google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: Enrique II
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5 de marzo de 2015

700.000 euros para la consolidación y restauración del recinto amurallado de Calatañazor (Soria)

El conjunto del castillo y las murallas, que pertenece a Patrimonio del Estado, son Monumento Nacional desde el año 1962
El Gobierno de España invertirá 712.000 euros en nuevas obras de consolidación y restauración del recinto amurallado de Calatañazor. La Comisión Territorial del Patrimonio Cultural ha dado el visto bueno al proyecto que se ejecutará con cargo al presupuesto de Patrimonio del Estado, organismo dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

El recinto amurallado se encuentra afectado en su totalidad por la acción de diversos agentes de deterioro, especialmente aquellos relacionados con el adverso clima al que se encuentra sometido el inmueble. 


DIVERSAS ACTUACIONES
Está previsto que las obras, que comenzarán próximamente, se prolonguen a lo largo de seis meses. En el castillo se actuará en la torre del homenaje, se realizarán obras para el anclaje de la muralla y se aplicará hormigón sobre las grietas para evitar desprendimientos. También se actuará en diversos sectores de la muralla hasta realizar tareas de restauración y consolidación de la mayor parte del lienzo que ocupa la zona oeste y norte de esta localidad amurallada.

El conjunto del castillo y las murallas de Calatañazor, monumento de titularidad estatal que pertenece a Patrimonio del Estado, es constante motivo de actuaciones del Gobierno para su conservación y consolidación, la última recientemente, con un presupuesto de 60.000 euros, para completar la obra de emergencia que, con un presupuesto de 24.000 euros, se ejecutó a finales de 2011. 


TESTIGO DE LA HISTORIA
La corona de Castilla recuperó la propiedad de Calatañazor en 1303 y vendió la villa al infante don Pedro quien construyó el castillo como un elemento más para la defensa contra los infantes de la Cerda. A la muerte del hermano del Rey, lo hereda su hija. Después pasó de nuevo a la corona y fue cedido por Enrique II a la familia Fernández Padilla. Esta familia realiza obras en el castillo pero ya en el siglo XV.

Frente a la cara noroeste del castillo, en sus faldas, se encontraba una iglesia de la que solo quedan restos de un sepultura triple excavada en la roca que puede datar del siglo X. En la muralla del castillo quedan restos de un portillo, una pequeña abertura, que sería el lugar por el que se bajaba a la iglesia.

(Fuente: El Norte de Castilla / Isabel G. Villarroel)

27 de febrero de 2013

Aparece en Riaño (León) un tesoro de maravedíes de Enrique II y Pedro I

Un grupo de investigadores encuentra en las proximidades de la Cueva del Oso un conjunto de 326 monedas, 70 de ellas de plata. La importancia de este hallazgo radica tanto en la calidad de las piezas recuperadas como en su número, pues es muy infrecuente encontrar una cantidad tan elevada de monedas juntas, lo que parece corresponder a un tesorillo, el primero de estas características encontrado en la provincia de León.
Fue un momento de convulsión, en el que León y Castilla fueron ‘invadidas’ por mercenarios ingleses y franceses, agentes extranjeros que convirtieron el territorio en su campo de batalla particular gracias a la lucha fratricida entre Enrique II y Juan I. Como en un salto a través del tiempo, la herencia de este momento ha llegado hasta nosotros gracias a una afortunada casualidad. Dicen que no hay mal que por bien no venga y a veces la sequía lleva a un tesoro. Esto fue precisamente lo que ocurrió el verano pasado.
Maravedí de Pedro I de Castilla, uno de los hallados en
la Cueva del Oso de Riaño.
La ausencia de lluvias y el consiguiente descenso en el nivel del agua en Riaño permitió a los investigadores del departamento de Prehistoria de la Universidad, Ana Neira y Federico Bernaldo de Quirós iniciar una serie de excavaciones en la cueva del Oso, un lugar de difícil acceso al estar normalmente sumergido bajo las aguas y que estuvo habitado durante el Paleolítico Medio. Buscando bifaces, los profesores se toparon con un tesoro de monedas medievales, 326, 70 de ellas de plata, que corresponden a reales de maravedí, en muy buen estado de conservación y que fueron depositadas en el Museo de León para su limpieza y consolidación.

Las monedas pertenecen a acuñaciones de los reyes de Castilla y León Pedro I, Enrique II y Juan I, estos dos últimos de la casa de Trastámara. Así lo explica la historiadora: «Todas las mañanas el equipo, compuesto por diez arqueólogos y varios estudiantes, emprendía a pie el camino desde el pueblo y bajaba hasta los restos de la antigua carretera a la Puerta para, después, iniciar la subida hacia los pequeños restos de los montículos que, como islas, afloran incluso en los momentos de máxima cota de embalsado. Fue precisamente en este ascenso cuando, en las proximidades de la antigua pista de tenis del viejo pueblo de Riaño, uno de los arqueólogos, Eduardo González Gómez de Agüero, observó la presencia de un grupo de monedas dispersas en superficie formando un abanico sobre la pendiente. Inmediatamente se detuvo a recogerlas, tarea a la que se sumaron rápidamente el resto de los miembros del equipo quienes peinaron la zona hasta estar seguros de no dejar ninguna».

Importancia

Según destacan los descubridores, la importancia de este hallazgo radica tanto en la calidad de las piezas recuperadas como en su número, pues es muy infrecuente encontrar una cantidad tan elevada de monedas juntas, lo que parece corresponder a un tesorillo, el primero de estas características encontrado en la provincia de León, que debió de ser escondido, en algún envoltorio de material perecedero. «No debemos olvidar que en las cercanías se localiza el castillo de Riaño, en torno al cual existiría un núcleo de población», destaca Ana Neira.

En el informe, se hace hincapié en que en el momento del descubrimiento el sitio no ofrecía ningún rasgo característico, con lo que el lugar de ocultación pudo ser un simple hoyo o alguna endeble construcción de adobe, en cuyo suelo o en la parte inferior de las paredes, se habría escondido, hacia finales del siglo XIV. «Por razones que se desconocen, la persona que realizó este ocultamiento no regresó para recuperarlo», explica la investigadora, que fabula con la posibilidad de que con el tiempo, o bien este edificio se arruinara para quedar convertido en una masa de barro informe que las aguas del embalse fueron deshaciendo y removilizando, o bien el hoyo sufriera, por las mismas causas, un proceso de erosión.
Una de las monedas en el lugar del hallazgo.
Foto: Ana Neira

«Las monedas, cuyo embalaje se habría descompuesto hacía mucho tiempo, quedaron liberadas y se dispersaron sobre la superficie del terreno que las aguas, al descender, iban dejando aflorar», argumenta.

Mercenarios extranjeros

Explica la historiadora Margarita Torres que a mediados del siglo XIV (momento en el que se acuñaron estas monedas) se libró en tierras de León y Castilla la guerra entre Enrique II y Pedro I. Este último obtuvo su baluarte en León y el adelantado Mayor del Reino fue Suero Pérez de Quiñones. Sin embargo, poco después y según fue avanzando la guerra, éste trasladaría su lealtad a Enrique. «Lo interesante de este capítulo de la historia es que hasta León llegaron las compañías negras —un ejército inglés acaudillado por el príncipe de Gales— y las compañías blancas, francesas, comandadas por Beltrán Du Guefclin. «Lo que ocurrió en realidad fue que se trasladó a España la guerra europea entre Francia e Inglaterra».

 La guerra la perdió don Pedro, que fue degollado finalmente por Beltrán. Posteriormente, dos hijas del rey asesinado se casaron con el duque de York y el duque de Lancaster respectivamente y sería una de sus descendientes, Catalina, la que años después contraería matrimonio con Enrique III. Ellos fueron los abuelos de Isabel La Católica. «Los ingleses llegaron a invadir León», explica Margarita Torres. En este contexto bélico puede que, tal vez, alguien quisiera esconder su tesoro para recogerlo cuando la guerra finalizara. Algo o alguien impidió que lo recuperara...