google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Guardia Civil
Mostrando entradas con la etiqueta Guardia Civil. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Guardia Civil. Mostrar todas las entradas

20 de febrero de 2015

Diez 'buscatesoros', juzgados y condenados por expolio arqueológico en yacimientos de Cáceres

Con detectores de metales y azadas causaron daños en once yacimientos arqueológicos de la provincia. Cumplirán penas que suman más de 10 años de prisión y además Deberán pagar una indemnización de casi 128.000 euros a la Junta de Extremadura por los daños causados en estos espacios históricos.
Imagen policial de los objetos incautados entre los que predominan las monedas.
El Juzgado de lo Penal Número 2 ha condenado a diez personas que formaban una banda dedicada a expoliar yacimientos en la provincia de Cáceres. En total causaron daños en trece yacimientos. Han sido condenados a penas que van desde los seis meses a un año y siete meses de prisión por delitos contra el patrimonio, apropiación indebida y daños en yacimiento arqueológico. Deberán además pagar una indemnización de casi 128.000 euros a la Junta de Extremadura por los daños causados en estos espacios históricos.

Según ha probado el juez la banda, formada por Jesús Eduardo M. L.; José María C. L., José Antonio P. G.; Francisco A. V.; Francisco Manuel A. H; Sebastián A. V.; Jeremi C. O.; Juan Manuel S. V.; raúl T. L. y Francisco José C. G., acudían a los yacimientos provistos de detectores y azadas y realizaban remociones de terreno para apoderarse de piezas históricas que posteriormente conservaban en su casa o las vendían.

YACIMIENTOS AFECTADOS
Causaron daños en el yacimiento de Gamasillas (Villamesías); en la dehesa de Millares de Montes (Talayuela), que cuenta con una necrópolis de incineración romana y en La Berrocosa (Losar de la Vera), donde existen materiales arqueológicos de tipología romana.

También accedieron al paraje Dehesa de Valdebenito (Millanes), zona que pertenece a un área industrial de una villa romana y al de Casa del Tío Miguel (Portezuelo), asentamiento rural de cronología romana. 


Expoliaron otras como la villa romana de Monroy (Talaván), donde existe material de cronología romana; el yacimiento de San Albín (Santibáñez el Bajo), con ocupaciones constatadas desde la Edad de Bronce; el emplazamiento de Santa Marina La Vieja (Ahigal), zona con ocupaciones desde la prehistoria hasta la Edad Moderna o el paraje Las Cochineras (Jaraíz de la Vera), romano y visigodo. También robaron en el paraje de El Cordel del Ganado o de Herrunz de Abajo (ambos en Trujillo), este último de la época islámica.

La banda fue detenida en 2010 tras una investigación de la Guardia Civil. Recuperaron 7.500 objetos de gran valor. En los registros se les intervinieron efectos valorados en algunos casos en 30.000 euros.

(Fuente: El Periódico de Extremadura / Sira Rumbo Ortega)

5 de diciembre de 2014

La Guardia Civil trabaja con el Archivo de Indias de Sevilla para localizar a posibles cazatesoros en sus salas

"El Correo de Andalucía" entrevista a Jesús Gálvez, teniente coronel jefe del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil, que asegura que los científicos contratados por Odyssey "pensaban que estaban haciendo un trabajo completamente legal". 
Teniente Coronel Jesús Gálvez.
Sevilla fue Puerto de Indias en la época del Descubrimiento. De aquel momento glorioso nos queda en la ciudad, entre otras cosas, un archivo en pleno Centro, desconocido para muchos sevillanos, que alberga en sus salas miles de documentos de incalculable valor. Algo, que, desgraciadamente, sí que conocen las empresas que dedican su tiempo, y esfuerzo, a localizar los tesoros de aquellos barcos que, hace siglos, nunca llegaron a puerto y que en sus maderas hundidas en el mar esconden, además de una historia, un botín

«El de Indias es el archivo más importante del mundo para conocer ese tráfico de barcos, no sólo a América sino a Asia», asegura Jesús Gálvez, teniente coronel jefe del Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil.

«Lo primero que hace un expoliador es acudir a los archivos. Por eso trabajamos estrechamente con el de Sevilla», dice.«Es fundamental localizar a los sospechosos», muchos de ellos están identificados, e intentar controlar «si realizan ellos las consultas o las hacen a través de otros». Esta no es una tarea fácil. 

«En el caso de Oddisey se valieron de una tercera persona, asentada aquí en Sevilla, de buena reputación, para contratar a unos científicos que pensaban que estaban haciendo un trabajo perfectamente legal», apunta Gálvez. Por ello, la arqueología subacuática es una de las áreas donde más trabaja este grupo de la Guardia Civil en Andalucía.

600 ACTUACIONES ANUALES
Además, particularmente en Sevilla se produce «muchísimo el expolio de arqueología terrestre». De hecho, se dan tantos robos, que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) realiza «500 o 600 actuaciones anuales» en todo el país, principalmente de personas que localizan con el detector de metales intentando expoliar un yacimiento.

Para Gálvez, lo «fundamental» es la prevención. «Una vez que se produce el daño sobre el bien cultural y se descontextualiza, es muy complicado saber su origen», explica. En Andalucía, por ejemplo, «se expolian desde monedas a torsos romanos. Bienes que se venden muy fácilmente a nivel internacional».

UN MERCADO GLOBALIZADO
Y es que el mercado de obras de arte se ha globalizado. Por este motivo, la Guardia Civil mantiene reuniones internacionales, como la que tuvo lugar ayer en Sevilla, «para estrechar lazos de colaboración». Las obras de arte se mueven en los grandes mercados internacionales, que están en EEUU, Reino Unido y Bélgica, principalmente. Es decir, «países ricos» y en el caso de los estadounidenses, «con poca historia y mucho interés por tener antigüedades».

Aún así, el trabajo desarrollado durante estos años da su fruto. Y de lo conocido, puesto que hay mucho patrimonio que no está catalogado, «se recupera en torno al 70-80 por ciento tras muchos años de trabajo». Prueba de ello es que entre los mayores logros que cuentan en su haber, junto a la recuperación del medio millón de monedas del Oddysey, está la reciente localización de un tapiz sustraído en un pueblo de Huesca en 1979 por Erik el Belga, autor del robo de más de 6.000 obras de arte sacro.

29 de mayo de 2014

La Guardia Civil recupera en Cartagena dos cañones del siglo XVIII y restos arqueológicos romanos

La Guardia Civil ha recuperado dos cañones del siglo XVIII y hasta tres piedras de la época romana que se encontraban en una chatarrería y en una nave industrial, respectivamente. La operación llevada a cabo por la Benemérita se ha saldado con la imputación de una persona por un supuesto delito de apropiación indebida.
Un agente analiza una de las piezas romanas para redactar el correspondiente informe policial. Foto: LA OPINIÓN.
Según fuentes de la Guardia Civil, la colaboración ciudadana ha sido fundamental en la operación, ya que gracias a vecinos de ambas instalaciones, guardias civiles del equipo ROCA y del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Cartagena obtuvieron una valiosa información sobre la situación supuestamente irregular de las diversas piezas de un elevado valor histórico que se hallaban en la zona de la ciudad portuaria, por lo que se inició una investigación para esclarecer los hechos.

Los guardias civiles establecieron la primera línea de investigación sobre dos cañones con cientos de años de antigüedad que se hallaban en un establecimiento de gestión de residuos metálicos de Cartagena.

Poco después, los investigadores también hallaron en una nave industrial de la ciudad tres piezas consistentes en una basa toscana, una pileta y un sillar desbastado, todos de la época romana y de un valor arqueológico que aún está por determinar.


PLAN PARA LA DEFENSA DEL PATRIMONIO HISTÓRICO
Una operación que está enmarcada en el ´Plan para la defensa del Patrimonio Histórico Español´ puesto en marcha por la Guardia Civil y que ha llevado consigo la realización de diversos dispositivos específicos de servicio al objeto de incrementar la seguridad del Patrimonio Histórico y reducir la actividad delictiva en este sector.

Así, la Guardia Civil se coordinó con el Servicio de Patrimonio Histórico de la Región de Murcia para concretar la antigüedad de los restos hallados y levantar la correspondiente acta de incautación y depósito de los efectos. Por este motivo, los cañones y las piezas arqueológicas de época romana han sido incautados y depositados de forma cautelar en el Museo Arqueológico Municipal cartagenero para custodiarlos y evitar su deterioro mientras se determina su titularidad catalogando los objetos.

Durante la investigación, los guardias civiles detectaron que el ahora imputado, supuestamente, ofertaba las piezas incautadas para su venta. De esta forma, al carecer de la preceptiva documentación que acreditara la titularidad de los cañones y los restos arqueológicos, la Benemérita ha procedido a la imputación de la persona en cuyo poder se hallaban los efectos, como presunta autora de delito de apropiación indebida.

El acusado, todas las piezas incautadas y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Cartagena, que llevará las riendas del caso.

(Fuente: La Opinión de Murcia / S.G.)

2 de enero de 2014

Los expolios hacen de 2013 uno de los peores años para el Patrimonio Arqueológico

La impunidad asiste a los expoliadores. Según datos de la policía, 2013 ha sido uno de los peores años para el Patrimonio arqueológico. Los expoliadores fichados son unos 1.500, entre ellos unos 200 son auténticos reincidentes
La Guardia Civil presenta las piezas recuperadas en la operación denominada 'Helmet',

 desarrollada en la provincia de Zaragoza, donde ha recuperado más de 4.000 piezas arqueológicas 
pertenecientes a diversas culturas. / ULY MARTIN

El hombre yacía en el suelo haciéndose el muerto. Un infarto lo había fulminado. O eso gritó antes de desmayarse. Al llegar la ambulancia, cambió el diagnóstico: “Lo que usted tiene es a la Guardia Civil en casa”. La anécdota la recuerda un agente del Grupo de Patrimonio Histórico de la UCO (Unidad Central Operativa) que registró el hogar del señor, cuyo problema era otro: ¿cómo justificar las monedas antiguas, el detector de metales y los demás objetos sospechosos que abarrotaban la vivienda?

Más de 9.000 fueron las piezas arqueológicas que los agentes requisaron entonces en la llamada Operación Necrópolis, que provocó 12 detenciones por presunto expolio. La Guardia Civil llegó a fotografiarlos mientras, sentados en un bar, se jactaban de su botín. ¿Qué castigo judicial recibieron? Ninguno.

Tampoco, de momento, ha pagado por su crimen arqueológico el jubilado detenido en marzo en la llamada Operación Helmet por llevarse 4.000 piezas celtíberas en Aragón. Ni siquiera acaban en sentencia, en realidad, la mayoría de las entre 300 y 500 denuncias por expolio que cada año remite el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) a la Guardia Civil (que en 2012 recibió un total de 3.305). A falta de cerrar las estadísticas de 2013, la impresión es que ha sido uno de los peores años que se recuerdan en la materia, coronado el viernes con la detención de dos personas acusadas de saquear el yacimiento de Tiermes, en Soria.

“Sentencias hay pocas, muy pocas. Lo que hay es un gran sobreseimiento”, explica Ana María Yañez, jurista especializada en Patrimonio y profesora de la Complutense. Tanto que, a veces, se ha llegado a devolver las piezas al supuesto expoliador.

DEMOSTRAR LA PROCEDENCIA DE LAS PIEZAS
Una de las claves está en las exigencias de los jueces: el patrimonio arqueológico no es como el Cluedo; no basta con encontrar el arma del delito y su culpable. O se demuestran procedencia y momento del expolio de cada objeto o la puerta hacia la conclusión del caso permanece cerrada. “Es imposible hoy por hoy, con los medios que tenemos, lograrlo. Hemos controlado a mucha gente y la hemos dejado. Son malos, pero no podemos demostrarlo”, explica el guardia civil de la anécdota. Los malos fichados son unos 1.500. Entre ellos, unos 200 son auténticos reincidentes.


Mientras el agente habla, por su ordenador van pasando fotos y vídeos de hombres con detectores de metales, volcados en la caza ilícita del patrimonio. Es el fruto de horas y horas de espiar el trabajo de los expoliadores. Y la cosa da para un largo historial de anécdotas. Como los dibujos chapuceros de un sepulcro que un museo extranjero recibió en 1990. “I have a tomb tartesica. For sale. I am sorry. My inglis is very beed[SIC]”, agregaba el hombre que había en un torpe intento de vender su botín.

Cuanto los sospechosos terminan su trabajo, la Guardia Civil lleva a cabo una inspección ocular. Y vuelve con un arqueólogo para determinar si se trata de un yacimiento y el alcance de los daños. Cosa distinta, obviamente, es saber qué se han llevado los expoliadores.


 “El patrimonio arqueológico normalmente está oculto. Y su desaparición pasa inadvertida", asegura Yáñez. “Jurídicamente, es más complejo de defender. Muchas veces el juez entiende que el expoliador no conocía el valor de lo que se llevaba”, añade Carmen Acedo, abogada del Estado. Más aún si, como puede suceder, el yacimiento era un enigma incluso para las autoridades.

LOS "SEUDOCIENTÍFICOS" SON LOS MÁS PELIGROSOS
Conocido de sobra en cambio es el perfil del enemigo, como detalla un comandante de la Guardia Civil: “Siempre son los mismos. El aficionado, el seudocientífico y el profesional, el más peligroso. Va a destrozar el yacimiento y conseguir lo que para él tiene valor. Se mueven en grupos, lejos de su casa, a menudo entre semana”. Todo ello, con georradares y tecnologías dignas de un Indiana Jones contemporáneo. Los agentes tienen bien definido el kit del buen expoliador: mapas repletos de x, manuales de historia, monedas, artículos. Y el omnipresente detector.

El instrumento se puede adquirironline o en un centro comercial por pocos cientos de euros. ¿No lo tendrán los expoliadores demasiado fácil? "No se puede comparar con un arma. Pero algunas regiones exigen una licencia para usarlo en un yacimiento. Sería interesante plantearlo a nivel nacional”, defiende Yañez.


CREACIÓN DEL "DELITO DE EXPOLIO"
Además de ello, la Guardia Civil agradecería la creación de un delito de expolio, que integre las sanciones administrativas. De momento, deben conformarse con una definición genérica en la ley 16/85, que reformó la Protección del Patrimonio Histórico. El delito no existe en el Código Penal. De ahí que la Guardia Civil se agarre a otros crímenes: daños, contrabando, etc. “Ayudaría mucho”, reconoce Ignacio Rodríguez Temiño, director del conjunto arqueológico de Carmona y autor del libroIndiana Jones sin futuro. La lucha contra el expolio del patrimonio arqueológico. “Es un bien no renovable”, añade. Rodríguez aclara que no hacen falta alarmismos, aunque sí define otro problema: “La ley ofrece un marco para intervenir. Pero la lucha contra el expolio nunca ha sido una prioridad. No ha habido ni medios técnicos ni voluntad política”.

Desde luego no la hubo, por ejemplo, ante las alarmas de museos y fiscales alemanes ya en 2008 sobre dos decenas de cascos celtíberos que se iban a subastar en su país. Durante años, el Ministerio de Cultura hizo oídos sordos, y el tesoro acabó vendido, entre Múnich y Londres. “El problema es que ni la cúpula ni el pueblo están sensibilizados”, remata Rodríguez.

Precisamente allí se halla, según los expertos, el otro aliado del expolio. “Tenemos que ver el patrimonio como algo que nos pertenece a todos”, sugiere Carmen Marcos, subdirectora del —todavía— cerrado Museo Arquéológico Nacional. Y Elisa de Cabo de la Vega, subdirectora general de Patrimonio Histórico, remata: “El gran reto es la sensibilización, la mejor arma preventiva”. Traducido: más educación, más denuncias, más atención de autoridades y ciudadanos. Dicho así, suena fácil. Y podría ser una solución.

¿Bastará? Quién sabe, la vida no funciona como el Cluedo.

3 de octubre de 2013

Tres detenidos en León por el expolio de un arco románico de los Siglos XII-XIII para decorar un restaurante

La Guardia Civil ha recuperado un arco románico de medio punto de los siglos XII-XIII que había sido sustraído de su ubicación original en el monasterio en ruinas de Santa María de Nogales, próximo a la localidad leonesa de San Esteban de Nogales para decorar un restaurante.
Imagen del arco original antes de ser robado en el monasterio abandonado de Santa María de Nogales.
Hay tres personas implicadas entre los que se encuentra el propietario del establecimiento, el cual habría encargado el hurto del arco y la posterior instalación en su establecimiento a las otras dos personas.

La operación se inició el pasado mes de julio a raíz de la operación “Versus”, donde fue recuperado en la provincia de Sevilla una cabeza de mármol del siglo IV, perteneciente a un busto del Emperador romano Marco Aurelio, de gran valor histórico, sustraída en el mes de febrero de 2013 en lo alto del campanario de la iglesia parroquial de Quintana del Marco.


Posteriormente, los agentes pudieron constatar mediante los controles que se vienen realizando dentro del “Plan de Prevención e Investigación de los Delitos contra el Patrimonio y Patrimonio Histórico”, del Ministerio de Interior, para evitar el expolio, como se habían producido otro hecho similar en un monasterio en ruinas de Santa María de Nogales, próximo a la localidad leonesa de San Esteban de Nogales donde había sido expoliado un arco románico.

Los agentes observaron cómo el arco románico había sido expoliado mediante el uso de algún tipo de herramienta, posiblemente una barra de uña, desmontándolo dovela a dovela para poder reubicarlo con su forma original.

Posteriormente, se descubrió que el responsable de este hurto era el dueño de un restaurante-bodega típico de la zona leonesa que había mandado colocar nuevamente las dovelas del arco, aprovechando otra puerta con forma de arco que había en su establecimiento, quedando así como elemento de decoración arquitectónica.

Instalación ilícita
El citado arco del siglo XII-XIII, una vez cuidadosamente retirado de su ilícita instalación, ha sido entregado a la corporación municipal del Ayuntamiento de San Esteban de Nogales quedando a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de la Bañeza (León), donde se han entregado las correspondientes diligencias al efecto instruidas.






  • La Guardia Civil recuerda a la opinión pública que la Ley 16/85 de Patrimonio Histórico Español, prohíbe expresamente la búsqueda, sin autorización, de restos arqueológicos, así como, que si estos fueran hallados de forma casual, deben ser entregados inmediatamente a la administración. 
Fuente: León Noticias