google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: G-40
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20 de abril de 2016

Descubren un espacio sepulcral de la Edad del Cobre en una cueva de Obejo (Córdoba)

Allí se han encontrado los restos humanos de cinco individuos de ambos sexos que fueron depositados sobre lechos de corcho. Junto a ellos había siete vasos de cerámica. Los expertos creen que la cueva fue acondicionada como espacio sepulcral.
Miembros del G-40 trabajando en el yacimiento descubierto en Obejo. FOTO: G40.
Hace más de 5000 años, algo revolucionario sucedió. Se fue fraguando muy lentamente, en parte a través de aprendizaje y desarrollos locales, pero también gracias a viajeros y conocimientos compartidos en el resto de Europa y el Mediterráneo. Así, las culturas presentes en el Sur de la Península Ibérica, poco a poco, empezaron a controlar el uso de los metales. Las técnicas más avanzadas en la talla de instrumentos y armas de piedra, dieron paso a la tecnología del martillado y fundición. Y con ella, del Neolítico se saltó a una nueva edad histórica: la Edad del Cobre y del Bronce.

En Sierra Morena, en lo que actualmente es la provincia de Córdoba, por aquel entonces, se comenzaban a explotar las vetas de mineral de cobre en la zona de Cerro Muriano. Algunas comunidades del entorno fundaron asentamientos más estables. Allí vivieron, allí murieron y una de sus tumbas acaba de ser encontrada e investigada en Obejo.

El contexto excavado es uno de los ejemplos más antiguos de uso funerario en esa zona de Sierra Morena, en donde, a diferencia de la comarca de Los Pedroches y el Alto Guadiato, los dólmenes escasean. Se encuentra en Peña Calera, en el valle del Guadalbarbo. Y ya ha sido investigado por un equipo de arqueólogos y antropólogos de las universidades de Córdoba, Granada y Huelva, coordinados con miembros del grupo espeleológico G-40 y con el apoyo del Ayuntamiento de Obejo, autorizados por la Delegación Provincial de Cultura en Córdoba.

PAISAJE ESCARPADO
Se trata de una zona elevada y rocosa. Allí en una cueva propia de la zona -una diaclasa-, miembros del Grupo Espeleológico G-40 encontraron un habitáculo en la roca donde asomaban restos de hueso y cerámica. Conscientes de su interés, inmediatamente dieron cuenta a la Delegación de Cultura en Córdoba. Informados los investigadores, y tras realizar el proyecto de estudio, comenzó la intervención arqueológica, la cual se desarrolló durante la pasada Semana Santa.


En esta angosta y claustofóbica diaclasa, con un espacio de apenas dos metros útiles, y donde en ningún momento era posible mantenerse erguido, los arqueólogos han encontrado los restos de al menos cinco individuos. Entre los distintos huesos hallados destaca un cráneo completo. Uno de los aspectos que más ha llamado la atención de los investigadores es que los cadáveres fueron depositados en una oquedad tapizada de bloques de piedra sobre la que se depositaron planchas de corcho. “El espacio en sí es muy seco y eso ha afecto a la conservación de los huesos, pero esta materia vegetal se ha preservado muy bien”, señala el arqueólogo de la universidad de Granada Rafael Martínez.

PLANCHAS DE CORCHO
En un primer momento, los científicos pensaron que el corcho pudo haber sido introducido por animales que, durante milenios, han usado este mismo espacio como letrina, nido y madriguera. “Pero la disposición y el corte preciso de las planchas denotan que se trata de una materia prima trabajada, muy probablemente colocada con un objetivo funerario”, indica el experto. Los cuerpos, muy probablemente, fueron depositados sobre las planchas en posición fetal. Queda realizar los estudios antropológicos de laboratorio para confirmar género y edad de los inhumados, aunque se apunta la presencia de individuos de ambos sexos y al menos un preadulto. Por otro lado, se van a realizar dataciones de radiocarbono para precisar la edad del yacimiento, aunque todo parece indicar que corresponden aproximadamente al 3200 antes de Cristo.

SIETE VASOS DE CERÁMICA
Junto a los huesos, también se han encontrado siete vasos de cerámica -de los cuales dos están intactos y otros tantos corresponden a fragmentos- y un punzón de hueso. La forma de algunos de los vasos, dotados de un diseño muy particular, con carena, es muy característico de este momento cronológico que, en este caso, lo sitúan en los inicios de la Edad del Cobre. “Se trata del momento en el que se constata una gran cantidad de asentamientos más o menos permanentes en la zona de la campiña, vega del Guadalquivir, y como se demuestra ahora, también en áreas de Sierra Morena. Será este momento cuando se documenten los primeros poblados estables en el actual casco urbano de Córdoba, incluyendo la zona de la Arruzafa y la barriada de Alcolea”, explica Martínez.

Los investigadores creen que la cueva fue acondicionada como espacio sepulcral a golpe de maza: “Se preparó el lugar, incluso se rompieron algunas estalactitas, y se terminó cerrando con varios bloques de piedra” termina Rafael Martínez. Y así ha permanecido durante 5200 años. Hasta hoy.

28 de noviembre de 2014

Descubren nuevas aportaciones del neandertal en la Cueva de los Murciélagos, en Zuheros (Córdoba)

El equipo de arqueo-espeleólogos ha descubierto nuevas zonas en el interior de la cueva con depósitos del Paleolítico Medio donde se han hallado huesos de animales aportados por el hombre del neandertal y depósitos del Pleistoceno. Además se ha ampliado la planimetría de la cueva en más de 1.000 metros por lo que ya supera los 3.365 metros de recorrido. 
Parte del equipo multidisciplinar de Grupo G-40 que ha realizado la nueva planimetría en la Cueva de los Murciélagos.
Los trabajos de topografía que el Grupo de Espeleología G-40 ha realizado durante más de un año en el interior de la Cueva de Los Murciélagos de Zuheros ha obtenido mejores resultados de los previstos inicialmente. Ya que además de demostrar que ésta es la cueva de mayor desarrollo de la provincia de Córdoba, y una de las mayores de la Península Ibérica, con 3.365 metros de galerías se han encontrado nuevas evidencias de ocupación neandertal durante el Paleolítico así como algunos depósitos del Pleistoceno.

PALEOLÍTICO MEDIO Según nos comenta Juan Carlos Vera, profesor de Prehistoria en la Universidad de Huelva y miembro del Grupo G-40 que ha formado parte activa en la investigación, "los trabajos de investigación en el interior de la cueva nos han permitido encontrar nueva industria lítica asociada al paleolítico medio, que gracias a las dataciones realizadas por termoluminiscencia podemos asociar a la época musteriense." 

"También hemos encontrado -nos dice Carlos Vera- huesos de animales alterados por su proximidad al fuego, que tal vez fueran parte de la dieta de los antiguos pobladores de la cueva, ya que aproximando los huesos al fuego conseguían reblandecer el periostio y acceder más fácilmente al interior del tuétano".
Labores de topografía en el interior de la Cueva de los Murciélagos.
FOTO: GRUPO DE ESPELEOLOGÍA G-40

DEPÓSITOS DEL PLEISTOCENO
Gracias a la topografía exhaustiva realizada en el interior de la Cueva de los Murciélagos los arqueólogos han podido excavar nuevas zonas de la cavidad y descubrir algunos depósitos del Pleistoceno a una cota aproximada de 40-50 metros de la entrada a la Cueva. 

En este caso se trataría de oseras con nidos producidos por estos animales durante su hibernación, así como gran cantidad de pequeños huesos que se corresponderían a oseznos neonatos. 

3.365 METROS TOPOGRAFIADOS DE CUEVA
El estudio topográfico y multidisciplinar de la Cueva de los Murciélagos se ha venido realizando desde hace más de un año por encargo de la Junta de Andalucía al equipo de espeleología G-40 de Priego de Córdoba, que ha complementado la nueva planimetría de la cueva con estudios biológicos, geológicos y arqueológicos en los que también han colaborado las Universidades de Córdoba, Jaén y Huelva

La realización de la nueva planimetría de la cueva ha requerido de un minucioso trabajo en el interior que ahora demuestra que ésta es la cueva de mayor desarrollo de la Subbética Cordobesa, con 3.365 metros, superando así los 2.500 metros de la Cueva del Yeso de Baena, que también fue objeto de estudios topográficos por el mismo club de espeleología G-40. 

Actualmente el Grupo G-40 está trabajando en la representación gráfica de la totalidad del recorrido de la cueva,  lo que permitirá diseñar futuros planes de investigación y conservación en la misma.