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1 de octubre de 2024

Un equipo de la UPO descubre un triclinio acuático en Villa Adriana

Investigadores de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla han revela nuevos detalles sobre la villa imperial del emperador Adriano en Roma, entre ellos una sala de banquetes rodeada de agua.

Equipo de la UPO que ha participado en la campaña de excavación en Villa Adriana.

El equipo científico del Seminario de Arqueología de la Universidad Pablo de Olavide ha realizado un importante hallazgo en el marco de su última y reciente campaña de excavación en Villa Adriana, una de las construcciones más emblemáticas del emperador Adriano, ubicada a 28 km de Roma. El descubrimiento ha revelado la existencia de un triclinio acuático, una sala de banquetes rodeada de agua, en la que se aplicó una solución arquitectónica muy singular para su época.

Durante la campaña de excavación, llevada a cabo del 8 al 29 de septiembre, el equipo centró su trabajo en el pórtico central del Palazzo de Villa Adriana, área que fue la primera zona residencial del emperador. El triclinio está compuesto por una plataforma central que, en tres de sus lados, está bordeada por un estanque.

Las excavaciones han revelado que tanto el interior del estanque como el zócalo de las paredes estaban revestidos con mármol blanco, destacando el mármol de Carrara y otros procedentes de diferentes partes del Imperio. Este tipo de sala era habitual en la arquitectura romana, pero el diseño descubierto es especialmente singular y único en su época, que más tarde se reproduciría en otras construidas en distintos lugares del Impero Romano. Ejemplos similares de estos comedores rodeados de agua se pueden encontrar en la península ibérica, como en la Villa romana de Salar (Granada) y en la Casa dos Repuxos en Conimbriga (Coimbra, Portugal).

En campañas anteriores, los arqueólogos y arqueólogas de la UPO descubrieron otro triclinio acuático de distinto diseño en la misma zona del Palazzo, lo que convierte este lugar en un auténtico laboratorio arquitectónico donde se experimentó con el uso del agua en espacios de banquetes. Las dimensiones reducidas de las plataformas donde se celebraba el banquete sugieren que estos comedores eran íntimos, reservados para el emperador y dos comensales más, creando un espacio de reunión privada.

Rafael Hidalgo, profesor de la UPO y director del proyecto, destaca la importancia de este hallazgo: “La localización de dos triclinios acuáticos nos permite entender mejor las innovaciones arquitectónicas llevadas a cabo en Villa Adriana y el papel simbólico del agua en las estancias dedicadas al banquete”.

El proyecto arqueológico en Villa Adriana, desarrollado de forma ininterrumpida por la UPO desde 2003, es el primer proyecto de excavación español en esta villa. Solo otros dos equipos internacionales, de las universidades de Oxford y Columbia, están actualmente autorizados para excavar en este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El proyecto de la UPO en Villa Adriana junto al proyecto institucional del CSIC en la ciudad romana de Tusculum, son los dos únicos proyectos de excavaciones arqueológicas españoles que actualmente se desarrollan en Italia.

La reciente campaña ha contado con la colaboración del Instituto Autónomo de Villa Adriana y Villa d’Este, dirigido por Andrea Bruciati, y ha sido financiada íntegramente por la Universidad Pablo de Olavide, con el apoyo de su Consejo Social, la Facultad de Humanidades y el Departamento de Geografía, Historia y Filosofía. En esta ocasión, el equipo de excavación está constituido por profesorado e investigadores e investigadoras de la UPO y estudiantes de la Facultad de Humanidades, así como por alumnos y alumnas de la Università degli Studi Roma Tre.

16 de julio de 2024

Estudiantes del curso de Arqueología realizarán excavaciones en las termas romanas de Carmona (Sevilla)

El curso está estructurado mediante sesiones prácticas de excavaciones arqueológicas, apoyadas por sesiones teóricas en las que se tratarán temas metodológicos y de aspectos relacionados con la gestión de las excavaciones, como la legislación de referencia o la documentación administrativa necesaria.

Estudiantes de la 17ª edición del curso de verano ‘Arqueología de campo’ de la Universidad Pablo de Olavide, un seminario eminentemente práctico, tendrán la oportunidad de excavar desde hoy en las termas romanas halladas en el subsuelo de la plaza de Julián Besteiro en la localidad sevillana de Carmona, un complejo termal construido a principios del siglo I. Una parte importante de estos restos arqueológicos quedarán expuestos una vez finalicen las obras de remodelación que actualmente se están desarrollando en la plaza.

El curso, organizado con la colaboración del Ayuntamiento de Carmona, se impartirá del 15 al 26 de julio. Está dirigido por Ricardo Lineros, jefe de Servicio de la Delegación de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Carmona y director del Museo de la Ciudad y Juan Manuel Román, arqueólogo municipal de dicha Delegación.

En el acto de inauguración oficial de dicho curso han participado esta mañana el alcalde de Carmona, Juan Ávila; el concejal delegado de Cultura, Patrimonio Histórico y Turismo, Ramón Gavira y Juan Manuel Román.

El principal objetivo del mismo es que el alumnado pueda conocer in situ todos los aspectos a los que se tiene que enfrentar un arqueólogo cuando realiza una excavación. El curso está estructurado mediante sesiones prácticas de excavaciones arqueológicas en la ya mencionada zona, apoyadas por sesiones teóricas en las que se tratarán temas metodológicos y de aspectos relacionados con la gestión de las excavaciones, como la legislación de referencia o la documentación administrativa necesaria.

Los alumnos del curso realizarán trabajos de campo en la también conocida como plazuela de San José, prosiguiendo con unas excavaciones que se iniciaron como actuación preventiva antes de la remodelación de esta plaza situada en el centro histórico de la ciudad.

Según ha explicado Juan Manuel Román, los trabajos realizados en la zona han dejado al descubierto unas termas romanas públicas construidas en la época de Augusto a principios del siglo I d. C., siendo las más antiguas de este tipo de instalaciones encontradas hasta el momento en Carmona “y cuyas estructuras presentan un relativo buen estado de conservación”.

En este sentido, ha añadido que, en este caso, los niveles de mayor interés son los de época romana, en concreto los relacionados con el edificio termal. En la misma intervención se han documentado restos de otras épocas, como cuatro silos para el almacenamiento de cereal, tres de ellos del periodo islámico y el cuarto de la Edad del Cobre. Los expertos han podido constatar que los baños públicos estuvieron en uso hasta mediados del siglo II de nuestra era, si bien, durante época almohade, se reaprovecharon parcialmente algunas de las estructuras. Además, los trabajos han permitido “constatar por primera vez una mina de agua asociada a la estratigrafía arqueológica, certificando sin ninguna duda su datación romana”.

Sobre este solar se edificó el convento de San José, fundado por los carmelitas descalzos a finales del siglo XVII y desamortizado a mediados del XIX. No hay restos relevantes, más allá de las naves laterales del templo que se conservan junto a los actuales juzgados, ya que el edificio fue demolido tras su uso como cárcel y colegio.

Curso de espeleoarqueología
Por otro lado, la sede Olavide en Carmona también pondrá en marcha del 29 al 31 de julio el curso de verano ‘Introducción a la espeleoarqueología aplicada: el estudio de las minas de agua. 5ª edición. José Millán Naranjo in memoriam’, un curso teórico práctico que permitirá a los alumnos adentrarse en las minas romanas de agua de Carmona. Organizado junto a la Asociación Andaluza de Exploraciones Subterráneas y el Ayuntamiento de Carmona, está dirigido por Juan Manuel Román y Miguel Ángel Carranco, este último bombero y ambos miembros de dicha asociación, al igual que el resto de profesorado que imparte este curso.

Las exploraciones realizadas durante los últimos años por un equipo formado por espeleólogos, arqueólogos, geólogos y ambientólogos han sacado a la luz una impresionante red de minas existentes bajo el subsuelo de Carmona. Estas casi desconocidas obras de ingeniería hidráulica tuvieron como fin la captación de las aguas subterráneas y fueron construidas en época romana, pudiendo considerarse como elementos patrimoniales de primer orden. Durante el curso, los alumnos aprenderán la metodología diseñada específicamente para estos estudios y realizarán prácticas tanto de progresión vertical en cuerda como de exploración en el interior de estas minas.

22 de mayo de 2020

Un proyecto estudiará los orígenes de la ciudad de Itálica

El Proyecto 'Colonia Aelia Augusta Itálica' está dirigido por los catedráticos de Arqueología y de Prehistoria José Beltrán Fortes y José Luis Escacena Carrasco, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla.
El año pasado se registraron en Itálica más de 24.000 visitas de escolares.
La Universidad de Sevilla ha puesto en marcha el proyecto ‘Colonia Aelia Augusta Itálica’, que pretende investigar el desarrollo urbano de la ciudad romana desde sus inicios hasta su abandono en la Edad Media, en el sector correspondiente al núcleo originario italicense, situado bajo el actual pueblo de Santiponce.

De este modo, abordará el estudio de la evolución del yacimiento desde el siglo V a.C. hasta la Tardoantigüedad (siglos IV-VI d.C.), con especial incidencia en época romana y en relación con las características paleotopográficas y paleoambientales, según ha informado la dirección del conjunto arqueológico en un comunicado.

El Proyecto ‘Colonia Aelia Augusta Itálica’ está dirigido por los catedráticos de Arqueología y de Prehistoria José Beltrán Fortes y José Luis Escacena Carrasco, del departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, e integra a un equipo formado por especialistas de diversas disciplinas (Historia, Arqueología, Geología, Paleontología, Paleobiología, Restauración y Conservación, etc.).


ESTUDIO DE LAS ORIENTACIONES ASTRONÓMICAS
Todos están vinculados tanto a la institución anterior como a la Universidad Pablo de Olavide, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico – IAPH y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), entre otros organismos.

Uno de los objetivos del proyecto consiste en el estudio de las orientaciones astronómicas de los edificios de Itálica, entre los que sobresale el Traianeum, templo de culto imperial construido en época adrianea.

En este sentido, en 2019 ya se realizó la actividad Deus Sol Stat, Amanecer arqueoastronómico en la Itálica de Adriano, en la que se pudo comprobar empíricamente la orientación solsticial de dicho complejo cultual los días 21 de junio y 22 de diciembre, relativos al amanecer y a la puesta de sol, respectivamente.

COLONIA AELIA AUGUSTA ITÁLICA
El nombre del proyecto alude a que en el reinado de Trajano se inició la gran ampliación urbana hacia el norte (Nova urbs, lo que hoy se conoce como Conjunto Arqueológico de Itálica), cuyas obras terminaron bajo el mandato de Adriano.

Por solicitud popular de los italicenses, la ciudad cambió de estatuto jurídico, pasando a denominarse Colonia Aelia Augusta Itálica, en honor al propio emperador Adriano.

13 de febrero de 2020

España y México, unidos en arqueología subacuática para encontrar un colosal navío

El Juncal se hundió en 1631 con 300 personas a bordo y un inmenso cargamento de plata, oro y piedras preciosas. Ambos países buscarán también las naves de Hernán Cortés
El colosal navío Nuestra Señora del Juncal naufragó en 1631 dentro de las aguas de la entonces Nueva España con más de 300 personas a bordo y un inmenso tesoro: más de un millón de pesos de plata, oro y piedras preciosas. México y España han anunciado hace unos días que redoblarán esfuerzos en su búsqueda. Esta hazaña, cofinanciada por ambos países, se desarrollará en mayo, durante diez días, y en ella se emplearán las últimas tecnologías en arqueología subacuática.

La localización del Juncal supone una oportunidad para ambos países de conocer por fin “científicamente un galeón de los siglos del imperio, de los virreinatos”, destaca Iván Negueruela, director del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqva), ubicado en Cartagena, Murcia.

“Para nosotros es importante darle continuidad a un proyecto que tiene décadas de trabajo, impulsado por la maestra Pilar Luna, para frenar las iniciativas de caza tesoros que intentaron durante años lucrar con este pecio” precisa desde México Roberto Junco, subdirector de Arqueología Subacuática (SAS) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La búsqueda del navío se realizará en la sonda de Campeche, en el Golfo de México, en un área de unos 70 kilómetros cuadrados, precisa Negueruela. El Juncal zarpó con la Flota de la Nueva España en octubre de 1631 rumbo a la península pero unos días después fue alcanzado por un intenso temporal y se hundió. Solo sobrevivieron 39 personas cuyo testimonio arrojó pistas sobre la ubicación del navío. “Hemos cotejado las investigaciones basadas en las declaraciones de los supervivientes y hemos coincidido en ese cuadrilátero”, subraya Negueruela.

Los restos arqueológicos del Juncal son propiedad de España. “Si bien, de encontrarse el pecio, este sería legalmente de España, en realidad es patrimonio cultural compartido, según quedó establecido en un Memorándum de Entendimiento, firmado por ambos países en 2014”, precisa Junco. “España no va hacer uso de eso” añade por su parte, Negueruela. Ambos países firmaron la convención internacional de la Unesco de 2001 para la protección del patrimonio subacuático.

Los especialistas siguen las pistas halladas en 2012, cuando el INAH zarpó en busca del Juncal a bordo del buque oceanográfico Justo Sierra de la UNAM. En las aguas del Golfo de México se detectaron entonces numerosas anomalías magnéticas que podrían responder a la presencia de cañones u otros elementos metálicos del barco.


TELEARQUEOLOGÍA
Los arquéologos subacuáticos que emprenderán la búsqueda utilizan equipos de geofísica para explorar y ubicar el buque mediante sonar de barrido —un sistema que se utiliza para obtener una imagen de grandes porciones del suelo marino— y magnetonómetros —unos dispositivos que sirven para detectar una señal magnética—.

Además, los especialistas operan desde el interior del barco unos vehículos con brazos que descienden hasta el fondo del mar, a 1.000, 2.000 e incluso 3.000 metros, explica Negueruela, con los que son capaces de recuperar objetos.

Sin la telearqueología, que no ha parado de mejorar desde el 2000, en gran medida por la industria militar, asegura Negueruela, sería imposible bajar a tantos metros de profundidad. “El buceo clásico solo nos permite llegar a barcos que están a unos 30-35 metros de profundidad. Y con los barcos hundidos a 50 metros los buceadores pueden estar muy poco tiempo bajo el agua, unos ocho minutos”, explica.


LAS NAVES DE CORTÉS
Con estas mismas herramientas, aunque con diferente configuración y metodología, ambos países se embarcarán en una segunda misión en julio en Villa Rica, Veracruz (México): en busca de las naves de Hernán Cortés hundidas hace cinco siglos, antes de iniciar la marcha a la capital mexica, Tenochtitlán.

En 1519 Cortés hundió voluntariamente sus naves para cortarle a sus hombres la posibilidad de huir de vuelta a Cuba. “Es muy posible que la tesis de junco se acabe confirmando de que estamos ante las naves de cortés —asegura Negueruela—, lo cual tendría un valor simbólico para la historia universal”.

Cortés había llegado hacía poco a las costas de México, acababa de fundar Villa Rica. Diego Velázquez, gobernador de Cuba, le había enviado con órdenes de limitarse a explorar. Pero él quería más y traicionó a Velázquez.

“Si las naves de Cortés están donde parece no debe de quedar nada de materia orgánica: las maderas, la ropa, los huesos, la comida todo eso habrá desaparecido”, subraya Negueruela, a menos de que haya quedado enterrado inmediatamente bajo la arena, puntualiza. Solo podrán encontrarse el metal, las cerámicas, el hierro y el bronce.

En diciembre fueron halladas dos anclas antiguas en el fondo de la bahía de Villa Rica, del siglo XVI. Un año antes un equipo internacional dirigido por Junco encontró un ancla de hierro forjado muy bien conservada, datada por análisis de la UNAM y de Beta Analytic entre 1450 y 1530, a 300 metros al sur de las otras dos, con un trozo de madera adherido a la caña, el cuerpo principal del ancla. Los investigadores confirmaron que la madera era de un árbol de la cornisa cantábrica de España, que estuvo vivo en la segunda mitad del siglo XV.


LA PRIMERA EXPOSICIÓN DEL JUNCAL
Ambos países se han comprometido también a organizar la primera gran exposición realizada hasta ahora sobre el navío. La primera parada será el Archivo General de Indias, en Sevilla. Está por definirse si, de forma previa a su traslado a México, la instalación llegará también a la Casa de México, ubicada en Madrid.

Hacia finales de año, en octubre o noviembre, planean también llevar a cabo un encuentro internacional de arqueología subacuática enfocado en la ruta comercial del Galeón de Manila o Nao de China. Un foro, cuya sede será Acapulco (México) en el que se reunirán expertos de aquella importante ruta oceánica que unió durante siglos a tres continentes. Por ello, en el encuentro se darán cita académicos de México, España, Filipinas, Japón, Estados Unidos, Perú, Panamá, entre otros.

De acuerdo con Junco, otras iniciativas que fueron planteadas y recibidas favorablemente por las autoridades culturales españolas, se encaminan a la posibilidad de gestionar becas para que estudiantes mexicanos cursen másteres de arqueología subacuática, o que puedan asistir a congresos y actividades académicas en España, una de las cuales sería la 19 Reunión de Ciencia Náutica que organiza la Universidad Pablo de Olavide.

28 de septiembre de 2016

La campaña de El Castillón halla restos humanos y documenta una prolongada ocupación

La campaña de excavaciones de 2016 ha desvelado la existencia de enterramientos infantiles, los primeros restos humanos encontrados en el yacimiento y que podrían datarse en el siglo V o VI; así como materiales que evidencian una ocupación en los siglos XIII o XIV, varias centurias más tarde de lo documentado hasta ahora.
Momento del hallazgo de restos humanos en El Castillón.  FOTO: ZAMORA PROTOHISTÓRICA
Los trabajos de excavación arqueológica en el poblado de El Castillón, en Santa Eulalia de Tábara (Zamora) efectuados en el verano de 2016, han permitido dar continuidad a las investigaciones iniciadas en años precedentes y ofrecen dos importantes novedades halladas en un edificio de grandes dimensiones: enterramientos infantiles que son los primeros restos humanos encontrados en el yacimiento y que podrían datarse en el siglo V o VI; y materiales que evidencian una ocupación en los siglos XIII o XIV, varias centurias más tarde de lo documentado hasta ahora.

SECTOR METALÚRGICO
Los arqueólogos Jose Carlos Sastre y Patricia de Inés, de la asociación científico cultural Zamora Protohistórica, han explicado hoy en rueda de prensa estos hallazgos, pertenecientes a la novena campaña de excavaciones de este poblado, que se han producido en las excavaciones que este año se han centrado en el sector metalúrgico y la vivienda oriental del castro situado junto en una posición elevada al río Esla.

Las investigaciones que se han llevado a cabo en el sector metalúrgico han permitido a los arqueólogos identificar una gran zona donde se acumulaban deshechos de la producción metalúrgica llevada a cabo en estos hornos, con la presencia de una gran cantidad de escorias de hierro procedentes de la reducción del mineral de hierro. En esta zona se registra una ocupación posterior, una vez que los hornos metalúrgicos no se encontrarían en funcionamiento, lo cual muestra la evolución del poblado entre los siglos V al VI d.C.

VIVIENDA Y ENTERRAMIENTOS INFANTILES
En lo que refiere a la vivienda oriental, se ha documentado un edificio de grandes dimensiones, del cual se ha podido intervenir en la zona externa, vinculada con una calle, y en dos de las habitaciones. Una de ellas presenta unas grandes dimensiones, constando de diversos bancos que se adosarían a los muros de la vivienda, así como un pavimento de tierra apisonada. En esta zona destaca la presencia de un gran número de elementos vinculados con la pesca, como anzuelos de hierro y bronce, pesas de red y almejas de río.

Uno de los elementos más singulares es la aparición de dos enterramientos infantiles, situados bajo el suelo de la vivienda, lo que indica su antigüedad con respecto al último momento de uso de este edificio. “Gracias a los primeros datos que tenemos nos inclinamos a pensar que pudieran situarse entre los siglos V – VI d.C., en relación con el momento de máximo apogeo de la vivienda”, señalan los expertos. Una de las tumbas presentaba la presencia de dos individuos, que habían sido enterrados en momentos diferentes. Todos estos restos humanos tendrían una edad aproximada entre los 2 y 3 años. Las investigaciones en los próximos meses se centrarán en realizar dataciones de Carbono 14 (C14), isótopos y estroncio, que permitirán conocer su datación precisa, la dieta que pudieron haber tenido a lo largo de su vida, así como cuestiones relacionadas con el parentesco de estos individuos.

NUEVA FASE DE OCUPACIÓN ENTRE LOS S: XIII y XIV
Además, otro de los hallazgos relevantes de esta campaña de excavaciones es la presencia de materiales y elementos que se situaran entre los siglo XIII y XIV d.C., lo que muestra una ocupación mucho más prolongada en este este poblado de lo que se conocía hasta la fecha. “Teníamos una primera ocupación en la Edad del Hierro, entre los siglos I a.C. al I d.C., con su periodo de máximo apogeo entre los siglos V y VI d.C., y ahora aparecde esta nueva fase”, explican.

A partir de esta nueva información, las investigaciones se centrarán en conocer con mayor precisión las características de este último momento en que está ocupado el poblado, y en saber si la ocupación del yacimiento es continuada o si existen periodos en que es abandonado para recuperarse posteriormente.

CAMPAÑA INTERNACIONAL
La XI Campaña de excavaciones en el poblado de El Castillón ha permitido acoger a un grupo de 40 arqueólogos procedentes de diversas zonas de España (Castilla y León, Asturias, Comunidad Valenciana, Madrid, Andalucía, Extremadura, etc), así como de Francia, Croacia, Serbia, Reino Unido, EEUU, México, Rusia y Suiza. Este equipo de voluntarios procedían de las Universidades de Salamanca, Oviedo, Burgos, Complutense de Madrid, Extremadura, Jaén, Granada, Pablo de Olavide, Alicante, Autónoma de Barcelona, London (Reino Unido), Belgrado (Serbia), Zurich (Suiza), Lyon (Francia), Cardiff (Reino Unido), Thessalonika (Grecia), Sorbona (Francia), Nottingham (Reino Unido).

Los trabajos de excavación arqueológica se han visto acompañados de diversas actividades culturales y divulgativas, entre las que se encuentran visitas a diversos lugares de la provincia de Zamora, como el monasterio de La Granja de Moreruela, el Castillo de Castrotorafe, el Lago de Sanabria, Benavente, Zamora y Puebla de Sanabria, entre otros. Además, se llevó a cabo la II Ruta Cicloturista, que reunió a un amplio grupo de asistentes que pudieron disfrutar de una visita en bicicleta al yacimiento de El Castillón. De igual forma se organizó una jornada de puertas abiertas para visitar los trabajos de excavación. Asimismo, se celebraron los VI Talleres de Arqueología para niños efectuados en la localidad de Santa Eulalia de Tábara.

25 de agosto de 2015

La campaña en Orce finaliza con el hallazgo de 2.700 restos de fauna y 160 industrias líticas

Durante este verano se han excavado los yacimientos de Fuente Nueva 1, Venta Micena, Barranco León y Fuente Nueva 3 en la cuenca continental de Guadix-Baza (Granada). Estos hallazgos van a contribuir a conocer mejor las faunas del Pleistoceno inferior en Orce y en todo el continente europeo y, sobretodo, la ecología de los homínidos en cronologías próximas al millón y medio de años al norte del Mediterráneo.
Panorámica de uno de los campos de trabajo en Orce.
La campaña arqueopaleontológica que se ha desarrollado en Orce entre el 6 y el 30 de julio, ha aportado 2.700 restos de fauna y 160 industrias líticas, que ayudarán a conocer cómo era la ecología de los primeros pobladores de Europa hace casi un millón y medio de años.

Esta iniciativa, que ha contado con el visto bueno y la financiación de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, está codirigida por Bienvenido Martínez-Navarro (investigador Icrea) y Rober Sala (profesor en la Universitat Rovira i Virgili), ambos adscritos al Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social-IPHES de Tarragona. Además, participan de manera muy activa investigadores de la Universidad de Granada, Málaga, Pablo Olavide de Sevilla, del Cenieh (Centro Nacional de Investigación Humana) de Burgos, y de otros centros extranjeros.

FUENTE NUEVA 1
En Fuente Nueva 1, datado aproximadamente en dos millones de años y conocido en la literatura paleontológica desde 1987, se ha realizado un pequeño sondeo de cuatro metros cuadrados, donde se ha localizado una gran cantidad de restos de gacelas (Gazella borbónica), antílopes con los cuernos espiralados (Gazellospira torticornis), ciervos, caballos (Equus stenonis), además de otros mamíferos y tortugas. Se han extraído un total de 250 restos, de los cuales 39 son núcleos óseos (cuernos).

VENTA MICENA
En Venta Micena, fechado entre un millón y medio y un millón seiscientos mil años, se ha continuado la excavación del sondeo IV, con el objetivo de interpretar el modelo acumulativo de los restos ocasionado por los grandes hiénidos (Pachycrocuta brevirostris) y ampliar el registro faunístico. Se han obtenido 1.300 restos fósiles correspondientes a elefantes (Mammuthus meridionalis), rinocerontes (Stephanorhinus hundsheimensis), bisontes y otros búfalos, ovibovinos, cabras, ciervos grandes y medianos (Praemegaceros verticornis y Metacervocerus rhenanus) y otros restos de carnívoros como tigres de dientes de sable (Homotherium latidens), hienas (Pachycrocuta brevirostris) y osos (Ursus etruscus), entre otros.

FUENTE NUEVA 3
En Fuente Nueva 3 -datado en un millón trescientos mil años- se ha continuado la excavación de las defensas del mamut gigante, que tienen cuatro metros y medio de longitud y treinta y dos centímetros de diámetro, correspondientes a un macho de más de cinco metros y medio de altura y entre doce y quince toneladas de masa. Se ha encontrado la mandíbula, además de algunos fragmentos correspondientes al cráneo. También se han ampliado algunas cuadrículas y se han localizado restos de hipopótamo y otros grandes herbívoros como rinocerontes o ciervos gigantes. En total se han contabilizado 700 restos faunísticos y 60 piedras talladas, especialmente lascas de sílex.

BARRANCO LEÓN
En Barranco León (un millón cuatrocientos mil años) se ha ampliado con la zona de excavación y se han localizado cien nuevas industrias líticas (sobretodo lascas y percutores) y cuatrocientos cincuenta restos de fauna. Se han registrado 450 restos de fauna, básicamente caballos e hipopótamos.

Según los directores del proyecto, el balance de la campaña ha sido muy bueno, pues estos hallazgos van a contribuir a conocer mejor las faunas del Pleistoceno inferior en Orce y en todo el continente europeo y, sobretodo, la ecología de los homínidos en cronologías próximas al millón y medio de años al norte del Mediterráneo.

15 de mayo de 2013

Un análisis desvela que la "Tumba del Elefante" de Carmona fue un templo dedicado al dios Mitra

La llamada Tumba del Elefante de la necrópolis romana de Carmona (Sevilla) no tuvo siempre una función funeraria. La estructura original del edificio y una ventana por la que el sol entra de forma directa en los equinoccios parecen indicar que fue un templo del mitraísmo, una religión no oficial en el Imperio Romano. La posición de Tauro y Escorpio en los equinoccios refuerza la hipótesis.
En los solsticios de invierno y de verano, el sol entra iluminando
 las paredes norte y sur, respectivamente.

La necrópolis de Carmona es un conjunto de estructuras funerarias de entre los siglos I a. C. y II de nuestra era. Entre ellas, una es conocida con el nombre de la Tumba del Elefante porque en su interior se encontró una estatua con la forma de este animal.

El origen y la función de esta construcción han sido muy debatidos. Ahora, arqueólogos de la Universidad de Pablo de Olavide de Sevilla han analizado minuciosamente la estructura y sugieren que en sus orígenes no tuvo una función funeraria sino de culto al dios Mitra

El mitraísmo fue una religión no oficial muy extendida por el Imperio romano durante los primeros siglos de nuestra era. Los investigadores han identificado cuatro etapas en las que el edificio sufrió reformas que le dieron diferentes funciones. “En algunas etapas el edificio tuvo un uso funerario, pero su forma y un análisis arqueoastronómico indican que originalmente fue diseñado y construido para albergar un mitreo (templo a Mitra)”, ha explicado a la agencia SINC Inmaculada Carrasco, una de las autoras del estudio.

Los mayores esfuerzos de Carrasco y su compañero Alejandro Jiménez se centran en una ventana de la cámara principal construida en la primera etapa. Estudios anteriores ya habían sugerido que su objetivo no era iluminar, sino que tenía implicaciones simbólicas y espirituales.

El Sol, la Luna y las estrellas

“Del análisis de la ventana deducimos que estuvo orientada para que entraran los rayos de sol al centro de la cámara durante los equinoccios, en primavera y otoño, tres horas después del amanecer” explica Carrasco. En ese momento, según los autores, se iluminaría una estatua de la tauroctonía –la imagen de Mitra matando el toro-, que se ha perdido. Además, en el solsticio de invierno y de verano, el sol entra iluminando la pared norte y la sur, respectivamente.

Por otro lado, la posición que los astros tenían en estos días en el siglo II refuerza la hipótesis de que el edificio se construyó para el culto mitraico, una religión que daba mucha importancia a las constelaciones. En el momento en que el sol penetra por la ventana en el equinoccio de primavera, al este se levanta Tauro y al oeste se oculta Escorpio. En el equinoccio de otoño ocurre lo contrario. Tauro y Escorpio tenían especial importancia para los mitraicos.


La escena principal de este culto es el dios Mitra matando un toro, y en la mayoría de las representaciones hay también un escorpión que pica con su aguijón los testículos del animal. Otras constelaciones como Acuario, Orión o Leo, que también tienen importancia en esta religión, se sitúan en la trayectoria del sol en los equinoccios y solsticios de la época. Además, según los autores, la Luna, aunque tendría un papel secundario, en su fase de luna llena pudo haber iluminado el rostro de Mitra en las noches próximas a los equinoccios.
El edificio sufrió tres fases de reformas que le dieron nuevas funciones
 más acordes con el contexto de la necrópolis.

Cuatro fases de reformas

Aparte de la ventana, la arquitectura del edificio original presenta analogías con otras construcciones mitraicas. 

Carrasco explica que es “una estructura subterránea, con un aula dividida en tres naves y encabezada por una capilla o altar iluminada por la ventana. La presencia de una fuente es también muy significativa ya que está presente de manera común en los mitreos”.

Según los autores, tras su etapa como templo mitraico, el edificio sufrió tres fases de reformas que le dieron nuevas funciones más acordes con el contexto de la necrópolis. Se construyó una cámara funeraria y más tarde se eliminó la cubierta dejando patios abiertos. Finalmente se llenó con escombros y se utilizó como lugar de enterramientos.

Sin embargo, hay ciertas objeciones a la teoría de que fue un templo mitraico ya que se encuentra en una necrópolis, contexto poco común en los edificios dedicados a este culto, que suelen estar en ámbitos domésticos, urbanos o rurales. “Un caso muy parecido es el de Sutri (Italia) donde el mitreo está ubicado a las afueras. El de Carmona está en un espacio plurifuncional, al lado de la Vía Augusta que unía Cádiz con Roma, próximo al anfiteatro y al circo, por lo que su ubicación no debe ser considerada una objeción”, opina Jiménez.