google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: José Ignacio Lorenzo
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4 de agosto de 2017

Documentan una necrópolis medieval "única" de los siglos X y XI, en Lobera de Onsella (Zaragoza)

Hasta el momento, se han excavado 17 enterramientos, que corresponden a hombres, mujeres y a dos niños, todos ellos sin ajuar de ningún tipo. Los análisis realizados en Estados Unidos a las pruebas tomadas en los enterramientos ofrecen una cronología de entre los años 943 y 1024, periodo anterior a la formación del Reino de Aragón.
Las excavaciones arqueológicas realizadas en la localidad zaragozana de Lobera de Onsella han sacado a la luz una necrópolis medieval única en su género en toda España.

Hasta el momento, se han excavado 17 enterramientos, que corresponden a hombres, mujeres y a dos niños, todos ellos sin ajuar de ningún tipo. Los análisis realizados en Estados Unidos a las pruebas tomadas en los enterramientos ofrecen una cronología de entre los años 943 y 1024, periodo anterior a la formación del Reino de Aragón.

Así lo han explicado en una rueda de prensa el diputado provincial delegado de Turismo de la Diputación de Zaragoza, Bizén Fuster, el alcalde de Lobera de Onsella, Chabier Mayayo, y José Ignacio Lorenzo, arqueólogo y antropólogo, decano del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras de Aragón y director de la investigación arqueológica.

La necrópolis se descubrió hace tres años, de forma accidental, durante las faenas agrícolas de un vecino en el llamado cerro de San Miguel. La investigación arqueológica ha puesto de manifiesto la importancia del enclave, puesto que en él ha aparecido un tipo de enterramiento hasta ahora desconocido en la España medieval, en que los cuerpos se depositaban en habitáculos construidos con piedras amontonadas.

PUERTAS ABIERTAS
El alcalde del municipio, Chabier Mayayo, ha explicado que el próximo sábado se mostrarán las excavaciones y los restos encontrados durante una jornada de puertas abiertas.

Comenzará a las 12.00 horas con una conferencia a cargo del arqueólogo José Ignacio Lorenzo, a la que seguirá la proyección de un vídeo sobre el yacimiento y la inauguración de una exposición con fotografías de este espacio. A las 19.00 horas se llevará a cabo una visita guiada a la necrópolis.

Lorenzo ha resaltado la "importancia" de la "colaboración inusual" que se ha dado entre las tres instituciones implicadas , el Ayuntamiento, el Gobierno aragonés y Diputación de Zaragoza, lo que ha permitido realizar el estudio de dos muestras de dos tumbas en Estados Unidos.

El arqueólogo ha añadido que "no se trata de una tumba medieval más", y ha destacado las particularidades de estos enterramientos. En primer lugar, la datación de las tumbas, que ha situado entre los años 943 y 1024, "muy antiguas, que nos sitúa en los orígenes del Reino de Aragón" en el caso del año 943, y en el antiguo reino de la Bal d'Onsella. Ha añadido que hasta ahora los enterramientos más antiguos procedían del siglo XI.

TUMBAS TRAPEZOIDALES
Asimismo, ha resaltado su tipología "diferente", que se define por primera vez, dado que son tumbas "más o menos trapezoidales, pero con un pequeño estrechamiento en la parte superior y con la cabeza no marcada", además de rodeadas de losas de piedra que delimitan los laterales.

Hasta el momento se han excavado 17 tumbas "y todas con esta tipología. Se trataría de una población que se asentó en el cerro de San Miguel y, por los siete individuos analizados, eran personas "del valle del Ebro", no muy altos, con 1,65 o 1,70 metros de altura máxima. Se observan físicamente "castigados" en sus extremidades y con signos de "mala alimentación, con gingivitis generalizada en la dentadura", según el experto.

RELACIONES FAMILIARES
De las 17 tumbas excavadas, dos pertenecen a niños de 9 y 11 años de edad, tres a mujeres de más de 30 años, cuando lo habitual en la época era que fallecieran en el parto, y el resto a hombres de distintas edades. En todos ellos "se aprecian que tienen relaciones familiares".

Junto a los huesos no ha aparecido ningún otro material arqueológico ni de cerámica. Era común en la época que los cuerpos no se enterraran junto a objetos por orden de la Iglesia y solo se salvaban de esta norma los "privilegiados", como los Reyes de Aragón.

Lorenzo ha manifestado que este año quieren estudiar la extensión total de la necrópolis y encontrar otros restos humanos. Por su parte, el alcalde ha indicado que se desconoce la extensión exacta del yacimiento, pero ha estimado que "supera al núcleo actual de Lobera de Onsella", dado que ocupa el actual cementerio y parte de los campos anexos.