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15 de julio de 2014

Las excavaciones sacan a la luz numerosos fragmentos de esculturas romanas en Los Bañales (Zaragoza)

Los descubrimientos son ya una larga lista: varios fragmentos de una estatua femenina, trozos de la escultura de enormes proporciones de un personaje togado, piezas de un grupo escultórico, una mano, el medallón del faldellín de una posible escultura de Domiciano... Ayer mismo apareció parte de una cabeza femenina. 
Parte del equipo que ha participado en el primer turno de excavaciones 2014 en la ciudad romana de Los Bañales.
El yacimiento de Los Bañales en Uncastillo (Zaragoza) se ha convertido en una de las estrellas de la arqueología aragonesa. Las excavaciones iniciadas a finales de junio en el enclave ya están dando resultados importantes,especialmente en una zona en la que el año pasado se encontró una especie de ‘depósito’ de fragmentos de esculturas romanas. Para sorpresa de los investigadores, en las últimas horas están apareciendo allí más trozos de esculturas, lo que no hace sino elevar la importancia del enclave para el conocimiento de la cultura romana en Aragón.

«Los Bañales no dejan de ofrecernos novedades cada año –subraya Javier Andreu, director científico del proyecto de investigación-, precisamente en los años más difíciles para la arqueología aragonesa». Junto a Andreu, forman parte del equipo investigador Juan José Bienés, director técnico; y Ángel A. Jordán, epigrafista. 
Las piezas han sido extraído con todo el cuidado,
 documentando todo el proceso.

PIEZAS DE UNA CALIDAD "EXTRAORDINARIA"
Las excavaciones, iniciadas a finales de junio, durarán hasta el 30 de este mes. Participan en ellas una treintena de alumnos. «Este año queríamos acabar de delimitar el foro, especialmente en su fachada oriental –relata Javier Andreu– y seguir estudiando una zona urbana artesanal en la que ya habíamos trabajado. La sorpresa ha sido encontrarnos con nuevos fragmentos de estatuas en la zona en la que ya hallamos algunos el año pasado. Hay piezas de una calidad artística extraordinaria».

Los descubrimientos son ya una larga lista: varios fragmentos de una estatua femenina, trozos de la escultura de enormes proporciones de un personaje togado, piezas de un grupo escultórico, una mano, el medallón del faldellín de una posible escultura de Domiciano... Ayer mismo apareció parte de una cabeza femenina. 
¿UN EPISODIO DE ICONOCLASTIA?
Si el año pasado se pensó que se había dado con el almacén de un horno al que se habían llevado las esculturas para convertirlas en cal, ahora los especialistas tienen otra hipótesis de trabajo. «Aún es pronto y hay que estudiar bien todo lo que aparezca –señala Andreu–, pero da la sensación de que las esculturas no fueron rotas para el horno sino que más bien estamos ante un episodio de iconoclastia». Es decir, que en torno al siglo III de nuestra era fueron derribadas y abandonadas. Su ubicación original no está clara. «Podrían ser del foro, de una basílica, de un templo... de momento no lo sabemos», concluye Javier Andreu.

La excavación, impulsada por la Fundación Uncastillo; la comarca de las Cinco Villas; los Ayuntamientos de Biota, Sádaba, Layana y Uncastillo; y General Eólica Aragonesa, puede seguirse en facebook. El 27 de julio celebrará una jornada de puertas abiertas.

11 de junio de 2015

Sale a la luz un nuevo pedestal romano en el foro de Los Bañales, en Uncastillo (Zaragoza)

En la breve inscripción epigráfica, de apenas dos líneas, figura la dedicatoria a Lucio César, hijo de César Augusto. La pieza tiene unas dimensiones de más de un metro de altura y más de medio metro de anchura y la inscripción se halla en perfecto estado de conservación. El hallazgo se ha producido una semana después del descubrimiento de otro pedestal dedicado a Tiberio. 
El profesor Javier Andreu junto al nuevo pedestal epigráfico dedicado a Lucia César. FOTO: LOS BAÑALES.
Los trabajos de excavación de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza), que dirige el profesor de Arqueología de la Universidad de Navarra Javier Andreu, han descubierto un segundo pedestal dedicado, esta vez, a Lucio César, nieto del emperador Augusto.

La pieza tiene unas dimensiones de más de un metro de altura y más de medio metro de anchura y la inscripción se halla en perfecto estado de conservación, pese a que podría datarse no más tarde del año 14 después de Cristo y, muy probablemente, hacia el 5 a 2 antes de Cristo, ha informado el centro universitario navarro en una nota.
El hallazgo se ha producido una semana después del descubrimiento de otro pedestal dedicado a Tiberio en el año 31 ó 32 después de Cristo.
Las mismas fuentes aseguran que el texto constituye una de las más antiguas inscripciones imperiales del Aragón Romano y del Valle del Ebro y una de las mejor conservadas.

EN EL FORO DE LA CIUDAD ROMANA
En la breve inscripción, de apenas dos líneas, figura la dedicatoria a Lucio César (17 a 2 antes de Cristo), proclamado como hijo de César Augusto a la muerte de su padre.

La pieza ha aparecido revuelta con material arquitectónico y ornamental en arenisca cerca del pedestal de Tiberio y habría formado parte de los monumentos que embellecían el foro de la ciudad romana de Los Bañales.


Con los retratos de Germánico y de Druso localizados el pasado verano y con el pedestal de Tiberio se subraya la importancia que esta ciudad tuvo en época de Augusto, hacia el cambio de Era y en los primeros años del siglo I después de Cristo.
 

Todo ello coincide con la apertura de la calzada que enlazaba el Mediterráneo con el Cantábrico y el Ebro con el Pirineo y que fue abierta por las legiones romanas, promotoras también de este tipo de homenajes de carácter dinástico.
 

La excavación de Los Bañales está dirigida por Javier Andreu y Juan José Bienes y participan como técnicos Francisco Javier Gutiérrez y los estudiantes Pedro Ultra y Fernando Casado.
 

La fase previa de los trabajos se prolongará hasta el 28 de junio, cuando se incorporarán a ellos, durante un mes, una veintena de estudiantes de diversas universidades becados gracias a la Fundación ACS, General Eólica Aragonesa, la Comarca de las Cinco Villas y los Ayuntamientos de Uncastillo, Layana, Biota y Sádaba.
(Fuente: Diario de Navarra / EFE

1 de junio de 2015

Descubierto un pedestal en homenaje al emperador romano Tiberio en Los Bañales (Zaragoza)

El pedestal, que mide un metro de alto y casi 70 centímetros de fondo, ha aparecido en una acumulación de material arquitectónico en el foro de la ciudad romana. Fue mandado hacer por un oficial de caballería en el año 31 después de Cristo. La inscripción ha aparecido entera y en perfectas condiciones 
El estudiante Pedro Ultra y el arqueólogo Francisco Gutierrez junto al pedestal. FOTO HERALDO DE ARAGÓN.
Se llamaba Quinto Sempronio Vitulo, era oficial de caballería (‘decurio equitum’) y en el año 31 después de Cristo ordenó que se colocara en el foro de la ciudad romana de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza) un pequeño monumento en recuerdo del emperador Tiberio. Ese pequeño homenaje –una piedra arenisca con inscripción– acaba de aparecer ahora, casi 2.000 años después y en perfecto estado de conservación, en las excavaciones arqueológicas que se están desarrollando en el enclave cincovillés.
 

«Es el testimonio más antiguo que se conserva en toda la Península Ibérica de homenaje de un oficial de caballería a un emperaor. Y seguramente sea también el más antiguo de todo el Occiente romano», asegura Javier Andreu, el historiador y arqueólogo que dirige el proyecto científio de Los Bañales. 

El hallazgo, de gran importancia, ha sido puesto en conocimiento de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, que supervisa los trabajos en el yacimiento, y esta ha autorizado el traslado urgene de la pieza a un lugar seguro paa su estudio y limpieza. Ese traslado, para el que se necesita una grúa dado el peso del pedestal, se realizará esta misma mañana.
 

PEDESTALES Y ESTATUAS
Pedestales de este tipo solo se habían encontrado hasta ahora en ciudades como Corduba, Carthao Nova, Castulo o Bilbilis, pero la mayor parte de ellos están fragmentados y ninguno se conserva en estado tan excepcional. Los especialistas están empezando ya a desentrañar todos los datos que ofrece la inscripción.

«La mandó tallar un oficial de caballería que servía en una unidad auxiliar del ejército romano –relata Andreu–. Hay que supoer que cuando encargó el documento ya había terminado el servicio y era ciudadano romano a todos los efectos. El gentilicio de este personaje, Sempronius, está atestiguado entre varios libertos, ya del siglo II d. C., nombrados en cupas funerarias de la zona. Vitulo es un cognomen o sobrenombre que se da mucho en la zona entre Lusitania y Celtiberia, en el entorno de Mérida. Quizá fue un individuo reclutado en ese área.

Estuvo al frente de una turma o escuadrón de 30 jinetes y, aunque no sabemos a qué unidad perteneció, en la época a la que nos referimos solo estaban actuando en la zona las tres legiones que fundaron Caesaraugusta, la IV Macedonica, VI Victrix y X Gemina.
 

Cabe suponer que pertenecía a una de ellas y, adentrándonos aún más en el terreno de las hipótesis, se podría pensar en la IV Macedónica, que fue la que construyó el acueducto de Los Bañales». Pero se trata, subraya el especialista, de hipótesis.
 

Ese tipo de pedestales ecuestres se construían en tres trozos, con un zócalo que apoyaba sobre el suelo; un gran bloque de piedra con la inscripción, como el que ha aparecido ahora; y, encima, una moldura decorativa. Sobre la moldura se colocaba una estatua, aunque ambos elementos, al igual que el zócalo, no han aparecido. Pero no se descarta que se encuentren en los próximos días; incluso podrían salir a la luz nuevas inscripciones.
 

«Da la sensación de que es posible que aparezcan –apunta Andreu–. Estamos excavando el criptopórtico del foro, donde han aparecido otros materiales amortizados, así que no se pueden descartar nuevas sorpresas».

TRABAJO ININTERRUMPIDO
El hallazgo viene a subrayar, una vez más, la importancia del yacimiento romano de Uncastillo, uno de los pocos en los que se vienen realizando campañas de excavaciones de forma ininterrumpida en los últimos años.


El pedestal mide un metro de alto y casi 70 centímetros de fondo y ha aparecido en una acumulación de material arquitectónico en un lateral del foro de la ciudad romana. La campaña de excavaciones comenzó el pasado 4 de mayo y se prolongará hasta el 26 de julio, y en ella está previsto que participen una veintena de estudiantes de toda Europa bajo la dirección de los arqueólogos Juan José Bienes y Francisco Javier Gutiérrez, y del historiador Javier Andreu. A partir del 28 de junio se trabajará en la zona donde el año pasado aparecieron varios fragmentos de estatuas romanas.
 

La investigación está impulsada por la Fundación Uncastillo, la Comarca de las Cinco Villas, los ayuntamientos de Biota, Uncastillo, Layana y Sádaba, y la Fundación ACS y General Eólica Aragonesa. 
(Fuente: Heraldo de Aragón / Mariano Gracia)

30 de septiembre de 2024

Finalizan los sondeos arqueológicos en el yacimiento de Filleras

La intervención en el enclave, ubicado entre Sos del Rey Católico y Sangüesa, ha desentrañado un espacio de posible uso vitivinícola

Después de tres semanas, ha concluido la campaña de sondeos en el yacimiento de Campo Real-Fillera, un enclave de época romana ubicado entre Sos del Rey Católico y Sangüesa. Los trabajos, llevados a cabo por un equipo de arqueólogos en el que participan estudiantes de la Universidad de Navarra, sugieren el uso de este espacio como recinto de producción de vino.

El proyecto, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, comenzó en 2023 bajo la dirección de Javier Andreu, catedrático de Historia Antigua de la Universidad e investigador principal del proyecto, y en él han participado alumnos del Diploma en Arqueología de la Facultad de Filosofía y Letras. Los trabajos también han contado con la colaboración de la arqueóloga Luka García de la Barrera, graduada en Historia y Arqueología por la Universidad y becaria predoctoral del Gobierno de Navarra.

Durante las excavaciones, el equipo ha centrado sus esfuerzos en la investigación de una estructura perforada por una serie de orificios cuadrangulares, cuyo uso concreto aún se desconoce, aunque, como ha señalado el profesor Andreu, “podría apuntar a un gran recinto de instalación de vides, un marco de plantación”. Asimismo, se han hallado fragmentos de cerámica romana en los huecos cuadrados excavados en la grava del terreno, lo que podría arrojar luz sobre el uso agrícola del área. "Los descubrimientos sugieren que la estructura no es un simple almacén de alimentos, como se había supuesto en un principio a partir de los datos de la fotografía aérea, sino algo completamente diferente", explica el profesor Andreu.

A pesar de que todavía no ha podido determinarse con exactitud la función de este espacio, su posible uso como recinto de producción de vino abre nuevas líneas de investigación para futuras campañas. “Es muy satisfactorio haber realizado esta primera campaña en Fillera con nuestros estudiantes, cerrando así el ciclo que iniciaron Alejandro Marcos y Amparo Castiella en los años setenta”.

Yacimiento descubierto en 1974
Los profesores Marcos y Castiella, entonces docentes de la Universidad de Navarra, descubrieron este yacimiento en 1974 gracias a unas fotografías aéreas; un hallazgo que posteriormente documentaron en su obra “Prospecciones arqueológicas en Navarra”. En 2011, unas prospecciones geomagnéticas encargadas a la Universidad de Hamburgo identificaron esta estructura, que podría formar parte de un edificio de carácter productivo, vinculado a la economía de las pequeñas ciudades romanas del territorio vascón, como ha explicado el profesor Andreu.

El yacimiento de Fillera, que abarca unas 13 hectáreas, se encuentra en un punto estratégico de la red viaria romana que existía entre Caesar Augusta (actual Zaragoza) y Pompelo (actual Pamplona) y a escasos 20 kilómetros de importantes ciudades romanas del ámbito vascón, como Iluberis (Lumbier), Santa Criz de Eslava o El Forau de la Tuta, en Artieda de Aragón. “Aunque su estado de conservación es limitado, el lugar ofrece información valiosa sobre la planificación urbana y la vida económica en las ciudades romanas del norte de Hispania”.

Esta intervención arqueológica es la primera de carácter científico en el yacimiento y marca un hito importante en el estudio del patrimonio romano en la Comarca de las Cinco Villas. En 2024, el equipo pretende continuar con las investigaciones, con el objetivo de desentrañar más detalles sobre el modo de vida en esta ciudad romana.

4 de julio de 2016

Comienza la campaña de excavaciones en Los Bañales (Zaragoza)

La Comarca de las Cinco Villas rubricó con la Fundación Uncastillo un programa de becas dotado con 16.000 euros, frente a los 7.000 que habían recibido las campañas anteriores.
La primera "hornada" de becarios ha llegado al yacimiento zaragozano. FOTO: UNCASTILLO.
El yacimiento arqueológico de Los Bañales ha recibido esta semana a los primeros estudiantes becados por la Comarca de las Cinco Villas para iniciar la campaña de excavaciones. El pasado lunes 27 de junio, los 15 seleccionados llegaron al enclave uncastillero para comenzar su andadura arqueológica junto al director de la excavación , Javier Andreu.

En esta primera fase, que se prolongará hasta el 10 de julio, los estudiantes provienen de las universidades de Navarra, San Pablo Ceu, Zaragoza, Tarragona, Córdoba y una estudiante de Manchester. En la siguiente, del 10 al 24 de julio, la tanda de becados se vuelve más internacional y acudirán al yacimiento estudiantes de Taiwan, Chile, Portugal, así como de Barcelona, Valencia y Navarra.

PROGRAMA DE BECAS
Para poner en marcha este programa, la Comarca de las Cinco Villas rubricó con la Fundación Uncastillo para el programa de becas, dotado este año de 16.000 euros, frente a los 7.000 euros que habían recibido las campañas anteriores. Este dinero se destina a sufragar los gastos de alojamiento de los futuros arqueólogos. "Creemos que es importante apostar por este tipo de iniciativas. El yacimiento de Los Bañales es uno de los más importantes a nivel mundial y un foco generador de turismo", indica el presidente comarcal, Santos Navarro.

El programa de becas lleva en marcha ocho ediciones. En él han participado casi 300 estudiantes llegados de todas las universidades de España y del extranjero. Son estudiantes de las carreras de arqueología y las ramas de historia, "y experimentan en el yacimiento todo lo aprendido durante sus años de estudio", precisa el arqueólogo.

ZONA DE EXCAVACIÓN
Las excavaciones se centrarán en la calle que subía al Pueyo de Los Bañales y daba acceso al foro, los recintos de la parte baja del foro, en el lado sur de la plaza, y la calle que pasaba delante de esos recintos, en la que funcionaron tiendas. En la segunda fase se continuarán los trabajos en estas zonas "con el objetivo de terminar la excavación en el foro, para datar su momento deconstrucción y abandono", concluyó Javier Andreu.

(Fuente: El Periódico de Aragón)

26 de junio de 2019

Enigma en la ciudad romana de Los Bañales (Zaragoza)

Los arqueólogos descubrieron unas extrañas marcas en el suelo de una habitación que abren las incógnitas sobre su posible utilidad
El extraño pavimento descubierto en el yacimiento romano de Los Bañales. FUNDACIÓN UNCASTILLO
Sorpresa en la antigua ciudad romana de Los Bañales. El arqueólogo Juan José Bienes estaba excavando la semana pasada una habitación en la zona norte de este yacimiento situado en Uncastillo (Zaragoza) cuando, al limpiar el suelo con ayuda de su compañero Pedro Ultra, empezaron a salir a la luz unas enigmáticas marcas. Tallado en la roca arenisca, el director técnico de las excavaciones descubrió un extraño zig zag que divide el pavimento de esta estancia, en eje con las dos columnas icónicas de Los Bañales que han sobrevivido milagrosamente erguidas hasta hoy.

«Lo primero que pensamos fue en algo de tipo ritual o religioso, un templo donde se sacrificaran grandes bovinos para tener que evacuar tanta sangre», pero ni el lugar ni el entorno casaban con esta hipótesis, según relata Bienes. Otra idea que consideraron al descubrir estas singulares estrías, más o menos profundas, es que podrían haber formado parte de un calendario para señalar las cosechas o de un reloj solar, en una zona a cielo abierto, en eje con ese gran edificio de las dos columnas (que en realidad eran cuatro), como los que hay en foros de algunas ciudades romanas del norte de África, como en Timgab.

«Pero ahora mismo cobra más fuerza pensar que probablemente son unas estrías que estuvieron muy vinculadas al uso que se dio a esa habitación», afirma Javier Andreu, profesor de Historia Antigua de la Universidad de Navarra y director del proyecto arqueológico de Los Bañales. Roma empleó esta técnica en lugares en los que se concentraba humedad, para achicar agua o verter líquidos al exterior. En la casa del acueducto de Tiermes (Soria) existe una estructura parecida que tiene que ver con la evacuación de agua y en las bóvedas de las salas de baños que estaban calefactadas se utilizó algo similar para evitar el goteo por condensación de humedad. «Eso permite pensar que fue una habitación en que se trabajó con líquidos y eso nos abre al escenario comercial», prosigue el director del proyecto arqueológico de Los Bañales.

De momento, no han encontrado ningún punto de desagüe para estos canales en zig zag que no siguen un dibujo claro, pero aún solo se ha excavado la zona norte y central de la habitación. El singular pavimento continúa hacia el sur, acercándose a las dos columnas que forman el hito geográfico de la zona. Una vez que se complete el estudio de esta estancia y de las habitaciones contiguas, los expertos podrán comprobar si, como sospechan, se encuentran ante una zona comercial de la ciudad. «Quizá ante lo que estamos, aunque es pronto para asegurarlo, es ante un "macellum", un gran mercado, ubicado mirando el territorio eminentemente agrícola que controlaba la ciudad, el del valle del río Riguel, en los términos actuales de Uncastillo y de Sádaba», avanza Andreu.

Los investigadores ubican esta habitación en la que creen que era última manzana al norte de este importante centro urbano entre el siglo I a.C. y los comienzos del siglo III. La entrada a la urbe romana, que se extendía por más de 20 hectáreas, se localizaba justo en el otro extremo, a unos tres kilómetros al sur, en el acceso a la vía que conectaba Caesaragusta (Zaragoza) con Pompelo (Pamplona). «En esta zona norte parece que Roma quiso establecer un sistema de urbanización muy vitruviano, con calles este-oeste (decumanos) y norte-sur (cardines) que se van cortando, un modelo de urbanismo que no fue una adaptación del que ya existía, sino casi de tipo colonial», apunta el director de Los Bañales. En esa zona norte, más apropiada para la conservación y producción de alimentos, es donde probablemente se situó el barrio comercial.

Los expertos creen que el singular pavimento formó parte de un gran complejo que probablemente se erigió en la primera mitad del siglo I d.C. «A partir de la segunda mitad del siglo II y hasta el abandono de la ciudad en la primera mitad del III todos esos espacios fueron reocupados, cambiaron de funciones, así que es muy difícil encontrar materiales contemporáneos a las marcas. Ahí vamos a tener un reto», afirma Andreu.

Durante las excavaciones que han seguido al descubrimiento del pavimento se han hallado algunos objetos, como una cucharilla de bronce pegada al suelo de roca, pero hasta el momento los arqueólogos no han dado con ninguna cerámica ni con restos de fauna que corroboren esta hipótesis. En las próximas semanas de campaña, que finalizará el 28 de julio, esperan encontrar más elementos de este complejo puzle.

Una vez que hayan excavado por completo la habitación, el estudio de las pendientes de los canales servirá para comprobar si tuvieron o no esa función de drenaje que ahora contemplan. Si los datos no concuerdan, tendrán que replantearse de nuevo para qué tallaron los romanos esas enigmáticas estrías. «Habría que buscar otras alternativas», admite Andreu antes de explicar que en otros lugares se han encontrado rozas de este tipo constructivas, realizadas para cimentar o calzar algún edificio. En este caso, sin embargo, las hendiduras «son muy estrechas, no tienen la anchura suficiente como para recibir muros de mampostería y tampoco tiene mucho sentido en esa habitación que sí ha conservado los muros laterales en cuadratum muy bien delimitados, que justo se hayan robado los muros interiores que estuvieran calzados sobre esas rozas».

Si no sirvieron de drenaje, «tendríamos que volver a la hipótesis inicial de que fuera una zona a cielo abierto y que tuviera algo que ver con algún calendario o reloj solar», reconoce.

De lo que no hay duda, según Andreu, es que con sus calles y pasos de peatones, este ya es uno de los barrios más impactantes desde el punto urbanístico del norte peninsular. «Los Bañales ofrece el barrio más vitruviano de los que tenemos en el norte de España».

26 de octubre de 2023

Hallan los restos de un banquete de época romana en el yacimiento de Los Bañales

Los arqueólogos documentan en el yacimiento romano de Los Bañales de Uncastillo (Zaragoza) un lujoso convite a base de ostras celebrado poco antes del abandono del sitio.
Detalles del vertido de ostras documentado sobre la calle de Los Bañales de Uncastillo, durante su excavación.

La ciudad romana de Los Bañales de Uncastillo, en el área occidental de la provincia de Zaragoza, constituyó una importante encrucijada viaria en la ruta entre la propia Caesar Augusta y el sur de Francia. Seguramente alcanzó el rango de municipio en época de la dinastía Flavia y su ocupación se prolongó hasta una notable crisis en la primera mitad del siglo III d.C. En alguno de esos momentos finales del asentamiento, se celebró en la domus de uno de los barrios residenciales un banquete privado con abundancia de ostras, un manjar cuyo consumo significaba un elemento de distinción social.

Al término del convite, las conchas de las ostras, y tal vez otros restos orgánicos, fueron arrojadas sobre la acera del cardo oriental de la ciudad, en su parte norte, que delimitaba el barrio septentrional y llevaba un tiempo en desuso. Aquella zona se había convertido en una suerte de basurero, a donde se arrojaban residuos desde algunas de las viviendas aledañas, como bien revela la abundante presencia de material mueble de vajilla doméstica. Todos estos hallazgos salieron a la luz durante unas excavaciones en el yacimiento en el año 2021.

Pero el depósito inédito de ostras, que pertenecen a la especie Ostrea edulis, la ostra común, europea o plana, como se le conoce popularmente, se ha dado a conocer ahora en un estudio arqueomalacológico publicado en la revista SPAL, de la Universidad de Sevilla, y firmado por los investigadores Darío Bernal-Casasola, Javier Andreu Pintado y Juan Jesús Cantillo Duarte.

El análisis del conjunto de conchas, que presentan un buen estado de conservación y pertenecen a un número mínimo de 71 individuos, fueron con bastante seguridad recolectadas dentro de su medio natural costero y no producto de un criadero. No obstante, aunque la ciudad de Los Bañales estuvo totalmente abierta a los influjos mediterráneos en cuestiones arquitectónicas, como la procedencia de los mármoles, no ha sido posible determinar su lugar de origen.

Es una incógnita si las ostras, que tenían un tamaño reducido, fueron enviadas desde el Cantábrico, quizá desde el puerto de Oiasso (Irún, Guipúzcoa), o si llegaron a través del Mediterráneo, puede que desde Tarraco (Tarragona), aprovechando la navegabilidad del río Ebro. En cualquier caso, los investigadores recuerdan que estos moluscos pueden aguantar vivos en condiciones normales 12 días fuera del agua, lo que permitía su transporte a cualquier lugar de la Península Ibérica.

Hábitos itálicos
La sociedad romana sentía veneración por el consumo de ostras: su presencia en los convites era omnipresente y su consumo un elemento de distinción social. Los autores del estudio señalan cuatro factores interrelacionados para interpretar el conjunto del yacimiento zaragozano como los vestigios de un banquete o convivium. El primero de ellos es la cercanía de las conchas a una domus. "Se trataría de restos de comida descartados tras su consumo en uno de los solares vacantes del entorno de estas ricas viviendas urbanas, que habría generado un vertedero de los llamados 'no seleccionados', donde se entremezcló la materia orgánica y la inorgánica", escriben.

En este sentido, la presencia de vajilla fina de mesa, elaborada tanto con terra sigillata como con cerámicas engobadas, refuerzan la hipótesis de que se trataría de residuos relacionados con el consumo de bebidas y otros productos, y no simples desperdicios del procesado de alimentos. La cantidad de ostras también revelan la imposibilidad de que se trate del manjar de una sola persona —los investigadores barajan que en el banquete participaron mínimo seis individuos—. En último lugar, destacan que la ubicación de esta ciudad en el interior del área vascona, alejada varios centenares de kilómetros de las costas atlántica y mediterránea, dotan a estos recursos marinos de "un carácter exótico, una auténtica exquisitez si tenemos en cuenta la lejanía de su zona de hábitat".

"En un ámbito natural su presencia no ha de considerarse per se como un elemento de prestigio debido a su accesibilidad y posible reducido precio", reconocen en el artículo. Sin embargo, en localidades del interior, vinculadas a centros urbanos y villas de alto rango, "debieron incrementar notablemente su precio, haciéndolas asequibles únicamente para las clases dirigentes". En el caso de Los Bañales, el manjar de ostras fue una forma de demostrar su romanitas y de emular las tradiciones itálicas en la provincia de Hispania.

Aunque en otros yacimientos de la Península Ibérica se han documentado restos de esta especie de moluscos, el único paralelo de banquete similar se ha identificado en la ciudad de Baelo Claudia (Cádiz), en el área del estrecho de Gibraltar. En este posible convivium celebrado en el siglo I d.C., además de bivalvos se bebió el afamado vino itálico. "Ambos restos de banquetes evidencian con claridad que el consumo de ostras en Hispania como elemento de distinción social debió ser generalizado, como sabemos que así era en la Urbs y en muchos otros enclaves itálicos, pues los dos ejemplos traídos a colación fueron, pese a sus estatuto municipal, comunidades de segundo o tercer rango", destacan en sus conclusiones.

15 de mayo de 2012

Descubren la muralla del yacimiento íbero de La Cella (Salou -Tarragona-)

En las excavaciones que se están realizando en el poblado ibérico hallan estancias y viviendas de grandes dimensiones
Imagen del poblado íbero de la Cella.
Los arqueólogos de la Universitat Rovira i Virgili (URV) que, desde marzo, están llevando a cabo nuevas excavaciones en el poblado ibérico de La Cella, en Salou, han descubierto restos de una muralla y de diversas estancias y viviendas. Los muros, que se conservan en buen estado, alcanzan una altura de más de 1,70 metros de altura.

«El poblado tiene una estructura urbanística muy ordenada, con viviendas de grandes dimensiones –de más de cien metros cuadrados de superficie– que van a parar a una supuesta plaza o calle (aún por descubrir). Está muy bien construido, cuando se restaure y se exponga será espectacular », explicó Ramon Ferré, director de la intervención arqueológica.

20 metros de largo
La muralla, que delimitaría el perímetro del área, puede tener unos 20 metros de largo y continúa por los terrenos anexos de la Autoritat Portuària de Tarragona, que todavía no han sido excavados –el alcalde de Salou, Pere Granados, ha solicitado una entrevista con el presidente del Port, Josep Andreu, para tratar este tema–. Para conservar su estructura, sobre todo del viento, se protegerán los muros con mortero de cal y una hilera de piedras, sacadas del mismo yacimiento.

El poblado de La Cella data del siglo III. Es el más importante del periodo de los íberos del Tarragonès. «Por su proximidad al mar, suponemos que tenía un papel comercial destacable y mantenía contactos con otras poblaciones cercanas», agregó Ferré.

Los arqueólogos también han encontrado algunos utensilios, como un botón de pasta de vidrio, la tapa de una olla de cerámica o restos de un molino para moler grano. En una de las estancias se ha hallado una chimenea. «Cuando los habitantes del poblado se marcharon, se llevaron todas sus pertenencias».

Atractivo turístico
El ayuntamiento de Salou quiere integrar este poblado dentro del circuito de visitas del municipio, convirtiéndolo en un atractivo turístico más. «Pretendemos tematizar la zona, convertirla en un museo al aire libre e integrar este espacio dentro del Camí de Ronda», apuntó Granados.

El poblado ibérico de La Cella, ubicado al lado de la zona de la Pedrera, fue descubierto en los años cuarenta por colaboradores del doctor Salvador Vilaseca: N. Alsina, M. Carreras y J. Guinovart. En 1958 Vilaseca hace referencia al hallazgo de cerámica ática, y más adelante se refiere a fragmentos de distinta tipología griega y alguna moneda.

(Fuente: Diari de Tarragona / Javier Díaz Plaza)