google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Murcia
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25 de mayo de 2012

Arqueólogos sacan a la luz restos romanos y musulmanes en el centro de Lorca (Murcia)

Este solar de Lorca está calificado como de grado de protección A y de máximo riesgo arqueológico desde cota cero, es decir, desde nivel de calle, con lo cual será la primera vez que se sacará a la luz toda la serie estratigráfica de la zona.
Trabajos de excavación en el solar de la Fundación Santo Domingo
en Lorca (Murcia).
La empresa Gaia Arqueología, con sede en la Asociación de Jóvenes Empresarios de Cartagena y su Comarca (AJE), está excavando actualmente el solar colindante a la Iglesia de Santo Domingo, de Lorca, donde en un futuro próximo estará instalada la nueva sede de la Fundación Santo Domingo, con lo que se ha convertido en la primera empresa arqueológica ajena a Lorca que excava en esta ciudad tras el terremoto de mayo de 2011.

Gaia excava este solar, que es de grado de protección A y máximo riesgo arqueológico desde cota cero, es decir, desde nivel de calle, con lo cual será la primera vez que se sacará a la luz toda la serie estratigráfica de la zona.

No obstante, ya en apenas 60 centímetros de excavación se han encontrado restos que pertenecen a material islámico mezclado con romano, según fuentes de la empresa.

En opinión del gerente de Gaia, Santiago García Lorca, "ya hubo otras excavaciones en los años 90 donde se encontraron desde restos de época romana alto imperial, Siglo I D.C, hasta época argárica y Edad del Bronce, con lo que encontraremos esos mismo materiales".

Además, asegura que "se pretende bajar unos seis metros de profundidad, ya que la Fundación Santo Domingo quiere hacer en su nueva sede unos columbarios para poder guardar los restos de los cofrades del Paso Blanco".

Otra singularidad que tiene Gaia Arqueología es que ha formado a sus propios técnicos a través de cursos realizados en AJE Cartagena, de donde ahora ha seleccionado el personal para la excavación de Lorca.

Los cursos han sido principalmente de 'arqueomática', o lo que es lo mismo, de informática aplicada a la arqueología, de "donde se han sacado a los dos técnicos auxiliares que hemos empleado en Lorca", ha explicado García.

(Fuente: La Información)

28 de enero de 2012

Preparados los trabajos para proteger Medina Siyâsa (Murcia)

«Siyâsa es, tras Murcia y Lorca, la tercera ciudad islámica medieval en importancia de las que ocuparon en el territorio que hoy es la Región», lo afirma Joaquín Salmerón, codirector de la excavación de Medina Siyâsa y director del museo, que lleva ligado a este pedazo de historia desde las primeras excavaciones científicas a cargo de Julio Navarro, a mediados de la década de los ochenta. Doce hectáreas y media de terreno cargadas de información y sobre las que se extendían las estrechas calles y adarves que conformaban el complejo y planificado entramado de esta ciudad levantada sobre la ladera del cerro del Castillo, entre la antigua fortaleza y el barranco con caída libre a la vega del Segura.
Yacimiento de Medina Siyasa. Foto Guillermo Carrión
Casi todo por hacer
Dos barrios de una ciudad fortificada, que exigió una planificación urbanística que permitiera ir salvando el desnivel del terreno, aterrazándolo, para que la ciudad fuera creciendo; que estuvo dotada de canalizaciones para evacuar las aguas residuales y de pozos negros para almacenar las aguas fecales. Apenas se conoce un 2,42%, 19 casas de las 780 viviendas, además de zocos, cementerios, murallas y mezquitas que los especialistas calculan que hay en el poblado. En definitiva, casi todo está por hacer y durante dos décadas casi no se ha avanzado en su estudio ni se ha trabajado en su conservación y restauración, salvo en intervenciones de urgencia o en los campos de trabajo de verano, que en 2010 llegaron a su fin.
Tanto es así que, pese a que en diciembre de 2008, la Consejería de Cultura concedió una subvención de 1,7 millones de euros al Consorcio Turístico Desfiladero de Almadenes para la Restauración Integral del Yacimiento de Siyâsa -1,2 lo aportaba Cultura y 500.000 el Ayuntamiento-, todo permanecía parado pese a estar redactado el proyecto.
Hace ya un año que Juan Soria asumió la gerencia de la parte correspondiente a Siyâsa en el Consorcio y trató de revitalizar la recuperación, que ya contaba con el proyecto de Francisco Javier López. «A finales de 2010, nos reunimos con los técnicos responsables de la Consejería de Cultura en el yacimiento para definir cómo se llevaría a cabo la cubrición y se iniciaron los trámites necesarios», cuenta Soria que, como el director general de Turismo, Enrique Ujaldón, alega reparos técnicos y cuestiones arqueológicas para justificar la demora de cuatro años en iniciar unos trabajos que hubieran evitado parte del deterioro que los agentes atmosféricos han causado en este BIC.
Los muros de las casas milenarias de Siyâsa salieron de la tierra con unos imponentes alzados de hasta 3 metros -ahora muchos no alcanza el metro y medio- y la tierra también dejó al descubierto cientos de arcos y yeserías de la arquitectura doméstica. Esas paredes, enlucidas y relucientes cuando se excavaron en los años 80, hoy se desmoronan sobre sí mismas, han perdido el recubrimiento y las plantas echan raíces a sus anchas. La manzana de Siyâsa descubierta está en peligro ‘de muerte’, como afirmaban hace un año para ‘La Verdad’ expertos internacionales en arqueología andalusí.
Pero la solución empieza a vislumbrarse. La Dirección General de Bienes Culturales ha dado por fin el visto bueno al proyecto, subsanados todos los reparos, según confirman desde la Consejería, y en unas semanas saldrán a licitación las obras para cubrir la casa 6, una de las reproducidas en el Museo Siyâsa.
«Ahora estamos preparando el pliego para sacar a concurso estas obras y los arquitectos están redactando el proyecto para instalar un sistema de vigilancia por cámaras en el yacimiento, el recercado de la zona excavada de Siyâsa y cubrir el resto del yacimiento con geotextil para frenar el deterioro», comenta Soria, que confía que en el plazo de dos meses hayan comenzado, al fin, las obras y que «poco a poco se pueda musealizar y continuar excavando», confía Juan Soria. «La idea es que los dos proyectos se solapen», añade. ¿Y cuando se extinga el Consorcio (la fecha marcada es el 31 de marzo)? «El Ayuntamiento se hará cargo de los trabajos merced a un convenio plurianual firmado con Cultura, en el que las aportaciones se prolongan hasta 2015», informan desde la Consejería.
Según el concejal de Turismo, Matías Ríos, área para la que Siyâsa y su museo son estratégicos, «estas primeras obras son un proyecto piloto para extenderlo al resto del yacimiento». El coste de la primera intervención es de 170.000 euros y el importe total de las cuatro intervenciones que el Consorcio ya ha iniciado será de 362.000 euros.

28 de octubre de 2011

Declarado BIC el yacimiento argárico de Barranco del Asno (Murcia)


El yacimiento Barranco del Asno se corresponde con un asentamiento de la Edad de Bronce, perteneciente a la Cultura Argárica y encuadrado cronológicamente entre el 2.200-1.500 A.C. Son ya más de 15 los yacimientos arqueológicos catalogados como Bienes de Interés Cultural en la localidad durante los últimos meses. 
Vista del yacimiento de Barranco del Asno
El yacimiento arqueológico Barranco del Asno en Puerto Lumbreras ha sido declarado Bien de Interés Cultural por la dirección general de Bienes Culturales de la Región de Murcia. Concretamente, el yacimiento se corresponde con un asentamiento en llano de la Edad de Bronce, perteneciente a la Cultura Argárica y encuadrado cronológicamente entre el 2.200-1.500 A.C.
La finalidad de la catalogación del yacimiento 'Barranco del Asno' es proteger y conservar el patrimonio arqueológico de la localidad. Según la concejala de Cultura y Turismo, Maribel Martínez, "este tipo de yacimientos ayudan a trasmitir la historia de la localidad en diversas épocas, y con este son ya más de 15 los yacimientos declarados Bienes de Interés Cultural en la localidad durante el último año".
De este modo, el yacimiento arqueológico se emplaza en el piedemonte de un relieve montañoso perteneciente al límite de la vertiente oriental de la sierra de las Estancias, 4 kilómetros al suroeste del núcleo de población de Puerto Lumbreras.
En el año 1999 queda recogida la delimitación del área arqueológica en el catálogo de yacimientos de la Carta Arqueológica de Puerto Lumbreras. En estos trabajos de prospección se documentaron fragmentos cerámicos, así como restos de una estructura que podría formar parte de una muralla.
Posteriormente, en el año 2006, el yacimiento fue estudiado nuevamente dentro de un trabajo global sobre la prehistoria de Puerto Lumbreras. Destacan el hallazgo de dos tumbas de clara filiación argárica: la primera, en unas parcelas de cultivos, junto a las casas localizadas al suroeste del yacimiento, se trataba de un enterramiento en cista, en cuyo interior se localizaron restos óseos y tres vasos cerámicos. La segunda constaba de una urna con tapadera en cuyo interior se hallaron también restos óseos.
En cuanto a los restos materiales, las cerámicas están representadas por producciones de factura tosca y la superficie exterior alisada. Tras la catalogación de este yacimiento, la dirección general de Bienes Culturales en colaboración con el Ayuntamiento de Puerto Lumbreras continúa trabajado en otros expedientes para proteger diversos yacimientos arqueológicos prehistóricos en la localidad.
En este sentido, el concejala de Cultura y Turismo, Maribel Martínez, ha señalado que "durante los últimos meses son ya más de 15 los yacimientos declarados Bienes de Interés Cultural en la localidad". Entre los yacimientos recientemente protegidos destacan Peña Blanca, la Cueva del Rayo, o el Aljibe de Poveda que pertenece a época romana.
(Fuente: Murcia.com)

29 de agosto de 2011

Miedo y vértigo en el edén del "Rey Lobo" en Monteagudo (Murcia)

Nada, excepto una mezcla de despreocupación y falta de conciencia, podría justificar el desinterés de las administraciones y de la ciudadanía murciana por el cerro de Monteagudo, cuyo claro abandono provoca tanta indiferencia como vergüenza. ¿Alguien podría concebir Almería sin su Alcazaba, Zaragoza sin su Aljafería, Córdoba sin Medina Azahara o Granada sin su Alhambra? Probablemente no. Murcia tampoco puede entenderse sin el complejo arqueológico de Monteagudo, donde confluyen todas las culturas que han ocupado la vega del río Segura desde la remota Prehistoria.
El "Rey Lobo" estableció la capital de su taifa en Monteagudo (Murcia).
Asentamientos argáricos, necrópolis ibéricas, calzadas romanas, atalayas árabes... Estas escarpadas laderas, a solo 5 kilómetros de Murcia, no dejan de aportar información sobre los orígenes, la evolución y los modos de vida de antiguos pobladores, algo que asombra tanto a la comunidad científica como la inacción para iniciar su recuperación y puesta en valor. ¿Qué ocurre en Murcia?, ¿por qué se consiente esa insensibilidad?
Los estudiosos del arte islámico dedican capítulos en sus manuales a las fortalezas de Monteagudo, declaradas Monumento Nacional en 1931 y construidas a lo largo del siglo XII por Ibn Mardanis, apodado el Rey Lobo, el personaje que permitió que Murcia entrase por la puerta grande en la historia, estableciendo la capital de Al-Andalus en su pequeño reino de taifas. Ibn Mardanis gobernó Murcia entre 1147 y 1172 y convirtió el entorno de Monteagudo en un paraíso seguro con tres poderosas edificaciones abrazadas por sotos donde, según los cronistas de la época, solo se podía caminar bajo la sombra de los árboles, por huertos donde nada más disturbaba el trinar de pájaros y acequias por donde corrían las aguas hasta las puertas de la medina de Mursiya. El castillo de Monteagudo, en lo alto de la montaña, coronada en el siglo XX con la imagen del Sagrado Corazón, formaba parte de la línea de fortines que protegía el próspero feudo y cumplía estrictamente funciones militares, como la cercana almunia de Larache. El Castillejo o Qasr ibn Sa'd, palacio de planta rectangular protegido por fuertes torreones y organizado en torno a un patio interior con dos albercas, era la quinta de recreo del rey, un oasis donde la vegetación y el agua evocaban ese puro lugar de reposo que en el Corán se asocia al jardín del Edén.
Ibn Mardanish, el "Rey Lobo" gobernó su taifa
 entre 1147 y 1172.


Desgraciadamente, el misticismo del lugar es hoy un espejismo. De nada ha servido que los monumentos sean estudiados en los libros y en los museos, ni tampoco que fueran protegidos en papel. Las noticias de depredaciones arqueológicas en estos cabezos son antiguas, como denunció Ana María Muñoz Amilibia, impulsora de la arqueología en la Región, cuando descubrió un lote de esculturas ibéricas en bancales cercanos. Ciertamente, aquel entorno idílico concebido por Ibn Mardanis, brillante promotor de Murcia como región independiente, es, como tantas otras cosas en esta ciudad que quiere vivir del turismo, un referente popular, pero poco más. Visitar hoy el castillo de Monteagudo es una peligrosa decisión, pues los accesos llevan más de un lustro abandonados a su suerte, la misma que ha de tener el turista que se aventure por escaleras sin barandillas y pasarelas sin apenas sujeción a las piedras. Ni un solo cartel orienta o previene al visitante, que ha de ascender pendiente de no precipitarse a cada paso y sin posibilidad de disfrutar del panorama.
La reciente polémica por la retirada del Cristo ha desviado la atención sobre la conservación de un entorno que ejerce por sí solo, sin ninguna publicidad institucional, un poder de atracción sobre el turismo. A diario suben decenas de personas al castillo, aunque muchos vecinos desaconsejan la ruta tras el accidente de un francés que se despeñó en 2007 cuando se disponía a hacer una fotografía.
Castillo de Ibn Mardanish en Monteagudo (Murcia).
Aunque es voluntad del consorcio turístico 'Murcia, cruce de caminos' recuperar el entorno, lo cierto es que, hasta la fecha, ninguna de las tres administraciones -el Estado es propietario del castillo de Monteagudo, Larache es de la Comunidad y el Ayuntamiento aún no ha expropiado El Castillejo, que es de un particular- ha sido capaz de aunar esfuerzos para potenciar este espacio, ni siquiera como un potencial yacimiento de empleo, una alternativa más que posible en tiempos de crisis con la que se matarían, de golpe, dos pájaros de un tiro.
(Fuente: La Verdad/Manuel Madrid)

31 de julio de 2011

Sacan a la luz nuevos elementos del 'castellum' en el Cerro de la Fuente en Caravaca (Murcia)

Testigos de una guerra fratricida. Las piedras que hace más de 2.000 años formaban parte de la muralla y de las torres del castillo romano del Cerro de la Fuente, en Archivel pedanía de Caravaca de la Cruz, van quedando al descubierto permitiendo nuevas interpretaciones sobre la única construcción fortificada de la península, y que fue escenario de las guerras civiles entre Pompeyo Magno y Julio César.
Trabajos en el castro fortificado de "Cerro de la Fuente".
La importancia de este yacimiento ha ido quedando patente a lo largo de las campañas de excavaciones que se iniciaron en la zona hace más de una década, cuando se llevaban a cabo obras de acondicionamiento de un mirador en lo alto del cerro que preside esta pedanía caravaqueña ,y desde donde se puede contemplar buena parte del municipio.
Desde hace unos días se está llevando a cabo una nueva campaña de excavaciones bajo la dirección de Francisco Brotons Yagüe, arqueólogo municipal, que cuenta con la participación de diez voluntarios que trabajarán en el yacimiento durante un par de semanas.
Los trabajos se centran en el sector de la puerta del 'castellum' y en una zona ubicada junto a la muralla en el sector Este del recinto, y cerca de un portillo que ya fue descubierto en la campaña de excavaciones del campo de trabajo internacional del año pasado. En esta zona se excavan estructuras del siglo IX que se levantaron sobre las ruinas del castillo romano.
Las últimas campañas de excavación han permitido localizar y delimitar un conjunto de estructuras que muestran la planificación original del ingreso y una modificación estructural que debió servir para reforzar la puerta antes de la destrucción del 'castellum', llevada a cabo por doscientos legionarios. Desde hace unos años también están identificados otros elementos de defensa pasiva, como un sólido antemuro de piedra, y un 'titulum' que que cerraba el paso a las armas.
(Fuente: La Verdad)

27 de julio de 2011

Sale a la luz en Begastri la puerta romana más monumental de Murcia

Arqueólogos han podido constatar que una de las entradas el yacimiento de Begastri, en el municipio de Cehegín, es la puerta romana más monumental que existe en la Región de Murcia, según informaron fuentes del Ayuntamiento del municipio en un comunicado.
La ciudad romana de Begastri debió sufrir un incendio devastador.
Los concejales de Cultura y Turismo, Francisco Abril y Nicolás del Toro, respectivamente, han visitado la ciudad tardorromano-visigoda de Begastri, acompañados por los directores de la excavación, Francisco Peñalver y José Antonio Zapata, quienes han explicado la evolución de las excavaciones que se están llevando a cabo en el yacimiento.
En alrededor de 300 metros cuadrados de terreno excavado, la ciudad ha mostrado parte de su trazado urbano, en el que destacan enormes murallas, edificios monumentales, calles empedradas y una red de alcantarillado, además de aparecer numerosa cerámica y utensilios, "los cuales estaban totalmente calcinados, debido a un gran incendio que debió sufrir Begastri", según Peñalver.
La Universidad de Murcia ha vuelto a enviar de nuevo a una remesa de alumnos para que sigan formándose, a la vez que excavan este yacimiento, y contribuyen así a la definitiva apertura al público de Begastri, "que tendrá lugar a partir del mes de octubre de este año, todos los fines de semana", según ha asegurado el concejal de Turismo.
Por su parte, Nicolás del Toro ha desvelado que "junto a estos trabajos, un grupo de geólogos se encuentra realizando una 'radiografía' en 3D del terreno de la acrópolis, que mostrará las estructuras enterradas, lo que permitirá avanzar mucho en las posteriores excavaciones".
(Fuente: Qué)

5 de junio de 2011

La ciudad árabe de Medina Siyäsa: olvido y abandono en Murcia

Los restos de la esplendorosa ciudad medieval de Medina Siyâsa, en Cieza (Murcia) que según los expertos es el despoblado islámico más importante de Europa occidental, pasan por su peor momento desde que fueran descubiertos accidentalmente en 1982 en el transcurso de unas excavaciones que una empresa realizó en la zona en busca de petróleo.  
Aspecto actual de las ruinas de Medina Siyäsa.

Merecidamente, el asentamiento andalusí encabeza el catálogo de vestigios musulmanes de su época dentro de la Península Ibérica. Sin embargo, los trabajos que la Comunidad Autónoma murciana ha realizado en más de 20 años se limitan a pequeños parcheos realizados, en su mayoría, por estudiantes subvencionados por la Unión Europea. 

Para observar el franco deterioro por el que atraviesan estas ruinas, basta con ascender hasta la ladera del cerro del castillo de La Atalaya de Cieza para hacerse eco de un aparente estado de abandono en su conservación. Derrumbes y matorrales crecidos ofrecen una imagen deplorable, que debiera ser subsanada con inmediatez por respeto a la joya del vasto legado histórico ciezano y cuyo pecado capital radica, al parecer, en que no se sitúe en otras latitudes regionales mejor miradas por la Administración.  
  • Medina Siyäsa llegó a tener casi 800 viviendas y 4.000 habitantes
Desde hace varios años, debido al lamentable estado de conservación de Siyâsa, las visitas se circunscriben sólo al tránsito por las calles e interior de la casa número 6 de las excavadas, y que es la mejor consolidada. Las visitas sólo se pueden realizar previa solicitud en la Oficina de Turismo o en el Museo de Siyâsa (del 1 de octubre al 30 de junio). Las solicitudes se hacen por grupos. Las personas individuales deben apuntarse en una lista en la Oficina de Turismo y cuando la misma forma un grupo de número suficiente se les avisa para realizar la visita, generalmente en sábado por la mañana.

La lluvia y el viento, implacables
El yacimiento sólo se ha excavado, en los últimos siete años, en espacios de calle cuyo suelo es de tierra y las paredes son de mampostería y no están finamente enlucidas. De esta manera se evita el deterioro de la exposición a los agentes meteorológicos de pavimentos o paredes de viviendas.

Las viviendas, excavadas entre 1982 y 1988, bajo la dirección de Julio Navarro, sufren continuos deterioros por las lluvias y el viento, así como puntualmente por las personas que se internan en la zona excavada del yacimiento a través de una valla deteriorada que permite el acceso fácil de visitas incontroladas. 

El pisoteado de los muros (muchos de ellos de tierra) hace gran daño al yacimiento. Afortunadamente, la labor de concienciación ciudadana realizada durante las visitas guiadas ha puesto fin a los ataques vandálicos que no se han repetido en el yacimiento y que tumbó muros y registró grafitis en las paredes de las ruinas.

Se tiene previsto, en el proyecto presentado por el arquitecto Francisco Javier López al Consorcio de los Almadenes, cubrir dos de las viviendas para evitar el avance de su deterioro pero no tenemos noticias de cuándo darán comienzo las obras ni si se consolidará el resto de espacio.

9 de abril de 2011

El tesoro de la necrópolis íbera de El Verdolay (Murcia)

En las excavaciones, cuya memoria está sin publicar, hallaron 609 enterramientos y decenas de objetos religiosos y de ajuar
A principios de los años 30, Augusto Fernández de Avilés se percata de que en la inmediaciones del convento de Santa Catalina del Monte y de la ermita de San Antonio el Pobre, en La Alberca, hay un tesoro. En ese momento era director del Museo Arqueológico Provincial de Murcia. Muchos habían paseado o practicado el senderismo por ese lugar, pero Augusto fue el primero en darse cuenta de que bajo sus pies se escondía la mayor necrópolis ibérica de España.
Museo Arqueológico de Murcia.
Tras las prospecciones y las gestiones necesarias, las excavaciones sistemáticas comienzan en 1935 de la mano de Fernández de Avilés y de Cayetano de Mergelina, recuerda José Miguel García, director del Museo de la Universidad de Murcia y estudioso del yacimiento del Cabecico del Tesoro, que contiene la mayor necrópolis de la cultura ibérica de la Península.
En ese paraje de El Verdolay, que tanto sirvió a las familias murcianas de antaño para disfrutar de sus vacaciones veraniegas, se escondía todo un poblado íbero. «Era una sociedad protohistórica que vivió desde el 500 A. C. hasta la romanización» -sitúa José Miguel García-. Estaban asentados, ya que tenían comercio, agricultura, ganadería, cerámica torno y santuarios. Aquí tenían su poblado». La cultura ibérica se desarrolla por la influencia de pueblos colonizadores del Mediterráneo Oriental. «Era una sociedad muy agraria», sentencia José Miguel. «En esta época -prosigue- la mujer hacía prácticamente los mismos trabajos que el hombre. Estamos hablando de una sociedad agrícola y ganadera. Uno de los grandes problemas que tenían era que no había agua cerca, por lo que estaban obligados ir a por el agua andando muchos kilómetros. Aunque tenían su propio comercio, llevaban una vida muy dura». Los íberos habitaban unos poblados cuyo esquema político giraba en torno a una figura patriarcal. También encontramos diferencias de clases. «Por poner un ejemplo, las familias que tenían dinero, colocaban una escultura encima del enterramiento de su familiar para que quedara clara su posición social en el núcleo», descubre el estudioso.
Gratiniano, el excavador
Sin embargo, este poblado, según palabras del director del museo de la UMU, se ha conservado muy mal. La desidia ha ido de la mano del yacimiento. En estos momentos, el único resto que pueden visitar los ciudadanos es el del santuario de La Luz, pegado al Centro de La Luz, en El Valle. De momento, no podemos disfrutar de la necrópolis. «Es la más importante porque es la más extensa y la de materiales más ricos. Ha tenido la desgracia de no ser publicada nunca como tal. El principal excavador fue Gratiniano Nieto Gallo pero nunca llegó a publicar la memoria. Aunque hemos hecho muchos estudios parciales, nunca se ha publicado», lamenta José Miguel, que en los 80 quiso remediarlo.
La dama de El Verdolay.
Convencido de que el momento de publicar la memoria había llegado, el director del Museo de la UMU llevó a cabo un proceso de investigación para ver cómo eran las tumbas o para estudiar los restos óseos, que antes no se estudiaban. La investigación de José Miguel comenzó en 1989 y acabó en 1993. «Conocí al profesor Nieto en una conferencia y le pregunté si pensaba que allí quedaba algo. Como desde pequeño iba a El Verdolay, tenía controlado el perfil en el que ellos habían dejado de excavar. En cinco campañas, financiadas por la Comunidad Autónoma, saqué 12 enterramientos que nos han servido para conocer el tipo de tumbas o para ver ajuares», comenta José Miguel, que asegura que su memoria ya está escrita «pero que aún tiene que ser publicada».
Aunque Gratiniano Nieto encontró la mayoría de los restos, el director del Museo de la UMU no cejó en su empeño. «Nos encontramos con el problema de que el límite del cementerio se encuentra en espacio protegido de El Valle, pero con el permiso pudimos excavar y encontrar varios tesoros», asegura.
Gracias al trabajo de todos estos arqueólogos se pudo descubrir la necrópolis ibérica más importante de España. Un cementerio histórico donde los íberos daban descanso a sus iguales. «Cuando morían quemaban el cuerpo en una pira de dos metros, con sus armas. Tras esto, lo llevaban a la necrópolis. Allí se abría una fosa de un metro o metro y medio de longitud y se echaban los restos óseos con todo el ajuar funerario (broches, collares u otros complementos)», detalla con esmero José Miguel.
Uno de los datos que le dan tanta importancia al Cabecico del Tesoro es que allí se encontraron 609 enterramientos descubiertos de manera científica. La segunda razón es que cubre prácticamente todo el desarrollo de la cultura ibérica del sureste peninsular desde el 420 A. C. hasta aproximadamente el 90 ó 100 antes de Cristo. «Gracias a este yacimiento -anota el experto- podemos conocer toda la evolución de la cerámica, de las costumbres, del armamento e incluso de los productos de importación que venían de Grecia o de Italia».
Los íberos eran un pueblo detallista en cuanto a las decoraciones, en algunos casos extremadamente realistas. «En el Cabecico del Tesoro encontramos ajuares tardíos con las decoraciones zoomorfas y citomorfas. Son cerámicas más vistosas, con otras formas. El Verdolay te permite controlar la cultura íbera a través de la necrópolis».
«Es posible que quede algo»
Después de casi 40 años del hallazgo de la necrópolis más importante de la cultura ibera en España, no se esperan grandes novedades en la zona. «Tras las investigaciones, si queda algún enterramiento será muy suelto, ya que en nuestras últimas excavaciones en el monte, nos salía la roca de base en varias de las cuadrículas que hicimos. Es posible que haya quedado alguno sin desenterrar pero sería muy raro que el quedara fuera de la importancia del que se encontró», sospecha el director del Museo de la UMU que cree que es muy importante «haber conservado perfectamente todos los ajuares de los enterramientos».
Santuario íbero de La Luz.
Algunos de los restos del yacimiento del Cabecico del Tesoro reposan en el Museo Arqueológico de Murcia, como la Arpista de Terracota, la Dama de El Verdolay o el Kalathos de la tumba 500, entre otros. Una joya histórica enmarcada en uno de los paraísos naturales más antiguos y ricos de Murcia. En él podremos saber más de nuestros antepasados y conocer cómo se vivía en esa época. Un tesoro, que no todo el mundo conoce, pero que tenemos a un paso.
(Fuente: La Verdad)

19 de febrero de 2011

El yacimiento de San Esteban en Murcia, ya es Bien de Interés Cultural

El Consejo de Gobierno aprobó ayer la declaración de BIC con categoría de Zona Arqueológica

El Ejecutivo regional murciano declaró ayer en Consejo de Gobierno Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Zona Arqueológica a los restos correspondientes al yacimiento ubicado en el jardín de San Esteban de Murcia, según informó ayer su gabinete de prensa en un comunicado.
Yacimiento de San Esteban en Murcia.
Los restos arqueológicos pertenecen a una ocupación de finales del siglo XI, cuyo desarrollo progresivo alcanzó su mayor densidad dos siglos más tarde, tal y como añade la fuente. El crecimiento demográfico que experimentó la zona propició la expansión del área urbana en este arrabal, denominado como Arrixaca Nueva, que en origen constituía, según los estudios, un espacio formado por grandes residencias y áreas de jardines y huertos.

El conjunto muestra la trama urbana del antiguo arrabal y los modelos característicos islámicos. Hasta el momento se han registrado unas sesenta viviendas y una serie de recintos con patio central de mayores dimensiones conectados con una red de calles con trazado ortogonal.

Esta declaración como Bien de Interés Cultural cuenta con los informes favorables de la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca, de la Real Academia Alfonso X el Sabio y del Colegio de Arquitectos.
(Fuente: EFE)

28 de julio de 2010

Extraen en Murcia el mayor cargamento de marfil de un barco fenicio

Un navío del año 620 antes de Cristo que alberga el mayor cargamento de colmillos de elefante hallado de esa época fenicia, está siendo recuperado por investigadores de 11 países de las aguas de la isla Grosa de San Javier (Murcia).
Del pecio, hundido a unos 20 metros de profundidad, se han extraído hasta el momento 20 colmillos completos de elefante norteafricano y más de 25 fragmentados, muchos de ellos con inscripciones fenicias, según ha explicado el arqueólogo Juan Pinedo, codirector del proyecto junto al estadounidense Mark E. Polzer.
"No existe un yacimiento tan antiguo como este con esta cantidad de colmillos de marfil", ha señalado Pinedo, que precisa que el navío tiene una eslora de unos 20 metros, "bastante mayor" que la de los varios pecios hallados en aguas del también murciano Puerto de Mazarrón.

La campaña de restauración, patrocinada por la National Geographic Society y en la que colabora el Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena, se lleva a cabo en el yacimiento conocido como Bajo de la Campana, donde se encuentran los restos de otros tres navíos, uno de época moderna y dos de la romana.
El proyecto, fruto de un acuerdo de colaboración entre el Ministerio de Cultura y el Instituto Náutico de Arqueología de la Universidad A & M, de Texas (EEEU), comenzó en 2007 con la participación de especialistas de Australia, Turquía, Nueva Zelanda, Reino Unido, Grecia, Suecia, Francia, Holanda, Italia y España.
Junto a los colmillos encontrado en el pecio fenicio, han aparecido también lingotes de estaño y cobre, nódulos de galena argentífera y una muestra completa de cerámica fenicia del siglo VII antes de Cristo.
También se han recuperado algunos elementos suntuarios destinados a comerciar con las élites locales del momento, como un pedestal de piedra decorado, piezas de bronce de una posible cama de marfil, un mango de cuchillo del mismo material, varias piezas de ámbar y numerosos peines de madera.
Más allá del valor material de los elementos recuperados, Pinedo ha destacado que el hallazgo va a ofrecer una idea muy certera del funcionamiento de las relaciones comerciales del pueblo fenicio.
"Vamos a poder descifrar cuestiones que intuíamos por los textos, pero que ahora se van a poder demostrar claramente", ha asegurado.
Respecto a las perspectivas de futuro, los investigadores tienen trabajo por delante, ya que hasta el momento se ha documentado sólo una parte mínima del yacimiento.
El yacimiento fue descubierto en la década de los 50 del pasado siglo por unos buceadores que se dedicaban a extraer del fondo marino la chatarra de los numerosos barcos que naufragaron en esta zona del Mediterráneo.
En los años 70, el Patronato de Arqueología de Cartagena realizó diversas campañas arqueológicas que documentaron la existencia de 13 colmillos de elefante con inscripciones fenicias.
El lugar de los trabajos ha sido visitado hoy por el delegado del Gobierno en la región de Murcia, Rafael González Tovar, y la alcaldesa de San Javier, Josefa García Hernández, quien ha anunciado que en agosto próximo se inaugurará un pequeño centro de interpretación en La Manga de Mar Menor.
Allí se explicarán los hallazgos que se han ido produciendo, con el objetivo de potenciar el conocimiento y la protección de este tipo de yacimientos. (Fuente: EFE)

26 de julio de 2010

Un sarcófago y toneladas de oro sepultados en el litoral español: "Beatriz" y "Sussex" son los navío más buscados en en el paraíso mundial de la arqueología subacuática

Poco imaginaban en el antiguo imperio egipcio que la momia del faraón Micerino, cuya imponente pirámide fue la tercera levantada en la meseta de Gizeh durante la IV Dinastía, terminaría descansando a miles de kilómetros y en el fondo del mar. Su sarcófago de basalto, de 2,6 metros de largo, se encuentra frente a las costas murcianas, en las tripas de un barco llamado Beatriz. Su descubridor en 1837, el británico Howard Vyse, pretendió llevar el valioso tesoro hasta el Museo Británico para abrirlo allí y convertir a Londres en la capital del mundo arqueológico, en dura pugna con alemanes y franceses. Pero no todo salió a gusto de Vyse y hoy centenares de cazatesoros, arqueólogos y curiosos siguen la pista de Micerino por Cartagena. 

La historia del Beatriz y de su momia es una de las muchas que existen en torno a la arqueología subacuática, disciplina a caballo entre la historia, el arte y el negocio en la que el litoral español es uno de los paraísos más apreciados y también más expoliados del mundo. 'Entre el 85% y el 90% de los yacimientos registrados han sido dañados por los cazatesoros', calcula Javier Noriega, uno de los componentes del grupo Nerea, empresa especializada en arqueología marina que surge de la Universidad de Málaga. Su empeño, y el de sus diez compañeros, es proteger el legado histórico que pervive entre algas y arena. 


El número de naufragios en aguas españolas es una incógnita, según se ha puesto de manifiesto durante el congreso de arqueología subacuática celebrado el mes pasado en Gandía (Valencia). Está casi todo por descubrir en yacimientos clásicos -fenicios, romanos y griegos- y medievales. Y por seguridad, son contadas las autoridades que manejan un mapa sobre la localización de los pecios (restos de una nave naufragada) catalogados. 

La costa catalana, una de las que ha gozado de mayor rigor en la exploración, arroja más de 700 yacimientos. En Andalucía, por su parte, se afirma que entre Ayamonte (Huelva) y Tarifa (Cádiz) duermen los restos de más de 200 barcos cargados de tesoros por un valor aproximado de 115.000 millones de euros. 

El cementerio de galeones en que se convirtió el golfo de Cádiz a partir del siglo XVI acoge a uno de los buques más deseados, el Sussex. Bandera de la flota británica hasta 1694, se hundió hasta los 800 metros de profundidad tras una fuerte tormenta en el Estrecho. En el naufragio perdieron la vida 500 marineros y se fueron a pique nueve toneladas de oro. Su valoración depende de la fuente consultada: entre 1.000 millones y 4.000 millones de euros. 

Más allá del interés económico que mueve a Gobiernos y empresas, los especialistas han reiterado las inmersiones en aguas gaditanas en busca de restos de la batalla de Trafalgar, librada entre franceses, ingleses y españoles en octubre de 1805. 


La Unesco cataloga como yacimiento subacuático cualquier barco con más de un siglo bajo el mar. Javier Noriega, de Nerea, opina que debe protegerse cualquier nave hundida con valor histórico: '¿Un buque de la Guerra Civil no tiene valor arqueológico?', se pregunta el experto. 

Para este tipo de profesionales, tres son las principales amenazas que se ciernen sobre los restos de naufragios o batallas: expoliadores, obras civiles y el abandono de la Administración. 

Entre los arqueólogos existe quien defiende que los restos deben protegerse, estudiarse y dejarse donde los ancló el infortunio, sacando a la luz sólo los materiales metálicos (monedas, armas, etc.) y la cerámica. Una corriente contraria aboga por extraer también las estructuras de los navíos para exponerlos en museos. En lo que coinciden unos y otros es en la necesidad de legislación, inversión en tecnología e investigación y medidas para proteger el patrimonio que se esconde en las profundidades. 

'Wasa', del fondo marino a un museo tras el tesoro 
Más allá de las complicaciones técnicas de sacar un pecio a la superficie, el mantenimiento al aire libre de un barco naufragado es extremadamente complicado. Cada uno de los materiales que han sobrevivido bajo el agua debe ser tratado hasta su estabilización. 

Uno de los buques más célebres que tuvo un final fatal fue el sueco Wasa. Su naufragio ocurrió en 1628, en el mar Báltico, cuando acababa de ser botado. El Wasa fue sacado a flote en 1961 y hoy descansa en un museo levantado en torno a él, el Wasa de Estocolmo. Sus tablas precisaron años de tratamiento a base de polieliteno glicol, un producto ceroso que penetra muy despacio en la madera y sustituye al agua salada. 




España mantiene un acuerdo con la Unesco para la investigación de los restos de la batalla de Trafalgar, pero la voz del organismo es clara al desaconsejar que los yacimientos salgan del agua. Sólo en caso de peligro de robo o destrucción estaría de acuerdo en arrancar los tesoros del abismo. 


Tras el tesoro 
• Un detector de objetos mediante vibraciones de alta frecuencia y cámaras que aguanten la presión son los elementos fundamentales para localizar un yacimiento subacuático. Una vez encontrado, será fundamental para la investigación que haya permanecido oculto a piratas y curiosos. 

• La última gran operación de la Guardia Civil contra una banda de expoliadores fue culminada en mayo con la detención de siete personas. El cabecilla consultaba la ubicación de los naufragios en libros de historia. 

• La mayor firma cazatesoros del mundo tiene sede en Tampa (Florida), se llama Odyssey Marine Exploration y es bien conocida en España por su empeño en sacar el Sussex del Estrecho. La compañía cotiza en Bolsa con una capitalización de 145 millones de dólares.





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