google.com, pub-4869754641634191, DIRECT, f08c47fec0942fa0 La Bitácora de Jenri: El Raso
Mostrando entradas con la etiqueta El Raso. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El Raso. Mostrar todas las entradas

3 de junio de 2014

Documentan un nuevo castro de la Edad del Bronce en Candeleda (Ávila)

El Carbono 14 data el nuevo castro en el "Prao de la Carrera" 1.800 años anterior al castro vetón de El Raso, situado a tres kilómetros de este yacimiento. En este nuevo asentamiento se han descubierto los restos de una cabaña construida con postes de madera, restos de cerámica realizada a mano, entre ellos, fragmentos de ollas, cuencos, cerámica de almacenaje, algunos de ellos decorados con motivos incisos.
Excavaciones en el Prao de la Carrera, de Candeleda. Foto: TRIBUNA DE ÁVILA
El pasado verano, y financiado íntegramente por el Ayuntamiento de Candeleda, un grupo de siete arqueólogos, dirigidos por César Pérez, llevó a cabo una serie de «sondeos valorativos» en los restos del antiguo asentamiento poblacional del Prao de la Carrera, situado a los pies del Almanzor, en los Hermanitos de Tejea de Candeleda. 

1.800 AÑOS ANTERIOR AL CASTRO DE "EL RASO"
Estas excavaciones, señala Pérez, han concluido que se trata «del castro más antiguo de los documentados hasta ahora en el sur de Gredos». De hecho, y «a falta de los resultados del carbono 14», Pérez data este asentamiento fortificado en la Edad de Bronce, que en esta zona de la provincia discurre entre el 2.300 y el 800 a.C., «o incluso antes», lo que supone que este poblado es unos 1.800 años más antiguo que el de El Raso, situado a tres kilómetros de este yacimiento.

La primera campaña de excavaciones, explica el arqueólogo, permitió encontrar «restos de hábitat», concretamente una cabaña realizada con postes de madera y fragmentos de materiales cerámicos asociados al yacimiento, tales como cuencos, ollas, vasijas de almacenaje o condecoraciones, así como delimitar la primera muralla defensiva del castro, que cuenta con 3,5 metros de anchura y al menos 200 metros de longitud.

PRIMEROS POBLADORES DE GREDOS

El castro tiene una extensión de cinco hectáreas y está situado a 1.200 metros de altitud en una posición defensiva y de control del territorio, desde dónde podían divisar la zona del actual castro de El Raso, la garganta del río Alardos, el río Tiétar y la zona inundada por el embalse del Rosarito e incluso los Montes de Toledo y la Sierra de Guadalupe. Muy cerca de este yacimiento se hallan las pinturas rupestres de Peña Escrita, contemporáneas a este castro y que de hecho, señala Pérez, podrían haber sido realizadas por estos primeros pobladores de Gredos.

Además de lo ya encontrado, las primeras excavaciones en este lugar llevan a pensar que se trata de un hallazgo «con mucho potencial» que podría aportar muchas pistas sobre cómo eran y cómo vivían los primitivos pobladores de Gredos. Un modo de vida del que seguramente se obtendrá más información con las excavaciones que se desarrollarán en septiembre de este año y que nuevamente estarán financiadas íntegramente por el Ayuntamiento. 

RECURSO CULTURAL Y TURÍSTICO
«Este gobierno municipal ha dado mucha importancia al tema de las excavaciones tanto por una cuestión de gestión cultural como porque entendemos que junto con el castro celta de El Raso se podría crear una especie de red de lugares arqueológicos como recurso cultural y turístico de esta zona», sostiene Monforte, que recuerda que «como consecuencia de la actual situación económica», y pese a haberlo solicitado tanto a la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León como a la Diputación de Ávila, el Ayuntamiento de Candeleda no ha logrado financiación para llevar a cabo estas excavaciones arqueológicas, lo que no ha impedido que se siga excavando tanto en El Raso como en el Prao la Carrera con fondos municipales y «gracias a convenios como los firmados en su día con la Universidad Complutense de Madrid», colaboración que permitió excavar en El Castillejo.

«Esta zona cuenta con un importante patrimonio arqueológico que puede y debe excavarse y por ese motivo desde el Ayuntamiento de Candeleda estamos invirtiendo recursos en ello», sostiene Monforte quien, sin embargo y en vista de los importantes hallazgos de estos trabajos arqueológicos, pedirá nuevamente «un compromiso tanto a la Diputación de Ávila como a la Junta que permita seguir con las excavaciones».

(Fuente: Diario de Ávila / Estela Carretero)

1 de abril de 2013

Los primeros sondeos en el yacimiento de Chilla se desarrollarán en junio

Si se cumplen las expectativas, podría diseñarse una red arqueológica en la zona vinculada al pueblo vetón
El yacimiento de El Castillejo de Chilla está todavía sin explorar.
Los primeros sondeos en el yacimiento de El Castillejo de Chilla, en la localidad abulense de Candeleda, se desarrollarán el próximo mes de junio a lo largo de 15 días. El sentido de esta intervención tiene mucho de patrimonial ya que persigue, más que indagar en el origen de los vetones, incrementar los atractivos culturales y turísticos de la zona.

Así lo explicó en declaraciones a Ical el director del proyecto, el profesor de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, Luis Berrocal-Rangel, que avanzó que si las expectativas se cumplen, podría diseñarse una red arqueológica de yacimientos que incluiría el de El Raso (uno de los más importantes de la España céltica) y el museo etnográfico de Candeleda.

Según el profesor Berrocal, estos dos exponentes de la cultura vetona están aislados dado que para encontrar algún yacimiento musealizado próximo hay que llegar hasta Badajoz. Así que creando este pequeño circuito se “devuelve a la sociedad lo que ésta invierte en ciencia e investigación”. “Éste es uno de los objetivos principales, si no decir el segundo o el primero más importante del proyecto”, afirmó.

El Castillejo de Chilla es un yacimiento hasta ahora sin explorar. A simple vista pueden atisbarse algunos indicios de la posible existencia de un poblado subterráneo que tratará de certificarse con las prospecciones previstas este año. El director del proyecto detalló que se observan taludes de piedra que no se corresponden con cercados sino que parecen más bien murallas por tener una estructura superior a la de un cercado de finca al uso. Además, en el interior se ven algunas piedras colocadas en la superficie que pueden indicar la existencia de casas o construcciones parecidas a las de El Raso junto a fragmentos cerámicos que podrían ayudar a fechar el yacimiento.

Este hipotético poblado se habría concebido como una pequeña fortaleza en lo alto para el control del valle del Tiétar y de todo el Jerte. “Debió de responder a unas razones más estratégicas de control del territorio que de hábitat”, especificó Luis Berrocal.

En cuanto a su cronología, podría oscilar entre el siglo VI a.C. y el siglo III o II a.C., aunque advierte de que esto es un “futurible” ya que por ahora se carecen de datos que puedan confirmarlo. “En superficie el material que hemos encontrado no es definitivo para decidir una fecha u otra”, subrayó.

Trabajos

La actuación inicial de este año consistirá en un estudio intensivo de la superficie y los entornos del yacimiento con geo- radar y fotografías satélite, para después realizar dos o tres pequeños sondeos (cuadros de excavación) para ver la estratigrafía. Si las expectativas depositadas en estas prospecciones dan sus frutos, la idea es dar continuidad a las excavaciones en años sucesivos e incluso dotar al proyecto de mayor envergadura

“Nuestro objetivo sería encontrar los orígenes de estos grandes poblados vetones como El Raso de Candeleda. Es decir, los primeros vetones que llegan a esta comarca o que se desarrollan en ella y que dan lugar en el siglo III a.C. a estos grandes poblados vetones como Ulaka, El Raso o la Mesa de Miranda”, apuntó el profesor.

Proyecto

El proyecto tiene como antecedente el yacimiento de El Raso de Candeleda y el que fuera director de las excavaciones, el arqueólogo ya jubilado Fernando Fernández, que fue precisamente quien sugirió que el lugar era interesante. Los primeros sondeos se concibieron a principios del año 2012. Las autorizaciones y avales científicos necesarios para llevarlo a cabo, y la complicada situación económica, hicieron que la autorización definitiva no llegara hasta septiembre después de que el primer anteproyecto se presentara en el mes de marzo.

Para llevarlo a cabo, la Fundación cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Candeleda que aporta, en principio, una cantidad próxima a los 20.000 euros. En tal sentido, el profesor Berrocal apuntó que si, en lugar de hacerlo a través de la Fundación, se hubiera hecho con una empresa privada, el coste se podría haber triplicado.

Los promotores de este proyecto son el Ayuntamiento de Candeleda y la Asociación de Turismo Rural Valle del Tiétar- Gredos Sur que lo encargaron a la Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid. Su coste ronda los 20.000 euros y, según puntualiza Luis Berrocal, a través de una empresa privada superaría los 60.000.