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7 de octubre de 2012

Descubren cerca de Roncesvalles la antigua ciudad romana de Iturissa

Se calcula que la urbe, que ya mencionaba Ptolomeo en el siglo II, tiene una superficie de 18 hectáreas. Un equipo de arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi en colaboración con un programa de voluntariado de la Unión Europea, ha descubierto los primeros restos de esta ciudad a cinco kilómetros de Roncesvalles.
Restos de muros de la ciudad de Iturissa. Foto: Aranzadi.
La antigua ciudad romana de Iturissa, mencionada por los antiguos historiadores griegos y romanos, estaba situada a unos dos kilómetros de Auritz-Burguete, en el término de Zaldua, en Navarra y ocupaba una superficie de unas 18 hectáreas. Un equipo de arqueólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi en colaboración con un programa de voluntariado de la Unión Europea, ha descubierto los primeros restos de esta ciudad, que hoy se mostrarán al público en una jornada de puertas abiertas.

La sociedad Aranzadi lleva cuatro años investigando las antiguas calzadas romanas que unían el Valle del Ebro y la Cuenca de Pamplona con el Pirineo. El año pasado, en el paraje de Asibar, en Aurizberri-Espinal, se encontraron dos miliarios, los primeros hallados en esta zona, que datan de finales del siglo III y principios del siglo IV. Los miliarios son piedras cilíndricas grabadas que los romanos situaban al borde de las calzadas y que señalaban hitos importantes. Los encontrados en Aurizberri tienen una altura de dos metros y están grabados, incluso con loas al emperador. Este hallazgo y la investigación de la calzada entre Espinal y Burguete ha llevado al descubrimiento de los primeros restos de Iturissa. "Ya Ptolomeo, en el siglo II, la citaba como ciudad vascona en el paso del Pirineo. Después aparece en el Itinerario Antonino, una especie de Guía Michelin de la época y también en el Códice de Rávena", señalaba ayer el arqueólogo y secretario de Aranzadi, Juantxo Agirre.

EN BUSCA DE LA CIUDAD

Pero lo cierto es que la ciudad de Iturissa no ha aparecido hasta ahora. Ya en 1986 Juan Mari Martínez Txoperena, miembro de Aranzadi y vecino de Aurizberri-Espinal, encontró la necrópolis, que posteriormente se excavó, pero nunca se había hallado la propia ciudad. Ha sido en las últimas tres semanas, durante un campo de trabajo organizado por Aranzadi y en el que han participado seis voluntarios italianos, en el primer programa de voluntariado para mayores de 50 años desarrollado en Navarra, cuando se han encontrado los restos de calles y casas.

Lo encontrado en el paraje de Zaldua tiene una gran importancia arqueológica, según Juantxo Agirre. "Hemos hecho sondeos y hemos encontrado una cimentación muy importante, de un metro de anchura y dos metros y medio de profundidad; y de esos cimientos salen otros muros y pavimentos de época romana. Todos estos elementos son de gran calidad y tienen una enorme potencia estratigráfica. Demuestran que ha habido una continuidad de la ciudad a lo largo de los siglos, primero habitada por los vascones y luego también por los romanos. En otro sondeo a unos 150 metros han aparecido también estructuras de viviendas, de forma que esta ha sido la primera vez que excavamos en la antigua ciudad de Iturissa, en sus calles y en sus casas", sostiene Agirre. De momento se han realizado cuatro sondeos, además de otros dos en la calzada, pero se estima que la ciudad ocupa unas 18 hectáreas, "así que aún tenemos una visión muy pequeña del conjunto", añade Agirre.

La ciudad de Iturissa formaba parte de la vía de comunicación romana que desde Iruña-Veleia y por la Llanada alavesa y Sakana llegaba a la Comarca de Pamplona y de allí cruzaba el Pirineo por Luzaide-Valcarlos. Aranzadi trabaja en los últimos años en toda la zona pirenaica, desde Aoiz hasta Valcarlos, donde han aparecido otros restos de la época como tramos de la calzada y otro asentamiento en Arce. Desde Aranzadi han informado del hallazgo al Departamento de Cultura del Gobierno de Navarra y están colaborando con expertos de otras universidades para crear una red de investigadores. De momento, la ciudad de Iturissa ha aparecido y la mayor parte de ella está bajo tierra a la espera de nuevas excavaciones.

6 de diciembre de 2011

Despoblado de Peña: el pueblo de nadie


Este antiguo pueblo fortificado (próximo a Sangüesa, Navarra), escondido detrás de un gran peñasco a cerca de mil metros de altura, desde la Edad Media sirvió de puesto de vigilancia en la frontera entre los reinos de Aragón y de Navarra. 
Vista de la iglesia y de una casa del pueblo. (Foto: Antxon Aguirre)
El recinto amurallado abrigaba un castillo, levantado en el siglo XI por Sancho de Navarra, del que sobreviven restos de su torre desmochada. Las piedras de las viviendas, hoy en su mayor parte arruinadas, provienen de las antiguas murallas que fueron reutilizadas una vez que se hizo la paz entre navarros y aragoneses y el cerco dejó de cumplir su cometido defensivo. En cambio, la iglesia de San Martín de Tours y la casa abacial aneja han sido recientemente restauradas dando así la impresión de que el lugar está aún poblado. Pero no el caso, ya que los últimos habitantes de Peña la abandonaron el año 1955 para trasladarse a Torre. Luego, se refugió allí un dominico belga para vivir en soledad a la manera de los antiguos ermitaños, y solo bajaba al pueblo una vez al año, el día de Gloria: entonces no se privaba de nada (baño, comida, bebida, revistas...).
José Antonio Landa, nacido aquí en 1939, me cuenta que en su infancia incluso había escuela. Las familias vivían del cultivo de las huertas al pie del pueblo y de la labranza de los campos. Obtenían caza y leña del bosque de encinas del entorno, donde también criaban ganado menor. En el pueblo había un horno comunal en el que cada semana una familia distinta elaboraba pan para todos.
Se conserva el aljibe, hoy ya seco, que antaño surtía de agua, y el antiguo cementerio con maravillosas vistas sobre el valle del río Aragón. Allí reposan los restos de un aviador inglés de la II Guerra Mundial, el capitán Walker, que se estrelló a la vista de todo el pueblo justamente el día que Peña celebraba la fiesta de San Martín, el 11 de noviembre de 1943, luego de que su avión fuera alcanzado por las baterías alemanas al otro lado de los Pirineos.
Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto, el despoblado de Peña es un insólito paraje en una escarpa rocosa cuya ascensión y visita, especialmente si el día es despejado, resulta memorable.
(Fuente: Diario Vasco / Antxon Aguirre)

21 de septiembre de 2011

Maravillas bajo el suelo de Castejón (Navarra)


No pensemos que en el siglo VI a.C la gente se moría de cualquier manera. A lo largo de la historia de la humanidad, el hombre ha concebido la muerte como el tránsito entre dos dimensiones, como un paso que requiere todo un ritual a su alrededor. Si algo nos enseñan hallazagos como el de la necropólis del Cerro del Castillo, en Castejón, es que no somos tan distintos de aquellos pobladores que en la Edad del Hierro honraban al fallecido con banquetes, sacrificios de animales, procesiones y horas de velatorio en público antes de despedirse definitivamente.
Vista parcial de la necrópolis celtíbera del Cerro del Castillo (Castejón).
"No es tan diferente a lo que se hacía hasta hace bien poco en los pueblos", apuntaba ayer ante un centenar de asistenes José Antonio Faro Carvallo, arqueólogo del Grupo Trama y uno de los ponentes de la primera jornada del curso Maravillas de Navarra. Esta ciclo, organizado por la UNED en colaboración con Diario de Navarra, se centrará en esta tercera edición en la arqueología, y se prolongará hasta mañana por la tarde en el Salón de Actos del Palacio Condestable.
Lugares simbólicos
Aunque se conocía su existencia con anterioridad, el primer sondeo en Castejón fue hecho en 1999. Entre los años 2000 y 2006 se acometieron diversas campañas que fueron sacando a la luz una de las más importantes necrópolis del mundo funerario protohistórico en el Valle Medio del Ebro, por la cantidad de objetos encontrados (más de 1.500) y su estado de conservación. "Responde con precisión al modelo de necrópolis extensa, con más de dos hectáreas de enterramientos y 3.000 metros cuadrados de tumbas halladas prácticamente intactas", explicó ayer Faro.
Visita guiada al Museo de Castijón (Navarra)
Las necrópolis se situaban en cotas bajas, en zonas llanas, cerca de cursos de agua y a escasa distancia del asentamiento, rara vez a más de un kilómetro del poblado. "Esto permitía a los habitantes tener control visual", añadió. "No eran sólo lugares funerarios, sino espacios con alto contenido simbólico y sagrado". Esto, entre otras razones, explica por qué los romanos, siglos después, mantuvieran este punto como lugar de enterramiento, de modo que las sepulturas romanas quedaron incrustadas en un campo de enterramiento muy anterior.
Incineración
La incineración, hoy tan de moda en la sociedad occidental, era el ritual más extendido ya en los primeros siglos de la Edad del Hierro, pero convivía con otros en el ámbito celtibérico. Por ejemplo, se realizaban inhumaciones infantiles dentro de los propias viviendas. Por otra parte, los caídos en batalla eran, en ocasiones, expuestos a los buitres, que eran tenidos por animales sagrados.

26 de agosto de 2011

Hallazgos romanos en Uharte Araquil (Navarra) probarían la existencia de la 'mansio' Araceli

Los numerosos restos romanos encontrados en la excavación arqueológica realizada este verano en Zamartze podrían confirmar que en este lugar se encontraba la mansio de Araceli o Aracaeli. Si bien diferentes expertos apuntaban hacia esa posibilidad, no había indicios claros. Hasta ahora. Y es que la prospección realizada al norte del ábside de la iglesia ha sacado a la luz suelo romano que pertenecería a un centro administrativo.
Fran Valle de Tarazaga y Enma Bonthorne,
 coordinadores del equipo.


"Se trata de una superficie creada con cerámicas rotas, huesos, piedras, y grava, reutilizando materiales. No sabemos dónde acaba. Si hemos podido conocer el tipo de persona que vivía y el uso del asentamiento", explicó Fran Valle de Tarazaga, coordinador, junto con Enma Bonthorne, del equipo internacional que ha trabajo en la excavación. La intervención ha sido impulsada por la asociación Saltus Vasconum, con la colaboración de la empresa vizcaína Aditu y el respaldo académico de la Universidad de Oxford. También han participado numerosos voluntarios.


Los restos arqueológicos hallados durante esta campaña se pudieron conocer el pasado viernes en una visita guiada en la que participó medio centenar de personas.


HALLAZGOS ROMANOS En la excavación realizada en un área de unos 60 metros cuadrados se han encontrado fragmentos de lámparas y ganchos para colgarlas, así como numerosas monedas, pequeñas tachuelas que se colocaban en las sandalias de los legionarios, algún instrumento para escribir, fichas de jugar y una llave de tipo militar entre otros. "No era un centro de producción ni de comercio. Este centro administrativo coexistía con gentes que vivían en otros lugares y seguían con la tradición del hierro, como los vascones. Hemos encontrado restos de cerámica que no era romana", observó Valle de Tarazaga. "Este lugar parece encajar perfectamente con lo que sería una mansio, lugares que los romanos tenían a lo largo de sus carreteras para administrar regiones o zonas dónde no existía una ciudad grande. Era como una villa romana pero con otra función", señaló este curtido arqueólogo de Aditu. "El problema es que tenemos muy poquito en extensión pero mucho en calidad. Lo que ha salido de este pequeño agujero es impresionante", afirmó.


Así, destacó la importancia de continuar con la excavación el próximo año con el fin de encontrar los límites de la superficie romana. También apuntó la conveniencia de explorar antiguos despoblados de la zona para intentar encontrar la otra parte de la sociedad, aquella que desde la Edad del Hierro vio llegar a los romanos, con los que coexistieron durante 400 años hasta que esta estructura desapareció.


En relación a la calzada Ab Asturica Burdigalam, en la ruta 34 de Burdeos a Astorga, que según algunos historiadores pasaría por este lugar, Valle de Tarazaga aseguró que "iba por aquí, entre San Donato y Aralar. Por dónde, no se sabe. Si finalmente confirmamos que era la masio Aracaeli, es probable que estuviera a este lado del río. Estrecharíamos las opciones", observó.



RESTOS MEDIEVALES En la intervención realizada durante mes y medio también han sido numerosos los restos medievales encontrados, una excavación que tampoco ha finalizado. En una superficie de unos 250 metros cuadrados al norte del ábside de la iglesia han aparecido 60 cadáveres. "Queremos seguir extrayendo restos", señaló Valle de Tarazaga. Al respecto, destacó el estado de conservación de los enterramientos en cista, cubiertos de losas de piedra. Junto a estos fueron depositados con posterioridad más restos. "Nos gustaría museizar al máximo las tumbas y que la gente pueda disfrutar de este entorno. Uno de nuestros objetivos es recrear un momento en el tiempo, eliminando todos aquellos enterramientos que pertenecen a etapas posteriores", explicó.
En la excavación también se han encontrado restos de ocho conchas de peregrino que corroborarían la existencia de un hospital de peregrinos del Camino de Santiago en este lugar, una posibilidad de la que ya se tenía una breve referencia pero que no se había confirmado.
AVAL DE OXFORD La excavación arqueológica comenzó el pasado 4 de julio con la participación de 15 arqueólogos de siete países además de aficionados, vecinos y estudiantes. A la hora de determinar el espacio de la interverción, se realizaron prospecciones con técnicas de geofísica. Asimismo, para el análisis de los restos se aplicarán técnicas poco habituales en la arqueología como análisis de isótopos que aportarán datos sobre la dieta y origen geográficos de los restos hallados. La Universidad de Oxford verificará los datos obtenidos.
El pasado mes de julio el equipo encontró numerosos
restos de peregrinos del S. XII en el santuario de Zamartze. 
Los principales objetivos de este proyecto eran tres. "Por un lado se trataba de conocer la historia de iglesia como edificio. Otro objetivo era conocer el perfil de la población de la zona en base a los restos humanos encontrados en las tumbas. Por último, se pretendía conectar Zamartze con la Edad de Hierro", explicó Valle de Tarazaga.
En relación a la iglesia, recordó que el edificio actual es del siglo XII y fue construido por el taller del Maestro Esteban, el mismo que el de la Catedral de Pamplona y de San Miguel de Aralar, pero había otro anterior. "Hemos encontrado una doble hilera de piedras que podría ser del siglo XI. Además, en la restauración del templo se hallaron cadáveres atrapados debajo del muro", apuntó.
Respecto al perfil de los restos inhumados, Valle de Tarazaga adelantó que "en el laboratorio vamos a intentar saber cómo eran físicamente, su modo de vida, enfermedades, su dieta... Hay que tener en cuenta que estos enterramientos son anteriores al descubrimiento de América. También haríamos otro tipo de análisis para saber de que parte de Europa provenían dada la existencia de numerosas conchas de peregrinos" explicó. Asimismo, contemplan realizar pruebas de ADN para hacer una comparativa con la población actual de Uharte Arakil.
El tercer punto del proyecto era la conexión entre el periodo tardorromano y la época altomedieval, partiendo de la hipótesis de que la zona estuvo habitada desde entonces de forma ininterrumpida.

15 de mayo de 2011

Tudela recuperará el camino de ronda del castillo y el fortín carlista de 1872

La restauración del paseo de ronda, la potenciación del antiguo fortín carlista (en el interior del Corazón de Jesús) y la creación de un museo donde se expliquen las diversas civilizaciones que han pasado por el cerro de Santa Bárbara y la ubicación del antiguo castillo, son las principales novedades de la oferta ganadora del concurso para realizar un parque arqueológico en esta emblemática loma de Tudela (Navarra). 
Recreación del nuevo centro de interpretación de Tudela.
La memoria técnica se centra en siete zonas principales: área de acogida y entrada, centro de interpretación, fortín carlista y terraza del Corazón de Jesús, yacimiento del cerro, paseo de ronda, recorridos por el parque arqueológico y, por último, recreaciones virtuales del entorno y sus infraestructuras.
El área de acogida se ubicará en la parte baja donde actualmente aparcan los coches para subir andando y servirá para recoger información e iniciar la visita, además de contar con una maqueta que reconstruya cómo era el cerro. Desde ahí se podrán dirigir al centro de interpretación (de 550 metros cuadrados), ubicado en la ladera sobre la línea férrea, y que tratará de ser un edificio que no desentone con el entorno para que desde el exterior simule a la antigua muralla. El edificio estará dividido en tres áreas, una muestra permanente de objetos, una sala interactiva y multimedia y aulas, además de otros espacios.
Una de las innovaciones es la intención de rescatar el antiguo fortín carlista (usado por los liberales en la guerra de 1872-1876 y ubicado en el interior del Corazón de Jesús) y musealizarlo con textos explicativos. Como propuesta, esta UTE apuesta por tratar de integrarlo en la recién creada Ruta del Carlismo, potenciada por Príncipe de Viana. Además se apuesta por instalar un mirador en la terraza de este monumento.
El proyecto contempla la musealización del fortín carlista.
En lo que se refiere a los yacimientos, este proyecto apuesta por "no realizar ninguna excavación arqueológica por el momento" para añadirlas a las ya existentes. Su intención es mantener, conservar y mostrar las descubiertas durante casi 15 años de excavaciones del arqueólogo Juanjo Bienes. Precisamente la recreación del antiguo paseo de ronda, que tendrá una longitud de 1,7 kilómetros y una anchura de 3 metros, buscará no sólo realizar un trazado por los límites medievales del antiguo castillo sino también llevar al visitante por los lienzos de las murallas existentes y discurrirá colgada sobre las laderas. Además, en la parte superior del parque se apuesta por mantener las trazas de muralla del fuerte carlista y reurbanizar el entorno, manteniendo el arbolado y algunas zonas sin pavimentar.
Aunque todos estos detalles habrán de confirmarse con la opinión del Ayuntamiento, la intención es que la ascensión a pie a través del itinerario natural proporcione una lectura histórica y narrativa cronológica de Tudela y, al mismo tiempo, permita ver la ciudad actual, el Moncayo y el Ebro pensado tanto para el visitante ocasional y local como para el turista que desee visitar los yacimientos.

22 de enero de 2011

Navarra y Jaén firman un protocolo para colaborar en el VIII Centenario de las Navas de Tolosa


Las acciones conjuntas organizadas podrán ser exposiciones, congresos, conferencias, publicaciones o cualquier otra iniciativa de naturaleza cultural que se considere oportuna

El consejero de Cultura y Turismo del Gobierno de Navarra, Juan Ramón Corpas, ha firmado en Jaén con el presidente de esta Diputación Provincial, Moisés Muñoz, un protocolo de colaboración destinado a la organización y desarrollo de actividades para la celebración del VIII Centenario de la Batalla de las Navas de Tolosa.

Las acciones conjuntas organizadas podrán ser exposiciones, congresos, conferencias, publicaciones o cualquier otra iniciativa de naturaleza cultural que se considere oportuna. El texto suscrito tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2012, según ha informado el Ejecutivo foral a través de un comunicado.
Monumento a la batalla de las Navas de Tolosa en La Carolina (Jaén).
Como figura en el texto, tanto la Diputación de Jaén, donde se ubica el paraje en el que tuvo lugar la batalla, como la Comunidad foral, tienen interés en rememorar y estudiar esta batalla "esencial para la comprensión de la Edad Media y para la actual configuración de España". Por ello, ambas instituciones manifiestan su intención de dar a conocer su historia a la ciudadanía.
A efectos de determinar las distintas acciones que se puedan llevar a cabo en el marco de este protocolo, se constituirá una comisión que estará integrada por dos representantes designados por cada administración.
Según recoge el protocolo, la batalla de las Navas de Tolosa, celebrada en 1212 en el término municipal de Santa Elena, al norte de la provincia de Jaén, fue "una contienda trascendental entre algunos reyes cristianos peninsulares y el califa almohade, que supuso el inicio de un cambio en la historia del mediterráneo occidental y un suceso crucial en la historia de España en el que Navarra jugó un papel decisivo".

7 de enero de 2011

Hallazgo visigodo en Navarra: Olite recupera su piedra fundacional del rey visigodo Suintila (S. VII)

Apenas quedan testimonios escritos de lo que se conoce como los Años Oscuros de la historia, los que seguirían a la caída de Roma. Hoy se presenta en Olite uno de los pocos que se han encontrado, una piedra con el nombre del rey visigodo Suintila, quien habría fortificado la ciudad como puesto fronterizo contra las incursiones de los vascones, allá por la segunda década del siglo VII.


El hallazgo se debe a Juan Ciriza, agricultor de Sansomain, un pueblo de Orbaibar a 15 kilómetros de Erriberr (Olite). Él encontró, en una pared, una piedra escrita. No supo qué significaba hasta hace unos meses, pero aun así, la guardó. Buena parte de la inscripción se conserva bien, «(...)eologite (...)eon per (...)uhintilanem Regem», seguida de lo que parece ser una alfa y una omega. La traducción, revisada por miembros del Museo Arqueológico, viene a significar en castellano «Olite (...) por el rey Suintila».
La piedra fue encontrada por un agricultor de Sansomain.

El texto lleva directamente a una de las épocas más oscuras de la historia del País Vasco, doscientos años después de la caída de Roma, un periodo sobre el que apenas hay documentación escrita. Hace referencia al amurallamiento de la ciudad de Theologite u Oligitum a manos del rey visigodo Suintila, tras una campaña victoriosa contra los vascones, quienes, al parecer, solían lanzar incursiones contra los restos de lo que había sido la provincia romana tarraconense. 



  • Es un hallazgo extraordinario, porque demuestra la vinculación de Navarra con los reinos visigodos.
Suintila fue un gran caudillo militar, pues logró expulsar de la península a los últimos bizantinos, algo que a la postre le convertiría en rey. Se atribuyó el título de domador de los vascones, pero resulta muy dudoso que hubiera doblegado a toda la Vasconia. Lo cierto es que su reinado duró muy poco, unos diez años (621-631). Suintila acabaría siendo excomulgado y se le confiscaron todos sus bienes. Murió en 634. Los siguientes reyes heredarían ese título de «domuit vascones».
Polémica entre historiadores
El descubrimiento de la piedra de Sansomain promete ser polémico. Sobre ella chocarán dos corrientes de historiadores: los españolistas y los que mantienen una versión más nacionalista. Suintila es un rey adorado por los historiadores españolistas, quienes lo consideran el gran unificador de la Hispania visigoda, aquello que se reconquistó a los árabes unos siglos después. Por contra, los nacionalistas consideran que esa visión borra del mapa la existencia del Ducado de Vasconia y critican que los españolistas jamás han sido capaces de mirar más allá del Pirineo, donde los vascones habían erigido un estado sobre las ruinas de la provincia romana de Novempopulania.
En el fondo, lo único que confirma la piedra que se presenta hoy, es que Suintila amuralló y fundó Olite, probablemente sobre alguna fortificación (oppidum) romana. Por tanto, el rey visigodo reforzó las defensas contra el enemigo vascón. Pero, ¿quiénes eran los vascones? Tomás Urzainki es uno de los historiadores navarros que más ha ahondado en este periodo tan oscuro de la historia. «Lo primero que hemos de desterrar es la idea de tribus vasconas. Los vascos en aquella época estaban más civilizados que los propios visigodos, simplemente porque aquí la romanización había sido mucho más profunda». Urzainki apunta que el contacto entre vascos y romanos se había producido durante ocho siglos, mientras que los visigodos habían conocido la civilización romana hacía tan solo dos, cuando invadieron el imperio.
Además, el historiador sostiene que para hacer frente a los visigodos no valían escaramuzas de tribus, sino que había que confrontar con un ejército fuerte, organizado y bien armado. En este sentido, liga la piedra de Sansomain con los restos de armas encontrados en el yacimiento de Buzaga, en la Cuenca de Iruñerria, donde se han hallado restos de las armas que empleaban los vascones para sus guerras en aquella época: azkonas o puntas de lanza, espadas, cuchillos y puñales. Urzainki asegura que se trata de armas de buena factura, tanto en la técnica de forja como en los materiales que se emplean. Estos yacimientos de Elortz, confirmarían, además, la etnia vascona de quienes poblaban Iruñerria, dado que en los enterramientos visigodos nunca se encuentran armas.
Asimismo, el grado de civilización o romanización de los vascones de los Años Oscuros se aprecia en el desarrollo urbano, en «De Laude Pampilona», donde se describe a la capital navarra como una ciudad amurallada con 67 torres y de grandes proporciones, parte de cuyos restos se encontraron debajo de la Plaza del Castillo, pero fueron nuevamente tapados por el ayuntamiento de Iruñea, ferviente defensor, por otra parte, de la teoría españolista, que niega la presencia vascona y señala que, durante aquella época todos los habitantes de Nafarroa también eran visigodos o francos. Sin embargo, el único vestigio indubitadamente visigodo hallado en Euskal Herria es la propia piedra que será desvelada hoy en la casa de cultura de Erriberri a las 20.00 horas.
(Fuente: Gara)

30 de septiembre de 2010

La ciudad romana de Santa Criz (Eslava, Navarra) duerme sus tesoros bajo las piedras

HACE 2.000 años, lo que hoy es un cerro alejado de la carretera fue un núcleo importante de población y de tránsito. Se desconoce cuánta gente habitaba aquel lugar, a qué oficios se dedicaban o cómo llamaban exactamente a aquel paraje. Las ruinas de aquella ciudad romana se conocen hoy como Santa Criz, y están situadas muy cerca del pueblo de Eslava, en el valle de Aibar.

A pesar de que queda mucho por descubrir, una cosa está clara: es uno de los yacimientos romanos más importantes de Navarra, si no el que más. Tiene 20 hectáreas de extensión. Su necrópolis, que se estima en 9.000 metros cuadrados, es la segunda hallada en la comunidad, después de la de Iturissa (Espinal). En el foro, lo que era la plaza pública, se han encontrado columnas, capiteles e, incluso, estatuas de mármol de gran tamaño, algo inédito en Navarra.

Descubierta a principios del siglo XX, Santa Criz es una ciudad romana del cambio de Era (entre el siglo I a.C y el I. d.C). Los primeros trabajos estables se iniciaron en la década de los 90 y se han mantenido hasta hoy, aunque con altibajos, por la dificultad de encontrar financiación. En 2008, el Departamento de Cultura les concedió 100.000 euros y este año una enmienda del PSN arañó a su favor 75.000 euros. Además, cuenta desde 2007 con un Plan Director y desde el Ayuntamiento de Eslava llevan años reclamando más apoyo en los Presupuestos.

Necrópolis de cremación

Rosa Armendáriz, Charo Mateo y Pilar Sáez de Albéniz son las tres arqueólogas que han sido responsables de los trabajos en Santa Criz. Armendáriz hizo ayer las veces de guía, y fue explicando los pormenores del terreno. Por ejemplo, que en Santa Criz, las personas no eran enterradas, sino cremadas. O que la necrópolis, "muy monumental" y situada en la parte más baja, está organizada en función de una vía funeraria. A su vera, se exponían los recintos funerarios. "Unos son a cielo abierto y otros, estructuras cubiertas prismáticas que contenían los restos de varias personas", apuntó Armendáriz. "Sólo en una ocasión nos hemos encontrado con un recinto individual; lo más normal es que fueran tumbas colectivas de miembros de la misma familia", dijo. Los cuerpos se exponían al fuego durante varios días y los restos, molidos, se recogían selectivamente y se depositaban. "Normalmente en cajas de madera, sólo hemos encontrado una vasija de cerámica".

La segunda zona que asoma hoy día a los ojos del visitante es la del foro, "el centro neurálgico". Más elevada, es también la más espectacular de visitar. Columnas enteras, grandes bloques de piedra, restos de muros, etc. "Se ha encontrado una colección de capiteles corintios, de 80 centímetros de altura, con una labra finísima", expuso. "Con toda probabilidad estaban hechos por talleres salidos de la misma Roma", añadió. Uno de esos capiteles se conserva hoy en el Ayuntamiento de Eslava. "La roseta que va en las enjutas permite datarla en el cambio de Edad".

Otro elemento llamativo son las estatuas de mármol encontradas. "Apareció un togado,al que le faltan los brazos, la cabeza, la zona de los pies; y hay también un fragmento de escultura de un personaje divinizado. Hemos encontrado desde la cadera hasta las rodillas, parte de la pantorrilla y algún elemento suelto, como dedos", especificó.

La hipótesis con la que trabajan es que todas estas piezas estaban guardadas en un edificio que se vino abajo en algún momento de la historia. "La estructura que hemos excavado en el foro es un edificio de unas dimensiones generosas, 30 metros de longitud y unos 9 metros de ancho. Esta construcción tenía posiblemente una cubierta niquelada, plana, que sustentaba otra encima. Este segundo piso es el que hemos encontrado contenido dentro del más bajo", terminó.