google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

28 de octubre de 2024

Descubren en Ribadeo un escandallo que podría datar del siglo XVI

La sonda de plomo que se usaba para medir la profundidad y el tipo de fondo marino se encuentra en el fondeadero histórico, a la vista y en riesgo relativo de expolio
Podría ser el primer escandallo de esta época aparecido en Galicia.

Un nuevo elemento náutico hallado hace unos días en la ría de Ribadeo viene a sumarse al catálogo de piezas arqueológicas que acreditan el enorme valor del patrimonio subacuático del estuario ribadense. Se trata de un escandallo, una sonda que se usaba para medir la profundidad y el tipo de fondo marino. El hallazgo se realizó durante la inmersión previa a la presentación oficial de la exposición y el documental «Memoria y patrimonio bajo la ría» en el Club Náutico de Ribadeo, por miembros del Proyecto Argos, iniciativa dedicada al estudio, difusión y valorización del patrimonio cultural marítimo de la ría de Ribadeo. Iban a ver los huesos de ballena descubiertos recientemente y se encontraron con este nuevo hallazgo.

En un primer análisis visual se estima que el escandallo podría ser de los siglos XVI o XVII. Era un útil especialmente importante a la hora de fondear o al aproximarse a aguas someras. Junto a la sondaleza (cabo), se echaba por la borda y se sumergía hasta llegar al fondo, para averiguar la profundidad. También solía llevar en su base un trozo de sebo, al que se adherían restos que indicaban cómo era el fondo. 

Se trata de una pieza cónica, probablemente de plomo, un escandallo de mano para su uso en aguas poco profundas y con un peso estimado inferior a 5 kilogramos. Está perforado en su parte superior, para amarrar el cabo, y presenta una oquedad en su base para alojar el sebo. Ha sido localizado en el fondeadero histórico, apuntó el arqueólogo subacuático David Fernández Abella, una zona protegida y de alta potencialidad arqueológica, rodeado de abundantes restos de fauna, cerámica y lastre de embarcaciones.

El hallazgo ha sido notificado a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, para que tome las medidas oportunas, toda vez que al encontrarse a la vista hay riesgo potencial de expolio. Por eso no se descarta que en los próximos días se realice una inmersión para extraerlo. De ser así se podrá estudiar en detalle. Y es que aunque los escandallos tienen un uso muy dilatado en época moderna y contemporánea, este tiene parecido a dos piezas expuestas en el Museo Naval de Madrid y en el ArQua de Cartagena, de los siglos XVI y XVII, y podría ser el primer escandallo de esta época aparecido en aguas de Galicia. Para David Fernández es otra evidencia más de la riqueza arqueológica de la ría.

Primer hallazgo de canibalismo infantil ritual del Neolítico en la Comunidad Valenciana

El descubrimiento se remonta a comunidades de pastores de hace 6.400 años y posiciona a la Cova del Randero de Pedreguer como un referente internacional

Las excavaciones realizadas en la Cova del Randero de Pedreguer han confirmado el primer hallazgo de canibalismo ritual del Levante Peninsular en el contexto del Neolítico. Así lo anunció el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, tras presentar las conclusiones de los trabajos de investigación desarrollados en el marco del Plan de Excavaciones e Investigaciones arqueológicas del MARQ.

Arqueólogos del MARQ y especialistas en tafonomía del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCR+i) han dado a conocer este descubrimiento, que se remonta a comunidades de pastores, agricultores y artesanos de hace 6.400 años. Como ha manifestado Toni Pérez, que ha estado acompañado por el diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, y el alcalde de Pedreguer, Sergi Ferrús, “la Diputación mantiene firme su compromiso por la investigación a través del plan anual de excavaciones del MARQ y, en este caso, hemos tenido la oportunidad de crear alianzas para ir de la mano del Ayuntamiento de Pedreguer durante años de trabajo y poner en valor el rico patrimonio histórico y cultural que tiene la Cova del Randero”.

Un equipo interdisciplinar en arqueología, antropología y arqueozoología dirigido por Jorge A. Soler, prehistoriador y director del MUBAG, Consuelo Roca de Togores, arqueóloga de la Diputación, Mª Pilar Iborra y Rafael Martínez Valle, del IVCR+i, ha dado a conocer las conclusiones de este trabajo basado en la determinación en huesos humanos de señales de desarticulación, descarnación o marcas de diente humano. Los resultados también se presentaron el pasado mes de septiembre en dos foros científicos internacionales: el VIII Congreso Internacional del Neolítico en la Península Ibérica de la Universidad de Alcalá de Henares y el XVII Congreso Nacional e Internacional de Paleopatología del Museo de Segovia.

Soler ha explicado que el canibalismo era una actividad relativamente común durante el Neolítico, prácticamente en toda Europa, y en la Península Ibérica se concentra sobre todo en zonas de Andalucía. Las causas, según distintos autores, podían ser gastronómicas, por violencia o por ritual. “En Randero la falta de señales de violencia en ninguno de los huesos conservados, sumado a que aquellos que presentan marcas se corresponden con sujetos infantiles, hace suponer su ingesta como un acto ritual selectivo vinculado al duelo funerario, en un contexto familiar, consumidos en lo que pudiera formar parte de un ritual funerario, en un pensamiento circular donde la muerte se proyecta en la vida, haciendo propio el recuerdo de un ser vivo y querido”, ha puntualizado Roca de Togores.

Hace 6.400 años un grupo de la comunidad de pastores que frecuentó o residió en la Cova del Randero para acoger ganado doméstico y su procesado cárnico, arrojó a una galería interna usada como basurero, desechos domésticos que incluían una gran cantidad de huesos de animales procesados (fundamentalmente ovejas y cabras), junto a fragmentos de huesos pertenecientes a un mínimo de ocho esqueletos humanos, entre adultos y niños. Dos huesos, un fragmento de mandíbula de un niño de unos seis años y un cúbito de un perinatal de unas 40 semanas de gestación, que presentan claras evidencias de manipulación antrópica peri mortem, es decir, cuando el hueso todavía estaba fresco, que confirman un canibalismo selectivo.

Las investigaciones permitieron identificar en 2023 varios tipos de marcas antrópicas: cortes realizados con instrumental de piedra para desarticular y para descarnar, fracturas por flexión para acceder a la médula y mordeduras humanas, en algunos casos provocando la destrucción de algunas partes del hueso.

Los trabajos en este enclave se han llevado a cabo a lo largo de catorce campañas (2007 – 2021) del Plan de Excavaciones del MARQ, con el apoyo del Ayuntamiento de Pedreguer, aunque los hallazgos tuvieron lugar concretamente en 2018 y la investigación en laboratorio sigue en curso en la actualidad. Hasta ahora la importancia de la cueva radicaba en haber sido excavada en los niveles del Neolítico Medio, ofreciendo muchos datos en cuanto a gestión y organización del espacio físico y temporal.

Además, Jorge Soler ha añadido que, también en la comarca de la Marina Alta se publicaron en 2017 otros huesos humanos con mordeduras humanas y marcas de corte procedentes de la Cova de Santa Maira en Castell de Castells, que remiten al Mesolítico -cazadores y recolectores-, “todo lo que contribuye a hacer de la provincia de Alicante un referente en el marco de la investigación prehistórica y paleoantropológica”.

Plan de urgencia para recuperar las termas romanas de La Alcudia (Elche)

Las actuaciones para acometer la consolidación y recuperación del histórico conjunto están incluidas en la Campaña de Excavaciones del MARQ 2024
Visita de las autoridades a la ciudad ibero-romana de La Alcudia.

Los trabajos arqueológicos de La Alcudia realizados durante la XIX Campaña de Excavaciones e Investigaciones del MARQ han dado un paso más para la recuperación y puesta en valor de las Termas Occidentales de Illici.

La Diputación y la Universidad de Alicante han impulsado este plan de urgencia para la documentación arqueológica y diagnóstico de los daños estructurales del frente exterior del histórico conjunto, que han visitado el diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, y la concejal de Cultura de Elche, Irene Ruiz, acompañados por el vicerrector de Investigación y rector en funciones de la UA, Juan Mora, y la directora del Instituto de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH), Carolina Doménech.

Los objetivos de este Plan de urgencia se han centrado en el análisis, evaluación y diagnóstico de las estructuras pertenecientes a un complejo termal monumental de época romana ubicado en el frente occidental del yacimiento, emplazamiento de la antigua Colonia Iulia Ilici Augusta, con el fin de redactar un documento técnico que permita acometer su posterior consolidación, restauración y puesta en valor integral.

El director del MARQ, Manuel Olcina, ha estado al frente de las labores junto al director de Arquitectura de la institución provincial, Rafael Pérez, así como Mercedes Tendero y Ana Mª Ronda, responsables, respectivamente, de las áreas de Arqueología y de Catalogación de la Fundación Universitaria La Alcudia. Los resultados de la intervención, que se ha prolongado durante cinco semanas, han confirmado la monumentalidad de estos baños romanos, que superan los 1.500 metros cuadrados, así como la erosión exponencial que sufren las estructuras que lo componen, en un continuo proceso de deterioro por pérdidas de elementos, fracturas y alteraciones que amenazan con el desplome definitivo de algunos muros y pavimentos.

Todos estos trabajos en su conjunto se han sumado a la documentación textual y gráfica recogida durante los últimos 25 años por la Fundación La Alcudia, información técnica que permite hacer un seguimiento y evaluación de las alteraciones, incidencias y patologías progresivas en el estado de conservación de este edificio ubicado junto al acceso principal del yacimiento.

Como ha explicado Olcina, las labores llevadas a cabo este año se han centrado en la limpieza manual de la cubierta vegetal y de tierra agrícola que cubrían la fábrica original. También se ha aliviado el peso de las tierras superficiales que afectaban a un buen trecho de un suelo de hormigón que pavimenta una palestra de grandes dimensiones.

Los muros, pavimentos y restos de estructuras arquitectónicas de estas termas analizadas han sido tratados por los servicios de topografía y fotogrametría a partir de vuelos de dron, escáneres láser, nubes de puntos, etc., tareas que permiten informatizar toda la documentación recogida y vectorizarla para analizar sus componentes, su estado de conservación, diagnóstico, relaciones estratigráficas y ubicar puntos de referencia que permitan hacer un seguimiento futuro de posibles desplazamientos de los elementos constructivos existentes.

De igual modo, se han realizado fichas FRAC (Fichas de Restauración Arquitectónica y Conservación), que plasman la documentación descriptiva y las propuestas de intervención urgente para la estabilización y protección del conjunto de restos constructivos que, en definitiva, serán la base para la redacción de un informe sobre la viabilidad de recuperación del conjunto termal estudiado.

El enclave arqueológico, situado en las laderas del Parque Natural del Peñón de Ifach, está siendo objeto de esta campaña que ha tenido una duración de cinco semanas.

25 de octubre de 2024

"La conservación del patrimonio subacuático y marítimo constituye un reto social y cultural"

La investigadora Ana Crespo Solana explica el desarrollo de la arqueología subacuática en su último libro. En su trabajo analiza el vínculo entre historia y arqueología, las líneas de investigación más importantes relacionadas con el estudio del patrimonio subacuático y la memoria tangible e intangible de las sociedades marítimas. También describe los métodos empleados en una excavación subacuática y revisa en profundidad algunos de los más importantes hitos legislativos en relación al patrimonio sumergido.

Durante milenios, océanos y mares han sido medios para la transmisión cultural y tecnológica. En el libro Arqueología subacuática y patrimonio marítimo (CSIC-Catarata), la investigadora del CSIC Ana Crespo Solana aborda la relación entre el enorme patrimonio existente en mares y océanos de todo el mundo y la historia de la humanidad. El título, perteneciente a la colección ¿Qué sabemos de?, analiza el vínculo entre historia y arqueología, las líneas de investigación más importantes relacionadas con el estudio del patrimonio subacuático y la memoria tangible e intangible de las sociedades marítimas. También describe los métodos empleados en una excavación subacuática y revisa en profundidad algunos de los más importantes hitos legislativos en relación al patrimonio sumergido.

La Unesco y el Decenio del Océano
En 2021 Naciones Unidas lanzó oficialmente el Decenio del Océano (2021-2030), que tiene entre sus metas la necesidad de producir datos sobre la relación entre océano y sociedad. El patrimonio subacuático del planeta, de una enorme riqueza histórica y cultural, proporciona muchos de esos datos. Sin embargo, advierte la autora, afronta serios problemas de conservación y regulación jurídica comparables a los que sufre el propio océano.

La investigadora aclara que se trata de un patrimonio tangible, que alberga materialidades relacionadas con la interacción entre la sociedad humana y el mar, y también de un patrimonio intangible, que abarca los conocimientos derivados de la lucha del ser humano con el océano y de la creación de la tecnología que permita la vida en el mar. Esto incluye la construcción naval, la obra civil en costas y ríos, así como cualquier estrategia humana y cultural orientada al aprovechamiento de los recursos que proceden del mar.

Una disciplina derivada de la arqueología
La arqueología subacuática y marítima es una subdisciplina de la arqueología que estudia el pasado histórico a través de la recopilación de vestigios de cultura material y su investigación, pero con una metodología específica que implica la adaptación del arqueólogo, y sus métodos, al medio marino. Como disciplina científica, la arqueología subacuática extiende las técnicas de la arqueología clásica al mundo marino.

Según Ana Crespo Solana, la tecnología es solo un instrumento que debe utilizarse con un proyecto claro, por lo que es imprescindible tener en cuenta factores como la información ofrecida por la memoria histórica oral o escrita y el estudio de la documentación antes de recurrir a una tecnología determinada. “También es esencial conocer la relación que existe entre el clima y la geografía, así como los cambios geofísicos históricos en las zonas donde se producen naufragios para entender las propiedades de dichos entornos”, apunta.

El desafío de las personas que se dedican a la arqueología subacuática consiste en adaptar su trabajo al entorno marítimo. “Hay muchos problemas relacionados con el océano, pero quizás el reto más interesante, y a la vez peligroso, es la profundidad”, comenta. Como disciplina científica, la arqueología subacuática ha evolucionado mucho y este libro proporciona una gran cantidad de casos de estudio en España y en toda Europa.

No es una búsqueda de tesoros
La arqueología subacuática se ha confundido tradicionalmente como la búsqueda de tesoros, una especie de aventura excitante como la de los grandes descubrimientos, igualables a la idea del hallazgo de la tumba de Tutankamón, pero bajo el mar. No obstante, “una considerable y loable labor de concienciación social está cambiando esta perspectiva”, aprecia Crespo. La investigadora del CSIC también hace hincapié en que la arqueología en cuerpos de agua es una ciencia. “El principio más importante es poder entender y crear un marco teórico y metodológico adecuado para poder estudiar los restos arqueológicos sin destrucción, con la mínima intrusión posible y establecer preguntas adecuadas de investigación”, observa.

El naufragio es el principal generador del yacimiento arqueológico relacionado con el océano. La autora explica que “el yacimiento relacionado con una catástrofe marina derivada en hundimiento de una embarcación es uno de los objetivos más extendidos de la arqueología histórica marítima y se aplica a contextos producidos por diversos eventos como el naufragio, el abandono, una catástrofe natural o restos de batallas en el mar”.

Conservación y divulgación para el futuro
La conservación del patrimonio subacuático y marítimo constituye un reto social y cultural que va de la mano de la propia concienciación y protección de los océanos. “Hasta el momento, no se han impulsado de forma suficiente las investigaciones sobre las implicaciones que para los ecosistemas marinos pueda tener la existencia de unos bienes culturales que yacen en el mar durante siglos”, reclama Ana Crespo. En estos casos, urge el desarrollo de proyectos interdisciplinares y un mayor compromiso por parte de los Estados y las instituciones y para lograrlo, “es fundamental la cooperación internacional, así como una mayor fluidez en los procesos burocráticos necesarios para la tramitación de permisos o la declaración de bienes de interés cultural en patrimonio protegido”, concluye.

Si nos fijamos en el territorio español, la arqueología marítima y subacuática sufre por la relativa falta de homogeneización, pues depende del modo en que cada comunidad autónoma protege y estudia el patrimonio histórico marítimo, costero, sumergido o intermareal. Tampoco existen centros oficiales de arqueología subacuática en todas las comunidades autónomas. Además, advierte Crespo, “se debe vigilar a toda costa que los bienes culturales (objetos y artefactos) derivados del patrimonio subacuático y marítimo se depositen, guarden y gestionen en instituciones científicas o en museos, con el fin de asegurar su preservación y estudio a largo plazo”. En este sentido, la experta resalta la importancia de que se fomenten planes de formación en patrimonio arqueológico subacuático desde la perspectiva de las leyes, pero en especial desde la arqueología científica propiamente dicha.

Sobre la autora: Ana Crespo Solana

Investigadora científica del CSIC, profesora honoraria en la Universidad de Gales Trinity Saint David (UWTSD) y miembro de diversas instituciones y organismos científicos, como la Academia Europea y la Red de Arqueología del CSIC (ArchaeologyHUB). Ha impartido conferencias y másteres especializados en Europa, América y Asia, y ha dedicado más de treinta años al estudio de las relaciones entre las sociedades humanas y el océano, la investigación interdisciplinar de las humanidades con las tecnologías de la información, la historia, la arqueología marítima y la defensa del patrimonio sumergido. Además, ha dirigido proyectos internacionales de investigación, como el programa internacional ForSEAdiscovery, así como otros dedicados al estudio de los pecios ibéricos en el marco de la Carrera de Indias de los siglos XVI al XVIII. Ha publicado ocho libros y más de 120 artículos en inglés y español.

Málaga reconoce con un premio al Instituto Arqueológico Alemán de Madrid

El I Premio "Mainake" concedido por la Diputación de Málaga al Instituto Arqueológico Alemán de Madrid es un reconocimiento a la larga trayectoria de esta institución, cuyas investigaciones arqueológicas han sido fundamentales para el conocimiento del pasado fenicio, romano y medieval de la provincia. El galardón se entregará durante la clausura del II Encuentro de Arqueología de Málaga, organizado por la institución provincial y que se celebrará del 28 al 30 de octubre

El Premio ‘Mainake’ de Arqueología, creado por la Diputación de Málaga, ha recaído en su primera edición en el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid. El galardón se entregará el miércoles de la semana próxima durante la clausura del II Encuentro de Arqueología de Málaga, que se desarrollará del 28 al 30 de octubre.

Así lo ha anunciado hoy el vicepresidente y diputado de Cultura, Manuel López Mestanza, junto a la vicerrectora de Igualdad y Política Social de la UMA, María José Berlanga; el catedrático de la UMA y director de la revista Mainake, Pedro Rodríguez Oliva; y el coordinador del II Encuentro de Arqueología de Málaga, Manuel Corrales.

López Mestanza ha explicado que este premio toma el nombre de la histórica revista de arqueología ‘Mainake’, una publicación de la Diputación que, desde hace más de cuatro décadas, se ha convertido en un referente del sector y se ha encargado de divulgar el conocimiento sobre el patrimonio arqueológico de Málaga y su provincia.

Ha indicado que el galardón tiene como objetivo homenajear a aquellas instituciones y personas que han dedicado una parte relevante de su vida y carrera a la investigación, protección, conservación y difusión del patrimonio arqueológico de la provincia.

“Málaga -ha añadido- tiene un legado histórico único, y este reconocimiento pone en valor la importancia de seguir investigando, protegiendo, conservando y difundiendo nuestros yacimientos para las futuras generaciones”.

Paralelamente, ha precisado que el premio al Instituto Arqueológico Alemán de Madrid es un reconocimiento a la larga trayectoria de esta institución, cuyas investigaciones arqueológicas en Málaga han sido fundamentales para el conocimiento del pasado fenicio, romano y medieval de la provincia.

Desde 1964, el Instituto Arqueológico Alemán, bajo la dirección de renombrados arqueólogos como el profesor doctor Hans-Günter Schubart y, más recientemente, la profesora doctora Dice Marzoli, ha llevado a cabo excavaciones y estudios en importantes yacimientos como Toscanos, Trayamar, Cerro del Peñón y los Castillejos de Alcorrín. Estos trabajos han proporcionado descubrimientos de gran valor científico y han posicionado a Málaga como un referente en el estudio de la colonización fenicia en la Península Ibérica.

II Encuentro de Arqueología de Málaga
La entrega del premio -que recogerá el director del Instituto Arqueológico Alemán, el profesor doctor Paul Scheding- se desarrollará durante la clausura del II Encuentro de Arqueología de Málaga, que se celebrará del 28 al 30 de octubre de 2024 en Antequera y Málaga. Este evento reunirá a expertos de nuestra provincia y de otras ciudades de España, quienes debatirán sobre la importancia de la arqueología como recurso cultural y económico y expondrán las principales experiencias arqueológicas realizadas en la provincia y en ciudades como Cartagena, Mérida o Barcelona.

Expertos, académicos, estudiantes, responsables de ayuntamientos y entusiastas del patrimonio participarán en el encuentro, organizado por la Delegación de Cultura de la Diputación de Málaga en colaboración con las delegaciones territoriales de Cultura, Turismo y Deporte y la de Educación de la Junta de Andalucía, 19 ayuntamientos de la provincia y la Universidad de Málaga.

Las ponencias y las conclusiones del encuentro se recogerán en una publicación que editará el CEDMA.

23 de octubre de 2024

Huelva pondrá en valor los restos arqueológicos hallados junto a la parroquia de San Pedro

En este tercer foco se han hallado elementos catalogados de época almohade (canalización, estructura de sillares y pavimento), así como la cimentación completa de los siglos XIV y XV de la iglesia de San Pedro y uno de los muros de la fase prealmohade, que se sumarán al aljibe del siglo XVI y las estructuras de la ciudad andalusí ya proyectados anteriormente.
El Ayuntamiento de Huelva anuncia la integración de un tercer foco arqueológico en la plaza de San Pedro

La alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, acompañada por el primer teniente alcalde de Urbanismo y Medioambiente, Felipe Arias; junto a la delegada de Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía en Huelva, Teresa Herrera; y el director Alqueovalia, el arqueológo Javier de Haro, han visitado las obras de remodelación de la Plaza de San Pedro que, tal y como han anunciado, estarán terminadas antes del 31 de diciembre.

Una vez finalizada la obra civil, comenzarán los trabajos para la puesta en valor de los restos arqueológicos y al respecto, durante la visita, la alcaldesa ha anunciado la integración de un tercer foco de restos arqueológicos en el lateral de la parroquia, en la calle Licenciado Juan Agustín Mora, “por lo que además de la integración de los restos arqueológicos del aljibe del pósito de la villa de Huelva y de la traza de la ciudad andalusí que ya conocíamos, tras la realización de un sondeo en los restos encontrados hemos podido documentar arqueológicamente, por primera vez, la evolución de la Iglesia de San Pedro, desde su erección en un momento indeterminado de la primera mitad del siglo XIV hasta la actualidad”. “Una intervención histórica, ejemplo de cómo la recuperación del patrimonio arqueológico y monumental de Huelva es un compromiso ineludible de este equipo de Gobierno”, ha asegurado.

Con la puesta en valor de estos elementos, ha explicado la alcaldesa, junto al aljibe del siglo XVI y las estructuras de la ciudad andalusí ya proyectados, “vamos a crear un importante foco de elementos arqueológicos que representan, desde la época romana hasta el siglo XVI, evidencias materiales del pasado multicultural de nuestra ciudad, creándose con ello un potente foco de atracción turística para el centro de Huelva, y es que por nuestra ciudad han pasado tartessos, griegos, fenicios o árabes, somos los herederos de ese legado que nos han dejado y tenemos la obligación de preservar, conservar y en la medida de lo posible recuperar para poner en valor”.

Concretamente, en lo referente a los nuevos restos encontrados en este tercer foco, el arqueólogo responsable del proyecto ha señalado que se han hallado elementos catalogados de época almohade (canalización, estructura de sillares y pavimento), así como la cimentación completa de los siglos XIV y XV de la iglesia de San Pedro y uno de los muros de la fase prealmohade.

Ante este anuncio, la delegada de Cultura y Deporte, ha puesto en valor la sensibilidad demostrada por el Ayuntamiento de Huelva, “quien, de la mano de la Consejería de Cultura, va a realizar una actuación sin precedentes, con un proyecto ilusionante y apasionante que por primera va a permitir a los onubenses y a todos aquellos que nos visiten poder ver in situ todos los vestigios de nuestra historia que han aparecido durante la ejecución de la obra”.

En este sentido, el teniente alcalde de Urbanismo ha señalado que la puesta en valor de los restos arqueológicos se va a realizar en una segunda fase de obra, “por lo que los ciudadanos verán que la obra civil se termina en diciembre, pero que sepan que la parte referente a los restos no es cómo quedará definitivamente, luego habrá un impas mientras licitamos esta nueva fase y una vez finalizado este proceso este volveremos a actuar hasta que queden definitivamente restaurados para el disfrute de los ciudadanos”.

Al respecto, Arias ha señalado que, tal y como han aconsejado los expertos, se van a conjugar dos formas de exponer los restos, “la correspondientes al aljibe y a la ciudad andalusí, que van a quedar completamente a la intemperie, rodeados por unas barandillas y otros elementos de protección para que podamos disfrutar de esos elementos, pero sin que haya ningún riesgo; mientras que el tercer foco encontrado en el lateral de la Iglesia podrá ser visitado a través de urnas elevadas de cristal, material que será tratado para que no se estropee con el paso del tiempo y no se pierda ni un ápice de visibilidad de este importante hallazgo”.

Documentan la existencia de un pozo en el yacimiento arqueológico de Cástulo (Jaén)

En el fondo del mismo se ha reconocido una acumulación de materiales orgánicos (especialmente carbones y huesos de animales), además de cerámicas y monedas de época bajoimperial.
El director del conjunto arqueológico, Marcelo Castro, acompañó a las autoridades en su visita a Cástulo.

La campaña de excavaciones arqueológicas promovida por la Consejería de Cultura y Deporte en el yacimiento arqueológico de Cástulo a lo largo de este verano ha dado como resultado, entre otros, la documentación de un pozo cuyo uso está aún por definir. Ante este hallazgo los arqueólogos barajan la posibilidad de que se trata de un pozo meramente funcional, aunque no descartan la opción de que pudiera estar destinado a actividades de carácter ritual o simbólico.

El delegado territorial de Cultura y Deporte, José Ayala, ha visitado el yacimiento arqueológico junto al concejal de Turismo, Patrimonio Histórico y Comercio del Ayuntamiento de Linares, Enrique Mendoza, y el director del conjunto, Marcelo Castro, para poner en valor estas actuaciones que “demuestran, una vez más, el compromiso de la Consejería con la historia y el patrimonio de la provincia, invirtiendo cerca de medio millón de euros en las campañas de excavaciones en la ciudad íbero romana en los últimos dos años”. En cuanto al pozo, Ayala ha explicado que se trata de una edificación descubierta de forma “accidental” el pasado año, siendo documentado en las excavaciones recientemente finalizadas.

En concreto, este elemento alcanza una profundidad de 8 metros desde el borde del brocal conservado hasta la cota alcanzada en su interior. Un primer tramo fue excavado en la capa de conglomerados resultando un cilindro de paredes bastante sólidas, que desemboca en una cámara más amplia excavada en la roca arenisca, donde se aprecian persistentes desprendimientos.

Este pozo, tal y como han detallado los responsables de la campaña, formó parte de una construcción mayor, hasta ahora apenas conocida, situada en un punto donde la calle principal que alcanza desde el centro urbano desde la Puerta Argentaria. En el fondo del mismo se ha reconocido una acumulación de materiales orgánicos (especialmente carbones y huesos de animales), además de cerámicas y monedas de época bajoimperial. Estos hallazgos son los que plantean la duda sobre el uso del pozo, que deberá ser resuelta en posteriores investigaciones arqueológicas.

Este proyecto de investigación, que se ha desarrollado entre el 17 de junio y el 16 de septiembre, ha supuesto la continuación de la excavación iniciada en 2023 para la recuperación de la arquitectura asociada a una comunidad judía asentada durante los siglos IV y V d.C. en un lugar central de la ciudad de Cástulo.

A lo largo de este verano, los trabajos se han centrado en el cuadrante noroccidental de una manzana edificada en la que se reunieron establecimientos de servicios (un baño y una cisterna) con otros, mayoritarios, que albergaban usos comerciales, siempre abiertos a las calles circundantes, siguiendo el esquema de la taberna romana (tienda con taller-almacén). Cada una de estas tiendas fueron lugares de trabajo y comercio, pero apreciada la presencia en las mismas de un hogar y de ajuar propio del ámbito doméstico, como vajilla cerámica o de bronce, se concluye que funcionaron también como precarias viviendas.

Esta comunidad judía ocupó el centro de la ciudad de Cástulo durante los siglos IV y V d.C., tal y como se ha documentado a lo largo de diversas campañas, con las que se ha constatado el súbito abandono de los edificios anteriormente mencionados, atribuido al efecto de un terremoto ocurrido en los últimos años del siglo V d.C. Tal y como ha detallado el equipo responsable del yacimiento, algunos de estos espacios quedaron rápidamente reducidos a un cúmulo de escombros, mientras que otros subsistieron en un estado inestable. Se ha comprobado igualmente que, una vez abandonada esta arquitectura, convertida ya en ruina, alguien volvió a este lugar para usarlo como cementerio en el transcurso del siglo VI d.C., como demuestra la presencia de una sencilla tumba bajo tejas de una mujer joven.

A raíz de esta campaña de excavaciones financiada por la Consejería de Cultura y Deporte, se determina que las actividades comerciales que se estuvieron desenvolviendo durante los siglos IV y V d.C. en esta localización central dentro de la ciudad, dieron paso a un recinto funerario, lo que indica, además, un definitivo cambio de ciclo en la ciudad de Cástulo.
Voluntarios y equipo técnico en la campaña

José Ayala ha agradecido y aplaudido la labor de los profesionales que han participado en esta campaña. La excavación, así como los trabajos de inventariado y catalogación en el Museo Arqueológico de Linares, han requerido la contratación de un equipo técnico compuesto por once personas, además de los tres técnicos del conjunto arqueológico. Además, se ha contado con la asistencia de tres peones especializados en arqueología, aportados por la empresa Calderón, y se encuentran en curso los trabajos de conservación preventiva, a cargo de la empresa Dávila. A estos técnicos se han sumado un total de 75 voluntarios.

Paralelamente, el Museo Arqueológico de Linares acoge una exposición, ‘Principio del fin’, que muestra 19 objetos singulares y 5 conjuntos de monedas (317 unidades) procedentes de uno de los espacios recuperados este año en la excavación arqueológica, identificado con una tienda-taller o taberna, usada también como vivienda.
(Fuente: Junta de Andalucía)

Documentan dos grandes hornos de ánforas romanas en Gata de Gorgos (Alicante)

Una prospección anterior ya advirtió de la importancia del yacimiento y ahora se han desenterrado las dos factorías que producían 280 ánforas al día.
Vista aérea de las excavaciones en las que se nota la presencia de los dos hornos. / Levante-EMV

La campaña arqueológica de este año en el yacimiento de La Rana, en Gata de Gorgos (Alicante), ha revelado que el centro de producción de ánforas y cerámica tenía dos hornos con una capacidad aproximada para producir 280 ánforas en cada cocción.

Estos dos hornos son dos plataformas cuadrangulares de alrededor de 20 metros cuadrados a los que les faltan las bóvedas. El calor entraba por la parte inferior y en la superficie se colocaban las ánforas hechas con arcilla de la zona para destinarlas a guardar vino. Estos recipientes, que se colocaban encima de unas parrillas, se cocían con las altas temperaturas a las que llegaba el horno.

Estas cocinas de combustión romanas eran frágiles, debido a que estaban expuestas a mucho calor y los ladrillos que formaban los muros, que se llaman adobes, iban cediendo ante la temperatura hasta que se rompían. Ximo Bolufer, arqueólogo presente en las excavaciones, explica que durante la temporada en la que la factoría de ánforas de Gata funcionaba, se iban abandonando algunos hornos y construyendo nuevos debido a su fragilidad y la escasa vida útil de los mismos.

El horno romano ubicado en esta localidad de la Marina Alta estuvo produciendo cerámica hasta el siglo III después de Cristo aproximadamente. Aunque no siempre en los mismos hornos, sino que cuando uno de ellos cedía ante el calor y la producción, se creaba otro que se adaptara a las necesidades del momento.

Mientras estuvo en funcionamiento, compartía mercado con otra productora de ánforas en la misma comarca: la de l’Almadrava, en els Poblets. De hecho, la tipología de las ánforas encontradas en el yacimiento presenta muchas similitudes a las producidas en els Poblets. Su uso se destinaba a almacenar vino desde los terrenos donde se cosechaba y se trasladaba hasta el puerto de Xàbia, donde se enviaba a diferentes puntos del Imperio Romano. 

El yacimiento arqueológico de La Rana en Gata de Gorgos fue un centro de producción de ánforas y cerámicas de 9.000 metros cuadrados en el periodo del alto Imperio Romano. En las excavaciones se han descubierto restos de ánforas de arcilla además de las dos máquinas de producción recién descubiertas.

A finales de la década de los 80 se localizó el yacimiento pero no fue hasta 2018 cuando empezaron las excavaciones arqueológicas. Desde entonces se han realizado tres campañas por parte del Museu de Xàbia y el Institut Universitari d’Investigació en Arqueologia i Patrimoni Cultural de la Universitat d’Alacant.

En 2018 se descubrieron los hornos y en 2019 ya se localizaron los vertederos. Allí se encontraron fragmentos de ánforas y cerámicas que se habían desechado desde la factoría. En 2021 fue cuando se detectó la presencia de las grandes superficies de combustión, ya que utilizaron la prospección electromagnética que indicó que se encontraban debajo de la tierra.

Según el arqueólogo Ximo Bolufer, hace unos 1.800 años el valle donde se sitúa Gata de Gorgos estaba habitado por íberos pero eran una sociedad muy romanizada y posiblemente estaba compuesta por pequeños propietarios agrarios, «similar a la que subsistió hasta las últimas décadas del siglo pasado». Los romanos de Gata producían su propio vino y lo comercializaban por el extranjero vía marítima.