstrucción del carro tartésico de La Joya participan arqueólogos, artesanos del metal, la madera, el cuero y la cestería, expertos en patrimonio, diseño gráfico y 3D y profesionales de la comunicación audiovisual, entre otros. Un equipo multidisciplinar que, se prevé, tendrá lista la réplica en otoño.

Jorge Cotallo
Además de presidente de Arqueo Huelva, Jorge Cotallo se encarga de la dirección de arte del proyecto, además de ejercer como enlace entre los distintos equipos y coordinar la imagen y la parte audiovisual. Cotallo estudió Interpretación y Comunicación Audiovisual y ha trabajado en series de ficción, publicidad y cine.

Rafael C. Robles
El arqueólogo onubense es vicepresidente de Arqueo Huelva y el responsable de coordinar todo el conjunto desde el punto de vista arqueológico, historiográfico y documental. Robles ha participado como arqueólogo en diferentes excavaciones y proyectos de recreación digital.

Miguel Gómez Pedraza
Socio fundador de Arqueo Huelva, es un enamorado del patrimonio natural y cultural de su ciudad. Estudio en el IES La Rabida los ciclos formativos de guia, informacion y asistencia turistica, al igual que grado superior en agencias de viajes y gestión de eventos.

Rafael Septién
El dibujante Rafa Setién se encargará de la realización del material gráfico del proyecto. Nacido en Huelva en 1997, se inició en la escultura hasta que en 2015 la abandona para centrarse en el dibujo sobre papel y la escenografía inspirada en el imaginario colectivo andaluz.

Manuel Meijide
Meijide es un artesano joyero con más de 20 años de experiencia. Apasionado de la historia antigua, desde su proyecto ‘Arsgentum’ reproduce joyas arqueológicas de diferentes culturas, que fabrica a mano utilizando las antiguas técnicas.

Carlos Carmona
Onubense, ingeniero de Diseño Industrial y de Desarrollo de Productos. Desde su taller en Sevilla (elviscanario.com) diseña y fabrica muebles propios hechos a mano. Carmona va a ser el encargado de darle vida a toda la estructura de madera que el tiempo hizo desaparecer en la Tumba 17 de La Joya.

26 de mayo de 2023

Identifican la composición de un perfume romano hallado en Carmona (Sevilla)

Los restos del perfume se habían conservado solidificados en el interior de un recipiente tallado en cuarzo. La Universidad de Córdoba ha analizado el contenido del frasco descubierto en 2019
Ungüentario de cristal hallado en Carmona (Sevilla).

El equipo de investigación FQM346 de la Universidad de Córdoba (UCO), dirigido por el catedrático de Química Orgánica José Rafael Ruiz Arrebola, en colaboración con el Ayuntamiento de Carmona (Sevilla), ha descrito químicamente los componentes "reales" de un perfume del siglo I d.C.

El resultado ha sido publicado por la revista científica suiza 'Heritage' en un artículo en el que Ruiz Arrebola, el arqueólogo municipal de Carmona, Juan Manuel Román y los investigadores de la UCO Daniel Cosano y Fernando Lafont describen todo el proceso técnico y científico para "volver a oler" al Imperio romano, ha detallado el Consistorio carmonense en una nota de prensa.

Los restos del perfume, localizados en 2019 durante una intervención arqueológica en un mausoleo localizado en la construcción de una vivienda en la calle Sevilla, se habían conservado solidificados en el interior de un recipiente tallado en cuarzo, que aún se mantenía perfectamente sellado.

Según ha explicado Román, se trataba de una tumba colectiva, posiblemente perteneciente a una familia de alto poder adquisitivo, en la que, además de numerosos objetos relacionados con los rituales funerarios (ofrendas y ajuares), se encontraron las urnas cinerarias de seis individuos adultos, tres mujeres y tres hombres.

En una de las urnas, fabricada en vidrio, sobre los restos óseos cremados del difunto, en este caso una mujer de entre 30 y 40 años, se había depositado una bolsa de tela (de la que se han conservado restos) que contenía tres cuentas de ámbar y un pequeño frasco o ungüentario de cristal de roca (cuarzo hialino) tallado en forma de ánfora.

Habitualmente, los recipientes de perfume solían ser de vidrio soplado y, en muy pocas ocasiones, se han encontrado ejemplares fabricados en este material que, por sus características y dificultad para el tallado debida a su dureza, los hacían "muy cotizados y extremadamente caros".

Además de la singularidad del envase, el hecho realmente "extraordinario" era que se encontraba "perfectamente sellado" y que en su interior se habían conservado los residuos sólidos del perfume, lo que ha permitido llevar a cabo esta investigación.

Ruiz Arrebola ha subrayado que la utilización de dolomita, un tipo de carbonato, como tapón y el betún que se usó para sellarlo fueron la clave del "magnífico estado de conservación" de la pieza y su contenido.

Para saber de qué estaba hecho el perfume se han usado diferentes técnicas instrumentales, como la difracción de rayos X y la técnica de cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas, entre otras. Según Ruiz, a partir de los análisis se ha podido determinar que el pequeño tapón cilíndrico fue fabricado en dolomita y que para su perfecto ajuste y sellado hermético se empleó betún.

Con respecto al perfume, y tal como describía Plinio el Viejo, se han identificado dos componentes: una base o aglutinante, que permitía la conservación de los aromas, y la esencia en sí. En este caso, la base era un aceite vegetal, posiblemente y según algunos indicios reflejados en los análisis, aceite de oliva, aunque este punto no ha podido ser confirmado al cien por cien.

En cuanto a la esencia, los resultados de los análisis químicos realizados por la Universidad de Córdoba, Roma olía a pachulí. Este aceite esencial era obtenido a partir de una planta de origen indio, la Pogostemon cablin, muy empleada en la perfumería actual y de cuyo uso no se tenía constancia para época romana. Por otro lado, las características monumentales de la tumba donde se encontró y, sobre todo, el material en el que se fabricó el recipiente que lo contenía, sugieren que se trataba de un producto de alto valor.

Esta investigación supone "un hito" para el campo de la perfumería de época romana y del empleo del pachulí como aceite esencial. Actualmente, se están realizando más estudios sobre otros materiales singulares (como el ámbar, los tejidos o los pigmentos empleados en las pinturas murales) conservados en el mausoleo carmonense y sobre los que se esperan poder obtener resultados en breve.

11 de abril de 2023

Kilómetros de ingeniería hidráulica romana bajo el suelo de un pueblo de Jaén

Un equipo de expertos está trabajando para recuperar las galerías hidráulicas romanas que se ocultan bajo la localidad jiennense de Torreperogil y convertirlas en visitables
Un equipo de arqueólogos y espeleólogos trabajan para darle vida a las minas de Torreperogil

El subsuelo del municipio de Torreperogil (Jaén) escondía una joya de 2.000 años de antigüedad y de origen romano: túneles de canalización o minas, como las llaman los arqueólogos, en buen estado de conservación.

Que allí abajo había restos se sabía desde hace años, cuando una parte del suelo de la localidad empezó a hundirse y reveló ese pasado arqueológico. Pero que estaban bien conservados y las fechas aproximadas de su construcción se ha descubierto ahora con la intervención de un equipo de expertos, arqueólogos y espeleólogos, que llevan más de un año trabajando para desentrañar lo que ocultan las galerías de esta cueva artificial generada entre los siglos I y II de nuestra era, que no es otra cosa que una obra de ingeniería hidráulica de alto nivel.

José Millán Naranjo es uno de los que mejor conoce las minas romanas de Torreperogil. Presidente de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas (AAES), cuenta con una amplia experiencia en este campo gracias a que en Carmona (Sevilla) hay estructuras subterráneas de las mismas características. “Como conocían nuestro trabajo, desde el Ayuntamiento de Torreperogil se pusieron en contacto con nosotros para que les ayudásemos a poner en valor las minas que hay en el municipio”.

2.000 años de conservación
Lo primero que hay que destacar de estas galerías subterráneas es que, por su ubicación, tenían una doble función. “Por un lado, estaban pensadas para el abastecimiento humano de agua, y por otro, al encontrarse en un desnivel desde un cerro, sospechamos que tenía funciones industriales”, apunta Millán. Como las minas poseen varios túneles de diferente tamaño que captan el agua de los manantiales que hay bajo la superficie, estos se encargan de distribuir el líquido elemento en varias direcciones. “En función de la longitud de la galería, podemos determinar qué uso pudo tener”.

Por ejemplo, en estos momentos se ha conseguido limpiar por completo un túnel de 600 metros de largo y se está trabajando en otro, llamado La Nava, que, de momento, tiene más de dos kilómetros. “Por su tamaño, sabemos que el primero sirvió para dar agua a los núcleos de población que había alrededor de Torreperogil y que eran pequeñas villas romanas agrícolas”. Con respecto a la segunda galería, aún es pronto para saber si era para abastecimiento o tuvo alguna otra utilidad.

La misma huella por toda Andalucía
Lo que también están desvelando las minas es que Torreperogil no existía en época romana. Entonces era simplemente un cerro. Lo cuentan las minas que no parecen tener canalizaciones hacia la localidad jiennense. Más bien parece que hubo asentamientos humanos posteriores que aprovecharon precisamente esta estructura como pozos de agua. Por otro lado, las galerías milenarias demuestran a su vez que los romanos las construyeron por toda Andalucía. “Hasta la fecha, sabíamos que había en zonas de Sevilla, Córdoba o Málaga por haber vestigios de esta cultura, pero ahora vemos que también hay en Jaén. No es descartable que haya en más lugares de la comunidad”, sostiene José Millán.

Desterrando mitos
Este espeleólogo deja claro que las labores que se están haciendo en las minas de Torreperogil tienen más de exploración y limpieza que de arqueología: “En estos lugares rara vez vas a encontrar algo de valor en ese sentido, aunque por supuesto estamos acompañados de arqueólogos”. La misión que persiguen, de la mano del Ayuntamiento de Torreperogil, es recuperar las minas y hacerlas visitables . “Están muy bien conservadas”.

Precisión matemática
Entre las características que definen a las galerías que conforman esta infraestructura está sobre todo su construcción matemática. “Los romanos eran muy exactos con las medidas y se puede apreciar que tuvieron como referencia el pie para calcular los espacios”. Si bien hay túneles de 60 centímetros de diámetro que los hacen difíciles de explorar, hay detalles a simple vista que demuestran un origen propio del Imperio Romano. Por ejemplo, “hay lucernarios que evidencian que las galerías se iluminaban con lucernas de aceite, que eran las pequeñas lámparas que se usaban entonces”.

De clara inspiración persa, estas minas fueron construidas meticulosamente y gracias a que el suelo arcilloso hacía fácil los trabajos y la posterior extracción de agua. Además, según explica José Millán, esta zona de Torreperogil está conformada de calcarenita que protege de forma natural el subsuelo. “No es necesario que se construyan revestimientos de ladrillo como en otras estructuras similares ya que la propia roca consolidaba la galería”. Otro detalle que explica por qué están tan bien conservadas.

El proceso de recuperación de los túneles es “muy lento” y está condicionado por los taponamientos que se puedan encontrar en las llamadas lumbreras, puntos que se ubicaban cada 30 metros para asegurar la construcción y que se convertían en pozos que en algunos casos están hoy repletos de suciedad o escombros. Esto es uno de los aspectos que más ralentiza las investigaciones y que puede suponer una inversión por cada tapón de unos 6.000 euros. No obstante, en apenas un año, y dado el buen estado de conservación, los expertos ya han desentrañado una galería y han avanzado bastante en la segunda. “Sabemos que hay entre 5 y 6 túneles. Dependiendo de cuánta longitud tengan y los taponamientos que haya, podemos acabar con los trabajos en unos tres años”.

31 de enero de 2023

Torreperogil pone en valor el hallazgo de sus minas romanas

Las Jornadas de Espeleo-Arqueología de Torreperogil han permitido conocer el reciente hallazgo de las galerías subterráneas y minas de origen romano en Torreperogil (Jaén).

Este pasado fin de semana se han puesto en marcha las JORNADAS DE ESPELEO-ARQUEOLOGÍA de Torreperogil, dos días de divulgación, historia, patrimonio y exploraciones, donde medio centenar de espeleólogos/as venidos de toda Andalucía y Murcia han podido conocer el reciente hallazgo de las galerías subterráneas y minas de origen romano en Torreperogil.

Dos días de intensa programación para conocer de primera mano lo que hay en nuestro subsuelo y el reciente hallazgo de nuevas minas de origen romano, con 2000 años de antigüedad y en perfecto estado de conservación y que el Ayuntamiento de Torreperogil proyecta poner en valor y hacerlas visitables para el público en general y para la comunidad científica en particular.

Las jornadas se iniciaron con la recepción del medio centenar de espeleólogos federados llegados de varios puntos de la geografía española y que además de las ponencias, participaran en sendas visitas a las mina de Santa María y la mina Las Navas, con más de 3 km ya explorados y documentados.

Las ponencias abiertas al público en general y estuvieron a cargo de Juan Manuel Román Rodríguez, Arqueólogo del Ayuntamiento de Carmona y José Millán Naranjo, Presidente de la A.A.E.S., siendo Francisco Torres, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Torreperogil el que les diese la bienvenida institucional.

Las jornadas han despertado un enorme interés en el mundo de la espeleología científica por el perfecto estado de conservación de las minas y las posibilidades que despiertan, así como en medios de comunicación que cubrirán los dos días que duran las jornadas.

Las exploraciones llevadas a cabo por miembros de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas (en adelante AAES) en el subsuelo urbano de la localidad de Torreperogil (Jaén) durante el año 2022 han arrojado unos resultados tan prometedores como fascinantes.

En el transcurso de diversas jornadas de exploración se ha dado con diversas minas de agua de época romana. Algunas de las galerías de las mismas se encuentran en un magnífico estado de conservación, lo que hace pensar en la posibilidad de fomentar visitas guiadas, que podrían ser un atractivo turístico sin precedentes en la provincia jiennense.

El objetivo que se persigue en las presentes jornadas es doble: por un lado, dar a conocer el interesante patrimonio arqueológico subterráneo de Torreperogil, y, por otro, estudiar la posibilidad de proceder a su puesta en valor.

10 de junio de 2020

Descubren una nueva entrada al sistema romano de galerías subterráneas de Carmona (Sevilla)

El hallazgo se debió al aviso de un vecino que lo detectó durante el asfaltado de un tramo de la calle Urbano X. El nuevo descubrimiento se unirá al análisis arqueológico efectuado en los últimos tiempos sobre este complejo de minas.
Vista de un acceso a la galería subterránea de Carmona descubierto por un vecino. FOTO: M.G
El Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona y la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas (AAES) han hallado una nueva entrada al complejo sistema de galerías de época romana descubierto bajo el suelo del municipio.

Se trata de la lumbrera de una mina de unos quince metros de profundidad descubierto gracias al aviso dado por un vecino a la Delegación municipal de Obras previamente a la realización de una obra de asfaltado en un tramo de la calle Urbano X.

Desde este pozo se accede a una de las galerías romanas que conforman la extensa red de infraestructuras subterráneas creadas en época romana para la captación, conducción y aprovechamiento de agua.

La importancia de este hallazgo radica es que ha puesto al descubierto un nuevo punto de entrada al entramado de galerías que, como ésta, confluyen en la zona conocida como Puerto de Brenes y que precisamente se caracteriza por los escasos accesos que ofrece para su estudio.

CONVENIO
El nuevo descubrimiento se unirá al análisis que los arqueólogos municipales y la AAES están realizando en los últimos años sobre este complejo de minas. Estos hallazgos son posibles gracias al convenio firmado en 2016 entre el Ayuntamiento y la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas con el objetivo de conocer con detalle por dónde discurren estas canalizaciones, la realización de la planimetría de sus trazados y poder adoptar las medidas preventivas oportunas para su conservación, como puede ser su inclusión en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico.

Los trabajos han puesto al descubierto un extenso sistema de captación de aguas subterráneas que los romanos desarrollaron bajo la ciudad de Carmona. Las canalizaciones tienen recorridos kilométricos y los arqueólogos estiman que formaron parte de una impresionante obra de ingeniería de época romana. De hecho, en fases anteriores ya se han descubierto en estas galerías subterráneas estructuras constructivas de miles de años, como arcos de medio punto, morteros hidráulicos y revestimientos de ladrillo y tejas, extremo que confirmaba el origen romano de estas canalizaciones.

(Fuente: ABC // R.D.)

9 de mayo de 2020

Avanza la recuperación del castillo de Priego de Córdoba

El Ayuntamiento ya ha invertido más de 1,5 millones de euros en la restauración del monumento
Las sucesivas intervenciones han supuesto un cambio radical en el exterior del castillo. FOTO: L.SERRANO
La recuperación del Castillo de Priego de Córdoba continúa dando pasos importantes, y ya empieza a cambiar la fisonomía del casco histórico del municipio de la Subbética. El Ayuntamiento acaba de recepcionar una nueva fase de los trabajos que se están realizando en la fortaleza, unas obras que comenzaron hace más de cinco años con la restauración de la Torre del Homenaje y han continuado con los lienzos y la torre 3, finalizando esta fase con las torres 1 y 2 y el lienzo 1.

Según la alcaldesa prieguense, María Luisa Ceballos (PP), el importe de estas intervenciones supera ya el millón y medio de euros, una cantidad "importantísima" que ha supuesto un cambio radical del Castillo en su totalidad y de su vista exterior. Una nueva imagen que cambia la "fisonomía de nuestro pueblo", según ha incidido Ceballos, quien ha recordado que esta intervención se ha realizado con los fondos europeos Edusi. Este programa asume el 80% del coste total -586.080 euros-, mientras que el Consistorio se hace cargo del 20% restante -146.520 €-, lo que suman un total de 732.600 euros.

"Nuestro planteamiento es continuar con las diferentes fases. Por ese motivo, intentamos tener el siguiente proyecto finalizado para que podamos ir licitando de forma continua y no dejar de trabajar en esta apuesta arqueológica, patrimonial y turística de nuestra ciudad", ha apuntado Ceballos, quien ha indicado que el resultado es "excepcional". El fin del Ayuntamiento es conseguir la rehabilitación completa del entorno monumental, con el Castillo como "eje básico en el casco histórico".

En el capítulo de agradecimientos, la alcaldesa ha resaltado el trabajo realizado por Alfonso Ocho y Antonio Tofé en la dirección técnica y de obra de la intervención, así como a la empresa Hermanos Campano, encargada de esta fase. Asimismo, ha reconocido la labor del área de Urbanismo del Consistorio prieguense, y del arqueólogo municipal Rafael Carmona.

(Fuente: El Día de Córdoba / Laura Serrano)

29 de agosto de 2019

Hallan intacta una cámara funeraria romana con más de 2.000 años en Carmona

La cámara sepulcral cuenta con ocho loculi o nichos, seis de los cuales están ocupados por urnas funerarias de distinta tipología. "Hace más de 35 años que no encontrábamos en Carmona una tumba en este magnífico estado de conservación, sin sufrir ningún tipo de expolio a lo largo de los siglos", señala Juan Manuel Román
Cámara funeraria hallada en Carmona. FOTO: M.G. / DIARIO DE SEVILLA
Un proyecto de obras promovido en una vivienda particular de la calle Sevilla del casco urbano de Carmona ha propiciado el descubrimiento de un mausoleo funerario construido bajo tierra y que consta de un pozo de acceso y una cámara funeraria, cuya cronología se remontaría a finales del siglo primero antes de la era actual o principios de la siguiente centuria, con la particularidad de que este recinto legado de la antigua Carmo romana se encuentra “completamente intacto”, según informó ayer el Ayuntamiento de la localidad sevillana.

La cámara sepulcral cuenta con ocho loculi o nichos, seis de los cuales están ocupados por urnas funerarias de distinta tipología: piedra de alcor, piedra caliza y vidrio. Éstas últimas, a su vez, están protegidas por recipientes de plomo, según el Consistorio de este municipio que atesora un importante legado patrimonial de la época romana, comenzando por su emblemática necrópolis y su anfiteatro.

En la superficie de tres de estas urnas, además, figuran unas serigrafías que podrían corresponder con el nombre de los difuntos, toda vez que el interior de todas estas urnas se encuentran los huesos incinerados de los difuntos, así como distintos elementos de ajuar como ungüentarios. En los espacios libres que quedan en los nichos y por el suelo han sido hallados recipientes como vasijas, platos y vasos de vidrio y cerámicas, en los que se depositaban las ofrendas funerarias.

REVESTIMIENTO BIEN CONSERVADO
El revestimiento de la cámara funeraria se encuentra además “bien conservado, manteniendo parte de su decoración de motivos geométricos en bóveda y paredes”.

El arqueólogo municipal de Carmona, Juan Manuel Román, ha señalado “la importancia sobresaliente de este hallazgo, puesto que hace más de 35 años que no encontrábamos en Carmona una tumba en este magnífico estado de conservación, sin sufrir ningún tipo de expolio a lo largo de los siglos, lo que permitirá seguir profundizando en el conocimiento de la cultura funeraria en época romana”.

Este mausoleo, según el arqueólogo, formaría parte del conjunto funerario al oeste, en el entorno de la Vía Augusta y relacionado con el actual Conjunto Arqueológico de la Necrópolis romana.El alcalde de Carmona, Juan Ávila, visitó la cámara y felicitó al Servicio Municipal de Arqueología y agradeció la colaboración de los propietarios de la vivienda y de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico.

(Fuente: Diario de Sevilla)

5 de abril de 2018

Comienzan las nuevas excavaciones de las termas romanas en Carmona (Sevilla)

Una de las principales estructuras descubiertas corresponde a una piscina de agua fría 3,65 por 3,15 metros con una profundidad de un metro.
El hallazgo más significativo ha sido el de una mina de agua que abastecía el conjunto termal.
El servicio municipal de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona ha comenzado una nueva fase de las excavaciones en el complejo de piscinas romanas del siglo I.

Según el arqueólogo municipal responsable de la excavación, Juan Manuel Román, los hallazgos que se han descubierto ya en esta nueva fase de investigación además de ampliar el conocimiento sobre la edificación, permiten acotar más estrechamente la fecha de su construcción, que se produjo hacia el cambio de era, posiblemente durante el mandato del emperador Augusto.

El hallazgo más significativo realizado en esta fase de la excavación, ha sido el de un pozo de 15 metros de profundidad, que, tras su vaciado y limpieza, se ha confirmado, que corresponde a la lumbrera de una mina de agua que abastecía al edificio termal como ya sospechaban los arqueólogos,Estas minas, existentes por todo el término municipal, se encuentran actualmente en fase de exploración y estudio por parte del Servicio de Arqueología y la AAES (Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas) y este nuevo hallazgo en una excavación arqueológica es de gran importancia, ya que permite fechar sin ningún tipo de dudas la cronología de estas impresionantes obras de ingeniería en el período romano y, en este caso concreto durante el cambio de era.

Una de las principales estructuras descubiertas corresponde a una piscina de agua fría 3,65 por 3,15 metros con una profundidad de un metro. Aunque en época medieval la piscina fue en parte destruida por la excavación de varias fosas y por la construcción de un pozo de agua, la mayor parte de la misma se encuentra en buenas condiciones de conservación, especialmente su revestimiento de mortero hidráulico.

Junto a esta piscina se encuentran otras dos de menor tamaño, también en buen estado de conservación, y los semisótanos (hipocaustum) donde se hacía el fuego para calentar las piscinas de agua caliente (caldarium) y templada (tepidarium). Además se han identificado varias estancias y estructuras relacionadas con el uso de estas termas públicas.

21 de febrero de 2018

Un estudio científico sobre el «enigmático» enclave en Carmona lo sitúa en el tercer milenio antes de Cristo

El estudio gira en torno a la zona arqueológica de La Loma del Tesoro. Las fotografías aéreas y las prospecciones geomagnéticas identificaron un total de «32 estructuras» como fosos, hoyos cónicos o cilíndrícos, piletas circulares u ovales y una «macro estructura negativa» o gran hoyo de 2,2 metros de profundidad y un diámetro de 16,5 metros.
Vista aérea del enclave descubierto en las proximidades de Guadajoz. FOTO: ABC
Una investigación científica sobre el complejo «concéntrico» de zanjas descubierto en el entorno de Carmona conocido como La Loma del Real Tesoro señala el «enigmático» y «enorme hoyo» que parece ser el «corazón y origen» de este enclave, cuya antigüedad se remonta al tercer milenio antes de Cristo y cuyas funciones para las antiguas poblaciones de la zona sigue pendiente de ser averiguada.

Este estudio, firmado por los arqueólogos Javier Escudero Carrillo, Marta Díaz-Zorita, Martin Bartelheim y Leonardo García Sanjuán, gira en torno a la zona arqueológica de La Loma del Tesoro, enclavada en el término municipal de Carmona, a unos dos kilómetros de la población de Guadajoz y descubierta allá por 2002.

Las labores de investigación de las que parte este estudio científico recogido por Europa Press, realizadas allá por 2015 y 2016, pusieron así de manifiesto que «el centro del complejo (descubierto) está ocupado por una estructura circular de un diámetro estimado de 20 metros y un área de 315 metros cuadrados».

Así, el estudio elaborado por los citados arqueólogos describe el recinto descubierto mencionando cuatro cercas cavadas de manera «concéntrica alrededor de la gran estructura central», si bien el trabajo de campo también incluyó el hallazgo de otras dos zanjas más distanciadas de las ya descritas, con diferente ordenación y «mucho mayor diámetro».

Igualmente, el informe detalla que las excavaciones arqueológicas que siguieron a las fotografías aéreas y las prospecciones geomagnéticas se saldaron con la identificación de un total de «32 estructuras» en la principal concentración de cercas, tratándose tales estructuras de fosos, hoyos «cónicos» o «cilíndrícos», piletas circulares u ovales y una «macro estructura negativa» o gran hoyo de 2,2 metros de profundidad y un diámetro de 16,5 metros.


FRAGMENTOS DE CERÁMICA
Las excavaciones, además, arrojaron el descubrimiento de «fragmentos de cerámica» presumiblemente pertenecientes a «platos, tazas o cuencos», entre otros utensilios domésticos, algunos de ellos incluso con decoración.

Y aunque «la cronología precisa» de cada uno de estos elementos seguía "en estudio" a la hora de redactar este informe, los autores del mismo exponen en dicho documento que «de acuerdo con los indicios disponibles, el enclave habría sido estado en uso durante un largo periodo de tiempo, abarcando la totalidad del tercer milenio antes de Cristo».

Con tales elementos sobre la mesa, los arqueólogos que firman este estudio recogido por Europa Press exponen que la zona de la Loma del Real Tesoro está localizada «en una posición estratégica»respecto al río Guadalquivir, su afluente Corbones y el escarpe de Los Alcores, mientras la investigación de los fragmentos de cerámica descubiertos en cada uno de los dos sectores en los que se divide el yacimiento arqueológico sugerirían que ambos espacios habrían sido «contemporáneos», pero quizá habrían desempeñado «diferentes funciones».

EL ENIGMA DE LA LOMA DEL REAL TESORO
En primer lugar, los autores del informe prestan especial atención a que «la ordenación o plan de las cinco zanjas más interiores»descubiertas en el sector número dos del yacimiento arqueológico «parece gravitar alrededor de una gigante, profunda y aún enigmática marca circular negativa localizada en su centro». «Este enorme hoyo parece yacer en el corazón y el origen del sistema completo de zanjas», exponen los arqueólogos, recordando eso sí que estas "impresiones preliminares» están pendientes de «más análisis».

Además, aunque los arqueólogos señalan que la ordenación concéntrica de las enormes zanjas es «el resultado de una idea o plan preconcebido», lo cierto es que aún «es imposible decir si estas cercas fueron cavadas y usadas como parte de un proyecto ejecutado» en un momento concreto, o «fueron producidas durante un largo periodo, como resultado de la repetición de prácticas sociales en el enclave», hipótesis esta última que cuenta con más respaldo por parte de estos expertos.

Finalmente, los autores de este estudio plantean el «debate» destinado a resolver si este enclave fue una villa, un lugar de encuentro que acogiese los rituales y celebraciones de las comunidades humanas del tercer milenio antes de Cristo o «la mezcla» de ambos aspectos, extremo que habrá de ser resuelto mediante nuevos estudios.
(Fuente: ABC )

7 de noviembre de 2017

Arqueólogos piden mayor protección patrimonial para la Isla de Saltés (Huelva)

Los expertos recogen firmas para que el yacimiento sea declarado Conjunto Arqueológico y las administraciones adquieran los terrenos
Acceso principal a la alcazaba de época islámica. FOTO: JOSUÉ CORREA
Itálica, Bolonia, Carmona, Medina Azahara... Y puede que en el futuro la Isla de Saltés -la ciudad que dormita en pleno corazón del Paraje Natural Marismas del Odiel, sobre el estuario de la Ría de Huelva- despierte para siempre y se sume al preciado listado de Conjuntos Arqueológicos con los que, como instituciones del Patrimonio Histórico, cuenta Andalucía.

Porque un grupo de arqueólogos profesionales, entre los que figuran José María García Rincón y Jesús de Haro (este último estuvo al frente de la campaña de excavación de la alcazaba, comisarió la muestra que se expuso en el Museo de Huelva en 2015 y en la actualidad desarrolla una tesis doctoral sobre el yacimiento) ha iniciado a través de las redes sociales una recogida de firmas, mediante un manifiesto en el que piden que las administraciones competentes fomenten los valores naturales y culturales de este espacio mediante la declaración del Conjunto Arqueológico de la Isla de Saltés.

En el documento, los especialistas explican que para poner fin a la carencia en Huelva de una institución patrimonial de esta índole, el primer paso pasa por que los terrenos en los que se localiza el yacimiento sean adquiridos cuanto antes por las administraciones públicas competentes. No en vano, el hecho de que la titularidad sea privada dificulta la consecución de ayudas públicas para acometer actuaciones de investigación en el sitio, lo que lastra el objetivo de fomentar la promoción turística de un entorno cultural, natural y paisajístico, que es único.

RECUPERACIÓN DEL YACIMIENTO
La tercera reivindicación de los expertos pasa por la puesta en marcha de una programación de actuaciones sobre el yacimiento, basadas en "la necesaria continuidad de las intervenciones arqueológicas, de restauración y adecuación", para recuperar para la ciudadanía y los visitantes en general los sectores urbanos de la ciudad que están cubiertos a día de hoy de forma preventiva, y continuar las actuaciones en la alcazaba para "articular un primer itinerario de difusión social que genere la conexión entre las evidencias descubiertas de la ciudad, la alcazaba y la Ría de Huelva".

El manifiesto explica que la Isla de Saltés se localiza en los estuarios de los ríos Tinto y Odiel, en el entorno de la Ría de Huelva, al interior de los límites que definen el término municipal de la ciudad onubense. "La continua sedimentación de los ríos en el estuario de la Ría genera un entorno natural privilegiado, conformado por complejos de marismas mareales y barras litorales arenosas de gran dinamismo, que albergan igualmente un ecosistema de gran valor ecológico, con una gran diversidad de flora y fauna adaptada al entorno del estuario", apunta. Estos valores fueron reconocidos por la Unesco en 1983, cuando se declararon las Marismas del Odiel como Reserva de la Biosfera. Esto conllevó que, un año después, la Junta declarase a Marismas del Odiel como Paraje Natural.

DESDE LA PROTOHISTORIA
Es en este entorno natural donde se localiza la Isla de Saltés. Relatan los arqueólogos que las investigaciones han puesto de manifiesto la existencia en esta área de "estructuras constructivas de época protohistórica, relativas a los siglos VII y VI a.C., así como restos de varias piletas de salazón del periodo romano". El Yacimiento Arqueológico de Saltés se encuentra catalogado como Sector C-2 de la Zona Arqueológica de Huelva, y destaca fundamentalmente por la presencia de la Ciudad Islámica de Shaltîsh, ciudad que "llegó a ser capital del Reino Taifa de Saltés durante el siglo XI d.C".

Según el documento, las referencias contenidas en las fuentes clásicas sobre la posible existencia de un asentamiento fenicio en Saltés generarían que desde mediados del siglo XX se propiciara la búsqueda de la mítica ciudad de Tarteso en esta isla. Sin embargo, "la magnitud de la evidencia arqueológica perteneciente al periodo islámico hizo desistir a los investigadores del momento de la búsqueda de la mítica ciudad".

Las investigaciones acometidas en el yacimiento revelaron que la ocupación islámica del lugar data de los siglos IX-X d.C. En origen se trataría de "un poblamiento disperso asociado a una industria centrada en la metalurgia del hierro y del cobre". El entramado urbano conocido debió configurarse después, en torno a los siglos X y XI d.C. Se trata de un urbanismo que responde a un "trazado regular, organizado en torno a vías orientadas ortogonalmente en ejes cardinales", con calles y plazas articulando el espacio urbano.

MODELO DE CASA ANDALUSÍ
En torno a ellas se distribuían las manzanas y casas. Las construcciones domésticas excavadas en Saltés responden, según narran los arqueólogos, al "modelo tipo de la casa andalusí". De este modo, en cada manzana se organizan de cuatro a seis casas y todas las estancias disponen de zaguán, patio centralizado, sala principal, cocina y letrina, si bien "el rango del grupo familiar marcará la presencia o ausencia de otras estancias".

Durante los siglos XII y XIII d.C. la ciudad de Shaltîsh vivió el periodo de máxima expansión. Entonces la medina alcanzó "una extensión superficial de en torno a las 20 hectáreas". La defensa de la urbe estaba protagonizada por la alcazaba, situada en el extremo nororiental del paraje de El Almendral. La alcazaba de Saltés, defensa y centro económico en la medina, "presenta mayores dimensiones a las estimadas en un principio, abarcando los 4.400 m2 superficiales".

Cuenta con dos accesos, uno monumental presidido por un arco de herradura conservado y de tipo califal con más de cuatro metros de altura, con acceso clásico en recodo y protegido por torre de flanqueo y corredor. El segundo acceso está dotado de muelle embarcadero. También se descubrió la existencia de una barbacana en el sector oriental.



Los sectores urbanos excavados: el 1,6% del total de la urbe islámica

Los sectores urbanos excavados e intervenidos en el periodo 1988-2001 sólo suponen el 1,6% de la superficie total estimada de la urbe islámica. Se desconoce así, a día de hoy, la localización y características de los elementos urbanísticos más destacados de la ciudad islámica, como serían "la mezquita aljama, la posible existencia y ubicación de otras mezquitas secundarias, la ubicación del zoco, la alcaicería, los baños públicos, la necrópolis, los talleres artesanales, arrabales, etcétera". De ese 1,6% del caserío urbano conocido de la medina mediante excavación, "más del 70% se encuentra hoy tapado", como medida preventiva de conservación al no haber una política general y recursos económicos para la adecuación y conservación del yacimiento.
(Fuente: Huelva Información / Elena Llompart)

17 de enero de 2017

Descubren nuevos tramos de las galerías romanas subterráneas de Carmona (Sevilla)

El tramo descubierto tiene unos 80 metros de longitud. Los arqueólogos presuponían ya la existencia de este ramal de galerías por la presencia de pozos en la zona, pero los mismos estaban taponados e inundados por lo que hasta la fecha fue imposible su exploración y catalogación. Formaron parte de una impresionante obra de ingeniería de época romana.
Sólo son accesibles el 40% de las galerías descubiertas. FOTO: SEVILLA ACTUALIDAD.
El Servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona y la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas han descubierto recientemente un nuevo tramo del complejo de galerías romanas situadas en el subsuelo de la ciudad.

Se trata de un tramo de unos 80 metros de longitud en la zona de Los Villa. Los arqueólogos presuponían ya la existencia de este ramal de las galerías por la presencia de pozos en la zona, pero los mismos estaban taponados e inundados por lo que hasta la fecha había sido imposible su exploración y catalogación.

VACIADO DE POZOS
Para facilitar el acceso a las mismas, el Ayuntamiento ha limpiado y vaciado uno de los pozos principales, gracias también a la colaboración del grupo Alar promotora de la urbanización de esta zona.

Gracias a este acceso, se ha descubierto un entramado de galerías de captación de aguas cuyos trazados se presuponen por una serie de pozos alineados, algunos de ellos grandes pozos tipo noria, utilizados antiguamente para el suministro de huertas o de fábricas ya desaparecidas. Las investigaciones realizadas hasta ahora señalan a esta zona como posible origen de alguna de las minas de agua más importantes exploradas hasta ahora en Carmona, como es el caso de la mina en el Puerto de Brenes.

SISTEMA DE CAPTACIÓN DE AGUAS
Las nuevas galerías son tipológicamente similares a las estudiadas hasta ahora en la zona de San Antón por lo que deben de pertenecer un extenso sistema de captación de aguas subterráneas que los romanos desarrollaron bajo Carmona. Las canalizaciones tienen recorridos kilométricos y, según se acaba de comprobar, se puede afirmar con seguridad que formaron parte de una impresionante obra de ingeniería de época romana.

El alcalde de Carmona, Juan Ávila, “estos hallazgos que son posibles gracias al convenio firmado el pasado mes de agosto entre el Ayuntamiento y la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas con el objetivo de conocer con detalle por dónde discurren estas canalizaciones, la realización de la planimetría de sus trazados y poder adoptar las medidas preventivas oportunas para su conservación, como puede ser su inclusión en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico”.

(Fuente: Sevilla Actualidad)

15 de diciembre de 2016

Los investigadores datan en el S. I dC las galerías subterráneas de Carmona (Sevilla)

La exploración alcanza el 40% de la red de galerías de conducción de agua, que en algunos tramos discurre a 15 metros de profundidad y en los que no había entrado nadie en cientos de años.
El proyecto de investigación promovido por la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas y el Servicio municipal de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona (Sevilla), en torno a las galerías subterráneas del municipio, hasta ahora apenas estudiadas pese a ser conocida su existencia, ha alcanzado hasta el momento la exploración del 40 por ciento de la red de estas galerías que servían para captar y canalizar el agua de los manantiales naturales. 

José Millán, presidente de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas, ha informado que el equipo técnico que protagoniza esta investigación, formado por un arqueólogo, un geólogo y varios espeleólogos, ha explorado ya aproximadamente "el 40 por ciento" de las galerías que "pudiera haber" en el subsuelo de Carmona. 

Desde antiguo se conocen algunos textos y noticias sobre las galerías excavadas que recorren las profundidades tanto de la ciudad de Carmona como de su término municipal, especialmente a cuenta del papel de "los poceros" en tales "minas de agua", según José Millán, quien explica que pese al conocimiento e incluso "limpieza" de tales conducciones, apenas se habían realizado algunos estudios sobre sus trazados o de la época en las que fueron construidas, ni había mediado un "tratamiento arqueológico".

"Había mucha información sobre las galerías, sobre todo gracias a los poceros, pero hay sectores (de la red de conducciones) en los que no había entrado nadie durante cientos de años", ha expuesto el presidente de la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas, a la hora de detallar este trabajo de exploración de investigación arrancado desde la denominada mina de San Antón, que transcurre a unos 15 metros de profundidad entre las calles Real y San Antón, presentando varias ramificaciones.

RESTOS ROMANOS
Los investigadores han descubierto numerosas formaciones geológicas o espeleotemas de gran belleza, como estalactitas, nidos de pisolitas o perlas de las cavernas, chimeneas de hadas, coladas y calcitas flotantes, así como una estructura perfectamente conservada y construida en su totalidad con tegulae, tejas planas romanas que certifican el origen romano de estas canalizaciones subterráneas. Esta estructura corresponde a un refuerzo de la canalización en un tramo de la mina donde el terreno es de composición arcillosa y por tanto más inestable. 

Según José Millán, los indicios apuntan a que las galerías comenzaron a ser excavadas "en el siglo I" después de Cristo, toda vez que a su juicio no es probable encontrar vestigios de mayor antigüedad, dada la "tecnología" a la que está asociada la construcción de estas galerías. Tras haber explorado ya "el 40 por ciento" de las galerías, y con trabajo "para varios meses" por delante, Millán avisa de que no será posible llegar al cien por ciento de las conducciones de agua, porque "muchas están inundadas o taponadas".

30 de septiembre de 2016

Interesantes hallazgos en la torre del castillo de Priego (Córdoba)

Fragmentos de una armadura de placas bajomedieval y una punta de flecha incrustada en el mortero de la torre nos trasladan al contexto histórico del asedio y conquista de la ciudad por el rey Alfonso XI en 1341.
El pasado año también aparecieron numerosos objetos medievales y cerámica en los trabajos del castillo de Priego.
El control arqueológico que se realiza en las obras de restauración de la Torre del Homenaje del Castillo de Priego (Córdoba) sigue sorprendiendo a los arqueólogos con inesperados hallazgos como una treintena de piezas de hierro procedentes de una armadura de placas bajomedieval y una punta de flecha de los siglos XIII-XIV que se hallaba incrustada en la fachada noroeste de la torre y que podría estar relacionada con el asedio al que Alfonso XI sometió a la ciudad antes de conquistarla.

Según informa Rafael Carmona en la página de Facebook de Arqueopriego los trabajos de restauración de la torre "no sólo están permitiendo registrar una documentación valiosísima sobre diversas cuestiones relativas a esta magnífica obra medieval, sino que además está aportando hallazgos de cultura material medieval inesperados, bien por lo poco frecuente de la tipología del material hallado o bien por lo insólito del contexto en el que se han producido".

ARMADURA DE PLACAS DE HIERRO
El primero de los hallazgos, es lo que queda de una armadura de placas bajomedieval (siglos XIV-XV), de la que se han recuperado una treintena de piezas forjadas en hierro, y que originalmente iban fijadas con remaches a una pieza de cuero, además de articuladas entre ellas. Como explica Carmona, "este tipo de defensa corporal pasiva representa el tránsito entre la famosa cota de mallas (con anillas entrelazadas) y el arnés blanco típico del siglo XV, con placas metálicas de mayor tamaño." 
PUNTA DE FLECHA
El segundo descubrimiento del que nos da cuenta el arqueólogo cordobés en facebook es una punta de flecha que se hallaba incrustada en el mortero de la fachada NW de la torre, a una altura actual de unos diez metros (mayor en el medievo). Según Carmona "la tipología de la punta de flecha nos permite aproximarnos a su cronología, que podemos fechar en los siglos XIII y XIV, por lo que su presencia podría estar relacionada con el asedio y conquista cristiana de Priego de 1341 por Alfonso XI".

Según informa Carmona, los dos descubrimientos "son auténticas rarezas en el registro arqueológico medieval peninsular". "El primer caso -cuenta- porque lo frecuente es hallar alguna placa suelta, pero no tal cantidad ellas, lo que permitirá hacer una propuesta de reconstrucción". Respecto a la punta de flecha, el arqueólogo dice que "podemos estar ante el registro arqueológico de un gesto militar tan singular como el disparo de un arquero en un contexto plenamente medieval, quizás de batalla". 

El estudio pormenorizado de ambos hallazgos y de sus inferencias contextuales serán una significativa contribución a la arqueología de la guerra durante la Edad Media, concluye Rafael Carmona..