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14 de febrero de 2025

Hallan una tumba de inhumación en el patio del Parador de Turismo de Cangas de Onís

Las obras destinadas a la mejora del antiguo monasterio de Villanueva se iniciaron la semana pasada e incluyen control arqueológico
Tras el hallazgo se paralizaron los trabajos en el patio y se procedió a avisar al Servicio de Arqueología del Principado de Asturias.

Las obras que se realizan en el Parador de Cangas de Onís han propiciado una monumental sorpresa: una tumba de inhumación. "Las obras de conservación y puesta en valor en el Parador de Cangas de Onís se iniciaron el pasado 20 de enero en el patio del claustro. Durante las obras de desmontaje del suelo, realizadas con control arqueológico, se ha hallado una tumba de inhumación", ha señalado Turespaña, responsable de los trabajos, sobre la actuación que se está llevando a cabo en el Parador de Turismo "Monasterio de San Pedro de Villanueva", en Cangas de Onís.

"Tras el hallazgo se paralizaron los trabajos en el patio y se procedió a avisar al Servicio de Arqueología del Principado de Asturias, por parte de la empresa adjudicataria de la obra y su arqueólogo. Este realizó un informe previo sobre el hallazgo", añade, tras dar aviso a la Dirección General de Patrimonio Cultural del Principado y a la Oficina de Bienes Culturales del Arzobispado de Oviedo.

Este pasado lunes, día 10 de febrero, el técnico del Servicio de Arqueología del Principado de Asturias realizó "una primera visita para evaluar el hallazgo. Está prevista una segunda visita con el técnico del Servicio de Arqueología para ver el desarrollo de la documentación del hallazgo y decidir los siguientes pasos", puntualizan desde Turespaña.

Las obras en el histórico edificio de Cangas de Onís, financiadas con fondos europeos Next Generation del PRTR, están destinadas "a la mejora, conservación, restauración y puesta en valor del Parador, e incluye actuaciones en otros espacios, además del claustro en dónde se ha producido el hallazgo. De momento, se va a seguir realizando trabajos en otras zonas del Parador, siguiendo siempre las indicaciones de los técnicos y el Servicio de Arqueología", explica Turespaña.

La Gomera refuerza su patrimonio arqueológico con 31 nuevos yacimientos

Entre los hallazgos recientes destacan enclaves como El Roquillo de Chejenigue, La Boca de La Laguna de Abajo y La Cueva de Lapagague, que aportan datos clave sobre las culturas prehispánicas que habitaron la isla.
 Han sido incorporados 31 nuevos yacimientos al Inventario de Patrimonio Arqueológico Inmueble de La Gomera (IPAILG).

El Museo Arqueológico de La Gomera, dependiente del Cabildo de La Gomera, ha registrado importantes avances en la investigación y conservación del patrimonio arqueológico insular durante el año 2024. En total, han sido incorporados 31 nuevos yacimientos al Inventario de Patrimonio Arqueológico Inmueble de La Gomera (IPAILG), ampliando el conocimiento sobre la riqueza histórica de la isla y fortaleciendo su protección, tal y como explicó el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo.

Entre los hallazgos recientes destacan enclaves como El Roquillo de Chejenigue, La Boca de La Laguna de Abajo y La Cueva de Lapagague, que aportan datos clave sobre las culturas prehispánicas que habitaron la isla. "Estos descubrimientos nos permiten profundizar en la historia de nuestra isla y garantizan que podamos preservar su legado para las futuras generaciones", destacó Curbelo. Asimismo, apuntó que muchos de estos yacimientos han sido encontrados por agentes de la comunidad y vecinos y vecinas “que son conscientes de la importancia de nuestro patrimonio, y notifican estos hallazgos para su protección e investigación”.

Digitalización
En el marco de la digitalización del patrimonio, se seleccionaron siete yacimientos arqueológicos de la isla para su documentación y representación 3D mediante vuelos con dron. Este proyecto, financiado por la Unión Europea a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, permitirá mejorar la accesibilidad al conocimiento histórico y su difusión a través de plataformas digitales. "La tecnología es una herramienta clave para acercar nuestro patrimonio a un público más amplio y garantizar su conservación, democratizando así el acceso al conocimiento de la historia", subrayó la consejera de Patrimonio Histórico, Rosa Elena García.

Por otro lado, la afluencia de visitantes al Museo Arqueológico de La Gomera (MAG) reflejó tendencias significativas, mientras que el perfil del visitante continúa dominado por turistas internacionales, en su mayoría alemanes y británicos, especialmente entre los meses de septiembre y abril. En contraste, el turismo nacional y local adquiere mayor protagonismo durante los meses de verano.

El MAG también reforzó su oferta de visitas guiadas, con la participación de centros educativos, turistas y asociaciones culturales, sumando 365 visitantes en esta modalidad. Adicionalmente, un estudio preliminar reveló que el 48% de los residentes de San Sebastián encuestados desconocía la existencia del museo, lo que ha motivado nuevas estrategias para fomentar la participación de la comunidad insular en el conocimiento y difusión del patrimonio arqueológico. "Es fundamental que los gomeros conozcan y valoren su propia historia. Por ello, trabajamos en iniciativas que acerquen el museo a la ciudadanía y refuercen su papel como espacio de aprendizaje, como el Foro de los Museos, en cuya última edición más de 200 personas pudieron ser partícipes de actividades y charlas en torno al patrimonio arqueológico y etnográfico de la isla", añadió García.

Estos avances consolidan el compromiso del Cabildo de La Gomera con la investigación, conservación y divulgación del legado arqueológico de la isla, con la meta de acercar la historia gomera tanto a los visitantes como a la población.

Documentan indumentarias ceremoniales de la Edad del Cobre en el Tholos de Montelirio

Los materiales encontrados en Montelirio constituyen el mayor conjunto de cuentas perforadas jamás documentado en una sola tumba. Hasta el momento se han localizado unas 270,000 de estas cuentas de entre 2 y 5 milímetros de diámetro medio y realizadas de forma mayoritaria en conchas de moluscos marinos.
Los atuendos que vestían las mujeres enterradas en el tholos de Montelirio fueron confeccionados usando cuentas perforadas y, probablemente, fibra de lino para unirlas. US

Investigadores de la Universidad de Sevilla han liderado un estudio que ha analizado las cuentas perforadas que se descubrieron en el Tholos de Montelirio, parte del mega-sitio de la Edad del Cobre de Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán (Sevilla). Las conclusiones de su trabajo, publicadas en la revista Science Advances, destacan la importancia de las indumentarias ceremoniales y el simbolismo que éstas encerraban.

Los atuendos que vestían las mujeres enterradas en el tholos de Montelirio fueron confeccionados usando cuentas perforadas y, probablemente, fibra de lino para unirlas. Se trata de indumentarias ceremoniales que, al menos en dos casos, eran túnicas de cuerpo completo. Estas túnicas estuvieron además ornamentadas con colgantes elaborados en marfil y ámbar que representaban bellotas, aves y otros elementos no identificables. El estudio mediante datación radiocarbónica revela que estas indumentarias fueron manufacturadas en la misma época en la que se produjeron los enterramientos de Montelirio, entre los años 2800 y 2700 Antes de Nuestra Era (ANE).

Los materiales encontrados en Montelirio constituyen el mayor conjunto de cuentas perforadas jamás documentado en una sola tumba. Una cuantificación de la colección, actualmente conservada en el Museo Arqueológico de Sevilla, ha determinado que hasta el momento se han localizado unas 270,000 de estas cuentas. Este dato convierte a Montelirio en mayor colección de este tipo de objetos descubierta en todo el mundo.

Estas cuentas, de entre 2 y 5 milímetros de diámetro medio, fueron realizadas de forma mayoritaria en conchas de moluscos marinos de las familias de los Pectínidae y las Cardidiae. De ellas destacan las populares conchas de ‘vieira’, hoy día conocidas por ser el símbolo del apóstol Santiago y del famoso camino de peregrinación que se le asocia, pero que en la Antigüedad eran el símbolo de la diosa Venus/Afrodita. Los resultados del estudio experimental llevado a cabo muestran que, en total, se emplearon más de 800 kilos de estas conchas, que tuvieron que ser recogidas de las costas y playas que hace 5000 años se extendían por lo que actualmente es el bajo valle del Guadalquivir y sus marismas.

Las indumentarias tenían un sentido fuertemente simbólico, dada la naturaleza marina de la materia prima empleada y su intenso color blanco. Vestidas con ellas, y probablemente ornamentadas (quizás pintadas) con pigmento rojo de cinabrio, encontrado abundantemente en la misma tumba, estas mujeres ejercieron tareas de liderazgo religioso y probablemente político en su tiempo, gestionando un santuario famoso alrededor del cual se producían importantes congregaciones de gran significación social.

Un amplio estudio realizado durante los últimos cinco años –que incluye una meticulosa cuantificación de la colección, la caracterización de las materias primas, datación por radiocarbono y modelización estadística cronométrica, análisis morfométrico, análisis de fitolitos, trabajo experimental y análisis contextual– revela varias novedades de estas notables creaciones. El papel de los atuendos como atributos suntuarios cargados de simbolismo, utilizados por un grupo seleccionado de mujeres de alta significación social, subraya el extraordinario papel que el mega-sitio de Valencina jugó hace 5000 años como lugar central de carácter social, político y religioso, referencia para un amplio conjunto de comunidades distribuidas por todo el valle del Guadalquivir y, de forma más genérica, el sur de la península ibérica.

El trabajo, liderado por investigadores del Grupo Atlas de la Universidad de Sevilla, cuenta con la colaboración de dieciocho especialistas de diferentes instituciones científicas nacionales e internacionales, incluyendo el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), las universidades de La Laguna, Huelva, Granada y País Vasco (España), Southampton y Durham (Reino Unido) y Northwestern (EEUU), así como el Museo Municipal de Valencina de la Concepción (Sevilla).

13 de febrero de 2025

Avances en la arqueología de 360º para desvelar el pasado en Soria

El proyecto “Orígenes: Tras las huellas de los Írrico” se centra en aumentar el conocimiento sobre la evolución del poblamiento del territorio de las Cuevas de Soria mediante una prospección selectiva de más de 200 km2, y en la ampliación, documentación y digitalización de las estructuras halladas en el Cerro de San Cristóbal de la I Edad del Hierro. 
El proyecto está dirigido por los arqueólogos Antonio Chaín, César Gonzalo, Francisco Rodríguez y el experto y profesor en audiovisuales Daniel Méndez. 

Ayer miércoles se presentó en la Diputación Provincial de Soria el balance de la campaña arqueológica desarrollada en 2024 en el entorno de la Villa de la Dehesa en Las Cuevas de Soria, que se ha centrado, según ha destacado el arqueólogo Antonio Chaín, en aumentar el conocimiento sobre la evolución del poblamiento del territorio de las Cuevas de Soria mediante una prospección selectiva de más de 200 km2, y en la ampliación, documentación y digitalización de las estructuras halladas en el Cerro de San Cristóbal de la I Edad del Hierro en la campaña de 2023.

El diputado de Cultura, Enrique Rubio, ha destacado la importancia de este proyecto que respalda la Diputación provincial de Soria y que está ligado al Museo Magna Mater en Cuevas de Soria trabajando en poner luz en los orígenes sorianos y en profundizar en sus primeros asentamientos.

Antonio Chaín ha explicado que la campaña de prospección ha permitido revisar y documentar varios yacimientos en el entorno cercano, gracias en parte, a la colaboración del conocimiento de los habitantes de la localidad de Las Cuevas de Soria. Destaca la presencia de una torre de control de la misma fase que el castro al otro lado del río Izana, la localización de un yacimiento que muestra datos de trabajos metalúrgicos asociados a la fundición de restos, donde han aparecido materiales celtibéricos y la localización de sillares con restos de inscripciones formando parte de la estructura de un puente. También la localización de dos yacimientos de la edad del Bronce, uno controlando un vado del río Izana y otro en el despoblado de la Virgen de Hinodejo.

En cuanto a los trabajos realizados en el yacimiento del Cerro de San Cristóbal se realizó la ampliación de la cata arqueológica de 40 a 100 m2., terminando de documentar la estructura habitacional que se documentó en la campaña de 2023, de donde a su vez parten diversas estructuras de piedra paralelas en dirección a la muralla del castro. Los que nos permite hablar de los primeros datos de urbanística compleja en la Historia del territorio de estudio.

En relación a la cabaña hallada en el nivel inferior del área excavada que en 2023 (por tanto, anterior a las estructuras de piedra) se asociaba a restos de un hogar y un banco corrido semicircular, se han documentado los restos de cuatro hogares más, lo que indica una primera fase de ocupación del cerro con carácter estacional hasta que se estableció el poblamiento estable en piedra.

Señalar la aparición de un nuevo enterramiento junto a la sepultura doble hallada en 2023, donde las analíticas de C-14 han permitido fechar estas tumbas a finales del s. VIII d.C.

Todos estos trabajos requieren de una serie de sinergias para aportar un alto grado de información de los materiales documentados, de hay la colaboración con el Departamento de Arqueología y Procesos Sociales del Instituto de Historia del CSIC en Madrid (análisis de fauna, semillas e isótopos), del CAI de Técnicas Físicas de la UCM (paleomagnetismo), del Instituto Arcadia de la UVA (análisis antropológico y ADN), la Universidad Francisco de Vitoria y el colegio Escolapios de Soria, de aquí la visión transdisciplinar del proyecto en lo que han denominado “Arqueología 360º”.

Los datos obtenidos señalan el importante papel simbólico que jugaron los asentamientos de la I Edad del Hierro al ser los primeros poblados estables y sedentarios en el territorio de estudio. El Cerro de San Cristóbal es usado como un elemento identitario de “depósito de memoria colectiva” a lo largo sucesivos periodos históricos, constituyendo un potente símbolo en el paisaje, que refleja la conexión entre pasado y presente, el uso del yacimiento se transforma (poblado, necrópolis, lugar de culto) pero manteniendo la misma finalidad. Nos acercarnos a “genealogías culturales” que implican el estudio de las relaciones entre diferentes grupos y generaciones en el tiempo, no sólo con un componente biológico, sino que se incluye la transmisión de tradiciones, creencias, prácticas culturales y de legitimación y posesión del territorio.

El proyecto no solo busca investigar, sino también concienciar sobre la riqueza histórica del patrimonio soriano, para ello juega un papel esencial la puesta en valor a través de todo tipo de contenidos audiovisuales con el objetivo de facilitar el entendimiento al que se quiera acercar a descubrir “el pueblo más bello de Soria”.
(Fuente: Diputación de Soria)

La mayor cúpula de España protegerá el yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo (Badajoz)

El proyecto que saldrá a licitación cuenta con un presupuesto de casi 7 millones de euros. Se trata de una hectárea cubierta sin pilares en el medio, el equivalente a dos campos de fútbol. La estructura de la cubierta simulará una flor de lis, uno de los símbolos de la cultura tartésica.
Esta construcción soportará una instalación de rampas colgadas de la estructura, que servirán como instalación turística, donde los visitantes podrán acceder a contemplar el yacimiento a través de un itinerario a distintas alturas sin apoyo de estructuras ni cimentaciones en el propio yacimiento. JUNTA EXTREMADURA.

La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán, ha presentado este miércoles el proyecto de edificación que protegerá y pondrá en valor el yacimiento de 'Casas del Turuñuelo', ubicado en Guareña, cuya licitación se producirá esta misma semana y en la que se invertirá casi 7 millones de euros. 

Así, Morán ha explicado que este yacimiento "lleva años sufriendo desprotección" porque solo está cubierto por chapas metálicas que "pueden ralentizar su destrucción pero que, obviamente, no protegen con garantías, puesto que las estructuras descubiertas son de adobe".

 Morán ha detallado que el edificio que se va a construir es el resultado de "estudios pormenorizados" para llegar a "una construcción que proteja de forma efectiva ante todas las inclemencias meteorológicas pero que, al mismo tiempo, sirva para ponerlo en valor, es decir, que todos los extremeños y visitantes puedan disfrutar de él". "Y hay un aspecto muy importante también a destacar y es que esta obra convertirá el yacimiento en un importante recurso turístico para la zona, lo cual favorecerá el desarrollo de este entorno rural y de toda la región", ha resaltado la consejera. 

Morán ha estado acompañada por la directora general de Desarrollo Rural, María de los Ángeles Muriel; el arquitecto del proyecto, Carlos Albarrán; el ingeniero estructural y de instalaciones, Antonio Manuel Reyes; y la responsable del yacimiento, Esther Rodríguez. 

CARACTERÍSTICAS DEL PROYECTO
El edificio que se proyecta es una gran estructura metálica tridimensional para cubrir todo el conjunto del Yacimiento Tartésico de Casas de Turuñuelo de Abajo, con geometría de cúpula. Esto permitirá aislar el yacimiento tanto de la lluvia, como especialmente del viento, por el efecto erosivo que el mismo tiene en las estructuras del yacimiento, formadas por ladrillos de adobe y también protegerlo de la luz. 

Igualmente, la cúpula terminará con una cubierta ajardinada, de manera que se reinterpreta la forma original del yacimiento como un túmulo. Al mismo tiempo, esta construcción soportará una instalación de rampas colgadas de la estructura, que servirán como instalación turística, donde los visitantes podrán acceder a contemplar el yacimiento a través de un itinerario a distintas alturas, que permitirá una visión privilegiada del mismo, pero sin apoyo de estructuras ni cimentaciones en el propio yacimiento.

 Este edificio tendrá también espacios dedicados a museo, exposiciones y salas técnicas. El nuevo edificio se compondrá de una estructura metálica de 32 radios, tendrá un diámetro exterior de 116 metros, que la convierte en la cúpula "más grande de España", ha asegurado el ingeniero Antonio Manuel Reyes, y la cúpula ajardinada con vegetación autóctona "más grande del mundo sin pilares en el medio", además, dicha cúpula tendrá una altura exterior de casi 20 metros (19,68 m). 

Se trata de una hectárea cubierta sin pilares en el medio, el equivalente a dos campos de fútbol, ha apuntado Reyes, y la estructura desnuda de la cubierta simulará una flor de lis, uno de los símbolos de la cultura tartésica. El diseño se ha concebido además para favorecer el acceso a personas con movilidad reducida y cuenta con cuartos de baños adaptados a ellas y también para personas octomizadas.

Mercedes Morán ha explicado que se ha optado por este diseño y este proyecto porque, entre otras razones, el aspecto final mantiene la configuración de túmulo, gracias a la bóveda con cobertura ajardinada, quedando integrada en el entorno. Tras las prospecciones realizadas, ha apuntado, está asegurado que la bóveda no afecta a nuevos descubrimientos, no hay una intervención directa sobre el yacimiento que permanecerá protegido durante las obras, se podrán hacer visitas accesibles sin interrumpir las investigaciones arqueológicas y no limitará posteriores actuaciones museísticas o de estudio.

La licitación de esta obra se prevé para "esta misma semana" y para todos los trabajos hay una previsión de desarrollo de unos nueve meses aproximadamente. Una vez finalizada la obra, el objetivo es abrir al público el yacimiento, ha manifestado la consejera, ya que es "impresionante y lo tenemos en Extremadura, habrá que cuidarlo, potenciarlo", así como facilitar su estudio. 

TRABAJO CONJUNTO
La consejera también ha agradecido el trabajo de los arqueólogos responsables, Esther Rodríguez y Sebastián Celestino, así como de todo su equipo porque han expuesto las necesidades a la hora de construir este edificio y han supervisado el proyecto. Rodríguez ha dicho sentirse "muy contenta" con la cubierta y ha dado las "gracias" porque "es un descanso garantizar que el yacimiento del Turuñuelo se va a conservar, es uno de los yacimientos más importantes del mundo ahora mismo y esta inversión va a merecer la pena". 

Mercedes Morán ha agradecido de igual modo el trabajo realizado por el arquitecto del proyecto, Carlos Albarrán, el ingeniero Antonio Manuel Reyes y todos los que han colaborado con ellos. Albarrán ha incidido en que esta cúpula no afecta "en absoluto" ni al trabajo ni al entorno, ya que "se trata de no competir con el yacimiento, sino de ponerlo en valor". Por su parte, Reyes ha hecho hincapié en que "se hace todo desde la máxima sensibilidad al patrimonio, al medio ambiente". 

En este sentido, la consejera ha señalado que "creemos firmemente, como toda Extremadura, que este yacimiento es un lugar único, un hito para la historia y para la arqueología y, por ello, nos hemos implicado de forma absoluta con él y hoy es una muestra más con la licitación de este edificio en forma de cúpula, que permitirá su necesaria protección y su puesta en valor para que puedan disfrutarlo todos los extremeños y los visitantes", ha concluido.
(Fuente: Junta de Extremadura)

12 de febrero de 2025

Denunciado por apropiarse de 1.793 proyectiles de la tercera Guerra Carlista en el Urgell

Los Agentes Rurales de Cataluña denunciaron el mes de septiembre del año pasado, a la comarca del Urgell, una persona que se había apropiado de 1793 proyectiles de tipo Minié (sumando un total de 60 kilogramos), los cuales conformaban un depósito de munición de la tercera Guerra Carlista (1861-1865).
Proyectiles decomisados por los Agentes Rurales.Agentes Rurales.

Los Agentes Rurales denunciaron el mes de septiembre del año pasado, a la comarca del Urgell, una persona que se había apropiado de 1793 proyectiles de tipo Minié (sumando un total de 60 kilogramos), los cuales conformaban un depósito de munición de la tercera Guerra Carlista (1861-1865).

Por otra parte, un yacimiento arqueológico emblemático fue objeto de la actividad arqueofurtiva: el Tossal de la Pleta en Belianes. El caso comportó la apertura de diligencias penales.

Estos hallazgos se han producido a raíz de una treintena de inspecciones que los Agentes Rurales han hecho por toda Cataluña relacionadas con el uso de detectores de metal en el medio natural durante el 2024. Un 32% de estos se han desarrollado en las comarcas de Lleida, un 25% en las de Barcelona, un 18% y un 14% en las de la Cataluña Central y Girona, respectivamente, un 7% en Tarragona y un 4% en Tierras del Ebro. El cuerpo ha alertado sobre la "consolidación" de este tipo de prácticas y ha recordado que la búsqueda de restos arqueológicos o paleontológicos está prohibida, a menos que se trate de intervenciones autorizadas.

La ley de patrimonio cultural catalán establece que, ante el hallazgo o localización de restos arqueológicos o paleontológicos, bien en el marco de una obra, trabajo agro-forestal o cumpliendo cualquier otra actividad en el medio natural, hay que seguir unas pautas: avisar a la Administración en un plazo máximo de 48 horas y no tocar ni extraer los restos, tanto en el medio terrestre como en el subacuático.

El motivo es el riesgo de alterar el contexto arqueológico, provocando la pérdida de información que proporcionan los objetos arqueológicos cuando se recogen y se estudian in situ, siguiendo la metodología arqueológica realizada por profesionales, especialmente cuándo estos se pueden relacionar entre sí y con las estructuras donde se encuentran.

El cuerpo de Agentes Rurales ha recordado que una de sus competencias consiste en proteger el patrimonio cultural que se encuentra en el medio natural. Con el objetivo de prevenir daños en contextos arqueológicos o la pérdida de restos de interés cultural o histórico, los Agentes Rurales hacen inspecciones relacionadas con detectores de metales de forma periódica.

Según han explicado, esta es una herramienta muy popular entre los arqueofortivos, es decir las personas que se lucran gracias a hallazgos de este tipo y sin disponer de la autorización administrativa pertinente. En este sentido, el cuerpo ha avisado de que, a menos que se trate de una intervención autorizada, no se permite la búsqueda de restos, sea en un yacimiento arqueológico inventariado o en un terreno sin ninguna protección, independientemente que la titularidad del lugar sea privada o pública.

Les consecuencias de las inspecciones realizadas han sido la apertura de diligencias penales (con el comiso de los aparatos y los objetos localizados), la incoación de expedientes sancionadores administrativos o el recordatorio de la normativa que afecta a la actividad mencionada, en coordinación con el Departamento de Cultura.

Descubren restos humanos junto a la muralla medieval de Melide (A Coruña)

Los restos humanos, datados entre los siglos XIV y XVII, aparecieron en el contexto de una inhumación sobre el terreno, «tipo bañera» en el recodo de una canalización de hormigón para aguas fecales, construida en la década de los 80 del siglo pasado.
Los restos se corresponderían con los de un varón joven de aproximadamente 1,85 metros de altura. NOGUEROL

Las obras que se ejecutan en la travesía y en la rúa do Convento, en Melide (A Coruña), dieron este martes mucho que hablar, más allá del runrún vecinal acerca de las razones por las que los trabajos estuvieron parados durante los últimos quince días. La actuación se retomó esta semana, y ayer numerosos vecinos se acercaron a esa fachada de la zona histórica que da acceso a la monumental plaza do Convento no para comprobarlo in situ, sino por la curiosidad que despertó el hallazgo de un esqueleto humano, datado entre los siglos XIV y XVII.

Los restos óseos aparecieron en el contexto de una inhumación sobre el terreno, «tipo bañera». Solo una datación científica podría determinar con precisión la antigüedad del enterramiento, que el arqueólogo encargado del preceptivo control que se realiza en las obras, Francisco Herves, sitúa con seguridad en ese amplio período de tiempo, porque el esqueleto «aparece extramuros y la muralla medieval de Melide es del siglo XIV, y en el Camino Real, que es del 1.700 y pico, cuando no había constancia de que hubiese una inhumación en esta zona».

El cadáver, de acuerdo con una primera inspección ocular del arqueólogo, se correspondería con el de una persona, de un metro con 85-90 centímetros de estatura, varón y joven, de entre 17 y 19 años. «Creemos que es de un adolescente por los dientes, aunque habría que ver en microscopio si se conservan lo suficiente, y varón, pero tendríamos que ver la exposición anatómica, porque tiene el omóplato y la cadera desplazados», explica el arqueólogo. El esqueleto humano, que también conserva parte de la cabeza, la tibia y el peroné, apareció en el recodo de una canalización de hormigón para aguas fecales, construida en la década de los 80 del siglo pasado, y, posteriormente, reaprovechada para la instalación de la red municipal de saneamiento.

11 de febrero de 2025

Las últimas excavaciones en Libisosa revelan una edificación romana extramuros


El informe preliminar que se acaba de presentar sobre las intervenciones llevadas a cabo entre agosto y octubre de 2024 en el Parque arqueológico de Libisosa (Lezuza, Albacete), muestra los avances en el conocimiento de la fase romana del enclave, desde la erección de la muralla por el ejército en época republicana hasta el fin de la ciudad en época imperial.

Parte del equipo de investigación en el edificio romano frente a la puerta Este del Parque Arqueológico de Libisosa (Lezuza, Albacete).

Más allá de su relación con los planes de mejora del acceso al Parque Arqueológico, la intervención en el sector 17 de Libisosa se enmarca en la denominada “Arqueología del conflicto” y en las huellas que dejó en el oppidum ibero oretano en el contexto de las guerras sertorianas (82-72 a.C.). Como consecuencia de dicho conflicto, el poblado ubicado en el “Cerro del castillo” de la actual Lezuza será destruido de forma instantánea (con alguna evidencia muy contundente en forma de restos humanos), provocando un “efecto sepultura”. De ello resultan una serie de contextos cerrados urbanos que suponen una oportunidad para asomarnos por la mirilla del pasado, una suerte de “historia congelada” de la fase ibérica final y sus primeros contactos con Roma, reflejando la realidad económica, social y cultural inmediatamente anterior al suceso, a través de un registro material privilegiado, destacando el armamento o los conjuntos monetales.

Pero donde arranca el hilo de nuestra intervención actual es en el momento inmediatamente posterior, cuando un ejército romano, responsable más que probable de la destrucción de la ciudad oretana, cuyo dominio era fundamental para el control de las vías de comunicación, construye apresuradamente una muralla de tres metros de anchura, con un doble paramento de mampostería ordinaria, en seco, y el interior relleno de piedras y tierra, y de la que hasta hace bien poco conocíamos las Puertas Norte, Noroeste y Sur, todas ellas puestas en valor y visitables. Las intervenciones en la ladera norte y noroeste del cerro habían desvelado siempre restos de la época ibérica extramuros, pues la muralla romana -que protege las edificaciones posteriores- se circunscribe a la parte más alta, pero ninguna huella de envergadura de la fase romana, cuando Libisosa alcanzaría el rango de colonia con derecho itálico. Hasta ahora.


Figura1. Ortofoto del sector 17 con indicación -en sombreado rojo-
del área intervenida en 2024.

La investigación desarrollada en la Puerta Este de la fortificación romana (sector 17) se inició en 2022 con el descubrimiento del torreón meridional. En la campaña de 2023, además del esperable hallazgo de la segunda torre, al otro lado del camino actual, que flanquea el ingreso por el norte, se añadieron nuevos matices que enriquecieron notablemente lo que sabíamos tanto de su construcción por parte del ejército romano republicano como del tiempo que estuvo en uso durante la época imperial, matices que se han complementado con la ampliación llevada a cabo en la presente intervención de 2024, y que ha aportado más niveles de amortización y una nueva edificación extramuros (Figuras 1 y 2).

Figura 2. Vista aérea de los trabajos llevados a cabo
 en el sector 17 (septiembre 2024).

La zona a la que más tiempo y recursos se le ha dedicado en 2024 ha sido la relativa al Corte 3, en la mitad septentrional del sector. Y se ha hecho en una doble dirección: por un lado, en la ampliación de 14 m llevada a cabo al norte del pequeño tramo de lienzo descubierto en 2023, con el objetivo de conocer si el engrosamiento hacia los 3 m habituales de espesor (encontrados en los otros sectores excavados) se mantenía a partir del contrafuerte más cercano a la torre, como así ha sido, y si se volvía a dar otro retranqueo con su correspondiente refuerzo, como el hallado cerca del torreón. Y, por otro lado, en profundizar en los niveles de amortización extramuros. Entre estos, inmediatamente al Este del lienzo en la nueva ampliación, siguiendo la pendiente de la ladera, junto a los estratos de ceniza y de derrumbe de piedras de la muralla, destaca el hallazgo de un basurero con gran concentración de cerámica de “Terra Sigillata”, la vajilla fina de época imperial (Figura 3).
Figura 3. Parte de un vaso Drag. 30 de Terra Sigillata Sudgálica recuperado en el basurero
 extramuros del Corte 3 (lienzo norte).

De forma paralela, en 2024 se ha llevado a cabo la exhumación minuciosa de los estratos de la cara septentrional del torreón norte de la Puerta Este, aquellos que quedaron pendientes en la anterior campaña, hasta llegar a la roca base del cerro sobre la que se asienta, previa retirada del primer derrumbe de la muralla, conformado por abundantes piedras de gran tamaño. A su vez, y tras su respectiva documentación, se procedió a retirar el testigo sobrante de la sección, que se apoyaba sobre el alzado de la muralla (Figura 4), y así se pudo también completar con mayor fiabilidad el dibujo y documentación de la sección estratigráfica, que reviste una enorme importancia para el conocimiento de la evolución y uso de la fortificación y, en consecuencia, de la ciudad romana.
Figura 4. Panorámica del ángulo externo de la torre N, al término de la exhumación
 de la secuencia evolutiva de los niveles de amortización.

Al mismo tiempo, la intervención en los niveles inmediatamente al Este del torreón septentrional, con el seguimiento del muro N-S que empezó a aflorar en 2023, han permitido caracterizar dicha construcción como romana, por su fábrica, su orientación, y por la amplia presencia de tejas romanas (tegulae e imbrices) asociadas (Figura 5), que probablemente pertenecieron al techo de lo que parece ser un gran edificio, del que se han intervenido dos ambientes en un espacio de 9 x 7 m, y cuyo interior, así como su delimitación por el norte y el este, quedan pendientes para campañas venideras. La identificación de una edificación romana de esta envergadura extramuros, aun a falta de clarificar su momento preciso de construcción, supone una novedad muy significativa por lo que sabíamos de la evolución urbana del enclave a partir de la erección de la muralla en el s. I a.C.
Figura 5. Vista aérea de la construcción romana frente a la torre N al término de la intervención,
y detalle de parte del derrumbe de tejas asociado

Por último, durante la campaña de 2024 se efectuaron también algunos trabajos en el Corte 2, que refiere a la mitad meridional de este sector. Por un lado, se concluyó la excavación del estrato de tierra compactada que apoya sobre el lienzo de la muralla republicana, con presencia de piedras de derrumbe. Este ha aportado un material muy variado, que abarca desde cerámica común ibérica, tejas, huesos, restos de ánfora ibérica y ladrillos romanos romboidales o losange, muy característicos de los edificios públicos, y cuya identificación ha sido muy recurrente durante todo el proceso de excavación de este corte. Bajo este nivel se han podido identificar, aunque su excavación no ha concluido, diversos niveles de amortización, con un registro material muy variado, que abarca desde la época ibérica (destacando una fíbula anular hispánica completa, una fusayola, un botón de bronce o pesas de telar) a romana imperial, englobando cerámica de Terra Sigillata (Figura 6), teja, cerámica de cocina o los mencionados ladrillos romboidales.
Figura 6. Copa Drag. 27 de Terra Sigillata Sudgálica recuperada en los niveles
 de ceniza extramuros del Corte 2 (lienzo sur).

En definitiva, aunque el descubrimiento de los torreones ha proporcionado unos datos muy interesantes por lo que refiere a su técnica constructiva y la relación con el lienzo, lo más reseñable de esta investigación ha sido la localización de diversos niveles de uso, derrumbe, amortización y abandono, que se erigen como una nueva fuente de información sobre la evolución de la colonia y su final, y que deberán terminar de perfilarse con el estudio del importante conjunto material recuperado. Al mismo tiempo, la incipiente exhumación de una edificación romana extramuros, supone una novedad muy relevante por cuanto no se había detectado en otras zonas del yacimiento, y deberá terminar de delimitarse, caracterizarse y datarse con mayor precisión en futuras campañas. Además, de cara a próximas intervenciones, y una vez se haya desviado el acceso para vehículos y maquinaria por el flanco noreste, es necesario intervenir en los 9 m del vano entre las dos torres, en orden de comprobar, entre otras cosas, si se conserva algún tipo de estrechamiento o basamento para la puerta y, al mismo tiempo, preparar el terreno para su accesibilidad y puesta en valor final.

El proyecto Libisosa se ha desarrollado en 2024 entre los meses de julio y diciembre, en el marco de las subvenciones de la Viceconsejería de Cultura para la realización de proyectos de investigación del patrimonio arqueológico y paleontológico de Castilla-La Mancha, en colaboración con la Universidad de Murcia. Al mismo tiempo, y como es habitual, ha contado también con la financiación de la Diputación de Albacete (a través del Instituto de Estudios Albacetenses) y el Ayuntamiento de Lezuza. El plan de empleo municipal promovido por estas instituciones proporciona los peones que, junto a los estudiantes en prácticas de la UMU y técnicos arqueólogos, constituyen los recursos humanos destinados al desarrollo del trabajo de campo.