google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri

5 de enero de 2018

El Ayuntamiento de Cabra compra la parcela de la villa romana del Mitra

El Ayuntamiento de Cabra y los propietarios de la parcela de terreno donde se encuentra el yacimiento arqueológico de la villa romana del Mitra, han llegado a un acuerdo por el que ésta ha sido adquirida por el consistorio y para lo que en los próximos días se procederá en el salón de plenos a la firma documental de la compra y en la que se darán más detalles de la misma
El yacimiento fue declarado Bien de Interés Cultural en e año 2015. 
Una compra por parte del Ayuntamiento que pone fin al deseo que desde hace décadas tenía el municipio de hacerse con la propiedad de este importante yacimiento que en marzo del 2015 fue declarado por la Junta de Andalucía como Bien de Interés Cultural tras la incoación del expediente tramitado por el consistorio.

De esta forma el Ayuntamiento de Cabra podrá ahora avanzar en en sus trabajos para su conservación, restauración y conservación para su conocimiento y difusión entre los ciudadanos.

La villa de Mitra, es uno de los magníficos ejemplos de villa romana de peristilo que se conservan en la Bética. De este yacimiento se conocen fundamentalmente las esculturas de mármol que decoraban el patio principal, de una gran calidad artística, sobre todo el grupo escultórico de Mithras Tauroktonos. Se trata de la única pieza completa del dios Mitra en la Península Ibérica, aunque han aparecido en general muy pocas piezas en el ámbito romano. Junto a esta figura destacan las esculturas de Dioniso, Eros dormido y el surtidor de Niño con liebre.

Las intervenciones arqueológicas sacaron a la luz el núcleo central de la zona residencial de esta villa, cuyo origen se remonta a los siglos I-II, En torno a un patio con estanque, que cuenta con varias remodelaciones para ampliarlo y ornamentarlo, se distribuyen una serie de estancias, la mayoría con pavimentos de mosaicos de una calidad excepcional. Estos mosaicos son fundamentalmente geométricos con un repertorio muy amplio de formas, aunque también están presentes los motivos vegetales y figurativos, como el emblema central de uno de ellos, un Triunfo de Baco. Estos pavimentos se atribuyen a los siglos III y IV y se corresponden con una de las reformas de la villa.

Actualmente se conoce solo un sector de la pars urbana de la villa, junto con unas termas y también una necrópolis asociada. Además se ha detectado una fase posterior de ocupación, ya en época tardorromana y visigoda, que permite la continuidad del espacio funerario. Por lo tanto, todavía no se ha podido completar la investigación de la villa en toda su extensión, faltando por descubrir otras áreas características de este tipo de asentamientos, por lo que se convierte este yacimiento en un importante recurso para la investigación arqueológica.

(Fuente: Cabra Información / José Moreno)

4 de enero de 2018

La villa romana de Azuara abrirá al público con un proyecto de reconstrucción volumétrica

El anteproyecto de la villa romana de La Malena, en Azuara (Zaragoza) propone un cerramiento del recinto con cierres laterales, además de cubierta. A la propuesta de cubrimiento se suma la inclusión de recorridos para la visita del yacimiento, salvaguardando los espacios donde se ubica suelo de mosaico y creando plataformas de aproximación.
La actuación permitirá la visita a la villa romana. FOTO: GOBIERNO DE ARAGÓN
El Gobierno de Aragón comenzará en 2018 la reconstrucción volumétrica del yacimiento de la Malena en Azuara (Zaragoza), una solución para conservar y proteger este bien patrimonial que permitirá su apertura al público para facilitar la comprensión cultural del fenómeno de las villas romanas en el territorio. El anteproyecto de actuaciones para la protección de la villa ha sido aprobado en Comisión de Patrimonio de Zaragoza.

Durante el 2017, se ha realizado el proyecto de recuperación de una de las estancias de la Villa Romana, que se ha apoyado con labores de mantenimiento y limpieza en el yacimiento en colaboración con el Ayuntamiento de Azuara y con los vecinos y vecinas de la localidad.

Ahora, con este proyecto global, que contempla la ejecución temporal por fases, se quiere conseguir la conservación de un bien patrimonial básico y de los numerosos e importantes mosaicos, pavimentos y restos de pintura mural que lleva asociados.

Se trata de notables elementos que, junto a los restos arqueológicos murarios y de antiguas infraestructuras de la villa, se desarrollaron en un contexto arquitectónico, en gran parte desaparecido, y que se pretende recuperar volumétricamente.

Esta tarea de conservación debe completarse con delicadas labores de restauración de los mosaicos de las distintas dependencias y con la instalación de un recorrido para su observación y entendimiento, con las medidas de seguridad precisas para su protección.

El programa de necesidades se ha centrado en plantear un sistema de cubierta y cerramiento lateral que garantice la protección del yacimiento excavado, permitiendo la restauración de los restos arqueológicos “in situ”.

Se trata de un planteamiento innovador, una solución singular que pocas veces se ha llevado a cabo, ya que en los ejemplos realizados la protección se suele limitar a la cubierta del yacimiento sin cerramientos laterales, confiando con ello la seguridad del yacimiento al recinto externo.

El desarrollo de las excavaciones a lo largo del periodo transcurrido desde el descubrimiento de la villa ha ido arrojando informaciones complementarias sobre sus características arquitectónicas, sobre todo del núcleo central. Con lo recopilado, se ha conseguido información básica sobre los restos murarios que ha permitido realizar un planteamiento global que podrá adaptarse a las novedades que se produzcan en los futuros trabajos.

A través de la información extraída, se ha establecido la propuesta de cubrimiento y protección de la villa, que incluye recorridos para su futura visita, salvaguardando los espacios donde se ubica suelo de mosaico y creando plataformas de aproximación desde las estancias que carecen del mismo, una instalación que permite la observación de prácticamente toda la villa.

El Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón pretende con este proyecto facilitar la comprensión cultural del fenómeno que las villas romanas supusieron en la colonización del territorio durante varios siglos de la historia de Aragón. Para ello, adecuará un espacio de servicios para acoger a los y las visitantes y que dará acceso al yacimiento, así como un aparcamiento de vehículos en la zona sureste de la villa.

Además, se prevé que la zona más próxima al río Cámaras pueda ser utilizada como área de recreo externa al recinto arqueológico para los y las visitantes de la villa, debido al atractivo natural, pudiendo dotarse de áreas de picnic, etcétera.

BIEN DE INTERÉS CULTURAL
El yacimiento de La Malena, declarado Bien de Interés Cultural bajo la categoría de Zona de Interés Arqueológico, fue descubierto en 1988 y hasta el momento han sido varios los trabajos de carácter científico, técnico y administrativo que se han desarrollado en él. Los resultados arqueológicos determinaron la existencia de una Villa Romana del siglo IV que presentaba en la mayoría de sus estancias mosaicos y mosaicos parietales, pavimentos de tierra y pavimentos de mortero.

Desde el inicio se determinó la importancia del yacimiento por sus mosaicos de teselas y, en concreto, por el mosaico de Las Bodas de Cadmio y Harmonía, considerado una obra cumbre de la musivaria romana en Hispania.

(Fuente: Arainfo)

29 de diciembre de 2017

La intervención arqueológica data la muralla de Bonilla de la SIerra (Ávila) entre los siglos XIII-XIV

Las obras intramuros acometidas en el lienzo sur han dejado al descubierto hasta dos niveles sucesivos de pavimento, "a modo de opus signinum -mortero de cal, arena y pequeños fragmentos de roca-", que se encontraban en un avanzado estado de deterioro", lo que ha obligado a "protegerlos, cubriéndolos".
La actuación ha permitido trabajar en 30 metros del recinto amurallado.
La intervención arqueológica realizada desde el pasado verano ha permitido descubrir un nuevo tramo de la muralla de la pequeña localidad abulense de Bonilla de la Sierra (123 habitantes), así como datar su origen entre los siglos XIII-XIV, ya que hasta ahora se desconocía.

La intervención arqueológica ha sido desarrollada por parte de la institución provincial, a través de una línea de ayudas cuyo objetivo consiste en "recuperar y poner en valor recintos amurallados en la provincia".

Los trabajos, que se han prolongado entre agosto y noviembre, han permitido descubrir un nuevo tramo de la muralla de Bonilla de la Sierra, así como fechar su origen, en torno a los siglos XIII-XIV y "ponerla en valor".

La intervención se enmarca dentro de la línea de ayudas, dotada con 50.000 euros, que la Diputación de Ávila ha destinado en 2017 a la recuperación y puesta en valor de recintos amurallados en municipios de la provincia que cuentan con la declaración de conjunto histórico o están en trámites de obtenerla.

Junto a Bonilla de la Sierra, también se han beneficiado de este programa los beneficios de Arévalo, El Barco de Ávila, Madrigal de las Altas Torres y Piedrahíta.

En el caso de Bonilla de la Sierra, la actuación, que se ha prolongado durante los dos últimos ejercicios, ha permitido trabajar en 30 metros de un recinto amurallado que consta de 1,1 kilómetros de longitud.

Según informa la institución provincial, el proceso de desamortización del siglo XIX, provocó un "importante expolio, hasta el punto de dejar prácticamente sin piedras los lienzos de la muralla".

Las obras intramuros acometidas en el lienzo sur han dejado al descubierto hasta dos niveles sucesivos de pavimento, "a modo de opus signinum -mortero de cal, arena y pequeños fragmentos de roca-", que se encontraban en un avanzado estado de deterioro", lo que ha obligado a "protegerlos, cubriéndolos".

Pero estas excavaciones también han contribuido al hallazgo de restos de cerámicas y una fíbula de bronce de época vettona, que correspondería a algún abalorio conservado, según Jesús Caballero, de la empresa Castellum, que se ha encargado de realizar los trabajos arqueológicos.

(Fuente: ABC/Agencias)

28 de diciembre de 2017

Tras las huellas del circo romano de Consuegra (Toledo)

El Ayuntamiento inicia una actuación arqueológica en su búsqueda en un céntrico parque. Según un grabado del historiador Domingo de Aguirre, fechado en 1769, en el que se dibujan y se apuntan sus dimensiones, el circo romano de Consabura contaba con unos 370 metros de largo por 80 metros de ancho.
Trabajos de excavación en el parque de Viriato. FOTO: J.G.ORTÍZ
Teniendo en cuenta que en la Hispania Romana, que comprende España y Portugal, los circos romanos documentados arqueológicamente apenas sobrepasan la decena, durante el mes de diciembre se viene investigando sobre el circo romano de la antigua Consabura.

Para ello, promovido por el Ayuntamiento de Consuegra, se está actuando en una excavación arqueológica situada en el parque de la calle Viriato. Se trata de una actividad a cargo de un equipo multidisciplinar arqueológico, dirigido por Jorge Morín de Pablos, Jesús Carrobles, Juan F. Palencia y María Isabel Sánchez, que pretende documentar una estructura arquitectónica perteneciente a un potente muro de opus caementicium (hormigón romano), que afloraba en un extremo del parque.


EN EL CASCO URBANO
«A día de hoy, no se sabe si dicho paramento pertenecería o no a ese posible circo, pero lo que está claro es que Consabura contó con un edificio de este tipo ubicado en esta zona del casco urbano», dicen los arqueólogos.

Según un grabado del historiador Domingo de Aguirre, fechado en 1769, en el que se dibujan y se apuntan sus dimensiones, el circo contaba con unos 370 metros de largo por 80 metros de ancho.

Las excavaciones arqueológicas de 1964-67, realizadas por Giles Pacheco, proporcionaban las primeras estructuras y materiales asociados al mismo. La teledetección combinada con el callejero antiguo de la ciudad, es decir, el uso de la fotografía aérea (Vuelo Americano de 1956) y la planimetría, proporciona una ubicación clara del mismo, en el sector SE de Consuegra, cuyas dimensiones además coinciden con las dadas en su día por el ingeniero militar Domingo de Aguirre.

Parte de los restos arqueológicos, que se están encontrando en el lugar, los conocerán los alumnos del instituto IES Consaburum, ya que durante el próximo mes de enero se realizarán talleres didácticos de Arqueología Clásica en los laboratorios del centro educativo con alumnado de primero de Secundaria y de tercero y cuarto de ESO.

26 de diciembre de 2017

Saquean con excavadoras un yacimiento arqueológico en Llíria (Valencia)

El Grupo de Patrimonio de la Policía Autonómica detiene a tres expoliadores y recupera 1.360 piezas, algunas de ellas de gran valor histórico como un bozal en bronce del caballo de un guerrero íbero
Dos de los detenidos removieron las tierras con una excavadora antes de proceder al expolio.
Una investigación del Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad de la Policía Nacional adscrita a la Comunitat Valenciana ha posibilitado la identificación de cuatro hombres que destruyeron un yacimiento arqueológico en Llíria, así como la detención de tres expoliadores y la recuperación de 1.360 piezas, algunas de ellas de gran valor histórico.

Dos de las personas investigadas por estos hechos delictivos son dos hermanos que allanaron y removieron las tierras de sus parcelas, sin la correspondiente licencia municipal, para plantar naranjos; y los otros dos imputados (según la denominación anterior a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal) son hermanos también y conducían las máquinas excavadoras que transformaron los campos. Los cuatro hombres están acusados de un delito contra el patrimonio histórico tras comprobar la policía los graves daños que causaron en el yacimiento denominado La Cua II, que está incluido en la Carta Arqueológica de la Comunitat Valenciana, un registro de los espacios de interés arqueológico.

UNA VEINTENA DE PROSPECCIONES
Tras descubrir la destrucción de este paraje protegido el pasado mes de noviembre, los agentes del Grupo de Patrimonio Histórico realizaron indagaciones para identificar a tres expoliadores que un testigo había visto en las parcelas allanadas. Estos individuos utilizaban detectores de metales para buscar las piezas arqueológicas, y según las investigaciones policiales, realizaron hasta una veintena de prospecciones en el yacimiento para saquearlo en pocos días.


La Policía Autonómica contó con la colaboración del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Ribarroja para detener a los tres expoliadores, vecinos de Llíria, Moncada y Casinos, y registrar la casa de campo donde reside uno de ellos en la aldea de Bodegas del Campo. Allí confiscaron un total de 1.366 piezas entre monedas, campanas, medallas, anillos, dedales, cuchillos antiguos, bayonetas, cartuchos, balas y botones, entre otros objetos.

Los agentes del Grupo de Patrimonio Histórico también se incautaron de tres detectores de metales y cinco planos cartográficos de la comarca de Los Serranos, donde el detenido había señalado las ubicaciones de varios yacimientos arqueológicos. Los tres hombres arrestados reconocieron que peinaron el paraje protegido con detectores de metales y realizaron los agujeros con azadas para extraer las piezas. Su intención era venderlas luego a propietarios de tiendas de numismática, anticuarios y coleccionistas de monedas.

Según el informe emitido por el Museo de Prehistoria de Valencia, los detenidos expoliaron monedas de gran valor histórico de varias épocas: ibérica, romana, moderna y contemporánea. El examen de algunas de las piezas dañadas por los saqueadores revela que forman parte de un excepcional bozal de bronce del caballo de un guerrero íbero. Otros ejemplares similares se conservan en el Museo Británico y el Louvre.

Las monedas, una punta de lanza, el bozal y otras piezas incautadas por la Policía Autonómica «son una fuente de información invaluable», según fuentes de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, que se daña de forma irreparable «cuando no se recuperan mediante los procedimientos establecidos legalmente con la metodología arqueológica». La Policía Autonómica inició las investigaciones el pasado mes de octubre con la colaboración de un arqueólogo de la Unidad de Inspección Patrimonial de la Generalitat.

Los expoliadores detenidos están acusados de un delito contra el patrimonio histórico. Las patrullas de la Policía Autonómica vigilan los yacimientos arqueológicos, con el apoyo del helicóptero de la Generalitat, para evitar saqueos como el de Llíria. Los policías que investigan estos delitos piden la colaboración ciudadana para proteger el patrimonio a través del correo policia_patrimonio@gva.es y el número de teléfono 96 317 54 44.

20 de diciembre de 2017

El yacimiento íbero sumergido en el pantano de Sierra Boyera será documentado en 3D

Esta misma semana los miembros del equipo Roatán se sumergirán en el pantano de Sierra Boyera, con el objetivo de documentar este espacio, siendo la primera vez que “se cose una realidad terrestre con otra lacuestre en una misma fotogrametría tridimensional”, según indicó el arqueólogo Antonio Monterroso, uno de los coordinadores del proyecto.
Los miembros del equipo Roatán se sumergirán en el pantano para documentar el yacimiento.
El pantano de Sierra Boyera, en Belmez , custodiaba en su fondo el asentamiento ibérico poblado por Túrdulos mejor conservado de todo el Norte de la provincia de Córdoba, y ahora el proyecto Alto Guadiato Arqueológico, en colaboración con el Proyecto Roatán, emprenderá el análisis del yacimiento, combinando para ello y por primera vez en aguas continentales de la provincia, técnicas de documentación 3D terrestre y subacuática.

Según ha informado la Universidad de Córdoba (UCO), en este espacio trabajarán en los próximos días un equipo de la UCO, dirigido por Araceli Cristo Ropero, con la coordinación de Antonio Monterroso y Alberto Redondo, para lo que cuentan con el apoyo y autorización, tanto de la Junta de Andalucía, como de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

Así, esta misma semana los miembros del equipo Roatán se sumergirán en el pantano de Sierra Boyera, con el objetivo de documentar este espacio, siendo la primera vez que “se cose una realidad terrestre con otra lacuestre en una misma fotogrametría tridimensional”, según ha indicado uno de los coordinadores del proyecto, el arqueólogo Antonio Monterroso.

Esta documentación, según ha añadido, “es sin duda vanguardista y novedosa, porque debe adaptarse al carácter mixto del yacimiento, parte sobre tierra y parte sobre agua”. La documentación terrestre, de la que es responsable Massimo Gasparini, procederá a la redacción de la fotogrametría 3D de los restos emergidos. Mientras tanto, desde el agua, los miembros del Proyecto Roatán procederán a documentar lo sumergido.

La vertiente subacuática ha sido probada con éxito en Honduras en los ámbitos de actuación del Proyecto Roatán, la segunda barrera de coral más importante del mundo, y está constituido por cinco integrantes, además del profesor doctor en Ciencias Biológicas Alberto Redondo. Estos son el instructor-profesor de buceo técnico, Vicente Víbora, los biólogos Daniel Ortega y Alejandro Parras y los alumnos de último año de Grado de Biología, Alejandro Roldán y Elena Rodríguez.

Este equipo lleva más de un año trabajando para adaptar las técnicas de recreación en 3D de entornos terrestres al medio subacuático. Una de las claves de su trabajo consiste en llevar a cabo un buceo técnico que posibilita la obtención de imágenes con la calidad suficiente sin levantar polución del fondo. Además, se trata de un buceo sostenible, que permite ser mínimamente intrusivos con el medio.

Como resultado de este proyecto, se han podido recrear hasta el momento más de 20 modelos de especies coralinas, esponjas marinas, islotes y superficies de arrecife, además de un barco hundido, ‘El Águila’, en el que actualmente este equipo continúa trabajando.

La actividad en el pantano de Sierra Boyera en Belmez se inicia esta semana y se prolongará mientras las condiciones de trabajo lo permitan. 

(Fuente: Cordópolis)

19 de diciembre de 2017

Barcos de pesca de arrastre expolian 42 piezas de yacimientos submarinos de Baleares

Hay seis detenidos en la mayor operación contra el expolio de patrimonio sumergido en Baleares Se cree que cerca del 90% del patrimonio bajo el mar balear ya ha sido expoliado
Ha sido la operación más importante contra el expolio de yacimientos submarinos en Baleares.
La Guardia Civil acaba de incautar 42 piezas arqueológicas fruto de lo que el Instituto Armado no ha dudado en calificar como la actuación más importante contra el expolio de yacimientos submarinos en la historia reciente de Baleares. Las piezas recuperadas son en su mayoría ánforas romanas de unos 2.000 años de antigüedad media, aunque también hay ánforas más antiguas, de posible origen fenicio, y jarras medievales.

La bautizada como operación Garum se ha saldado con seis detenidos, tres por la extracción y venta de las piezas y otros tres por un delito de receptación. Las extracciones fueron obra de pescadores profesionales, quienes se valían de las redes de sus arrastreros para hacerse con el material. Los investigadores sospechan incluso que algunos expolios pudieron hacerse manualmente por buceadores.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil estuvo varios días desarrollando una investigación en la que se llegaron a realizar siete registros domiciliarios. Los tres detenidos por comprar las piezas residen en los municipios de Inca, Artà y Santa Eularia des Riu. No se han facilitado datos en este sentido sobre los pescadores que extrajeron el material. La Benemérita informó, no obstante, de que estos tres últimos investigados vienen dedicándose «desde hace décadas» a la pesca de arrastre y ha sido gracias a estas embarcaciones que han conseguido hacerse con «una gran cantidad de piezas a lo largo de los años». Algunas de ellas eran vendidas y otras se las quedaban los propios pescadores.

Según explican los investigadores, la gran movilidad de las embarcaciones de pesca de arrastre permitió a los expoliadores operar en varios pecios distribuidos a lo largo y ancho del mar balear. Ahí donde las redes no podían llegar -pese a que el arte de pesca del arrastre permite alcanzar grandes profundidades- los buceadores lo conseguían manualmente.

La operación se enmarca en el plan global de actuación del Seprona contra el expolio de los yacimientos submarinos y no han dudado en catalogar ésta como la más relevante en la historia de Baleares y una de las más relevantes a nivel nacional. La situación geográfica que a lo largo de la historia ha hecho del archipiélago un punto estratégico del Mediterráneo, hace al mar balear por eso mismo depositario de una ingente cantidad de restos arqueológicos procedentes de las más variadas culturas de la antigüedad. Por ese motivo, remarcan desde el Seprona, la vigilancia de posibles expolios de estos tesoros submarinos es uno de los principales cometidos de esta división delInstituto Armado como parte de la defensa del patrimonio histórico nacional.

El Consell de Mallorca anunció el pasado mes el inicio de la carta arqueológica de Cabrera como punta de lanza de un proyecto global para cartografiar los yacimientos arqueológicos submarinos de Mallorca. La carta subacuática, que permitirá ubicar y documentar todo el patrimonio sumergido, será una herramienta crucial para proteger estos yacimientos tanto de los expoliadores como de los fondeos.

El conseller insular de Cultura y Patrimonio, Francesc Miralles, detalló que se elaborarán planes concretos para cada uno de los 14 yacimientos del archipiélago de Cabrera, isla que representa «el punto de partida de la futura carta arqueológica subacuática de Mallorca».

Cabrera estaba justo en medio de las rutas comerciales marítimas de la antigüedad, por lo que su elección no ha sido casual. Además, la navegación de sus aguas era muy peligrosa en condiciones meteorológicas adversas, de modo que la concentración de naufragios en aguas de esta isla es una de las más elevadas del Mediterráneo occidental.

Para Miralles, resulta de vital importancia la protección de estos tesoros ante la codicia de «furtivos que, a cambio de unas ganancias mínimas, destrozan la historia de todos».

ALGO DEMASIADO HABITUAL. 

Sebastià Munar, uno de los arqueólogos subacuáticos implicados en el proyecto -realizado en colaboración con la Armada- lamenta que como en Cataluña, la mayor parte del patrimonio histórico balear bajo el mar ya habrá sido expoliado. Las cartas arqueológicas subacuáticas realizadas en aguas catalanas determinaron que más del 90% de los restos ya han sido expoliados y se cree que Baleares presentará porcentajes similares en ese sentido.

15 de diciembre de 2017

La sequía deja al descubierto restos íberos en Belmez (Córdoba)

Los arqueólogos identifican un sitio túrdulo datado entre los siglos XI y V a.C, el más antiguo y mejor conservado de toda la comarca
Muros de piedra aflorados al bajar el nivel del agua. FOTO: E.MAURIZ
Los pantanos bajan como consecuencia de la sequía y dejan al descubierto tesoros de otra época. Ocurrió en Iznájar y ha vuelto a suceder de nuevo, esta vez en el Norte de la provincia. En Sierra Boyera, en el término municipal de Belmez, ha emergido un asentamiento ibérico, en concreto un poblado por los antiguos túrdulos y que los arqueólogos ya consideran el mejor conservado en la comarca del Alto Guadiato hasta el momento, según informó el arqueólogo Antonio Monterroso.

El agua lo ha limpiado y dejado en disposición para investigarlo. Mientras perdure la sequía y hasta que las precipitaciones sumerjan los restos, la Universidad de Córdoba llevará a cabo una labor de urgencia, autorizada por la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, para salvaguardar los valores históricos de este yacimiento. Monterroso informó de que se encuentran en la fase de labores preparativas antes de iniciar la excavación, unos trabajos de excavación que podrían iniciarse antes de que termine el año y, en todo caso, no más allá del mes de enero.

  • DESTACA UN ZÓCALO DE PIEDRA CON UN ESPESOR QUE ALCANZA LOS 60 CENTÍMETROS
En cuanto a la datación de este poblado prerromano, Monterroso indicó que a tenor de los restos cerámicos hallados se puede fechar entre el los siglos XI y V antes de Cristo, lo que lo convierte en el poblado visible más antiguo de toda la comarca.

Respecto a su función, Monterroso se mostró cauteloso y señaló que hasta que no inicien la fase investigativa no podrán demostrar si se trata de un área doméstica, industrial o sacra. Dentro de los restos que han visualizado, no obstante, destaca un zócalo de piedra con un espesor de 60 centímetros.

"El Alto Guadiato siempre fue vanguardia industrial cuando tuvo las condiciones", dijo Monterroso, quien añadió que esta excavación va a permitir seguir avanzando en el descubrimiento de la fase prerromana de Beturia Túrdula. La excavación será dirigida por Araceli Cristo.

Los túrdulos fueron un pueblo prerromano asentado entre los valles del río Guadiana y el Guadalquivir, desde La Serena hasta la vega del Genil en Granada, cuya capital fue el antiguo oppidum de Ibolca, conocida como Obulco en tiempos de los romanos, y que se corresponde actualmente con la ciudad de Porcuna (Jaén). Entre otras particularidades, se cree que se diferenciaban de los demás pueblos ibéricos en el idioma, supuestamente de origen tartesio. Su frontera natural al Sur era la cordillera Penibética.