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18 de agosto de 2014

Una explotación minera amenaza el yacimiento paleolítico de Cova EIrós, en Triacastela (Lugo)

Diversos colectivos alertan de que la cantera pone en peligro esta joya del arte rupestre gallego, la más antigua del noroeste peninsular. Por otra parte, la campaña recién concluída en el yacimiento paleolítico ha sido una de de las más fructíferas, en la que se han documentado alrededor de 600 industrias líticas y fósiles de animales.
Explotación de Cemento Cosmos cuyo frente norte está muy próximo a Cova Eirós. Foto: SALVEMOS CABANA.
Cova Eirós (Triacastela, Lugo) alberga la muestra de arte rupestre más antigua del Noroeste Peninsular documentada hasta la fecha y es uno de los yacimientos paleontológicos con restos de oso cavernario más importantes de la Península Ibérica. Pese a estar considerado como la joya de la arqueología y la paleontología de Galicia, diversos colectivos alertan de que el conjunto se encuentra amenazado. El origen de ese peligro lo sitúan en una explotación minera que, tras diez meses paralizada, en las últimas semanas recibió un controvertido permiso para retomar la actividad.

Cementos Cosmos, del grupo brasileño Votorantim, explota desde 1978 una cantera de extracción de roca caliza cuyo frente norte se encuentra muy cerca de Cova Eirós y la propia Administración gallega reconoce, en un informe de de la Dirección General de Patrimonio Cultural, el "alto riesgo" que supone para la conservación del yacimiento el uso de explosivos de la explotación.

Al mismo tiempo que asume ese peligro, el mismo informe emite un dictamen favorable a la legalización de la cantera, siendo uno de los documentos en los que se basa el Ayuntamiento de Triacastela para darle permiso de actividad. Tras conocerse su contenido, se ha reavivado la polémica sobre la idoneidad en la que la asociación Salvemos Cabana alerta de que Cova Eirós "está seriamente amenazada" por la cercanía de la actividad extractiva: el uso de explosivos "ha deteriorado la integridad de la cueva" y han aumentado los niveles de humedad, "que son muy perjudiciales" para la conservación de las pinturas rupestres.


NUEVOS HALLAZGOS EN COVA EIRÖS
Cerrada oficialmente la octava campaña de excavaciones arqueológicas de Cova Eirós, la más corta de las que se han realizado hasta ahora en el yacimiento paleolítico de Triacastela -a causa de los recortes presupuestarios-, el resultado ha sido notablemente fructífero y los investigadores pudieron realizar más de seiscientos nuevos registros arqueológicos, que comprenden numerosos artefactos líticos y fósiles de animales.

Tal como esperaban los responsables de las excavaciones -encuadradas en el proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», coordinado por la Universidad de Santiago-, la gran mayoría de estos materiales corresponden al Paleolítico Medio o Musteriense, la época del hombre de Neandertal. En las anteriores campañas ya se excavaron casi por completo los niveles arqueológicos superiores del piso de la cueva, correspondientes a épocas menos antiguas. La mayor parte lo que se ha estado desenterrando estos días pertenece a los niveles catalogados como 3 y 4, que según las dataciones radiométricas tienen respectivamente en torno a 84.000 y 118.000 años de antigüedad. Ambos niveles corresponden a ocupaciones neandertales.

(Fuente: El Mundo / Natalia Puga y La Voz de Galicia / Francisco Albo)

22 de agosto de 2012

Descubren en Cova Eirós las primeras pinturas rupestres de Galicia

Los investigadores han logrado documentar "líneas que dibujan motivos figurativos", como segmentos o cabezas de animales. También han apreciado la presencia de elementos "no figurativos", como "signos de puntos o grabados reticulados", que también aparecen en el arte paleolítico de otras cuevas del Cantábrico.
Parte de las pinturas halladas en Cova Eirós,
 y su representación gráfica (abajo).
Los trabajos arqueológicos desarrollados en Cova Eirós, en Triacastela (Lugo), han propiciado el descubrimiento de los "primeros restos de arte parietal paleolítico" del noroeste, en forma "de pinturas y grabados rupestres". El resultado de la investigación ha sido presentado esta mañana en Triacastela por el conselleiro de Cultura de la Xunta, Xesús Vázquez Abad, acompañado por el rector de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Juan Casares e integrantes del equipo responsable de los trabajos arqueológicos.


"Todavía estamos a la espera de confirmar las sólidas hipótesis presentadas con los resultados de pruebas como las de fecha radiocarbónica', explicó el conselleiro, pero también recordó que 'el excelente nivel científico del equipo multidisciplinar que se ocupa de las intervenciones arqueológicas, permitirá contar con información precisa y fiable". Uno de los coordinadores de estas excavaciones, Arturo de Lombera, recordó que la principal implicación de este hallazgo arqueológico es el hecho de que se trata "de la primera cueva en todo el noroeste peninsular" donde se han encontrado este tipo de manifestaciones de arte rupestre paleolítico, dado que las más próximas están en el centro de Asturias y en la zona del Duero. 

"Durante la campaña de excavaciones del año pasado encontramos indicios de lo que parecían pinturas y grabados en el interior de la Cova Eirós, por lo que, a lo largo de este año, estuvimos haciendo una serie de trabajos analíticos y estudios descriptivos para confirmar la presencia de arte rupestre prehistórico", explicó Arturo de Lombera.

El investigador confirmó que la campaña de excavaciones continuará este año hasta el día 9 de septiembre, por lo que todavía quedan por delante tres semanas de trabajo, para seguir profundizando en el conocimiento del sector de la entrada y en el interior de la cavidad, donde aparecen los grabados, para buscar nuevos "vestigios arqueológicos relacionados con esas pinturas rupestres".

Con respecto a los motivos de las pinturas encontradas en la Cova Eirós, el coordinador de las excavaciones reconoció que están muy difuminados, a causa del agua, el paso del tiempo o la formación de depósitos naturales de sedimentos que pueden tapar parte de las imágenes.

"Los motivos no son muy evidentes, ni tan característicos como los que estamos acostumbrados a ver en arte rupestre del Cantábrico", aclaró, aunque los arqueólogos de la expedición, en la que participan catorce personas, han logrado documentar "líneas que dibujan motivos figurativos", como segmentos o cabezas de animales. Los expertos también han apreciado la presencia de elementos "no figurativos", como "signos de puntos o grabados reticulados", que también "aparecen en el arte paleolítico de otras cuevas del Cantábrico".

Las investigaciones que están desarrollando en el entorno de la Cova Eirós arqueólogos de las universidades de Santiago de Compostela y Rovira i Virgili (Tarragona) forman parte del proyecto 'Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno en la cuenca media del Miño'.

Desde 2008 se han desarrollado, con la actual, cinco campañas de excavaciones en la cueva, y en la entrada ya se han localizado varios niveles de ocupación del Paleolítico Medio y Superior, con una antigüedad que oscila entre 35.000 y 85.000 años, así como restos de la Edad de Bronce y el medievo.

El director del proyecto es el historiador Ramón Fábregas, mientras que Arturo de Lombera y Xosé Pedro Rodríguez actúan como coordinadores de las investigaciones.

(Fuente: Agencias)

14 de enero de 2015

Las excavaciones arqueológicas en Cova Eirós se quedan sin presupuesto para este año

Los 55.000 euros concedidos por el Ministerio de Economía se agotaron el pasado verano y no hay ayudas previstas para 2015. Los responsables del proyecto tratan de conseguir nueva financiación para no interrumpir las investigaciones.
Trabajos en Cova Eirós durante el pasado verano.
FOTO: ROSA FERNÁNDEZ / LA VOZ DE GALICIA.
El próximo abril se cumplirán nueve años desde el inicio del proyecto de investigación de los yacimientos paleolíticos del sur lucense que coordina la Universidad de Santiago. Por primera vez desde entonces, el plan no tiene previsto este año ningún presupuesto para continuar los trabajos de campo, que en las últimas campañas se han reducido a las excavaciones del yacimiento de Cova Eirós, en Triacastela (Lugo). 

En los próximos meses, los responsables del proyecto tratarán de conseguir nuevas ayudas para reanudar estos trabajos en verano, de forma que la investigación no se interrumpa.

La última campaña de excavaciones en Cova Eirós -el pasado agosto- pudo llevarse a cabo gracias a una partida de 10.000 euros que quedaban de la última subvención concedida a este proyecto por el Ministerio de Economía y Competitividad. El plazo de ejecución de esa ayuda -que ascendía a 55.000 euros- terminó en el 2013, pero se consiguió una prórroga de diez meses para invertir los 10.000 euros que la USC había reservado expresamente para realizar una nueva campaña arqueológica.

AYUDA AGOTADA
Esos fondos se agotaron en la intervención del año pasado y por ahora no hay ninguna ayuda prevista para el 2015. Los responsables del proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño» han solicitado ya una nueva ayuda. Pero según indica el arqueólogo Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones «en caso de que esa subvención se conceda, lo que aún no es seguro, llegaría a mediados de año y el tiempo nos quedaría demasiado justo para organizar otra campaña en Cova Eirós».

Por este motivo se han emprendido negociaciones con la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural y el Ayuntamiento de Triacastela, a fin de buscar alguna solución para que en agosto puedan llevarse a cabo nuevas excavaciones. De Lombera señala que todavía no se llegó a un acuerdo, pero los investigadores esperan que durante el primer semestre del año se encuentre una fórmula que permita proseguir los trabajos en verano.

24 de agosto de 2011

Los arqueólogos duplican la zona a excavar en Cova Eirós (Lugo)

El grupo de arqueólogos de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) iniciaron una nueva campaña de excavaciones en Cova Eirós, en el núcleo de Cancelo (Triacastela), que se prolongará hasta el próximo mes de septiembre. Los estudiosos duplicaron en la primera semana de trabajos la zona a excavar, llegando hasta los 21 metros cuadrados.
Algunos de los investigadores en Cova Eirós. (Foto:Porto)


Ésta es la cuarta campaña llevada a cabo en el yacimiento por este grupo de arqueólogos. Los trabajos arrancaron hace una semana, periodo en el que los diez estudiosos que trabajan en la cueva hallaron un centenar de pequeños restos de fauna y herramientas de cuarzo, similares a los encontrados en anteriores campañas, explicó el arqueólogo Xosé Pedro Rodríguez. Algunos de los huesos hallados se encontraban quemados.


Estas piezas fueron localizadas en los niveles superiores, del Paleolítico Superior, es decir, los que tienen una antigüedad de entre 17.000 y 30.000 años.


Los investigadores esperan también encontrar materiales en los niveles inferiores, del Paleolítico Medio y que están datados entre los 84.000 y 118.000 años.


Vacío


Según explicó Rodríguez, también buscan una explicación a que exista un vacío de 50.000 años, pues no se encuentran restos que tengan entre 30.000 y 84.000 años. «En todo el Cantábrico se da este fenómeno, de este vacío de restos. Esto se debe a que sería erosionado, a lo mejor por causas climatológicas, y los restos más recientes se posaron sobre los más antiguas, del Paleolítico Medio. Aquí tenemos que contar con el apoyo de geólogos para poder interpretar este vacío», señaló el arqueólogo.


Al ampliar la zona a excavar el equipo halló restos de animales y cerámica de época moderna, por lo que tuvo que sacarlos para llegar al nivel del Paleolítico. Estas piezas modernas estaban mezcladas con elementos de los niveles superiores, aunque parece que los más antiguos no se vieron afectados.


«Al aumentar el espacio excavado, de 11 a 21 metros cuadrados debemos igualar toda la superficie, regularizar la situación de excavación. Esperamos encontrar buen material. Es un yacimiento suficientemente interesante para excavar más superficie», indicó Rodríguez.


Otro grupo de investigadores se encuentra en el colegio de Triacastela, donde lava las piezas para investigarlas y estudia la tierra retirada de la cueva porque pueden existir restos de microfauna, apuntó Rodríguez, quien agradeció el interés y la colaboración económica del Ayuntamiento.
(Fuente: El Progreso)

19 de mayo de 2020

Las excavaciones de Cova Eirós intentan sobrevivir a la pandemia

Los responsables del proyecto planean una nueva campaña para este verano que dará continuidad a las que se viene realizando desde que en el 2008 se descubriera en la cueva el yacimiento neandertal más importante de Galicia.
Excavaciones en Cova Eirós durante la campaña del año pasado. FOTO: ÓSCAR CELA
Aunque el estado de alarma sanitaria ha obligado a suspender muchos proyectos arqueológicos, el plan de excavaciones anuales del yacimiento paleolítico de Cova Eirós, en el municipio de Triacastela, sigue por ahora en marcha. Los responsables están planeando para este verano una nueva campaña que dará continuidad a las que se llevaron a cabo cada año en este lugar desde que en el 2008 se descubrió en la cueva el yacimiento neandertal más importante de Galicia. «Como estas campañas se hacen habitualmente en la segunda quincena de agosto, esperamos que para entonces se hayan aliviado más las restricciones sanitarias y sea más fácil trabajar», señala el arqueólogo Arturo De Lombera, codirector de las excavaciones.

Por ahora no sabe en qué condiciones concretas tendrán que trabajar los investigadores, pero se estudia la posibilidad de reducir el número de las personas que excavan de cada vez dentro de la cueva, a fin de facilitar el distanciamiento físico. «Probablemente se organizarán dos turnos y mientras la mitad del equipo se dedica a seguir excavando en la cueva, los demás trabajarán en el laboratorio limpiando y clasificando los materiales que vayan apareciendo en las excavaciones», añade De Lombera.

En la nueva campaña, apunta por otra parte el arqueólogo, se continuará excavando el llamado nivel 4, una capa de terreno que empezó a ser explorada el año pasado y que está proporcionando una gran cantidad de piezas arqueológicas, principalmente herramientas líticas de múltiples tipos. «Es el nivel más rico en materiales de todos los que investigamos hasta ahora», dice Arturo de Lombera.

OCUPACIONES CONTINUADAS
Los investigadores indican por otro lado que el nivel 4 corresponde, según todos los indicios, a un período en el que los grupos nómadas de neandertales permanecía en la cueva durante largos períodos. En ese mismo nivel se han descubierto vestigios de hogares, lo que refuerza esta hipótesis. De Lombera apunta a este respecto que «otros niveles en los que aparecieron muchos menos materiales arqueológicos corresponden seguramente a épocas en las que las ocupaciones humanas de la cueva eran mucho más cortas y esporádicas».

El proyecto en el que se encuadran las excavaciones de Triacastela, coordinado por la Universidad de Santiago y dirigido por el catedrático Ramón Fábregas, cuenta con financiación de la Consellería de Cultura. En este proyecto se enmarcan también las investigaciones de los yacimientos del Paleolítico descubiertos en los últimos años en la comarca de Lemos. Durante la alarma sanitaria, por otro lado, sigue el estudio de unas herramientas del período Solutrense -las únicas de esa época descubiertas hasta ahora en Galicia- que se descubrieron hace años en el monte de Valverde, en el municipio de Monforte. Recientes estudios muestran que estas piezas están hechas con sílex nativo del municipio asturiano de Piloña, donde hay un importante yacimiento de ese mismo período cultural de la prehistoria.

AYUDAS PARA RETOMAR EL PROYECTO
El Ayuntamiento de A Pobra do Brollón y la asociación de vecinos de Vilachá de Salvadur están a la espera de saber si podrán contar con una subvención de la Xunta para continuar este año las excavaciones arqueológicas del lugar de Os Conventos, donde se descubrió un enterramiento humano datado en el siglo X y posibles vestigios constructivos de un monasterio medieval. «Hay un acuerdo para la concesión de esa ayuda», explican desde el gobierno local. «Esperamos que esta cuestión quede aclarada para la próxima semana», agregan.

Los arqueólogos que trabajan en este proyecto ya expresaron su voluntad de seguir trabajando en las excavaciones si es posible reanudarlas, dicen asimismo desde el Ayuntamiento.

Lo que se descarta para este año es retomar las excavaciones del castro de Cereixa, en el mismo municipio, donde está el cementerio medieval que ganó notoriedad por el hallazgo del esqueleto al que se dio el nombre de Atilano. 

8 de agosto de 2012

La exploración de Cova Eirós avanza hacia dentro del monte

Los arqueólogos estudiarán zonas de la gruta no examinadas hasta ahora.
Boca del túnel de acceso a la parte más profunda de la cueva,
todavía no investigada. Foto: Alberto López.
El día 13 comenzará la quinta campaña anual de excavaciones en el yacimiento paleolítico de Cova Eirós (Triacastela, Lugo), en la que está previsto estudiar por primera vez la parte más profunda de la gruta. En esta zona no se espera encontrar rastros de ocupaciones de tipo doméstico, pero sí podría contener otros materiales arqueólogicos de un carácter diferente a los hallados hasta el momento.

Las excavaciones en Cova Eirós se limitaron por ahora al sector de la entrada de la cueva, una cavidad abovedada de una veintena de metros de longitud por cuatro de anchura y dos de altura. En esta zona es donde aparecieron todos los restos arqueológicos encontrados hasta la fecha en el yacimiento, que abarcan desde el Paleolítico Medio época del hombre de Neandertal hasta la Edad Media.

Al fondo de esta cavidad se abre un túnel mucho más pequeño, de unos quince metros de largo, por el que solo se puede andar a gatas. Este túnel da acceso a una sala de dimensiones mucho mayores, donde nunca se realizaron prospecciones arqueológicas. La cueva tiene en total una longitud de 104 metros desde la entrada hasta su parte más profunda, según las cartografías realizadas en los años ochenta y noventa por varios grupos espeleológicos gallegos.

«Es seguro que esa parte de la cueva no sirvió de habitación, porque no presenta las condiciones adecuadas, pero es posible que se utilizase para usos de tipo simbólico, como ocurrió en otras grutas», señala Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones.

En busca de pinturas
Los investigadores creen que en esa sala podrían conservarse artefactos vinculados a rituales de tipo mágico-religioso. Cabe también la posibilidad de que en las paredes que aún no se han examinado haya rastros de pinturas rupestres. Mientras reanudan las excavaciones en el sector de la entrada, los arqueólogos realizarán las primeras catas en la sala interior e intentarán averiguar si sus paredes fueron decoradas por los hombres del Paleolítico.

(Fuente: La Voz de Galicia / Francisco Albo)

5 de septiembre de 2013

Encuentran restos del "León de las Cavernas" en el yacimiento de Cova Eirós (Lugo)

Se trata de una especie poco frecuente en esta zona. En el noroeste "no hay apenas" rastros de este animal.
En las excavaciones de este año han participado alumnos de las universidades de Santiago y Rovira Virgil (Tarragona).
Los arqueólogos que realizaron en las últimas semanas excavaciones en la Cova Eirós, en el municipio lucense de Triacastela, terminaron el trabajo de campo previsto para esta campaña con "un balance positivo", después de hallar abundante "herramientas líticas" y restos de fauna, con vestigios incluso del llamado "León de las Cavernas".

En esta última campaña, que se desarrolló durante el mes de agosto en la misma cueva donde hace un año fueron hallados los"primeros restos de arte parietal paleolítico" localizados en Galicia, en forma de "pinturas y grabados rupestres", han participado una docena de arqueólogos de las universidades de Santiago de Compostela y de la 'Rovira y Virgill' (Tarragona).

En declaraciones a EFE, uno de los coordinadores de estas excavaciones, Arturo de Lombera, explicó que este año el trabajo de campo ha dejado "hallazgos menos vistosos", pero "muy interesantes", porque contienen "mucha información" y son "muy diagnósticos" de cara al estudio del paleolítico.

Alcanzan estratos del Paleolítico Medio

De hecho, en esta ocasión, el equipo de arqueólogos acabó de "excavar en los niveles del paleolítico superior, con unos 30.000 años de antigüedad", y ha conseguido alcanzar en toda la superficie del yacimiento los estratos de 80.000 años, que se corresponden con el paleolítico medio.

Entre los hallazgos, los investigadores han encontrado un buen número de herramientas líticas, labradas incluso con minerales "que no se encuentran en la zona", lo que demuestra que "neandertales, para hacer ese tipo de lascas, recorrían varios kilómetros para recoger materiales de buena calidad".

El "león de las cavernas" fué el mayor felino que existió
 hace 50.000 años. Foto: Zoo Tycoon 2

Marcas "de corte"
Además, aparecieron también vestigios de la fauna de la época, con "marcas de corte", que "indican que esos animales fueron cazados y consumidos por los humanos", y "restos del León de las Cavernas", a pesar de que "en el noroeste no hay apenas" rastros de la presencia de esa especie.

"Esos materiales se llevarán ahora a Santiago para ser estudiados", explicó Arturo de Lombera, para "sacar la mayor información posible de esos restos" y "preparar publicaciones" que llegarán a diferentes revistas de ámbito "internacional".

Las investigaciones que se están desarrollando en el entorno de la Cova Eirós, por parte de arqueólogos de las universidades de Santiago de Compostela y de la 'Rovira y Virgill' (Tarragona), forman parte del proyecto "Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno en la cuenca media del Miño".

Desde 2008, se han desarrollado, con la de este año, seis campañas de excavaciones en la cueva, y en la entrada ya se han localizado varios niveles de ocupación del Paleolítico Medio y Superior, con una antigüedad que oscila entre 85.000 y 35.000 años, así como restos de la Edad de Bronce y el medievo.

El director del proyecto es el historiador Ramón Fábregas, mientras que Arturo de Lombera y Xosé Pedro Rodríguez actúan como coordinadores de las investigaciones.

(Fuente: Faro de Vigo / EFE)

15 de enero de 2014

Las excavaciones de Cova Eirós podrán seguir gracias a fondos sobrantes

La Universidad de Santiago dará continuidad el próximo verano a las excavaciones del yacimiento paleolítico de Cova Eirós, en Triacastela (Lugo), gracias a un fondo de algo más de 10.000 euros que restaba de la última subvención concedida para este proyecto.

Los responsables del proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», en el que se encuadran las excavaciones, renunció a presentarse a la última convocatoria de solicitud de ayudas para investigación del Gobierno central por no tener tiempo para preparar la documentación necesaria.

Según Ramón Fábregas, el director del proyecto, la convocatoria se hizo con más de un año de retraso y los requisitos fueron más rígidos que en anteriores ediciones. «El plazo se abrió por muy poco tiempo y las exigencias fueron mayores», explica. «En este proyecto participan investigadores de todas las universidades gallegas y de otros países y no tuvimos tiempo para reunir los currículos de todos y otros documentos que hacían falta», añade.

La USC, por lo tanto, decidió dejar pasar esta convocatoria y esperar por la siguiente. «Por suerte, administramos bien la anterior subvención y sobró una cantidad que nos permitirá salvar la campaña de excavaciones de este año», dice Fábregas.

28 de mayo de 2022

Hallan un tesorillo de 50 monedas romanas en una cueva de Galicia

El hallazgo de piezas ha permitido documentar un nivel de ocupación desde la segunda mitad del siglo IV d.C. en la Cueva de las Cabras de Triacastela



Todo apunta a que alguien las escondió allí, pensando en regresar un día a por ellas. Y no pudo volver. Las excavaciones en la cueva de las Cabras, en el municipio lucense de Triacastela, recuperaron este verano un tesorillo de 50 monedas romanas ocultas en el fondo de la cavidad, a unos 20 metros de la entrada, según ha dado a conocer esta semana la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

«Se ha recuperado un tesoro de unas 50 monedas romanas que permite documentar un nivel de ocupación desde la segunda mitad del siglo IV d.C., hasta la fecha, no registrado en Cova Eirós u otros yacimientos de alrededor«, apuntan desde el equipo de investigación formado por miembros del Grupo de Estudios de Prehistoria del Noroeste, Arqueología, Antigüedad y Territorio de la USC, el Instituto Catalán de Paleocología Humana y Evolución Social de Tarragona y la Universitat Rovira i Virgili, en convenio con la Consejería de Cultura, Educación y Universidad de la Xunta de Galicia.

El estudio numismático realizado por el arqueólogo Santiago Ferrer Sierra identificó varios de ellos como follis de bronce pertenecientes a Constancio II (341-346 d. C.) y Valentiniano o Valente (367-375 d. C.).

Su hallazgo en el fondo de la Cueva de las Cabras, un lugar de difícil acceso, indica «la clara intención de su ocultamiento«, según destacan en la USC. Lo más probable es que estas monedas estuvieran guardadas en una bolsa anudada, ya fuera de tela o de cuero, ya que los arqueólogos no han encontrado, por ahora, ningún tipo de hebilla.

«Este tipo de tesoro no es ajeno a otros contextos rupestres cántabros, y es relativamente frecuente en castros (Valencia do Sil, Viladonga) y yacimientos tardorromanos de la Gallaecia, destacando el ambiente de inestabilidad política y social que definió al Imperio Romano durante el siglo IV«, explican los expertos.

Actualmente se encuentran en proceso de restauración en la Escuela de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural de Galicia para posibilitar el posterior estudio de la colección completa.

El hallazgo de este tesorillo fue el descubrimiento más notable en la Cueva de las Cabras, aunque no el único. En la entrada se excavó una pequeña cata de dos metros cuadrados, donde se recuperaron numerosos restos de ovicápridas y fragmentos cerámicos de época medieval. Estas evidencias arqueológicas revelan que la cueva fue utilizada como refugio de ovejas y cabras durante la Edad Media, en los siglos XII y XIII d.C. Este uso, como el propio nombre de la cavidad indica, fue continuado por los vecinos de Cancelo (parroquia donde están las cuevas) hasta hace unas décadas.

Campamento de neandertales
En esta campaña de 2021 se intervino asimismo en la vecina Cueva de Eirós, donde prosiguieron las excavaciones de los niveles del Paleolítico Medio que están ayudando a profundizar en el conocimiento sobre los neandertales que habitaron las Sierras Orientales hace más de 45.000 años. Estos homínidos usaban la cueva como campamento durante temporadas relativamente largas.

En este yacimiento se han encontrado lascas, raspadores y restos de su manufactura en cuarzo y cuarcita, utilizados para procesar los animales que cazaban (ciervos, rebecos o caballos), sus pieles y para la fabricación de otras herramientas.

Los restos óseos muestran que la Cueva de Eirós también fue ocupada alternativamente por carnívoros, en un momento de enfriamiento en el que los osos de las cavernas, rinocerontes, corzos, o jabalíes abundaban en esa zona.

Además, se llevaron a cabo trabajos de fotogrametría para realizar levantamientos en 3D de los paneles que contienen arte en el interior de la cueva, y un estudio etnológico de los 'grafitti'.

Tanto en la Cueva de las Cabras y en la de Eirós, las excavaciones han permitido ampliar los periodos de ocupación humana de ambas cavidades.
(Fuente: ABC)