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8 de junio de 2012

Odyssey entrega a España parte de lo que conserva en Gibraltar (y nada de monedas)

Los restos, metales y maderas serán conservados en el museo Arqua de Cartagena, el centro de referencia de Arqueología subacuática.
Gemelos que pertenecieron a una de las víctimas de "La Mercedes".
Odyssey ha vuelto a mostrar la cara y la cruz de su peculiar manera de cumplir la sentencia del Tribunal de Tampa ante el que perdió el caso por la propiedad de la carga expoliada de la fragata«Mercedes», hundida en 1804. A las 20h de hoy ha sido entregada parte de los restos que Odyssey olvidó en Gibraltar, pero se trata de trozos de metal y madera diversos, porque España no podrá acceder a las monedas que quedan en la Roca debido a una nueva demanda que la Justicia gibraltareña ha admitido a trámite.Así fue la entrega

En presencia del director del Arqua, el arqueólogo Xavier Nieto, y el abogado que representa a España en el caso Odyssey, James Goold, los cazatesoros han entregaron esta tarde en Gibraltar un conjunto de piezas recuperadas del pecio de la fragata «Mercedes» en mayo de 2007. No es la totalidad de las 59 inventariadas sino trozos de cerámica, madera y objetos no clasificados. En concreto estaba previsto que fuera el director de relaciones internacionales, Aladar Nesser, quien efectuase la entrega a los representantes de España. El furgón con los restos fue escoltado por la Guardia Civil de vuelta a España


Hebilla
El tribunal de Tampa donde Odyssey ha perdido el caso obliga en su sentencia firme a los cazatesoros a devolver todos los objetosextraídos. Pero casualmente la Justicia de Gibraltar ha aceptado una demanda dedescendientes de nobles iberoamericanosque también perdieron el caso en EE.UU. para mantener bajo arresto las monedas que Odyssey no pudo llevarse de Gibraltar porque la Guardia Civil iba a registrar sus barcos.
Se conservarán en el Arqua

A pesar de la china en los zapatos que supone para nuestras autoridades -y para el juez estadounidense- no poder cerrar el caso, Odyssey ofreció tras muchas dilaciones entregar parte de lo que tiene en la Roca. Entre los objetos entregados destacan unos gemelos, hebillas, clavos —que demuestran además que sí había pecio y víctimas en el yacimiento—. Todos estos objetos serán guardados en el Museo Arqua de Cartagena, el centro de referencia de arqueología subacuática en España.


Consecuencias jurídicas para Londres 
Según fuentes jurídicas que conocen el caso, al negarse a devolver todos los objetos por motivo del caso abierto en la Roca, Gibraltar ha inaugurado, queriendo o no, para Reino Unido, y su extenso patrimonio sumergido, uno de los antecedentes mas formidables para limitar el alcance de las inmunidades soberanas a los buques de guerra hundidos.

El criterio seguido por el Tribunal Supremo gibraltareño, negándose a otorgar inmunidad soberana a los restos de la fragata de guerra «Mercedes», así como a reconocer virtualidad alguna a la conclusión de los tribunales norteamericanos, que habían declarado previamente esa inmunidad, crea un precedente fundamental que alterará la situación jurídicainternacional de los buques de guerra para el Reino Unido.

Además, según el abogado José María Lancho, «cabe recordar que Londres no puede alegar que esta decisión sea derecho interno de Gibraltar, pues todo lo que tiene que ver con derecho internacional público es competencia reservada a la potencia colonial, esto es Reino Unido».

Lancho está seguro de que el antecedente afectará con toda probabilidad al patrimonio sumergido británico y no solo británico. «De confirmarse este criterio para la fragata "Mercedes", puede afirmarse que ni los buques norteamericanos de guerra ni los españoles hundidos estarán seguros frente a acciones de particulares en los tribunales de Gibraltar o en cualquier otra Corte del Reino Unido.

Cabe recordar que la Roca está presente en el caso desde que los barcos de Odyssey atracaron en el muelle militar de la base y desde que fuera utilizado el puerto y el aeropuerto de cosoberanía para efectuar el expolio (y el espacio aéreo español), sin que las autoridades gibraltareñas cumplieran siquiera con su propio deber legal de investigar el origen de los restos arqueológicos (via Receiver of Wreck) ni mucho menos informar a la vecina España. Además, Gibraltar ha ignorado varias comisiones rogatorias de investigación sobre los restos guardados por Odyssey en la colonia, emitidas por el juzgado de La Línea.

20 de mayo de 2012

El almacén de la Legio VII en León tenía un gran patio porticado

La estructura ocuparía hasta 10.000 metros cuadrados.
Imagen del yacimiento en Santa Marina, donde se instalará
la sede del León Romano. Foto. Jesús / Salvadores
Era mucho más grande de lo que se pensaba. El almacén de la Legio VII medía cien metros por cien y ocuparía el espacio existente hoy entre la muralla de Puerta Castillo hasta más allá del colegio Ponce de León. Este dato es parte de las conclusiones arqueológicas que la empresa Talactor ha presentado en el Servicio Territorial de Cultura después de las tareas en esta zona del yacimiento. Según las fuentes consultadas la estructura sería un edificio cuadrangular con un patio porticado en el centro.

Por otro lado, y si bien parece que la teoría más plausible es que se trata efectivamente de un almacén, el hecho de localizar gran cantidad de armaduras en poco espacio ha hecho a los arqueólogos pensar en la existencia de una serie de dependencias denominadas fabricae dentro de un almacén mucho más grande. Estas fabricae o talleres no solían colocarse al norte, a favor de los vientos dominantes, ya que llenarían de humo el resto del campamento. «No obstante —aseguran— existen algunas excepciones». Otra de las opciones que se baraja para estas dependencias es que se trataran de armamentarium, si bien destacan aún es pronto para confirmar estas hipótesis. «Las piezas aún han de ser restauradas, aunque ya se puede atisbar la magnitud de los hallazgos», declaran.

Dos mil años después
Dichas armaduras quedaron abandonadas o arrinconadas y la destrucción del edificio donde se encontraban ha permitido su conservación hasta hoy, incluyendo restos de madera. El estado de los mismos es muy delicado, por lo que desde el servicio de restauración del Museo de León ya se está colaborando en su extracción y posterior restauración. Los restos se concretan en flejes de hierro con pequeños remaches de bronce formando la conocida como lorica segmentata. Asimismo se han localizado otro tipo de armaduras, como las que están formadas por pequeñas escamas (lorica squamata) y la cota de malla (lorica hamata) realizada por pequeñas anillas enlazadas unas con otras.

Durante los trabajos realizados por las empresas Decolesa y Talactor han aparecido fragmentos de una veintena de corazas de soldados de la Legio VII. El arqueólogo municipal, Victorino García, ha asegurado que esta zona del yacimiento es una auténtica mina «tanto por la cantidad como por la calidad de las armaduras que han aparecido». Y eso que apenas se ha excavado en una mínima parte en este lado del edificio, por lo que no se descartan nuevos descubrimientos en los próximos días, que convertirían la Casona de Víctor de los Ríos en un enclave de excepcional valor. De momento, la excavación continuará después de que la Comisión de Patrimonio haya votado a favor de prolongar los trabajos en el lugar en el que se asentará la sede del León Romano.

(Fuente: Diario de León / Cristina Fanjul)

13 de marzo de 2012

El naufragio de 1724 que hizo emerger la arqueología subacuática en España

Carlos León recuerda cómo logró financiar una excavación y la muestra sobre la Flota de Azogue que recibió 350.000 visitas
Carlos León, arqueólogo subacuático, en una imagen de archivo.
Además del caso Odyssey, un desastre de permisividad que acabó en expolio, hay un naufragio, acontecido en 1724, que cambió las cosas y demostró que en España se puede hacer buena arqueología subacuática sin tirar de dinero público. Hubo hace más de una década una gran exposición, financiada con dinero privado y que supuso el primer acercamiento científico a los métodos de construcción de losgaleones. Su responsable, Carlos León, arqueólogo y buzo profesional, rememora aquella experiencia, mientras prepara su siguiente y maravilloso proyecto.

León se lamenta: «Tanto caso Odyssey, tanto pirata y tanto tesoro de monedas para un lado y para otro, ha desvirtuado la esencia de laarqueología: una actividad científica cuyo objetivo es la investigación, la conservación y la difusión del patrimonio histórico y arqueológico, ya sea en medio de una ciudad en forma de catedral gótica o bajo el mar en forma de barco hundido».

Pero como responsable de uno de los proyectos más ambiciosos llevados a cabo en España, y con financiación privada, sabe que «el éxito de la arqueología submarina está en la equilibrada combinación entre la iniciativa estatal y la privada».

Ancla del galeón hundido en 1724 por un huracán
 en República Dominicana.
Cultura-Defensa: el ejemplo de Francia
A través de la colaboración entre el Ministerio de Cultura y el de Defensa, León espera que imitemos el caso francés: «el barco de investigaciones arqueológicas submarinas Archeonaute es militar mientras que losarqueólogos pertenecen al CNRS, algo así como nuestro CSIC». Es lo mismo que ocurre con el Hesperides en la investigación oceanográfica española. «Este esquema funciona, tiene buenos resultados a medio y largo plazo y un óptimo aprovechamiento de los recursos económicos y los medios técnicos».

Además, subraya el arqueólogo, «genera una excelente imagen de España fuera de nuestras fronteras y entre la comunidad científica, como las antiguas expediciones ilustradas del siglo XVIII». Para él esto no es ajeno al Plan Nacional de Arqueología Subacuática y el famoso Libro Verde.

«La iniciativa privada también puede funcionar»Nadie como Carlos León para saber la verdad que subyace en esta afirmación: «La iniciativa privada es más complicada pero también puede funcionar. Al menos a mi me ha funcionado en varios casos. Uno de ellos fue el de los Galeones de Azogue. Para ello me remonto al año 1994, cuando el gobierno dominicano contacta con nosotros, Cruz Apestegui, Manu Izaguirre y yo, para que estudiemos la construcción naval de dos galeones españoles hundidos en la bahía de Samaná, excavados legalmente por un buscador de tesoros americano en el año 1975».

A pesar de ir a excavar el pecio después de que un cazatesoros lo hubiera explotado, el proyecto valía la pena «tanto por la cantidad y calidad de los restos conservados bajo el agua, como por la excelente información escrita que localizamos en el Archivo General de Indias de Sevillasobre las dos embarcaciones: San José alias La Tolosa y Nuestra Señora de Guadalupe».

¿Y cómo se involucró la iniciativa privada? «Por la Fundación La Caixa, a través de su director Luís Monreal, y el Museo de la Ciencia de Barcelona, con el profesor Jorge Wagensberg a la cabeza». El potencial de este hallazgo superó las expectativas y se decidieron a apoyar, primero, las dos campañas de investigación bajo el agua; en segundo lugar, varias publicaciones junto a la prestigiosa editorial Lunwerg con los resultados, y finalmente, «y ahí es donde realmente centraron susesfuerzos económicos -recuerda Carlos León-, generando la exposición temporal “Huracán, 1724”, que permaneció un año en el Museo de la Ciencia de Barcelona y otro en el entonces recién inaugurado CosmoCaixa de Madrid».
La tragedia de dos galeones
Muchos cientos de miles de visitantes disfrutaron de la historia naval recuerada y la aventura y desventura de aquellos marinos empujados por un huracán nocturno hacia el naufragio. Vajillas, utensilios y todo dipo de detalles sobre la vida a bordo evocaban para el público la tragedia.

León recuerda que, después de dos años buceando, «trajeron las mejores piezas halladas en ambos galeones: joyas, monedas, ánforas, armas, objetos religiosos, instrumentos de navegación, utensilios de la tripulación ... Se hicieron grandes maquetas, se creo una reconstrucción a escala real de la popa del Guadalupe, se instalaronacuarios recreando la fauna y flora de la zona, se construyó una escenografía del camarote del capitán del barco antes y después de su hundimiento, y otra del pañól de la pólvora con ratas de verdad». Quien la visitó no la ha olvidado.

Fue una exposición inolvidable. Se vendieron más de diez mil ejemplares de los tres libros de la exposición (el catálogo de Lunwerg, un cómic de la editorial Sinsentido y una novela publicada por Plaza y Janés), hubo conferencias y un enorme impacto en la prensa, radio y televisión.

Lo más importante, para el arqueólogo: «terminada la exposición, las piezas de estos dos barcos españoles volvieron sanas y salvas a Santo Domingo, donde siguen expuestas en el Museo de las Casas Reales y en el Faro a Colón, y nadie se plantea, ni se planteó en su momento, si las piezas debían quedarse en España, en la República Dominicana, en la Fundación La Caixa, o en casa del buscador de tesoros que localizó los restos en 1975». Están donde tienen que estar.
Importa la historia
 Lo que queda es el mejor ejemplo de colaboración entre una fundación sin ánimo de lucro con fines sociales y culturales, un equipo de investigadores de dos países y un gobierno dominicano que supo aprovechar la oportunidad para formar a sus profesionales en esta disciplina científica. Nada que ver conOdyssey y el Nuestra Señora de las Mercedes, ni con Frank Goddio y el San Diego, donde lo importante no es la historia ni la conservación del patrimonio arqueológico sumergido sino los dólares que generó su venta.
(Fuente: ABC / Jesús García Calero)

2 de diciembre de 2011

La Junta dice llevar un control "exhaustivo" de la villa romana aparecida en Antequera (Málaga)

El delegado provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, Manuel Jesús García, ha reiterado este jueves que las obras de la línea del AVE entre el municipio malagueño de Antequera y Granada cuentan con "un exhaustivo" control arqueológico, y que del conjunto de los trabajos se viene haciendo un seguimiento "preciso y permanente" con la participación directa de todos los agentes implicados y conforme a la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía.

Horno romano aparecido en las obras del AVE en Antequera.

Así, se ha podido constatar y controlar durante las últimas excavaciones arqueológicas la aparición de elementos paganos de supuesto carácter estético, como es el caso de una escultura descabezada de pequeño formato, identificada inicialmente como la diosa romana Diana, o la cabeza de una escultura que podría representar al rey Alejandro Magno. No obstante, este yacimiento, en el paraje conocido como Casería Silverio-Mayorga, se encuentra actualmente en pleno proceso de excavación, estudio y catalogación.
"La Consejería de Cultura mantiene su disposición para que estos bienes sean accesibles y puedan ser contemplados por la ciudadanía", ha asegurado en un comunicado García, quien ha reiterado la voluntad del Gobierno autonómico de que determinadas piezas, como el horno romano del yacimiento de Arroyo Villalta, pueda ser ubicado en el Museo Municipal de Antequera, como requirió el Ayuntamiento.
Al respecto, el titular andaluz de Cultura en Málaga ha precisado que el Consistorio antequerano no presentó oficialmente la documentación para realizar los oportunos trámites administrativos hasta el pasado 25 de noviembre, "pocas horas después de una visita al enclave y la correspondiente reclamación realizada al respecto por el consejero de Cultura, Paulino Plata, a pesar de que existía un requerimiento por parte de la Junta fechado dos meses antes".
Además, se da la circunstancia, ha señalado García, de que "ayer mismo fue necesario realizar una nueva petición al Ayuntamiento de Antequera desde la Delegación Provincial de Cultura, solicitando la subsanación de diversos defectos de forma en la solicitud de cesión de la pieza".
En principio, el Consistorio ha propuesto como ubicación el lateral este del denominado 'Patio II' del Museo de la Ciudad, ya que, entre otras razones, el horno se integraría en la perspectiva de la fachada oeste del edificio de ampliación de las instalaciones, conocido como Coso Viejo.
El proyecto museológico remitido a la Delegación Provincial de Cultura, que será estudiado por los técnicos correspondientes, también detalla que esta localización ofrece "las mejores posibilidades" para la propuesta definitiva de puesta en valor de la pieza.
Por otro lado, el delegado provincial de Cultura ha insistido en que se están desarrollando todos los procedimientos conforme a la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, que determina cómo actuar en casos como los yacimientos que están apareciendo en los trabajos de construcción de la línea del AVE.
Por ello, ha expresado, los dirigentes del Ayuntamiento de Antequera "pueden estar absolutamente tranquilos y abstenerse de entrar en competencias que no les corresponden y que son exclusivas de la Consejería de Cultura". "También hay que dejar trabajar a los profesionales el tiempo suficiente que exige una actuación de este tipo, de forma que se puedan sacar las conclusiones más exactas posible", ha apuntado.
Hasta el momento, ha explicado, se han identificado en el yacimiento de Casería Silverio-Mayorga la 'pars' urbana de una villa romana con un pavimento musivario (mosaico), en el que se conserva una imagen personificada, según los arqueólogos que trabajan en el enclave, del río Tíber, con la inscripción 'Unde Pater Tiberinvs', versículo de las Geórgicas de Virgilio.
También se han documentado los restos de un alfar con tres hornos y una necrópolis, y fuera de este contexto, como elementos paganos de carácter estético, la escultura descabezada identificada inicialmente como la diosa Diana —cinco centímetros de ancho por unos 10 de largo— y la cabeza —10 de ancho por unos ocho centímetros de largo—, posiblemente, de una talla de Alejandro Magno en su aspecto divinizado.
De igual forma, se han observado silos, hogares y estructuras musulmanas posteriores, además de una necrópolis organizada por calles. Otro de los elementos destacables es una alquería, aunque presenta un estado de conservación bastante deficiente.
(Fuente: 20 Minutos)

6 de marzo de 2011

El tesorillo del dolmen de Almadén (Sevilla) podría ser parte de un ajuar funerario


Una investigación promovida por un equipo de expertos formado por miembros de las universidades de Sevilla y Southampton (Reino Unido) destaca el carácter "exótico y excepcional" de una de las piezas de cuarzo del "tesorillo" descubierto en el dolmen de galería del complejo megalítico de Palacio III, enclavado en la Sierra Norte sevillana. El estudio señala que otra de las piezas es, al menos, "rara y difícil de encontrar" y aboga por interpretar este legado "protohistórico" hallado en un monumento prehistórico como un depósito ocultado expresamente o como una "ofrenda ritual o funeraria".
Se trata, en concreto, de un estudio titulado 'El cuarzo como material votivo y arquitectónico en el complejo megalítico de Palacio III (Almadén de la Plata, Sevilla): Análisis contextual y mineralógico'. El informe ha sido elaborado por los miembros del Departamento de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola de la Universidad de Sevilla Matilde Fortaleza González y María Jesús Hernández Arnedo, los miembros del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Hispalense Leonardo García Sanjuán y Jara Salguero y el profesor del Departamento de Arqueología de la Escuela de Humanidades de la Universidad de Southampton David Wheatley.
El "sitio sagrado" de Almadén
El mencionado documento, publicado en el número 65 de la revista digital Trabajos de Prehistoria y recogido por Europa Press, recuerda que el complejo funerario de Palacio III está enclavado en un sector de la Sierra Norte de Sevilla donde han sido descubiertos "numerosos asentamientos y sitios funerarios fechables entre el Neolítico y la Edad del Hierro". Este yacimiento en cuestión, investigado entre 2001 y 2002 por las universidades de Sevilla y Southampton, habría constituido un "lugar sagrado" para las antiguas culturas "durante un dilatado arco temporal". En él, a tal efecto, se distinguen un dolmen en galería, un monumento funerario circular o tipo 'tholos' de la Edad del Cobre y un túmulo de cremación de la Edad del Hierro.
Y es que dentro del ajuar de cerca de 200 piezas de sílex, cerámica y piedra rescatado del interior de la cámara del 'tholos', los arqueólogos rescataron seis objetos de cuarzo; unos nódulos o monocristales localizados sobre la base rocosa de la construcción megalítica a excepción de una de las piezas, hallado bajo la base del 'tholos' en una "estructura excavada" y sellada con piedras, lo que podría conferirle un papel de "posible depósito fundacional o conmemorativo de la construcción original del monumento", según este grupo de expertos. No obstante, el informe señala igualmente el uso de varias decenas de nódulos de cuarzo blanco en la parte superior del relleno de la cámara del 'tholos' con una posible "finalidad decorativa o simbólica", si bien los minerales también podrían haber sostenido una estela localizada en el monumento megalítico.
El "tesorillo" del dolmen de galería
En el dolmen de galería del yacimiento de Palacio III, de otro lado, fueron descubiertos "un depósito compuesto de una docena de cuentas de collar de ámbar, tres anillos de plata, un objeto alargado y apuntado de cobre, una pequeña pieza de cerámica y tres piezas de cuarzo", conformando estos tres fragmentos de cuarzo el "tesorillo" del dolmen de galería de Palacio III. Y es que este estudio señala que dos de estas piezas de cuarzo son "mucho más raras y difíciles de encontrar" que otros objetos del mismo mineral, por lo que podrían haber sido "objeto de intercambio". La pieza número dos del "tesorillo", un cristal de cuarzo prasio, es de hecho "extraordinariamente exótica, un verdadero espécimen de museo, excepcional desde el punto de vista cristalográfico" y posiblemente "un objeto muy apreciado y valioso por su rareza".
Imagen de las tres piezas de cuarzo: 1 (cornalina), 2 (cuarzo prasio) y 3 (cuarzo transparente) del “Tesorillo”.Fotografía de Miguel Ángel Blanco de la Rubia.

El informe, así, sopesa la posibilidad de que este "tesorillo" de piezas de cuarzo y de cronología quizá "no prehistórica" fuese "escondido" como depósito en el interior del monumento funerario en un momento de una "reutilización fechable, de forma general, en la Edad del Hierro" o que constituyese una "ofrenda de carácter ritual" más que de aspecto funerario, pues en su inmediato derredor no fueron localizados huesos humanos.
De cualquier manera, el estudio concluye que merced a los registros arqueológicos cosechados en Palacio III, el cuarzo fue "un material de alto valor" tanto como ajuar como para la construcción por lo que se refiere a "las sucesivas comunidades humanas que utilizaron este sitio como espacio de conmemoración ritual y funeraria". Los cristales de cuarzo, según este grupo de expertos, "tuvieron una longevidad extraordinaria como materia prima cargada de valor simbólico" en las antiguas culturas.
(Fuente: 20 minutos)

25 de febrero de 2011

El monasterio de San Salvador de Oña celebra su milenario

Existe en la literatura castellana una licencia que nos permite «tomar la parte por el todo». Por eso podemos hablar ahora del «Milenario de Oña». No es la villa condal la que celebra sus mil años. Es el monasterio de San Salvador, que es, eso sí, el cogollo y la perla de Oña y que se ha plantado ya en ese honroso nivel cronológico.
Monasterio de San Salvador de Oña, Burgos.

Fue el 12 de febrero de 1011 cuando el conde don Sancho, nieto de Fernán González, dio en fundar en Oña (actual provincia de Burgos) un monasterio para que en él profesara su hija Tigridia. Fundación que ha llegado material e históricamente hasta nosotros con una vida tan brillante como azarosa. Tanto, que bien merece que a los mil años volvamos los ojos a su trayectoria y a sus tesoros espirituales, artísticos y culturales. Los muchos actos y celebraciones que llenarán el Milenario, ya se abrieron con una curiosa «Crónica de Oña» simulada en paneles ricos en dibujos, datos y comentarios. El Milenario de San Salvador nos obliga a retroceder al siglo XI, al corazón de la Edad Media.


Por aquellas calendas Oña fue una encrucijada en la historia de una Castilla casi en pañales. Por sus campos y sus calles cabalgaron condes y reyes. Algunos de ellos fijaron en Oña su sepultura. Lo más benéfico y saliente en la historia oniense vino a ser San Salvador, donde en 1035 era abad el monje Iñigo que, a su muerte, fue ya reconocido como santo. Iñigo pertenecía a la familia benedictina que ahondó en las mismas raíces de Castilla. Basta con decir que, en los años de Iñigo, vivieron aquí otros tres abades benedictinos que también fueron santos: García en Arlanza, Domingo en Silos y Sisebuto en Cardeña. Todo un cuadrilátero de espiritualidad, de cultura y de humanismo que explica la fecundidad de la Castilla del románico, de los códices miniados y del gregoriano litúrgico. A todo eso lo llamamos con ligereza Edad Media cuando, en los aspectos citados, fue una edad plena.

Con el fluir de la historia llegaron para Oña y San Salvador otros vientos. Por ejemplo, las desamortizaciones del siglo XIX que supusieron la expulsión de los monjes de su abadía, abandonada hasta que en 1880 la Compañía de Jesús la habitó y volvió a proporcionar a Oña días de gloria. Su Colegio Máximo, de alto nivel intelectual y de comunidad numerosa, dejó huella en la comarca por la fecunda labor pastoral de los jesuitas. Hasta 1967 San Salvador siguió haciendo historia. Su presente, hoy laical y asistencial, presta servicios sociales dignos de su vieja historia aunque diferentes de ella. Diríase que a esta altura de su Milenario, el pasado de San Salvador perdura en un presente modesto y se asoma a un futuro más bien incierto. Oña conservará siempre su paisaje grandioso y las bellezas de sus entornos. Y, sin duda, como lo demuestra el propio Milenario, el culto a sus tradiciones y el apego a su noble y milenaria historia. Por algo dijo recientemente Benedicto XVI que «sin memoria no hay futuro». 
(Fuente: Diario de Burgos)  

30 de noviembre de 2010

Técnicos de la Universidad de Cádiz documentan diez nuevos hallazgos arqueológicos en Ceuta

Recientes prospecciones arqueológicas desarrolladas por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Cádiz han permitido la localización de diez nuevos yacimientos arqueológicos y un total de ocho hallazgos aislados en la zona occidental de la Ciudad Autónoma de Ceuta. La presente campaña, codirigida por los profesores José Ramos Muñoz y Darío Bernal, así como por el arqueólogo Eduardo Vijande, ha sido posible gracias al convenio firmado entre la Universidad de Cádiz y la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Miembros de la Universidad de Cádiz en los terrenos de Benzú
Junto a los codirectores, las labores de campo han sido acometidas por Juan Jesús Cantillo, becario predoctoral del Instituto de Estudios Ceutíes; Antonio Cabral, Macarena Lara y Jesús Toledo, arqueólogos-doctorandos de la UCA; Delia Escalón, arqueóloga; los estudiantes, Luigi Lafasciano, África Bustamante y Antonio Barrena; así como el técnico Ángel García, además de voluntariado de la ciudad de Ceuta.
En esta campaña se han documentado una decena de nuevos yacimientos arqueológicos, de los que tan sólo uno corresponde a época medieval (Loma del Tío Díaz V) y los restantes a la Prehistoria. De estos últimos, la mayor parte se adscriben al Paleolítico Medio (Calamocarro, Altabacal, Punta de la Cabeza, Casa de Zapatero III, IV y V y Topete). Igualmente, se ha localizado un yacimiento adscribible a la Prehistoria Reciente y un yacimiento con industria lítica de tipo Ateriense, lo que constituye una gran novedad al confirmarse la ocupación humana de este territorio durante el Paleolítico Superior.
En total, se han recogido más de 70 productos arqueológicos, algunos de gran calidad como raederas simples, raederas convergentes, láminas de borde abatido, puntas aterienses, etc. Hay que destacar la localización de nuevas cavidades en la zona de Benzú, que presentan gran potencialidad de investigación para el futuro. En relación al Abrigo de Benzú, con cronologías entre 300 mil y 70 mil años, es importante la documentación de numerosos yacimientos del Paleolítico Medio, que ayudarán a comprender mejor la movilidad de estos grupos de cazadores-recolectores. La ubicación de la mayor parte de estos asentamientos en la zona litoral acentúa, más si cabe, la importancia que para estos grupos debió tener la explotación de los recursos marinos.