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10 de junio de 2013

Descubren un cementerio judío en Toledo con 107 tumbas

Las excavaciones arqueológicas en el Cerro de la Horca de Toledo han permitido localizar 107 tumbas que conforman el cementerio judío de la ciudad y que estuvo en uso durante el siglo XIII. 
El cementerio judío ocupa una gran parte de la llanura norte de Toledo y está bajo edificios emblemáticos.
Foto: Arturo Ruíz Taboada
El arqueólogo Arturo Ruiz Taboada ha explicado que estas tumbas han salido a la luz con motivo de una excavación realizada en una zona ajardinada del IES Azarquiel de la capital, en el marco de los trabajos de la ampliación del aulario del centro educativo. Esta circunstancia permitió que los arqueólogos pudieran excavar en esta zona de la ciudad, que actualmente está urbanizada. 

A raíz de estas excavaciones, desarrolladas en 2008 y 2009, se ha podido "individualizar" el cementerio judío, ya que, tal y como ha indicado Ruiz Taboada, esta zona de la llanura norte de Toledo ha sido tradicionalmente un "inmenso cementerio", en el que las distintas comunidades religiosas que han vivido en la ciudad han ido dando sepultura a sus difuntos a lo largo de los tiempos, hasta la Edad Media. 

Bajo edificios emblemáticos
La conclusión de estos trabajos es que el cementerio judío ocupa "una parte importante de la llanura norte de Toledo" y está bajo "edificios emblemáticos" de la ciudad, como el colegio de Nuestra Señora de los Infantes, el Parque de las Tres Culturas o el IES María Pacheco. En resumen, "una extensión espectacular, enorme", que no ha podido precisar en hectáreas, ya que aún no han terminado las labores para delimitarlo. Sí ha insistido en que, en general, la llanura norte de Toledo, hasta el inicio del camino de Madrid, es "un inmenso cementerio de todas las épocas". 

El más antiguo es el cementerio romano, en la zona de la Avenida de la Reconquista y de la Vega Baja; luego está datado el cementerio visigodo, también en la Vega Baja y, con el paso de los años, la zona se convirtió en cementerio cristiano, en el eje de Santa Leocadia de Afuera-Circo Romano, e Iglesia de San Antón. En ese eje, además de las tumbas cristianas, también se localiza el cementerio musulmán y, con esta excavación, se ha delimitado el judío. 

Tumbas bien conservadas
Ruiz Taboada ha destacado el buen estado de conservación de las tumbas que se pudieron excavar en la "pequeña muestra" del cementerio que constituye el jardín del IES Azarquiel. En esta excavación se ha podido estudiar el ritual de enterramiento, caracterizado por la profundidad de las tumbas, con fosas de hasta 2,5 ó 3 metros. 

"La finalidad era que el difunto quede conservado eternamente y, además, los entierran siempre en contacto con tierra virgen, procurando evitar que una tumba entre en contacto con otra", detalla Ruiz Taboada.

 También se ha podido detectar el uso de cierres subterráneos de la tumba, una práctica "muy característica de Toledo" que consistía en la construcción de una bóveda de ladrillo para cubrir el ataúd del difunto. 

Sepulturas familiares
En este cementerio, que se ha podido fechar en el siglo XIII gracias al hallazgo de una moneda de esa época, también se han descubierto pequeñas agrupaciones de tumbas. Estas pequeñas estructuras arquitectónicas pueden demostrar que en ellas se enterraba una unidad familiar y que en las distintas tumbas se daba sepultura a los distintos miembros. 

Asimismo, también se han dado casos de mujeres enterradas con niños neonatos, que hacen pensar que las madres que morían en el parto y los bebés fallecidos eran enterrados juntos. 

Una excavación polémica
Ruiz Taboada ha recordado que esta excavación causó gran revuelo en la comunidad judía ultraortodoxa y, de hecho, una asociación judía de Nueva York pidió en 2009 a las autoridades españoles que impidan los trabajos arqueológicos desarrollados en Toledo y que fueron tachados de "profanaciones". Para evitar posibles conflictos en el futuro ante este tipo de excavaciones, Ruiz Taboada ha propuesto la elaboración de un plan específico para este tipo de "yacimientos tan sensibles", pues ha vaticinado que seguirán apareciendo más restos de antiguos cementerios en la ciudad.
(Fuente: El Diario / EFE)

7 de junio de 2013

Una autovía pone en peligro el castro y la necrópolis de Coeses (Lugo)

Los elementos localizados durante las obras de la autovía Santiago-Lugo, han sido calificados como un "hallazgo excepcional", dado que "permiten comenzar a despejar" la "gran incógnita sobre lo que hacían los castreños con los muertos".
El tercer trazado planteado para la autovía pasaría por encima
de la necrópolis destruyéndola.
Foto: La Voz de Galicia.
Varios grupos culturales de la ciudad de Lugo han expresado su preocupación por el conjunto arqueológico singular localizado en Coeses (en el municipio de Lugo), en la zona de obras de autovía de Santiago, la A-54.

La excavación, realizada en una zona muy próxima al lugar en el que también se encontró un castro, ha sacado a la luz una estructura singular, nunca vista antes en Galicia y que guarda similitud con algunos yacimientos funerarios del norte de Europa.

Así, la asociación Cultura do País presentó una solicitud de información a la Dirección Xeral de Patrimonio y al Ministerio de Fomento para que se aclaren los planes respecto al hallazgo.

De su lado, la asociación cultural Lugo Patrimonio remitió un escrito a la Consellería de Cultura en el que reclama que la Dirección Xeral de Patrimonio que adopte las medidas necesarias para "garantizar la unidad" del conjunto.

"Un hallazgo excepcional"

La asociación muestra su "preocupación" por el futuro del "singular y extraordinario conjunto arqueológico" formado por el Castro Valente y la necrópolis de inhumación e incineración situada en la Chousa de Rodeiro. Estos elementos, localizados durante las obras de la autovía Santiago-Lugo, han sido calificados como un "hallazgo excepcional", dado que "permite a comenzar a despejar" la "gran incógnita sobre lo que hacían los castreños con los muertos".
  • De hecho, según los expertos citados por Lugo Patrimonio, ambos elementos constituirían un único hallazgo arqueológico, que, de continuar las obras por el trazado actual, "quedaría dividido en dos partes", el Castro de Valente por un lado y la Chousa por otro, "y la autovía por el medio, destruyendo la necrópolis de inhumación", censuran.
Castro y necrópolis
Lugo Patrimonio explica que el yacimiento de Coeses está formado por un castro (Castro de Valente), un recinto circular cerrado mediante un parapeto (Chousa do Rodeiro o Chousa do Castro) y una necrópolis de inhumación. Señala que los tres elementos citados probablemente constituyen un único yacimiento. El castro -recuerda- estuvo a punto de desaparecer debido a las obras de la autovía, pero se salvó al cambiar el trazado. Añade: «A Chousa do Rodeiro é un sitio arqueolóxico único, composto por un recinto circular que mide uns 60 metros de diámetro e está defendido por un parapeto. Neste recinto apareceron unhas grandes olas de cerámica, con posibles restos de incineracións, que constituirían os primeiros enterramentos deste tipo que se coñecen en Galicia». El segundo trazado -señala- afectaba a la necrópolis, y, como se trata de un hallazgo excepcional, Fomento decidió otro cambio.

Enterramientos

Entre los dos ámbitos reseñados, los arqueólogos -indica Lugo Patrimonio- hallaron una necrópolis de inhumación. Explica: «Trátase dun espazo delimitado por gabias e alineacións de pedras no que se atopan unhas cavidades circulares de aproximadamente 1,5 metros de diámetro. Os arqueólogos aseguran que estas cavidades son enterramentos de inhumación, aínda que non se conservan restos óseos debido á acidez do solo. Si se atoparon, en cambio, olas de cerámica que formarían parte do enxoval funerario». El tercer trazado de la autovía, el actual -dice- pasa sobre la necrópolis y la destruirá. De ahí la petición de la citada asociación a la consellería para salvar «un patrimonio que ten máis de 3.000 anos».

6 de junio de 2013

Unas obras destapan un nuevo yacimiento prerromano en Briviesca (Burgos)

Todo parece apuntar a que se trata de un yacimiento de la época autrigona dada la cercanía de otros yacimientos ya conocidos en las proximidades.
Varias zonas de excavación, donde se han localizado huesos y piedras
 labradas, están delimitadas.
Un secreto escondido en el subsuelo de La Bureba, una comarca próxima a Briviesca. ha salido a la luz, y ahora estudian los arqueólogos para determinar tanto su antigüedad como importancia. Se trata de un yacimiento arquelógico que se localizó durante las obras de mejora que se ejecutan en el tramo briviescano de la N-I, por lo que se puso en conocimiento de las autoridades competentes. 

Según los testimonios de varios vecinos, el estudio del yacimiento se realiza con sumo cuidado por parte de los investigadores para recuperar el máximo de piezas que lo documenten. 

De hecho, afirman, que se han recuperado varios huesos y destacan sobre todo el de un bóvido que se encontraba en muy buen estado de conservación. 



(Vídeo de Miguel Ángel Zález)

Así mismo indicaron que solo se trataba de la mitad del esqueleto, con la cabeza y cornamenta prácticamente intacta, lo que señala que pudiera tratarse de un animal sacrificado ceremonialmente por los antiguos pobladores el lugar. Lógicamente queda en manos de los investigadores datar la antigüedad del yacimiento pero todo parece apuntar a la época autrigona dada la cercanía de otros yacimientos ya conocidos en las proximidades.

Al hallazgo de estos restos se suma el de piedras labradas y otros restos que también deberán ser estudiados para ver su compatibilidad histórica. 

Actualmente la excavación abarca una amplia superficie con varios puntos acotados y protegidos de las lluvias y se ha profundizado más de un metro sobre la capa de tierra que lo cubría hasta su descubrimiento. 

Este hallazgo ha despertado el interés de los vecinos ya que se localiza junto a un antiguo paso de ganado utilizado durante siglos por los pastores sin que se adivinara lo que se ocultaba bajo la finca tradicionalmente labrada.

(Fuente: El Correo de Burgos / Gerardo González)

5 de junio de 2013

Comienza la séptima campaña de excavaciones en el castillo de Gauzón (Asturias)

Las pruebas del carbono 14 datan los vestigios a finales del siglo IX, por lo que todo indica que el complejo de habitaciones hallado en la campaña anterior fue utilizado por el Rey Alfonso III.
Miembros del equipo de arqueólogos en plena faena durante
la campaña del pasado año. Foto. A.C.
El equipo de arqueólogos que trabaja en la recuperación de los vestigios del castillo de Gauzón, en Raíces (Castrillón), considerado como residencia estacional del rey Alfonso III, ha iniciado los trabajos preliminares de la que será la séptima campaña de excavaciones.

Las pruebas del carbono 14 apuntan a finales del siglo IX, por lo que todo indica que el complejo de habitaciones hallado en la campaña anterior fue utilizado por el Rey Alfonso III.

"No podemos poner sobre la mesa un documento que nos indique que durante tal temporada de tal año ha estado residiendo en Gauzón", ha reconocido hoy el codirector de la campaña, el arqueólogo Iván Muñiz, en declaraciones a Efe.

Sin embargo, Muñiz sí ha puesto de manifiesto, que las características que se están descubriendo de esta fortaleza así lo indican.

"Lo que está claro es que, a tenor de los vestigios materiales que van apareciendo y la riqueza de las estancias que tuvo en su época, el castillo estaba destinado a personajes de altísima altura social y teniendo en cuenta que Alfonso III fue uno de los máximos impulsores de las reformas de la fortaleza hay que pensar que sí residió allí", ha indicado.

Presupuesto de 120.000 euros
La nueva campaña arqueológica está sufragada, por primera vez íntegramente, por el Principado, que destina un presupuesto de 120.000 euros, según ha explicado la concejala de Patrimonio de Castrillón, Yasmina Triguero.

Según ha explicado Iván Muñiz, además del equipo base de excavación habitual de años pasados, se incorporará una treintena de estudiantes procedentes de diversas universidades como Oviedo, Madrid o Valencia, entre otras.

La anterior campaña arqueológica desveló el carácter innovador y de anticipación del proceso constructivo del castillo de Gauzón, cuya visualización parcial ya es posible gracias a los trabajos de reconstrucción.

La presente campaña tiene el doble objetivo de que continuar con los trabajos de recuperación y consolidación de los restos de la fortaleza, y la recopilación de todo el material que nutrirá el futuro centro de interpretación del Peñón de Raíces.

Miles de piezas halladas
El equipo de arqueólogos lleva hallados varios miles de piezas, fundamentalmente de naturaleza cerámica y metálica, que corresponden a utensilios de la vida cotidiana del castillo.

Todas las piezas son inventariadas, algunas de ellas ya están expuestas en el Museo Arqueológico de Asturias, y otras entrarán a formar parte de la muestra que se exhibirá en el futuro centro de interpretación del castillo de Gauzón.

Además de piezas de armamento (restos de espada y puntas de flecha, entre otros) y juegos de ocio que se presume utilizaban los guardianes del castillo, se han encontrado en el enclave botones y alfileres procedentes de vestimentas de la nobleza.

(Fuente: EFE / La Nueva España - Foto: El Comercio / A.C.)

4 de junio de 2013

Nuevos hallazgos en la villa romana de Fuente Álamo (Córdoba)

Las nuevas actuaciones realizadas en el módulo de excavación, han sacado a la luz en la parte rústica del terreno una arquería árabe, una habitación subterránea de 8x4 metros y documentado una red de canalización del alcantarillado. 
Mosaico romano conocido como de "Las Tres Gracias" de la villa romana de Fuente Álamo.
Las tareas de excavación que se vienen realizando en la zona sur del yacimiento arqueológico de Fuente-Álamo, en Puente Genil (Córdoba), están deparando resultados muy satisfactorios que pueden suponer un nuevo impulso a la promoción turística de la villa romana. Así lo ha puesto de manifiesto el alcalde, Esteban Morales, que ha informado que en la zona adquirida recientemente por el Ayuntamiento, y a través de varios sondeos practicados por el equipo de arqueólogos que trabaja en el recinto “se han encontrado restos que aseguran la continuidad de la villa, con la posibilidad de encontrar mosaicos de la misma calidad que los ya existentes”.

Las nuevas actuaciones realizadas por el Taller de Empleo "La casa de los mosaicos" en el módulo de excavación, han sacado a la luz en la parte rústica del terreno un arquería árabe, que según explicó el alcalde están poniendo en valor los alumnos del Taller de Empleo. El nuevo hallazgo incorpora "nuevas noticias de la historia de nuestro pueblo".

Tres nuevos sondeos 

En concreto, se han realizado tres sondeos; el primero, de 5x4 metros, ha dado como resultado la constatación de un muro de grandes dimensiones que posiblemente constituya el cierre de la villa por el Este; el segundo, de 5x13 metros, parece constituir por el sur la continuación de la “pars rústica” ya documentada en el lado norte. Se ha detectado un posible espacio dedicado al trabajo del metal por la gran cantidad de escoria encontrada y se ha documentado una canalización perteneciente a la red de alcantarillado de la Villa.
Vista aérea de la villa romana de Fuente Álamo.

Por último, el tercer sondeo, de 12x24 metros es el que más y mejores resultados está dando pues se encuentra en la zona donde se preveía la continuación de la “pars urbana” o espacio residencial del propietario de la villa. 


A juicio de los técnicos, la planimetría de la zona sigue el mismo esquema que lo ya excavado anteriormente con la secuencia de antecámaras y cámaras, pavimentadas con mosaico. Además, se ha detectado el muro de cierre por el sur del edificio, y al exterior del mismo la aparición de una serie de estructuras pertenecientes a la primera fase de asentamiento romano en Fuente Álamo. 

Según la valoración de los expertos, los materiales asociados permitirán afinar y resolver algunas de las preguntas relativas a la cronología de las dos grandes fases históricas del yacimiento, el Balneario y la Villa, destacando además la excavación de una habitación subterránea de 8x4 mtrs. y más de 3 metros de alzado cuya funcionalidad está aún por determinar.

Taller de Empleo
El taller de empleo "La casa de los mosaicos" es una iniciativa de formación y empleo en la que están participando 30 alumnos, de los que el 73% son mujeres, con una media de edad entre los 30 y 40 años, repartidos en las especialidades de museografía, restauración del patrimonio y trabajos auxiliares de arqueología para la restauración del yacimiento arqueológico.

(Fuente: Andalucía Información / José Manuel Cabezas)

3 de junio de 2013

Las excavaciones en Monte do Castro se amplían hacia el exterior de las murallas

Este año se trata de descubrir la verdadera entidad de este poblado celta del S. V a.C., cuya estructura puede asemejarse a otras de épocas más avanzadas, al contener un núcleo urbano muy denso en el interior de las murallas y más disperso en los alrededores, en la falda del monte.
Topógrafo realizando estudio del terreno en Monte do Castro.
Foto: Iñaki Abella
Las excavaciones en el Monte do Castro entran casi de lleno en su cuarta fase, esta vez por un año, con el objetivo de cubrir la máxima superficie posible, si bien la máxima atención se presta al desbrozado y limpieza de escombros, con el fin de determinar los niveles de seguridad, en especial parapetos y fosos, así como descubrir las imponentes vistas desde el recinto.

Gracias a ello se descubren también nuevas estructuras del asentamiento al ampliarse la actuación al área extramuros, lo que sin duda va a ofrecer una nueva visión de conjunto sobre la población que lo habitó.

Entidad del poblado celta

Situado en uno de los puntos estratégicos de la comarca, los expertos consideran que se trata de uno de los núcleos importantes de población de O Salnés (Pontevedra), cuyos inicios se remontan a los últimos años del siglo V antes de Cristo y se estima su fin allá por el siglo I de la presente Era.

Ahora se trata de descubrir la verdadera entidad de este poblado celta, cuya estructura puede asemejarse a otras de épocas más avanzadas, al contener un núcleo urbano muy denso en el interior de las murallas y más disperso en los alrededores, en la falda del monte.

De hecho, la zona excavada en las tres primeras fases muestran una gran compactación en la zona interior, es decir dentro de la muralla con al menos una quincena de viviendas, una enorme casa-patio que ocupaba casi un quinto de la superficie, así como zonas de trabajo, almacenes y otro tipo de estructuras del tipo metalúrgico.

La excavación cumple tres años ininterrumpidos, por lo que ya tiene mucho que visitar, aunque para un profano siga siendo difícil la interpretación de esta antigua urbe, aunque la cartelería ya está prevista.

Los distintos equipos de arqueólogos y trabajadores especializados que coincidieron en Besomaño han tenido jornadas intensivas, tanto para el descubrimiento de las estructuras, como luego para realizar tareas de drenaje y consolidación de todos los restos que sobreviven después de más de veinte siglos de historia.

Así hay las típicas cabañas circulares, con forma oval y también rectangulares e incluso a modo de semicírculo. Determinar la época exacta de cada uno es prácticamente imposible, pese a que incluso se han empleado técnicas de carbono 14, que aproximan bastante las épocas en las que se ha hecho uso de un material concreto.

Restos de diferentes etapas

Una de las características especiales de esta urbe celta es que conserva restos de las muy distintas etapas de formación del mismo.

En algunas cabañas se pueden ver hasta tres épocas superpuestas de construcción, ya que se solían aprovechar las cimentaciones de las anteriores etapas para realizar las más modernas.

Si las viviendas y estructuras industriales halladas son importantes en la morfología interior del castro de Besomaño (Ribadumia) hay también otras construcciones que denotan la enorme importancia que tuvo ese poblado en el conjunto de la comarca.

Becarios colaborando en las excavaciones del yacimiento castreño
que cumple tres años de excavaciones ininterrumpidas. Foto: Iñaki Abella.

De hecho, uno de los hallazgos más importantes de la última etapa de las excavaciones es el imponente muro que rodeaba la metrópoli, con una enorme entrada desde la que se dominaba visualmente todo el valle.

Reconstrucción de la muralla

En estos momentos, con la intervención de arquitectos expertos se llevan a cabo obras de reforzamiento de la ladera sobre la que se asienta esta muralla. La labor consiste en la colocación de sacos terreros en la falda de la montaña, con el fin de evitar los derrumbes que básicamente provoca la simple ley de la gravedad.

Una vez que se consolide el terreno será posible la reconstrucción de la muralla, de 82 metros de longitud aproximadamente, por seis de ancho y unos dos metros y medio de alto.

Asimismo se localizó la entrada al castro, algo de lo que se enorgullecen los arqueólogos pues no se trata solo de un hueco de paso sino que guardaba unas características de monumentalidad, y que incluso estaba coronada por un ídolo de piedra protector, que será exhibido en el Museo de Pontevedra.

Puerta de entrada al castro

La entrada cuenta con una calzada de piedra, parte de cuyo enlosado se conserva en bastante buenas condiciones.

En este momento, el equipo de arqueólogos está llevando a cabo una importante actuación en esta entrada exterior del castro, pues se comprobó que continúa el trazado hacia el norte.

El otro nivel importante de actuación que se está llevando a cabo ahora es en la croa del Monte do Castro.

Cierto que en esta superficie solo se ha continuado con una excavación muy superficial, en la que se descubren algunos muros que pueden pertenecer a viviendas o edificios de uso público de los antiguos pobladores,

¿Un santuario celta?
Este punto del castro es uno de los que serán examinados con las máximas expectativas, pues desde el primer momento se baraja que puede haber algún santuario o edificio público.

Así en esta cima del monte se encuentra la denominada "Pedra da Santa", ubicada en dirección al orto, cuando el sol era una de las deidades más veneradas.

(Fuente: Faro de Vigo / A. Touriño)

31 de mayo de 2013

Una pizarra hallada en Badajoz desvela las cuentas de los últimos romanos de Lusitania

Las pizarras numerales son documentos escritos de gran interés, ya que aportan información sobre una época de la que no se tienen demasiados datos. Un equipo de investigadores del CSIC analiza una de estas pizarras encontrada en Valdelobos (Montijo, Badajoz), datada entre los siglos IV y V, con la intención de desvelar los usos de estos frecuentes pero poco conocidos documentos históricos.
La pizarra de Valdelobos es una de las pocas encontradas
en el entorno de Mérida.
FOTO: Iñaki Martín / SINC
Ya en la época visigoda (siglos VI-VIII) antes de que se extendiera el uso del papel, era necesario algún tipo de medio que permitiera hacer anotaciones ‘de usar y tirar’ para, por ejemplo, facilitar la contabilidad de un almacén o hacer ejercicios de escritura.

Este era el objetivo de las pizarras numerales, unos documentos escritos muy frecuentes –se conocen más de 2.000 en España–, que continúan siendo poco conocidos, ya que su información se reduce a números sin ninguna indicación.

“Descifrar su significado es todo un reto, porque son documentos de difícil interpretación que nos acercarían a la cultura y a los modelos de gestión de unas sociedades que se escapan a la documentación habitual”, explica Iñaki Martín, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Salamanca. “Nuestro estudio plantea el origen y la evolución de los procesos culturales y sociales que están detrás de las pizarras numerales”, añade.

Martí y su compañero Tomás Cordero, junto a un equipo de arqueólogos e historiadores, analizaron una pizarra numeral encontrada en el yacimiento de Valdelobos (Montijo, Badajoz), datada entre los siglos IV y V; anterior a la cronología visigoda.

Este yacimiento fue una villa tardorromana, posteriormente reconvertida en necrópolis visigoda. De este estudio se deduce que los visigodos ‘heredaron’ las pizarras del mundo clásico.

La pizarra de Valdelobos presenta dos cuentas, separadas por una línea y escritas por manos diferentes. En cada una de las líneas completas, las cantidades tienden a sumar veinte.

“La suma quizá obedezca a la facilidad para calcular el total o para el almacenamiento posterior de ese bien de 20 en 20”, aclara Martín. En cada pizarra se cuenta el mismo producto –grano o aceite, por ejemplo– que, por lo tanto, no es necesario especificar.

Instrumentos de contabilidad

“La pizarra se encontró en una tumba, por lo que es un material reutilizado –explica Martín–. Aparece en una posición secundaria, es decir que forma parte de una estructura diferente a la original".

“El hecho de que aparezca en una villa implica su vinculación con las élites del momento”, indica Martín. El uso de la pizarra se puede asociar a las actividades profesionales o domésticas del propietario de la villa.

El que escribía sabía sumar y multiplicar. “Esto descarta a la población campesina, que ni poseía esos conocimientos ni necesitaba redactar estos documentos”, asegura el historiador.

Las conclusiones pueden extrapolarse a otras pizarras halladas en contextos tardorromanos y permite establecer su origen en la gestión de la propiedad, que se extendió a otros ambientes posromanos.

(Fuente: SINC / Arqueo Audema)

30 de mayo de 2013

Retoman las excavaciones en el yacimiento visigodo de Navalahija, en Colmenar Viejo (Madrid)

La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Colmenar Viejo, en coordinación con la Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, pondrá en marcha el próximo 3 de junio y hasta el día 28 una nueva Campaña de excavaciones en el Yacimiento de Navalahija, uno de los dos yacimientos arqueológicos (el otro es el de Navalvillar) ubicado en la Dehesa de Navalvillar de la localidad madrileña.
El yacimiento de Navalahija, en Colmenar Viejo contará con un guía que permitirá visitar las instalaciones.
“El objetivo de esta nueva campaña es completar la excavación de uno de los edificios que ya se habían puesto al descubierto en campañas anteriores con el fin de ponerlo en valor e integrarlo en el área visitable del yacimiento”, explica el Concejala de Cultura colmenareño, Jorge García.

Yacimientos Visitables desde 2012
Y es que tanto el de Navalahija como el de Navalvillar forman parte, desde el año pasado, de la Red de Yacimientos Visitables de la Comunidad de Madrid, unos enclaves que se encuentran también en las inmediaciones de la Necrópolis visigoda de Remedios, el primer yacimiento visitable de nuestra región junto con la Necrópolis medieval de Sieteiglesias y el Conjunto arqueológico de la Dehesa de la Oliva, en Patones.

Un poblado del siglo VII
El poblado sobre el que se acometerán los trabajos -fechado entre el siglo VII y primera mitad del siglo VIII d. C.- se asienta entre los arroyos de Tejada y Pocito de Los Lobos, en la Dehesa de Navalvillar, y está formado por numerosas viviendas y edificios auxiliares, de carácter familiar.

Cimientos del edificio donde se asentaba una fragua
descubierta en la campaña de 2008.
Antigua zona minera y ganadera
Según lo descubierto hasta ahora por los expertos, esas viviendas y edificios se agrupan sin orden aparente y utilizan espacios comunes para su intensa actividad minero-metalúrgica, documentada a través de las cenizas, escorias y herramientas recuperadas en las estancias en que se procesaba el mineral metálico. Ésto ha hecho presuponer a los arqueólogos que los habitantes del poblado compaginaban esa actividad económica con la explotación de la ganadería ovina y caprina.

Conferencias y visitas guiadas
El Concejal de Cultura colmenareño destaca asimismo que su interés se centra “no sólo en poner al descubierto el patrimonio histórico que atesoramos en el término municipal sino también en darlo a conocer a los ciudadanos, uniendo la didáctica de la arqueología a la implicación vecinal en su conservación. De ahí que para nosotros sean igual de importantes las excavaciones en sí que la participación de los vecinos en ellas, las visitas guiadas a los yacimientos, las jornadas de puertas abiertas en estos enclaves, las conferencias o las publicaciones al respecto”.

Excavaciones en junio
La campaña que comenzará el próximo lunes finalizará el 28 de junio. A partir de entonces, otro equipo técnico de expertos emprenderá un trabajo de conservación y puesta en valor de lo excavado.


Un guía para explicar las excavaciones
La Concejalía de Cultura ha recordado, además, que mientras duren los trabajos habrá un técnico en el yacimiento que hará las veces de guía a todos aquellos que, de forma individual o en grupos, visiten el enclave para conocer el desarrollo de las excavaciones. También se instalarán in situ diferentes paneles explicativos y se repartirán folletos informativos sobre el conjunto arqueológico.
(Fuente: Madrid Norte)