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9 de noviembre de 2022

Investigadores de las Universidades de Jaén y Málaga descubren la tumba orientada al solsticio de invierno más antigua de Egipto

Está situada en la necrópolis de Qubbet el-Hawa (Asuán), perfectamente orientada de tal forma que los rayos del sol bañaran con su luz el lugar donde se iba a situar la estatua de un gobernador de la ciudad de Elefantina, que vivió a finales de la Dinastía XII, en torno al 1830 a. C.
Imagen interior de la tumba, catalogada con el número 33, en la necrópolis de Qubbet el-Hawa (Asuán, Egipto).

Investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) y la Universidad de Málaga (UMA) han descubierto la tumba orientada al solsticio de invierno más antigua de Egipto. La tumba, situada en la necrópolis de Qubbet el-Hawa (Asuán) está perfectamente orientada al amanecer del solsticio de invierno de tal forma que los rayos del sol bañaran con su luz el lugar donde se iba a situar la estatua de un gobernador de la ciudad de Elefantina, que vivió a finales de la Dinastía XII, en torno al 1830 a. C.

La tumba, orientada al amanecer del solsticio de invierno y al ocaso del solsticio de verano, registraba perfectamente el ciclo completo del sol, relacionado con la idea de renacimiento.

Mientras el solsticio de invierno suponía el comienzo suponía el inicio de la victoria de la luz del sol frente a la oscuridad, el solsticio de verano generalmente coincidía con el inicio de la inundación anual del Nilo, de tal forma que ambos acontecimientos tenían un importante simbolismo con la resurrección del gobernador difunto.

En este trabajo, publicado recientemente en la prestigiosa revista científica Mediterranean Archaeology and Archaeometry, los investigadores explican que, para conseguir la perfección en la orientación, el arquitecto egipcio simplemente se sirvió de una vara de dos codos, poco más de un metro, una escuadra y unas cuerdas, con los que pudo calcular perfectamente la orientación de la capilla funeraria y la situación de la estatua del gobernador. Asimismo, se indica que el arquitecto egipcio no sólo consiguió la perfecta orientación, sino que también diseñó su volumen con una enorme precisión, tal y como se determinó en un anterior trabajo publicado por la UJA en 2020 y firmado, entre otros, por el profesor Antonio Mozas (también autor de este artículo), en el que se descubrió que el volumen de la tumba fue perfectamente calculado para evitar la coincidencia con una tumba anterior.

La tumba de este gobernador, catalogada con el número 33 y posiblemente construida por el gobernador Heqaib-ankh, fue excavada por la Universidad de Jaén entre 2008 y 2018, momento a partir del cual comenzó su estudio arquitectónico por diferentes especialistas, entre ellos, la profesora de arquitectura Lola Joyanes, de la Universidad de Málaga.

Los científicos andaluces han llegado a estas conclusiones gracias a la identificación del periodo en el que se construyó la tumba, lo que les permitió la utilización de un software específico (Dialux Evo) que reproduce la posición del sol con respecto al horizonte en épocas más antiguas.

“Este estudio demuestra que los egipcios eran capaces de calcular la posición del sol y la orientación de sus rayos para diseñar sus monumentos. Aunque la tumba 33 de Qubbet el-Hawa supone el ejemplo más antiguo encontrado hasta ahora, seguramente no será el único”, aseguran los investigadores.

Estas investigaciones han sido financiadas por la Junta de Andalucía en sus proyectos ‘A way to immortality: beyond the preparation for death during Middle Kingdom at Qubbet el-Hawa (Aswan, Egypt)’ de la Universidad de Jaén y ‘Arqueología, Arquitectura y Paisaje: evolución tipológica y estado de conservación de las tumbas en la necrópolis de Qubbet el Hawa (Asuán, Egipto). Criterios para la intervención y puesta en valor’, de la Universidad de Málaga.

8 de noviembre de 2022

Los talleres de arqueología de Elda reúnen en "El Monastil" a 400 alumnos

El programa de actividades, que comenzó ayer lunes se enmarca en el proyecto "La Llave" y cuenta con la implicación de los tres institutos de Educación Secundaria de la localidad.
Imagen aérea del yacimiento El Monastil de Elda. AXEL ALVAREZ

El Ayuntamiento de Elda, a través de la concejalía de Patrimonio Histórico, ha organizado un programa de talleres didácticos y visitas arqueológicas al yacimiento El Monastil los días 7, 8, 9, 10, 11 y 14 de noviembre de 2022.

Los talleres han sido presentados por el concejal de Patrimonio Histórico, Amado Navalón, acompañado por el arqueólogo municipal, Juan Carlos Márquez, las directoras del IES Monastil Ana Esteve, y del IES La Melva, Isabel Coves, así como del director del IES La Torreta, Daniel López.

Amado Navalón ha explicado que “estos talleres tienen como destinatarios a los estudiantes de 1º de ESO, en el marco del proyecto educativo La Llave de Elda, a través de diversos convenios de colaboración con centros de enseñanza secundaria de Elda”.

Por su parte, Juan Carlos Márquez ha indicado que “durante estas seis jornadas, en horario docente, los participantes tendrán la oportunidad de experimentar en El Monastil el oficio arqueológico a través del taller ‘Aprende a descubrir el pasado: Arqueólogos por un día’, disfrutando de la experiencia de convertirse en arqueólogo o arqueóloga y aprender el método de excavación en una simulación de una pequeña excavación”.

“En este taller, los alumnos y alumnas tendrán que localizar las piezas, situarlas, medirlas e identificarlas, para descubrir parte de nuestro pasado. Asimismo, podrán acercarse a la caza prehistórica a través del taller dedicado al tiro con arco”, ha afirmado Márquez.

Finalmente, dentro del programa educativo previsto, se encuentra la visita al propio yacimiento arqueológico. Esta visita, bajo el título "Descubrir El Monastil", pretende acercar, de la mano de profesionales de la arqueología, las riquezas y los vestigios de este yacimiento, el más representativo de la Prehistoria y la Antigüedad en Elda: la muralla iberorromana, la alfarería y su complejo doméstico y artesanal, el poblado romano tardío y la iglesia bizantina y visigoda.

Los talleres didácticos se celebran en el marco del proyecto La Llave de Elda, que tiene como objetivo principal el conocimiento, la comprensión y la difusión del patrimonio histórico y cultural de Elda y su entorno a través de rutas y actividades desarrolladas preferentemente fuera de las aulas.

Esta iniciativa de carácter transversal, pluridisciplinar y multitemático, intenta educar en el conocimiento y en el respeto hacia el patrimonio histórico a escala local. Está gestionada por profesores de Educación Secundaria, técnicos expertos y personal del Ayuntamiento de Elda, e integra a profesionales, empresas, instituciones y colaboradores externos de la ciudad.

El impulso inicial partió del IES Monastil en el curso 2009-2010 tras varios años de experiencias previas, en la que se proponía que los estudiantes descubrieran las claves históricas de la Elda actual: de ahí su denominación, la Llave de Elda, la llave que abre la puerta hacia el conocimiento de la ciudad. Desde hace unos años se han sumado el IES La Melva (2015) y el IES La Torreta (2019).

A lo largo de diez años de recorrido, se ha ido conformando de manera paulatina un catálogo de itinerarios y actividades que forman parte del proyecto. Actualmente, siete rutas y treinta lugares del patrimonio histórico, cultural y natural forman parte directa de la nómina de la Llave de Elda.

La selección de estos lugares del paisaje urbano y natural de Elda, y de los contenidos de estas rutas, se intenta ajustar a los programas, horarios y necesidades docentes y formativas de los centros participantes, con el objetivo de que cada nivel académico (desde 1º de ESO hasta 2º de Bachillerato) disponga, al menos, de una ruta durante el curso académico ordinario.
(Fuente: Información)

Las excavaciones sacan a la luz una nueva yesería en Petrer (Alicante)

La yesería encontrada en la alquería de Puça dataría de la primera mitad del siglo XIII. Está decorada con motivos geométricos representando octógonos semejante a las encontradas hace cincuenta años.
La excavación está actualizando el conocimiento que se tiene del periodo medieval de Petrer

La tercera fase del proyecto de investigación “Territorio Bitrir/Petrer (siglos X-XV)”, con excavaciones arqueológicas en la conocida como alquería de Puça, ha sacado a la luz un nuevo fragmento de yesería decorada con motivos geométricos representando octógonos semejante a la expuesta actualmente en el Museo Dámaso Navarro, yeserías encontradas a finales de la década de 1960 en la zona por el Grupo Arqueológico Petrelense, posteriormente llamado Grupo Arqueológico Dámaso Navarro en homenaje a su impulsor.

En las últimas semanas, un equipo formado por arqueólogos y estudiantes de Arqueología están llevando a cabo la fase III del plan general de investigación “Territorio Bitrir/Petrer (siglos X-XV)”, consistente en continuar con la excavación arqueológica de la alquería de Puça y en la actualización del conocimiento que se tiene del periodo medieval de Petrer.

La alcaldesa de Petrer, Irene Navarro, que ha visitado la excavación junto al concejal de Cultura y Patrimonio, Fernando Portillo, el director del Museo, Fernando Tendero, y Joaquín Pina, uno de los directores del proyecto, ha expresado que es necesario “poner en valor el gran trabajo que se está haciendo desde la concejalía de Cultura y Patrimonio por ese compromiso con la recuperación de nuestros orígenes y de nuestro patrimonio”.

Joaquín Pina (director del proyecto junto a José María Moreno, Pedro Saura y Fernando Tendero) ha recordado que esta excavación nos sirve “para conocer el poblamiento medieval de Petrer, tanto el islámico como el cristiano”, recordando que este es el segundo año de sondeos y “los resultados de esta excavación nos han permitido interpretar qué eran esos muros que encontramos el año pasado”, descubriendo “una casa con un patio central que presenta habitaciones en sus lados”.

Pina también se ha referido al fragmento de grandes dimensiones de yesería encontrado, “con una cronología aproximada de la primera mitad del siglo XIII, momento en el que cada vez pensamos con más rotundidad que se abandona definitivamente este espacio de la alquería”, corroborando la hipótesis de que los habitantes andalusíes eran agricultores que cultivaban el fértil valle de Puça y que podían permitirse decorar sus viviendas con elaboradas yeserías antes de la llegada de los conquistadores cristianos a mediados del siglo XIII.

El investigador ha aprovechado para agradecer la “colaboración y predisposición de las propietarias de los terrenos que nos han permitido trabajar con todas las facilidades”, así como al equipo del Museo Dámaso Navarro y a todas las personas voluntarias.

El concejal, Fernando Portillo, ha apuntado que “es importante el fragmento de yesería que ha aparecido, porque, 55 años después, vamos a volver a tener una nueva pieza que se expondrá en el museo una vez limpia y restaurada”. También ha expresado su propósito de “seguir comprometidos con el patrimonio”, avanzando que, como en las tres fases anteriores, para el próximo año, para la cuarta fase de este proyecto de investigación, la concejalía destinará previsiblemente entre 6.000 y 7.000 euros.

Esta intervención cuenta con la financiación de la Concejalía de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Petrer y la autorización de la Dirección General de Cultura y Deporte de la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte.

TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS PRECEDENTES
“El territorio de Bitrir/Petrer (siglos X al XV)” es una intervención que da continuidad a los hallazgos del Grupo Arqueológico y a las investigaciones realizadas en 1986 y en la década de los noventa del siglo pasado, bajo la dirección de la arqueóloga Concha Navarro, para poder localizar con precisión la alquería islámica de la Edad Media que contendría una comunidad rural cerca del antiguo Petrer musulmán, llamado en las fuentes árabes Bitrir.

7 de noviembre de 2022

La policía recupera en Tarragona una escultura del siglo IV a. C.

Un agricultor de Córdoba vendió la pieza en los años 90 a un ciudadano de Barcelona
Estado en el que se encuentra actualmente la escultura del siglo IV a. C. recuperada en Tarragona / CNP

La Policía Nacional ha intervenido en un museo de la provincia de Tarragona una escultura íbera de un toro del siglo IV antes de Cristo y ha localizado al autor del expolio de la obra, un agricultor de Córdoba que la vendió en la década de los 90 a un ciudadano de Barcelona.

Después de ser confiscada, la pieza ha sido trasladada a dependencias del Instituto del Patrimonio Cultural de España, donde se le ha practicado un estudio científico-técnico para detectar posibles daños debido a las modificaciones realizadas. El análisis ha concluido que no se siguieron los criterios y recomendaciones de los organismos competentes en materia de conservación y restauración y que la pieza ha sufrido modificaciones irreversibles.

Localizado el autor del expolio
La investigación comenzó en 2020, cuando los agentes localizaron la escultura, íntegra y restaurada, en el museo. Los agentes se fijaron en que la pieza estaba formada por dos bloques de piedra, similares a los que llevaban meses buscando. En concreto buscaban dos bloques que formaban la figura de un toro íbero de IV a. C., de la que existían referencias en un artículo académico de 2004 publicado por un prestigioso arqueólogo, así como en un blog de un vecino de Córdoba.

Los agentes contactaron con estas dos personas, quienes pusieron de manifiesto en su declaración que pudieron ver los dos fragmentos al poco tiempo de su aparición en el campo, hecho que había sucedido cuando una persona llevaba a cabo labores agrícolas al final de la década de los 90. Los investigadores encontraron al presunto autor, un vecino de Córdoba, que fue el responsable del expolio.

El vino que bebían los romanos se hace ahora en Cádiz con el mismo proceso y materiales

A través de textos como los del escritor romano Columela, han creado diferentes variedades de vino fermentadas en dolia y con aditivos usados hace 2.000 años

Los dolia, recipientes en los que se fermenta el vino.

Los dolia romanos han vuelto a lo que fue la Bética Romana para fermentar un vino con dos milenios de historia. El investigador de la Universidad de Cádiz Manuel León, junto al enólogo Alejandro Cobos, ha traído hasta Trebujena (Cádiz) los sistemas de producción de la época del Imperio Romano para reproducir el sabor y los aromas que llenaban las copas de los romanos en el siglo I después de Cristo.

A través del proyecto Arqueogastronomía, el arqueólogo Manuel León ha culminado años de estudio e investigación, así como de ensayos en bodega, con la elaboración en la cooperativa Tierras de Albariza de varios tipos de vino hechos con los mismos materiales y procesos que recoge el escritor de la antigua Roma Columela en sus textos.

Para ello, han recuperado los dolia romanos, unos recipientes de cerámica hechos a mano, ovoides y con un revestimiento de resina de pino, explica Manuel León. «Hemos aplicado distintos tipos de técnicas de fermentación de tradición púnico-cartaginesa, pero que se daban ya en época romana y que aparecen en los textos de Columela, hemos vinificado en el mismo lugar, que es en la zona de Trebujena, hasta las orillas del antiguo Lacus Ligustinus, con una serie de variedades antiguas de uva que han quedado en la zona», cuenta el arqueólogo y miembro del grupo de investigación de Ingeniería Química y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Cádiz.

Variedades antiguas de uva y el mismo suelo que documenta Columela
Lo que buscaba esta investigación de Arqueogastronomía, explica León, es «arrojar luz sobre el misterio que había sobre los sistemas de producción de vino en la Bética Romana, que eran totalmente diferentes a los de la zona mediterránea».

Para ello estudiaron los textos de Columela, además de otras fuentes clásicas y registros arqueológicos, y decidieron utilizar las variedades de uva más antiguas y similares a las de la época romana, así como llevar a cabo el proceso en la misma superficie que documenta el escritor en sus textos y en los mismos recipientes.

Por eso se eligieron las tierras de Albariza, en Trebujena, y se utilizan las variedades de uva perruno, mantúo, castellano, cañocazo y palomino.

Y además de cuidar la elección de la tierra y la uva, utilizando «las escasas viñas centenarias de perruno y vidueño que se conservan», León ha tenido en cuenta también los aditivos que Columela recoge en sus textos y que «juegan un papel importante en el aroma y envejecimiento de los vinos de la época romana e incluso en los actuales vinos generosos», según explican desde Arqueogastronomía.

Así, estos vinos cuentan con el defrutum como aditivo, una reducción de mosto con ingredientes que confieren aroma y sabor y modifican las características químicas y físicas de esta bebida. «Su adición, combinada con el control y el contraste de temperatura en los vinos, requiere una técnica durante la fermentación, y con posterioridad a ella en algunos casos, y produce una evolución organoléptica positiva en el vino, estabilizando las elaboraciones, y manteniendo el vino a salvo de determinadas bacterias», explican los creadores del proyecto.

La uva, junto a los aditivos, no se fermenta en roble americano o en depósitos de acero como se hace en las bodegas actuales, sino que en este proyecto se utiliza un dolium de cerámica de 400 litros de capacidad para la fermentación, crianza y estabilización del vino como se hacía en la época romana.

El proceso lo hacen León y Cobos en las tierras de la cooperativa de manera artesanal, «desde el estrujado y prensado de la uva, pasando por el uso de una antigua prensa de madera, hasta el control de los aditivos y la posterior estabilización del vino».

En los seis dolia que tiene Arqueogastronomía en las tierras de Albariza, de 400 litros cada uno, están reproduciendo distintos tipos de vino: Líxivo, un vino fermentado en dolium con técnica ancestral a base de vidueño en tierras de albariza en lentejuelas y lustrillo; Éntasis, una elaboración a base de soleras de defrutum que genera un perfil sensorial con aromas a madera y especias; Favonio, un nuevo vino fortificado de crianza biológica en dolium, y Paladio, un vino de crianza oxidativa de perfil aromático descrito en textos agronómicos desde el siglo I al IV d.C.

Venta de vino con la divulgación científica como fin
Estos vinos están a la venta, principalmente para restaurantes, pero su fin principal es la investigación, explica Manuel León, que afirma que los beneficios obtenidos de las ventas se reinvierten casi en su totalidad en el proyecto. «El año pasado hicimos dos contenedores y prácticamente la totalidad de la venta de las botellas sirvió para pagar cuatro contenedores más en los que estamos haciendo dos tipos diferentes», cuenta el investigador.

En principio, las botellas producidas se destinan a la venta a restauración, además de a alguna enoteca y vinoteca de Sevilla y Cádiz, y se pueden encontrar por un precio de alrededor de 20 euros. En un futuro cercano, una pequeña cantidad estará disponible también para la venta online.

Pero no es el principal esfuerzo de Arqueogastronomía, explica León. «Lo que hacemos siempre es socializar el producto», señala, algo que hacen con los vinos, pero también con los quesos hechos con técnicas romanas o el garum, una salsa recuperada también de los textos de la época.

«De nada nos sirve realizar artículos científicos si después queda en un grupo bastante reducido de investigadores. Por eso hacemos actividades de divulgación científica sobre lo que hacemos en museos, fundaciones, instituciones de carácter cultural, prácticamente por toda la península», argumenta.

Precisamente porque el objetivo es acercar la historia a través de la gastronomía, León afirma que no les preocupa no estar incluidos dentro de la denominación de origen de Jerez, puesto que usan otras variedades de uva, puesto que su fin es muy distinto.

Descubiertos en Dénia los vestigios de una alcazaba del siglo X

La construcción, localizada en la parte oriental del Castillo, demuestra que la ciudad islámica surge en tiempos de Abderramán III, más de medio siglo antes de lo que se pensaba. Albergaba una guarnición cuya misión era vigilar los astilleros que albergaban la flota del califa. Una investigación concluye que tiene los mismos trazos arquitectónicos que las alcazabas edificadas en Xàtiva y Tánger en la misma época
Vertiente del castillo donde se ha encontrado la alcazaba. FOTO J.A.G.

Las huellas en Dénia de la Edad Media siempre han estado envueltas de oscuridad. La historia tradicional sitúa el nacimiento de Daniya al principio del siglo XI, en la época de gloria de la taifa, ya saben: el crecimiento de una gran ciudad bajo el gobierno del emir Muyahid, el legendario conquistador de las Baleares. Pero en realidad, todo comenzó a gestarse antes: un estudio del arqueólogo Josep Antoni Gisbert desarrollado desde 2010 permite establecer que la génesis de la Dénia islámica se remonta a mediados del siglo X, bajo el dominio del califa de Córdoba, Abderramán III (891-961). O sea, unos 70 años atrás.

La gran prueba de eso es el hallazgo de una alcazaba de época califal descubierta en la vertiente oriental del Castillo, una constatación arqueológica hasta ahora desconocida. Dentro del plano de la fortaleza de Dénia, se ubicaba sobre todo en El Verger Bajo pero también en el Alto –ambas zonas ubicadas frente al barrio de Baix la Mar–, asentada sobre una plataforma que transcurría desde la Torre del Galliner a la Torre del Mig. También aparecieron vestigios similares durante las obras de pavimentación en 2010 de la Explanada, en la parte más elevada del recinto.

De este modo, y en un prodigioso ejercicio de memoria «podemos imaginar» cómo era aquella primera ciudad andalucí: por las fuentes escritas, ya se conocía que Abderramán había fundado unos astilleros en Dénia, frente a lo que hoy es el club náutico, destinados no solo a la construcción de barcos, sino también la estancia de la flota del califa.

Pues bien, la alcazaba ahora descubierta albergaba una guarnición cuyo cometido era vigilar esos astilleros. Entre una construcción y otra se situaba la medina islámica, entonces aún dispersa y de dimensiones que no debían ser demasiado notables. También es en ese momento cuando nace el gran arrabal portuario de El Fortí, que une los astilleros con la medina incipiente y aquella alcazaba primigenia.

Otro autor del siglo X, Al-Razi, describe que Dénia tenía un «puerto muy bueno y muy antiguo» aunque todavía no hace referencia a ninguna medina. Abderramán III elige pues Dénia por las óptimas condiciones de su puerto. Pero tal decisión comportó dos consecuencias históricas de gran calibre: la primera, que estamos ante el origen de lo que después sería la poderosa taifa de Daniya, que en las décadas siguientes «creció y creció», se convirtió en una de las ciudades más prósperas del Al-Andalus y estableció lazos comerciales con todo el Mediterráneo medieval.

Y la segunda, agrega Gisbert, que aquella alcazaba y aquellos astilleros supusieron la «refundación de la ciudad de la antigüedad clásica aunque fuera en otra ubicación». Los siglos siguientes a la Dianium romana siguen envueltos de tinieblas con apenas hallazgos arqueológicos o literarios del periodo visigodo, más allá de las referencias a obispos visigóticos en este emplazamiento geográfico. Así que , «el aliento de Dénia, que había desaparecido, resurge en ese siglo X, antes de lo que se creía, debido al proceso de colonización, conquista y control por parte del califato de Córdoba». Daniya sólo será independiente unas décadas más tarde, cuando se erija en la taifa gobernada por Muyahid.

Un doble viaje a la búsqueda de evidencias a Xàtiva y Tánger
Ahora bien, ¿cómo fue posible datar esa alcazaba perdida de Dénia en una época tan temprana como el siglo X? Los vestigios aparecidos en el Castillo revelan ya que se trata de una estructura de época califal, con paramentos externos e internos forjados con los sillares característicos de esta época y un encofrado «fortísimo» de mortero de cal, una obra pues «tremendamente sólida».

Pero había que ir más allá. Comparar, para confirmar esta tesis, lo hallado en Dénia con construcciones de otras latitudes alzadas también bajo el dominio del Califato de Córdoba.

De esta manera se inician dos viajes que le permitieron a Gisbert efectuar ese «análisis comparativo». En primer lugar, a Xàtiva, con una alcazaba de la misma cronología y con trazos arquitectónicos casi idénticos a los de Dénia. Si al poderoso califa de Córdoba le interesaba Dénia por su puerto, en el caso de Xàtiva era por su condición de nudo de comunicaciones gracias a la Vía Augusta de origen romano.

De hecho, Gisbert abordó esta cuestión en una conferencia pronunciada en la capital de La Costera este pasado jueves bajo el título Les alcassabes de Madina Satiba als temps d’Ibn Hazm. Una visura arqueològica. La ponencia obedece a que Xàtiva está celebrando los mil años de El Collar de la Paloma, la famosa obra amorosa escrita en esa localidad por Ibn Hazm, el gran sabio medieval que por cierto también vivió durante unos años en Dénia, tal y como publicó ya este diario en otro reportaje.

El segundo viaje fue más largo: al Atlántico. Las fuentes escritas indicaban que en Tánger, también bajo dominio de Abderramán III, se erigió otra alcazaba y en su visita a esa ciudad Gisbert se entrevistó con el investigador Abdelatif el Boudjay. De ese nuevo estudio comparativo se estableció que también la alcazaba de Tánger compartía las mismas disposiciones arquitectónicas que las de Dénia y Xàtiva, con los mismos paramentos califales y los sillones colocados a soga y tizón.
(Fuente: La Marina Plaza)

4 de noviembre de 2022

Presentado el Proyecto de digitalización 3D de piezas arqueológicas de Fuente Álamo

El proyecto, realizado por el joven arqueólogo pontanés Samuel Lahoz, ha tenido como base de trabajo las colecciones materiales del Museo Histórico de Puente Genil y de la Villa Romana de Fuente Álamo, las cuales constituyen los dos principales depósitos de materiales arqueológicos del municipio. Se ha creado un perfil específico para este proyecto en el sitio web Sketchfab 
El arqueólogo Samuel Lahoz participó en la presentación junto a la concejal del Área.

La concejala de Turismo, Ana Mª Carrillo, daba a conocer en la mañana del jueves el proyecto de documentación y digitalización 3D que se se enmarca dentro de las iniciativas presentadas por el Ayuntamiento de Puente Genil al Plan Córdoba 15 de la Diputación de Córdoba que ha contado con una subvención de 6.000 euros.

El proyecto, realizado por el joven arqueólogo pontanés Samuel Lahoz, ha tenido como base de trabajo las colecciones materiales del Museo Histórico de Puente Genil y de la Villa Romana de Fuente Álamo, las cuales constituyen los dos principales depósitos de materiales arqueológicos del municipio y “nos va a permitir lograr el objetivo principal con este proyecto, que no es otro que el Museo Histórico Local estrene una colección virtual de arqueología”.

Del amplio elenco de materiales susceptibles de ser digitalizados, añadió, “se ha tenido en cuenta aquellos que mejor representan las distintas épocas históricas de la ocupación humana del territorio que abarca el actual término de Puente Genil”.

El eje conductor de este proyecto ha constado de los siguientes pasos: Análisis y posterior selección del material susceptible de ser digitalizado teniendo en cuenta los siguientes criterios: estado de conservación, documentación existente respecto al objeto, valor patrimonial e histórico, tipología y variedad cronológica; digitalización mediante fotogrametría digital de corto alcance; generación de modelos 3D mediante software específico; volcado de los modelos al sitio web Sketchfab y creación de fichas técnicas y memoria final

En términos cuantitativos con el desarrollo de este proyecto se han llegado a digitalizar un total de 56 elementos de índole arqueológica: desde cerámicas y piezas líticas, pasando por conjuntos de mosaicos, esculturas, inscripciones a espacios arqueológicos y sondeos de excavación con una duración aproximada de los trabajos de en torno a 3 meses.

Posteriormente, explicaron la forma de poder visualizar y acceder a la colección. Se ha creado un perfil específico para este proyecto en el sitio web Sketchfab, una plataforma 3D a la cual se han subido los elementos digitalizados y donde pueden ser visualizados por cualquier persona de forma gratuita desde cualquier plataforma con acceso a internet. Asimismo, el visitante del Museo contará en su interior con códigos QR que al escanear le remitirán a la colección virtual y la consulta de los materiales.

Este proyecto, según explicó la concejala, “nos ha permitido abrir una nueva vía de trabajo en el ámbito de la difusión del patrimonio arqueológico de Puente Genil, así como la realización de otros proyectos como el llevado a cabo en colaboración con centros escolares de la localidad, orientados a la divulgación y conocimiento de la Arqueología y el Patrimonio por parte de los más jóvenes a través de las nuevas tecnologías”.

Los resultados de esta experiencia didáctica se han presentado en el marco del Proyecto Estrabón, un proyecto liderado por la Universidad de Córdoba y del que forma parte este Ayuntamiento que tiene como eje central la arqueología como seña de identidad, agente de desarrollo sostenible y motor turístico.

Unos hornos romanos con más de 2.000 años corren peligro en Algeciras

El Ayuntamiento anuncia un proyecto global mientras trabaja en la obra de un muro de contención que proteja un yacimiento declarado Monumento Histórico-Artístico en 1969
Unos hornos romanos con más de 2.000 años corren peligro en Algeciras.

La Urbiapedia recoge que los hornos romanos de El Rinconcillo, en Algeciras, forman parte de el complejo de fabricación de ánforas de la ciudad de Portus Albus y complementario de la industria de elaboración de Garum de la ciudad de Iulia Traducta.

Tienen más 2.000 años de antigüedad y corren peligro. Para frenar el deterioro, la teniente de alcalde delegada de Cultura y Patrimonio Histórico en el Ayuntamiento algecireño, Pilar Pintor, ha anunciado que ya han dado inicio las obras de construcción de un muro de contención para la protección de este Bien de Interés Cultural, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1969.

Según ha explicado la edil, "este un proyecto que están llevando a cabo los técnicos de la Delegación de Urbanismo, que encabeza Yéssica Rodríguez y el Museo Municipal con la supervisión del arqueólogo municipal, Rafael Jiménez-Camino Álvarez, al tratarse de la puesta en valor de un yacimiento arqueológico que se ejecuta desde la Delegación de Cultura".

Estos trabajos, asegura, "son imprescindibles para asegurar la estabilidad de estas estructuras de más de 2.000 años de antigüedad y forma parte de los compromisos alcanzados para la restauración del patrimonio arqueológico y artístico de nuestra ciudad, que previamente han sido informados y tratados en la Comisión de Patrimonio Histórico", ha explicado.

En concreto, la actuación forma parte de un proyecto global con el que se pretende realizar una campaña de excavaciones arqueológicas que permita avanzar en el conocimiento de este centro de producción de envases que abasteció primero la actividad industrial de la ciudad de Carteia y, posteriormente, la de Iulia Traducta en Algeciras. La intervención arqueológica también evaluará la dispersión de las instalaciones y su estado de conservación de cara a la elaboración de un proyecto de conservación y puesta en valor, que será la última fase del proyecto.

Cabe recordar que este alfar es el más antiguo de la Bahía de Algeciras y se ha podido constatar que las ánforas producidas en él se exportaban a la misma capital del Imperio, Roma, a Tharros, en Cerdeña o a la isla de Delos, en el mar Egeo.