El Museo Arqueológico de Osuna, en colaboración con la Asociación Turística Campiña Sierra Sur y un equipo de investigadores de la Universidad de Granada investigarán en el poblado turdetano de El Garrotal de Postigo.
El Museo Arqueológico de Osuna, en colaboración con la Asociación Turística Campiña Sierra Sur y un equipo de investigadores, ha puesto en marcha un nuevo proyecto de prospección arqueológica en la localidad sevillana. La iniciativa cuenta con un presupuesto de 24.000 euros, financiados gracias a una subvención de la Diputación de Sevilla por valor de 16.020 euros, además de aportaciones del Patronato de Arte (2.000 euros) y la Asociación de Amigos de los Museos (2.000 euros), la cooperativa Santa Teresa (500 euros) además, están pendientes de aportaciones de otras empresas aún no confirmadas y la propia Asociación Turística Campiña Sierra Sur, que completará el presupuesto. Asimismo, cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de Osuna.
Lorenzo Cascajosa, director del Museo Arqueológico de Osuna, ha explicado que su labor principal en el proyecto es la captación de fondos. Asimismo, ha destacado la importancia del proyecto desde una doble perspectiva: “El proyecto no es otra cosa sino parte de lo importante desde el punto de vista de investigación, lógicamente, que es lo que va a hacer el equipo. Ahí está la otra parte justificativa del turismo, si entendemos que poner en valor estos espacios y dar a conocer nuestro patrimonio a la gente de Osuna y al exterior es realmente importante para el turismo”.
El catedrático de Arqueología de la Universidad de Granada, Andrés María Adroher Auroux, también implicado en el proyecto, ha subrayado la relevancia del apoyo social: “Lo primero que quisiéramos es resaltar la extraordinaria colaboración de la sociedad civil en la figura de Lorenzo y todo lo que está consiguiendo, porque no es fácil que te encuentres en un proyecto de investigación con esas facilidades”.
Juan Antonio Pachón Romero, investigador jubilado de la Universidad de Granada, ha señalado la relevancia histórica del enclave elegido para el estudio: “En el sitio que estamos es quizás el más conocido de Osuna, es el Garrotal de Postigo, y aquí en 1903 se descubrió una muralla”.
Un estudio arqueológico
El proyecto se centrará en una prospección geofísica del terreno para determinar las posibles estructuras ocultas en el subsuelo sin necesidad de excavaciones iniciales. Según Andrés María, “nuestro primer objetivo es hacer una prospección geofísica, es decir, desde la superficie sin tocar nada, intentar leer qué es lo que nos dice el subsuelo, con las técnicas que hay hoy en día”.
Pachón Romero ha explicado que las excavaciones anteriores no pudieron determinar si tras la muralla existía un poblado: “Lo normal es que detrás de una muralla lo que haya es un poblado, pero aquellas excavaciones no descubrieron realmente si había o no había, no supieron determinar si había un poblado o no”.
El yacimiento estudiado podría corresponder a un asentamiento prerromano perteneciente a los turdetanos, un pueblo ibérico. Se sospecha la presencia de estructuras de hábitat y necrópolis. “Las probabilidades en arqueología son como un melón: hasta que no lo abres, no sabes ni cómo están las cosas, ni lo que realmente te vas a encontrar”, ha apuntado Andrés María.
El proyecto se centrará en una prospección geofísica del terreno para determinar las posibles estructuras ocultas en el subsuelo sin necesidad de excavaciones iniciales. Según Andrés María, “nuestro primer objetivo es hacer una prospección geofísica, es decir, desde la superficie sin tocar nada, intentar leer qué es lo que nos dice el subsuelo, con las técnicas que hay hoy en día”.
Pachón Romero ha explicado que las excavaciones anteriores no pudieron determinar si tras la muralla existía un poblado: “Lo normal es que detrás de una muralla lo que haya es un poblado, pero aquellas excavaciones no descubrieron realmente si había o no había, no supieron determinar si había un poblado o no”.
El yacimiento estudiado podría corresponder a un asentamiento prerromano perteneciente a los turdetanos, un pueblo ibérico. Se sospecha la presencia de estructuras de hábitat y necrópolis. “Las probabilidades en arqueología son como un melón: hasta que no lo abres, no sabes ni cómo están las cosas, ni lo que realmente te vas a encontrar”, ha apuntado Andrés María.
Proyecto educativo
El proyecto también tiene un componente educativo y de divulgación. Se pretende involucrar a la población local en el proceso arqueológico, permitiendo visitas durante la investigación.
Asimismo, se contempla la participación de colegios e institutos, con actividades que acerquen la investigación arqueológica a los más jóvenes. “El impacto social es muy superior cuando la gente joven se enamora un poco de lo que están haciendo”, se ha destacado.
Pachón Romero ha añadido la posibilidad de recuperar posibles nuevos hallazgos que quedarían aquí: “Una de nuestras pretensiones más voluntaristas es que esas esculturas pudiesen quedar en este mismo lugar o en el Museo de Osuna para que la visita fuera directa y se acompañara no solo viendo el yacimiento, sino luego poder visitar esas esculturas”.
El proyecto también tiene un componente educativo y de divulgación. Se pretende involucrar a la población local en el proceso arqueológico, permitiendo visitas durante la investigación.
Asimismo, se contempla la participación de colegios e institutos, con actividades que acerquen la investigación arqueológica a los más jóvenes. “El impacto social es muy superior cuando la gente joven se enamora un poco de lo que están haciendo”, se ha destacado.
Pachón Romero ha añadido la posibilidad de recuperar posibles nuevos hallazgos que quedarían aquí: “Una de nuestras pretensiones más voluntaristas es que esas esculturas pudiesen quedar en este mismo lugar o en el Museo de Osuna para que la visita fuera directa y se acompañara no solo viendo el yacimiento, sino luego poder visitar esas esculturas”.
Inicio de los trabajos
El calendario previsto para el inicio de las intervenciones apunta a septiembre u octubre de este año. “Ahora hay unos procesos administrativos un poco complicados, pero lo suyo se va a terminar aproximadamente entre septiembre y octubre”, ha indicado Andrés María. La decisión de evitar los meses de verano se debe tanto a la falta de actividad escolar como a las altas temperaturas, que dificultarían los trabajos.
Con este proyecto, Osuna da un paso más en la investigación y puesta en valor de su vasto patrimonio arqueológico, reforzando su atractivo turístico y su compromiso con la divulgación histórica.
El calendario previsto para el inicio de las intervenciones apunta a septiembre u octubre de este año. “Ahora hay unos procesos administrativos un poco complicados, pero lo suyo se va a terminar aproximadamente entre septiembre y octubre”, ha indicado Andrés María. La decisión de evitar los meses de verano se debe tanto a la falta de actividad escolar como a las altas temperaturas, que dificultarían los trabajos.
Con este proyecto, Osuna da un paso más en la investigación y puesta en valor de su vasto patrimonio arqueológico, reforzando su atractivo turístico y su compromiso con la divulgación histórica.
(Fuente: El Pespunte // Lucía Palop)
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