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4 de noviembre de 2010

Arqueólogos de Sevilla denuncian a Cultura unas obras de Emasesa en el conjunto histórico sin cautelas patrimoniales

La Sección de Arqueología del Colegio de Licenciados de Sevilla y Huelva ha elevado a la Consejería de Cultura unas obras promovidas en el entorno de la calle Mendigorría, en el límite del Conjunto Histórico Artístico de la capital andaluza, por la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (Emasesa). Según la denuncia elevada a la Delegación provincial de la Consejería de Cultura, tales trabajos están siendo acometidos sin la supervisión arqueológica que corresponde a este entorno donde años atrás, la construcción de un polideportivo con 40 viviendas protegidas y un aparcamiento subterráneo se saldó con el descubrimientos de los vestigios del antiguo recinto medieval de la orden de San Juan de Acre.
Obras sin supervisión arqueológica en la calle Mendigorría.
Araceli Rodríguez, arqueóloga y miembro de la Sección de Arqueología del Colegio de Licenciados de Sevilla y Huelva, ha informado a Europa Press de que tras haber consultado con la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento hispalense y la Delegación provincial de la Consejería de Cultura si situación administrativa de estos trabajos, todo indica a que Emasesa "no ha comunicado" a estas instituciones las obras promovidas en la calle Mendigorría. A tal efecto, ninguna de estas partes habría decretado las preceptivas cautelas arqueológicas correspondientes a este sector del Conjunto Histórico Artístico de Sevilla.

  • Años atrás otras obras en esta zona dieron con vestigios del antiguo recinto medieval de la orden de San Juan de Acre y restos de la época almohade.


En concreto, estos trabajos afectarían a las calles Mendigorría, Álvaro de Bazán y Pizarro, toda vez que merced al proyecto promovido en 2004 por la Empresa Municipal de Vivienda, Suelo y Equipamiento de Sevilla (Emvisesa), para levantar 40 viviendas protegidas, un estacionamiento subterráneo y unas instalaciones deportivas en un solar de este entorno, las posteriores catas arqueológicas habían sacado a la superficie el recinto creado por la orden de San Juan de Acre una vez que en 1248 la ciudad fue conquistada por Fernando III, además de vestigios de época almohade.

  • La zona en obras podría albergar un "monumental palacio" almohade, según los arqueólogos.


En concreto, y según informa Araceli Rodríguez, además del recinto de esta antigua orden y los arrabales asociados a este conjunto, fueron descubiertos los restos de un cementerio parroquial con "más de mil enterramientos" y parte de lo que, según los arqueólogos, habría sido un "monumental palacio" almohade. Aquellas catas arqueológicas, saldadas con el rescate de piezas cerámicas de época almohade, objetos numismáticos del siglo XII e incluso piezas de exportación procedentes de China e Italia de los siglos XVI y XVII, probaron que nuevos de las construcciones investigadas yacen bajo el acerado de las calles Mendigorría, Álvaro de Bazán y Pizarro, donde precisamente Emasesa acomete estas obras. A tal efecto, Rodríguez advierte de la posible "destrucción" de vestigios históricos al no contar estos trabajos con los preceptivos controles arqueológicos.
)Fuente: 20 minutos)

23 de enero de 2024

Expertos definen el plan para recuperar el yacimiento de El Carambolo

Arqueólogos y arquitectos definen desde ayer el plan para recuperar el yacimiento de El Carambolo en el Palacio de Altamira, sede de la Consejería de Turismo y Cultura. Varias conferencias y encuentros están analizando las posibilidades de este enclave cuya cronología arranca en la Edad del Cobre y abarca el periodo tardío de la Edad del Bronce y la Protohistoria, destacando en el mismo los restos de un antiguo santuario fenicio.
Estado actual del yacimiento de El Carambolo. FOTO: EP

Arqueólogos y arquitectos definen el plan para recuperar el yacimiento de El Carambolo desde este lunes en el Palacio de Altamira, sede de la Consejería de Turismo y Cultura. Varias conferencias y encuentros están analizando las posibilidades de este enclave cuya cronología arranca en la Edad del Cobre y abarca el periodo tardío de la Edad del Bronce y la Protohistoria, destacando en el mismo los restos de un antiguo santuario fenicio.

Una vez culminado el expediente de cesión gratuita de la propiedad de los terrenos por parte del empresario Gabriel Rojas otorgando a la comunidad autónoma la titularidad del enclave, estas jornadas abordaron ayer las propuestas de futuro para la zona arqueológica, con las intervenciones de Araceli Rodríguez y Álvaro Fernández, arqueólogos autores de las últimas intervenciones en el yacimiento; o Francisco J. García, catedrático de Arqueología y director del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla.

También, han participado Eduardo Ferrer, catedrático de Arqueología del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la US; Fernando Amores, profesor titular del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Hispalense; José Luis Escacena, catedrático de Prehistoria del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la US, y Eduardo Mosquera, catedrático del Departamento de Historia de la Arquitectura y coordinador del MARPH.

Las propuestas de conservación se abordaron en otra sesión y contaron con la participación de José Manuel Rodríguez, inspector de la actividad arqueológica; Francisco J. Reina, arquitecto y profesor colaborador de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla; Francisco Borja, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Huelva; y Jesús Serrano, restaurador de la empresa Gares S.L.

El debate sobre el futuro del Carambolo continuará hoy martes con la participación de representantes de la Asociación de Vecinos 'El Carambolo', de la delegación territorial de Turismo, Cultura y Deporte, del Servicio de Protección del Patrimonio Histórico de la Consejería, del Ayuntamiento de Camas y del Servicio de Conjuntos Arqueológicos y Monumentales de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte.

Conclusiones
De las conclusiones de estas jornadas, tal y como ha explicado el director general de Museos y Conjuntos Culturales, Fernando Panea, se extraerá la el plan a seguir por la Junta de Andalucía para la recuperación de este sitio arqueológico y sus posibilidades de apertura al público.

«Pretendemos convertir este yacimiento, uno de los más importantes de la Península Ibérica, en un ejemplo y un paradigma de referencia nacional e internacional sobre la puesta en valor y su reversión en la sociedad», ha manifestado Panea.

En 1958, se halló el famoso tesoro homónimo y se trata de un enclave cedido por el grupo promotor Gabriel Rojas a la Junta de Andalucía y cuya recuperación constituye una reivindicación histórica de la localidad y del mundo de la cultura.

Fue hasta abril de 2016, y a petición del Ayuntamiento de Camas, cuando la Junta de Andalucía declaró finalmente como bien de interés cultural (BIC) una zona de 29.450 metros cuadrados del cerro de El Carambolo que incluye el yacimiento en cuestión, bajo la premisa de que se trata de un enclave «fundamental para el conocimiento de las primeras culturas asentadas en el Bajo Guadalquivir y en el suroeste de la Península Ibérica», según el decreto aprobado entonces. En marzo de 2022, el Gobierno andaluz firmaba un protocolo con el Grupo Gabriel Rojas, propietario de la cima del cerro de El Carambolo, para la «cesión gratuita» de los terrenos a la Administración andaluza.
(Fuente: ABC)

8 de agosto de 2016

Un estudio cerámico refuerza la tesis de que Tartessos fue cultura fenicia

Las similitudes de la decoración de la cerámica tartésica hallada en el yacimiento del Carambolo (Sevilla) con la de otros elementos materiales fenicios refuerza la tesis de que, en realidad, Tartessos no fue sino parte de la colonización fenicia del suroeste peninsular, según el arqueólogo Manuel Casado.
Parte del Tesoro del Carambolo, hallado hace 60 años . FOTO: EFE
Casado, cuyo estudio "La cerámica de decoración geométrica del Carambolo" ha sido publicado por la Universidad de Sevilla, ha dicho que los cientos de piezas de restos cerámicos que han sido halladas en ese yacimiento sevillano "refuerzan la idea de que el componente fenicio en el fenómeno tartésico es preeminente".

Según Casado, el estudio comparado de la cerámica denominada "de tipo Carambolo" con la de otros yacimientos fenicios del sur de la Península de hasta 2.900 años de antigüedad pone de manifiesto la semejanza simbólica de los motivos geométricos y zoomorfos, y de la representación de estrellas y motivos botánicos, entre otros elementos decorativos.

SANTUARIOS A DEIDADES FENICIAS
El arqueólogo ha explicado que la cuestión simbólica y religiosa -el yacimiento del Carambolo fue un santuario dedicado al dios Baal y la diosa Astarté, una de las principales deidades fenicias- es crucial para determinar si Tartessos existió de manera independiente a los asentamientos fenicios.

"Las cuestiones materiales y tecnológicas, como es la cerámica, se traspasan con facilidad de una etnia a otra; por ejemplo, si un arqueólogo del futuro tratara de adivinar quién vive en mi casa, concluiría que en mi casa vive un sueco porque todos los muebles son de Ikea; pero hay dos elementos que son menos permeables, la religión y la lengua", ha explicado.

Las similitudes entre la cerámica del Carambolo y la de otros yacimientos fenicios es importante porque, según Casado, "El Carambolo, además de un santuario, es un yacimiento crucial en la historiografía de Tartessos, y ha aportado la base para interpretar ese fenómeno" desde que se halló el tesoro que lleva el nombre de ese lugar en 1958 y seguidamente fue excavado por Juan de Mata Carriazo.

DESDIBUJANDO EL MITO DE "TARTESSOS"
Según Casado, ante el hallazgo de aquel fabuloso tesoro labrado en oro nadie dudó de la existencia de Tartessos, pero investigaciones posteriores desdibujan el "mito de Tartessos" y aproximan el yacimiento del Carambolo al mundo fenicio, como las últimas excavaciones efectuadas allí entre 2002 y 2005 por Álvaro Fernández y Araceli Rodríguez.

Esas excavaciones confirmaban las tesis de los arqueólogos José Luis Escacena y María Belén, expresadas a finales de los años noventa y que supusieron una relectura de los materiales extraídos por Carriazo para concluir con "un cambio de paradigma" interpretativo del fenómeno tartésico, al considerarlo como una parte más de la gran colonización fenicia del sur de la Península.

Entre esos materiales, el arqueólogo ha mencionado la estatuilla de la diosa Astarté -deidad fenicia- que se conserva en el Museo Arqueológico de Sevilla y que lleva una inscripción fenicia en la peana que permite interpretarla como una ofrenda religiosa.

Casado ha mencionado que, de hecho, entre el siglo IX y VI antes de Cristo, los asentamientos en la costa del sur de España se consideran fenicios sin duda y los del interior "se han reservado a Tartessos".


MITO LITERAR
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"Tartessos es un término literario y nace como un mito, por las alusiones de la literatura griega que lo sitúa en el fin del mundo, donde se colocan los mitos; y en su búsqueda ha habido un elemento sentimental y los arqueólogos hemos ido identificando una serie de materiales con esa idea", según Casado.

Para el arqueólogo, que ahora existan "dos posicionamientos" sobre la existencia de Tartessos como tal reino independiente permite que "se esté viviendo un momento maravilloso por el repunte del debate", si bien ha considerado que la posición que no acepta al mítico reino como tal, sino como un episodio más del gran asentamiento fenicio, es aún minoritaria entre los arqueólogos.

(Fuente: EFE)

5 de noviembre de 2010

Sevilla: Emasesa defiende que las obras de la calle Mendigorría cuentan con "supervisión" arqueológica

 La Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (Emasesa) ha asegurado este viernes que las obras de sustitución de tuberías que promueve en el entorno de las calles  Mendigorría, Álvaro de Bazán y Pizarro, en el límite del Conjunto Histórico Artístico de la capital andaluza, "cuentan con la supervisión de un arqueólogo colegiado", toda vez que la Sección de Arqueología del Colegio de Licenciados de Sevilla y Huelva había elevado a la Consejería de Cultura la supuesta acometida de los trabajos sin las correspondientes cautelas patrimoniales.

   Las obras en cuestión, según un comunicado de Emasesa, cuentan con la preceptiva licencia de obras otorgada por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla. Con dicho departamento, según la empresa metropolitana, existe una "coordinación respecto a las cautelas arqueológicas" al tratarse del órgano competente según el sector que rige del Conjunto Histórico Artístico. Emasesa, así, defiende que ha contratado a un "arqueólogo colegiado" para "supervisar" las labores.

   Araceli Rodríguez, arqueóloga y miembro de la Sección de Arqueología del Colegio de Licenciados de Sevilla y Huelva, había informado a Europa Press de que, tras haber consultado con la Gerencia de Urbanismo y la Delegación provincial de la Consejería de Cultura la situación administrativa de estos trabajos, todo indicaba a que Emasesa no había "comunicado" a estas instituciones las obras promovidas en la calle Mendigorría. A tal efecto, ninguna de estas partes habría decretado las preceptivas cautelas arqueológicas correspondientes a este sector del Conjunto Histórico Artístico de Sevilla, siempre según la arqueóloga.
(Fuente: Europa Press)

31 de julio de 2010

El valor del Tesoro del Carambolo

Aunque una de las frases lorquianas famosas en tierras andaluzas es: “verde que te quiero verde”, casi podría cambiarse el color por el áureo y argénteo. No son pocos los ejemplos de oro y plata en forma de monedas y otros objetos que han ido apareciendo –y esperemos que siga así- en esa región. Quizá uno de los mejores ejemplos, que se ha incluido en un sinfín de libros de texto, es el llamado Tesoro del Carambolo. 



El nombre del repertorio de objetos se debe a los carambolos o montículos que jalonaban los límites de la meseta del Aljarafesobre la vega de Triana, en el territorio de Camas, municipio situado a casi 4 kms al Oeste de la antigua Hispalis. En los años 40 del siglo XX las bonanzas del paraje interesaron a la Real Sociedad de Tiro de Pichón deSevilla que se hizo con la propiedad de unas parcelas. 




La intención era construir una nueva sede allí, un lugar del que se decía que escondía un gran tesoro. Las obras para la erección del complejo se reanudaron en los años 50 para ampliarlo, siendo recordada la fecha del 30 de Septiembre de 1958 como el momento en el que se produjo el descubrimiento del tesoro. 



Uno de los trabajadores, cuyo nombre ha pasado a la posteridad, Alonso Hinojos del Pino, avisó al arquitecto –y justo cuando éste se iba de la localidad-, el señor Medina Benjumea, de que había aparecido un brazalete de oro en el solar que él había dado orden de excavar –sin esa orden se considera que no se habría producido el hallazgo-. Lógicamente continuaron empleando la pala en ese punto y dieron aviso a las autoridades. 



El 2 de octubre del mismo año, por parte del Servicio Nacional de Excavaciones, fue enviado un especialista para hacerse cargo de los trabajos arqueológicos que debían tener lugar: Juan de Mata Carriazo (1899-1989), catedrático de Prehistoria de la Universidad de Sevilla y uno de los grandes nombres de la arqueología del país de Cervantes. Su equipo también estuvo formado por grandes figuras: Juan Maluquer de Motes, Francisco Collantes de Terán yConcepción Fernández Chicharro. Él descubrió que las 21 piezas conservadas –pesando un total de 2.950 gramos- se habían guardado en una estructura ovalada y acompañada de huesos de animales y de cerámica pintada, algo que ha dado mucho que hablar por parte de la comunidad científica.



Semejante conjunto áureo se contabilizó en un colgante con sellos, dos brazaletes, dos pectorales con forma de piel de animal extendida y ocho placas, todo ello fabricado en oro muy puro y con granulados y filigranas que denotan una orfebrería altamente desarrollada. El problema es que los objetos carecían de un contexto arqueológico y estratigráfico claros por lo que no se podían datar con exactitud. De hecho el mismo profesor Mata pensó en un arco temporal de entre los siglos VII a III a. C., desde el tiempo de Tartesos, al que podría inscribirse el pueblo que utilizó las piezas, a la llegada de los romanos. También quedaban pendientes las cuestiones relativas a la funcionalidad del tesoro: ¿para un rey o alto sacerdote?, ¿para una figura de culto?, y ¿qué hacía allí enterrado?, ¿quiénes fueron sus artífices?



Es cierto que no todas las cuestiones referentes al Tesoro del Carambolo han podido ser contestadas de forma satisfactoria, pero sin duda se han dado grandes pasos adelante en estos 52 años de investigación y estudio. Durante mucho tiempo el análisis comparativo de las técnicas utilizadas para la creación de semejantes joyas hizo pensar en orfebrería oriental, bien de gentes instaladas en la Península Ibérica –bastante lógico– o puede que hasta de personas que trabajaron más allá de esta tierra. 



El arqueólogo Álvaro Fernández Flores demostró, mediante un cuidado análisis estratigráfico del yacimiento de Camas, que el nivel en el que se encontró el tesoro, entre los siglos VII y VI a. C. era compatible con la actividad fenicia y con el mundo de Tartesos. Más aún, otros estudios comparativos han postulado, incluso, que el conjunto respondería a algún tipo de culto a animales sagrados, probablemente bóvidos, que recordaría quizá, aún con sus diferencias a prácticas como las de los bueyes Apis en Egipto. 



En el mismo Cerro del Carambolo, de hecho, se constataron, gracias a unas intervenciones arqueológicas de urgencia –un tipo de excavaciones contra reloj ante la amenaza de una reurbanización de la zona- entre los años 2002 y 2004, y dirigidas por el señor Fernández Floresantes aludido y por Araceli Rodríguez Azogue, constataron la existencia de una serie de estructuras que han sido interpretadas como algún tipo de santuario, por lo que se reforzaría la idea de una joyas dedicadas al culto. 



Aún así, todavía queda mucho por saber acerca del Tesoro del Carambolo, que para curiosidad del lector debo avisar que se encuentra custodiado en una caja fuerte, siendo el del Museo Arqueológico de Sevilla una réplica, aunque sin duda nos ilumina en algunos aspectos: desarrollo de las relaciones tartesico-fenicias a nivel económico y comercial –que posibilitaron la confección orientalizante del tesoro, ya fuera en el mismo lugar o fuera de la Península-, concepciones religiosas –que también conectan las tierras béticas con el resto del mundo mediterráneo- o la misma existencia de prácticas de culto extraurbanas –algo que no fue nada extraño en el Mundo Antiguo pero sigue siendo ignorado muchas veces-. El Tesoro del Carambolo, por tanto, posee un valor que transciende claramente la materialidad de su carne dorada. (Artículo de Ignacio Monzón en elreservado.es)

20 de diciembre de 2017

El yacimiento íbero sumergido en el pantano de Sierra Boyera será documentado en 3D

Esta misma semana los miembros del equipo Roatán se sumergirán en el pantano de Sierra Boyera, con el objetivo de documentar este espacio, siendo la primera vez que “se cose una realidad terrestre con otra lacuestre en una misma fotogrametría tridimensional”, según indicó el arqueólogo Antonio Monterroso, uno de los coordinadores del proyecto.
Los miembros del equipo Roatán se sumergirán en el pantano para documentar el yacimiento.
El pantano de Sierra Boyera, en Belmez , custodiaba en su fondo el asentamiento ibérico poblado por Túrdulos mejor conservado de todo el Norte de la provincia de Córdoba, y ahora el proyecto Alto Guadiato Arqueológico, en colaboración con el Proyecto Roatán, emprenderá el análisis del yacimiento, combinando para ello y por primera vez en aguas continentales de la provincia, técnicas de documentación 3D terrestre y subacuática.

Según ha informado la Universidad de Córdoba (UCO), en este espacio trabajarán en los próximos días un equipo de la UCO, dirigido por Araceli Cristo Ropero, con la coordinación de Antonio Monterroso y Alberto Redondo, para lo que cuentan con el apoyo y autorización, tanto de la Junta de Andalucía, como de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

Así, esta misma semana los miembros del equipo Roatán se sumergirán en el pantano de Sierra Boyera, con el objetivo de documentar este espacio, siendo la primera vez que “se cose una realidad terrestre con otra lacuestre en una misma fotogrametría tridimensional”, según ha indicado uno de los coordinadores del proyecto, el arqueólogo Antonio Monterroso.

Esta documentación, según ha añadido, “es sin duda vanguardista y novedosa, porque debe adaptarse al carácter mixto del yacimiento, parte sobre tierra y parte sobre agua”. La documentación terrestre, de la que es responsable Massimo Gasparini, procederá a la redacción de la fotogrametría 3D de los restos emergidos. Mientras tanto, desde el agua, los miembros del Proyecto Roatán procederán a documentar lo sumergido.

La vertiente subacuática ha sido probada con éxito en Honduras en los ámbitos de actuación del Proyecto Roatán, la segunda barrera de coral más importante del mundo, y está constituido por cinco integrantes, además del profesor doctor en Ciencias Biológicas Alberto Redondo. Estos son el instructor-profesor de buceo técnico, Vicente Víbora, los biólogos Daniel Ortega y Alejandro Parras y los alumnos de último año de Grado de Biología, Alejandro Roldán y Elena Rodríguez.

Este equipo lleva más de un año trabajando para adaptar las técnicas de recreación en 3D de entornos terrestres al medio subacuático. Una de las claves de su trabajo consiste en llevar a cabo un buceo técnico que posibilita la obtención de imágenes con la calidad suficiente sin levantar polución del fondo. Además, se trata de un buceo sostenible, que permite ser mínimamente intrusivos con el medio.

Como resultado de este proyecto, se han podido recrear hasta el momento más de 20 modelos de especies coralinas, esponjas marinas, islotes y superficies de arrecife, además de un barco hundido, ‘El Águila’, en el que actualmente este equipo continúa trabajando.

La actividad en el pantano de Sierra Boyera en Belmez se inicia esta semana y se prolongará mientras las condiciones de trabajo lo permitan. 

(Fuente: Cordópolis)