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27 de diciembre de 2012

Destapan seis metros de acueducto romano en Valeria (Cuenca)

Se trata de un canal practicado en la roca
descubierto y vuelto a cubrir en 1974.
Los arqueólogos de la empresa Ares Arqueología han sacado a la luz un acueducto de seis metros en la ciudad romana de Valeria, en Las Valeras (Cuenca), que fue descubierto en los años 70 pero se volvió a tapar.

El acueducto fue encontrado en 1974 por Francisco Suay, pero en aquel momento se optó por volver a taparlo y ahora, a raíz de la necesidad de construir una depuradora en Las Valeras, la empresa Ares Arqueología ha aprovechado para retomar la excavación y ha llegado a destapar seis metros.

Uno de los arqueólogos de Ares, Santiago Domínguez, ha explicado a Efe que el objetivo es proseguir las excavaciones en una campaña futura, a ser posible el próximo verano, para conocer cómo iba cubierto el acueducto y aportar conocimiento sobre el abastecimiento de agua a Valeria.

y ha agregado que su pretensión es que, en el futuro, forme parte del conjunto arqueológico visitable de Valeria.

Otro de los arqueólogos de Ares, Michel Muñoz, ha explicado que "no es un acueducto como el de Segovia", sino que se trata de un canal practicado en la roca, que no parece muy destruido y retirando la tierra de labor que tiene encima saldrían a la luz bastantes metros más".

En 1974 sólo salió a la luz un metro y medio de acueducto y, a raíz de los trabajos previos a la instalación de la depuradora, los arqueólogos han realizado sondeos y estudios por la zona para garantizar que en la parcela donde se va a levantar esta infraestructura no había más restos arqueológicos.
(Fuente: ABC / EFE)

2 de mayo de 2017

Hallan restos de herramientas de hace 30.000 años en una bodega-cueva de El Provencio (Cuenca)

Arqueólogos de la empresa Ares Arqueología han encontrado en una antigua bodega de más de 200 años instalada en una cueva tradicional --que hacía las veces de despensa hace dos siglos-- multitud de restos de herramientas neandertales de más de 30.000 años de antigüedad en El Provencio (Cuenca).
Los restos de herramientas tienen más de 30.000 años de antigüedad. FOTO: ARCHIVO. 
La empresa Ares Arqueología ha encontrado en una antigua bodega de más de 200 años instalada en una cueva tradicional --que hacía las veces de despensa hace dos siglos-- multitud de restos de herramientas neandertales de más de 30.000 años de antigüedad en El Provencio (Cuenca).

El arqueólogo Santiago David Domínguez ha explicado a Europa Press que este material del Paleolítico se ha localizado casi por casualidad durante el estudio de estas cuevas centenarias, que al estar excavadas a gran profundidad llegaron al nivel de los estratos que acumulan estas herramientas.

Estos trabajos se enmarcan dentro del Plan de Recuperación del Patrimonio Histórico y Cultural impulsado por el Ayuntamiento de El Provencio, a través del cual ya han encontrado varios restos de este tipo en las afueras de la localidad.

Al tiempo, se está auditando el estado de estas cuevas tradicionales y catalogándolas, de manera que ambas líneas de actuación de este proyecto han confluido "por casualidad" en el interior de esta cueva.

Domínguez ha señalado que la ubicación de la localidad, muy próxima a las terrazas del río Záncara, hace que en el Paleolítico Inferior y Medio fuera un lugar frecuentado por animales, de ahí que los cazadores de la época dejaran su rastro en los alrededores.

11 de mayo de 2020

Ruina sobre ruinas

Algunas campañas se retrasarán y muchos yacimientos no abrirán este verano. A eso se suma la falta de subvenciones y el desempleo. El sector está en punto muerto
Dos arqueólogas trabajan en Galería, en el yacimiento arqueológico de Atapuerca, que esté año verá reducido su número de trabajadores/Foto: Santi Otero/EFE
«Todo se ha parado. No se puede trabajar en los yacimientos este verano». La preocupación del arqueólogo Arturo Oliver, en Castellón, es compartida por sus compañeros en otras partes de España. Las campañas arqueológicas están en suspenso en nuestro país. Solo los trabajos de urgencia, relacionados con la construcción de inmuebles, carreteras o la restauración imprescindible de monumentos, tienen garantizados la continuidad. El coronavirus ha llevado también a la ruina a los que se ocupan de las ruinas. 

La falta de subvenciones, que en muchos casos aún no se han adjudicado, la suspensión o la brevedad de las campañas (que conlleva aparejado una pérdida de inversión) y el desempleo al que se verán abocados cientos de profesionales, arrastra a este sector a una pronunciada crisis, con el perjuicio que supone eso para España: no ahondar en el legado histórico que conservamos y la pérdida de relieve internacional de nuestra ciencia. Marisa Bueno, que trabaja en Cadalso de los Vidrios, comparte la opinión de su colega y expresa con pesimismo y un poco de rabia, su pesar: «Muchas de las excavaciones en curso no reabrirán. No tendrán presupuesto de los ayuntamientos o las juntas correspondientes. También porque durante esas semanas vivimos en espacios reducidos, casi siempre en albergues, y en muchos casos no se podrán aplicar las medidas sanitarias. El futuro es bastante incierto».

La situación ha afectado a proyectos españoles de la envergadura de Atapuerca. Uno de sus directores, José María Bermúdez de Castro, afirma: «Una campaña como las que se han llevado a cabo en los últimos diez o doce años es hoy imposible. Por aquí pasaban hasta 250 personas de 25 nacionalidades diferentes. Venían de Francia, Italia, Estados Unidos... Es irrealizable con esta situación. Igual que los congresos, porque las concentraciones van a desaparecer. Nosotros empezábamos en junio y terminábamos a finales de julio. Mira a qué fechas estamos ya y no tenemos nada aún. Tendremos que hacer algo modesto, si llegamos a tiempo, y con menos gente, lo que retrasará los avances. Aparte de que, como ha sucedido en otras áreas de la cultura, habrá menos dinero. Algunas excavaciones podrán retrasarse, pero otras no podrán hacerlo y se perderán. Todas, en general, van a sufrir bastante. No solo en España, también en Europa y en otros continentes».
MOMIAS, CORONAVIRUS Y POLVO
No está equivocado. José Ramón Pérez-Accino trabaja al lado del Valle de los Reyes, en uno de los proyectos internacionales de mayor relieve de España. Un yacimiento prometedor que ya está dando resultados. «Estamos donde se escondieron las momias reales que luego se encontraron en el siglo XIX. Es una de las concesiones más grandes que existen en este país. 

Hemos descubierto una columna de unos veinte metros de altura rematada con una cabeza humana. Algo fascinante. Junto a ella han aparecido mesas de ofrendas, oraciones. Este año teníamos por primera vez permiso de excavación y no solo de prospección. El problema ahora es que no sabemos qué va a pasar, si se va a permitir a los españoles entrar en este país o no, y si nos impondrán una cuarentena, lo que nos haría plantearnos si merece la pena ir. Tampoco sabemos qué medidas de seguridad nos exigirán. Allí estamos a 52 grados. Es el límite de lo que puede aguantar una persona. Llevamos mascarillas para el polvo, pero si a eso hay que añadir guantes de látex... Por no decir lo que supone pasar esta enfermedad en otro país». Pérez-Accino añade: «Para la arqueología es un retraso y la arqueología trabaja con el tiempo y las huellas que deja el tiempo. Si no puedes cumplir con los plazos y la entrega de informes pierdes la financiación, y sin ella... Pero lo que más miedo me da es la crisis económica mundial que se avecina. Por no contar con toda la gente de estas naciones que viven de proyectos como el nuestro. Si no acudimos, no tendrán el trabajo, y aumentará aún más la pobreza en estos territorios».

José Iravedra también ha dirigido un proyecto en el extranjero. Nada menos que en Olduvai, la cuna de la humanidad. Él suma otro problema que no es menor: «Allí el acceso a las medicinas es difícil. Y al agua. Si lleváramos el coronavirus, los efectos humanos serían catastróficos. Por eso, muchos países de África han cerrado fronteras. Puedes organizar una catástrofe descomunal si metes ea COVID-19. Aparte de que si alguien lo desarrolla allí sería gravísimo, porque con el calor pierdes sal y el cuerpo está muy debilitado. Yo adelgazo entre cinco y ocho kilos cada vez que voy». Para Iravedra existen también cuestiones académicas, aparte de las humanas, que se deben atender: «Hay que tener en cuenta que si fallas un año y no vas, no justificas la subvención y la pierdes completamente o la tienes que devolver. Después hay que pensar en una característica de nuestro yacimiento, que es el mismo donde excavó Mary Leakey: se convive mucho. A lo mejor en el mismo metro cuadrado hay dos personas. No puedes mantener la distancia. También, hay que tener en cuenta si a los españoles se les vetará la entrada».

Santiago Domínguez, propietario de la empresa Ares Arqueología y Patrimonio Cultural, está especializado en arqueología de urgencia (término que detesta), y dirige investigaciones de etnoarqueología en América y África: «Estudiamos a los pocos grupos de cazadores recolectores que todavía quedan en el mundo. Íbamos a viajar a Tanzania, pero este año y el que viene ya no podremos visitar a estos grupos indígenas. Muchos de ellos no están en contacto con el resto del mundo. Viven en el Amazonas y la selva. No los puedes visitar sin estar vacunado o haber pasado una cuarentena, porque ellos no tienen nuestro sistema inmunológico y les afectaría. Hay que esperar. Es una pena, porque estos cazadores recolectores son los últimos, son muy viejos, pueden morir en este tiempo. Pero ir en este instante supondría ponerlos en peligro. Y lo que nos enseñan ellos resulta esencial. Si sabemos interpretar un yacimiento del paleolítico es porque ellos no lo han enseñado. Nos dicen cómo se vivía en Europa hace 12.000 años, porque siguen viviendo igual».

PATRIMONIO Y LA ESPAÑA VACÍA
A lo anterior se tiene que agregar la repercusión que esta situación tiene para la formación de nuevos arqueólogos. Pocos se van a arriesgar a llevar a determinadas zonas, incluso a una excavación nacional, a los estudiantes. Para ellos pasar por estas prácticas resulta crucial para adquirir conocimientos y experiencia, pero si cayeran enfermos del COVID-19 podrían darse casos de denuncias. Así que los universitarios también salen perjudicados.

Jesús Francisco Torres es un superviviente. Salió indemne de la crisis de 2008, que fue devastadora para la arqueología: «Entonces desaparecieron muchísimos profesionales. De hecho, solamente quedamos cinco o seis de aquel momento. Los demás tuvieron que dedicarse a otra cosa. Si se repite esta situación sería un desastre. España terminaría perdiendo a los científicos mejor preparados y con la formación más completa. Hablamos varios idiomas y nuestros trabajos están a la altura de nuestros colegas europeos, pero, eso sí –afirma con ironía– con la mitad de su presupuesto».

Jesús Francisco Torres representa a un tipo de arqueólogo que se puede ver muy afectado: «No trabajo en el CSIC ni en una universidad. Ellos tienen un sueldo. Yo, no. Muchos arqueólogos no tenemos un sueldo fijo. Somos como los autónomos. Si no trabajamos, no recibimos dinero. Y muchos vamos ya justos». Comenta, además, otro factor: «Si se va todos los años a un yacimiento, no pasa nada. Pero si esa labor se interrumpe y después no se retoma, o se suspende, es un drama enorme. Es igual que si cerraras un laboratorio científico. Todo los esfuerzos quedan en el aire y muchas veces, al regresar, lo que se ha hecho sirve de poca cosa». También expresa su inquietud por la crisis económica que otea en el horizonte y que también amenaza con golpearlos: «España no valora el patrimonio cultural. Es una lástima. Es curioso cómo cada vez que sobreviene una crisis la primera damnificada es la ciencia».

Trinidad Nogales es arqueóloga, pero también la directora del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. Ella rompe una lanza en defensa de este colectivo: «Se han paralizado las obras y, naturalmente, todos estos profesionales lo están pasando muy mal». Y subraya su valor cultural e importancia económica. «Las administraciones deben mirar hacia la arqueología como motor de desarrollo. Ahora se habla mucho de la España rural y vaciada. Pues esa tiene en su seno unos yacimientos patrimoniales de enorme relevancia que, primero, merecen la atención, y, segundo, generan empleo. Un pueblo puede atraer turistas si tiene algo que se pueda visitar. Y el turismo rural es una de las principales bazas de nuestro país. Se tienen que poner en valor los yacimientos y el patrimonio histórico. Es una inversión que crea empleos y genera riqueza».

IGUAL QUE EN 2008
Todos los arqueólogos están pendientes de las ayudas que se puedan ofrecer a su área. Nadie se ha preocupado de momento de ellos. Algunos tratan de reinventarse, porque, como afirma Marisa Bueno, hasta trabajar en los laboratorios es difícil: por su espacio reducido y porque las piezas pasan por varias manos para examinarlas. Los museos de los sitios arqueológicos también se ven afectados porque no acuden turistas y cuando reabran estarán solo a un treinta por ciento de su capacidad como máximo. Las empresas arqueológicas han reducido su facturación a niveles de 2008 y 2010. «Vamos a tener que sobrevivir y ahorrar mucho», comenta Santiago Domínguez: «Regresamos a las mismas estrecheces de antes».

22 de enero de 2024

Las excavaciones en Ciriyuelos sacan a la luz un feto de la época visigoda

Los restos del bebé se han hallado en el interior de una nueva vivienda excavada en el yacimiento conquense, una práctica que aporta información sobre cómo eran los ritos religiosos
Foto: Heroica arqueología y patrimonio cultural.


Las últimas excavaciones en el yacimiento arqueológico de Ciriyuelos, ubicado dentro del término municipal de Chumillas, han arrojado luz sobre los rituales que llevaban a cabo los visigodos entre los siglos III y VII en esta zona de la provincia de Cuenca.

El hallazgo de un feto enterrado dentro de una de las viviendas del poblado es una muestra clara de que los visigodos mantuvieron esta práctica tan habitual de la época celtíbera. Y, aunque puede parecer escabroso, no lo es, ya que los niños que no habían cumplido cierta edad no podían descansar en el cementerio y, por tanto, sus familiares, les daban sepultura en sus hogares.

Un “gran descubrimiento que evidencia cómo vivía la gente común del mundo rural en esta época”, señala el arqueólogo Santiago David Domínguez. Por ejemplo, ese rito de presentación del niño o niña en la religión cristiana sería el bautismo y en la época visigoda debía ocurrir algo parecido por ello, al no haber podido llevarse a cabo el ritual, el feto se enterró en el interior de la vivienda. “Este hallazgo nos aporta datos sobre cómo consideraban a los niños y cómo clasificaban y entendían a las personas”, cuenta Santiago David Domínguez.

Es cierto que no se ha encontrado el esqueleto completo tal y como se puede apreciar en la imagen superior, pero sí parte del cráneo, de las costillas, el fémur de ambas piernas, una tibia, un húmero y un radio que han permitido a Santiago David Domínguez, de Heroica arqueológica y patrimonio cultural, y a Michel Muñoz, de M&M arqueología, directores del proyecto, reconstruir el cuerpo del neonato.

En este sentido, es importante tener en cuenta que el esqueleto ha aparecido en una nueva vivienda que ha salido a la luz a lo largo de 2023 gracias a que el Ayuntamiento de Chumillas aportó la financiación necesaria para seguir ahondando en la historia del yacimiento ya que se trata de una parcela de titularidad municipal.

Se trata de un poblado de época tardoantigua y visigoda que estuvo habitado entre los siglos III y VII


El edificio tiene la misma disposición que el descubierto en 2016 y viene a confirmar lo que los arqueólogos ya sabían: el de Ciriyuelos es un poblado de finales de época romana que quedó despoblado en la etapa islámica. Sus habitantes se organizaban en unidades familiares extensas, compartían herramientas y cooperaban entre ellos para ayudarse en las labores de agricultura y ganadería.

Un planteamiento que ha sido ratificado puesto que durante los trabajos llevados a cabo en 2023 también han encontrado cuchillos y vasijas de cerámica diferentes a las que ya conocían. Concretamente han aparecido un punzón y un cuchillo afalcatado, que son aquellos que presentan un solo filo y una hoja curva muy marcada. “Teníamos algunos más comúnes pero este es especial”, cuenta el arqueólogo. Descubrimientos que han permitido seguir ampliando el inventario de herramientas que se había iniciado en campañas anteriores. “En este yacimiento no estamos buscando reyes, ni castillos, aquí estamos intentando saber lo más común”, señala Domínguez.

Hallazgos que han visto la luz gracias al trabajo de los arqueológos y de dos personas que han contratado para desenterrar esta nueva vivienda.

PRÓXIMOS PASOS
En 2024 el yacimiento arqueológico de Ciriyuelos será aún más conocido puesto que desde Ares Arqueología se va a grabar un mini documental explicativo que los turistas e interesados sobre el tema podrán visualizar escaneando únicamente un código QR. Las visitas al yacimiento son libres en su mayoría y con este vídeo se pretende ofrecer una experiencia mucho más completa al visitante que se verá apoyada en la cartelería explicativa ya instalada.

Si bien es cierto que a partir de primavera y durante la época estival se organizan tours guiados para grupos al menos una vez al mes que están dirigos por Javier Cano.

El Ayuntamiento de Chumillas invertirá 15.000 euros a lo largo de 2024 para continuar con las excavaciones


La promoción de Ciriyuelos es otro de los objetivos en los que se va a seguir incidiendo. Así lo pone de manifiesto el alcalde de Chumillas, Pedro Rubio, quien ha confirmado que a lo largo de 2024 se volverá a excavar en Ciriyuelos. “Queremos seguir adelante y para ello se van a invertir 15.000 euros”, señala.

Todo sea para lograr que el yacimiento sea un reclamo turístico que se sume a los del municipio de Chumillas para intentar que repercuta de manera positiva en la economía local.

Además, otra de las líneas en las que se está trabajando pasa por potenciar la colaboración entre Valeria y Barchín del Hoyo ya que, de cara al futuro, cuando se amplie la superficie excavada de Ciriyuelos, la idea es crear una ruta que pase por los yacimientos de la zona. En este sentido, Pedro Rubio señala que los trabajos que llevan a cabo los arqueológos son “ilusionantes” y espera poder mantenerlos en el tiempo para seguir descubriendo la historia visigoda de la provincia.

26 de noviembre de 2013

Encuentran nuevas celdas en la Casa del Corregidor de Cuenca

Los trabajos arqueológicos que se están llevando a cabo en el edificio de la antigua Casa del Corregidor de Cuenca  han dado como resultado el hallazgo de nuevas celdas de esta instalación que sirvió desde el siglo XVI como cárcel real.
Se han encontrado restos de cerámica y platos rotos en los que comían los presos, además de restos de grilletes en las paredes. Foto: EUROPA PRESS
Según han explicado los arqueólogos de la empresa Ares Aqueología, que está al mando de estos trabajos en la calle Alfonso VIII del Casco Antiguo de la capital conquense,, se han encontrado además restos de casas antiguas anteriores a la construcción de la cárcel, que fue utilizada como prisión por primera vez hace más de quinientos años.

En estos nuevos trabajos los arqueólogos han encontrado habitáculos carcelarios que estaban tapiados, por lo que se ha podido comprobar cómo eran realmente estas instalaciones.

Así, se han encontrado restos de cerámica y platos rotos en los que comían los encarcelados, además de restos de grilletes en las paredes.

La celda mejor conservada, que data del siglo XIX, ha revelado además qué comían los presos de esta instalación, ya que se han encontrado desde raspas de pescado hasta restos de conejo, pollo, vaca y cordero.

También se han hallado restos de carbón en las paredes, lo que para los arqueólogos parece indicar que utilizaban este material para calentarse.


CÁRCEL DESDE EL SIGLO XVI
Tal y como han explicado los responsables de Ares Arqueología, la Casa del Corregidor fue la cárcel real de Cuenca y data del siglo XVI, posteriormente ampliada en el siglo XVIII por el aumento de las condenas a prisión y de la población de la época.

La instalación comenzó a utilizarse además como juzgado provincial a partir de ese momento, funciones que mantuvo durante la Guerra Civil, tal y como revelaron hallazgos de excavaciones previas, donde se llegaron a encontrar documentos jurídicos que databan desde el siglo XV.

La Casa del Corregidor es actualmente de propiedad municipal y es el Consorcio Ciudad de Cuenca quien está gestionando esta fase de las obras así como los nuevos estudios arquitectónicos.

Por el momento, los trabajos arqueológicos no han terminado y se espera que en enero esté listo el informe completo.

(Fuente: Europa Press)

9 de agosto de 2014

Encuentran las termas de la ciudad romana de Valeria (Cuenca)

En concreto se ha encontrado una piscina de hormigón romano con mármoles, ladrillos y trozos de mosaicos propios de las termas romanas datados entre los siglos I y II d.C. Debido a la extensión de la ciudad romana, los expertos no descartan que aparezcan nuevas termas o balnearios.
La ciudad romana destaca por su foro, uno de los mejor conservados de España. Foto: EFE,
Excavaciones en la ciudad romana de Valeria, una antigua villa o "municipium" romano del siglo I a.C. que actualmente pertenece a la localidad de Las Valeras (Cuenca), han permitido encontrar restos de lo que parecen ser termas romanas datadas entre el siglo I y II. Los restos podrían pertenecer a los baños públicos de la ciudad. En concreto se ha encontrado una piscina de hormigón romano con mármoles, ladrillos y trozos de mosaicos propios de las termas romanas de la época y la zona.

La ciudad de Valeria tiene una gran extensión de 27 hectáreas actualmente, y para una ciudad de ese tamaño los expertos ya predecían que debían haber unos baños públicos y varios balnearios, demostrando ahora que el yacimiento de la ciudad romana de Valeria puede ser mucho más grande de lo que en un principio se esperaba.

Los restos serían las primeras termas encontradas en la ciudad pero no se descartan que aparezcan más en vista de las nuevas dimensiones de la ciudad.

La ciudad romana destaca por su foro, uno de los mejor conservados y más completos de España. Hasta ahora la mayoría de excavaciones se habían llevado a cabo en esa zona, sin embargo, a la hora de ampliar el perímetro de trabajo, los expertos encuentran más restos alrededor. Se espera que estos restos puedan ser habilitados para que los visite el público lo antes posible.

UN PROYECTO CON RESULTADOS SORPRENDENTES
Para la empresa que se está encargando de estas labores arqueológicas, el descubrimiento es una nueva etapa para descubrir la villa romana de Valeria, que consideran puede tener aún mucho que ofrecer y que la mayor parte puede estar aún enterrada. "Puede ser el comienzo de un proyecto que puede alargarse aún mucho más tiempo y puede dar sorprendentes resultados", señalaban los arqueólogos de la empresa.

En Valeria trabajan 18 personas actualmente entre las que se encuentran 3 arqueólogos y 15 alumnos en prácticas tanto de la UNED de Cuenca, la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Castilla-La Mancha, junto al apoyo de las entidades locales y provinciales.

Valeria es una villa romana ubicada en la hoz del río Gritos a unos 1000 metros de altura y construida sobre terrenos conquistados a los celtas, fundada entre los años 93 y 82 a.C. recibiendo el nombre en homenaje a su fundador, el cónsul Valerio Flaco. Está declarada Bien de Interés Cultural y los antiguos escritos señalan que debió ser una ciudad muy importante, siendo citada por Ptolomeo.


Este descubrimiento se ha realizado gracias al trabajo de quince alumnos que se encuentran realizando un curso de verano en la ciudad coordinados por los arqueólogos Santiago David Domínguez, Míchel Muñoz y Adrián López. Una vez termine la campaña, desde Ares Arqueología se harán propuestas para que se sigan ampliando los trabajos y la zona quede visible.
(Fuente: El Diario.es / EFE)

4 de septiembre de 2020

Descubren la calzada de acceso original al castro cántabro de Santibáñez de la Peña (Palencia)

Los 500 metros de calzada "en perfecto estado" tienen cerca de 2.400 años de antigüedad. Entre los restos de la muralla también se ha documentado un cráneo de lo que podría ser un enemigo de la ciudad fortificada. 

El castro cántabro de La Loma, muy próximo al casco urbano de la localidad palentina de Santibáñez de la Peña, no deja de dar sorpresas. La última que se ha encontrado el equipo de arqueólogos liderado por Kechu Torres (Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico, Imbeac y Santiago Domínguez (Ares Arqueología y Patrimonio Cultural) es el descubrimiento de una calzada prerromana de entre 2.200 y 2.400 años de antigüedad.

Un camino «acondicionado y muy bien construido para que puedan circular personas, animales y carros», señala Torres, quien explica que consta de tres capas bien diferenciadas: una primera de piedras, una segunda de grava y una tercera de tierra arcillosa.

Según han podido comprobar los arqueólogos sobre el terreno, las piedras presentan un desgaste importante fruto de «décadas y décadas» de soportar el paso de los pueblos indígenas. Es más, han detectado algunas reparaciones. En cualquier caso, Torres reitera que la aparición de flechas del asedio al que sometieron los romanos al poblado clavadas sobre la arcilla, «no deja ninguna duda de que la calzada ya existía cuando los romanos atacaron la ciudad fortificada».

En paralelo, Torres y Domínguez están en disposición de confirmar que el área del bastión de la muralla en la que han trabajado este año es una de las entradas al castro. Un paso previo que les invita a ser optimistas a la hora de pensar que, en campañas sucesivas, darán con una de las puertas de acceso.

Sumado al descubrimiento de la calzada prerromana, los investigadores han dado con el camino que conducía al poblado desde el este con una longitud aproximada de 500 metros. No obstante, lo deberán confirmar con fotografía aérea y otros estudios.

CRÁNEO
Otro de los grandes descubrimientos de la campaña arqueológica del presente verano, es un cráneo de una cabeza que, según todos los indicadores, habría estado expuesta en el exterior de la muralla para ahuyentar a los enemigos.

Según las primeras investigaciones sobre el terreno, se cree que se trata de un varón de mediana edad, al que se le practicará la prueba del Carbono-14 para obtener una información más precisa, entre otras cosas, su antigüedad. Lo que sí puede adelantar el equipo de expertos es que los restos óseos no presentan indicios de haber sido presa de animales carroñeros, lo que significa que la cabeza no expuesta demasiado tiempo. Es decir, podría datar de la época en la que el castro santibañés de La Loma fue sometido al asedio del ejército romano en el marco de las Guerras Cántabras.

«En esta época era muy normal, en los pueblos de cultura celta, colgar o empalar las cabezas de enemigos destacados en la batalla. Se colocaban mirando hacia el exterior, de forma que era lo primero que veían los propios moradores de la ciudad, los de otras vecinas y los atacantes», explica Torres.

14 de noviembre de 2013

Descubren dos nuevos yacimientos paleolíticos en El Provencio (Cuenca)

Aunque ya se conocía un yacimiento paleontológico con fauna de hace más de un millón de años en este municipio de la alcarria conquense, gracias a la campaña de revisión de este sitio para su inclusión en la Carta Arqueológica, se ha descubierto que el área es también rica en instrumentos de piedra tallada, definiéndose por el momento dos nuevos sitios arqueológicos con restos del Paleolítico Inferior y Medio.
Objetos encontrados en las excavaciones.
Con motivo del proyecto de investigación "El Paleolítico Inferior y Medio en la Provincia de Cuenca", los técnicos de la empresa ARES Arqueología y Patrimonio Cultural Santiago David Domínguez y Michel Muñoz se encuentran haciendo un inventario de yacimientos del origen de la Humanidad en el área conquense.

El proyecto se encuentra más avanzado en la zona de la Alcarria, donde se han descubierto y revisado importantes yacimientos con industria tallada por los primeros seres humanos que poblaron la Península (Homo antecessor, Homo heidelbergensis y neandertales). Los yacimientos más antiguos conocidos en la Alcarria podrían rondar el millón de años de antigüedad.

DOS NUEVOS YACIMIENTOS
Pero además, se ha ampliando información a otras áreas, en concreto al término municipal de El Provencio. Se conocía ya un yacimiento paleontológico con fauna de hace más de un millón de años en este municipio (mamuts y bóvidos extintos). Gracias a la campaña de revisión de este sitio paleontológico para su protección mediante la inclusión en Carta Arqueológica, se ha descubierto que el área es también rica en instrumentos de piedra tallada, definiéndose por el momento dos nuevos sitios arqueológicos con restos del Paleolítico Inferior y Medio.

Sobre todo el segundo de los yacimientos presenta buenísimos ejemplos de industria típica de las producciones neandertales o "musteriense". La importancia de investigar en la zona de El Provencio es que el término municipal ha demostrado tener yacimientos paleontológicos y arqueológicos; en la Alcarria, por las características del suelo, no se conservan bien los restos óseos de la fauna que convivía con los seres humanos. Sólo resta encontrar una ubicación propicia y excavarla para estudiar la relación entre lítica y fauna para obtener datos sobre comportamiento de seres humanos extintos.

Son muy contados los casos a nivel internacional en los que se puede establecer esta relación y, hacerlo en el contexto manchego, sería muy trascendente para saber más sobre el origen del ser humano en el Occidente europeo.

(Fuente: Voces de Cuenca)