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30 de abril de 2023

Valencia aprueba la declaración BIC de quince yacimientos arqueológicos

El pleno del Consell aprobó la declaración de quince yacimientos como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de zona arqueológica y paleontológica,
Yacimiento de Baños de la Reina, en Calpe (Alicante)

En concreto son 14 yacimientos arqueológicos y un yacimiento paleontológico, 5 de los cuales se encuentran en la provincia de Alicante, 5 en la de Castellón y el resto en la de Valencia.

Así en Alicante han recibido la declaración BIC los yacimientos arqueólogicos de Banys de la Reina, en Calp; Illeta dels Banyets, en El Campello; Illeta del Portitxol, en Xàbia; El Porquet 1, el único de los yacimientos paleontológicos, en Alicante, y La Cova de l’Or, en Beniarrés.

En Castellón están el yacimiento de El Punt del Cid, en Almenara; Puig de la Nau, en Benicarló; el yacimiento fenicio de Vinarragell, en Burriana; la villa romana del Benicató, en Nules, y el recinto fortificado de El Torrelló, en Onda.

Por último, en Valencia están el poblado ibérico de La Mont-ravana, en la localidad de Llíria; la necrópolis ibérica Corral de Saus, en Mogente; el poblado ibérico de la Muela de Arriba, en Requena; el yacimiento arqueológico de València la Vella, en Riba-roja de Túria, y el poblado ibérico Pico de los Ajos, en Yátova y Cortes de Pallás.

13 de enero de 2023

Confirman la presencia de ajuares en el interior de las urnas funerarias del Puig de la Nau

Las radiografías han permitido detectar ajuares en siete de las nueve urnas procedentes del yacimiento castellonense de Puig de la Nau, que contienen elementos como hebillas, fíbulas, brazaletes o collares. Las radiografías se han podido realizar gracias a la colaboración del Área de Salud y el Centro de Salud Integrado de Benicarló.
Gracias al trabajo de los técnicos de rayos del Centro de Salud Integrado de Benicarló, se han podido radiografiar nueve urnas.

El análisis radiológico de las urnas funerarias localizadas en la necrópolis del Puig de la Nau ha permitido conocer con precisión su contenido antes de iniciar el proceso de microexcavación necesario para extraer todos los elementos que se encuentran en el interior.

Gracias al trabajo de los técnicos de rayos del Centro de Salud Integrado de Benicarló, se han podido radiografiar 9 urnas documentadas en la última campaña de excavaciones, y se ha podido examinar si las urnas contienen elementos identificables y, sobre todo, se ha podido determinar cuál es la posición del ajuar dentro de las urnas.

Las radiografías han constatado que 7 de las 9 urnas de cerámica analizadas contienen ajuares, con ornamentos y elementos típicos de la indumentaria y del uso personal de los iberos ilercavons: hebillas, fíbulas, brazaletes o collares, entre otros.

A partir de estos datos, también se ha podido determinar una diferenciación en en cuanto a tipología y densidad de los materiales, lo cual podría plantear la existencia de diferentes estructuras sociales.

La colaboración del Centro de Salud Integrado de Benicarló ha sido fundamental a la hora de poder realizar las radiografías y obtener toda esta información. Por eso, la alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, ha agradecido al Departamento de Salud y al personal sanitario del Centro de Salud su «predisposición e implicación en el análisis de las urnas, un paso que nos ha permitido confirmar que la mayoría de las urnas contienen vestigios de los rituales funerarios iberos».

La información que desvelan los ajuares
El hecho de depositar parte de los restos de los muertos con el ajuar es una característica de los rituales funerarios de la cultura ibera. De hecho, el ritual funerario consistía en quemar al difunto encima de una pira de leña y depositar algunos de los huesos resultantes en una urna para el posterior entierro, junto con ofrendas y objetos personales del difunto.

Gracias a estos materiales y al estudio antropológico de los restos óseos, se podrán estudiar determinados aspectos de los individuos, como por ejemplo el sexo, la edad o el estatus social que ocupaban dentro del poblado.

Las necrópolis se ubicaban habitualmente fuera de los poblados por razones culturales y también de espacio, a pesar de que se han localizado algunos niños enterrados bajo de los pavimentos y los muros de las casas.

28 de octubre de 2022

Descubren 35 nuevos enterramientos en la necrópolis ibera del Puig de la Nau, en Benicarló (Castellón)

Entre los hallazgos destaca un anforisco de pasta de vidrio del siglo IV a.C. Con estas nuevas sepulturas descubiertas, la necrópolis del Puig se convierte en una de las más grandes de la península. El total de sepulturas encontradas en la necrópolis del Puig de la Nau es de 78

La necrópolis del Puig de la Nau, 43 años después de su descubrimiento, sigue dando sus frutos. La campaña de excavación que se ha llevado a cabo en los últimos dos años ha sacado a la luz importantes hallazgos arqueológicos que han resultado, algunos de ellos, ser unicums, es decir, piezas nunca vistas en el entorno peninsular. Es el caso, por ejemplo, del mortero de cal que se ha encontrado envolviendo algunas de las urnas funerarias, del que se desconoce su función.

Una pequeña muestra de los hallazgos, básicamente algunas urnas funerarias localizadas y algunos de los elementos que contenían, se presentaron este jueves en la capilla del Mucbe en un acto que contó con la presencia de la alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, el concejal de Cultura, Pedro Manchón, el arqueólogo y director de la campaña, José Miguel Gallego, y la directora del Mucbe, Lorena Luján.

La alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles recordó que los trabajos en el yacimiento «han sido posibles gracias a los fondos de la EDUSI, que no sólo contemplan proyectos urbanísticos sino también iniciativas que ponen en valor el patrimonio cultural«.

La datación de los diferentes hallazgos corresponde a los siglos VI, V y IV a. Una de las piezas de mayor valor localizada dentro de una de las urnas funerarias es un anforisco fenicio del siglo IV a. C., que servía como ungüentario para perfumes. Otros de los hallazgos más relevantes han sido un disco protector para la lucha, una serie de falcatas y lanzas de hierro (material muy valioso en la época), y numerosas joyas (pulseras, collares, broches…) de bronce.

Por su parte, el director de la campaña, José Miguel Gallego, remarcó que aparte de estos 35 entierros localizados a raíz de la campaña de los últimos dos años, durante los trabajos de excavación de los años 80 se localizaron otros 43, con lo que el total de sepulturas encontradas en la necrópolis del Puig de la Nau es de 78.

Tanto la alcaldesa como el concejal como la directora del Mucbe han querido agradecer a los propietarios de la finca donde se encuentra el yacimiento su colaboración y predisposición durante todo el proceso de excavación.

43 años desde el descubrimiento de la necrópolis del Puig de la Nau
En 1979, el Grupo Arqueológico Local se encontraba en plena excavación de la primera fase del Puig de la Nau cuando pidió que se paralizaran las obras de una finca vecina por la sospecha de que pudiera haber restos íberos en el subsuelo. Efectivamente, encontraron un buen número de urnas, las que ahora forman parte de la exposición permanente «Tierra de Iberos».

Durante muchos años, se creyó que aquellos restos que se salvaron eran los únicos, pero durante la pandemia, uno de los miembros del Grupo sugirió la posibilidad de que el yacimiento fuera mayor de lo que se había pensado inicialmente. Con el apoyo de los fondos EDUSI, en 2020 se realizó una primera campaña de dos meses para buscar restos susceptibles de probar la existencia de una necrópolis, y los resultados fueron espectaculares: se recuperaron más de 100 piezas superficiales.

En ese momento se encontraron 10 estructuras funerarias, lo que motivó la redacción del Plan General de Investigación para estudiar el comportamiento del mundo funerario de esta zona. Tal y como explica la directora del Mucbe, Lorena Luján.

En la segunda fase, este 2022, se localizaron otras 25 sepulturas.

24 de septiembre de 2015

Las obras de una carretera destapan un yacimiento del S. VII a.C. en Benicarló (Castellón)

Está a sólo dos kilómetros de la línea de costa en una zona plana y en él se han podido determinar dos tipos de estructuras: murallas de piedra por un lado y agujeros excavados en el subsuelo por otra, que servirían para almacenar alimentos o material. Respecto a los materiales localizados, se han encontrado objetos de cerámica, de metal, conchas marinas y piedras de molino, entre otros.
Algunas de las piezas recuperadas del nuevo yacimiento de Mas de Fabra, en Benicarló.
Los trabajos de construcción de la variante de la N-340 han sacado a la luz un yacimiento arqueológico en la partida del Mas de Fabra datado del siglo VII antes de Cristo. Un hallazgo que los directores de la campaña arqueológica, Miguel Vicente y Ramiro Pérez, han calificado de «excepcional», no tanto por la infraestructura o los materiales descubiertos sino por el hecho de estar ubicado en una zona plana, al contrario que la mayoría de asentamientos de los alrededores, que están en alto». De hecho, según los arqueólogos, se trataría del único yacimiento de estas características localizado en toda la costa que va desde Tarragona hasta Castellón. 
  • «Este yacimiento es especialmente valioso por la información que nos aporta, porque representaría la interacción entre indígenas de la Península Ibérica con los primeros fenicios que llegaron vía marítima para introducir sus productos elaborados en cambio de materias primas».
UN YACIMIENTO DIFERENTE
Los trabajos arqueológicos que se han llevado a cabo en la zona han sido unos trabajos denominados de urgencia, dada la necesidad de compaginarlos con las obras de la variante. Aun así, se han podido documentar y georeferenciar los restos y a partir de ahora se abre todo un proceso de estudio que permitirá contextualitzar el yacimiento y determinar su función y sus posibles habitantes. Según el arqueólogo Ramiro Pérez, «tenemos la oportunidad de empezar a conocer otro tipo de yacimiento, diferente del que hemos visto siempre, que nos dará una visión diferente de este periodo y de la gente que vivió».


El concejal de Cultura, Josep Barberà, ha manifestado la voluntad del Ayuntamiento de poner en valor el nuevo yacimiento. «Esperaremos los resultados de las catas arqueológicas y de los estudios previos, pero nuestra intención es habilitar la zona para las visitas. Tenemos que aprovechar el hecho que este es un yacimiento único, que nos diferencia del resto de yacimientos de la zona, y lo tenemos que explicar», ha dicho Barberà.

De momento, no se han facilitado los datos exactos de la ubicación del yacimiento para evitar posibles expolios o visitas de curiosos. El concejal de Cultura ha confirmado que «una vez finalizados los estudios necesarios, la zona se podrá visitar sin problemas».

UN YACIMIENTO VINCULADO AL COMERCIO CON LOS FENICIOS
Según han explicado los arqueólogos responsables de las excavaciones, la cronología del yacimiento correspondería en el siglo VII antes de Cristo, durante la llamada edad de hierro antiguo. Por los restos localizados, el asentamiento, ubicado a sólo 2 kilómetros de la línea de costa, estaría vinculado al mundo fenicio y con los intercambios comerciales con esta cultura del norte de África.

En el yacimiento se han podido determinar dos tipos de estructuras: murallas de piedra por un lado y agujeros excavados en el subsuelo por otra, que servirían para almacenar alimentos o material. Respecto a los materiales localizados, se han encontrado objetos de cerámica, de metal, conchas marinas y piedras de molino, entre otros.

(Fuente: Castellón diario)

16 de septiembre de 2010

ARQUEOLOGÍA: Benicarló (Valencia) comienza la catalogación de los restos íberos hallados hace 30 años en el Puig de la Nao

El Ayuntamiento de Benicarló (Valencia) ha comenzado la restauración y catalogación de los restos arqueológicos procedentes del poblado íbero del Puig de la Nao hallados entre los años 70 y 80. 



Un programa de fomento del empleo auspiciado por el Servef ha permitido sacar adelante este proyecto que subvenciona la Conselleria de Economía y que permitirá restaurar los hallazgos del poblado íbero recuperado por los arqueólogos. 



Las piezas, de diferente tipología, tienen un importante valor histórico. Las primeras en ser catalogadas son las cerámicas, en las que los expertos trabajan en Benicarló durante este mes de septiembre para recuperar las formas geométricas que decoran las urnas fúnebres.



El catálogo también incluirá las fíbulas (hebillas que servían de imperdible para la ropa), un casco romano procedente del yacimiento submarino de las Rocas de la Barbada, una hoja de cuchillo, así como clavos y herramientas de bronce. 



Para todo ello, tanto durante la primera fase de restauración de los elementos, como en la catalogación, los expertos asumen las pautas de la arqueología actual. Es decir, el objetivo pasa por conservar cualquier vestigio material capaz de ofrecer datos históricos relevantes para los estudioso. Mientras, los técnicos deben respetar la pieza original, intervenir lo menos posible y diferenciar la parte original de la reconstruida en la actualidad.



Este proceso estará supervisado por un técnico especialista en restauración contratado por el Ayuntamiento de Benicarló durante tres meses a través del Servef. No en vano, esta entidad ha impulsado el proyecto previsto por el consistorio para conservar, restaurados, los restos arqueológicos hallados hace más de 30 años en el término municipal. La iniciativa también comprende la documentación de los hallazgos de uno de los patrimonios históricos y culturales más significativos de Benicarló para que el legado no se pierda.


Cabe recordar que el poblado íbero del Puig de la Nao está abierto al público los miércoles, viernes y sábados y es de fácil acceso. Entre los restos que los arqueólogos sacaron a la luz destaca: el palacio del jerarca, la casa del horno y la panadería, un edificio para el culto, la bodega del vino de Ibiza, la plaza de Armas, la muralla y lo que en su día fueron unos almacenes de alimentos.