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16 de noviembre de 2016

La excavación del Turuñuelo sacará a la luz el mayor yacimiento de Tartessos

Según los investigadores el yacimiento de Guareña (Badajoz) tiene una extensión tres veces mayor que la de Cancho Roano y se encontraría en un "magnífico estado de conservación".
Excavaciçon en el yacimiento de Casas del Turuñuelo, en Guareña (Badajoz). FOTO: EL CULTURAL.
Esto es algo que tiene muy claro el director del Instituto de Arqueología de Mérida (IAM) y uno de los responsables de la excavación, Sebastián Celestino, quien ha destacado que el estado de conservación del Turuñuelo es "magnífico", con "paredes encaladas y bien lucidas de hasta dos metros y medio de altura".

Celestino, responsable también de la excavación del santuario de Cancho Roano, situado a diez kilómetros de la localidad pacense de Zalamea de la Serena y hasta ahora considerado como el yacimiento tipo del mundo tartésico en Extremadura, ha explicado que el Turuñuelo es el "triple de grande", pues se calcula que tiene una hectárea de extensión.

LUZ SOBRE TARTESSOS
Si en Cancho Roano aparecieron más de 30.000 piezas arqueológicas, la riqueza del nuevo yacimiento de Guareña, que este verano ha vivido su segunda campaña de excavaciones, puede ser incalculable y arrojará mucha luz sobre la enigmática civilización de Tartessos.

Ubicado entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, el reino de Tartessos, surgido de la unión de fenicios e íberos y con "un sabor mediterráneo muy fuerte", sufre una profunda crisis en el siglo VI que le hace emigrar hacia una zona rica y más protegida, como el Valle del Guadiana, donde están localizados unos 12 yacimientos de esta civilización.

Según el director del Instituto Arqueológico de Mérida, este pueblo ha dejado sus vestigios más importantes en Extremadura, porque cuando empiezan a ser invadidos por los pueblos del norte, por los celtas, "entierran y sellan sus lugares sagrados para que no sean violados", de ahí la magnífica conservación de yacimientos como Cancho Roano y el Turuñuelo.

MUY POCO EXCAVADO
En éste último, lo excavado hasta ahora, que "es muy poquito", ha sacado a la luz un habitáculo de unos 70 metros cuadrados que era el espacio de culto del enclave, "con un altar en el centro, bancos corridos" y una bañera, considerada como uno de los hallazgos más extraordinarios de la excavación, un elemento "hasta ahora desconocido" y que se podría dedicar a hacer "algún ritual relacionado con el agua".


También han aparecido numerosas piezas relacionadas con la comida: un gran caldero, asadores o jarros, todo ello de bronce, lo que "llama mucho la atención, porque estamos en la primera edad del hierro y casi todo se hace ya en ese material".

Sin embargo, el bronce, según Celestino, "sigue siendo un metal que se dedica mucho al culto", al igual que el marfil y otros elementos "bastante suntuosos" que también han aparecido.

PIEZAS DE CERÁMICA
En el Turuñuelo se han hallado, asimismo, un centenar de piezas de cerámica "en un estado de conservación magnífico", lo que permite fijar claramente la fecha exacta de su fabricación, a finales del siglo V, ya que "las cerámicas griegas permiten conocer hasta los talleres donde se hacían en Atenas".

Sebastián Celestino ha explicado que la cerámica en aquella época venía de Grecia a través de Ampurias y luego se distribuía por toda la Península Ibérica, donde existían centros de distribución como la ciudad ibero romana de Cástulo, en Jaén; y probablemente el Turuñuelo, en Badajoz, ya que "el comercio siempre ha funcionado así".

En ese sentido, el director de la excavación considera que probablemente el resto de las edificaciones del yacimiento de Guareña tengan "un carácter más administrativo o de almacenes".

Las numerosas piezas aparecidas hasta ahora en el Turuñelo se han trasladado al Instituto de Arqueología de Mérida, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Junta de Extremadura, donde están siendo estudiadas y catalogadas.

BRONCES
Los bronces, sin embargo, para conservarlos mejor y que no se oxiden, se han llevado al Laboratorio de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Madrid, para su restauración y preparación antes de ser trasladados al Museo Arqueológico de Badajoz.

Mientras tanto, Sebastián Celestino y su compañera Esther Rodríguez, que dirige con él los trabajos en el Turuñuelo, buscan financiación para continuar con esta "costosa" excavación, financiada hasta ahora por la Junta de Extremadura en su primera campaña, con fondos Feder; y por el Ministerio de Economía y Competitividad, en su segunda, con las inversiones para I+D.

15 de noviembre de 2016

Localizan un pecio romano del S. I en aguas de Girona

Arqueólogos del Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), con el submarino Ictineu3, han localizado cerca de las Islas Formigues un pecio romano imperial, seguramente de la primera mitad del siglo I dc, que transportaba caldo de pescado y es el mejor conservado en Cataluña de esta época.
El esqueleto del barco está formado por la quilla y las cuadernas. FOTO: CASC
Los arqueólogos, gracias al apoyo del submarino, han podido trabajar en inmersiones largas a una profundidad superior a los 40 metros, lo que les ha permitido valorar el estado de conservación del barco, su interés científico y recoger los datos necesarios para planificar una campaña de excavación arqueológica en un futuro.

El director del CASC, Gustau Vivar, ha explicado que tenían noticias de este pecio gracias a un buzo de Vic y a un pescador de Palamós, pero que nunca se había excavado por su profundidad y, en este sentido, ha avanzado que empezarán a trabajar en este pecio la campaña que viene y que estarán en ella durante varios años.

GARUM DE LA BÉTICA
Según Vivar, este tipo de barcos acostumbraban a proceder de la Bética, actual Andalucía, y transportaban la mercancía, que podía ser variada, hacia Marsella o llegaban a Narbona y desde allí la repartían por el Mediterráneo.

En estos momentos se desconoce si barco iba o volvía y cuál era exactamente su cargamento, aunque lo que sí que se ha hallado son unas 37 ánforas, que los expertos creen que siguen estibadas correctamente dentro de la bodega del barco, siguiendo la estructura de madera.


Según ha explicado Vivar, los barcos de este tipo acostumbraban a ser muy grandes para llevar grandes cargas de entre 1.000 y 2.000 ánforas, pero sólo se podrá saber al excavarlo.

Los arqueólogos han constatado al destapar el tapón de corcho y cerámica de una de las ánforas -envueltas algunas de ellas en redes de pescadores y colonizadas por algas- que al menos una conserva en su interior el caldo de pescado convertido en una pasta.

  • A falta de confirmar con la excavación, creen que se trata del cuarto pecio imperial localizado en el Mediterráneo que transportaba caldo de pescado de la Bética.
La campaña se ha desarrollado entre Sant Feliu de Guíxols y Palamós, y el Ictineu3 ha permitido navegar 12 km bajo el agua y más de 8 horas y media, visualizando el fondo marino y estar horas sobre el pecio ya que, debido a su profundidad, los buzos por sí solos no podrían haber estado más de media hora seguida.

CARTA ARQUEOLÓGICA
El objetivo de los trabajos de esta campaña ha sido localizar yacimientos nuevos, no inventariados en la Carta arqueológica subacuática catalana, y relocalizar y revisar yacimientos ya conocidos, tanto para valorar su estado de conservación como la posibilidad de realizar campañas de excavación arqueológica subacuática en un futuro.

840 PECIOS LOCALIZADOS
Así, en el trayecto con el submarino tripulado, han podido localizar en total 9 pecios, 5 a poca profundidad y 4 a mayor fondo, 5 de ellos en esta campaña, que se suman al inventario de yacimientos conocidos en el litoral catalán, que ya asciende a 840.

Hasta el momento se cuenta con un equipo de una decena de expertos catalanes y otros tantos internacionales formados para este tipo de inmersiones arqueológicas a grandes profundidades.

(Fuente: EFE)

14 de noviembre de 2016

Condena de dos años y medio de prisión al empresario que destruyó el yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves

El empresario Victorino Alonso ha sido condenado a dos años y medio de prisión y al pago de una indemnización de 25,5 millones de euros por la destrucción del yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves. La indemnización se ha rebajado a la mitad, al entender el juez que el Gobierno aragonés hizo dejación de sus obligaciones de protección y señalización.
La Cueva de Chaves, en Baltarás, a principio del S. XX. 
Asimismo, el juez hace responsable subsidiario del pago de la indemnización a la empresa Fimbas, propietaria del coto de Bastarás, en el parque natural de la Sierra de Guara (Huesca), donde se ubicaba el yacimiento.

La sentencia dictada por el titular del Juzgado de lo Penal número uno de Huesca, absuelve a Alonso del delito medioambiental que le imputaba Ecologistas en Acción y le obliga al pago de las costas del juicio.

La fiscalía había solicitado para Alonso una condena de 2 años y 8 meses de prisión y reclamaba una indemnización de 14,3 millones.

Ecologistas en Acción pedía dos condenas de tres años de prisión como presunto responsable de un delito contra el patrimonio y de otro contra el medio ambiente. En el capítulo de indemnizaciones llegaba al tope fijado por el juez, 50,9 millones de euros, la cantidad económica que consta en el primer informe que realizó en su día el director del Museo de Huesca y responsable de las excavaciones, Vicente Baldellou, ya fallecido.

Según la sentencia, ha quedado acreditado que, sin previa comunicación ni autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural y sin ponerlo en conocimiento del director de las excavaciones, Vicente Baldellou, Victorino Alonso ordenó vaciar la cueva y colocar comederos y abrevaderos para la cría de cabras.

PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN DIQUE
Los trabajos ordenados por Alonso ocasionaron "el arrasamiento y destrucción de la práctica totalidad" de los niveles arqueológicos de cronología neolítica que se encontraban en la Cueva de Chaves. Así consta en el atestado elaborado por la Guardia Civil y en el informe pericial del arqueólogo de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón e incluso en el informe pericial de la defensa.

Respecto a la indemnización, el informe elaborado por Baldellou cifró lo destruido en 50,9 millones de euros. La multa aplicada se ha rebajado a la mitad, al entender el juez que el Gobierno aragonés hizo dejación de sus obligaciones de protección y señalización.

En la sentencia puede leerse "que, teniendo en cuenta que la Cueva de Chaves era posiblemente uno de los dos yacimientos neolíticos más importantes de la Península Ibérica, resulta censurable e inexplicable que la cueva no contara con una protección específica, es decir, que no existiera una resolución que la declarara expresamente como Bien de Interés Cultural"


Por todo ello, el juez entiende que Victorino Alonso García fue "autor penalmente responsable de un delito sobre el patrimonio histórico, previsto y penado en el artículo 323 del Código Penal conforme a la redacción anterior a la LO 1/15, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad penal, a las penas de dos años y seis meses de prisión y la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.


MÁS DE DOS MIL METROS CÚBICOS DE SEDIMENTOS NEOLÍTICOS
En 2007 se realizaron obras de acondicionamiento, ampliación y creación de pistas de más de 8 metros de anchura, una hasta la puerta de la cueva, así como represas y un embalse en los cursos de agua existentes en la finca de Bastarás.

La empresa Ferpi Transportes y Obras, contratada por Fimbas, utilizó medios mecánicos de gran tonelaje para retirar unos bloques caídos del techo de la cueva "que protegían y sellaban los niveles arqueológicos subyacentes".

El yacimiento quedó afectado "de forma irreversible" al extraer 2.247 metros cúbicos de sedimentos. De ellos, 1.017 correspondían al nivel arqueológico del Neolítico y tenían un valor de 14.311.640,86 euros.

IMPORTANTE YACIMIENTO 
El yacimiento neolítico de la Cueva de Chaves estaba considerado uno de los dos más importantes de la Península Ibérica, junto a la cueva de Or en Valencia.

Las excavaciones arqueológicas se iniciaron en 1975 y tan solo se había excavado una pequeña parte de su superficie.

No obstante, se habían encontrado ya desde un enterramiento de más de 6.000 años de antigüedad (un adulto que incluso conservaba un inusual anillo de hueso), a numerosos elementos de industria lítica, pasando por cantos rodados pintados, únicos en su género.

Hace más de 30 años un grupo de empresarios compró el pueblo deshabitado de Bastarás y su antiguo término municipal, y lo convirtió en un coto privado de caza. Vallaron su propiedad con una cerca de 20 kilómetros de longitud y soltaron en ella diversas especies de caza mayor, como ciervos, corzos y muflones.

El vallado resultó polémico desde el principio, porque atraviesa cauces, zonas de servidumbre y de dominio público de diversos barrancos, porque ocupa terreno de monte público dentro del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, interrumpiendo el paso de un camino real, y porque contraviene la Ley de Caza.

A raíz de una visita en marzo de 2009 de los responsables del Museo Arqueológico de Huesca se conoció que el yacimiento había sido destruido en su totalidad, cuando todavía quedaba por excavar más del 90% del mismo.

Los impedimentos para poder visitar la finca, unido a la pasividad y dejadez de las administraciones públicas en sus competencias de control y protección del patrimonio histórico, -pese a su importancia, el yacimiento ni siquiera estaba declarado Bien de Interés Cultural- hicieron que no se conociera su destrucción hasta año y medio después de haberse producido.

8 de noviembre de 2016

Fuerte apuesta para la musealización del castro de Elviña

Con una inversión de 824.000 euros el Ayuntamiento de La Coruña realizará nuevas excavaciones, consolidará las estructuras descubiertas desde 1947 y contextualizará el yacimiento para convertirlo en un espacio museístico que atraiga visitantes a la zona. Los trabajos comenzarán en 2017 y se extenderán durante ocho meses.  
Zona de viviendas del Castro de Elviña próxima a una de las entradas, FOTO: J. ROLLER
Acercar el castro de Elviña al público es el gran reto de la última fase de excavaciones en el yacimiento arqueológico que licita el Concello para desarrollar a lo largo de ocho meses el próximo año. Con los trabajos previstos -nuevas excavaciones, consolidación de estructuras descubiertas, contextualización y documentación de bienes- el Ayuntamiento da un paso adelante en la conversión de la zona histórica y monumento nacional en un museo del que extraer rendimiento social con la atracción de visitantes. La inversión superará los 824.000 euros. Desde 1947 ha habido campañas con excavaciones y trabajos en el castro, donde han salido a la superficie restos de viviendas, templos, edificios de uso público, caminos y zonas de cultivo

El Ayuntamiento está a punto de poner en marcha la última etapa de excavaciones en el yacimiento, una fase en la que se trabajará el acabado arqueológico de las áreas ya excavadas, se consolidarán las estructuras y se dotará al conjunto de monumentalidad patrimonial para convertirlo en un espacio museístico que atraiga a visitantes. El Gobierno local va a sacar a licitación el proyecto de estas excavaciones en el castro coruñés con un presupuesto base de 824.777 euros. El plazo estimado de duración de los trabajos, que comenzarán el próximo año, es de ocho meses.

MAYOR RENDIMIENTO SOCIAL
El proyecto se orienta más a la conservación que a la investigación, como ocurrió en las campañas de intervención anteriores desde el año 2002, y abarca la limpieza del área de actuación, la estabilización de zonas exploradas, excavaciones y registro arqueológico y consolidación y restauración de bienes. Su objeto, según señala el pliego de prescripciones técnicas del contrato, es facilitar el mantenimiento del yacimiento y definir las "bases materiales" que permitan obtener "mayores rendimientos sociales", es decir, generar flujos de visitantes tras más de una década de trabajos.

El acceso limitado al castro de Elviña tanto a pie como en vehículo y la falta de un conjunto estructural coherente dificultan en la actualidad la consolidación del yacimiento como un punto de interés y atracción para el público, por lo que el Ayuntamiento se ha propuesto preparar el lugar en 2017 para que refuerce a largo plazo la conservación de sus estructuras descubiertas y proporcione a los ciudadanos una lectura comprensible de su importancia histórica como observatorio para el tránsito de la Edad del Hierro a la Alta Edad Media.

CONTEXTUALIZAR EL YACIMIENTO
Para ello, esta nueva fase de las excavaciones concluirá trabajos iniciados en las áreas abiertas en 2013, abrirá nuevas áreas lo más reducidas posible, terminará sectores no acabados en campañas antiguas, re-excavará para contextualizar arqueológicamente las nuevas áreas y documentará el conjunto de estructuras visibles, de acuerdo con el pliego técnico del proyecto.

El Gobierno local anterior había licitado esta campaña de excavaciones en 2015, aunque el concurso se anuló por un error formal. La nueva licitación asume la misma misión de hacer más comprensibles las dependencias del castro y establece un periodo de ejecución de cinco meses para los trabajos de campo necesarios y de otros tres posteriores para la memoria técnica. Se prevé la participación de 44 trabajadores en pleno Castro de Elviña y otros 13 de gabinete.

7 de noviembre de 2016

Nuevos fondos permitirán el estudio hidrogeológico de La Motilla de Azuer

La intervención comenzará “en breves fechas” y dará continuidad a los trabajos de conservación que cada año se realizan en el yacimiento de la Edad de Bronce de Daimiel (Ciudad Real)
La intervención en La Motilla se iniciará en breve. FOTO: LANZA
La Junta de Comunidades de Castilla La Mancha ha aprobado la concesión de “una pequeña partida” que, con cargo a la convocatoria de Proyectos de Investigación al Patrimonio Arqueológico, financiará “una serie de estudios hidrogeológicos y topográficos necesarios” para la Motilla del Azuer, según ha confirmado su arqueólogo, Miguel Torres.

Una intervención que comenzará “en breves fechas” y que da continuidad a los trabajos de conservación que cada año se realizan en el yacimiento. Los últimos de este verano ha incidido “en la rehabilitación de algunos tramos deteriorados por el uso público y la meteorología”. Además, también se han excavado dos zonas más que “convenía estudiar desde el punto vista arqueológico”.

Torres ha destacado que los visitantes valoran “el estado óptimo” del yacimiento y comentaba que el buen tiempo que ha marcado el inicio del otoño ha animado “exponencialmente” el número de reservas. A esas buenas cifras ha colaborado la presencia que han tenido estas dos últimas semanas los colegios y los centros de educativos daimieleños, y de otros puntos de la provincia.

(Fuente: Lanza Digital)

4 de noviembre de 2016

Los arqueólogos preparan una nueva investigación en el Tolmo de Minateda (Albacete)

Los trabajos sobre el SIG se realizarán sobre espacios concretos de la plataforma superior del cerro en los que todavía no se han hecho trabajos de excavación arqueológica. Los arqueólogos probarán la nueva plataforma digital del SIA (Sistema de Información Arqueológica), diseñada por el Área de Arqueología de la Universidad de Alicante en el marco del proyecto ideaARQ+SIA 
La campaña implementará los datos obtenidos adaptándolos al proyecto ideaARQ+SIA,  
Dentro de unos días se retomarán los trabajos de investigación arqueológica en el Tolmo de Minateda, en Hellín (Albacete) gracias a una subvención para la realización de proyectos de Investigación del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de Castilla-La Mancha para el año 2016, promovida por la Junta de Comunidades y para la que solicitó un proyecto de trabajo el equipo de investigación habitual, integrado, entre otros, por miembros de la Universidad de Alicante (UA) y el Museo de Albacete.

Este año se pretende continuar la labor iniciada en 2015 por parte del equipo, colaborando tanto con el Museo de Albacete como con el Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Castilla La Mancha.

PUBLICACIÓN DE MONOGRAFÍAS
Por una parte, se continuará con la revisión de aquellos contextos materiales de especial interés, con el objetivo de finalizar el estudio previo a la publicación de las monografías generales que recogerán los 30 años de trabajos arqueológicos llevados a cabo en el Tolmo de Minateda, una edición prevista para el 2018. Por otro, se probará la nueva plataforma digital del SIA (Sistema de Información Arqueológica), diseñada por el Área de Arqueología de la UA en el marco del proyecto ideaARQ+SIA para la gestión online de la documentación arqueológica del Tolmo de Minateda.

Los objetivos que se persiguen en la presente campaña, que se extenderá a lo largo del mes de noviembre, son la realización de trabajos de prospección arqueológica georreferenciada (teledetección y reconocimiento del terreno con GPS) en algunos sectores de la plataforma superior del cerro todavía sin excavar, la revisión y adaptación del sistema de documentación de campo y laboratorio al nuevo modelo de datos planteado dentro del proyecto ideaARQ+SIA, que incluye la conversión para su uso de la documentación fotográfica, topográfica y planimétrica antigua, así como realización de nuevos trabajos de campo en los casos en que se considere necesario, la implementación del Sistema de Información Geográfica, iniciado en 2014, que recoge todos los datos espaciales del yacimiento y su entorno inmediato, y el análisis y estudio de materiales arqueológicos conservados en el Museo de Albacete y procedentes de campañas anteriores.

ALMAZARAS RUPESTRES
Los trabajos sobre el SIG se realizarán sobre espacios concretos de la plataforma superior del cerro en los que, a día de hoy, no han sido llevados a cabo trabajos de excavación arqueológica y en los que es factible diseñar una estrategia efectiva de reconocimiento y prospección. El área potencialmente elegida será la parte septentrional de la meseta, dónde parece intuirse anomalías estructurales relacionadas con la producción de aceite (almazaras rupestres), así como ambientes domésticos, que serán comprobadas en el campo en futuras actuaciones.

NUEVAS TECNOLOGÍAS
El uso de nuevas técnicas de prospección como la teledetección (LiDAR-Light Detection And Ranging, aéreo-fotointerpretación), permite hoy en día realizar un tipo de arqueología no invasiva que puede ser muy útil a la hora de establecer futuras estrategias de excavación. A este tipo de análisis se suma el reconocimiento superficial del terreno, sobre el que se comprobarán las anomalías estructurales detectadas a través del LiDAR y la fotografía aérea. Todas aquellas estructuras confirmadas, así como los materiales arqueológicos adscritos a las mismas y vistos en superficie, serán georreferenciados e incorporados como una capa shape a la plataforma SIG del yacimiento, así como a las nuevas bases de datos que se están diseñando junto al IDR-UCLM.

De forma paralela se prevé completar el estudio de los materiales conservados en el Museo de Albacete con vistas a su publicación, así como catalogar algunos fondos antiguos (previos al inicio del proyecto de intervenciones arqueológicas iniciado en 1988) para su incorporación en las bases de datos del proyecto.

La Dirección científica correrá a cargo de Sonia Gutiérrez Lloret, Catedrática de Arqueología de la Universidad de Alicante, Lorenzo Abad Casal, Catedrático de Arqueología de la Universidad de Alicante, Blanca Gamo Parras, Técnica de Museos de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha del Museo de Albacete, y Víctor Cañavate Castejón y Pablo Cánovas Guillén, arqueólogos profesionales.

El presupuesto de todas las intervenciones asciende a 22.800 euros, de los que la Junta aporta el 90% y la Universidad de Alicante el 10% restante.

3 de noviembre de 2016

Encuentran una tumba de entre los siglos IV y VII en Ujué (Navarra)

El esqueleto mide entre 1,50 y 1,60 metros y se desconoce si el enterramiento se realizó junto a un templo o extramuros. El sarcófago se compone de piedras reutilizadas de construcciones anteriores.
La datación dependerá de una hebilla de cinturón que se ha encontrado en el sepulcro.
Fruto de los trabajos de renovación de redes y pavimentación que se están llevando a cabo en Ujué desde el pasado mes de julio, afloró hace unos días una tumba de entre los siglos IV y VII después de Cristo en la plaza Mayor de la localidad, ubicada en pleno casco histórico.

Tras detectar su presencia, la empresa adjudicataria de las obras dio la voz de alarma, tal y como prevén los protocolos de actuación en estos casos, avisando del hallazgo a la Institución Príncipe de Viana (dependiente del departamento de Cultura del Gobierno de Navarra) y al gabinete de arqueología y difusión del patrimonio histórico Trama SL, que se desplazó hasta el lugar de los hechos para estudiar el enterramiento.

En total, la intervención llevada a cabo por el arqueólogo Carlos Zuza se prolongó durante dos días, periodo de tiempo en el que “se protegió la zona, se limpió el área para dimensionar la tumba y se encontró el esqueleto de una persona que mediría entre 1,50 y 1,60 metros”, detalla Zuza. En este sentido comenta que el esqueleto correspondería a la Antigüedad tardía, periodo de transición entre la Edad Antigua y la Edad Media, o directamente al Medievo. La datación dependerá de una hebilla de cinturón que se ha encontrado en el sepulcro, cuya decoración ayudará a establecer una fecha más concreta de la muerte del individuo, y en última instancia de la prueba del carbono 14, utilizada para determinar la edad de materiales orgánicos de hasta 50.000 años de antigüedad.

El sarcófago, por su parte, se compone de “piedras reutilizadas de construcciones anteriores”, indica Zuza, las cuales permanecen custodiadas en el almacén municipal a la espera de ser exhibidas. Esa es, al menos, la intención del Ayuntamiento de Ujué. No así el esqueleto, que está siendo objeto de estudio por parte de expertos en la materia.

INTERROGANTES

 Las dudas que se plantean a raíz de este descubrimiento son numerosas dado que al parecer la tumba está “en un terreno que no se considera sagrado, es decir en un terreno en que no hay una iglesia o una ermita ya que en el Medievo lo normal era que se enterrase junto a los templos e incluso dentro de ellos. Otra cosa era en tiempo de Roma, en que estaba estipulado que los cementerios estuvieran fuera de las poblaciones”, subraya el historiador local Mikel Burgui.

De ser así, cabría la posibilidad de que el cuerpo estuviera enterrado en las inmediaciones de la ermita de Jaun Done Maria (San Martín), de la que se tiene constancia gracias a la tesis doctoral de Patxi Salaberri Zaratiegi, quien la localizó junto a la plaza Pilarraña, situada a varios metros de la plaza Mayor, aunque en el pasado puede que ambas estuvieran conectadas (si se elimina el bloque de viviendas que las separa) por la ermita en cuestión. “Patxi Salaberri encontró que en 1780 se daba escuela en esta ermita y que en 1810 el ayuntamiento decidió venderla”, recoge Burgui en su blog Uxue, Ujué atalaya de Navarra, quien apuesta por que se lleve a cabo una investigación arqueológica “más completa” para valorar estos supuestos.

El alcalde de este municipio de apenas 200 habitantes, Rubén Sánchez, subraya la importancia de datar la tumba con exactitud “porque ese dato nos daría pistas de lo que fue Ujué. Si el cadáver es medieval tendría que estar al lado de un templo, pero si es anterior lo enterrarían extramuros, lo que revelaría que por allí pasaba una muralla”. Esta es la razón por la que se muestra expectante ante la próxima apertura de la plaza municipal (situada a escasos metros de la plaza Mayor) por si pudieran aparecer nuevos restos que contribuyesen a recuperar la historia local.

2 de noviembre de 2016

El hallazgo de un sestercio cambia la edad del acueducto de Segovia

Nuevos estudios arqueológicos sitúan la fecha de construcción del Acueducto de Segovia en el siglo II de nuestra era, a partir de los años 112 y 116. La datación tradicional de este Patrimonio Mundial se remontaba al siglo I, hacia el año 98. El área de Turismo del Ayuntamiento de Segovia ya ha encargado una nueva tirada de folletos turísticos con la nueva fecha.
Acueducto de Segovia. FOTO: MICHAEL ZEGERS / LOOK-foto / GETTY
Los investigadores concluyen que la edificación de las monumentales arcadas se produjo o bien al final del gobierno de Trajano, o bien, con una probabilidad más elevada, en el gobierno de Adriano. Se trata de una época de gran esplendor de la Segovia romana, generalizada en la parte occidental del Imperio. Tras las grandes conquistas de Trajano en la Dacia y Mesopotamia, el dinamismo del sistema económico y las reformas militares de Adriano, que estabilizaron las fronteras imperiales, llevaron a una gran efervescencia en todos los órdenes en las provincias. Durante su mandato y el de Antonino Pío, en el siglo II, se desarrollaron grandes obras públicas.

Los nuevos datos sobre uno de los acueductos más famosos y mejor conservados se han hecho públicos en el reciente encuentro Ciudades Romanas del valle del Duero, celebrado en Segovia en el mes de octubre. El trabajo de investigación fue presentado por el director del Museo de Segovia, Santiago Martínez Caballero; el profesor de la UNED Víctor Manuel Cabañero Martín, junto con el arqueólogo del Servicio de Cultura de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León, Luciano Municio, y los arqueólogos segovianos Clara Martín García y José Miguel Labrador Vielva.

ANÁLISIS DE LOS MATERIALES
El estudio se fundamenta en el análisis de los materiales arqueológicos procedentes de la excavación efectuada en 1998 por el arqueólogo Germán Prieto Vázquez. Exactamente, en los tres pilares de la obra romana en la Plaza del Azoguejo de Segovia, donde se erige el monumento en su máximo esplendor, con su doble piso de arcadas o arcuaciones y sus 29 metros de altura.

La evaluación de los materiales ha permitido detectar que el relleno de las fosas de fundación de estas pilas incluye materiales cerámicos (terra sigilata hispánica) fabricados en talleres riojanos de Trittium (Tricio) sobre el primer tercio del siglo II. Además, entre estos rellenos, se halló un sestercio de Trajano emitido entre 112 y 116, durante el sexto consulado del emperador.

Estos materiales fueron recuperados por Prieto Vázquez en los estratos de cierre de esas fosas en el momento de construcción de la obra, donde se detectó un ingente volumen de restos de la talla del granito, del tallado de los sillares a pie de obra, según se iban elevando pilares y arcadas. Por tanto, pertenecen al momento de su construcción. Esas fosas solo pudieron cerrarse tras el periodo entre los años 112 y 116, asevera el director del Museo de Segovia.

Martínez Caballero analizó los restos arqueológicos y revisó la documentación junto con Cabañero Martín y Prieto Vázquez, quienes concretaron la nueva fecha. Gráficamente, Luciano Municio explica que no hay más remedio que reinterpretar la edad y la historia del acueducto aunque los años varían poco: “Nos colocamos en los primeros decenios del siglo II, pero cambiamos de emperador, ya no toca Trajano”. Por su parte, la concejala de Patrimonio y Turismo del Ayuntamiento de Segovia, Claudia de Santos, subraya que “hay que ajustar la información a la realidad científica en el ámbito turístico”.


INSCRIPCIÓN EN EL SOTABANCO
El director del Museo de Segovia e investigador sostiene que, con anterioridad, se había asentado en los estudios académicos la propuesta de que el acueducto había sido inaugurado al menos veinte años antes, en el año 98, a partir de la hipótesis de lectura que realizó el historiador y epigrafista de la Universidad de Heidelberg, Geza Alföldy, en los años noventa del siglo pasado. Se basó sobre todo en la inscripción que se colocó en el sotabanco, situado entre los dos pisos de arcadas, en su parte más monumental.

De ella solo quedan los agujeros realizados en los sillares de granito donde iban encajados los pernos que se fijaban en el reverso de las grandes letras de bronce dorado (letterae inauratae) que componían la inscripción, letras perdidas por completo, aunque quedaban algunas todavía en el siglo XVI.

Para Martínez Caballero, este epigrafista, de gran prestigio, planteó su hipótesis de un texto que proponía una dedicatoria a Trajano en el año 98, durante su segundo consulado, realizada por los magistrados locales por la reconstrucción (restituerunt) del acueducto. Dato que llevaba a especular sobre una construcción original de la obra en época precedente, manifestando algunos investigadores una preferencia por los emperadores de la dinastía de los Flavios, en especial Vespasiano o Domiciano, entre 69 y 98, aunque sin datos contrastados.